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Fengari M.

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Mensajes publicados por Fengari M.

  1. May: verde
    Fengari: negro

     

     

    (Yo empieso y presento a May)

     

    La primera junta administrativa de la triada menos uno ha llegado con avisos importantes y ascensos que algunos esperaban. En esta ocasión las cuestiones ligadas a los asaltos fueron la orden del día: negociaciones, incoherencias rolísticas, resurrecciones y la asignación de nuestro nuevo-viejo moderador de sala: Near, muchas felicidades.

    Un tema más llamó la atención de esta junta y éste se liga con las exigencias a nuestro bando: la academia donde, nuestra líder y directora, Tauro, será mucho más estricta a la hora de seleccionar a los mortífagos que nos representaran frente a los neutrales en la academia. Una exigencia, nueva pero no tan nueva como parece, es la coherencia de nuestros personajes entre ellos y el bando que representamos. Al parecer deberíamos volver a leer la “guía de conducta mortífaga”, escrita por nuestro querido Fernando Black hace más de cinco años.

     

     

    ¡Exacto May! Y más que “la guía de conducta” o “El nuevo rostro de la marca tenebrosa”, Taurogirl Crouchs, una de las líderes de la triada, nos invita a reencontrarnos con nuestro perfil mortífago. No es indispensable adoptar estas exigencias, sin embargo, son necesarias para hacer coherente nuestro rol de bando e incluso nuestra propia personalidad tenebrosa. Tener al menos una familia mortífaga y/o algo que respalde vuestra tenebrosa simpatía por la Marca Tenebrosa; quizás alguna historia oscura que desencadene la apasionante atracción por el lado oscuro de la fuerza, o alguna experiencia que marcara notablemente el inicio del ideal mortífago. Así que te invitamos a reflexionar sobre ello y a que disfrutes plenamente del rol de bandos.

     

    Y sabemos lo que todos están esperando escuchar, esa pequeña parte de las juntas que todos buscamos por instinto: los ascensos. Pik Macnair, asciende a Ángel Caído, Bastian, Cillian, Kurt, Mahia, Otto y Fengari a tempestad… Muchas felicidades a todos por su ascenso, sabemos que bien merecido se lo tienen.

     

    Gracias. Gracias por ascenderme. Cofcof

    Y por fin tenemos la lista completa de los ganadores de los Premios Seamus, como era de esperarse, muchos nombres se alzaron nuevamente con los premios y otros, menos rumoreados, sorprendieron a la comunidad mortífaga coronándose en las diversas categorías. Si quieres saber, cuáles son sus impresiones, las audaces mañas que utilizaron para ganar votos y dónde exhiben sus premios, quédate en Vox Mortia que tendremos a los ganadores en una edición exclusiva.

     

    En otras noticias, nuevos y no tan nuevos regresan a la Marca. Sí, muchos hijos pródigos regresan a casa después de largos periodos de inactividad foril. Akiza, Ashura, Candela, Claudia, Datura, Diego, Fokker, Joa, León, Katara, Marissa, May, Sophie, Valkyria sean todos bienvenidos y rebienvenidos, seguramente volverán a ser explotados como en antaño.

     

    Este mes, el Escuadrón de Aspirantes llega recargado de proyectos. Entre las actividades que realizaran, tenemos un Mini-Torneo de duelo exclusivo para los Aspirantes, pase VIP para todos los minis. Además se viene un súper rol que tendrá como invitado y antagonista a un legendario mortífago que llega desde el histórico, arcaico y algo polvoriento Hall de La Fama. Si aspiras ser tatuado con la Marca Tenebrosa, no te pierdas las actividades que el EA te trae en febrero.

    Como siempre los invitamos a ser parte de los diversos escuadrones de la Marca Tenebrosa, y a participar de todas las dinámicas que el bando, prepara para ti por el mes de San Valentín. (me despido y cierra May y da pase a los demases)

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  2. Sabía que estaba tomando una actitud extraña, analizando a la pequeña hechicera como si se tratara de un interesante cuadro, cuyo significado artístico o emocional se había vuelto un divertido acertijo por descubrir, sin embargo, había algo más, un afecto instantáneo que me llevó a mirarla con ternura, «¿yo me veía como ella, cuando era más joven?» me cuestioné, y es que era inevitable notar las similitudes físicas entre ambas, aunque teníamos rasgos totalmente diferentes.

     

    Aun así… su cabello blanco muy corto, me hacía pensar en Mí de joven. Si es que se podía considerar que hubieran diferencias entre mi yo actual y el de hace unos años. «Si mi cabello dejara de crecer, probablemente lo cortaría así». Cada gesto de su rostro era demasiado gráficos, podía leer la incertidumbre y la curiosidad a la vez, definitivamente, sería una conversación estimulante.

     

    —suena perfecto —le comenté, torciendo un poco los labios al sonreír sin temor en mostrar mis celos— ahora confirmo mi teoría, algunos profesores son más divertidos que otros— medité imaginándome en Braavos, que a pesar de ser un escenario absolutamente cautivador, una noche tenebrosa junto a inferis con apariencia zombies no estaba tan mal.

     

    Era agradable conversar con ella, graciosa y con un potencial mágico en su interior muy prometedor. Llegaría lejos, al igual que muchos de los dragones que se comprometían con su casa. Me sentí frustrada cuando noté que no admitía en su cuerpo los alimentos comunes, no es que no estuviera acostumbrada, pero me apenaba «esta chica se parece mucho a mi padre». De repente, al encontrarme tan ensimismada en mis pensamientos, me sobresalté al sentir el tacto de la mano de Oniria, tan… fría.

     

    Lejos de asombrarme, sonreí sin problemas en evitar reír. Detrás de la risa, la miré misteriosamente— ¿pensaste que era vampira? —Muchas personas confundían mi apariencia de marfil como la de una vampira, pero lo cierto era, que a pesar de verme como una vampiresa totalmente de hielo, tenía las mejillas siempre calientes y la piel cálida— apuesto a que no me veo definitivamente como una licántropa ni una humana, o quizás… —y tomando con gracia su guiño, me acerqué a ella como si estuviera a punto de revelarle un secreto— quizás sea ambas.

