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Alondra L. Santoro

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Alondra L. Santoro ganó por última vez el día 6 Junio 2019

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Acerca de Alondra L. Santoro

  • Cumpleaños 24 Octubre

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    2
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    0
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Trabajo
    Coleccionista exquisita de posesiones ajenas de alto valor inquisitivo [Traficante de Arte]
  • Escalafón laboral
    Sin información
  • Raza
    Humana
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    Sin información
  • Conocimientos
    Encantamientos
    Artes Oscuras
  • Medallas
    6000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Ravenclaw
  • Género
    Female
  • Location
    Milan, Italia

Campos para Gringotts

  • Escalafón último mes cerrado
    T0
  • Posteos acumulados último mes cerrado CMI
    0
  • Posteos último mes cerrado CMI
    0

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Reputación

  1. Seguía dentro de su habitación, hacia varios días que no salía de ahí, la noticia de que quien creía su padre no era verdad y ahora mas que nunca formaba parte de la familia Triviani con la póstuma confesión de su madre, seguía dando vueltas en su cabeza. Era muy extraña la mezcla de sentimientos que tenía por dentro, rabia por haberse enterado de aquella manera de su verdadero origen, tristeza por que su madre jamás fue capaz de hablar con la verdad, agradecimiento para su padre adoptivo que siempre la hizo sentir amada, aunque claro muy probablemente el pobre se había ido a la tumba creyendo que ella en verdad era su sangre. En el fondo, muy en el fondo, debía reconocer que ahora no se sentía a la deriva, tenía una familia, un padre, que por raro y suigéneris que fueran, sentía que pertenecía a aquel lugar donde ahora se encontraba. Probablemente aquel sentimiento de empatía que había sentido a su llegada era justo eso el mismo llamado de la sangre que nunca se podía dejar de percibir. Se miró en el espejo intentando reconocer sus rasgos como lo que ahora era, una Triviani, sonrió, definitivamente lo era, sus rasgos eran finos y elegantes, sus ojos expresivos y con aquel brillo que prevalecía en los miembros de la familia, eso era un signo inconfundible. No cabía la menor duda. Un suave suspiro escapo de sus labios mientras tomaba el valor para salir de su encierro voluntario, era momento de volver a la luz y disfrutar de aquel ultimo y sorpresivo regalo de su madre. Dejo la habitación para bajar al salón donde se escuchaban voces, aquella casa siempre estaba en movimiento, gente entraba y salía, iban y venían de un lado al otro, una suave risa como un canto angelical se escapo de si al recordad a aquellos peculiares ocupantes del castillo, poco conocía del mismo, probablemente más tarde daría un paseo para familiarizarse con el inmueble e incluso sus terrenos donde probablemente encontraría muchas sorpresas. Se detuvo en la puerta del salón de Matthew y una bruja conversaban entre risas divertidos, no quería ser imprudente y mucho menos ser mal educada por lo que reacomodando sus cabellos oscuros y carraspeó antes de decidirse a saludar. --Buenas tardes…-- dijo en un hilo de voz lleno de timidez esperando no ser inoportuna ya que no conocía a la mujer que acompañaba a su ahora padre.
