Illidan Burke

El edificio estaba más tranquilo de habitual, solía ser así los días de lluvia, las personas podrían posponer reclamos o renuncias contal de no ser víctimas del mal clima. La recepcionista daría paso a Mica, la reconocería, no porque tuviese buena memoria, sino porque el mago había dejado indicaciones de que si ella llegaba no le detuvieran ni la hicieran esperar. Los corredores parecían casi despejados, más aún lo sería la ante sala a su oficina, pues todos estaban en la calle haciendo su trabajo.

La única que podía cruzarse con ella cerca de su despacho seria Amy Santiago, la cual, a ritmo ligero se dirigía al archivo. Le regalo una sonrisa al verla, claro que la reconocería, era la novia del jefe. Aunque frunciría el entrecejo cuando la castaña no la viera, claramente celos, podría decirse. 

Illidan por su parte aun ocupando su escritorio, tomaba de uno de sus cajones pergamino. Comenzaría a escribir, con una caligrafía que dejaba mucho que desear, aunque poco le importaba. El destinatario de la nota era Thanathos, necesitaba hablar con el de ciertos asuntos, que no solo involucraba a él, sino también al grupo.

Sintió los golpes en la puerta. - Adelante... - Diría un tanto extrañado. No tenía citas pendientes y si mal no recordaba, salvo por Amy, estaban solos en el piso. Al abrir la puerta, ella se encontraría con un Illidan que sonreiría en el acto, al verla entrar. Pero esta versión de Illidan se veía una tanto más cansada. 

@ Mica Gryffindor

- Ya puedes archivarlo... - Diría para observar a la agente Santiago salir de su oficina, portando un expediente. Llevó ambas manos al cuello, presionando en un intento de liberar tensiones. Apoyo ambos codos sobre el escritorio y pegando su mentón al pecho busco relajarse.  El sonido de la puerta cerrándose le anuncio que estaba solo.

Habían sido días muy difíciles para él, el trabajo se había acumulado de manera demencial, y recién podría decir que había terminado. Aun lado, sobre el escritorio estaba su corbata. Vestía solo una camisa blanca sobre el torso. Los botones superiores sin abrochar. Las mangas arremangadas hasta los codos, lo más prolijo que pudo. Un pantalón negro, a juego con el saco que colgaba de un perchero junto a la puerta. Y aquellos zapatos brillantes, como siempre.

Levanto la mirada para centrarse en el reloj de pared, ya casi era la hora del almuerzo, aquel dato, despertó un rugido en su estómago. La espalda le dolía, igual los pies. Había perdido cuenta de las horas que llevaba de aquí para allá, dejando los asuntos del departamento en orden. 

Por la ventana a su espalda, se podía apreciar un tranquilo y aburrido día gris. La llovizna se pegaba al cristal, formando algunas gotas que buscaban el descenso, deslizándose, combinándose unas con otras, buscando llegar al suelo paulatinamente. En el viejo radio del estante sonaba un poco de blues, apenas audible, con el fin de relajarlo, al mismo tiempo, evitaba distraerse. 

@ Mica Gryffindor

De un momento a otro todo fue quietud, los cuerpos desperdigados por el suelo era unos quince, intentó dejar atrás el momento de adrenalina, mientras que entendía, el importante papel de su hija en todo aquello. Tanto Lud como él, tenían habilidades si, pero sus mejores años parecían haber quedado atrás. 

Sintió el tacto de Mica, el cual lo llevo a la realidad. La observo, lo miraba con ternura, se sintió pleno una vez más. - Estoy bien... ¿Y tu?.- Diría casi en un susurro. - Lo peor debe andar a la vuelta de la esquina... - Diría levantando la mirada una vez más, analizaría el entorno rápidamente. Para luego depositarle un corto beso sobre los labios.

- Ash, estoy orgulloso de ti... - Diría ahora mirando a su hija, la cual estaba siendo elogiada por Ludovico. Cillian recibía a este, momentos después, linda pareja ese par. - No creo que tarden en llegar.... Pero si me están preocupando... - Decía, pensando ahora en los que se estaban retrasando.

Mientras esperaban Illidan tomaría a la Gryffindor por la cintura, con su diestra, quería tenerla cerca, en aquella cámara momentos atrás, tuvo la sensación de que no iba a volver a verla, que el rubio moriría producto de aquella trampa, el más sabor de boca seguía acechándolo. 