     

    Aun no había respondido nada, disfrutaba del escrutinio como un juego de palabras, pero tenía muy en claro que pronto debía presentarme como era debido, aunque solo tuviera una dragoncita que cuidar en Lancashire. Suspirando, me acurruqué más al espaldar del sillón y sentí una nueva presencia acercarse hacia nosotras, justo cuando empezaba a articular las ideas. Cuando el muchacho se aproximó saludándonos casualmente, me sorprendí ante su confianza. No estaba horrorizada, solo que… la comparación que hacía, me llevaba a cuestionarme si era demasiado joven para el trabajo de jefa. Y es que era más joven de lo que pensaban.

     

    —Hola —le saludé sonriendo cautivada por su descomplicado comportamiento. Había seguido sus ojos con la misma intensidad con la que observaba a Oniria, y noté cuando él enlazó mi rostro con el nuevo retrato en la pared, detalle que incluso se le había escapado a la perspicaz Oniria. En ese instante, decidí que era el mejor momento para presentarme.

     

    —soy Fengari Naberrie Snow Black Lestrange Evans McGonagall, la nueva jefa de casa.

     

     

    _________________________________________

     

     

    Extendí mis brazos mientras bostezaba e imploraba a los dioses por dos horas más de sueño, pero sabía que ello no podía ser, aunque usara un gira-tiempos modificado, no podía retrasar mis deberes. Debía desayunar con los chicos para “analizarlos” y acostumbrarme a ellos antes de que fueran a sus clases, conversar con Laimi, quien a esa hora ya debía saber de mi asignación a casa de los Dragones, y viajar hasta el Ministerio de Magia para poner orden en mi trabajo como auror, cuidar de mis negocios y regresar a casa para empezar nuevamente con la rutina.

     

    —¡rayos! ¡Será un día largo…! —pensé mientras salía de la habitación envolviéndome en una suave bata de aires victorianos—. Creo que podríamos dejar los deberes por hoy —le sugerí a la estatua de dragón que se inmortalizaba al pie de mi puerta.

     

    Arrastrándome por los pasillos, me apoyé en el marco de la puerta de la oficina, llevándome una mano a la boca tras otro bostezo mientras trataba de acomodar mi larga cabellera suelta a una forma más presentable, o eso era lo que intentaba.

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  3. Aiya!! Alassië nar i hendu i cenantet! espero que esten mejor que yo :c que ando supermegaarchirecontraresfriada Si, yo pienso que tengo uno de esos virus de película que te matan después de veinticuatro horas, y yo aún espero(? Vi lo que pasó en la carcel, lo lamento :C ...comole dije a Lisa, anduve perdida por mi cumple y mi resfriado, la verdad es que hoy ando peor que ayer, pero no queria alejarme mucho del foro. Los quiero!! ^_^ sean felices!! Namerie!!

     

    • Nombre de la Sombra (Mortífago): Fengari
    • Actividad: rol post #311
    • Prisionero: ninguno
    • Resultado: entretenido
    • Fecha: 29-enero-2014
  4. El ataque a los monos mutantes, había sido un triunfo. Claro, gracias a la importante colaboración del cola-cuerno húngaro que con su poderosa llama derribó muchas de las criaturas que atentaban la prisión. Sonriendo complacida, asentí a las palabras de la mago oscuro, cautivada con las apremiadas felicitaciones que me ofrecía, y es que se sentía muy bien hacer un buen trabajo. Bajando de mi punto de mira, guardé mi varita haya dentro de un bolsillo de la túnica, asegurándome de tenerla cerca pero visiblemente escondida.

     

    «Adiós Akatosh» dije mentalmente mientras observaba al dragón partir. Los dragones se habían convertido en unas de las criaturas mas enigmáticas y misteriosas en mi mundo, estaban en mi lista de animales favoritos, pero sobretodo, significaban mucho más que solo ello, eran el símbolo de muchas de mis responsabilidades… madre dragón en casa de los dragones de Lancashire en la Academia, y compañera en la imponente prisión de Nurmengard.

     

    Regresando al mundo actual, aprecié la manera en la que Lisa se conectaba visualmente con cada piedra de la cárcel mortífaga, incluso en aquel momento, remendaba con cariño el muro que había sufrido daños a causa de los mutantes. «Algún día… algún día» pensaba mientras me giraba y daba una pequeña reverencia a la hechicera para volver a la zona de calabozos, entre tanta distracción, habíamos perdido muchos minutos para dejar aflorar nuestros sentimientos oscuros.

     

    —Creo que tengo sueño —susurré tentada a refregarme los ojos quitándome la máscara. A veces, estaba tan comprometida con las Sombras, que olvidaba que yo misma tenía una especie de capa endurecida cubriéndome la identidad. Cuando llegué a la galería de celdas, varios dementores se reunían alrededor de un calabozo, levitando preocupantemente a través de la puerta… —abierta.

     

    Como era de esperarse, el sonido de los pasos de Lisa se percibía, junto a los dementores que flotaban hasta ella, «esto se pondrá mal» y antes de ser parte de ese desastroso momento, caminé tomando otro rumbo, dirigiéndome hacia otra torre.

  5. Veía a un par de hechiceras ir y venir por los pasillos, activas y a las menos medianamente ocupadas, como si trabajaran realmente, entre tanto nosotras… éramos un dúo algo extraño. «¡Rayos! ¿Qué se supone que haga? ¿Qué hace la oficina ministerial?» me preguntaba tratando de ignorar cómo la Black Lestrange seguía analizando el par de tacones altos que calzaba «¿serán tan cómodos para el trabajo de campo?» me pregunté mirándola de reojo, considerando las oportunidades de ir a cazar magos denunciados en calzados costosos.

     

    —¡hay ya me desconcentré! —exclamé cerrando un puño contra la otra palma.

     

    «Realmente soy una distraída» pensaba centrando mis ojos ésta vez en el cielo a través de la ventana, meditando sobre lo que haría Enrick en mi lugar, bueno, lo que yo haré ahora en su lugar. De hecho, no recordaba la última vez que había observado con detenimiento sus pasos, cada gesto y cada palabra. Al principio siempre se me ordenaba que me mantuviera quieta y en silencio, pero ahora… ahora podía ser partícipe de las misiones más arriesgadas, había obtenido experiencia y aunque a veces decía más de lo que debía, me había convertido en una aurora capaz.

     

    «¡Éso! ¿Pero ahora que debo hacer?» me cuestioné poniendo mis manos a cada lado del borde de la mesa, sintiendo su fresca temperatura contra la piel, sabía que necesitaba relajarme y pensar en qué aprovechar mi tiempo. Habían muchos jefes ausentes, e incluso había oído hablar a varias empleadas sobre una jefatura vacante, pero ni siquiera ello me tentó dejar a mi oficina, estaba encariñada con el trato y con las misiones que había realizado, como por ejemplo, la ocasión en la que fui enviada al piso de arriba para conversar con la directora del departamento sobre asuntos ministeriales.

