Hecate Engosvezhof

buaah, estoy subiendo negocios desde la última o casi página... seguiré vuestro rol! hago nueva entrada XD On: Quizás no fuese tiempo de ir de baños pero me gustaba el lugar. Ataviada con tejanos, zapatillas, camisetas y cazadora, para allá me fui y revisé tanto el morral de cuero, como la mochila que portaba, que no me faltase nada para pasar una tarde tranquila en una de las piscinas que poseía el parque y quizás si estuviese Matt también, pasar un rato en compañía agradable. En cuánto me aparecí en la entrada del negocio, sentí algo extraño. Me dio mala espina. No guardé la varita con la que hice uso para la aparición sino que, abrí con cuidado la puerta y accedí al interior. Ignoré el cartel de cerrado y me fijé en cómo en esos momentos no había nadie en él. Lógico, todavía no era temporada para ello... Noté unos aromas familiares e hice un mohín de disgusto. Ithilion y por supuesto, su madre, también estaban dentro. Pero sentía que había algo extraño y perturbador y hasta parecía que de algún elfo que había visto, estaba bastante nervioso. - ¿Qué es lo que está pasando? - murmuré, mirando el lugar y esperando no tener que encontrarme, con sorpresas. @ @@Matt Blackner

hago entrada nueva que me he perdido jajjaja On: Con las prisas de querer comprar, se me había olvidado de nuevo el dinero. Y eso que siempre los llevaba en el morral de cuero, que como era habitual, lo llevaba colgado al cuello. Había tenido que ir al banco Gringotts a sacar más monedas doradas. Tenía la "mala costumbre" de usar la varita para cambiar de ropa, pero en esa ocasión no había sido necesario, llevaba lo de siempre; tejanos, camiseta, cazadora y zapatillas de deporte, era lo más cómodo que tenía en mi armario y no desaprovechaba la ocasión de ponerlos. Abrí de nuevo la puerta, y mientras caminaba sonaban las moneditas con el típico blin, blin. Cuando entré, reconocí varios aromas y sobre todo el de mi tía Sagitas y de alguien más, aunque no sabía realmente a quién pertenecía. Justo había entrado detrás de Antoni, al que sonreí con alegría. - ¡Hola primo! ¿Tú también vienes por aquí a comprar? - dije sonriente - creo que es la mejor tienda para los que quieran proveerse de artícu.los antes de ir a Hogwarts. Aunque generalmente, compro objetos referentes a pociones. Son los mejores y te los recomiendo - le dije, guiñándole un ojo al primo @ - Y, a todo ésto... - recordé algo- ¿no tenías tú, por casualidad, un negocio aquí en el callejón? - le pregunté- porque si es así, puedo ir a hacerte una visita - comenté alegre. Siempre me gustaba ver, los nuevos negocios de mis familiares, así tendría más lugares al que visitar.

buah, hago nueva entrada xDD hace mucho que no me paso por aquí y bueno, así le damos vidilla a ésto xD On: Vestida con una camiseta, cazadora, vaqueros y zapatillas de deporte, así me había presentado en la puerta de 'Mega Ayudas'. Podía ir a una botica, pero siendo o eso creía, dueños de uno de mis familiares, bien podía venderme los ingredientes que necesitaba a un buen precio. Se me había acabado varias bolsitas de ingredientes básicos para pociones y sabía que o esperaba que ahí los encontrase. Me aparecí a varios metros de distancia del lugar y guardé la varita, mientras los rayos del sol, iluminaban mi anillo de animagia que llevaba en el dedo corazón de mi mano derecha. Suspiré cansada y revisé mi monedero para comprobar que llevaba los suficientes galeones para pagar y sobre todo, para comprobar que todos mis efectos personales, estaban aún ahí dentro. Llegué a la puerta y toqué tres veces para darles tiempo a recibirme. Lo último que quería era que me recibiesen con algún hechizo defensivo por entrar sin ton ni son, aunque estuviese abierto al público.

