Sylvana Selwyn

El comedor era maravilloso en aquella noche de Halloween, no se esperaba que todo fuera tan mágico, incluso todo lo que la había contando su tia y su madre no hacia justicia con lo vivido aquella noche. Las mesas de ese gran comedor estaba totalmente ambientando para halloween, dulces por todos lados, zumo de calabaza, todo con formas de calaveras, calabazas, fantasmas... Aunque lo mejor es que las velas que solían iluminar ahora eran iluminado el cielo por calabazas. Se lo había pasado muy bien con sus compañeros del Slytherin en la cena y no sabían si en ese momento irían a contar historias de terror en el dormitorio o que harían, pero tenía ganas de que la noche no acabara. Salió del comedor junto a algunos compañeros, pero antes de eso quería vislumbrar en el cielo la luna. Se acercó a una de las ventanas para ver el cielo que era perfecto en aquella noche mágica, pero mientras su vista iba bajando pudo ver a unas cuantas personas en la entrada del puente del castillo de aquel colegio disfrazadas de algo. ¿Estaba viendo unas orejitas de gato? No lo tenía claro, pero también parecía que veía unas caletitas como de colegiala y en las mujeres que veía desde lejos parecían llevar poca ropa. Debería de estar su imaginación jugándola una mala pasada, no sabía si quedarse ahí mirando para ver que hacían aquellas figuras a lo lejos o dirigirse sin más hasta su dormitorio. La indecisión provoco que Sylvana se mordiera el labio inferior mientras llevaba la mano a su cabello para retirar algunos mechones y colocarlos detrás de su oreja. ¿Qué estaría ocurriendo en aquella noche de Halloween en Hogwarts?

Las palabras del profesor aliviaron bastante a la chica de ojos verdes al descubrir que no era fallo de ella que no saliera la práctica por la mañana, ya se estaba sintiendo una inútil en el mundo de las pociones. Pero por lo visto, el error no era de ella, sino que según la estaba explicando @ toji es que en los libros no venía muy bien explicado, aunque no entendía si ya se sabía que estaba mal explicado por que no lo redactaban de una manera en que se explicará mejor el método de hacer esa poción especifica. Pero en breves minutos pudo comprobar como aquel hombre se iba hacia aquel escritorio a rebuscar una gran cantidad de papeles que no sabía muy bien para que. Hasta que pareció que ya tenía lo que estaba buscando y volvió hacia ella con unos pergaminos entre sus manos, quizás algunas anotaciones aunque no lo sabría hasta que llegará al lugar donde ella se encontraba. Eran las anotaciones de aquella pócima, así que sin más asintió además de seguir llevándose la reprimenda del profesor otra vez. Estaba segura que había apuntando todo correctamente, pero quizás algo se la habría pasado, algunos Gryffindor armaban bastante jaleo en la clase a pesar de que estaban delante del jefe de su casa. —oh, muchas gracias, si no se preocupe, tomaré las anotaciones y en algún momento se lo dejaré en su despacho...—dijo rápidamente la estudiante mientras tomaba los apuntes para acabar guardándolos de forma segura en su cartera. No sabía si le daría permiso para irse de allí, pero visto que el nipón no estaba muy de acuerdo con su presencia, comenzó a recoger todos lo que había dejado en la mesa para volver a los dormitorios de su casa.

Parecía que no había hecho muy bien en escaparse para ir a estudiar, aunque no entendía por que la estaba regañando por querer mejor en su propia asignatura. Aguantó estoicamente las palabras del mago que no hacia mas que reprocharla cosas cuando ella lo único que quería era estudiar y no le estaba dando ninguna excusa. Ahora no sabía si tendría que mentirle para que la dejara libre y poder estudiar en la biblioteca y volverle a repetir que le estaba diciendo la verdad. —Asumiré el castigo, pero no entiendo por que se castigar si solo quiero estudiar mas su asignatura—Le reprochó al profesor de pociones ante todas las palabras, se estaba jugando los puntos de su casa y visto que era gryffindor seguramente acabaría quitando puntos a su casa, pero la costaba mantenerse callada ante una injusticia. Al menos ahora la estaba preguntando las dudas sobre la clase, aunque acabaría con una nota para su jefa de la casa y eso no la gustaba mucho la verdad, se la estaba jugando y no quería que avisaran a su madre o peor, a su tía. Pero no la quedó otra cosa que asentir ante las palabras de @ toji , pues era él la autoridad en aquel momento. Le dio el libro puesto que alargo la mano pare pedirle el manuscrito el cual lo tenía abierto como bien dijo él con la clase de esta mañana. ¿Qué quería que le dijera? ¿Qué no le había preguntando por que era super introvertida y la daba vergüenza? Seguro que pare él iba a sonar a una excusa est****a por lo que prefería guardar silencio. —Si, la duda es como hacer el Veritaserum, osea ponerlo en practica...la teoría me la sé el problema es hacer la poción—Contestó a la duda que tenía y que por eso estaba allí. No quería rebajarse mas ante él y decir que no la echaran la bronca, pero sabía que como las Selwyn se enteraran de que se había metido en problemas seguramente la castigarían o tendría una buena reprimenda.

