Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Sapphira Black Lestrange]

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Mary Croft Atkins empleada del departamento de control y regulación de criaturas mágicas

Estaba caminando por la calles del callejón diagon buscando unos de los negocio en lo que habían solicitado lo servicios de departamento de regulación y control de criaturas mágicas , para un caso de plagas.

 

Primero con mi compañera Kutsy que la esperaría afuera del local para revisar juntas el local para ver qué problemas había con plagas.

 

Teníamos que dirigirnos a dos locales que su dueña Lyra Katara nos pidió nuestros servicio , y al llegar al local Ranas lunares que sería el primer local que inspeccionaríamos puedo ver solo por fuera que teníamos un gran trabajo por delante , era local grande se podía.

 

También era un local con una linda decoración , pero esperaría afuera del local a mi compañera Kutsy para entrar juntas y resolver el problema que tendríamos por delante

 

@Kutsy

 

[Kutsy Stroud Lenteric]

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La noche no tardaba en caer, el sol se había ocultado casi un par de minutos atrás mientras apresuraba mis movimientos, es tarde, voy tarde no dejaba de pensar. No era de las que gustarán de tener algún retraso pero ese día singularmente había tenido que atender un par de asuntos que me entretuvieron más de la cuenta, esperaba que eso no hiciera enfadar a Mary, la joven con la que trabajaría para resolver el caso que Cillian nos había encargado a ambas.

 

Así que prácticamente corría por el callejón para llegar a la cita que habíamos concertado con la dueña, la cual resultaba ser mi madre, cuando leí la solicitud la miré por más tiempo del debido ya que no me había comentado nada, pero no me sorprendía estaba muy poco en casa, el trabajo prácticamente me absorbía por completo y no existía por el momento la posibilidad de entablar una pequeña charla con ella, mas de ese modo no quería decir que no le echara de menos.

 

Para ese entonces mi corazón latía presuroso dentro de mi pecho y mis mejillas estaban sonrojadas, no obstante estaba disfrutando correr de esa manera tan libre, sobre todo porque el callejón casi estaba desierto por la hora que era, –detalle que me hacía sonreír aún más –, mi larga cabellera negra se mecía tras de mí al igual que los pliegues de la capa azul marino que portaba.

 

Tras un par de vueltas finalmente llegaba al sitio donde me encontraría con ella –hola, Mary –exclame al tiempo que me detenía un momento para inhalar profundamente y apaciguar un poco mi acelerado sistema, una vez que pude controlar mi temperatura me erguí y le sonreí a mi compañera de trabajo –lamento la tardanza, pero ya estoy acá –le decía al tiempo que la invitaba a que entráramos al local.

 

–Dime ¿nerviosa? –Le pregunté mientras que abría la puerta para dejar que ingresará primero que yo, mi pregunta surgía porque estaba al tanto que para ambas era la primera vez que nos ocuparíamos de un caso en el tema sobre plagas. El servicio había sido solicitado a esas horas para no importunar a los clientes así que cuando ingresamos no había nadie, admiré por breves segundos la cafetería, donde se podían apreciar las mesas cuadradas, los gabinetes y el inconfundible color beige que reinaba por todo el lugar.

 

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[Lyra Katara Selwyn]

Evelyn, empleada.

La empleada de piel morena clara y ojos negros, vestía una falda que le llegaba a las rodillas, de mezclilla color azul marino. Llevaba unas sandalias del mismo color y una playera de mangas cortas color lavanda. En la mano derecha llevaba su varita, ni aun sabiendo que el local era seguro la dejaba.

 

Estaba esperando todavía a las empleadas o empleados que irían del departamento de Criaturas Mágicas, para el control de plagas. Ella y Frank habían tomado un poco como ofensa el hecho de que se hiciera ese control, aunque era por el bien del local, si bien entre los elfos y ellos siempre tenían todo en orden.

 

-¿Crees que tarden mucho?- Preguntó la castaña, mientras jugaba con su cabello ondulado y largo.

 

-Espero que no. No creo que muchos hagan en realidad ese trámite.- Contestó Franklin.-Aunque mejor así, estaremos más tranquilos.

 

-Si tu lo dices...- Refunfuño Evelyn.

 

-Vamos, alegra esa cara. Nuestra jefa no habría invitado a cualquier departamento, así que seguramente sabe que los empleados trabajan bien. Ahora a esperar.- Respondió Franklin.

 

El barman era más optimista que su compañera, mientras se llevaba esa plática en la cocina, ya que cuando no había gente en el bar, también era chef igual lque Evelyn. Solo les costaba algo de trabajo pensar que irían a supervisarlos en cierta forma.