  2. La escena seguía, mientras mas y mas gente llegaba al castillo, Alondra parecía cada vez mas divertida con aquel espectáculo surrealista cómico medieval, intercambiando sonrisas con Candela, Zoe y Ashura, definitivamente agradecía el haber bajado aquella noche a cenar en familia. Su carácter reservado e incluso tímido, estando con los Triviani parecía relajarse entrando al aro al igual que ellos, no en vano decían que el que con lobos anda a aullar se enseña. La aparición de su elfina en la puerta llamo su atención, ella aun no se acostumbraba al ajetreo familiar y permanecía la mayor parte de del tiempo reclutada en su habitación por temor a ser agredida por el ejercito de Chuks, alondra no podía culparla por ello, e incluso ella misma le había indicado que no dejara la habitación a menos que fuera estrictamente necesario. Se puso de pie impulsada como por un resorte y camino hacia la puerta donde temerosa permanecía esperando no interrumpir la reunión. --¿Que pasa Noah?--Preguntó preocupada por su intervención, mientras la elfina le tomaba de la mano y la llevaba unos pasos alejada del bullicio del salón donde el griterío no dejaba hablar tranquilamente. --Mi niña, Noah no quería interrumpir, pero ha llegado una lechuza para ti y Noah creyó que era importante...-- musitó de manera ansiosa, sacando un sobre de entre sus ropas, para darselo a su ama. Alondra inspeccionó aquel sobre minuciosamente, frunciendo el cejo, desde su arribo a Inglaterra no había recibido nada, y menos aun de su apoderado en Milan, aquello la tomo por sorpresa, dentro del sobre una nota y un sobre mas. Querida Alondra: Tuve que recoger algunos documentos legales en tu antigua casa en Milan, entre ellos encontré este sobre dirigido a ti, no me atreví a abrirlo y preferí hacertelo llegar lo antes posible, es letra de tu madre podría ser algo importante. Los negocios van perfecto, espero visitarte pronto para darte un informe mas detallado de ellos. Un afectuoso saludo. C.Collucci Alondra tuvo que leer un par de veces aquella pequeña nota para entender lo que decía su apoderado, ¿Una carta de su madre, a nombre de ella después de casi un año de su muerte?. No había duda, por un impulso se llevo el sobre a la nariz, aun guardaba aquel peculiar perfume que caracterizaba a Gia. Un nudo se apretó en su garganta, haciéndole carraspear para recobrar la entereza ante la atenta y meticulosa mirada de su elfina que no perdía detalle de sus reacciones. No sabía exactamente lo que dentro podría encontrar pero lo que si tenia claro era que en medio de aquel griterío no era el mejor lugar para saberlo. Suspiro mientras dirigía sus pasos de vuelta al comedor donde ya nadie se encontraba, tomo asiento en una de las sillas antes de abrir el sobre y encontrarse con la hermosa caligrafía de su madre, su corazón se estrujo apenas leer la primera linea. Alondra Luce de la mia vita: Cariño, he escrito esta carta por que después de tu raro sueño no estoy segura de cual pueda ser nuestro destino.Y si hoy en día ha llegado a tus manos es porque muy probablemente ya no estoy en este mundo. Siempre fuiste mi mayor tesoro, lo que mas ame en el mundo, y por ello me siento en el deber de hablarte con la verdad. Mi mayor deseo fue siempre tener un hijo, bien sabe Merlín que tu padre y yo lo intentamos por todos los métodos ortodoxos posibles sin ningún resultado. En alguno de