El tono suave que estaba tomando su madre poco a poco estaba calmando la rabia que sentía la pequeña Selwyn ante su madre. Aunque quisiera estar enfadada con ella con el tono de la vampira era casi imposible, ya que echaba de menos el cariño de su madre, sus consejos el que todo iba a estar bien, así que puede ser que tuviera razón de que ella poco podría hacer siendo humana y con un nivel de magia tan menor por que cuando ocurrió aquello iba a ingresar a Hogwarts. Notó que se acercaba mas hacia ella pero no hizo nada, la miraba de reojo poco a poco mientras seguía hablando mientras la calmaba y la ablandaba poco a poco corazón. Quizás debería creerla, no parecía que quisiera abandonarla como ella pensaba quizás si era cierto que la había dolido todo aquello pero poco a poco sus ojos azules se dirigían de nuevo a @ Isobelle Selwyn R. . Miro su brazo para ver las venas de su piel, puesto que al ser tan clara las podía ver, ella era descendiente de una rama de demonios y por otro lado lo siguiente la sorprendió.—¿Tengo sangre de vampiro, mi padre era un vampiro?—preguntó de repente a la morena sorprendida, ya que ella no sabía de aquello, sabía que su madre era vampiro pero no sabía que su padre era vampiro. Aunque ahora mismo todo aquello tenía lógica, había escuchado que querían experimentar con Deimons y si ella tenía dos sangres mezcladas podrían haber intentando experimentar Las últimas palabras de Isobelle provocaron que mirara a su madre con cierta esperanza, en un momento estaba su madre tan cerca de ella que Sylvana no dudo en levantarse y observarla para acabar abrazándola por donde la llegaba. Su madre era unos centímetros mas alta que ella, pero recordaba aquel tacto que la daba paz, el olor de su madre que tanto la tranquilizaba de pequeña y aunque estuviera fría para ella irradiaba un calor especial.—No me abandonaras nunca ¿verdad?—Preguntó dudosa mientras resguardaba su rostro en el cuerpo de su progenitora. Fue entonces cuando notó que tenía algo que contarla a su madre, así que se separó de ella mientras buscaba en uno de los bolsillos la carta de Hogwarts y se la enseño a su madre.—Se lo iba a enseñar a Eliah, pero bueno, te lo enseño madre...—la dijo en voz algo mas calmada y casi en un susurro sabiendo que aquello no la iba a gustar a su madre, su tia lo había aceptado en buen grado para que acabará su formación pero quizás la mujer de pelo oscuro no se lo iba a tomar muy bien todo aquello, pero ella deseaba seguir los pasos de ambas Selwyn y hacerlas sentir orgullosas. Quería estudiar y lleva años escondiéndose en los libros y en el conocimiento, quería poder defenderse y algún día defender a su madre.

Dio un respingo cuando escuchó la voz del profesor que la preguntaba que estaba haciendo allí. Trago saliva mientras ajustaba su mirada al jefe de la casa de Gryffindor, la había pillado sin duda, había sido algo idi0ta a no darse cuenta de que si la puerta de la clase estaba abierta era por que sin duda seguiría el profesor de pociones. Se quedo muda cuando notó que la apuntaba con la varita aunque enseguida el profesor se relajó para bajarla y preguntarla que hacia allí. Se maldijo por lo bajo por que aquello podía ser una perdida de puntos para la casa Slytherin, solo esperaba que tuviera un poco de piedad con ella y si no la dejaba quedarse recoger las cosas e irse del aula. —Lo-lo siento, profesor...esque quería practicar la lección de esta mañana por que no tengo mucha idea de pociones....—Dijo algo avergonzada apartando la mirada de @ toji mientras se mordía el labio inferior esperando una regañina por su parte. Lo bueno es que al menos aquel profesor sabía al menos de que familia era. Ante el nerviosismo de la situación tomó el libro de pociones en sus manos esperando una reacción del profesor, por que esperaba que la dijera que recogiera sus materiales junto al libro y se marchará. La verdad que aquel profesor la caía bien, aunque fuera Gryffindor parecía tener mas alma de su casa que la casa del león.

