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Hecate Engosvezhof

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Mensajes publicados por Hecate Engosvezhof

  1. Parecía que poco o nada le importaba al arcano. Daba igual las excusas que pudiera ofrecerle que seguía en sus trece. Yo seguía con lo mismo pero como no valía la pena pelear por esas cosas lo dejé pasar y negué con la cabeza. Para calmarme un poco más tomé un poco de trago que tenía en mi petaca y la guardé en el morral de cuero y de ahí a mi bolsillo. Mientras hacía todo eso escuchaba a Lawan atentamente, tenía razón en algunas cosas:

    - Muy cierto mi señor. Maldigo el día en que cierto mago levantó el Estatuto del Secreto, hay que hacer las cosas con cuidado si no queremos ir parar a la hoguera aunque ahora los nomags usen otros métodos - bufé por lo bajo- pero por desgracia aunque sea culpa de ellos al final nos acaba afectando a todos. Da igual si se es mago, squib, licántropo o seres mágicos. Todo estaba bien cuando estaba todo tapado, aunque es cierto que me complace hacer magia sin que los de nuestra raza nos mire mal, lo repito, había que hacer las cosas con delicadeza, no a lo bruto para después poco a poco apoderarnos de sus instituciones si fuese necesario llegado el momento, ahora ya... ya da igual -chasqueé la lengua fastidiada, ese era uno de mis planes que, ni siquiera me había dado tiempo en hablarlo con Aaron o mejor dicho, eran planes porque aún se estaban efectuando en Italia y hasta ahí quería dar un efecto bastante importante... Pero todo se había dado al traste y el dejarnos ver, ya se vería si más adelante seria un acierto o un total fracaso.

    Me quedé pensativa durante un momento ante las palabras del profesor y levanté una ceja... Medité tras un breve período de espacio de tiempo. Me senté en el suelo y crucé las piernas, dejé que la suave brisa del lugar me relajara un poco antes de decir susurro alguno. Algunas de las serpientes estaban con su amo, otras correteaban cerca de la casa del vampiro, unas siseaban y otra paseban tranquilamente cerca de la orilla, pero por un momento, cuando abrí la boca hasta me pareció estar con la arcana de legeremancia; con Rosàlia Pereira...

    - No sabría decile con exactitud - silencio durante un segundo para después proseguir - la información es poder. Cuánta más sabiduría o información tengamos, mejor podremos analizar las situaciones que se den en determinados momentos y actuar con cautela. Tomar decisiones sin meditarlas antes, haciendo el necio puede traer consecuencias desagradables en al menos en la mayoría de las veces -elevé mis hombros - así que, yo intentaré estar lo mejor preparada posible por si surge la casualidad de probar mi valía y haré todo lo que esté en mi mano por resolverlo en la mejor de las situaciones posibles...

    - Haré lo que usted diga... pero, sinceramente, pensaba que sus compañeras procuraban su alimento ellas solas - le comenté un poco desconcertada- ¿por dónde quiere que empiece? -pregunté a Lawan intentando captar su mirada pero estaba dentro de su oscura cabaña, así que, esperé un minuto más, antes de proceder a lo indicado por el tutor. 

    @ Lawan Nguyen Thanh

     

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  2. Escuchaba la voz del arcano y no entendía para nada esa anidmarversión que sentía hacia a mí. Quizás hubiese debido actuar de otra forma he incluso se lo había explicado pero pareció entenderlo todo del revés. Estaba a punto de responder cuando alguien más se había aparecido... "Menos mal, al menos un poco de compañía ante semejante..." me callé las palabras en mi mente. No pretendía ofender al hombre que intentaba impartirme clases pero ni siquiera habíamos empezado con buen pie, para que, con el consiguiente compañero dudaba que fuese mejor, hasta que lo reconocí...

    - Mi señor ( @ Mael Blackfyre )- susurré por lo bajo al reconocer a uno de mis lugartenientes. Hice un ademán con mi cabeza, no mucho, para que no se notara que era alguien importante pero esperaba que captase el mensaje. Yo aún seguía en la entrada, apoyada a la palmera hasta que se decidiera el profesor darme permiso para entrar a su hogar. Entendía sus recelos era una simple novata que iba a aprender un arte antiguo... 

    - ¿Modales? -volvía a usar la palabra y parecía que con un deje irónico. Levanté una ceja- le he pedido disculpas por mi acto con uno de sus ofidios, habla de aprender a soltar cuando ni siquiera acepta mis disculpas ante un mal entendido, ¿y pretende enseñarme a como dijo? -no había levantado la voz en absoluto pero estaba cargada de rabia- aprender a soltar... quizá el que tiene que aprender más es usted mi señor Lawan. Sus costumbres no son las nuestras, se lo repito, si vemos a una serpiente que está dispuesta a atacar nos apartamos. No se es menos descortés con sus compañeras de vida evitar hacerle cualquier tipo de daño. 

    Intentaba tranquilizarme, quería llegar hasta el final pero parecía que no me lo ponía fácil. Intentaba ser cortés con el tutor pero conseguía sacarme de mis casillas... Ahora sí, suspiré y saqué una petaca del morral de cuero que llevaba guardado en el bolsillo, la abrí y le di un trago para calmarme un poco. El liquido pasó a través de mi garganta y pareció templar un poco mi mal carácter.

    - Bien... mi nombre es Heliké Rambaldi, hija de Deiwan Rambaldi. Por mis venas corren siglos de vampirismo y de magia ancestral. Mi Casa lleva el nombre de mi apellido y soy reina de los vampiros españoles he italianos. Jefa del Clan Vulturi, uno de los más poderosas familias itálicas y por ende gobiernan en mi nombre allá. Trabajé durante mucho tiempo en el viejo Ministerio de Magia y como todos cuando llegamos a Ottery, nos fuimos adaptando poco a poco. Cada persona tenía su propia historia, unas más dramática otras más amables pero al menos ahí nos sentimos todos como en casa. Por rama materna soy descendiente de españoles y por parte paterna; de los italianos. Respeto sus artes como el resto de sus compañeros como el que más. Magia poderosa y reunida en siete arcanos que gracias a ustedes nos han dado licencia para aprender humildemente sus enseñanzas. Aunque no lo parezca y puede que no sea tan vieja como usted, mi señor... pero yo también tengo mucho tiempo en ésta Tierra... Siento energías extrañas y no es éste lugar, creo que se avecina algo gordo y quizás cuántos más conocimientos tengamos, más podemos prepararnos para lo que se avecina... El conocimiento es poder y cómo tal hay que tratarlo con humildad para que los resultados a la hora de hacer uso de ellos no sean demasiado, desastrosos.

    Terminé mi pequeña charla y esperaba que al menos así tuviera más o menos idea de quién era, no me gustaba presumir de lo que tenía puesto que me lo había ganado con esfuerzo "sudor" y sangre. Pero al menos habían dado sus frutos. Había conseguido que uno de mis reinos estuviese al menos temporalmente en paz y al menos con eso, podía sentirme orgullosa.

    @ Lawan Nguyen Thanh  

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  3. - Menuda rata traidora - murmuré por lo bajo, negando con la cabeza al escuchar la historia del mago, pero sin entrometerme en sus asuntos. No eran de mi incumbencia pero la deslealtad no era que la tolerase muy bien, la verdad, todo lo contrario.

    - Por supuesto mi señora - dije con una inclinación en mi cabeza en señal de respeto. Terminé la bebida que me había ofrecido la arcana y me dispuse con mi compañero, a acompañarla a dónde nos indicase ella. El lugar era su residencia y aunque me moría de curiosidad por conocer el lugar, tendría que ser en otra ocasión. Nos llevó a otra ala y en ésta ocasión era el invernadero. Miles de plantas de tamaños diferentes, aromas distintos y propiedades más diferentes aún. La verdad es que había despertado todavía mucho más, las ganas de saber de cada una de ellas, pero tendría que aguardar aunque me daba cierta rabia, podría tener unas cuántas semillas de cada, para mi invernadero particular en que tenía en el castillo Rambaldi.

    - Besada por el fuego - susurré yo al ver el pelo de la arcana, no supe porqué pero ese detalle me llamó poderosamente la atención y era absurdo, porque el resto del lugar parecía propicio para una buena sesión de meditación. Cuando llegamos al lugar era tal cómo parecía indicarme mi intuición y al verlo no pude evitar acordarme del Panteón de Agripa en Roma, pero por supuesto éste era más sencillo para lo que era menester.