nuestros tratamientos nos enteramos que el problema era de tu padre, aquello nos devasto completamente, no existía posibilidad de que pudiéramos hacer nuestro sueño realidad. Te preguntaras entonces ¿Como es que estas aquí? Es aquí donde viene mi confesión. hace años tuve la oportunidad de viajar a Inglaterra, en aquel viaje me aloje en el castillo de la familia Triviani donde debo suponer según mi deseo tu te encuentras. Ahí conocí a uno de sus integrantes, Matthew, no te daré detalles innecesarios, pero después de aquel viaje mi sueño se hizo realidad. Dante no pidió explicaciones de aquel "milagro" el deseaba tanto como yo un hijo, nunca hablamos del tema, y nadie sospecho jamas de su paternidad. Ahora que ya no estoy te hago esta confesión, con el fin de que no te sientas una extraña entre los Triviani, tu tienes su sangre y eres parte de la familia, y por si no te ha quedado claro, Matthew es tu padre... Te amo y te amare desde donde quiera que este, perdóname por decir hasta ahora esta verdad, pero es el momento preciso de que tu mas que nadie lo supiera. Hasta siempre mi pequeña. Gia Santoro Para cuando la bruja termino de leer aquella carta sus mejillas estaban bañadas en lagrimas, la tardía confesión de su madre le había dado justo en el corazón, había pasado una vida creyendo que Dante Santoro era su padre, la había amado, educado y le había dado absolutamente todo aun sabiendo que ella no era su hija. un enorme sentimiento de gratitud y amor se instalo en su pecho, Dante había sido un caballero y había amado a su madre al extremo de aceptar aquella situación con tal de hacerla feliz. Su interior se dividía entre el reproche, el agradecimiento y la sorpresa, había llegado hasta los Triviani de manera providencial sin saber en ese momento la verdad, por ello su madre había insistido en su testamento que los buscara, especialmente a Matthew, su verdadero padre....Por eso no le había costado nada adaptarse a el y tomarle cariño inmediato, era su sangre, aquella era su verdadera familia, aquel sentimiento de desamparo que se guardaba muy dentro de su corazon de pronto se desaparecía... Modo Triviani drama ON xD
  3. La escena parecía pasar en cámara lenta, Alondra se había colocado a un costado de Candela mientras un mundo de gente entraba al castillo como Pedro por su casa, la castaña frunció el cejo con molestia, se sentía algo incomoda en medio de aquel mar de desconocidos, por lo que aprovechando el arrebato de Jeremy decidió tomar su silla y colocarla a diestra de la matriarca para comenzar su cena. Mientras el caos y dimes y diretes se llevaban en la mesa la bruja se limitó a alimentarse, un trozo de pollo, un poco de puré de papas, iban alternándose mientras repasaba con la mirada a los presentes, que pese a supuestamente tener todos el mismo tema, parecía que nadie lograba ponerse de acuerdo, entra la llegada de aquella mujer que parecía sacada de una serie muggle, Jeremy pataleando por la noticia de su padre y las confesiones que llegaban por montones, ojala ella también tuviera algo que decir. Se encogió de hombros llevándose la copa de vino a sus labios, saboreando aquel dulce sabor con un toque ácido y amargo, mientras volvía a mirar expectante a la comitiva a su alrededor. Sus ojos azules chispeaban entre la diversión y el fastidio, ante las palabras de aquella mujer que parecía sentirse más de lo que