     

    —¡eso es! —Exclamé sonriendo ampliamente— ¿cómo no lo pensé antes?— había encontrado por fin algo para hacer «Iré a conversar con ese departamento para recoger noticias sobre la lista de magos buscados». Levantándome de mi asiento, me incorporé rápidamente hacia la pila de documentos sobre mi escritorio, buscando alguno que tuviera relación con el departamento de cooperación Mágica Internacional —Litah iré al departamento de Cooperación Mágica Internacional, si quieres desaburrirte, estaré por ahí viendo el estado de una denuncia internacional que hicieron hace algún tiempo. Pero antes, será mejor que le pida permiso a la directora.

     

    Con la idea en la mente, me acerqué nuevamente a la oficina de la dirección, y llamé a la puerta esperando la respuesta de la Granger.

  6. Aiya!! Alassë' arin!!! a mi me pasa lo mismo que fokkercito (bienvenido fokkencio!!!! ya te llamé para jugar a exterminar a los monos mutantes) y la minina, tampoco se muy bien como rellenar las dos lineas del míno u.ú peeeeero, qué mas da? dejaré mi reporte ^_^ sean felices!! Namerie!!

    • Nombre de la Sombra (Mortífago): Fengari
    • Actividad: rol post #295
    • Prisionero: ninguno
    • Resultado: entretenido
    • Fecha: 24-enero-2014
  7. Durante el ataque de los Monos

     

    Las criaturas parecían multiplicarse, saliendo desde el fondo de un tenebroso bosque hasta lanzarse contra los muros de la torre para reptar por las piedras hacia el cielo. Estábamos a muchos pisos de distancia, pero cada vez que lanzaba un sectusempra desde mi varita de Haya contra los seres, las filosas medias lunas impactaban en sus extremidades, lanzando los jirones de piel verduzca por los aires, provocando que mis sentidos se agudizaran y observaran cada detalle de las espeluznantes criaturas.

     

    «No bajar la guardia» murmuré escuchando a la mortífaga. «Pero eso es…» reflexioné mientras noté que un nuevo grupo se había empinado sobre la pared. La criatura que los lideraba, estaba tan cerca de mi ventana, que noté claramente cada rasgo extraño que definía las formas de su cuerpo. «¿Acaso son…? ¿Son monos?» escéptica, no noté que había dejado de disparar las medias lunas.

     

    Estaba ensimismada en la criatura, notando cómo su apariencia era mezcla de un mono y algún ser oscuro que habían dado vida a una cosa más horripilante «¡oh santos bebes alienígenas!». No obstante, un agudo silbido me descongeló, y de pronto, un conocido amiguito apareció desde los cielos oscuros impaciente por vomitar su fuego infernal. Distraída con el dragón, sentí la llamarada del fuego maldito que la mago oscuro lanzaba al grupo de mutantes.

     

    —¡Rayos! ¡Eso estuvo muy cerca! —exclamé sintiendo mi pulso en la garganta. Sacudiéndome la incertidumbre, me incorporé en mi postura oyendo un par de pasos acercarse.

     

    —¡Tú! —Susurré reconociendo a la nueva Sombra a pesar de las vestiduras que usaba— ¡claro!—le dije girándome nuevamente para acomodarme en el marco de la ventana y continuar con los encantamientos—. ¡Seccionatus!

  8. Parecía como si la Black Lestrange estuviera saboreando el momento perfecto en su burbuja de tacones altos. «sólo son zapatos» pensé tratando de comprender qué era lo que tenía tan encantada a mi abuela, aunque no podía culparla, definitivamente ella amaba cada uno de los tantos calzados que tenia. Incluso recordaba una vieja conversación donde había oído decir a uno de los elfos de la mansión, que la risada mortífaga tenía tres closets repletos únicamente de zapatos. —Eso es bastante —murmuré.

     

    Mientras reflexionaba sobre eso, me apoyé en el borde de mi escritorio deslizándome ágilmente para sentarme sobre el espacio de caoba. Litah seguía ensimismada en su mundo de tacones, por lo que cogí un folder que estaba varado en la isla de objetos recepcionados y perdidos, y lo leí sin importancia. «¿Qué se supone que debo hacer ahora?» mascullé mientras pasaba las paginas. —¿qué es esto? —Reflexioné señalando un párrafo con la punta de mis dedos— ¿y qué se supone que haga ahora? —murmuré devolviendo la carpeta a su sitio.

     

    De pronto, recordé lo que quería decirle a Aaron, sobre mi teoría relacionada a las denuncias de una pareja de hechiceras enmascaradas con caretas de luz. Después, recordé también que estaba buscando a mis hamsters, y posteriormente, recordé que aun no había llenado el formulario de mi amiga. Y mientras reflexionaba sobre zapatos, reportes, roedores y amigas, noté que por un instante mi abuela me observaba, a lo que respondí con una gran sonrisa, de esas sinceras y despreocupadas.

     

    —¿galeones? —me cuestioné «¡claro! Hay que pagar por ellos», y es que estaba acostumbrada a solo elegir mi indumentaria, y que mis perdidos padres pagaran por ello. Ahora debía ir yo misma de compra, y eso me daba algo de pánico. Suspiré asintiendo, me gustaba conversar con Litah, era… seguramente la conversación más cercana que pude imaginar tener con una mamá.

     

    —gracias, de seguro hoy mismo me paso —afirmé. Recordando la conversación con la directora— ¡cierto! Pues parece que Enrick demorará en presentarse, porque ahora debo encargarme de la oficina. Creo que son medidas extremas —bromeé.

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  9. —¡oh! Has ido a Braavos… ¿en qué clase vas? —le cuestioné intrigada. Definitivamente mis clases habían sido menos… “aventurezcas” aunque estaba segura de que fueron igual de vivificantes. Quería preguntarle «¿qué aprendiste?» pero sentí que estaba tirando demasiado de mi lado maternal «¡oh santísimos bebes alienígenas! ¿Tenía un lado maternal?».

     

    «La vida en la academia, ¡qué épocas!» pensé nostálgica, fastidiada por no haber aprovechado la etapa escolar cuando debía, pero ciertamente, habían cosas que a uno lo superaban, miedos est****os que podían consumir como la delicada llama de una vela. Por un segundo cerré los ojos y recordé los campamentos al pie del cementerio en el norte. ¡Cómo extrañaba a mis amigas! Concentrándome nuevamente en la peli-blanco noté los cambios en su voz, en su rostro y en sus movimientos, estaba incomoda, y sabia la razón.