    Me senté en uno de los jeroglíficos que había en el suelo y presté atención a Rosália, esperaba al menos en ésta ocasión completar el aprendizaje.

    Llevé mi mano a mi mentón y puse una mano debajo del codo para pensar mejor mis respuestas. Las preguntas eran interesantes y la verdad tendría que escoger con cuidado las palabras que debía formular. El lugar daba una sensación de paz y tranquilidad que me gustaban mucho. Quizás debería de replicar un lugar parecido en mi casa, al menos si necesitaba encontrarme a solas en vez de un espacio natural podría estar todo el tiempo que quisiera en él.

    - Pues... depende de lo que se quiera llamar por justicia -ahora estiré los brazos y crucé las piernas mientras mi compañero se sentaba enfrente mío- no todo el mundo entiende la justicia como tal, hay otros que lo llaman venganza y otros el mal llamado karma - dije con una risilla. Cuando terminó de hablar con Ludwig comencé los ejercicios de respiración y concentración que la profesora pedía.

    Las palabras del Malfoy, la brisa del invernadero, las planta del lugar y sus diferentes aromas, además con los rayos del sol traspasando el agujero de la parte superior, sentía que mi mente se desvanecía poco a poco. Las palabras y los recuerdos se fueron diseminando poco a poco hasta llegar un punto en que, si no me despertaban estaría medio dormida a pesar de ser un vampiro y sería bastante irónico la verdad. Y tras un breve instante pareció que todo se había sumido en puro silencio...

    @ Rosália Pereira  casi me despisto!! espero que no tardara mucho en contestar =P

     

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  4. - Quizás fuese un ciervo - susurré por lo bajo, pero me parecía raro ya que, el lugar tenía murallas gruesas y era casi imposible para un animal de esas características que pudiese traspasar ese umbral, a no ser claro que, alguien dejara la verja de la puerta principal abierta aún así, me había asegurado de dejarla completamente cerrada. Iba a girarme para adentrarme en el interior cuando una voz conocida llegó a mis oídos. Casi rechiné los dientes a causa de la rabia. 

    Sentí la ira en mi interior cuando mencionó las últimas palabras...

    - ¿Acaso te crees que alguien como yo, iba a hacer semejante barbaridad? - comenté, aunque era mejor dicho, que había gritado la pregunta. Me quedé un segundo parada...

    - Espera, espera... aquí no está Elentari, ¡si acabo de mudarme hoy mismo! -exclamé ahora, sintiéndome, después de ese lapsus de mal genio a uno de agobio. Tuve que agarrarme a la puerta para no caerme de la impresión. 

    - Por los siete infiernos Sagitas -terminé gruñendo- ¿acaso no puedo dejar sola a mi hija con vosotros, que ya me la perdéis? -inquirí ahora, mirándola nuevamente a los ojos- maldita sea... pasa anda, iba a tomarme un chocolate caliente, pero con lo que me has dicho, se me acaba de ir el hambre que tenía ¿habéis mirado dentro de la Potter Black? -sentí ciertos nervios he intentando no liarme mucho más, le indiqué con la varita que pasara al interior - cierra la puerta - le ordené con cierto enfado. Al menos la chimenea del salón rugía con fiereza y eso que no llevaba tanto tiempo encendida. 

    Pasamos al interior del elegante salón y me di cuenta que le faltaba poner unas alfombras mullidas para no pasar frío en invierno, pero eso tendría que esperar para más tarde...

    - Espero que ese malnacido de Lázarus no haya secuestrado a la niña -puse la varita encima de la mesa de cristal que brillaba en un tono rojizo y por supuesto, me dirigi hasta el mueble bar que tenía al lado de la chimenea. Me serví un vaso con hielo y whisky de fuego, era para al menos intentar aplacar mis nervios...

    - Tengo de todo - comenté con intranquilidad - puedes pedir lo que quieras, pero llamaré a mis elfos para que ayuden en la búsqueda... -aparte de llamar a mi elfina Galadriel que estaba en esos momentos en las cocinas con los demás, seguí llamando a todos los elfos que había heredado con la mansión. Pregunté a todos y ambos negaron con la cabeza.

    - Te lo dije - caminé de un lado para otro - recién acabo de instalarme y se me hace raro que supieras que estaba aquí, pero bueno, es cierto que éstas noticias vuelan... ¿has hablado con Matt, por casualidad? -le dije con cara asustada- hace tiempo que no sé nada de Lázarus desde la última vez, es una alimaña pero es un tipo que ataca de frente... - o eso me pensaba yo.

    @ Sagitas  @ Matt Blackner

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  5. Y menos mal que los patronus son incorpóreos! jajaja

    On:

    Había ordenado a mis elfos que tras las fiestas navideñas sacaran todo los adornos relacionados con ésta. Aún faltaba San Valentín pero aún quedaba tiempo para el mes de febrero. Mientras tanto estaba en el pequeño despacho ordenando las cuentas y por supuesto, avisando a mis proveedores de mercancías para ir reponiendo los productos que más me faltaban. No es que acudiese mucha gente, pero entre el frío y que la vida estaba cada vez más cara parecía que a los magos les costaba salir más de casa que de costumbre.

    Estaba vestida con un traje pantalón chaqueta, botas de aguja con una camisa blanca. Coloqué bien el pelo en una cola de caballo alta con la varita, mientras que, con otro aire de varita me serví un vaso de whisky de fuego con hielo. No era muy tarde, o eso parecía por los pequeños rayos de sol que entraban por la ventana del despacho. Con otro movimiento más, cerré el libro contable y guardé la pluma en su sitio, ya continuaría más tarde... Estaba a punto de salir cuando escuché la voz de mi tía Sagitas, levanté una ceja y tomé la capa para colocármela con un ondeo encima de los hombros y abrochada con un broche de plata en forma de calavera.

    En cuánto salí al recibor me sorprendió tanto regalo junto, ¿tanto había gastado?

    - Carai, ¿y eso? -pregunté estupefacta ante esa montaña de paquetes. Llevaba el vaso en la mano y me puse detrás de la barra. 

    - Claro mujer, a lo que quieras, esto está más muerto que el día de Halloween... aunque no hacía falta que compraras nada, pero tampoco tengo para ti -le indiqué con cara confundida - me parecen una chorrada sinceramente, aunque, no dudo que a los niños les encantará - dije con una sonrisa.

    - ¿Qué tipo quieres? Tenemos cerveza tostada, rubia o negra... ahí en esas barricas grandes que ves detrás -le indiqué con el dedo índice hacia dónde estaban los estandartes de las escuela y casas a las que había asistido- si quieres empezar suave te recomiendo una rubia, es más ligera al paladar porque si empiezas con una pinta negra quizás sea más amarga para ti y además tenemos tres tamaños diferentes, tú eliges... Grande, mediana o pequeña.

    - Y además, te he llamado hace meses - protesté por lo bajo- ¿has tenido ataques en tus negocios? -pregunté, mirándola directamente a los ojos.

  6. -No quería incordiarle señor Jack @ Matt Blackner ... pero desde hace tiempo que tengo implantados esos modales y... -elevé mis hombros un poco sonrojada- de hecho, estoy pensando en adoptar las viejas costumbres de los viejos señores... aunque lo diga Sagitas con ese tono -elevé ésta vez una ceja, contrariada- y lo hago porque me sale de las cuatro bolas que tengo (jajajaja) y mejor que no vengan -insistí- es por su seguridad... 

    Y justo en esos momentos que terminaba de hablar, había entrado Arya @ Arya Macnair :

    - ¡mi señora! -asentí con delicadeza- bienvenida, estamos aquí planeando cosas, ya ve- sonreí un poco apurada- por mí que adore lo que quiera, yo ya tengo lo mío -protesté por lo bajo.

    Y alguien más había entrado también, lo conocía de oídas y sabía que por boca de Sagitas compartían cargo, parecía que la carpa en dónde estábamos se estaba empezando a llenar de gente...

    - ¡señor! -saludé córtesmente al recién llegado @ Mael Blackfyre  - la idea fue mía, claro está -dije con una sonrisa burlona - no me refería a atacar el lugar en sí, sino a quiénes los gobiernan -protesté ahora, mirando a mi tía- Heliké Rambaldi -me presenté ante el mago- es un honor, señor. Si necesita cualquier cosa de mi casa, no dude en pedirla - dije con una sonrisa sincera. 

