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Hecate Engosvezhof

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Todo lo publicado por Hecate Engosvezhof

  1. Usando la Animagia ~Buitre No había empezado a casi a comer cuando por el "rabillo" del ojo, el buitre vio algo blanquecino. Al principio no le dio mayor importancia y empezó a arrancar la cabeza al felino cazado. Pero lo que en un principio parecía la luz de la luna, fue adquiriendo una forma conocida para la bruja que se escondía en forma animal. Un lobo azulado parecía que caminaba con sus fuertes patas la hojarasca que empezaba a caer ya, en septiembre. Apenas hacía ruído y el buitre lo miró penetrante y expectante a lo que sucedía. Podían ser dos cosas, o ayuda, o búsqueda... No recordaba si habían quedado pero, antes de que se diluyera el patronus, si fuese vampiro en ese instante suspiraría. Y eso que no había terminado de "comer"... Sin deshacerse de la presa que tenía en el suelo casi descabezada, con una pata la cogió con fuerza dio un par de saltitos y alzó sus fuertes y grandes alas marrones con tonos ocres. Agitó un poco más sus extremidades y alzó el vuelo. Sólo él le había enseñado una ubicación, un refugio seguro para estar los dos solos. Agitó la cabeza y sintiendo una rara y caliente bolsa de aire se metió en él y casi hasta planeó al ver la casita cerca del lago. Bajó planeando, disfrutando mucho más que haciéndolo que en escoba. No se veía luz alguna, pero tenía cierta intuición de que él podía estar ahí dentro. Bajó con cuidado. Se acercó hasta una pequeña mesa que había en el porche. Vio una cabellera roja paseándose por el interior de la misma, cómo si estuviese nervioso. O eso le pareció a la bruja al verlo con sus ojos. Con cierta agilidad dejó el animal encima de la mesa, se acercó hasta la repisa de la ventana e intentando no caerse, dio con el pico en el cristal, para llamar su atención "tac, tac, tac". Hasta pensó en rompero la ventana pero tampoco tenía ganas de que le riñeran... En esas estaba pensando cuando resbaló, seguramente por la sangre de una de sus patas y con fuerte estruendo al agitar sus alas, dio de lleno con el pico en el suelo...
  2. Eyra Weasley Había esperado unos minutos pero sentía que algo no iba bien. Sabía que la llamada era la de siempre. Pero intuía que quizás hubiese interrumpido algo. Roto alguna magia del parque. Titilaron las velas que estaban encendidas. Mal presagio. Lo sabía antes de continuar. Cerró la llamada con cuatro palabras en arameo y en latín. Confirmaba la órden de cierre que había dado antes. No sabía si era de la propia neblina que creaba el lago o es que alguien más estaba a esas horas, practicando otro tipo de magia. Sintió cierto cosquilleo en la boca del estómago a causa de los nervios. De su morral de cuero, sacó una capa más gruesa. Por la parte posterior de la misma era completamente de pelo, por interior llevaba lana. Estaba fabricada por uno mejores tejedores de los países nórdicos. Apagó las velas y el humo a cera se instaló en el ambiente. No sabía porqué, pero hasta los árboles parecía que se movían más rápido que de costumbre, a causa de la brisa, o, ¿sería sugestión a causa de su magia? No tenía ni idea. Guardó las velas y el mortero de cobre, además de las pociones. Sacó una especie de caja oscura, con un cuenco autorellenable y con algo más de comida; todo tipo de embutidos cómo: jamón, queso en loncha, foigras... fue mordisqueando un poco de todo aunque sin ganas, pero sabía que podía hacerlo si quería reunir energías. Aunque el hígado de pato no es lo que más le gustara (por el sufrimiento del animal) le reportaba un montón de fuerza. El sonido de una campana resonó a lo lejos y elle se sobresaltó un poco. Suspiró. No tenía ni la edad ni el cuerpo en esos momentos para sobresaltos. Aunque generalmente solía pensar en el pasado, también lo hacía con el presente. Sabía que una de sus nietas se había casado con el hijo de una gran sacerdotisa y sonrió de lado. Ojalá aprendiera de ella, pero sabiendo cómo era, una terca y una orgullosa, no dejaría su brazo a torcer. Y aún así, su nieta le recordaba mucho a su hija, esa que quiso llamar esa noche. Tenían el mismo carácter y ella sonrió, negando con la cabeza... La orilla del lago estaba cercana y eso permitió que el vaso autorellenable lo hiciera sólo. Tomó el cuenco con ambas manos y bebió un sorbo. Estaba fría pero no le importó, estaba fresca que era lo más importante para calmar su alma. Estaba nerviosa y no sabía porqué. Quizás había alguien más ahí, el parque era enorme y no tenía las piernas tan bien para hacer una larga caminata y averigüarlo por sí misma. Pensó en usar la animagia. En su familia casi todos podían hacerlo y sonrió orgullosa el saber que su nieta había adquirido el don de hacerlo en buitre. Pero sabía que gastaría un montón de energía que ella no estaba dispuesta a perder... ¿Qué era lo que estaba pasando en ese lugar? ¿Su magia había interferido en aquella que había sentido dentro de su ser? La que había hecho era una llamada amorosa pero sabía que en el otro lado había almas que querían acceder al mundo de los vivos cómo fuese. Guardó también la campana que sonó débilmente, al meterla dentro del morral. No sabía si hacer un fuego, la temperatura había bajado bastante y esperaba que la capa fuese lo suficiente para guardar el calor. Le pareció ver, a lo lejos que en el parador había gente, pero tampoco podía confirmarlo, estaría un poco en soledad y si se encontraba con la sacerdotisa Sagitas, le preguntaría, aunque por las horas, quizá estuviese en casa durmiendo, ¿no?