Habían pasado ya las clases del día y la joven estaba un poco abrumada por la información de la clase de pociones. La caía bien el profesor, pero si que era verdad que se había dado cuenta de los pocos conocimientos que tenía en aquella clase. En Durmstrang se centraban más en defensa contra las artes oscuras, en las artes oscuras, encantamientos y otras clases, pero pociones no había tanto aunque si que había acudido a todas las clases que pudo. Así que decidió salir de la sala común y dirigirse a la clase de pociones que también se encontraba en las mazmorras. La estudiante de sexto curso llevaba el libro de aquella asignatura, material para pociones, plumas y un cuaderno para tomar anotaciones. Quería practicar lo que habían dado aquella mañana, no sabía como de legal sería aquello en Hogwarts, pero intentaría dejarlo todo lo mas recogido para no molestar a @ toji . Llevaba la varita guardada en su túnica de Slytherin, por si era necesaria para limpiar la práctica. Pero cuando llegó observó la puerta entre abierta, entro con cuidado, parecía que no había nadie en la clase. Así que se situó en la mesa que había usado aquella en la lección de aquella mañana y dejó la mochila de cuero en la mesa mientras suspiraba. Se recogió el pelo castaño en una coleta, se arremangó las mangas de la túnica preparada para la acción y abrió la mochila para sacar todo el material. Cuando terminó dejo la bolsa en el suelo, para buscar entretenida la poción que estaban dando. Tenía que aprobar como fuera, su tía Eliah era muy buena en Pociones y su madre Isobelle era impecable en muchas de las asignaturas y si quería un buen trabajo se tenía que esforzar en los estudios y mas en los TIMO.

Seguía observándola mientras su madre miraba cada resquicio de la habitación de forma curiosa, no sabía si la gustaría mucho como se encontraba su cuarto ahora mismo pero a ella la encantaba. Era una forma de estar en aquel lado oscuro en el que estaban las dos hermanas Selwyn a las que admiraba, pero también era su símbolo de rebeldía. Aunque si a su madre no la hacia gracia su cuarto al menos habría ganado un punto en molestarla. Entornó los ojos cuando escuchó aquel comentario de su abuela, era muy pequeña cuando la conoció y poco tiempo pudo vivir con ella. Pero si la abuela se estaba riendo de la vampira, la caía mejor aquella señora que no se encontraba con ellas. Ninguna de las dos mujeres hablaban mucho de su abuela y esperaba que algún día la contará quien era ella. Bufó suavemente viendo que su madre andaba lentamente y que no decía nada hasta que por fin notó que la miraba a través del espejo. En ese momento la chica de pelo verde se puso alerta, por que esperaba una disculpa y eso no llegó en absoluto, eso molestó mas a la pequeña bruja mientras seguía escuchando la explicación que la daba @ Isobelle Selwyn R. .—Oh, claro, como te vas a disculpar de pasar de tu hija y ni una ***ida carta...—dijo claramente molesta imitando un poco a su madre con un tono de burla. Frunció el ceño cuando su madre dijo que "había asesinado por ella..."aquellas palabras la habían dado una clara curiosidad pero no sabía si era momento de preguntar por ello. A Eliah si que la había visto matar para defenderse cuando por culpa de Sylvana se descubrían, aunque la matriarca nunca parecía estar enfadada con ella puesto que en su rostro no se dibujaba ninguna expresión cuando cometía algún error.-La tía si ha asesinado por mi pero tu...¿cuando?-dijo en voz baja y pensativa intentando buscar en su memoria algún momento que estuviera ella en peligro. Cerró los puños escuchado la explicación de su madre no queriendo que la mirara a la cara mientras se mordía los labios haciéndose un poco de sangre en ellos para contenerse. Ella solo quería a su madre con ella, haber pasado esos años con ella y haberla ayudado a cualquier cosa, pero decidió otro camino más sencillo. —Podía haberte ayudado, mama, yo te habría cuidado, soy humana podía hacerme pasar por un muggle más y mantenerte a salvó...-dijo mientras se la escapaba una lagrima de ira de la cara, por eso no miraba a Isobelle, para que no la pudiera ver llorar en ese estado. Intentaba reprimir las lagrimas que la caían, claro que no quería perderla y se alegraba de que estuviera con ella, pero ella era humana, acabaría muriendo y esos cinco años lejos de su madre nadie se los iban a devolver. Su madre era inmortal, ella en cambio no. —Al menos el negro me recordaba a ti...-dijo casi en un gimoteo sin mirar a la mujer de pelo azabache a la cara. Estaba molesta, herida pero tampoco quería estar enfadada por siempre con su madre. Estaba claro que la Selwyn mayor quería cambiar de tema, pero no tenía seguro que todo aquello acabará en aquel momento.