    - Es más, no te preocupes @ Sagitas  de ese idi*** me puedo encargar yo... planeando con cuidado el ataque, bien podríamos decir que fue por parte de muggles, no de magos, así que tampoco sería atacar así como así... lo de hijos de versalles, es la primera noticia que tengo. Se pueden hacer varios ataques simultáneos sin problema, coordinándolos bien. Podemos dar una imagen de superioridad, la propaganda es lo fundamental en éstos casos. 

     

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  7. - Hola Xell, tú también estás como siempre... bueno, con algo más de arrugas - dije con una risilla por lo bajo- ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi (?)

    - nada  prima, Elentari, que me trae de cabeza con unas cosas que... -y no pude evitar fruncir el morro a modo de disgusto y me dirigi a Matt - ya hablaremos... 

    - ¿Piropero? - enarqué una ceja de sorpresa - bueno, esa no es la palabra que usaría yo, ciertamente - negué con la cabeza acompañada de otra sonrisa más abierta.

    - Vaya, veo que se ha despertado... ¿Y Sagitas? -parecía que estaba a lo suyo sin prestar atención a mucho más.

    - Ni idea Sean, yo acabo de llegar, bueno el regalo es para Sagitas, no tenía ni idea de que estabas aquí, sino también te traía algo - comenté no sin cierta molestia al ver dónde iban a parar sus ojos - y ten cuidado a dónde miras Sean, el último que hizo eso, se quedó sin ojos - negué con la cabeza. Desde luego viejo y seguía como siempre, en eso no había cambiado, ciertamente...

    << Nada importante hombre. Bueno, mi llegada - dije otra vez, asintiendo con la cabeza.

    Sentí que palidecía ante las palabras de mi ex.

    - ¿Su primer demonio? pero, ¿cómo se te ocurre? -si llegase a tener sangre humana, seguro que me bajaba hasta los pies- no dudo de sus capacidades pero aún es una cría. Puedo aceptar que estudie a una universidad muggle, puedo aceptar muchas otras cosas pero, ¿sin contar conmigo? Soy su madre, por mucho que a ti se te olvide - no quería discutir pero a veces me podía el mal genio - espero que lo pusiérais a buen recaudo, no me apetece tener que enfrentarme a esas cosas. Aunque tenga sangre de inmortal no la hace invulnerable, deberías saberlo. Puede ser poseída por su sangre humana, ¿se te ha olvidado? Eso no es para tomárselo a guasa - y me senté en la silla que me habían ofrecido. Suspiré fastidiada- Italia y España - le recordé - ambos países bien, gracias, aunque hace unos años hubo un conato de revolución en ambos países los solventé sin problema - decía con genio testarudo por lo que me había dicho - puede que opte a otro, si mis maniobras salen bien- sonreí con cierta malicia- ya veremos. 

    << Por el momento nuestra hija tiene su seguro asegurado. El día que me canse, me retiraré y le cederé el testigo por eso no hay problema -asentí- sólo espero que, por entonces... las cosas hayan mejorado bastante. Además de, por supuesto, contar con un capital lo suficientemente potente para vivir bien durante años.

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  8. No supe porqué pero la forma de responderme... sentí cierta lástima por ella, algo raro cuando era un sentimiento más humano que vampírico. Era un cargo con el que, seguramente no contaba así que, cuando fue ascendida los demás deberíamos mostrarle respeto. Se supone que los altos mandos sustituían a los líderes cuando no estaban presentes en la batalla. Al menos la oscuridad tapaba algo mi cara. Me había sonrojado ante su contestación y a pesar de ello me acerqué a ella y le apreté suavemente el hombro y le dije:

    - Lo harás bien -continué con una sonrisa - ésto es nuevo para todos, y a mí a veces se me olvida que eres lo que tú ya sabes - le dije, guiñándole un ojo y hablando en clave por si había orejas indiscretas que estaban escuchando- ¿así que es eso y porqué nadie me ha informado? -protesté por lo bajo. 

    - Pues ya veremos si vienen o no - sonreí levemente al escuchar la arenga de Sagitas- ¿tiramos la puerta abajo? Un poco de acción no viene mal y siendo sinceros, a mí éste sitio me trae malos recuerdos. ¿Sabías que participé en la defensa a favor de los reyes de Francia? Si hasta parece que huele a pólvora. Éste lugar es viejo, demasiado... Podríamos robar unas cuántas obras de arte y exponerlas en la Torre Oscura además de dejar falsificaciones perfectas. Yo puedo encargarme de eso... Pero por lo que veo estamos demasiado desperdigados para iniciar una acción de éste calibre y, éste palacio es demasiado grande para los pocos que somos -bufé por lo bajo - deberíamos ser más, ¿convocas tú al resto del bando? -comenté para darle ánimos. 

    @ Sagitas  si necesitas posteos, avísame y vamos roleando (aquí o en otro tópic, dónde quieras) *-*

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  9. Hola!

    Después de buscar mil años, carai, lo tenía delante de los ojos y no lo veía jajajaj hay que ser burros xDD bueno, vengo a actualizar creo que otra vez xD mi ficha de trabajo aquí en el CMI. No sé si hay reyes vampíricos españoles he mirado pero creo que no, si estoy errada, hacérmelo saber para modificarlo sin problemas. Qué poco interés tiene la gente en España jajaja y dejándome de bromas aparte, aquí dejo ésto:

    Nick: Helike R V PB
    Link a la Bóveda: Bóveda
    Rol de Personaje: Jefa de Departamento de desmemorización y reparación de la Oficina de Accidentes Mágicos y Catástrofes (lo usa como tapadera)
    Información Adicional: Reina de los vampiros de Italia y España, Gran Maestre de la Orden del Dragón y Lady Rambaldi (Heredera de Deiwan) de la Hermandad de la Rosa Negra, Jefa del clan Erebus en Italia, Jefa y matriarca de la Casa Rambaldi, alquimista, contrabandista, comerciante de diferente tipo de negocios (oficiales) y agente secreto mágico para sacar su máximo beneficio a la información que obtenga.

  10. Llamé a uno de los elfos mientra me estaba cambiando. No sabía cuánto tiempo había pasado en la bañera pero la verdad es que me hacía falta relajarme. Al menos conseguí esa parte. Le pedí que me fuese preparando un chocolate caliente, por lo menos los otros se habían encargado de tener la despensa llena de la cocina, si se le daba por nevar fuerte y estábamos aislados al menos tener una buena provisión de todo lo necesario hasta que se despejaran los caminos.

    En cuánto llegué hasta mi cuarto ya se notaba el ambiente caldeado, mis sirvientes se habían apresurado a encender las chimeneas del castillo. Cuando había llegado aún podía notar en cierta manera, la humedad y el frío en su interior después de tanto tiempo en deshuso. Con la toalla aún envuelta en mi cuerpo, saqué con ayuda de mi varita varias prendas, todas eran las que ponía habitualmente así que, tampoco esperé mucho más. Tras secarme y poner mis ropas interiores me puse una camiseta blanca, un jersey fino de cuello vuelto (negro), unos vaqueros y unos playeros de color azul. Saqué la capa de armiño que llevaba demasiado tiempo guardada y la coloqué con un volteo de mis brazos hasta que cayó sobre mis hombros, anudándola con un broche de plata en forma de marca tenebrosa. 

    Con otro movimiento más de mi varita guardé el morral de moke en el bolsillo como así la vara que tenía en la mano y bajé hasta el comedor. En la mesa del fondo larga, la luz impregnaba en el lugar gracias a las velas y a los candelabros de plata en dónde me aguardaba una buena jarra de chocolate caliente humeante con su taza y su cubertería, además de un buen pastel traído del Ladurée.

    - señora - iba en dirección a la mesa cuando mi elfina Galadriel me llamó, la miré y esperé- hay alguien fuera, creo que es alguien que usted conoce o al menos una de las antiguas habitantes que se marchó a otra mansión. 

    Fruncí el ceño. No tenía ni la menor idea de quién sería. Había muchas personas que, tras tomar yo el mando después de la partida de mi padre, habían huído como ratas en busca de otra protección, como si una mujer y vampira no pudiese llevar las riendas de su familia como aristocrática que era. La capa ondeó al abrir la puerta en dónde tenía el dragón escupiendo fuego (grabado en la madera), uno de los emblemas de la Orden que había constituído días atrás. Ciertamente una figura femenina parecía pulular por los terrenos pero aún así, no conseguia distinguir de quién se trataba.