     

    No me sentía culpable por atormentar a los niños de madrugada, de hecho, quería despertarlos para poder presentarme a la brevedad, muchos de ellos pronto se irían, y no podía soportar la idea de perder horas conociéndolos por dejarlos dormir —aunque yo valoraba mucho el sueño, ciertamente, había heredado la mala costumbre de dormir en cualquier lugar—. Y entonces, otra mezcla de nostalgia y dolor me obligó a suspirar sin remedio, extrañaba a mis padres y añoraba tener una vida normal, como los magos normales «¿estoy preparada para cuidar de un grupo de adolescentes?» me cuestioné, fijando mis ojos cómo agujas en Oniria.

     

    Mientras la escuchaba, aparecí con ayuda de mi varita de Haya, dos bonitas tazas acompañadas de un fragante chocolate caliente en su interior, en seguida y en medio de ambos, se materializó una canasta plana repleta de galletas con chispas de chocolate. Llevándome una a la boca, la invité a que hiciera lo mismo.

     

    —Me alegra mucho que tus tímpanos estén en buenas condiciones —dije mientras daba un sorbo del chocolate «demasiado caliente para mi gusto» pensé sacudiendo el pensamiento— ¿Proceso de inspiración? Creo que podré vivir con eso. Si… definitivamente lo superaré —respondí sin evitar reír ante la elocuencia—. Créeme, la inspiración volverá— argumenté, ésta vez, algo más seria.

     

    «Uhmmm» definitivamente Oniria no era tan distraída como yo, así que notaba su curiosidad por saber ¿qué rayos hacia a las tres de la mañana en la casa de los Dragones? Y no me hubiera importado contárselo, pero… quería que todos los estudiantes estuvieran reunidos para repetirlos solo una vez. Parecía que no siempre podía tener lo que deseaba. Sentí un gran alivio al distinguir cómo la aprendiz empezaba a relajarse, cada comentario era más confiado que los anteriores. Ya casi había terminado el chocolate de mi taza, pero aun sentí el estomago vacio, así que mientras escuchaba el interludio de una pregunta ya sospechada, apunté con mi varita hacia el cuadro de frutos rojos de la pared, sustrayendo de la aparente composición plana, los frutos frescos hasta mi mano.

     

    —¿fresas? —le pregunté, sosteniendo aun en la mente su pregunta. No estaba ignorándola, solo aplazaba la respuesta— ¿puedes…? ¿tu alimentación es estricta? — pregunté. Si, había notado que era vampira desde que la sentí acercarse por el pasillo.

     

    Y dándole una mirada cómplice, sonreí. —Fengari. ¿Quién crees que soy? —le respondí con otra pregunta—. ¿Crees que burlé la seguridad mágica y me escabullí en mitad de la noche para asesinar niños? —algunas gotitas rojas cayeron sobre mi inmaculado vestido, marcando su camino con unas líneas sugerentes ¿notaría que vestía de gala?

  10. Estaba observando con cautela cada rincón de la oficina, después de un arduo trabajado, la oficina empezaba a volver a su estado original, pulcro y ordenado, o al menos esa era la idea. La directora del cuartel de Aurores se veía como una mujer seria y algo severa, por lo que intuí que debía moverme con cuidado si no quería terminar por ocupar el trabajo de Elizabeth… quien sabe y quizás la pobre mujer en algún momento de su vida, hizo sus cameos dentro del mismo cuerpo de Aurores.

     

    Mordiéndome los labios, sentí mis dedos enredarse mientras juntaba las manos a la altura de mi cintura, estaba inquieta y eso era una mala señal. O reía de forma sínica cómo si un payaso estuviera haciéndome muecas, o empezaba a perderme entre los archivos de la dirección, cómo la digna distraída que podía ser. «Es que no me tienen fe…» pensé suspirando, recordando que al menos mi jefe podía confiarme las misiones, y definitivamente, valoraba mucho ese detalle de él. Entonces, lo extrañé otra vez.

     

    Mientras meditaba qué hacer en ausencia de la acción, elevé mis pestañas rápidamente ante la respuesta repentina de la Granger «dijo… ¿ya veremos si es verdad? ¡Pero claro que es cierto!» murmuré mentalmente al borde de un ataque. No obstante, preferí guardar silencio y ahogarme las replicas, observando tan solo cada movimiento y analizando cada palabra que decía la mortífaga. Sintiendo que la tensión disminuía lentamente, asentí a su pregunta.

     

    —si, soy Fengari. Trabajo en la oficina de Enrick —le aseguré mordiéndome los labios, no quería que recordara que alguna vez fui acusada de perder a mi jefe en una misión, cosa que no era cierto, pero… aun había personas que tenían sus dudas.

     

    De repente, me encontraba murmurando cosas incomprensibles sin notar que la hechicera ya estaba conversando con alguien más «¡oh!». Y así como todo empezaba a suceder a modo de sorpresa y sin previo aviso en aquella oficina, nuevamente la mortífaga se refirió a mí, ésta vez con una orden mucho más sublime para mis oídos. «¿he oído bien?» quise decir, pero inteligentemente me arrepentí de ello, no quería que la mujer se arrepintiera— ¡genial! Digo, me parece bien. Iré a… a ver qué hay por hacer, por ahí.

     

    Y sonriendo ampliamente, asentí deslizándome ágilmente hacia fuera, cómo si intentara huir con el cargo antes de que me atraparan y me lo quitaran. Al fondo, en el salón donde trabajábamos, vi a mi abuela revisar con énfasis sus bonitos zapatos. —¿qué haces?—aprecié, no era un secreto la obsesión que despertaban los tacones altos a la Black Lestrange.

  11. Aiya!! Alassë' arin! cómo están? ^_^ vengo a dejar mi reporte, creo que el rol sobre los monos amorfos es muy interesante y divertido *-* pero, por ahora me voy :c ya que tengo un graaan dolor de cabeza, los veo mañana para seguir jugando en Nrumengard.