realmente proyectaba. Una suave risa fue ahogada con la servilleta ante la respuesta de Ashura, quien era esa mujer que se atrevía a venir a meterse a la boca del lobo y justo en aquel momento donde las aguas estaban realmente agitadas. Candela se puso de pie invitado a todos a seguirla, al parecer solo Alondra y ella habían decidido probar bocado, mientras los otros miraban expectante el espectáculo, de forma inmediata Alondra se puso de pie para seguir a la matriarca al salón continuo, donde seguramente el show continuaría, agradecía el haber bajado a cenar aquella noche de lo contrario se habría perdido aquel pintoresco alboroto. Aunque no le estaba gustando nada el tono que la mujer estaba utilizando para hablarle a la dueña del castillo. Muy dentro de Alondra aquella chispa comenzó a arder, aquello no era algo que le gustara, siempre intentaba detenerle a toda costa, pero en ocasiones como aquella, su autocontrol pendía de un fino y delgado hilo, sin que nadie sospechara apenas de su aparente calma y dulzura. Buscó con la mirada a Matthew, sonriendole. Otra risa fue ahogada con una fingida tos, no podía evitarlo, le parecía realmente cómica la manera de aquella mujer y aquel porte de muñeca antigua que no parecía estar acorde a la época actual. Negando suavemente y de manera “protectora” aun sabiendo que Candela no necesitaba de ser cuidada, se sentó en uno de los brazos del sillón donde ella se encontraba para no perder detalle de aquel singular encuentro mientras susurraba al oído de su abuela: --De que museo se ha escapado a esta mujer…. @Trivianis @Colados xD
  4. La joven bruja intentaba auxiliar a Zoella, la mujer parecía estar al borde de la muerte, su rostro era pálido y su respiración agitada intentando tomar aire para contener las arcadas que seguían atacándole. Alondra suspiro mientras por un momento se perdió en las palabras de la matriarca. Las pocas veces que la había visto, le daban una sola impresión, era una mujer fuerte y poderosa, su rostro altivo, su voz firme, su mirada penetrante, era la imagen del poder hecha mujer, y aquello era algo que admiraba. Las expresiones de los presentes ante sus palabras eran de asombro, el silencio se hizo presente ante sus últimas palabras, mientras la dama llena de aplomo recuperaba la compostura de manera automática y fue en ese momento que la bruja nombro a la joven, que olvidándose de Zoella se puso de pie para caminar hacia Candela que la invitaba a tomar parte de la cena. Con paso elegante Alondra se acercó a la dama sonriendo, mostrando aquella parte Triviani que corría por sus venas, aunque aún no estuviera consciente del alto grado de proporción con la que contaba. Aquel era uno de los secretos mejor guardados de su vida. Su mirada azul se posó en el rostro sonriente de Candela, y le devolvió aquel gesto con la misma moneda, una enorme sonrisa se dibujó en sus finos labios mientras hacia una suave y respetuosa reverencia. --Sera un placer acompañarles—respondió mostrado sus perfectos modales mientras se acercaba a la matriarca y le daba un suave beso en la mejilla izquierda con respeto—Supongo que debo felicitarles por la noticia de su padre…-- comentó aun de pie mirando a Jeremy y Matthew alternativamente– Siempre es bueno tener altos funcionarios en la familia ¿No es así?—se encogió de hombros y soltó una suave risa mirando a Candela apoyando su confesión.