    - ¿Quién anda ahí? -pregunté en voz alta y saqué mi varita de nuevo del bolsillo - no voy a tolerar intrusos en mis terrenos así que, por tu bien espero que te muestres quién eres. No tengo ningún problema en expulsarte a base de hechizos. 

    Esperé la contestación mienras iba con una mano baja y con mi arma mágica apuntando hacia abajo pero sin intentar perder los nervios y al menos estando alerta por si se trataba de extraños, aunque tenía la sensación de que no lo eran tanto y más cuando la elfina me lo había comentado.

    @ Veronica Prince Rambaldi  hey vero, cariño, para la próxima mencióname porque sino, no me entero jajaja, ¡bienvenida!

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  11. - Se lo agradezco mi señora, ciertamente no estamos en una época propicia para viajar, aunque se use la aparición - comenté con una ligera sonrisa, mirándola a los ojos en cuánto se había aparecido ante nosotros dos. Pensaba que iba a estar sola en esa clase, pero me agradaba tener compañía para en el aprendizaje de esa habilidad. La Arcana había hecho aparecer un par de tazas y yo la tomé con las manos. Estaba caliente y le di un pequeño sorbo sin dejar de observar a la profesora. No sabía porqué pero tenía la sensación de que quería ir más allá.

    Sonreí ligeramente y sólo le dejé ver lo que quería que viese en mi mente. Tenía mucha sangre y mucha muerte a mi alrededor y no era grato ni para mí ni para otras personas el verlo. Pero no sólo eso, también estaba mi familia que, aunque me hubiese separado, nadie tenía porqué conocer esa conexión y sobre todo, por el amor hacia mi hija Elentari. ¿Asesina? Tal vez, pero no por mi propia mano. O eso me decía siempre. Una mentirijilla para protegerme. En una de mis dedos llevaba el anillo de la habilidad de la oclumancia. Lo había sacado del morral de cuero y lo había colocado justo antes de entrar. Eso me ayudó en lo que pretendía. Cualquiera que accediese vería simplemente una puerta con un gran cerrojo. Cerré los ojos durante un moment y los volví a abrir para después tomarme otro traguito de té.

    - Tampoco lo pretendía señora. Sé que hay habilidades que, aunque parezcan simples, no lo son... Tengo cierta experiencia en ello, la verdad... 

    - Por conocimiento. Éste puede ser de muchos tipos. Malo o bueno, poderoso o nimio. En las mentes de todos nosotros guardamos mucha información. Recuerdos del pasado, quizás de vidas pasadas en nuestro subsconciente. Con ésta habilidad se puede a ayudar a encontrar a un asesino o simplemente manejar lo que tenga para una mejor toma de decisiones. Puede servir a nivel personal o de estado, o en defensa propia... pero por desgracia no tengo las instrucciones o estudios necesarios para tomar semejante poder antiguo y que respeto en suma manera. El acceso a la materia gris de todos nosotros es delicado y hay que hacerlo con sutileza para no dañarla... 

    <<El arte de la legeramancia por lo poco que he podido estudiar, sé que es un don muy poderoso y peligroso a la vez si no se respeta como lo que es. Magia antigua y potente al mismo tiempo. Además de ser posible quiero cerrar el círcu.lo del aprendizaje de esas añejas artes conjuntamente con el aprendizaje de hablar pársel. 

    Me quedé callada durante un momento y proseguí.

    - Le presento mis excusas si me he excedido en demasía - asentí con la cabeza y me senté en una de las sillas que Rosália nos había ofrecido tanto a mí como a mi compañero recién llegado- es más, estoy dispuesta a instruírme en lo que usted considere necesario para ir más allá. Y además para probarle que soy digna de tener el control del anillo de legeremancia - terminé con una sonrisa sincera y volviéndola a mirar a los ojos. 

    @ Rosália Pereira

  12. Una hija desaparecida!! o/ ¿le vas a quitar el trono a Heli? jajaja ná, mentiraa, es broma xD

    Pues, tal y cómo lo has hecho ya has solicitado el reingreso a la familia, con lo cuál está genial que vuelvas a los orígenes *-* y me encanta sea dicho de paso jejeje. Eso sí, no esperes que la Heli personaje te reciba con los brazos abiertos xDDD te tratará un poco al estilo Cercei Lannister (?) jajaja

    Tal y cómo me lo has especificado hum, supongo que se tendría que pedir autorización a él para ser su hija, yo lo hice en su momento por eso está en la historia. ¿Otra hermana? ya tengo una ficticia pero mola que al menos por parte sanguínea, ¿es así? si es adoptiva, especifícamelo porfis!! Pero!! supongo que no habría problema en que, Heli como su heredera, puede meterte como hermana al ser matriarca, supongo que con eso no hay problema *gesto pensativo* 

    Menciono a @ Sagitas Ericen Potter Blue  para que nos aclare. 

    ¿podría meter a Veronica Prince Rambaldi como hermana, aunque no tenga autorización del padre? se supone que al ser matriarca sí podría. Y supongo que, aunque él no esté activo, yo creo que no podría pegas a eso (de lo poco que le he conocido cuando se lo propuse no me puso problemas jejeje, de hecho había otra hija pero se fue a otra familia) los retoños vuelven al hogar xDD 

    Lo dicho @ Veronica Prince Rambaldi , si quieres ser sanguínea o adoptiva, me lo especificas en otro post reina!!! *-* esperaré a ver lo que me digas para ir actualizando el árbol. Por razones obvias están los fundadores como tiene que ser, eres más que bienvenida para rolear en el castillo, pásate cuando quieras *-* 

    qué manera de enrollarme carai jajaja

     

  13. Esperé durante unos momentos. Parecía que el arcano sí que quizás debiese de tener gente. Pero tampoco quería parecer maleducada y adentrarme en su casa sin previa autorización suya. Pero la voz del hombre me había inquietado...

    - Mi señor me disculpará. Pero en mi tierra que una serpiente cascabel te reciba de ese modo, es una advertencia de que puede ser atacado. Sus serpientes serán sus amigas, no lo dudo - asentí con la cabeza- yo sólo me he apartado para no hacerle daño. ¿Qué mal le he hecho yo? - le pregunté, alzando una ceja entre curiosa y furiosa al mismo tiempo. 

    - He respetado su tiempo y su casa. No me he adentrado en su interior sin su consentimiento... Tengo la impresión de que se ha equivocado completamente conmigo - intententaba no alzar la voz porque tampoco quería crear discordia al primer momento. Era cierto que la diplomacia no era mi fuerte, pero lo último que quería era que me pusieran las cosas demasiado complicadas- no quiero problemas - aclaré- y menos todavía por un mal entendido y descuide, tendré en cuenta sus palabras pero ya le digo que estoy bastante acostumbrada a respetar entornos que no son favorables a los míos y más cuando se trata de magia antigua y poderosa. Eso no me sorprende...

    << y si quería que aguardase fuera de sus predios tan sólo tenia que hacérmelo llegar sin problemas. En la otra ocasión a pesar de recordar vagamente mis energías como usted dice, no me ha puesto tantos problemas -bufé por lo bajo. Casi me estaban dando ganas de largarme otra vez y volver en otra ocasión, pero ciertamente no me iba a replegar a las primeras de cambio. 

    No pretendía dármelas de nada ni mucho menos, pero cansada de estar de pie me senté en las raíces de ese árbol. Pero el arcano hablaba y me callé, no pude evitar espetarle, era como un acto de defensa cuando ciertas palabras me traían ecos del pasado.

    - ¿Usted lo hace señor? Es decir, desprenderse de cosas añejas que pululen por su inconsciencia... a veces resulta útil para crear defensas. No, nunca es sencillo, están guardados en nuestra memoria esperando a ser revividos en un mal momento o de debilidad. Aunque creo que sería mucho más efectivo eso que me cuenta cuando se trata de poder mental, legeremancia o oclumancia en éste caso... Pero la verdad, no entiendo a qué viene eso, con habar o no pársel. 