    • Nombre de la Sombra (Mortífago): Fengari
    • Actividad: rol post #290
    • Prisionero: ninguno
    • Resultado: entretenido
    • Fecha: 21-enero-2014
  12. «Derribar a los que pueda y evitar que entren» pensé inspirando varias veces para controlar la adrenalina, la sola idea de lanzar encantamientos por doquier aumentaba los latidos de mi corazón. Rápidamente me abalancé contra el marco de piedra de la ventana, su extensión permitía que me colgara con cuidado sobre la pieza de roca, para tener una mejor visión de lo que ocurría en la base de la torre. Manchas grises se abultaban como el lodo burbujeante de un pantano, arrastrándose rápidamente hasta los muros de piedras, escalándolos a tal velocidad, que no podía distinguir con claridad donde acababa uno y empezaba otro.

     

    —ya entiendo porque no tienes idea de lo que son esas cosas —murmuré mientras sostenía mi varita y empujaba el nudo en mi garganta. Las criaturas se movían tan deprisa, que era imposible tener un blanco solido al que apuntar, pero supuse que esa era la idea «mucho mas divertido».

     

    «Derribar a los que pueda y evitar que entren. Derribar a los que pueda y evitar que entren. Derribar a los que pueda y evitar que entren» murmuré varias veces como si se trata de un mantra, y cuando me sentí cómoda con la situación, volví a impulsar mi atención hacia las criaturas ésta vez, con la vara de Haya lista para atacar a los más próximos—. No se me escaparan.

     

    Mojándome los labios, apunté mi varita mágica hacia dos de las abominaciones que trepaban con las agilidad en el muro de la torre, parecía que sus extremidades se adaptaban fácilmente a las fisuras de las piedras, reptando a gran velocidad ¿su dirección? Donde nos encontrábamos. —¡rayos! —estaban más cerca, así que cerré toda mi concentración en el que lideraba el grupo, y concentrándome en sus extrañas y a la vez familiares formas, lancé dos rayos seguidos hasta al pecho de la criatura. «Seccionatus» los dos pares de medialunas, impactaron en las primeras tres criaturas.

  13. No entiendo lo que dicen sobre sus roles u.ú ...siento que hablan en clave o en un idioma dificil de descifrar, más aún que ando descerebrada y con las neuronas de vacaciones por la escuela. Espero que en el debido momento tengan piedad de mi y me expliquen con manzanitas sobre lo que estan armando :cry: aun asi las quiero =)

    *le quito la leche a la minina y me escondo detras de Anne*

     

    Pd: este es un mensaje para dar señales de vida y sepan que los leo, aunque no entienda mucho, los leo!

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  14. «¿Y dónde está mi retrato?» maldije mientras buscaba con los ojos el ultimo rostro enmarcado. «¡Oh! ¡Ahí estoy!» Una chica de pálida piel, digna sangre pura Black Lestrange, el cabello casi blanco pero de mejillas sonrosadas. Mitad vampira, mitad… Suspirando, me quité el abrigo dejándolo sobre un mueble; el vestido blanco borraba los limites de mi cabellera contra la tela; y preferí seguir por la galería hasta detenerme al frente de un bodegón de frutos rojos; tan atractivos, que sentí un hueco en el estomago. «¿Dónde estará la cocina?» me pregunté, percibiendo el sonido de una puerta abriéndose.

     

    «La primera víctima» pensé, sintiendo un cosquilleo en la punta de mis dedos; en otra dimensión, hubiera juntado las manos de forma maquiavélica, pero… en ésta dimensión debía mantener un perfil centrado y seguro «¡rayos!». Después de todo, la naturaleza me creo para madurar antes de lo previsto. Aun quieta, con las manos entrelazadas tras la espalda, rodeé mis ojos hacia el extremo derecho, para observar a la aprendiza sin que lo notara. Cabellos níveos y ojos lilas «¡oh! interesante».

     

    Sonriendo complacida, desaté mis dedos para poder sentir el trazo del pincel que coloreó la pintura, tan cautelosa como los pasos de la peli-blanco, «¡qué chica tan precavida!» reflexioné mordiéndome los labios por dentro, decidiendo que sería mejor que ella diera el primer pie, y así fue.

     

    —Hola —respondí dibujando una sonrisa. Oniria —Si, la reconocí. Había memorizado sus nombres y sus rostros media hora antes de dejar la fiesta— tenían ese semblante peculiar, que me recordaba mucho a mi padre, fuerte, sensible a muerte en ocasiones, pero valiente e intimidante hasta los huesos— mi nombre es Fengari Naberrie Black. Pero puedes decirme Fen.

     

    —¿cómo están tus tímpanos? —pregunté con rostro inocente, dejando de observar la pintura para guiñarle un ojo y caminar hasta el borde del brazo de un sillón. Con el tacto de la yema de mis dedos, empecé a palpar suavemente la tela del sofá hasta señalarle con delicadeza el sillón de al lado, para que me acompañara— ¿crees que tus compañeros sean inmunes a un muffliato?

     

    Sabía que el color verde de mis pupilas no podría disfrazar la curiosidad que sentía por conocer a esos jóvenes magos y brujas, solo esperaba tener la suficiente madures y sabiduría para aconsejarles y acompañarlos en su camino por la academia «¡qué rayos! Tampoco es como si fuese una madre o niñera… ¿o sí? Bueno, puedo cuidarlos. Hasta ahora ninguna mascota se me ha muerto. Excepto… excepto quizás el zorrito de mamá, pero esa es otra historia». Suspirando profundamente aparté mi túnica y me senté cómodamente en el sofá, probablemente fue cruel sacar a los chicos de sus aposentos, pero los directores tampoco tuvieron mucho tacto al sacarme del súper bailetón.

     

    «Y yo que estaba esperando esa noche para demostrar que con casi cuatro años, podía tener una relación normal con un mago» bufé «¡magos… no saben nada de hibridas!», apoyando mi rostro sobre mi puño para observar con mayor detenimiento a la aprendiz.

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  15. Un nuevo día para jugar con fuego.

     

    «Inspirador» pensé mientras seguía la filosa línea que acentuaba la forma de los dientes de la cabeza de dragón. La forma en la que se alzaban sus fauces, permitía que observara la flameante llama que debía servirme de traslador, pero antes de siquiera dar un paso, giré en mis botines para mirar de reojo hacia el norte —los centauros—. Casi arrepintiéndome del gesto, me volví ágilmente al interior de la estatua de piedra, maldiciendo mentalmente la distracción.

     

    Negando con la cabeza, acaricié la llama dejándome trasportar a la casa de los dragones. Rápidamente, el olor a azufre golpeó mis sentidos, tan sutil pero a la vez tan diferente, que me sentí en otra dimensión; cerrando los ojos, analicé cada nota del aroma, tenía que acostumbrarme. Los dragones siempre me habían parecido criaturas incomprensibles, apasionadas y con un rango de valentía o demencia excepcional, características que al parecer, ahora poseía, más allá de la lealtad.