@ Ludwig Malfoy  @ Mica Gryffindor  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Cillian Ryddleturn

Tenía muchas ideas, cuáles pájaros revoloteando su cabeza. Obligándolo a descentrarse de la charla que el grupo tenía. Cuando volvió en sí, la idea del casamiento había quedado en el pasado, pudo ver los planos del casino, el cual le pareció una fantástica idea, recordando el viejo Darck Palace. 

Ash por su parte iniciaba una empresa, se encargaría de contactar con MACUSA, Cubias por su parte seguía tanto perdido como el mismo. - Las elecciones dieron un giro tras el programa, las postulaciones terminaron, y la ronda de votación ya comenzó... - Explicaba, ya entendiendo que Alyssa sabía, gracias al programa, que se habían tomado la libertad de nominarla. 

- Los candidatos son, La actual ministra Sagitas, El Líder de la Orden del Fénix, Luna Gryffindor, Darla, y tu mi estimada... - Diría clavando sus azules ojos sobre la mujer. Tanto ella como su hermano, se veían realmente involucrados con lo que se venía a futuro, no solo con la gala. 

Dejaría allí el tema, pues surgía uno aún más interesante, Las reliquias de la muerte. Como decía el licántropo, Illidan había escuchado decenas de historias sobre ella, de ser ciertas, tendríamos más varitas de Saúco que otra cosa. Si alguna vez fue difícil encontrarlas, hoy le parecía algo realmente imposible. El paso del tiempo no solo los alejaba de ellas, también de las posibles pistas que pudieron o no haber existido. 

- Lamento decirles que no se nada de ellas, más que los mitos sobre su existencia... - Diría, si bien la historia de los tres magos era de público conocimiento, nunca había oído de alguien capaz de resucitar muertos, mucho menos de un mago invencible. Si alguna vez existió un amo de la muerte, nunca se supo. 

Bueno las razones ya las dejé claras en la postulación, creo que tiene lo que hay que tener, es activa, dedicada y hace mucho por el foro, incluso por el bando. ¡Es audaz, capaz, hermosa y quiero una esposa líder, así que @ Mica Gryffindor  mi voto es para usted! Hola? - Adiós.

Lud pareces mortifago con ese color verde xD

Dejo voto, para miss simpatía, @ Alyssa Black Triviani , los motivos son muchos, estoy segura de que le sobra para llevar a cabo un gran cambio a nivel rol e historia dentro de lo que es el CMI, su rol es increíble, aparte de muchas otras habilidades, puede comunicarse con los kanguros, un poder que considero fascinante. 

Más allá de eso, creo, y afirmo que será una ministra excelente. 

HITO 4

Cillian Ryddleturn
Mica Gryffindor
Illidan Black Lestrange
Ashley Emily Black Lestrange M.
Ludwig Malfoy

Salió del cuarto un tanto agitado, en el semblante se le notaba que la había pasado mal, pero pudo ver lo mismo en el rostro de todos sus compañeros. Faltaban 3 personas y la trifuerza estaba completa. Sintió un impulso de saltar sobre Mica y besarla, pero frente a el el ruido se hizo presente.

Más de esas Abominaciones le atacaban. - Sectusempra - Decía atacando la primera. - Expelliarmus - Lanzaba ahora apuntando al segundo. Los rayos comenzaba a cruzar el salón de un lado a otro, impactando en las paredes, expulsando pequeños trozos de piedras. 

Llevaba a la mirada hacia sus compañeros. Viendo que estuviesen bien, sentía que la batalla llegaba a su clímax, estaba cansado. Su hija ataca a su lado, era la primera vez que tenía aquel honor, se veía diestra haciendo uso de su varita. Los 5 seguían atacando sin cuartel, podía ver varios cuerpos enemigos en el suelo. 

• Saldo anterior: 10524 G
• Descuento por Apertura de Laboratorio: 10000G
• Total en bóveda: 524 G

• Nick: Ludwig Malfoy
• Link a Bóveda: Link
• Link al Laboratorio: link
• Cantidad: 10.000G

Luego de revisar se procede a la aprobación del Laboratorio de Fabricación a nombre de Ludwig Malfoy. El Laboratorio contiene la lista de ingredientes y reliquias en poder del usuario, así como el índice de sets realizados.