Por lo visto le estaba pillando recogiendo, a lo que la bruja se frustró pues el intento que estaba haciendo para entablar conversación o amistad parece que era inoportuno. Se mordió el labio inferior nerviosa mientras pensaba que ojala tener la seguridad que tenía su madre o mismamente su tía, que no tenían reparos para relacionarse normalmente. La decepción se pudo ver en la cara de la Slytherin que apartó su rostro para mirar a otro lado haciendo como si no la importará aquello. Al menos podía tener la fachada de chica dura que tenían la mayoría de las Selwyns. Aunque parecía que el chico también la ofrecía mas libros que tenía en su cuarto aunque a ella la gustaban tanto las criaturas mágicas que muchos de sus libros trataban de ellas. -Bueno, podíamos quedar en algún descanso bajar los libros y que cada uno elija uno... o sino, siempre quedará la biblioteca...-comentó intentando tampoco molestar mucho a @ Sebastian Macnair . Su familia era pequeña y no conocía a mas familiares de su edad, por lo que deseaba al menos conocer a mas gente con sus ideas y que tuvieran los mismos años o al menos que fueran adolescentes como ella. -Esto...si soy nueva, intente ingresar en mi primer año, pero estalló la guerra...así que en cuanto volví a la casa de mi familia pensé que era buena idea ir a la escuela para acabar mi formación...-dijo intentando esquivar la mirada del Macnair mientras cerraba su libro, no sin antes poner un marcapáginas en la hoja en la que se llegaba.

Mientras estaba leyendo al lado de la chimenea escuchando el crepitar del fuego, también escuchó las palabras del prefecto de la casa, presentándose no solo a él sino a la otra chica que era la prefecta de la casa. Estaba bien saber como se llamaban aunque fuera indirectamente, por si en algún momento tenía que acudir a ellos. También escucho hablar sobre libros al chico que sostenía uno en su mano que parecía que había contestado al prefecto que ahora estaba inmerso en su "trabajo". Aunque se había dado cuenta de que @ Sebastian Macnair la había mirado, con aquella mirada azul profunda, por un momento y había, al rato, retirado su mirada de ella. Observándole bien, parecía el típico chico misterioso que leía en sus libros de adolescentes, el que era popular por que era guapo, tenía un color de pelo peculiar y a la vez distante con todo el mundo. Suspiró mientras las palabras de su tia venían a su mente de que lo mejor que podía hacer en la escuela de magia era amigos, asi que en un torpe intento de hacer caso a las palabras de Eliah, Sylvana cerró el libro y se acercó donde esta el estudiante de pelo negro y azul se sentó cerca pero respetando la distancia que parecía imponer. —Siento molestarte, pero si quieres algún libro tengo alguno que me regaló mi tia cuando estuve en Durmstrang, este es sobre dragones...-empezó la conversación con aquel chico de su misma casa que también portaba un libro y que intentaba ver de que libro se trataba.