     

    «Al menos, esto será muy interesante» pensé sonriendo misteriosamente a los Ironbellys Ucranianos —quizás incendiemos la casa —le propuse a una de las estatuas de hierro mientras apartaba el puño de mi blusa para mostrar el interior de mi muñeca. El dragón tatuado se erguía vomitando fuego, cómo si se encontrara listo para la guerra— probablemente si suceda —murmuré mordiéndome los labios, haciéndome paso al interior.

     

    La casa de los dragones se mantenía tibia, en una sublime intimidad que desconocía, cómo si el invierno no existiera. Hacia tanto que habitaba en castillos fríos, literalmente, con personas heladas. En las paredes se exhibían varios rostros enmarcados, entre ellos… el de mi hermana. «Ella sabrá… no, lo dudo» probablemente tan solo las directoras sabían de mi presencia en los Dragones de Lancashire. Conforme iba avanzando, noté claramente el silencio de los pasillos, señal de que probablemente la única problemática que acabaría con la sala común, estaba exactamente inquieta ahí, luchando entre la seriedad y la impaciencia.

     

    Imaginé que gracias a los dioses, me había tocado un grupo de almas tranquila. Percatándome de la hora en el reloj de pared, las otres de la madrugada «¡rayos!», me apresuré en acercarme a una mesita donde puse un pequeño frasco que bebí pausadamente, observando las reacciones en el tono de mis pupilas, ahora verdes. Las llamas se reflejaban en los delicados botones de plata de mi entallada túnica, dejando entrever el vestido que acababa de usar en la ceremonia de graduación de mi hermana. Sí, todo había sido tan repentino que a penas había tenido tiempo de coger una túnica y un par de altos botines.

     

    —Me pregunto... ¿qué tan malo sería despertarlos? —reflexioné cuestionando a la estatua de un vipertooth peruano, mientras jugaba con una pequeña esfera de hilos de magia, una corneta mágica sonó en cada habitación sin piedad(?.

     

     

    ________________________
    OFF

     

    Hola Chicos! ^_^ cómo probablemente ya sospecharán, soy la nueva Jefa de Casa, desde hoy Bel ya nos nos acompañará asi que Laimi y yo seremos el nuevo duo dinámico *-* tengo muchas ganas de conocerlos, los he seguido(? Si, he hecho mi tarea :ninja: Y cuentan conmigo para toodo, no se limiten xD ..para emergencias psicológicas, emocionales, forísticas y demases, me pueden encontrar vía MP, WA o Skype (joyce_cc) Namárië!

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  16. qué miedo escribir después del post de Spectum

     

    Hooola *-*

     

    awww bienvenido León, qué bueno teneerte cerquita :love: asi vas actualizando mi carpeta de TWD =)) ... y hola May bieeenvenida tambien, espero que seas buenita conmigo u.ú

     

    propongo que Mathias haga la sección de Spectum, porque tambien tiene complejo de payaso y la verdad es que es muy gracioso y así podria hablar del matrimonio de Bel. Creo que el podria reeemplazarlo de la mejor manera, además de que... sospecho que habran complicaciones para grabar juntos :c no me ha dicho nada despues de lo q hablamos, pero entendí que en el momento en el que lo hablamo, estaba disponible.. pero como desde eso ha pasado como una semana, no estoy tan segura de eso. Pero estoy confiada de que saldran bien las cosas xDD

     

    en un toquesito pegare mi borrador aqui, porque tengo que encontrar mi cuaderno (SI, lo hice a mano). hablé con Tau y me dijo que sería chevere si hiciera la publicidad sobre el EDS, para eso tengo que preguntarle a Lisa, aunque yo ya estoy avanzando con la del caldero envenenado y aun no he coincidido con Afro para hacer la de La cueva de las banshee

     

    cambio y fuera :ninja:

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  17. hoolitas! Alassë' undómë ^_^

     

    ohh ahora todo tiene sentido, me parece genialoso, y aaahora tengo una gran graaan duda. Cómo organizaremos a los minis?, estaremos mezcladitos para investigar quien mató al "muerto(?"?? Nos dividiremos en grupitos para monitorear los avances? qué haremos los del escuadrón? qué haré yo?? :cry: creo que esto animará la competitividad *-*

    Namárië!

  18. Era inhumano. No tenia misiones, y mi jefe estaba completa y irrevocablemente perdido «¿es que ahora si se perdió?» pensaba mientras sin notarlo, empezaba a morderme ahora las uñas de la mano. Ya no estaba segura de lo que le había dicho a Litah, incluso cuando le había asegurado qué Enrick siempre volvía, no me encontraba del todo convencida. «¿Estará de permiso? ¿y si está enfermo? ¿O quizás… quizás esta en una misión supermegaarchi secreta y se fue sin decir nada, porque no podía decir nada sobre el tema? Tal vez debería ir a preguntarle a la directora».

     

    Mi abuela parecía encontrarse encerrada en sus pensamientos, quizás ella lo pasaría mejor, puesto que no se veía estresada por la falta de acción. De hecho, no había tenido tiempo de considerar lo extraño que era tenerla en el departamento del cuartel de Aurores, porque… según estaba entendida, la madre de mis padres jamás había tenido que trabajar, porque, no tenía la necesidad de hacerlo, como muchos de los Black Lestrange, aunque claro… era muy aburrido estar sin hacer nada, contribuir a la sociedad mágica tenía sus ventajas, unas oscuras y tenebrosas ventajas, «tal vez ella piensa igual que yo».

     

    —Iré un momento a la dirección —le dije sonriéndole mientras tomaba el blazer de mi silla y me ponía sobre la blusa de encajes en forma de túnica. No obstante, noté que mi rizada abuela no me había puesto atención. —en fin…

     

    La dirección no estaba muy lejos, era muy accesible a decir verdad, pero a veces, el camino hasta el mismo era muy ataviado, como hoy. —¡cuidado! —exclamé al sentir cómo un mago me empujaba y… «¿qué es lo que tiene en la mano?» muy tarde para reflexionar— ¡rayos! —el polvo peruano había sido lanzado por cada rincón del piso, levantando una niebla oscura que ocultaba todo. «¿Será un ataque terrorista?» pensé tosiendo al haber tragado parte del mágico polvo.