    @ Lawan Nguyen Thanh

     

     

     

  14. Habíamos bajado corriendo, yo había tirado casi todo excepto la varita. Había dejado el mapa en cualquier lado, ya lo recogería más tarde, pero antes de echar un vistazo, las gemas estaban más brillantes que antes y a pesar de casi tropezar por correr bajando los escalones, conseguimos llegar hasta donde estaba la pelivioleta.

    - vamos, buscad en mi arcón, creo que yo también tengo de eso - mi elfina Galadriel asintió con la cabeza y con un chasquido desapareció de la escena, yo aparté a los elfos que nos rodeaban. No pude evitar decir...

    - que los dioses nos asistan - ¿desde cuando era religiosa? suponía que tenía algo que ver con el castillo Rambaldi que hacía poco había adquirido. Suponía que la mayoría de personas íbamos cambiando con el paso del tiempo, los vampiros también.

    Pero el ver a Ithilion en ese estado, me había impactado para qué negarlo. Debió ver a esa criatura mágica a través del cristal con el reflejo y de ahí quedarse petrificado, si lo llegara a ver directamente, tendríamos que oficiar un funeral y el pequeño todavía era joven para eso. 

    Tras otros cinco minutos más, mientras la pelivioleta lloraba desconsolada en su habitación y yo miraba la escena desconcertada, se apareció Galadriel con un pequeño bote de poción de mandrágora...

    - Sagitas, mira... - le dije yo, moviendo con suavidad el líquido de su interior- al parecer sí tenía reservas -dije con una sonrisa. 

    - Pues ya me fastidias con esa información Matt... ¿porqué no lo entrenas? Quizás en un futuro sí nos pueda servir de ayuda. Yo tengo lágrimas de fénix compradas en el concilio pero ya sabes, son caras y querría usarlas en un momento en específico. Pero al hablar sobre Elentari sentí que el miedo que sentía por ella se apaciguaba un poco pero aún así no podía evitar sentir ciertos nervios. Ojalá la cría no le diera por entrar a la mansión...

    - Matt, por favor - dije con un tono asustado - no cometas imprudencias, con una petrificación tenemos suficiente... yo puedo echarte una mano con eso, pero tú aquí eres el especialista, eres cazador... yo también, a mi manera - dije con cierta culpabilidad por el hecho der vampira, pero claro, no era lo mismo - pero, hay que planear bien las cosas... antes de hacer el burro, ¿tienes alguna sugerencia para cazar ese bicho? -pregunté temerosa, tanto por él como por todos.

    • Me gusta 1
  15. - dije a-ta-car ... no destrozar, no es lo mismo Sagitas - comenté refunfuñando. Parecía mentira que ella me dijera eso cuando por parte de mi padre Deiwan era originario de allá. Conocía perfectamente las maravillosas obras de arte que ahí se resguardaban y que, a la postre daban mucho dinero a una de las instituciones más antiguas del mundo. La fe y el dinero, siempre irían de la mano y esa ciudad "santa" precisamente había sido resultado de ello. 

    Y con el arte que tenía la pelivioleta al menos consiguió no medio responderle a su marido fantasma. 

    - eso, tú grítalo sagitas... - comenté enfurruñada a la mujer y que menos mal que de momento estábamos los tres ahí dentro pero aún así alguien podía poner la oreja y escuchar lo que quisiera. 

    - ¿has puesto protecciones anti-orejas? -pregunté con una sonrisa burlona- me refiero a espías, trabajadores, elfos, duendes... cualquiera puede ser susceptible de oír algo que no debe y que se le vaya la lengua.

    - y si atacamos a los más altos cargos del vaticano bueno, sería una buena señal - comenté, riéndome a carcajadas- pero incluso aquí en Reino Unido podríamos darles una lección.

    Y uno de los elfos al escuchar el grito de la botella, había traído lo que le había pedido. Con un movimiento de mi varita mágica, desplacé los vasos a dónde estaban mis compañeras de bando y familia y la botella iba sirviendo el alcohol. Al llegar a mi altura tomé el frasco y rellené hasta la mitad para después darle un trago largo...

    - argg qué sed tenía, al menos, no es un whisky cutre por lo que veo y por sus sabores parece escocés - dije, para relamerme un poco con el sabor de esa bebida.

  16. 1.- Link del tópico de la ficha y bóveda del o los patriarcas:
    Helike R V PB ~ Bóveda de Gringotts

    2.- Link del tópico de registro de la familia aprobado:

    Registro Castillo Rambaldi

    3.- Link del tópic del hogar de la familia:

    <o> Castillo Rambaldi <o>

    4.- Link de las familias del o los propietarios:

    Heliké R V PB ~ Castillo Rambaldi (matriarca) & Familia Potter Black 

    5.- Lista de todos los usuarios que pertenecen a la familia con el respectivo link a sus bóvedas personales:

    Helike R V PB (matriarca) ~Bóveda de Gringotts 
     

     

  17. AGAgMDp.png

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    La residencia de la Familia Rambaldi actualmente es un castillo con cuatro torres. El acceso está situado en el 1329 Ottery St. Catchpole, condado de Devon, al suroeste de Inglaterra. Está construida en un terreno perteneciente a Milo Rambaldi, pero tras su muerte fue subastado por sus enemigos ignorando el gran potencial que residía en él, siendo adquiridos por la familia Bristow, familia entroncada con los Rambaldis, en el que levantarían su descendencia, ocupandola durante varias generaciones. Fue construido en 1771, pero durante un incendio del 2000, el hala este fue completamente destruida, donde murió Sydney Bristow. Su viudo, Michael Vaughn decidió ponerlo a la venta para mudarse con su hija Isabelle, a una isla cuya ubicación nadie conoce. El último descendiente de Milo, Deiwan Rambaldi, junto a Ashley Atkins, amiga de la Academia, compraron el terreno y reconstruyeron las partes dañadas, para finalmente mudarse ahí.

    El Castillo está exactamente situado en el centro de los cinco elementos esenciales para la vida (fuego, agua, tierra, madera y metal), se sienta encima de un vínculo espiritual. Los cinco elementos esenciales para la vida son: la Costa Jurásica (de agua), los yacimientos volcánicos de Plymouth (Fuego), Parque Nacional de Exmoor (madera), el parque nacional de Dartmoor (la Tierra), mina de estaño de Tavistock (Metal). Cuando se conectan, se forma una estrella de cinco puntas con la residencia en el centro, por lo que es no sólo un nexo espiritual, sino una Wicca también. El Nexus se encuentra debajo del sótano del Castillo Rambaldi.

    Al poder encerrado en el Nexus se puede acceder por el bien y el mal, ya que es una fuerza neutral. Los patriarcas compraron el terreno y conservaron la gran edificación para evitar que cayera en poder de manos equivocadas. El Nexus proporcionará un impulso extra de energía a los familiares, sea cual sea su bando. Mientras las fuerzas del bien controlen el castillo, actuará en su beneficio pero si el mal logra acceder a él, le podrá servir igualmente, por lo que puede ser influido. (Nota Moderativa: poder meramente rolístico, sin afectación en las batallas.)

    Parte exterior:

    Para acceder a ésta gran mole de piedra con sus terrenos enormes de al menos cinco campos de fúbtol, se puede entrar a través de un camino que sale de la puerta principal con una verja de hierro en forma de dragón, colocada tras sus murallas de al menos diez metros de altura, y tres de espesor, cada quinientos metros hay una almena que, en tiempos antaños hombres aguerridos defendían los posibles asaltos o ataques al lugar. La distancia es de al menos un kilómetro y medio y cuando se llega, se accede por un puente de piedra que pasa por encima del foso y éste tiene una profundidad de cuatro metros. En él hay criaturas acuáticas de topo tipo, tanto muggles como mágicas. 

    En la parte sur del castillo en la zona de atrás y oculta a la vista de los visitantes, hay un pequeño garaje para guardar las pertenencias de la dueña, después a su derecha, las caballerizas para resguardar del mal tiempo a los aethonans y otros animales y el tercero está un invernadero que, aunque por fuera parece enano por dentro es grande ampliado con magia. En él están la mayoría de plantas tanto como para cocina como para la elaboración de pociones. Para acceder a éstas zonas se cruza a través de otro puente que pasa por encima del foso y está su acceso en la parte trasera de las cocinas.