  5. Por extraño que pudiera parecer Alondra empezaba a acostumbrarse a su nueva vida, el castillo Triviani comenzaba a parecerle incluso acogedor, después de algunos días, las locuras de su nueva familia le parecían divertidas, dejando de lado que eran algo “agresivos y escatológicos” eran agradables e incluso a su modo “cariñosos”. No en vano eran ahora su única familia, y le habían abierto las puertas de su casa sin pensarlo. Matthew la trataba casi como un padre, ¿O quizás como una madre? lo cual hacia que la joven bruja dejara de lado la melancolía y se uniera de vez en cuando a las locuras de la familia cuando su humor se lo permitía, tomandoles verdadero cariño aun en su extraña manera. Tras peinar sus largos y castaños cabellos se dispuso a bajar al comedor, donde se podían ya escuchar los gritos inequívoca señal de que la familia se encontraba ahí reunida. Apresuro el paso apenada, llegaba tarde a la cena, y sin darse apenas cuenta tropezó con algo en el camino, su tía Zoella estaba tendida en el suelo envuelta en lo que parecía vomito acompañado de un desagradable ruido de arcadas. El primer instinto de Alondra fue ayudarle y así lo hizo, al ver que como siempre la familia seguía en lo suyo sin prestarle atención a la mujer. --¿Estás bien? — aquella pregunta tras soltarla le pareció muy tonta, cuando evidentemente algo no andaba bien con ella. En la mesa Matthew en su faceta femenina, la abuela Candela, el tío Jeremy y una dama que no conocía departían mientras la manada de elfos disponía los diferentes platos para la cena.—Déjame ayudarte—musitó tomando a la mujer del brazo para que pudiera incorporarse y tomar aire, mientras pedía a uno de los elfos—Dame un vaso con agua…ahora…--exigió dejando de lado aquel tono dulce que por lo general le acompañaba, probablemente la influencia de la familia comenzaba a influirla—Buenas noches familia…-- saludó intentando llamar la atención de los presentes que parecían ignorarle también a ella. @Matthew Triviani @Zoella Triviani Yaxley @Candela Triviani @Oriánthi @Jeremy Askar Triviani
  6. Aquello le recordó a Alondra una de esas películas muggles que su madre adoraba, donde un enorme jurado se mantenía a la expectativa de los resultados para aquel acusado y donde el juez y los abogados debatían entre la culpabilidad e inocencia del implicado. Pero ese no era un juicio normal, definitivamente en aquel lugar nada parecía ser normal, se alejó un poco cuando vio llegar a la madre de Matthew, que parecía molesta con la presencia de la mujer de cabellos rubios, estaba completamente confundida cuando Jeremy se acercó a ella preguntándole si estaba dispuesta a declarar en favor de Zoe. A decir verdad, ella no sabía absolutamente nada ¿Qué podía decir a favor o en contra? Pero no se sintió segura para negarse a la petición de su ahora tío, era mejor así o al menos eso creyó de momento. Asintió suavemente en señal de respuesta. Distraída en sus pensamientos no se dio cuenta de que Zoella había llegado a su lado, y había tomado su brazo, fue hasta que sintió su mordida que reacciono, dando un grito, al sentir como los dientes de la bruja traspasaban su piel. Retiró el brazo bruscamente ¿Qué demonios le pasaba? --Auch…¿Qué te sucede?- reclamó casi a gritos, mientras revisaba su brazo herido, las marcas de los dientes de la mujer estaban resaltadas en pequeñas heridas que emanaban un poco de sangre, punzando en su brazo. La mujer la ignoró y comenzó a hablar de su inocencia, y pedir a la rubia que aun seguía discutiendo con Candela que hiciera lo que le pedía. Alondra aprovechó para alejarse lo más posible, era lo único que le faltaba para querer estar lo más lejos posible del lugar, ser agredida físicamente. @ @ @@Candela Triviani @ @Alondra L. Santoro @Dennis Delacour
  7. Sorprendida... no había una palabra que describiera mejor la sensación que describiera a Alondra, de un momento a otro aquel salón se había convertido en una zona de guerra. Una joven mujer que parecía tener especial relación con su tía Zoella había apareció exigiendo explicaciones, la joven bruja guardo silencio y miro a los presentes, ella misma necesitaba aquellas explicaciones. Candela apareció en la escena, aquella mujer imponía respeto con su sola presencia, aunque su atuendo y arreglo siempre dejara mucho que desear, no en vano era la matriarca y la única que al parecer podía poner orden en aquel caos. Alondra se aparto un poco del lado de Zoe cuando la rubia la curo y la ayudo a ponerse en pie, ya ella se harían cargo, pero lo que sucedió a continuación la hizo querer salir corriendo, una daga apareció en la mano de la matriarca y se hizo un pequeño corte invitando a la bruja rubia a hacer un pacto. Matthew y Jeremy comenzaron a discutir entre ellos, elfos iban y venían armando revuelo, aquello definitivamente parecía una romería, Alondra miraba de un lado al otro intentando entender que demonios pasaba, pero en vano su mente intentaba organizar ideas, solo repasaba las palabras, "juicio", "sangre", "pruebas", "locos". Tímidamente se apartó del centro del estrado y se fue a sentar en una de las gradas sin saber que mas hacer ¿Que demonios estaba pensando su madre cuando la mando a esa casa de locos? De pronto se imaginó siendo juzgada ella misma, aquella idea le puso la piel de gallina. No sabía donde estaba parada y aquello comenzó a preocuparle... @ Triviani Yaxle @ @@Candela Triviani @ @@Dennis Delacour