Apenas hice caso a la aparecida criatura pero sí a la prima Xell que sonreí gratamente, ya la veía en el ministerio claro, pero siempre era grato verla fuera de las oficinas aunque fuese en un negocio suyo. - Verás, venía a ver si tenías novedades en los libros y eso -le dije, encogiéndome de hombros - hace meses que no me paso por aquí y bueno, me gustaría comprar algo -comenté, con una sonrisa. Y en éstas se apareció Cye... - ¡Hola! Tanto tiempo Cye, ¿cómo estás? - saludé a la mujer con otra sonrisa amable- ¿has venido también a comprar? -pregunté inocentemente.

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo. Último posteo de finalización del "trabajo". Rol de "salida". Suspiré. No es que estuviese cansada ni mucho menos, pero me había dado un buen "tute" yendo de un lugar para otro intentando reparar lo que había sido destrozado. Estaba contenta con la gente que tenía a mi cargo y sobre todo que consideraba mis compañeros. Todos hacíamos una labor muy buena y eso denotaba en la eficia al arreglar todo en un día (?). Algo que me alegraba mucho. Me acerqué a las chicas que estaban intentando ver cómo funcionaba el cacharro ese del azúcar. Yo miraba divertida al ver cómo parecía que no sabían hacer un simple algodón... - Va, no será tan difícil... Terminé de decir con una risilla. - A mí me gusta más el azul, ¿esa cosa tiene? - pregunté. Luego escuché a Gabs y me sorprendió. - ¿Tienes mujer? Es decir, ¿estás casada con una mujer? -no debía de sorprenderme, a mi hermana le encantaban las mujeres y bueno, se me hacía raro aún hoy día, escucharlo. Aunque no podía evitar tener ciertas reticencias ante esas uniones. Luego escuché a Sagitas y alcé una ceja. - ¿No puedes por un día, dejar de ser una tacaña? No vamos a acabar con tus existencias - le dije, bufando y me dirigí a Gabs, de nuevo. - Perdona, no quiero parecer que me meto en tu vida, pero se me hace raro -me encogí de hombros. p.d.: es lo que piensa heli, no yo, lo aclaro, por si acaso jejeje

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo. Zona de Roulottes. Escuché a @@Matt Blackner en cuánto salí de la zona de cafetería. - ¡Bien! Voy a revisar la zona de los roulottes -le dije, levantando la mano - ¿alguien ha echado un vistazo a esa zona? - negué con la cabeza y sin esperar contestación de nadie, para allá me fui. No sabía si el ataque había llegado hasta esa zona, pero cualquier precaución era poca. En cuánto llegué vi que había algún que otro boquete y susurrando varios reparos lo arreglé enseguida. Asentí contenta y satisfecha... Ahora sólo esperaba que no hubiese más contratiempos y terminar con los servicios que había pedido tía Sagitas... Me dirigí hasta en dónde se hacía el azúcar, para tomar un respiro y dar por terminado, todo el trabajo. - Bueeno, ya está todo, me parece. ¿Vosotros habéis terminado de mirar el resto? -pregunté a los presentes mientras las chicas hacían su algodón de azúcar, aproveché también para servirme un poco. La verdad, es que ya necesitaba algo de energía extra (?).

Hacía muchísimo tiempo que no iba al negocio de mi prima y tenía muchas ganas de ver las nuevas novedades editoriales, además de esperar encontrármela a ella y charlar un rato sobre su viaje fuera de Londres. Enfundada con unos tejanos, zapatillas de deporte, camiseta y cazadora de cuero, me aparecí a unos tres metros calle abajo. Guardé mi arma mágica en cuánto hice aparición en el bolsillo trasero del pantalón. Mi anillo de animagia colocado en el dedo corazón, brillaba a la luz de los últimos rayos del sol de la tarde. Esperaba al menos, encontrarme con el negocio abierto... Los paseantes parecían que iban apurando sus últimas compras y revisé mi monedero de piel de moke, que llevaba al cuello comprobando que tenía los galeones suficientes para comprar lo que quería; libros de Artes Oscuras además de pociones. Vi que aún tenía el cartel de abierto y sonreí, abrí la puerta y accedí al interior... @ @@Reena Vladimir