Se recuerda al usuario que está terminantemente prohibido la edición del laboratorio. Únicamente los moderadores pueden editar los primeros posts del laboratorio.

El costo del Laboratorio ha sido descontado de la bóveda del personaje.

Atentamente,

Illidan Black Lestrange

Moderador Global de HarryLatino.org

El tiempo volvía a correr en aquel cuarto, por lo menos a su ritmo normal, no sabía decir que hora era, poco le importó el tiempo y el espacio, solo importaba que estaba allí, con ella. Siempre tuvo problemas para conciliar el sueño, a veces era un tanto ansioso, pero aquella noche era distinta.

Junto a ella, unidos sin saber por qué, seguramente se le notaba, el resplandor de una ilusión. Pensaba en la suerte que tenía, de ser la mitad de aquel cuento. Ahora piel con piel, entregándose al sueño. Su aroma lo mantenía en un estado de regocijo difícil de describir.

La respiración de ella se fue calmando, mientras él dibujaba hilos invisibles en sus cabellos. La observo con dificultad desde su ángulo. Era preciosa. Tomo las sabanas por el extremo para taparla hasta los hombros. Se veía tan hermosa. Y él se sentía tan feliz, que no cabía en su razón como en tan poco tiempo ella había logrado conquistarlo.

Estiro su mano hacia el extremo de la cama, buscando apagar la luz del todo, el conforme con el tacto de su brazo sobre su abdomen, intento no moverse para no despertarla. Cerro sus ojos intentando dormir, pero prefería quedarse en vela cuidando el sueño de la Gryffindor. 

- Te quiero... - susurro casi inaudible y beso su frente, casi un roce. 

Bebía tranquilamente su café, mientras que de danto en tanto ojeaba el periódico. Aún tenía un rato antes de ir al ministerio, y tenía la esperanza de poder charla un poco con Mica antes de irse. Allí fue que la castaña apareció, vistiendo de entre casa, recibió el beso fugaz de la dama, y la escaneo con la mirada de arriba a abajo, mientras se encaminaba a la mesada. Se sintió un tanto egoísta, aunque llego con un café individual, fue más que nada, porque no esperaba encontrar movimiento tan temprano. 

Se limitó a escuchar con atención a las palabras de Rory, se alternaban entre Lud y Eli, parecía sor una conversación bastante casual, por lo que el rubio alternaba su mirada entre el periódico, el grupo y Mica. Lud pareció un tanto disperso con la llegada de Mica, aún no sabía que había pasado cuando la Gryffindor salió detrás de él, tampoco iba a preguntar. Lud ahora se dirigía hacia el oji azul. - ¿Qué no puedes hacer nada solo?- Bromearía lanzando el periódico hacia la mesa.

Con su café a cuestas buscaría las naranjas, y comenzaría las tareas pertinentes para preparar el jugo. Segundos después Luna llegaría, a ella si la conocía, venía cargada de cosas, todas para el desayuno. - Parece que será un desayuno fuerte... - Diría para todos en general y nadie en particular. 

Bebía de a sorbos su café a la vez que cortaba las naranjas por la mitad. Lud estaba próximo a él, por lo que no pudo evitar preguntarle. - ¿Todo en orden Lud? - Hacía tiempo no tenían una charla privada, siempre o estaba el grupo todo juntos o había oyentes dispersos. 

@todos

Hito 3 - Sala de los Cerebros (3).

Como puso se puso de pie, lanzando golpes como un demente hacia las sombras que lo insultaban, la sala seguía temblando, su cabeza se partía en dos producto del dolor, chocó contra un escritorio, si visión no era óptima, solo escuchaba gritos e insultos. El dolor de su cuerpo era más y más fuerte. 

Tanteo y cogió una de las sillas próximas al escritorio, y la lanzó con fuerza hacia adelante. La silla atravesaría las sombras para golpear con la pecera gigante, haciendo vibrar el agua en su interior. Todo de un momento fue calma. Portaba su varita en mano, estaba bien, había sido todo productor de su imaginación. 

No lo sabía, tampoco podía asegurar nada. Se encaminó a la puerta, aun afectado, no física, sino psicológicamente, parecía exhausto. Tanteo la puerta y esta se abrió para él. 