 

 

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[Sapphira Black Lestrange]

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Mary Croft empleada de departamento de regulación y control de criaturas mágicas

La noche caía y aun no me veía rastro de mi compañera estaba algo impaciente pero por suerte la vi llegar - no te preocupes por la tardanza solo te estaba esperándote para poder entrar juntas

 

Mi compañera abre la puerta para que pasara primero y entramos las dos, el local se veía un poco vació pero era mejor para nosotros para poder hacer nuestro trabajo más tranquilo y ver cómo solucionar el problema de plagas por algo estábamos aquí, me acerco a mi compañera y le susurro – si yo también estoy nerviosa , espero que los concejos de nuestro jefe sean de ayuda , ya que es la primera vez que nos enfrentamos a este tipo de trabajo.

 

Pude ver que cuando al entramos al nos esperamos unos empleados de este local y con mi compañera nos acercamos para presentarnos – hola somos las empleadas de departamento de con regulación y control de criaturas mágicas, somos Kutsy señalo a mi compañera y Mary Croft Atkins y dejo a mi compañera para que siga con explicación

 

 

@Kutsy

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[Kutsy Stroud Lenteric]

http://i.imgur.com/zv4PIFU.jpg?1

 

De algún modo yo también estaba nerviosa, quizá no tanto como cuando fuera a visitar a los del departamento de accidentes, pero aún así esa sensación de vértigo me acompañaba por fortuna, si es que se deseaba ver el lado positivo de las cosas, Mary también se encontraba igual, mas oírle mencionar a nuestro jefe sonreí –descuida, serán más que ayuda ya verás –le decía con toda calma después de todo el departamento se asemejaba más a una gran familia, al menos así lo sentía yo.

 

Me pregunté por un momento si podría conversar con mi madre aunque fuera un poco ya que estaba en uno de sus negocios pensaba mientras ambas nos internábamos en Ranas lunares, un lugar que llevaba un nombre que me parecía sumamente peculiar y el cual esperaba poder preguntar el porque a la bruja que me diera la oportunidad de finalmente sentirme en un hogar. Ambas seguimos, en silencio, las voces que provenían del interior hasta que nos llevaron a lo que me pareció la cocina, pero no estaba del todo segura.

 

Al escuchar las palabras de mi compañera caí en cuenta de que estábamos frente a dos empleados, había sido algo sumamente absurdo el considerar conversar con ella en horas de trabajo. Sólo asentí ante la presentación de Croft –un gusto –, añadí dedicándoles una sonrisa tanto a la dama de tez morena, de falda de mezclilla, y al caballero que le acompañaba –perdonaran la tardanza, pero estamos aquí por el servicio que han solicitado –dije asumiendo mi rol de funcionaria –con respecto a plagas, si fueran tan amables de indicarnos de que se trata mi compañera y yo podremos tomar las medidas adecuadas.

 

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[Alba Ryddleturn]

Había días en que cualquier mago o bruja quería estar solo tomando algo para hacer desaparecer los problemas o los pensamientos que inundaban la mente para perturbar la tranquilidad. Ese era uno de esos días para mí.

 

Hace unas horas ya que había salido del ministerio, terminando mi hora de trabajo. Usualmente me iba al castillo para descansar o pasar las horas ahí hasta que llegara la noche, para dormir y esperar el próximo día para empezar todo de nuevo. Pero aquella tarde, había ido a las calles del callejón Diagon sin un rumbo fijo, tan solo vagando.

 

Miraba como algunos magos reían en grupos o en parejas, otros iban solos bajo sus mentes, mientras que otros iban viendo qué lugar era el indicado para saciar sus placeres. Nadie conocido, tampoco tenía intenciones de encontrar a alguien, por lo que seguía caminando lentamente sin percatarme de quién pasaba por mi lado.

 

Me detuve en una esquina, dándome cuenta que la otra vereda, se encontraba el local de mi abuela, un lugar tranquilo en donde podría pasar las horas sin que nadie molestara o que simplemente me encontrara con ella o si tenía suerte, encontrarme con mi padre, como una vez sucedió hace ya bastante tiempo.

 

Crucé la calle sin mirar si interrumpía a alguien en el camino, y entré al lugar. Tan tranquilo como siempre, con algunas mesas ocupadas por magos que disfrutaban de una buena charla con un taza de café y/o algo para comer.

 

Como no encontré a ninguno de los familiares que esperaba, me dirigí sin mirar más nada al segundo piso, donde se servían los tragos. A la barra fui pidiendo al barman, que ya conocía, que me sirviera un mojito. – Si, si, son muy buenos estos tragos muggle – le hablaba mientras lo preparaba – y a ti te quedan de lo mejor – le recibía el vaso, mientras lo degustaba.

[Robb Stark]

Eran de aquellos días en los que no había nada para hacer, desde su vuelta de Noruega contaba con muchos de aquellos días sabía que debería de aprovecharlos porque poco a poco la rutina británica lo arrastraría de nuevo y los días de puro ocio serían contados. Solo tenía una inquietud en su cabeza desde hacia semanas, trabajo.

 

Se postuló apenas llegó para ocupar una de las vacantes libres en el trabajo que era su sueño desde pequeño, los Aurores. Magos bien preparadas que luchaban por una sociedad mas justa y segura (y si claro estaba también un poco de emoción y adrenalina), “tienes tintes de héroe” le dijo una vez una antigua amiga y no fue precisamente un cumplido.