Al menos sabía cual era el nombre de aquella bruja que estaba allí con su tia y su madre, pero seguía sin saber el parentesco, quizás, en otra ocasión, cotillearía quien era aquella bruja y que hacia en la mansión de su familia. Miró a Eliah cuando se dirigió a ella por lo que empezó a relajar un poco el gesto de su rostro pero igualmente estaba enfadada por como se presentaba allí su madre sin más. Entornó los ojos cuando se disculpó la vampira por ella, cualquier persona con dos dedos de frente no se metería con una vampira que podría arrancarla el cuello en unos segundos, pero ella era su hija y sabía que no iba a hacerla nada, aunque ya no estaba tan segura. Observó a su @ Isobelle Selwyn R. que bajaba el pequeño tramo que había de diferencia entre ellas mientras la humana alzaba el rostro para observar a la chica de pelo azabache. Observó la mano que se dirigía hacia ella, por una parte quería que la acariciara el rostro pero se decepcionó cuando su madre apartó la mano sin llegar acariciar su rostro. Tendría que darla quizás una oportunidad, pero pensaba que la carta de Hogwarts ayudaría a darla un pequeño castigo a su madre para enseñarla que ella también podría abandonarla. —Vale, vayamos a mi cuarto...—dijo con cierto tono distante pasando por su lado mientras subía al cuarto no sin dar antes un abrazo a @ Eliah Selwyn R. antes de dirigirse a su habitación. Abrió la puerta de su habitación entrando ella primero y dejando la puerta abierta para que entrara su madre y esperando que la cerrara tras de ella. Su habitación era de un ambiente un poco oscuro con la bandera de Slytherin en su cuarto y la de Durmstrang que le regaló el padre de la rubia, algún grupo de rock mágico que escuchaba ella, pentagrama rojo con fondo negro y las colchas de la cama de color negro y rojo. Tenía un ambiente bastante dark pero era la etapa que estaba pasando ahora mismo la adolescente. Se sentó en la cama dejando que su madre se acomodara donde quería mientras la observaba atentamente, le deba respeto que perdiera los papeles con ella puesto que por su condición sabía que era inestable. Pero en el momento en el que se encontraba Sylvana no estaba pensando en el control de su madre.—¿Y bien?— comenzó esperando que su madre se explicara. No sabía si su madre la juzgaría por las pintas que llevaba, pero era su etapa rebelde y a ella la gustaba. Y además ella no tenía la fortuna de ser un ser sobrenatural como las dos mujeres a las que admiraba, pero al menos sabía que esa sangre sobrenatural corría por sus venas, ya que su abuela era Deimon por lo que sabía y algo de herencia en su sangre tendría.

Había vuelto con su tia a la residencia familiar cuando todo pasó, la guerra ya había terminado y parecía que todo volvía a estar estable. Volvió a su antiguo cuarto pero cuando fue a mirar en la habitación de su madre para comprobar si estaba, desgraciadamente descubrió que su madre no se encontraba allí. Bueno tendría que estar acostumbrada hacia 5 años por lo menos que no sabía de ella, así que al menos tenía a Eliah de su lado. Aunque la matriarca Selwyn la había dicho una multitud de veces que su madre lo hacia por su bien, para no ponerla en peligro y que no la juzgara por no haberlas acompañado. Pero la pequeña de las Selwyn eso todavía no lo acababa de comprender del todo, pero al menos la Daimon había dicho a la humana que podía cursar Hogwarts y acabar su formación como bruja si era lo que quería. Así que aquel día estaba con los animales de la rubia, la chica de ojos verdes la gustaba cuidarles y el toro aunque imponía era bastante cariñoso con la castaña. Fue entonces cuando una lechuza llegó hasta ella dejando caer una carta, ella la cogió mientras intentaba que el astado no metiera el hocico en la carta y la manchara. Con una sonrisa tras ver el sello y saber que era su carta de Hogwarts, se puso de pie de un salto y salió de los jardines en busca de Eliah. Vestía unos pantalones negros cargo y una camiseta del mismo estilo ancha junto a unas convers, desde que su madre se fue había empezado a vestir de esa manera en plan rebelde aunque no se atrevía a portarse mal con su tía. Cuando atravesó la puerta de los jardines y encontró a @ Eliah Selwyn R. a la que miraba con una sonrisa, pudo ver a su madre y su sonrisa se desdibujó en un momento. Guardó la carta en uno de los múltiples bolsillos de aquellos pantalones cargo y se quedó mirando a @ Isobelle Selwyn R. que parecía preocupada incluso ansiosa. Una parte de ella quería abrazarla, pero otra parte estaba molesta por todo lo ocurrido y por que tardara tanto en llegar. Pudo comprobar como otra bruja ( @ Shena Cindy de Ryvak M. ) agarraba la mano de su madre y frunció el ceño. -Anda, mira, te has acordado de que tienes una hija...-dijo con un tono mordaz mientras se cruzaba de brazos retirando sus ojos verdes de todas las brujas que estaba allí mientras tenía una pantaleta de adolescente. Ya no era la niña que dejo años atrás, ahora era mas una pequeña mujercita, se había desarrollado bastante bien y como todas las Selwyn estaba perfectamente proporcionada en todos los sentidos aunque las ropas que usara no se notará mucho.