Dado de Finalización.

Se sintió pleno, poco a poco iba conociendo un lado en ella, que pensó no existía, era tierna y dulce. La recordaba más reticente, con evasivas constantes, todo había empezado así. Ahora era distinto, ella le demostraba, que con cada palabra, caricia o beso, la hacía más y más suya. Él se sentía del mismo modo. Solo verla sonreír, ruborizarse, morderse el labio, generaban un torbellino de mariposas en su estómago. Comenzaba a sentirse completo. 

Mantuvo el abrazo todo lo que pudo, contemplando la estampa que la noche les regalaba. La escucho, cerrando los ojos, intentando aferrarse a lo que ella decía. Aquellos te quiero en poco no serian suficientes para expresar lo que le pasaba con ella. Se giró para besarlo, él la recibió gustoso. Acariciando su rostro. Sus labios hicieron contacto, como si un simple beso, le fuese tan necesario como el aire.

- Vamos... - Le diría, y la tomaría en brazos, como recién casados ,camino a la cama, Sonrió gracioso antes su actitud no planeada. Caminó hasta la cama, bajo las luces y se acostó junto a ella, haciendo apenas uso de la sabana para tapar a ambos hasta la cintura. - Recuéstate en mi pecho... - Le pediría. Con el único objetivo de rodearla con un brazo, y así acariciar su cabeza. 

Fijo sus ojos en el techo, y sonrió. ¿Por qué de repente todo era tan perfecto en su vida?, ¿Como alguien que no era él, tenía el poder de generar aquellas situaciones en su corazón?. Tal vez le daba demasiadas vueltas, tal vez solo tenía que disfrutar, dejarse querer por ella, y cuidarla, sobre todo quería cuidarla. 

@ Mica Gryffindor

Pasado el circo de las fotos, Illidan haciendo poco caso a lo que pudiera pasar con su imagen, se dispuso a comenzar aquella misión. Era cierto que cualquier persona perdería la compostura. Pero él tenía una fama un tanto peculiar, no le importaba el que dirán, y se le daba cierta seguridad con ese tipo de cosas. Incluso pensó al verse en el espejo vestido de esa manera, que le resultaba gracioso, de estar Thanathos ahí, seguro se sumaba a la misión sin problemas. 

- No, ir directos a él no es lo que necesitamos... - Le diría por lo bajo a Cillian. Venimos por pruebas del polvo de unicornio, tras tenerlas organizaremos una redada. Analizó detenidamente al hombre vestido de amarillo, todo un cholo, excéntrico. Escucho las palabras sobre Santiago, sin bien era lo que parecía, Illidan tenía una explicación para su comportamiento.

- Ella tiene una obsesión con el trabajo, si tú fueras su jefe, te trataría como me trata a mí... Aunque en realidad tiene una relación de amor odio con Peralta... - Confesaría, desligándose de toda responsabilidad sobre los intereses emocionales de su subordinada. 

- Vamos arriba, el casting... - Diría. - Santiago tomate algo en la barra y no pierdas de vista al de amarillo... - Diría evitando decir su nombre. Se acercó a la escalera y pidió la mano de Cillian para que le ayudase. - Esto de los tacos debimos haberlo practicado... - Le diría. Delante de el, otra dama subía con dificultad. Todos estaban conectados con Tecnología muggle, algo que los magos nunca esperaban, incluso rechazaban este tipo de objetos. 

@ Ludwig Malfoy  @ Cillian Ryddleturn

Ficha Actualizada a  pedido del usuario.

@ Luke Abbott

Hito 3 - Sala de los Cerebros (2).

La pecera gigante seguía lanzando columnas de humo en todas direcciones, caían en el suelo, en forma de personas o recuerdos del pasado del Black Lestrange. Miedos, inseguridades, afloraban delante de él, lanzando críticas, reclamos. Incluso miedos de su infancia. El pánico lo recorría por completo.

"huye" "huye", pensaba pegando la pared a la puerta, masajeando su pecho, en un intento desesperado de que su respiración mejore, pero su pecho seguía cerrado. Su lengua se entumecía, le faltaba el aire, estaba perdiendo el control, la cordura, mientras aquellas voces seguían atacándolo.