Reía entre dientes al ver la escena. Mi prima Reena se había puesto firme y la echaba fuera de casa... Mi hipogrifo parecía que se había mantenido al margen, a pesar de que yo, usaba el anillo que lo controlaba. Guardé la varita y crucé los brazos mientras con mi pie, hacía el sonido del "tac tac" en el suelo. La mujer no se movía, había tensión en el ambiente y eso podía notarlo perfectamente. Me había fijado en cómo Fenrir parecía que estaba dispuesto al ataque igual que Mohitié. La amenaza estaba más que clara y sería bastante insensata si no cogía la puerta con su animal y se iba de casa. - pss pss - le susurré a Reena- tengo hambre prima, a ver si acabamos pronto con ésto, que ya es hora de cenar - dije con una sonrisa.

Veía el hipogrifo a través de los ventanales... Parecía que cabeceaba. Saqué el anillo de amistad con las bestias y lo coloqué en la mano en dónde tenía puesto el de la habilidad de animagia. La magia surtió efecto y pareció que el animal sentía el poder del aro. Con un movimiento de mi varita hice abrir la puerta... - Uno, no soy guardián de nadie ésta también es mi ca -sa - separé las palabras para que se entendiera le respondí a la bruja de mal modo. - Dos, Reena tiene razón, no son horas de llamar a nadie. Justo has interrumpido la cena y eso... no me parece bien - sonreí malignamente... El ruido de los cascos resonó dentro de la casona... - Vaya, mi hipogrifo - sonreí al animal, hice la reverencia oportuna y el animal me respondió de la misma manera, inclinando su gran cabeza y poniendo la pata delantera, más adelante. - Y tres... - bufé, mirando a la funcionaria de Seguridad del Ministerio- mejor te vas, o te vas - apreté fuerte la varita, tanto que mis nudillos se pusieron blancos a causa de la fuerza ejercida. El lobo de la mujer parecía que también se había puesto nervioso cómo así la quimera (esa era la sensación que tenía) ante la presencia del potente animal... Sonreí burlonamente mientras que, los demás, parecían estar callados para no meterse en líos (?)

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo. Cafetería: No le contesté a Xell pero para decirle que había captado su mensaje, alcé la mano y luego ahí iba reparando todo lo que veía. Un movimiento de varita por aquí, otro por allá y poco a poco la cafetería iba recuperando su estado normal, hasta el aparato mágico en dónde se hacían los cafés y dónde se sacaba la cerveza (?). En la barra también había varios huecos y usando el hechizo reparador enseguida estuvieron normales. Fui hasta los baños y había una buena rotura en dónde salía agua a borbotones. Bufé molesta. Hice un reparo a la cañería y limpié el suelo del agua que aún había por ahí... Mirando que no quedase nada por arreglar, una sonrisa maligna se puso en mi cara. Si las chicas iban a mirar lo del algodón de azúcar, bueno, yo no iba a ser menos, además que, técnicamente estábamos arreglando todas las instalaciones del Circo y además me apetecía. Fui detrás de la barra y arreglé todos los vasos, cogí uno y fui hasta la zona en dónde se hacían cañas. Me serví una buena cerveza fresca y saqué un cigarrillo, que lo encendí con la varita. Me lo tenía bien merecido después de "tanto trabajo".

lo siento, ayer me desconectaron el wifi y no pude responder T_T On: No me había dado tiempo siquiera a sentarme cuando noté que todos los objetos de la casa, habían desaparecido, ¡claro! era la autodefensa del hogar de Reena. Los niños empezaron a llorar al verse sin soporte en dónde sentarse. La matriarca enseguida empezó a dar órdenes. Me alivió mucho el sentir que no se había enfadado por lo que le dije... Aunque no pude evitar reírme... - ¿Más rango ministerial que yo? - lancé una sonora carcajada - no es más funcionaria que yo, por el simple hecho de que lleve la oficina de Seguridad. No es más que tú y que yo ahí dentro. Si aún fuera la ministra, aún lo entendería -negué con la cabeza, aún sonriente. - ¿Familia? ¿Acaso te consideras parte de la familia? - ahora mi gesto era una contrariedad- lo que me faltaba por oír -bufé sin poder evitarlo. - Me alegra saber que quieras saber de Xell, pero para empezar, debes de venir a unas horas decentes. No con exigencias por el saber del paradero de alguien. Para ser alguien que trabaja en la oficina de seguridad, muy poco sabes tú de los integrantes de la comunidad mágica - no pude evitar mofarme de ella. Ahora tocaba a Reena mover ficha. Sin saber cómo, pude escuchar el ruido de ciertos cascos que venía del exterior. Giré mi cabeza y vi, a través de los ventanales, el hipogrifo que había comprado en el magic Mall. Eso me dio una idea y no pude evitar lanzar una risilla.