  3. *Me he perdido con la descripción de la casa, sorry, soy así de torpe, espero no romper vuestros roles, he leído pero si se me pasan cosas por alto, no es por mal .-.* On: Usando la Animagia ~Buitre Un animal particular estaba colocado en una de las ramas de un árbol bastante antigüo del bosque de Ottery (?) observando alguna presa. El tiempo pasaba lentamente y en el horizonte podía notar cómo el sol, poco a poco se iba adentrando en las lomas de las montañas. Le pareció escuchar en cierta forma el sonido particular de unas campanadas que daban la hora de una iglesia lejana y que, en el lugar en dónde se encontraba, llegaba con bastante claridad. Pero al animal no le dio mayor importancia, movió la cabeza en un acto reflejo, cómo lo haría un buitre. Los últimos rayos solares traspasaron la copa de los árboles y reflejaron el tono de sus plumas, de color marrón oscuro y ocre. El bosque, a pesar de que por el día también era activo ahora, oscureciendo podía sentir como los animales eran a cada momento, más activos. Esperaba poder encontrar un corzo, o un felino para alimentarse. Estaba ahí después de tantos días de no alimentarse. Lo que casi nadie sabía era que, tras esa apariencia animal, se encontraba en su interior, una bruja. Eso le había dado la habilidad de poder cazar sin interrupciones ni ser sorprendida por alguna persona que pasara por esas horas. Con su oído agudizado había podido escuchar alguna conversación de que, era raro que hubiese esa especie de aves en Ottery y la bruja, sonrió para sus adentros. El crujir de las pequeñas ramas en el suelo había pasado desapercibido para el resto de seres pero para ella no. Pudo divisar sin problemas a un gato montés y moviendo sus patas alzó el vuelo con sus enormes alas y cómo una lechuza planeó hasta capturar al animal con sus fuertes garras. Pensaba en todo lo que había pasado mientras asía con agilidad al felino capturado. El gato se revolvió y maulló furioso, cuando vio una pequeña loma dio con fuerza con sus patas y se escuchó un crujido. Le había rompido el cuello y ella se dispuso a triturarlo con su fuerte pico, mientras su mente intentaba no evocar imágenes del ataque a la mansión Potter. En esos instantes no pudo evitar acordarse de @@Matt Blackner y al menos, esperaba poder comer tranquila antes de volver a transformarse en vampira nuevamente y volver a casa.
  4. Galicia ~Serra dos Ancares ~Viaje casa de los Black Después de echar un vistazo a la casa, comprobé que todo estaba perfectamente, algo de lo que me alegraba. Los elfos habían hecho un gran trabajo y por muy raro que pareciera por mi parte, les había dado una buena propina. Era la vieja casa familiar y la verdad que, la primera vez que llegamos, estaba echa una pena y todo, por el desuso y el paso del tiempo. Comprobé que la biblioteca tenía los mismos volúmenes; mi habitación estaba decente (que ahora compartiría con Matt y que un tiempo pasado la había compartido con mi hermana) la de mis padres y la de mi abuela materna. Todo restaurado y con mantas y sábanas nuevas y todos los utensilios necesarios para pasar una larga temporada. El gran salón tenía una chimenea con el escudo familiar, situado encima y grabado en piedra. Era casi igual al de la familia de Londres, pero con algunas ligeras variaciones. Varios troncos dispuestos, casi se encendieron al tiempo que pasé por su lado. La propia mansión me reconocía como dueña y se activaba automáticamente. El aroma de la comida, provenía de la gran cocina y por suerte los elfos se estaban afanando por preparar una buena comida. Miré hacia el gran ventanal y vi a Matt hacer todos los encantamientos protectores necesarios y sonreí al verlo. Me fijé que una pequeña mota oscura subía y bajaba. Fruncí el ceño y salí al exterior. Matt alzaba el brazo para que su halcón le entregara una carta. Me acerqué a él por detrás, y dándole un beso cariñoso en el cuello, me dispuse a leer con él lo que contenía. Sentí que palidecía a cada palabra... - Cariño, ¿qué pasará ahora? - esperé su respuesta. Aunque estaba segura de que, en ningún registro oficial esa casa estaba a mi nombre, propiamente dicha no me extrañaría nada que buscarían la manera de encontrarnos. No pensaba huír sin hacerles frente, al menos, eso es lo que haría un buen mortífago. Yo lo era y me sentía orgullosa. Esperaba que el gobierno mágico español, no nos pusiera muchos problemas por usar magia no legal...