    Dos kilómetros más abajo, hay un pequeño promontorio de roca, ahí se hacen diferentes celebraciones de la Orden del Dragón y a cuatro metros de distancia (con una profundidad de veinte metros), un pequeño lago del tamaño de un campo de fútbol, con un pequeño muelle con dos barcazas. Ahí a veces también suele aparecerse el barco recién comprado de la dueña, para descargar todo tipo de diferentes mercancías. 

    A mano izquierda un pequeño bosque que llega hasta el límite de la otra almena que vista desde el castillo se puede ver desde la torre sur.

    La particularidad que tiene las torres tanto la abierta como cerrada, es que ondean dos pendones, uno con la bandera de la familia Rambaldi y otro con el paño de la Orden del Dragón (fondo rojo con dragón negro).

    Parte interior:

    La arquitectura del castillo fue remodelada al gusto de la actual propietaria eliminando cualquier vestigio muggle en que en él hubiese existido antaño tanto en su interior como en su zona exterior. Pero aun así sus muros son poderosos de al menos cuatro metros de espesor, desde la parte delantera hasta las cuatro torres que alberga. En la parte principal del castillo posee un gran portón de madera con un grabado de un dragón escupiendo fuego, que da acceso a la parte principal y con amplios ventanales, en dónde se puede ver el salón principal; con su enorme chimenea interior acompañada por tres sofás grandes de tres piezas cada uno con una mesa de cristal, además de poseer una gran mesa larga (para veinte comensales si es preciso) en el fondo, para celebrar los grandes festejos y adornada con una gran lámpara de araña del mejor cristal italiano, y por supuesto con un pequeño mueble bar colocado al lado de la chimenea relleno de los mejores caldos y bebidas alcóholicas. En ésta primera planta a mano derecha se encuentra el acceso a las cocinas, lugar de los elfos domésticos que se encargan tanto del cuidado de las mismas (y del resto de la casa) como de los jardines exteriores y que, además cuentan con sus habitaciones principales.

    A mano izquierda enfrente a las cocinas una gran puerta da acceso a una gran biblioteca con un montón de libros, los únicos que se han preservado de la remodelación actual de la propietaria, contiene cuatro sofás repartidos estratégicamente para la cómoda lectura y también cuenta con una pequeña chimenea para las noches frías de invierno y con un gran ventanal que le da vistas al pequeño bosque cercano al castillo que le da luz natural en los mejores días de verano. Para ayudar a coger los libros también tiene escaleras que llegan a los pisos superiores (tres) que contiene ésta parte de la edificación.

    En el segundo piso en forma de cuadrado, que se accede tras unas escaleras de marmol y que su pasamanos está tallado con escamas de serpiente. Las cuatro habitaciones están colocadas estratégicamente como los puntos cardinales, con lo cuál le confiere privacidad junto con sus muros para los invitados que estén ahí en sus cortas o largas estancias. Cada una de ellas contiene su cama con dosel, armario silla y mesa, y cortinas aparte de sus baños y cada ventana da a una parte diferente del terreno. En éste mismo piso por el mismo corredor, también se accede a las cuatro torres del castillo. En cada puerta y recibidor de cada torre tiene una armardura medieval. Descripción de cada una de ellas:

    Torre Norte. Tres Niveles. La 1ª planta es un recibidor sencillo con una antorcha siempre encendida, sólo tiene una alfombra y a sus pies una escalera de caracol que da a la siguiente nivel. 2º Nivel: habitación privada de la dueña (siempre con una puerta cerrada). Cuenta con una cama con dosel (chimenea incluída) y cortinas y a sus pies un gran arcón en dónde guarda la mayoría de sus pertenencias. Una gran alfombra de seda china, una mesa con silla, armario, con un pequeño mueble bar y un par de estantes de libros (de tres niveles), sus maderas son de castaño y de roble, un cuarto de baño con ducha y jacuzzi. Sus ventanas con cortinas pesadas da la vista a la parte principal de la casa a lo largo camino de tierra prensada, al foso y al puente de acceso. El Tercer nivel: habitación abierta, ésta es exclusiva para la observación astronómica y para poder ver la mayor parte del terreno de la edificación.

    Torre Sur, éste y oeste: 1ª planta. Recibidor con alfombra y el acceso a las otras habitaciones también se hace mediante una escalera de caracol. Éstas tres cuentan con diferentes visiones del terreno, pero aún así, son habitaciones cómodas y calientes para los invitados. Son las más genéricas de todas; poseen una cama con dosel y armario con sus respectivas duchas y por supuesto, chimeneas para las largas y frías noches de invierno. 

    El sótano y no accesible para extraños se encuentra se encuentran los diferentes documentos que Milo y sus descendientes habían dejado y recolectado a lo largo de los años, en su centro alrededor de él y vacío hay una estrella de cuatro puntas tallada en la roca y es el lugar en dónde se encuentra el famoso ojo Rambaldi y el nexus espiritual. Para acceder a éste sitio, su entrada principal es una de las habitaciones de la elfina jefa y es a través de una puerta de madera oculta tras una pared mágica. Sólo puede acceder a ella la Gran Maestre y sus cuatro senescales de la Orden del Dragón. 

    Elfos heredados de su padre Deiwan, que están al servicio de la casa:  Kindom, Clous, Proserpina, Ipatia, Galileo, Pandolfo, Tomaso, Aradia.

    Historia del Castillo y de la familia además de peticiones de ingreso, aquí: Registro Castillo Rambaldi

    <o>

    On:

    El gran baúl estaba preparado y tenía los documentos guardados en el bolsillo además de las llaves, tanto las del castillo como las de la verja y esa era pesada, puro hierro, hecha a medida y con el símbolo del dragón grabada en el agarre. Pero dejaría las ceremonias como tal para más adelante. Me despedí de los elfos de la gran mansión Potter Black, aquella que junto con la Vladimir habían sido bastante amables en recogerme cuando de aquellas había sido una extraña y por entonces habían pasado muchos años. Sentía agradecimiento mutuo pero a pesar de descubrir que era hija de Deiwan de idas y venidas en el matriarcado de mansión primero y castillo después no había podido conseguir su titularidad hasta ahora. Sonreí malignamente al pensarlo. Me desaparecí del lugar y llegué a las puertas de la mole de piedra, después del puente que cruzaba el foso. Los elfos estaban avisados y habían preparado todo y tal cómo se les había indicado... El arcón no era una maleta muy grande en lo externo pero interiormente gracias a la magia, podía contener multitud de cosas. Todos los objetos, pociones, ropa, libros y demás que había acumulado durante todos éstos años a mi llegada a Ottery cómo así, a lo largo de mi vida inmortal.

    - ¡señorita! -exclamó uno de ellos. Levanté la mirada y Kindom bajo la cabeza a modo de saludo - los elfos y yo estamos encantados de volver a verla... se nos hacía raro servir a gente extraña.

    - Me alegro... - sonreí con delicadeza- bueno, ahí tenéis -señalé al baúl - llevadlos a mis aposentos, quiero descansar un poco antes de preparar una gran fiesta. En éstos días iré preparando las invitaciones, quiero que la despensa de la cocina esté repleta de comida y bebida, no os preocupéis por el dinero, dejaré una bolsa de galeones encima de la gran mesa que hay en el salón - asintieron con la cabeza y fui directamente a la primera torre de la izquierda tras cruzar las puertas de acceso al castillo, subir las escaleras y llegar a ese nivel. No había escogido esa de casualidad, no, era por seguridad y si éramos atacados al menos ver de dónde provenía el ataque. Pasé por el pequeño recibidor, subí las escaleras de caracol y tras llegar al segundo piso de la torre, abrí la puerta y suspiré al ver cómo por fin tenía una cama grande para mí sola. Preparé las cosas para darme un baño relajante, lo necesitaba. Los elfos que tenía de mi propiedad, también habían venido conmigo así que, mientras unos iban deshaciendo el gran arcón otros me ayudaban con el baño. En los exteriores se podía ver cómo poco a poco el invierno iba llegando. La mayoría de los árboles ya estaban sin hojas y la noche anterior ya había caído una gran helada. 

    • Love 1
  18. - ¡eh! - exclamé yo - ¿no hay un trago antes? -le dije con una sonrisa a la pelivioleta- lo digo porque para destrozar cosas al menos llevar algo caliente en el cuerpo - dije, para reírme después.