Esperaba ansiosa... Parecía que había frío. O, ¿era frío de ambiente? - Por favor - susurré, pero antes de que dijese algo más, la puerta se abrió dando paso a la pelirroja. - ¡Reena! - exclamé y me abracé a ella, suponiendo que no se esperaba semejante alarde de... ¿amabilidad? por mi parte. Seguro que parte de la familia me consideraba un ogro o una borde de cuidado. Bueno, tenían razón (xD). Entré al interior y su elfina llegó con unas viandas. - ¡Qué rico! - dije con una sonrisa - gracias Taga - sonreí a la elfina, seguro que no se esperaba ese arranque por mi parte. Bueno, estaba contenta por el recibimiento de la matriarca. Básicamente, hacía muchísimos meses que no me pasaba por la Vladimir y no tenía ni idea de cómo me recibiría, sinceramente. Pero, visto lo visto, no podía evitar estar contenta... Estaba agusto, estaba en familia. - ¿Drama, porqué? ¿Qué ha pasado? - pregunté, susurrando a la mujer- y yo que venía a hablar un asuntillo... ejém - tosí- privado... Otros golpes llegaro por detrás de mi espalda. Di un pequeño bote. Ya me había dado la sensación de que alguien estaba detrás de mi espalda, pero decidí ignorarlo, eso dio a pie a confirmar mis sospechas. - ¿Quién será a éstas horas? Con tal de incordiar... Escuché su voz y me tensé... Saqué rápido la varita. - Si quieres bronca, vas a tenerla. Antes de venir a entrar a una casa a mirar nada, tienes que tener un documento que lo especifique como tal... Eso es invadir una propiedad privada. No pude evitarlo y le dije a la matriarca Vladimir en un susurro... - Lo siento prima, pero no pude evitarlo. Me ha salido la funcionaria que llevo dentro. Tu eres la matriarca aquí - me aparté hacia a un lado pero sin bajar la varita y poniendo el ceño fruncido.

off: gabs espero que no te moleste lo del rol, jiji es que heli es así, bastante más temperamental que yo xDD así que, espero que no te lo tomes a mal, yo soy más amable que ella jijiji xD Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo: Vi a través de la rendija de la carpa recién reparada, cómo se iban las chicas a esa zona, gracias a la brisa... ¿Dónde habría más desperfectos? Me pregunté... Podía ir a revisar la zona de los rediles, dónde estaban las criaturas, aunque no me extrañaría nada que estuviese ya por ahí... Salí al exterior y me alegré de que el tiempo estuviese estable. No me gustaría "trabajar" si hiciese tormenta de nieve o de otra cosa... Me dirigí a una zona y vi algo que me sorprendió ¡Una cafetería! Para allá me fui derecha. ¿Habría también destrozos? Cuando la gente quería guerra hacía el más daño posible con la varita... Vi varias manchas negruzcas y deducí que habían sido provocadas por el fuego maldito. Susurré varios "fregotegos" para dejar la fachada impoluta... Fui hasta el interior... También había escombros. Pero me sorprendió ver el tamaño. Me imaginaba que sería cosa de tía Sagitas que hiciese de un sitio pequeño en el exterior y que en el interior fuese enorme. Sonreí... Adoraba la magia y empecé a susurrar varios 'reparos' ya que había varias sillas rotas y demás cosas por arreglar.