  8. Antes de que alguien pudiera responder a su saludo un fuerte ruido se dejo escuchar retumbando en la sala circular donde se encontraban, de la nada y cayendo por una escalera de la cual no se veía el inicio, apareció la tía Zoella, Alondra se llevo las manos a los labios acallando un grito y cuando reacciono y quiso hacer algo por ayudarle era demasiado tarde, su cuerpo yacía en medio de la sala mientras los magos presentes observaban. La joven bruja miró a Matthew y Jeremy que no parecían tener intención de ayudar a su hermana, y como le dictaba su mente , se acercó a ella preocupada al escucharla. --Creo que algo se quebró - comentó la mujer en el suelo, Alondra entendió a lo que se refería al ver su pierna en una extraña y poco humana posición -- ¿Me ayudan? No se queden viéndome como idi***s - expresó visiblemente molesta. --Oh por Merlín-- externó la chica mientras sus ojos azules parecían expresar su preocupación con un brillo muy particular.-- ¿Que hago?-- preguntó al par de magos que seguían mirando la escena con una sonrisa socarrona en los labios. La joven sacó su varita e intentó pronunciar un hechizo, pero nada resulto, la sala parecía ser a prueba de magia--Quédate quieta, no te muevas...-- dijo sin saber que mas hacer arrodillándose a su lado. @ @@Candela Triviani @' @ @[Dante De Angelis @
  9. Después de su llegada al castillo y el extraño recibimiento obtenido, la bruja seguía teniendo serias dudas de haber hecho lo correcto al albergarse en aquella familia, no creía que fueran malas personas, por el contrario, ella siempre encontraba el lado bueno en toda persona y pocas veces se daba por vencida. Había pasado la noche en una de las habitaciones, no podía negar que el lugar era hermoso, lleno de obras de arte, pintura, cerámica y cientos de detalles. Ella había crecido rodeada de lujos, pero un castillo estaba mucho más allá de todo lo que hubiera podido tener en Italia. Se levantó de la cama, su pijama de seda color durazno cubría su delicado cuerpo, sus pasos la llevaron al balcón, desde donde se podían apreciar los terrenos del castillo, un pequeño bosque verde los rodeaba por completo, suspiro profundamente aquel el era su primer amanecer en Inglaterra. Una adorable sonrisa se dibujó en su rostro, marcando los hoyuelos de sus mejillas, aquel rasgo heredado de su difunta madre. Dio media vuelta y se dirigió al cuarto de baño para tomar una ducha, no tenía mucha idea de los horarios de la familia así que lo mejor era darse prisa y estar lista temprano. En pocos minutos estaba lista, una falda tableada a cuadros gris y una blusa de seda blanca, fueron la elección del día, sus cabellos oscuros estaban recogidos en una trenza que caía suavemente sobre su hombro izquierdo. Su característico perfume a cerezas la acompañaba. Estaba lista para enfrentar un nuevo día en aquel peculiar castillo. --Espérame aquí Noah...-- indicó a su elfina, después de lo que había visto el día anterior prefería mantenerla a salvo--te llamaré si te necesito.- La elfina asintió suavemente, viéndola partir. Bajó las escaleras esperando encontrar a alguno de lso elfos que pudiera guiarla hasta el comedor o el lugar donde pudiera ver a la familia, para su suerte uno de ellos pasaba a toda prisa, cuando hubo llegado al vestíbulo. --Oye espera…-- pidió la bruja viendo que no pensaba detenerse, el elfo algo confundido se detuvo, hizo una reverencia y le saludó. --Buen día joven ama, Chuck le da los buenos días… --Buenos días ¿Sabes donde esta Matthew? – preguntó mientras el elfo se frotaba las manos visiblemente nervioso. --En la sala del juicio señorita…-- respondió de inmediato, el elfo. --¿Juicio? – Alondra abrió los ojos sorprendida, a que se refería aquella criatura. --El juicio del Ama Zoella están todos reunidos para ello o al menos eso es lo que esperan lograr…- murmuro el elfo. --¿Puedes llevarme?—El elfo asintió vigorosamente agitando sus orejas antes de volver a andar por uno de los pasillos obligando a Alondra a casi tener que correr para no perderle el paso. El elfo se detuvo frente a la puerta abierta, una sala circular se presento ante su azul mirada, Alondra se froto la oreja antes de tomar valor para entrar dentro estaban ya Jeremy y Matthew. --Buenos días…-- saludó tímidamente esperando que alguno pudiera explicarle mejor que era lo que estaba pasando.