     

    Para cuando la oscuridad se desvaneció, un extraño olor desde la dirección empezó a producir arcadas desde el fondo de mi estomago— ¡qué asco! ¿eso es…? —y lo era. Caminé hasta la oficina de la directora, quien no se veía muy complacida por el minúsculo ataque del polvo de oscuridad instantánea, «¿se habrían llevado documentos importantes?» con cautela, golpeé suavemente la puerta ya abierta de la dirección.

     

    —¿hola? Soy Fengari, nos acaban de... ¡¿Qué es ese olor?! —dije cubriéndome parte del rostro con la manga de mi chaqueta, notando rápidamente cómo los chorros de agua limpiaban la habitación, haciéndola más respirable— Yo no hice nada, lo juro. ¿Eso…? ¿Eso era escoria?

  19. Estaba más cerca de la mortífaga, pero en el siguiente paso, había decidido tomarme una distancia, no quería desconcentrarla o malograr de alguna forma lo que estaba haciendo, tan solo caminé hasta la pared, la cual había cambiado visiblemente de temperatura —antes muros fríos, ahora paredes calientes—, necesitaba indicaciones, ordenes que obedecer, pero solo me quede quieta ante el silencio. Quizás era mi oportunidad para demostrar mi capacidad de decisión. Mientras lo meditaba, una imagen se me vino a la mente.

     

    ♦ Flash back

    Más paredes rocosas. La habitación era el perfecto ejemplar del dormitorio de una princesa, paredes con detalles de cal y remaches en la chimenea, cuadros enmarcados en pan de oro y ventanas inmensas cubiertas entre largas cortinas. Y a pesar del esplendor del castillo, la ciudad aun se oía a través de sus muros. Me acerqué a la puerta del balcón, temerosa de hacer demasiado ruido… demasiado ruido para llamar la atención de mi padre; quien a pesar de estar en otra habitación, seguramente percibiría cada uno de mis movimientos, quien seguramente jamás dormiría.

     

    «Los vampiros son tan raros»

     

    Girando lentamente el pomo de la puerta de madera, empecé a arrastrar la lámina con cuidado, sintiendo como el piso alfombrado amortiguaba el sonido de la vieja caoba. Deslizándome en la pequeña ranura, sentí la bulla golpearme el rostro e impulsarme al balcón con los ojos cerrados. «Fengari miedosa —¿miedo a qué?— ¿a papá, a los vampiros, a las criaturas de la noche?» Después, elevé lentamente mis risadas pestañas avanzando hasta la baranda de madera, mirando las calles muchos metros más abajo.

    ♦ Fin del flash back ♦

     

    No sabía si era conmoción o solo desesperación por no terminar de entender lo que sucedía «¡rayos! ¡Debí poner más atención a la clase de criaturas mágicas! Aunque… dudo que estas criaturas aparecieran dentro del libro de enseñanza. Pero quizás… si lo viera más de cerca pudiera reconocerlo». Respirando profundamente, sostuve entre mis dedos a mi varita, sintiendo el calor del camino incinerado recorrer la pared exterior de la torre, mi mano derecha se deslizaba desde mi frente hasta mis cabellos, estaba acalorada, nerviosa y perdida.

     

    —Es más sencillo cuando solo son odefos— alcancé a susurrar, lo cierto era que… de hecho siempre es más sencillo cuando se conoce al enemigo.

  20. @@irina selene

     

     

    El salón se veía precioso, sin duda se podía respirar la magia de la navidad… aunque, debía admitir que incluso tanta decoración especial era opacada por el misterio de algunos ornamentos. Aun tenía en mente la estrella en la punta que cambiaba de colores «¡qué cosa tan rara!». Así que mientras mi aún querida hermana Irina, se despedía de su amigo, decidí sacudirme las ideas y mejor relajarme saboreando alguna mística bebida en una mesa. Sin embargo, me quedé quieta reflexionando.

     

    Sabía que Irina había decidido dejar la casa, adoptar a otra familia y empezar una nueva etapa en su vida. Probablemente también la seguiría su gemela, y la idea de perder a ambas me lastimaba de una forma incomprensible. Suspiré y mojé mis labios, aferrando mis dedos a la cajita, recordando que tan solo ellas habían sido amables conmigo, cuando yo apenas conocía este mundo. Solo ellas me trataban afectuosamente, comprendiéndome, como las tres únicas hijas de Zeth y Mía. —¡qué recuerdos!

     

    Mientras Irina se acercaba, sonreí evitando reprocharle por sus decisiones. Tan solo quería que ella tuviera una perfecta velada, una perfecta graduación—. Hola Irina ¡claro que vine! ¿Acaso creíste que me lo perdería? —respondí con una gran sonrisa— tarde pero seguro. Cuéntame ¿cómo te sientes? —de pronto, tomé consciencia de lo que dijo.

     

    —¡pero qué dices! —rápidamente le di un zape sobre la cabeza haciendo un gesto con el dedo para que bajara la voz— ¿cómo dices esas cosas tan alto? —sé que estaba tomando una postura exagerada, pero el juego de bandos era algo serio. Felizmente, nadie había alcanzado a oír lo que dijo mi hermana— ¿estás bromeando, cierto? ¿La Orden?

     

    Tomándola del brazo, me tranquilicé y nos movimos hasta una mesa, tenía tanto qué conversar con ella. Hacía mucho tiempo que no nos reuníamos para conversar y compartir vivencias. Inspiré nuevamente, observando como la superficie de la mesa se llenaba de apetitosos bocadillos y copas servidas con fragantes bebidas. Tomando una de ellas, giré mi atención hacia Irina para poder escucharla mejor, dando un sorbo de mi copa mientras pensaba qué contarle.

     

    —primero dime, ¿es en serio lo de la orden? —le pregunté modulando la voz, aun con los ojos paseándose por todas las personas que estaban cerca.

  21. Aiya!! alassë' undómë! alassëa lómë! =) antes de todo debo decir que he leido toditititititiitos los post después de la última vez que posteé :3 y aunque estoy pendiente de lo que dicen, aun no me ubicaba bien en la nueva actividad que abriran T__T Juve habla en clave(? es muy misteriosa peeeeero ya entendí!