Sintió que la sala rectangular temblaba, los candelabros de oro se agitaban sin cuartel, los escritorios temblaban en su sitio. "Tengo que salir de aquí", se repetía, intentando entender por qué su magia lo había abandonado, que le daba vida a esas sombras que lo atacaban. 

La observaba moverse, parecía algo inquieta, no el mal sentido. La escuchaba, la negativa de no usar aquel uniforme no le desagrado, pues en consecuencia él se encargaría de dejarla así cada vez que pudiese. - No me gusta el olor que queda dentro del cuarto... - Le diría haciendo mención por lo del cigarrillo. 

- No debes preocuparte por ninguna de ellas... - Diría sonriente, ahora ella se ponía de pie, sin pudor alguno se asomaría a la ventana, abriéndola de par en par. No pudo evitar posar su mano en su espalda baja. Ahora volvían al punto de la información que ella podía darle, entendía que cualquier cosa que quisiese saber ella le contestaría, pero aun así, él no sabía que preguntar, ella mejor que nadie sabía que debía contarle o no.

Acto seguido remarcaba una condición universal en cualquier relación, cosa que él respetaba y exigía del mismo moda. - Me alegra tu sinceridad, pero cualquier persona con dos dedos de frente sabe eso... - Le diría un tanto bromista. Calaría una vez más el cigarrillo, lanzando la colilla por la ventana. 

Se posicionó detrás de ella, apoyando su mentón sobre el hombro de la joven, pegando su propio pecho a su espalda. Se mantuvo en silencio, rozando su mejilla con la de ella. Observando el cielo nocturno. - Me acabas de regalar una noche maravillosa... Jamás pondría esto en riesgo... Te quiero. - Soltaría sin quitar la vista de la plateada luna. 

@ Mica Gryffindor

Hito 3. Sala de los cerebros.

Las voces seguían gritándole, hacían eco en la sala, golpeaba con su hombro la puerta, entrando en una desesperación que no recordó haber sentido nunca. - Mira en lo que nos convertiste... - le diría el Illidan del pasado. - Te convertiste en lo que juraste destruir!!! - Le gritaba mientras sus amigos festejaban con risas y carcajadas lo que el illidan del pasado le decía. 

Las figuras se acercaban a él, los del fondo comenzaban a descubrir sus rostros, Aland, Jocker, Sol Lestrange, lo miraban con desprecio. - Mi hijo un traidor.... - Le diría su padre, adelantándose, escupiéndolo. Sabía que aquello no podía ser real, pero el pánico lo invadía, su respiración era agitada, y un hormigueo comenzaba a recorrer su cuerpo, entumeciendo sus manos, un calambre se plasmaría en sus brazos, perdiendo la motricidad de los mismos. 

La ansiedad lo carcomía, la paranoia se hacía intensa en su mente, las voces eran insoportables, gritos, insultos, lo escupían a coro de críticas, todas relacionadas con el nuevo camino que había decidido tomar. - Basta.... - lograría soltar totalmente agitado, preso del pánico. 

Hito 3. Sala de los cerebros.

Recorrió la sala un tanto intrigado, fijando sus ojos azules en aquella puerta del otro. La luz de su varita se apagó. No se percató de momento del problema, la iluminación era buena, por lo que solo se limitó a llegar a la puerta e intentar abrirla. Un extraño aroma llegó a nariz, fue cuando se giró para ver como desde las ventilas, salía un extraño gas verdoso. 

Busco su camisa intentando tapar su boca, recordando que la había perdido en la batalla, lleno de inseguridad tanteo la puerta que pareció no responder, el gas se hacía más pesado, sintió su pecho cerrarse, no pudo evitar exhalar el gas, su vista comenzaba a fallarle, llevo su mano a su boca, presionando la varita intentando generar un casco burbuja, no funciono. Pensó una curación, tampoco, su magia lo había abandonado. 

La gran pecera de la sala comenzaría a burbujear, los cerebros que contenía se agitaban, golpeando el cristal, parecía que intentaban romperlo, pero no tenía sentido, podrían salir por la parte superior. Corrió hacia la puerta por donde había ingresado, sombras humanas se materializaban en el entorno, formando figuras claras, eran mortifagos. Pero solo le observaban. Golpeo la puerta y esta no cedió, estaba sellada, se giró, para notar como las sombras se le acercaban, portaba la típica máscara. 