    Volví a levantarme y asomé la cabeza a través de una de la aberturas y grité:

    - ¡Qué alguien traiga una botella de whisky de fuego y vasos! - seguro que alguno de los elfos me miraría raro por pedir las cosas de esa manera. Pero esperaba que al menos cumpliesen con el encargo.

    Di un pequeño bote al escuchar al marido @ Matt Blackner de Sagitas. Pero lo último que me esperaba era que acompañase a los dos...

    - Yo, eh... no sé -solté sin saber qué decir, hasta que me recompuse tras un minuto de silencio, aclaré la garganta- no creo que sea buena idea señor Blackner, además no sé si tendría mucho sentido que yo vaya con ellos cuando estamos divorciados -lo último que necesitaba era que precisamente me viesen atacando diversas zonas- pero, podemos adonar las chimea de la Potter Black y el resto de la casa con luces además del árbol, creo que también le podría gustar de la misma manera y sin exponerse... -un momento de silencio - a peligros, todavía es pequeña y hay cosas que quizás no entienda...  

    Y ahora sí, miré a @ Sagitas Ericen Potter Blue  y esperaba que, con el gesto en mi cara entendiese que necesitaba un capote. Lo último que necesitábamos es que alguien más se enterara de lo que planeábamos hacer sin ser alguien dentro del bando. 

    Pero después de largo rato, @ Xell Vladimir Potter Black  habló y me alegré más todavía por el incómodo silencio que, por mi parte se había producido...

    - Tienes toda la razón Xell, siempre lo digo, planear las cosas bien o mejor no hacerlas. Medidas de seguridad sobre todo y más que nada comida... si la reunión se hace larga bien podemos cenar aquí o fuera, en los terrenos... ¿Qué haces? -pregunté mirando al ver cómo sacaba su varita... 

    - Baja eso mujer, no creo que vengan a atacarnos estando tres brujas y un fantasma -dije con una risilla.

    • jajaja 1
  19. - experimentar, sí... suena bien - le dije con una sonrisa a Darla- quizá no tanto con hechizos no soy tan buena, quizás con las artes oscuras... por si no lo sabes, fui profesora de pociones en la Universidad y aunque no sea botánica mágica, bueno, reconozco a la mayoría de las plantas...

    - interesante lo que me cuentas -sonreí con cierta nostalgia- uno de mis primeros trabajos fue la recepción de denuncias en el cuartel de aurores (creo que era así, ya ni me acuerdo darlis xD) y creo que... Sebas había sido uno de mis jefes más directos - comenté con un ligero susurro esperando que esa información no le molestara mucho- aunque da lo mismo de quién parte venga de la administración del Ministerio, siempre te encontrarás con enemigos -me encogí de hombros - además que, burros los hay por todas partes -bufé.

    - Sí, es como dices el vudú no deja de ser magia antigua y ancestral, formaría parte del conocimiento de maldiciones. Ten en cuenta que ésta vino de África de zonas remotas y el sólo control de una persona mediante ese tipo de conjuros es bastante peligroso. En Haití existen los famosos "zombies" que no son más que personas drogadas que obedecen las órdenes de sus amos, digamos después de morir y resucitarlos... Cómo control mental está genial, no lo dudo pero por lo demás, dudo de su eficacia, por eso buscaba más sobre esos temas. 

    - Sobre las reliquias, la verdad están guardadas a cal y canto... no suelo mostrarlas así a cualquiera así que... pero puedo hacer una excepción -le dije con una sonrisa...

    - Querida, la nigromancia no tiene efectos sobre los horrocruxes pero... -me callé. Mchas veces las personas hablaban más en silencio que diciendo otras cosas - te entiendo pero, piensa que un cuerpo revivido... no sería la misma persona, o al menos, no como la hemos recordado en vida - comenté con cierta lástima al pensar en lo que pretendía. Y era cierto, además de ser peligroso. Mucho más que una maldición asesina. La gente que practicaba la nigromancia se volvía menos humano... 

    - eh, sí... - asentí con la cabeza y una sombra oscura de mal genio asomó en mis ojos... - me lo pidió él - como si eso pudiese aliviar en cierta forma lo que había pasado- es cierto que no teníamos una relación tan... no sabría decirte, pero, creo que lo que sucedió en Italia... sería la gota que colmó el vaso y no le culpo. Las cosas del poder es algo que no son para compartir... Además que las guerras nunca traen nada bueno y mi hija Elentari, al ser la heredera en la línea de sucesión bueno... corría cierto riesgo si estaba a mi lado así que, se quedó con su padre todo el tiempo... por su seguridad- no podía evitar que, en mi mirada se mostrase al mismo tiempo, nostalgia, dolor por el tiempo perdido, ira. Todo en un conjunto que parecía que me hubiesen lanzado un hechizo confundus. 

    - Y a veces esos pergaminos o libros hay que buscarlos en lugares de contrabando, no sólo en el gremio de los ladrones pero ahí hay que tener cuidado... te pueden dar gato por liebre y pagar una inmensa fortuna por algo que quizás no valga tanto... sé de lo que hablas -asentí con la cabeza, fastidiada -no es la primera vez que alguien tiene un descuido - tosí para aclararme la garganta- y tiene que abandonar el negocio por reliquias o libros falsos...

    En cuánto el elfo nos había servido lo que habíamos pedido empecé a tomar el café. Tenía cierto regusto al alcohol algo que agradaba. Si no fuese que estaba en un lugar público bien podía estirar los pies encima de la mesa y recostarme en el sofá con una pequeña lámpara mágica y empezar a leer. Pero ya podría hacerlo en casa sin problemas. 

    - delicioso café - dije, saboreando la bebida- cuando quieras, puedes pasarte por el Dragón Verde... también ofrecemos buenas pintas, por si un día te apetece beber una buena cerveza -comenté con una sonrisa a la bruja. 

    @ Darla Potter Black

  20. Sonreí con ganas al ver cómo la jugadora parecía relamerse de gusto ante las nuevas propuestas, algo de lo que me agradaba enormemente. Si se producía el boca-oreja podrían venir más clientes... Se me había ocurrido algo.

    - señorita, si lo desea cuando quiera venir con su equipo, serán bien recibidos, los invitaremos a una taza de chocolate caliente cuando terminen de jugar a quidditch -comenté alegre y esperaba que la joven aceptase - además, por supuesto, podrán llevarse una caja cada uno de los dulces que más les gusten - asentí con la cabeza. ¿Sería una buena publicidad? Ya se vería.

    - Vaya descortesía por mi parte, mis disculpas, ni nombre es Heliké Rambaldi - y no pude evitar sonrojarme un poco. La verdad es que eso era un punto negativo pero tampoco era tan importante, era más el atraer gente. 

    Enseguida trajeron todo lo pedido y lo sirvieron con total esmero. Sonreí a una de las chicas cuando terminó y se retiró discretamente por si necesitábamos algo más. Sin más preámbulos me senté enfrente suyo, y esperaba que lo que había pedido le gustara.

    - La verdad, no puedo ofrecerle eso, ya que aquí soy residente. Sé que hay muchos locales en dónde ofrecen hospedaje, pero si le soy sincera soy algo nefasta para las recomendaciones, no sabría decirle cuál de los mejores podría acomodarse a sus gustos - comenté y le indiqué a una de las chicas que me trajera el té que estaba tomando en el despacho.

    Maldita sea, pensé para mí "deberías tener cuidado con lo que respondes" pensé para mí en esos instantes cuando Gia había mencionado las marcas tenebrosas...

    - Si le soy sincera, lo de las marcas de chocolate era para Halloween, para celebrarlo y eso como así la estatua de chocolate que habrá visto al entrar, y respecto a ésto - señalé el broche que tenía en la solapa- digamos que soy afin sus ideales - dije con una sonrisa - ¿paz relativa? Según se mire. Es cierto que hace tiempo que no hay ataques ni en mansiones ni en el callejón pero no se confíe, muchas veces las guerras se pueden hacer de manera diferente. Y más aún hoy día, desde que cierto... mago - me negaba a mencionar su nombre - ha levantado el estatuto del secreto. No niego que quizás estuviésemos demasiado tiempo escondidos pero las cosas hay que hacerlas despacio, no abruptamente, pero si quiere hablar de política, por mi no tengo problema -volví a sonreír - quiero decir que, la sociedad muggle no ve con buenos ojos las cosas que se hacen a lo bruto hay que ir preparando el terreno para las noticias importantes... Pero no sé porqué tengo la cierta intuición que quizás tengamos otra guerra - malo para los demás bueno para mí, para ciertos negocios que tenía entre manos- así que, yo que usted me resguardaría, por si acaso. 