Hacía mucho tiempo que no pisaba la mansión Vladimir cómo así lo mismo, mi propia casa, el castillo Rambaldi. Pero al menos había conseguido organizarme para visitar los dos lugares. Si llegase a ser humana, estaría agotada antes de decir basta. Me arreglé un poco pero no mucho. Lo suficiente para estar cómoda. Me había puesto una camiseta con el escudo de Gryffindor, además de unos tejanos gastados y unas botas de piel de dragón, que usaba siempre. Coloqué mi anillo de la habilidad en la mano derecha y recogí la varita de encima de la mesita de noche, además del monedero de piel de moke, en dónde tenía guardado muchos cachivaches, libros, anillos, y todo lo necesario. Me giré sobre mis talones y me aparecí detrás de las verjas. No sabía si Reena hubiese permitido mi aparición en la entrada, al estar tanto tiempo fuera. Pero quería evitar una despartición innecesaria. Recorrí el terreno sin prisas y con calma. Notaba diferentes aromas en el ambiente. El de Matt, la propia matriarca, mi tía Sagitas, y, ¿el de Xell? Eso hizo que alzase una ceja. ¿Por fin había vuelto al pueblo? Esperaba que sí, echaba de menos a esa rubia alocada. Además, noté un olor extraño, ¿era el de un bebé? No tenía ni idea... Llamé a la puerta con tres toques y esperé. No tenía ni idea de cómo me recibirían aparte quería hablar con la matriarca Vladimir para un asunto personal y más siendo de la oficina del Wizangamot, ya era hora de celebrar una maldita boda, que parecía realmente, maldita (xD)

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo: - ¡Gabs, no me toques las narices! - le solté enfadada (xD) y cabrada... - ¿Dejar mal el departamento? - alcé la vista y solté una carcajada - querida, cómo se nota que no nos conoces. Quédate un mes con nosotros y aprenderás a cómo se desarrollan las cosas por aquí - negaba con la cabeza. Bufé cansada y eso que no habíamos terminado con el dichoso trabajo... Me fijé que, a través de la rendija de la carpa las chicas se iban a la zona de los dulces... - ¡Luego no os quejéis de que engordáis quilos con los dulces! - y solté tremenda carcajada que pareció resonar dentro del lugar. Si es que, cuando tenía mala leche (?)...

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo: Menudo espectácu.lo estábamos ofreciendo y ni tan siquiera había animales dentro del circo. Yo, gritando desde dentro de la carpa, Xell intentando desde fuera apaciguándonos, en cambio Sagitas lanzando pullas. Bueno, así éramos, los nuevos seguro que se asustaban de ver tanta pelea o tanta amenaza pero bueno así éramos. Una si no se callaba la otra atacaba y tampoco se dejaba amilanar por muy bruja que fuese... No podía evitar reírme por lo bajo al escuchar a Xell al intentar poner calma. Pero entre tía Sagitas y yo, siempre habría roces. A veces, hasta parecía que lo buscábamos. Después de reparar las bancadas me dirigí hasta la zona de la entrada en dónde también parecía que había destrozos y parecía que, provocados por fuegos malditos. Bueno, fuese quien fuese se había empeñado en dejar sus señales en todo el lugar. Susurré varios reparos, para arreglar la casita en dónde se cobraban las entradas, además de también en dónde se vendían los dulces. Lo que tenía que hacer era tener cuidado con Sagitas, era capaz de soltarme un basilisco con tal de destrozarme. Pero yo también tenía mis armas. Mientras tenía una "oreja" puesta en la conversación esperaba escuchar algún animalito cerca... - ¡No digo barbaridades Xell! ¡Es la verdad! Deja de ser tan buena, por una vez en tu vida ¡c***! - no pude evitar soltar el exabrupto. No pretendía atacarla pero a veces me sacaba de quicio, sabía que si quería, Xell sacaría su potencial de bruja mucho más de lo que ella se pudiese imaginar.