 

Eligió un bonito lugar denominado Ranas Lunares, no conoció el local pero parecía tener todo lo que necesitaba aquella mañana, quizás un café y un poco de paz. Se adentró y sus pasos lo guiaron hacia una barra era lo primero que se encontró, de seguro no habría café pero podría beber algo y matar el tiempo.

 

No era el primero en la espera una chica rubia estaba su lado y no fue hasta que sentó en un frío taburete que notó quien era - ¿Alba Ryddleturn? – preguntó asombrado y feliz de encontrarse con su amiga durante la academia.

 

@@Alba Ryddleturn

[Eliah Selwyn R.]

El demonio interior de Eliah comenzaba a removerse a cambiar a sentirse incomodo. No entendía muy bien el porque pero sentía que no debía de estar allí en ese mismo instante. Quizás era la hora de marcharse, no quería hacer daño a nadie y mas en el negocio de su familia, pero en verdad no sabía lo que la pasaba, era algo extraño pero podía hacer que el humano saliese herido. Por suerte mientras él hablaba había seguido comiendo, intentando apaciguar al demonio interior para que cesase, pero aún seguía allí despertándose.

 

-creo que has de disculparme, creo que voy a tener que ausentarme....-comento mientras su mirada había cambiado de repente.

 

Tendría que saber que estaba pasando, porque el cambio que la estaba ocurriendo en ese instante. Quizás hablar con su madre....o su abuelo, no lo sabía muy bien pero todo había sido diferente desde que había conocido a su hermana menor Kutsy,no sabía porque estaba tan liagada a ella que sentía demasiado lo que la ocurría a ella y pensaba que a ella la pasaba lo mismo que lo que la pasaba a la Ryddleturn.

[Lyra Katara Selwyn]

Evelyn, empleada.

Franklyn y yo habíamos salido justo a tiempo de la cocina, donde nos encontrabamos platicando, para estar enfrente de las empleadas del Departamento de Control de y ... eso. Nunca me iba a aprender el nombre completo del departamento de Criaturas.

 

-Mucho gusto, soy Evelyn y el es Frank, yo las atenderé con gusto.- Comentó, mientras Frank regresaba a la cocina después de realizar los saludos correspondientes.-El problema esta en el tercer piso, hay una plaga de doxys que no hemos logrado exterminar. Estoy casi segura que enterraron huevecillos en una de las macetas, porque de repente empezaron a aparecer más.

 

Hizo una mueca de disgusto. Era comprensible que pasara ya que las oficinas por lo general estaban casi desocupadas, era raro la visita de la dueña al negocio, por lo que no le extrañaba que de repente estuvieran esos bichos en ella, a pesar de que los elfos mantenian todo siempre muy limpio.

 

-Si ya pueden empezar, las llevaré a las oficinas. La ventaja es que siempre esta cerrada la puerta que da acceso a las mismas por lo que no han invadido otros lugares del negocio.- Comentó.

 

Espero las indicaciones de las empleadas para guiarlas y empezaran a hacer su trabajo.

 

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[Alba Ryddleturn]

Ahí estaba, sentada mirando a mi alrededor como algunos magos y brujas disfrutaban del tranquilo ambiente que se daba. Remojaba mi garganta de vez en cuando, mientras observaba la nada, y pasaba por mi mente tantas cosas varias, que no sabía en cual de todas centrarme.

 

La vista se fue a un chico que venía recién llegando, no era por que llamara mi atención sino porque venía solo, y era el único que estaba de pie además de ir acercándose a la barra. Me di vuelta al tiempo que el mago que se colocaba junto a mí, mientras dejaba el vaso en la barra porque mi mano se estaba helando con el frío del vidrio. El recién llegado decía mi nombre.

 

Fruncí el entrecejo mientras miraba el vaso, porque no esperaba encontrar a nadie ahí, y tampoco había encontrado algo familiar cuando había puesto la mirada en él mientras caminaba. Giré a los pocos segundos de escuchar su voz, y demoré otros instantes en reconocerlo.

 

– ¿Robb? – no era exactamente lo que iba a preguntar, más bien lo que tenía en mente era saber porque se sabía mi nombre, pero al ver su rostro, pude ver que era mi compañero de academia y amigo – pero, ¡¿pero qué haces aquí?! – pregunté muy sorprendida al verlo, y me acerqué sin pensar abrazarlo – disculpa la efusividad, pero es que, hasta pensé que podías haber muerto – lo soltaba para tomarlo de los hombros, y mirarle – te escribí a tu mansión, pero nunca obtuve respuesta – volvía a sentarme – cuéntame, que has hecho durante todo este tiempo ¿Dónde andabas?

 

Esperaba curiosa su respuesta, pero sin antes recordar que yo tenía algo para tomar, le ofrecí que se sirviera también. Levanté la mano para llamar al barman. – Pide lo que quieras Robb, es tiempo de tomar algo juntos.

 

 

@@Robb Stark