La bruja fue hasta las mazmorras con un libro en su mano, había sido un día muy largo y preferiría ir a descansar a la sala común de su casa, la Slytherin. Llevaba la túnica con el escudo de la casa a la que pertenecía, pero el resto del uniforme lo llevaba algo mas informal, entra una de las cosas llevaba la camisa por fuera. No la hacia mucha gracia eso de llevar falda, pero no la quedaba otra, a no ser que hablara con alguien que la dejara llevar pantalones en vez de aquella falda. Tras decir la contraseña en aquella pared, la serpiente se movió para dar paso a una puerta que la Selwyn atravesó observando salir a lo que debía ser una profesora. Había mucho barullo y pelicastaña oscura observó que parecía que la discusión había terminado. De allí no conocía a nadie y tampoco sabia muy bien como interactuar con la gente. En Durmstrang era diferente por que su tia era hija del Director y era mas fácil hacer amigos, pero allí no lo tenía muy claro. Se sentó en uno de los sillones al lado de la chimenea mientras se fijaba en uno de los chicos que estaba leyendo ( @ Sebastian Macnair ) al menos había alguien con gusto a la lectura o eso pensaba la chica de ojos verdes. Se cruzó de piernas y abrió su libro, mientras intentaba recabar algo de información para saber si estarían con ella en el sexto curso, o quienes eran. Al menos se la daba bien escuchar dada la timidez de la británico española.

Buenas! pasó por aquí para dejar esto. Nick con Link a la Ficha de Personaje: Sylvana Selwyn Bóveda del personaje: 119784 Empleo: Estudiante de Hogwarts 6° Curso Información adicional: n/a

1 de Septiembre 2030 Su madre la había preparado todo para ir a Hogwarts, la escuela donde estudió toda su familia y que por culpa de aquella guerra no pudo acudir, aunque si que curso algunos cursos en Durmstrang gracias a su tía, una escuela que era muy diferente a la que estaba acudiendo ahora mismo. Se había puesto el uniforme que le había dejado preparado Isobelle, mientras la decía que no quería que se fuera, por un lado echaría de menos a su madre y volvería en vacaciones, por otro lado se lo tenía merecido por abandonarlas a ella y a Eliah. Miraba todo con ilusión su familia lo había descrito miles de veces como un lugar increíble, pero aquellas descripciones no hacían justicia a como era realmente aquello.Caminaba por el pasillo del gran comedor con la boca medio abierta impresionada observando todo hasta que sus ojos se posaron en la mesa donde estaban los estudiantes de la casa Slytherin. Deseaba estar en aquella casa, tenía que estar en esa casa, puesto que todas las mujeres de su actual familia habían estado en Slytherin y no quería defraudarlas. No la hacia mucha gracia que todos los ojos estuvieran puestos en ellos, pero eran aquellos estudiantes que tras la guerra no pudieron acudir o que directamente habían cumplido 11 años y acudían por primera vez a Hogwarts. Los labios les tenía secos y las manos la sudaban tanto que no pudo cerrar sus dedos para formar un puño. En cuanto escuchó su nombre salió disparada hacia el sombrero como si tuviera algo de prisa o prefería que las miles de miradas dejaran de observarla. Se sentó en el taburete, nerviosa para sentir como la colocaban el sombrero, cerró los ojos por unos eternos segundos, hasta que escuchó una voz encima de su cabeza pronunciar: ¡Slytherin! Nada más escuchar aquella palabra abrió los ojos con una sonrisa de par en para mientras daba un saltito del taburete, bajándose de él y se iba hasta sus ahora compañeros de casa. La emoción no la había dejado escuchar a sus compañeros, que aplaudían, vitoreaban e incluso daban la enhorabuena a Sylvana. Su familia podía estar orgullosa de ella una vez más y ante todo su madre.

Buenas, vengo a pasarme por aquí para avisarlo de que acabo de terminar mi bóveda!