Departamento de Accidentes, reparaciones, en el Circo: La prima Xell, como siempre ella, mediadora... - ¡Hay prima! - exclamé contenta de verla - cuánto me alegro de que hayas vuelto, de verdad - asentí con la cabeza, con una gran sonrisa- siempre dispuesta a mediar entre nosotras a pesar de todo... Echaba de menos eso, la verdad... - Primis, la tía saca la bilis estando o no enfadada... no la excuses - negué con la cabeza con una sonrisa. Vi que hacía el encantamiento reparador... - Excelente, veo que no has perdido tu toque - le dije, con una sonrisa cariñosa... - ¿Pasar factura? - sin poder evitarlo, estallé a carcajadas- vamos mujer, no somos vulgares muggles, somos brujas y con varita. Eso es insignificante. No cobramos, por mucho que alguien - enfaticé la palabra sin mencionar a nadie - lo haga. Además ella también es accidentosa, no creo que sea capaz de hacer eso. Sería como tirar la piedra a su tejado - dije, encogiéndome de hombros... - ¿Por dónde demonios hay más destrozos? - miré a mi alrededor - bueno, iré al interior de la carpa, que seguro que hay taburetes o cosas así por el estilo que reparar... Con una sonrisa y con la varita en alto me adentré al interior... - ¡De santa nada Xell! - le grité desde el interior - ni te imaginas lo que puede hacer la magia, así que, espero que nadie me provoque, o puedo lanzar tal maldición de fuego maldito que puedo destruir ésta carpa en un periquete - no pude evitarlo y había lanzado esa amaneza... Susurré varios reparos arreglando las bancadas que estaban completamente destrozadas.

En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner @ - Faltará si nos andan interrumpiendo cada dos por tres la maldita caminata - protesté por lo bajo. Vale sí, quizá un poco borde, pero ya estaba cansada y era hora de continuar... - Y sí, estrambóticos, como un basilisco - sin poder evitarlo estallé a carcajadas. Había presentado a mi prima al resto de accidentosas, siempre se me olvidaba la fuerza que podía tener... - Huy, ésto, lo siento, sabes que siempre se me olvida jiji - puse la mano delante de la boca, porque sabía que, cómo tuviese un ataque de risa, no pararía. - No Xell, bueno supongo ya ni sé -bufé cansada... - ¡¡NOS MOVEMOS Y DEJAMOS DE TANTA CHARLA PARA DESPUÉS O QUÉ!! - grité ahora- nos van a salir canas de tanto esperar, maldita sea... - Mira prima, esas cosas se las preguntas a ella, yo juro que no tuve nada que ver con su cese - me encogí de hombros... Las chicas no se movían pero ahora era yo la que me desplazaba con rapidez para llegar. - ¡Deja de ladrar por la virgen! -sí, era mi delicada voz protestando hacia Sagitas- si tanta prisa tienes, repara tú misma. No tenemos la culpa si nos andan enredando por el camino, ¿entendido? Sí lo sé muy borde cuando me enfada, muy borde. - Las muchachas están más que especializadas en hacer un reparo en condiciones que para eso han salido de la Universidad. Aunque a algunas brujas hayan que romperles la varita por eso de que actúan más como muggles. Quizás hasta incluso sean más útiles en ese lado... Tanto protestar ni tanto protestar - me sacaba de quicio que se pusiera a dar órdenes. No podía evitarlo, me salía toda la mala leche acumulada del día y así estallaba, a grito pelado. - Ten cuidado tú, que no les enseñe maldiciones a espaldas de dirección... Fui profesora de Artes Oscuras. Así que mejor, no me toques las narices, que conozco mucho del tema - alcé una ceja, de aviso - ahora sólo espero que nos dejes trabajar en paz... ¿entendido? Vete a mirar a tus bichos a ver si no se te han escapado... huy... huy... se va a liar, continuará... xDDD