    @ Darla Potter Black no me había dado cuenta Darlis, pero toda la razón del mundo JAJAJAJA 

    • Me gusta 1
  21. - Dioses... - maldije por lo bajo. Todo más que nada para volver a iniciar lo que había dejado a medias. Y siendo sinceros, los ofidios no eran mis animales preferidos. Aunque la relación de Slytherin, Voldemort y la Marca Tenebrosa lo dejaba bastante claro, y aunque mi casa de Hogwarts había sido otra completamente diferente, no me quedaba más remedio que volver a tomar esa habilidad. Pero siendo honestos también podía ser útil para transmitir mensajes aunque actuasen de un modo independiente serviría para tener más dominación sobre ellas... Bufaba y rebufaba mientras me estaba cambiando. 

    En la mansión Potter Black (que sería provisional, o eso esperaba) me había puesto una camiseta blanca, cazadora de cuero tejanos azules y las zapatillas de deporte del mismo color. Anudé el pelo en una cola de caballo alta, guardé muchas de mis pertenencias en mi morral de cuero y tomé la varita que descansaba encima de la mesita de noche. Salí a los jardines dando un salto a través de la terraza que tenía el cuarto y tras girar sobre mis talones, me aparecí cerca de los límites de la facultad en dónde los arcanos tenían la mayoría, sus residencias y daban clases.

    Enseguida me acordé del sitio en el que había estado desde la última vez y allá me dirigí. Parecía que tenía gente por los aromas que me llegaban, hasta incluso podía decir que, mi ex-marido también debía de estar aprendiendo esa habilidad. No lo pensé más pero a mitad de camino fui recibida por una serpiente cascabel. Ésta agitaba su cola y hacía sonar el extremo de la misma avisando del peligro que corría...

    - shh shh, eh, que soy amiga, buena gente - le comentaba yo, mientras me apartaba con cuidado para que no me hincara uno de sus colmillos, que fuese vampira, no quitaba que también padeciera del mortal veneno- vengo ver a Lawan - susurré yo. El animal pareció entenderme porque paró al instante y se desplazó por las arenas de ese improvisado oasis y la seguí hasta llegar al bungaló, desaparecio de mi vista, y mientras tanto esperaba apoyada en una palmera cerca de la entrada de la casa del hombre...

    - Mi señor, espero no importurnar con mi visita si está con más gente, aquí estaré esperando para cuando me diga -dije en voz alta, esperando no descentrar demasiado las clases del vampiro si éste se encontraba con más alumnos.

    off: digo lo mismo que en legeremancia: Cuando podáis, ¿vale? entiendo que Diciembre es una época complicada por las fiestas y sí o sí llegaré a la prueba, o eso espero xD o.ô

    • Gracias 1
  22. Desde la última vez que había estado cursando alguna habilidad había pasado mucho tiempo. Para más inri había tenido que irme apresuradamente de dos habilidades que estaba iniciando para atender otros asuntos, con lo cuál, no me había gustado para nada... Pero ahí estaba yo otra vez. Al menos en ésta ocasión sí tenía intención de terminar lo que había empezado y esperaba que, con buena nota. Aunque tampoco es que me considerase gran estudiante, era más habilidosa con las pociones y las artes oscuras que con cualquiera de las otras materias.

    Estaba en la mansión Potter Black detallando los últimos detalles antes de mi llegada a la facultad. Me sentía algo nerviosa, debía reconocerlo. Esperaba que, la arcana no me pusiera demasiadas pegas por mi larga ausencia. Tras darme un baño para relajar los nervios, secarme y poner mis ropas interiores no sabía qué ropa ponerme, tal y cómo estaba en esos momentos. ¿Ropa informal, o mágica? Al final me decidí por lo primero. Así iría mucho más cómoda y si tenía que hacer alguna misión al menos que no me moletasen ni la capa ni la túnica. Me puse una camiseta blanca, una cazadora de cuero y unos tejanos azules además de unas zapatillas de deporte del mismo color. Recogí el morral de cuero con muchas de mis pertenencias, la varita y las guardé en el bolsillo.

    Salí de la mansión hacia afuera de los terrenos de dónde pertenencían a la casa y me desaparecí, para abrir los ojos y llegar hasta los límites de la Universidad en dónde los arcanos enseñaban sus habilidades. Cómo ya conocía el lugar por otras experiencias fui directamente caminando deprisa y sin pausa hasta el lugar en dónde estaría Rosália o al menos eso esperaba, el invernadero parecía estar como de costumbre y cómo lo recordaba. Todo lleno de plantas exóticas y otras más comunes como la belladona, algo que me llamó la atención. La revisé durante un segundo y tras descansar durante un momento dije en voz alta.

    - Hola, ¿hay alguien? Espero no molestar mi señora - comenté en un tono temeroso y educado, tal y cómo hacían las viejas formas de modales de mi época. Sólo esperaba que no se molestase mucho.

    off. Cuando podáis, ¿vale? entiendo que Diciembre es una época complicada por las fiestas y sí o sí llegaré a la prueba, o eso espero xD o.ô

  23. Gracias por el puente Matt, me viene bien para no ir a las apuradas éste mes jajaja

    p.d.2: está mal que lo diga, pero me quedó bien ¿eh? jajaja pensé que iba a ser más dificil jeje 

    On:

    Tenía la mala costumbre de entrar como un elefante en una cacharrería sin pensar siquiera si mi tía estaba acompañada o no. Pero es que con el permiso de la enfermera, no se me había ocurrido que estuviese casi toda la familia Potter Black, incluído su hijo. Había escuchado las voces claro pero ni se me había ocurrido que estuviese él ahí. Me quedé por un segundo un poco en shock. Hacía muchísimos años que estábamos separados legalmente pero, otros tantos más, sin vernos. Sentí que empezaban a temblarme un poco las piernas y suspiré lentamente para calmarme. No cabía duda que, a pesar del tiempo nos llevábamos bien y Elentari lo llevaba mejor que nosotros dos. No había rencillas como tal sino un cariño mutuo por el tiempo compartido y des-compartido aunque al principio fuese duro. Cerré los ojos durante un momento y lo vi con una gran sonrisa.

    - ¡Matt! - lo veía con más arrugas, con más canas pero con la misma vitalidad de siempre. El pensar en tiempos pasados a veces hacía que me sonrojara ligeramente para después negar con la cabeza cuando me encontraba a solas en uno de mis tantos dormitorios.

    - ¿Qué tal, cómo estás? - al mirarlo a los ojos parecía que nuestra conexión no había caído con el tiempo, como si siempre fuese la misma, como si nuestras energías no cambiaran, al revés se fusionaran como antaño- te veo muy bien - confirmé con una sonrisa sincera. Tú hija quiere estudiar en la Universidad de Bolonia - elevé los ojos y suspirando otra vez, le solté sin darle a tiempo a reaccionar- que dice que es más prestigiosa que las demás... ésta niña - que no era tan niña todo había que decirlo, pero los que éramos padres siempre lo considerábamos así- en vez de ir a Beauxbatons, me quiere llevar la contraria he ir a cursar otro título a una universidad muggle... cari -me corté a mitad de palabra. Casi lo había dicho sin pensar, pero nos conocíamos tan bien, que parecía que aún estuviésemos casados - quiero decir, Matt -sonreí como una boba - a ver si la convences para que vaya a una escuela como los dioses mandan... Es la siguiente en la línea de sucesión y pretende llevarme la contraria, espero que, con el tiempo que esté contigo le hagas entrar en razón - dije un poco a la desesperada.

    Nuestra hija pasaba cuando no estaba estudiando parte del tiempo con su padre y otro tanto conmigo y aunque reconocía a regañadientes que le había echado mucho de menos en esos tiempos ya me había acostumbrado...

    Y me acordé de alguien más...

    - ¿Y Sean? -pregunté curiosa- me enteré de casualidad que también estaba aquí, debe de tener a Sagitas con la cabeza loca y a las enfermeras sacadas de quicio - y casi me contuve en lanzar una carcajada para no despertar a los demás abuelos, pero conociendo la fama de antaño del ex-marido de Perenela, me extrañaba que hubiese cambiado con los años. 

     

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