- Traidor! - Escucharía de la más cercana, era su propia voz, pero un tanto más joven. La figura se despojó de la máscara, mostrándole su rostro, un Illidan recién graduado, lo miraba con decepción. - Eres una basura... - Le decía, sonriendo con malicia. - Sectusempra! - Grito apuntando a su yo del pasado, pero nada pasó. Comenzó a correr hacia la segunda puerta nuevamente. 

Las figuras iban mostrando su rostro una a una, Cubias, Ludwig, Alyssa, todos en una versión del pasado, lo insultaban, le gritaban, Illidan perdió el control. 

Hito 76

Intentaba comer algo un tanto disperso, entre su acompañante, el bullicio alejado, y su atención alterna entre Cubias y Alyssa. Noto la llegada de su hija, junto con Cillian. - Come despacio o te dolerá la panza... - Soltaría intentando sonar como un padre protector, lo cierto era que era todo lo contrario. - yo aún voy por la cena... - Agregaba, sintiendo el tacto de la mano de Mica. 

Le dedicaría una sonrisa mientras que con su mano libre hacía uso de los cubiertos, en lo que Alyssa y Cubias llegaron. Tras el Espectáculo de las serpientes, y ya acostumbrado a los ataques de la Familia Triviani, su única acción fue negar con la cabeza. Observo al ministro y la vice, bastante cercanos el uno con el otro. - ¿Qué ya se acostaron? - Preguntaría serio, mirando a ambos, en un claro intento de incomodarlos claro. 

Sintió como lo tomaban por el brazo, ¿En qué momento se había levantado?. Se preguntó mientras era despojado de su sitio. - Ya regreso... - Diría a su acompañante, y de seguro perdiéndose la respuesta de Cubias y Alyssa. Escucho las palabras de su hermano, parecía enfadado, Illidan ahora debía calmarlo. - No puedo atentar contra los dueños de la casa... - Diría previamente dejándolo terminar. - Yo les dije que no estaba de acuerdo hacerlo aquí...y todos los ataques vienen de parte de la propia familia de Alyssa. - Afirmaría, llevando su dedo al oído, mostrándole el pinganillo por donde su escuadrón le pasaba continuamente la información que necesitaba.

- Santiago y peralta no están perdiendo el tiempo, les pedí que Siguieran a ese hombre... - Si se fijaba bien, cerca de sus agentes, se encontraba de pie Sean Linner, hablando con otros dos sujetos. Iba a continuar hablando, hasta que lo noto llevando la mirada hacia la ventana. -¿Tomaste la poción? - Preguntaba ahora un tanto preocupado, era la cereza del postre, un hombre lobo suelto en Ottery. 

@ Thanatos L. Lestrange  @ Mica Gryffindor  @ Lord Cubias  @ Alyssa Black Triviani

La dama se dejaría caer a un lado, Él se giró sobre su sitio unos instantes, poniendo una mano sobre su cien, y el codo sobre la cama, ganando un poco de altura y así poder tener una visión más clara de ella. Era hermosa, vistiendo apenas aquella prendía interior, Illidan comenzaba a planificar y considerar lanzarse sobre ella nuevamente. - Ese podría ser tu uniforme para cuando estamos solos... - Bromearía señalando la ropa interior de la mujer. 

Se giró para abandonar la cama unos instantes, abrió un cajón de su mesa de luz tomando un paquete de cigarrillos a medio terminar, junto con un mechero dorado. Se encaminó a la ventana, abriéndola parcialmente, se apoyó en la pared, de pie, aun observando a la hermosa mujer, que desde la cama le hablaba. 

Encendió un cigarrillo procurando lanzar el humo hacia afuera. Intentando no molestar a la bruja con su mal habito. - Te puedo hacer una lista de mis exnovias... - Diría divertido, recorriendo las piernas de la dama con sus ojos azules, admirando su belleza constantemente. 

- ¿Y Tú algo que deba saber de Mica Gryffindor?, aparte de que me tiene loco por ella... - Agregaba. Volvería a calar el cigarrillo y llevaría la vista al cielo nocturno, una brisa cálida ingresaba por la ventana. Era una noche hermosa, con buena compañía. Se veía más relajado que al principio, no podía borrar esa tonta sonrisa de su rostro. 