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner @ Un aroma bastante familiar había llegado a mis fosas nasales, había hablado distraídamente con las chicas, hasta que sentí una especie de energía conocida... Era algo que había aprendido gracias a mi hermana Annabelle. Me giré y la vi. - ¡Xeeeeeell! - grité de alegría y volviéndome sobre mis pasos me abalancé sobre ella, sí, soy un poco bruta a veces y casi la tiro al suelo- oh, disculpa - la abracé con fuerza - ¿Qué taal? - pregunté al verla tan bien... - Que sepas, que no me gusta nada esos viajecitos que te haces... - negué con la cabeza. - Bueno nuevo para ellas - le indiqué con la cabeza- ven, que te las presento. - Éstas son tus compañeras Luisitha y Gabrielle que le gusta que le llamen Gabs - asentí sonriente - íbamos de camino al circo. Hay que mirar que los animales no fuesen perjudicados por el supuesto ataque mortífago - hice un gesto burlón... La cogí de la mano y la guié junto con Matt y las chicas para que fuésemos todos a reparar el dichoso circo... - Parece que está lejos - aún escuchaba a mi tía meterse conmigo pero simplemente la dejé pasar, básicamente porque quería trabajar con calma y tranquilidad.

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner - Jejejeje - reí por lo bajo al escuchar el comentario de mi compañera - no te preocupes. Yo en mi caso no suelo echar broncas, a no ser claro, que sea por algo grave - reía y negaba a la vez con la cabeza. - Por supuesto, todo es una primera vez... Me quedé callada un momento y cómo no quería ser demasiado mala... - Bueno, os aviso de que no son animales corrientes. Es decir; leones, jirafas o cosas así, no. Aquí mi querida tía es fanática de los bichos más estrambólicos que se puedan encontrar en el mundo mágico. No sé cómo le han permitido tener esos animalitos, pero bueno... El ministerio sabrá... Me encogí de hombros y le indiqué con la mano que me siguieran. Caminé y noté cómo poco a poco la luz del día iba bajando, susurré un 'lumus' para que nos alumbrara el camino. Estábamos bordeando el lago, en dirección a ese centro de ocio que poseía mi tía. Sí, el parque era bastante tranquilo, pero tampoco podía confiarme demasiado. Si hasta había una fantasma y un guardián que lo protegía pero no podía confiarme. ¿Hasta a dónde habían ido los destrozos de los supuestos mortífagos, que había dicho mi tía? Seguramente no hubiesen pasado de allí. - ¿No lo oléis? - aspiré el aire y noté un poco de tufillo - parece que huele a quemado. Tened los ojos y las varitas atentas chicas. No vaya a ser que el basilisco ande suelto. No tengo tanto poder como para controlar a semejante serpiente. Espero que el enano gruñón lo haya atado bien fuerte...

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner Había escuchado las palabras de mis compañeras - Bueno, ya veremos si realmente fueron mortífagos. Generalmente, dejan sus huellas más específicas -me encogí de hombros - pero supongo que no son más que vándalos, cómo tú comentas Gabrielle. - Los hay que usan magia oscura tan sólo para divertirse o atormentar a los más... - hice una mueca burlona - débiles. Tan sólo hay que pensar en el poder, no hay ni bien, ni mal - era una de mis frases favoritas- sólo el poder y sólo aquellos incapaces de ir más allá - no pude evitar reír malignamente, recordando aquellos tiempos en cuándo estaba en la Marca Tenebrosa. Sinceramente, lo echaba de menos, era cierto que no recordaba a ninguno de mis compañeros. Cuando lo intentaba, una densa neblina hacía que, tanto como sus cuerpos y sus rostros quedasen ocultos tras ella. - Por supuesto Gabs. Espero que no te moleste que te nombre así- le dije con una sonrisa a la chica - venimos para ayudar y para eso estamos, así que, ale hop! ¡andando! A pesar de que ambos negocios estén unidos, aún falta un trecho que recorrer para llegar realmente al Circo. Sólo espero que no nos encontremos con sorpresas en el camino... Ya sabéis, en el Parque de las Lamentaciones, puede haber todo tipo de sorpresas... - Vamos Luisitha. No quiero que nadie se quede rezagado por el camino, intuyo que vosotras, ¿no entrásteis nunca al Circo, verdad? Lo digo, porque éste no es el lugar - aclaré- hay que caminar algo, si venís - me agarré del brazo del pelirrojo y le di un beso en la mejilla. Conociéndolo, seguro que se pondría tan rojo como su pelo- vamos cariño...