  10. Las palabras del Triviani parecieron calmar un poco los miedos de Alondra, pese a aquel caos que reinaba a su alrededor, aquel hombre tenía una mirada limpia, la joven bruja siempre había confiado en su sexto sentido, y mas aun en los juicios de su madre, por lo cual decidió darle una oportunidad a su anfitrión o mejor dicho dársela a ella misma y tener un lugar donde alojarse, al menos por un tiempo. Escuchó la pregunta del mago con respecto a su madre y sintió como su corazón se estrujaba, respiró profundamente para no quebrarse antes de responder. -Mis padres murieron hace poco, en un accidente de auto, íbamos de vacaciones y bueno algo salio mal - le informó con un aire de tristeza marcado en su voz, mientras sentía como sus ojos se nublaban, parpadeó un par de veces y carraspeo intentando deshacer el nudo que se había formado en su garganta. Triviani asintió suavemente mirándola, para después chasquear los dedos y hacer que uno de sus elfos apareciera con un vaso de agua fresca para intentar hacerla sentir mejor. Alondra agradeció con una suave sonrisa aquel amable gesto. El hombre le explico lo peculiar de su familia, y la bruja pareció entender que quizás su madre no la había mandado a aquel lugar por casualidad, probablemente ella sabía que su hija necesitaba un toque de locura para poder sobre llevar su vida nueva. Matthew le ofreció su casa y tomarla bajo su protección gesto que Alondra agradeció completamente, no tenía idea de que hubiera hecho de no ser así, quizás hubiera tenido que alojarse en un hotel. --Muchas gracias...- dijo sinceramente mientras la primer sonrisa completa se dibujaba en aquellos finos labios de color rojo.-Espero no darte problemas ni a ti ni a la familia.- puntualizo aun algo apenada por haber llegado en aquel inoportuno momento. La invitó a acompañarlo a la cocina desde donde provenían los gritos, Alondra dudo un segundo, pero no podía ser descortés después de que desinteresadamente y de todo corazon Triviani le estaba abriendo las puestas de su hogar aun sin mayor referencia, Apenas pusieron pie dentro de la cocina pudo ver a una mujer golpeando a un hombre con una silla y un elfo rodó a sus pies, de inmediato se dispuso a ayudarle, ante la sorprendida mirada de los presentes, quizás aquel comportamiento no era peculiar entre los magos, pero ella le tenia especial afecto a su elfina personal, Noah que le seguía unos pasos atrás. La bruja frente a ella le sonrió con simpatía, Alondra correspondió a la sonrisa sin estar segura de como comportarse. -Buenas tardes, mi nombre es Alondra y creo que ahora somos familia...- dijo levantando la mano para saludar e intentando sonreír mientras el lío seguía frente a sus ojos grises. @ @Jeremy Askar Triviani @Candela Triviani @Zoella Triviani Yaxley
  11. Alondra por lo general era una joven tranquila, siempre se mantenía ecuánime y no perdía jamás la compostura, así había sido educada por sus padres, siempre fuerte. Pero desde que ellos habían partido, las cosas habían cambiado, toda su seguridad se había transformado en miedo, un miedo que intentaba sofocar a toda costa para poder recuperarse a ella misma. El mago frente a sus ojos le sonrió al escuchar el nombre de su madre, eso la calmo un poco, pero poco duro aquella calma, al segundo siguiente escuchaba gritos de una mujer, giró la cabeza y su mente se quedó en blanco, la bruja apareció entre la puerta y su anfitrión, apenas pudo reaccionar y dejarse llevar mientras un auto pasaba por su lado. Apenas recuperó el aliento, aquello definitivamente no era normal ¿A dónde demonios la habían mandado su madre? El caballero la escudriño con la mirada antes de volver a hablarle y preguntar si se encontraba bien y le informaba que la bruja era su madre. Alondra asintió suavemente con la cabeza aun incapaz de hablar, tras la sorpresa. Un nuevo sonido la hizo ponerse nuevamente alerta, aunque solo era el sonido de la puerta al cerrarse, lo cual causo una mansa risa en el mago a su lado, para él, aquel episodio parecía cosa de todos los días. La dama recién llegada mencionó a los elfos y siguió su camino. -Agua está bien…- le respondió ante la propuesta de beber algo. - Yo soy Matthew Triviani- dijo el hombre a la bruja, mientras el ruido a sus espaldas se incrementaba, Alondra se removió nerviosa, aunque el saber que era el a quien buscaba la hacía tener un poco de calma -Sepa disculpar, estamos