@ Mica Gryffindor

Hito 3 - Sala de los cerebros

Recorrió las instancias llegando al departamento de misterios, el grupo hasta el momento se mantuvo unido, aquella sala circular le ofrecía aparte de una típica luminosidad, 6 puertas de acceso. Illidan analizo detenidamente cada una, pensando por cuál avanzar. Luke diría unas palabras las cales le parecieron certeras, conocía al anciano de la legendaria fiesta en el castillo Dumbledore.

- Lumos - Diría haciendo uso de magia, para poder ver con mayor claridad, una especie de paranoia repentina lo invadía, obligándolo a cruzar una de las puertas las cuales, sintió, no fue de su propia elección, todo se volvió oscuro para él, dio varios pasos, notando como la luz de su varita comenzaba titilar, ¿Qué pasaba?.

Aquella sala, era rectangular, casi vacía, con escritorios alrededor de una enorme tanque con agua verdosa. Dio varios pasos para observar más de cerca, esta repleta de cerebros, que parecían tener autonomía. Era mejor no meter la mano allí, pues poco cocina de aquella sala. Unos candelabros colgaba sobre su cabeza, con cadenas de oro. 

El  tiempo jugaba con ellos constantemente, entre silencios, palabras y besos. El rubio sentía que a su alrededor, entre pregunta y respuesta, todo se detenía, dejando solo a ellos en medio de un torbellino de emociones. La observó mientras consideraba su petición, explicándole que no la perdería,  eso lo reconfortaba y le daba cierta seguridad. No era una persona posesiva, pero de seguro, le dolería perderla o verla con alguien más.

Recibió aquel beso, cerró los ojos apenas unos segundos en lo que ella terminaba, volvió a observar su verde mirar, totalmente perdido en la belleza de ella. Y aquella frase final, lo obligaría a sonreír en extremo, él también quería todo con ella, sin descartar nada. Se quedaría allí, eternamente, debajo de ella, besándola, acariciando su cuerpo.

Sintió sus manos recorrer su rostro, suaves caricias que lo hacían sentirse el amo del mundo, sus besos y mordísqueos en su labio inferior, él acoplaba su lengua en busca de la suya, subiendo una de sus manos, desde el muslo, recorriendo su espalda suavemente, hasta llegar a sus cabellos, y acariciar suavemente hasta llegar a su rostro. 

Detendría su mano en el mentón de la Gryffindor, forzando una tierna mirada. - Voy a tener que marcar en el calendario esta fecha.... - Era pésimo con las fechas, y no quería que se le pase nada. - Pondré algo así como... - Decía divertido. - Inicio de noviazgo, y el día más feliz de mi vida... - Tras esas palabras volvería a besarla. 

@ Mica Gryffindor

- ¿Que prendes, que te diga que te amo? -  bromeario, sintiendose libre de aquella carcel pasional, de la cual se vio preso minuts atras. Aun le costaba recuperar el aliento, lo que decia sonaba forzado, entrecortado, por la agitacion que demandó el acto anterior. Por consecuente, intentaba mostrar completo y formido, pero no podia mentirle a la castaña, no cecistaba mas tiempo para leerlo tal cual era. 

Ella se acurruco en sus brazos, apenas unos intantas, en los que el se volvio a calzar su unica prenda vigente, la cual nunca abandono su cuerpo. La Gryffindor se tumbo sobre el, un tanto juguetona, seguramente mas que nada curiosa. Lanzaba un interrongane, seguido por un beso en su menton. Illidan sonrio, pleno y feliz, no podia mentirle, mucho menos disimular. 

Llevo sus manos a los muslos de ella, por invercia, los dejo allia, apenas moviendo sus dedos. - Siento que me haces sentir cosas que creia en el olvido, siento que no quiero separarme de ti, y siento que debo pedirte algo... - Su expresion no cambiaba.

La observo, sintiendola sobre el, sus vrdes ojos analiticos, pero tiernos. - Quiero formalizar, no quierdo dar margen a que te me escapes.... - Sus palabras ahora sonaban demandantes, pero en cierto modo tiernas. - Se mi novia... - Le proponia. 

@ Mica Gryffindor