    Anne ♥♥... me pido el papel del detective truquitos :love: ...será asi tipo SCI? o mejor aun... a lo sherlock holmes :bb:

    oh! hay nuevos refuerzos *-* ahora si conquistaremos el mundo??? +.+

    *me amarro a Anne para que me haga cariñitos* :ninja:

  22. Aiya!! Entonces, son vampiros con apariencia de monos pero con ganas de comernos igual(?? uhhhh no se por qué pero me hace pensar en los vampiros de Soy Leyenda, o en los de The Priest... aunque estoy segura que se acercan más a las criaturas amorfas caníbales de El Descenso TT__TT *trauma* .. en fin, que tengan un bonito día ^_^

     

    • Nombre de la Sombra (Mortífago): Fengari
    • Actividad: rol post #280
    • Prisionero: ninguno
    • Resultado: siguiendo a los mutantes que atacan D:
    • Fecha: 16-enero-2014

     

    • Nombre de la Sombra (Mortífago): Fengari
    • Actividad: rol post #282
    • Prisionero: ninguno
    • Resultado: no sé u.ú
    • Fecha: 17-enero-2014
  23. «Debería poder ubicar el llamado más rápido» pensaba mientras corría por los escalones de la escalera de caracol y me arrojaba a un pasillo totalmente oscuro, sin ventanas y tragaluces que pudieran iluminar al menos la dirección por la que debía seguir. «¿Acaso habrán entrado los odefos? No lo creo… en todo caso, los dementores estarían alucinados levitando por todos lados. Pero, y si… ¿y si es algo peor? Por cierto ¿Dónde están los dementores?» bufé señalando con la punta de mi varita de Haya el camino hacia la ala opuesta de Nurmengard.

     

    Esperaba no extraviarme entre los corredores de la poderosa edificación, tenía un par de meses en la prisión sirviendo como Sombra, pero… aun había cosas que no conocía, y estaba segura de que me faltaría vida para terminar de conocer los secretos de la cárcel mortífaga y sus peligrosos alrededores. Mientras giraba hacia la mano derecha siguiendo el aparente calor de una antorcha, empecé a sentir una extraña comezón en las costillas de mi lado derecho, donde mi tatuaje mortífago parecía querer decirme que estaba cerca del llamado.

     

    Al tomar otro camino, sentí el cambio de temperatura y una suave ráfaga de calor consumir lentamente el frio ambiente del que estaba acostumbrada. «¿Se está quemando la prisión?» me dije despreocupada, creyendo que el fuego seria un inconveniente aceptable a comparación de otra emergencia, sin embargo, con cada paso que daba hacia el origen de la llamarada, notaba que algo extraño y poco usual estaba ocurriendo. —¿pero qué es eso?

     

    Rápidamente me apoyé en la pared para tratar de alcanzar la pequeña ventanilla que estaba iluminándose con el fuego, con un extraño fuego. La llama parecía encantada, tener forma y avanzar por las paredes verticales como un gran león de fuego rugiendo lenguas de fuego en picada hacia la parte baja del exterior de la torre, dejando su camino de cenizas. Siguiendo el hilo oscuro, vi en lo alto a Lisa, lanzando más encantamientos con la misma dirección que la anterior llamarada. Fue entonces que reconocí el espectacular encantamiento, pero también, la peligrosidad del enemigo que acechaba.

     

    Impulsándome y tomando varias bocanadas de aire, corrí hasta el encuentro de la mortífaga, sosteniéndome con fuerza la máscara blanca y los mechones albinos que caían desde la capucha de mi túnica. —¿Qué está sucediendo? —Pregunté a la mago oscuro frenando mi carrera y a la vez, clavando la mirada en las criaturas que empezaban a reptar desde el suelo exterior, a varios metros de distancia de donde estábamos— ¡¿qué son esas cosas?!

  24. Afro agrégame: joyce_cc tienes que contarme masomenos en que estas pensando porque yo no conozco a la perfección sobre las banshees(? solo tengo vagas referencias sobre mitos y leyendas D:

     

    Y ya estoy trabajando en lo que me comprometí, asi que es muyy probable que el viernes potee el borrador xD porque mañana no puedo ya que tengo clases *-* y si! es la primera vez que estoy emosionada por mis clases jajajaa ...

    Mathías, cuando tienes tiempo para grabar? al ser la sección de noticias, pues tiene que ser la última, pero para eso tenemos que tener el bosquejo de lo que diremos :cry:

     

    Namárië!

  25. «Tarde, muy tarde» susurré mientras me deslizaba por los lisos corredores hasta llegar al salón donde estaban realizando la celebración de la graduación de mi querida hermana. Definitivamente su invitación había llegado a tiempo, pero por esas cosas de la vida y del cruel destino(? Estaba llegando tarde… «¿ya habrá terminado la ceremonia? ¿Demasiado tarde para ver la entrega de diplomas? ¡y si ya terminó la fiesta! ¡uy! ¡Irina no me lo perdonaría! Pero quizás lo compensaría el obsequio» pensé entrando en el ambiente que habían preparado.

     

    Mientras observaba todo desde mi ubicación, cogí la falta de mi vestido entallado de color blanco, para poder subir un par de escalones. Había escogido un vestido de color hueso cómodo y sencillo, con un cinto grueso y una bonita abertura bajo en cuello y de mangas largas que llegaban hasta la tercera parte de mis brazos, apropiado para la época. Estaba estirando el cuello con esperanzas de encontrar a Irina, por lo que decidí caminar entre las mesas y buscar a mi hermana entre los grupos de hechiceras. A lo lejos, vi a varios rostros conocidos, aunque solo de vista.

     

    Entre ellos, divisé a mi madrina y a un par de amigos. Pero aun no hallaba a Irina. Resoplando, empecé a morderme los labios conforme sostenía con más fuerza la cajita de satén donde llevaba el regalo para la Myrddin. «!¿Pero donde se puede meter?!» empezaba a desesperarme a tal punto que mis labios empezaban a hincharse con cada mordida. No obstante, bastó que me girara hacia un Angulo en el que no había revisado, para notar a una chica vestida con un traje de color purpura rosáceo xD «¿Irina?» me pregunté frunciendo el ceño y sorteando las sillas para acercarme a ella.

     

    En el camino, noté una estrella coronando la sala, iluminando ahora de un color anaranjado, aunque estaba segura de que cuando lo miré era de color verde. «¡Qué cosa tan rara!» me dije negando con la cabeza, sacudiendo la coleta suelta que me había hecho en la parte baja de la cabeza. Cuando me acerqué a Irina, sentí la curiosidad de saber qué había elegido… sobre el bando al que apoyaría.

     

    —¡ ahí estas! —Exclamé soplando un mechón albino de cabello—. Hola —le dije sonriendo, esperando que soltara a su amigo para darme un abrazo.

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