con pequeños problemas Familiares, en la cocina. Pero dime, ¿Cómo puedo ayudarte? eres hija de Gia, eres mi familia. Alondra respiró profundamente al escucharle, y una suave sonrisa se dibujo en sus labios, si bien no podía sentirse feliz o menos aun tranquila tras aquel extraño recibimientos, se sintió algo más relajada, aquel hombre parecía amable y la recibía de buena manera. -Un gusto conocerle- respondió con educación- Mi madre siempre me hablo muy bien de usted y ahora que ella…- respiro profundamente dándose valor para continuar- que ella ya no está, me tomé el atrevimiento de venir a buscarle . Es mi primer día en Londres, no quisiera incomodarle, tal vez podría volver otro día- admitió perturbada por el evidente lío que había dentro de aquellas paredes. @
  12. La joven bruja respiró un par de veces más intentando calmarse, pero parecía que no lo lograría, por su mente pasaron algunas ideas, la primera huir ahora, antes que alguien abriera aquella puerta, parecía bastante tentadora, pero la mano de Noah se encontró con la suya antes que la idea tomara más fuerza en su cabeza. -Huir no resolverá nada- añadió la elfina mirándola a los ojos, Alondra suspiró y levantó la cabeza para responder, pero justo en ese momento la puerta se abrió dando paso a un apuesto hombre de cabellos oscuros, cargando un traste con ¿chocolates? Alondra dio un paso atrás algo perturbada, ahora ya no podía huir, debía enfrentar a su destino, se aclaró la garganta mientras aquel mago le preguntaba la razón por la que estaba ahí parada y estática frente a su puerta. -Buen día- saludó con un hilo de voz mientras se frotaba las manos en señal de su evidente nerviosismo.- Mi nombre es Alondra Luciana Santoro y busco a Matthew Triviani, soy hija de Gia su prima…necesito hablar con el - informó a aquel hombre esperando que pudiera darle algún dato sobre aquel misterioso mago. @
  13. El viaje había sido largo, o al menos eso había sentido, como si hubieran sido años y no horas. Su vida daría un giro radical, otra ciudad, otra casa, otra escuela, otro mundo. Aquella idea la hizo suspirar, jamás había sentido tanto miedo, ni en el momento en que había despertado en aquel hospital con la noticia de que sus padres habían muerto. Ahora era diferente, debía seguir con su vida sola. La única indicación que sus padres habían dejado al respecto en su testamento era que buscara a aquel mago en Inglaterra, el nombre no le sonaba de nada, @ aunque dentro de las indicaciones estaba el ser un pariente lejano de su padre, aquello no era algo que le tranquilizara, Alondra jamás había sido una joven confiada y siempre guardaba sus reservas con los extraños. Y aquel hombre lo era, un extraño. Detuvo su dudoso andar frete a las puertas de aquel castillo, todo parecía normal, por el momento no tenía más opciones que alojarse ahí y conocer a aquel mago, era el primero de miles de pasos que debía dar ahora que estaba en nuevas tierras. Se sentía insegura de haber tomado la mejor decisión, quizás debía volver a su zona de confort en Milán y olvidarse de todo lo demás, lo único que le detenía eran las palabras que siempre repetía su padre “El mundo es tuyo Luce Notturna y está esperando por ti”. Respiró profundamente antes de decidirse a llamar a la puerta, su corazón latía de prisa dentro de su agitado pecho, no podía negar que estaba nerviosa y llena de ansiedad, no sabía exactamente lo que la esperaba tras aquella puerta, quizás ni siquiera querrían recibirla. Sacudió la cabeza negando, aquella idea. -Vieni presto- escuchó aquella voz aguda que la sacó de sus pensamientos, su elfina Noah intentaba animarla a continua, Alondra giró la cabeza y asintió suavemente con una suave sonrisa dibujada en sus labios rojos, acaricio su oreja izquierda en señal de nerviosismo y llamó un par de veces a la puerta esperando la respuesta.
  14. Oh perfecto, ya tengo familia ^^, muchas gracias por aceptarme, espero poder estar al nivel, la idea del MP me parece perfecta, podemos ponernos de acuerdo para empezar a crear lazos familiares Ahora mismo paso a leer tu ficha y conocer un poco mas de mi nuevo padre Ya hice el tramite de la bóveda, espero que no tarde demasiado. Pues nuevamente gracias y estamos en contacto. Saludos
  15. Muchas gracias, está perfecta, eres muy amable de verdad, agradezco la rápida ayuda. Saludos

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