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png Reparaciones, localización parque de las lamentaciones (en el próximo post, nos ponemos en el circo) Perorata de Sagitas tal y cómo me lo esperaba. Su genio salía a relucir tan rápido como el mío. Sonreí maliciosamente mientras negaba con la cabeza, un par de chicas accidentosas también habían venido al encuentro "reparatorio". - No hace falta que me ladres Sagitas. ¿Mortífagos, dices? -abrí mucho los ojos- me sorprende que me digas eso, sinceramente... ¿No serían los otros? - Quizá fuesen vándalos, que yo sepa, no dejaron la marca tenebrosa en el cielo. Así que, hasta que no vea pruebas evidentes... Déjame que dude de esas acciones que dices tú que han actuado aquí... - ¿vuelves a accidentes? - sentía que palidecía... Menudo horror (?) el tener que aguantarla otra vez, pero bueno, ahora digamos que la "paz" se había acabado en las oficinas accidentosas. No pretendía obviar a las chicas pero me sorprendió... Básicamente... - Bueno mis señoras, vamos a reparar, no vaya a ser que Sagitas nos diga que sólo estamos de cháchara sin usar la varita, más que para lanzar fuegos artificiales... - ¿Vamos, Matt? - le dije a mi pareja, que parecía que se había quedado mudo... @@Gabrielle Delacour @@Luisitha Black M. @@Matt Blackner

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png Reparaciones Parque de las Lamentaciones: - ¿Has avisado al resto de los chicos? - le pregunté a Matt con una sonrisa. - Lo digo porque no vaya a ser que se aparezcan aquí sin motivo y tengan que caminar hasta el Circo. Creo que fue ahí en dónde hubo el ataque, ¿no? - pregunté a Sagitas y también a Matt. Mi tía parecía aún molesta por reírme de ella. Negué con la cabeza. - Bueno, si nos dejamos de tonterías absurdas, es mejor ponerse en camino. Lo digo porque, las criaturas quizá sufriesen daños y necesitarán cuidados aunque yo, no tengo ni idea de eso - me encogí de hombros- lo mío es más bien reparar, no cuidar de los animales...

Me crucé de brazos al ver cómo la mujer que se hacía llamar mi tía, me ignoraba escandalosamente al hablarle a Antoni y a la chica que la acompañaba. Enarqué una ceja. Si pensaba que se iba a ir así de rositas... Iba lista, le tendría preparada un par de sorpresas. Reí a carcajadas ante la palabra 'cianuro'... - Bueno bueno, no te hagas mala sangre. Sólo ten cuidado de que no vierta ese liquidillo por la mañana en tu zumo de desayuno matutino - sonrisa traviesa. - No me amenaces, porque no sabes de lo que soy capaz - seguía con la misma sonrisa sin cambiarla un ápice. - Para mí un café, para tocar las narices - dije, manteniendo en mi rostro la sonrisa maliciosa.

Horas más tarde... (hago entrada de nuevo jejeje) Rogaba y esperaba que mi tía no se encontrara en el local, pero conociéndola y además siendo que había sido uno de los suyos, no me extrañaba para nada que aún se encontrara ahí dentro. Aún llevaba lo puesto, tejanos, botas de piel de dragón, camiseta y también una cazadora de cuero. Llevaba en el cuello el monedero de piel de moke con los galeones necesarios para pagar los ingredientes. La verdad y sea dicha aún necesitaba cuernos de Erumpent y también Agua del Río Lethe. Se me había acabado y era fundamental en muchas pociones de las que yo, realizaba diariamente... Me aparecí cerca del negocio a unos tres metros de distancia. Para evitar problemas de despartición aunque no estaba segura de si, realmente lo tuviese. Suspiré, toqué la puerta y abrí para que me vieran. - ¡Buenas! -saludé de nuevo- tenía cosas que hacer en casa y... - sí, finalmente estaba Sagitas, hice un mohín de disgusto, pero cómo no quería broncas. - Em, ¿estáis ocupados? Lo digo, porque necesito algunas cosillas - dije con una sonrisa amable, falsa, pero amable al final cabo xD.