  5. Buitre El animal sobrevolaba un cielo despejado. Era lo más raro que pasaba desde hacía muchísimo tiempo. El buitre tan raro para aquellas latitudes, surcaba el paisaje aprovechando las bolsas de aire caliente para hacer el menor movimiento posible con las alas. La transformación había sido un éxito, gracias al anillo de la habilidad y sólo se caracterizaba por otros cómo ella, por los tonos ocres y rojizos de sus plumas. Una rareza en su especie. Intentaba pasar desapercibida por los pueblos pequeños hasta que, por fin, había conseguido llegar a su destino sin el menor esfuerzo. Bajó con un suave aleteo y cerca de un metro y medio se apareció una mujer morena y alta, con el pelo ondulado, vestida con un chandal oscuro y con unas zapatillas de deporte, del mismo color. Las demás personas apenas se percataban de la súbita aparición ya que, el lugar era frecuentado por magos... Un sonido particular brotaba de sus bolsillos; dentro del morral de cuero, llevaba un saquito de galeones, para pagar algunas adquisiciones que tenía pensado comprar. No sabía si había llegado demasiado temprano o si el local estuviese abierto... pero debía hacerlo, la temporada escolar, ya había empezado... Heliké... Oteé con mis ojos el interior y parecía que estaba desierto. No había clientes y eso en parte me gustaba. Odiaba hacer cola aunque el sitio perteneciera a mi marido... Suspiré cansada. Restregué mis ojos, parecía que, después de la transformación me quedaban algunos restos de mi forma animal. Tendría que mejorar mucho más para evitar esas moletias... El cielo azul aún brillaba así que, con paso decidido abrí la puerta, esperándome a encontrarme a Matt en su interior... - ¿Hola? - el tono de voz, no fue ni muy alto ni tampoco muy bajo, aunque pareciera entrar en una librería en la que, el simple susurro, molestase a las cosas que hubiese en ese lugar. @@Matt Blackner
  6. Eyra Weasley off: espero no interrumpir con éste pequeño rol, la trama que estáis llevando Esa noche decidió ir visitar el parque de las Lamentaciones. Le gustaba. Era uno de sus refugios preferidos a la hora de hacer meditación espiritual y lo necesitaba. La llenaban de energía cada vez que hacía uno de esos procesos "mágicos" cómo ella lo llamaba. A pesar de estar en un lugar que no le impedían hacerlo, el parque era lo más natural que había cerca y eso le permitía estar en contacto con la plena naturaleza que ahí había. La llenaban de una paz y calma y era mejor que los altos muros en dónde se refugiaba cada vez que necesitaba protección... Faltaba poco tiempo para la noche de halloween y a pesar de que, sabía que no correría peligro de hacer lo que tenía pensado, quería hacer una consulta a alguien especial para ella. Esa noche, la luna brillaba en lo alto, las estrellas la acompañaban y el clima no podía ser mejor. Apenas llevaba encima una capa de seda, de color verde, la túnica que portaba, era de color blanco perla, un color característico de su congregación. En su pequeño morral de cuero, atado a la cintura, portaba todo lo que necesitaba y en su diestra, llevaba su varita de serbal. Le daba una protección máxima y que, esperaba no tener que usar, tan sólo para lo necesario. Cuando accedió al parque, el ruído de la verja metálica y el crujir de los goznes hicieron que algunos animales de cuatro patas, se marcharan asustados, pero a ella no le dio importancia. Hasta le dio la sensación de que, la figura del dragón metálico le daba la bienvenida moviendo sus párpados, aunque quizás, fuesen imaginaciones suyas o el movimiento de los árboles, por encima de la puerta. Encontró uno de los caminos que había usado la vez anterior. Fue a paso lento, pisando con cuidado de no resbalar, por sus sandalias romanas atadas a sus piernas. A pesar de la intempestiva hora, no se encontró a nadie por el camino, ni siquiera al guarda que sabía que protegía el lugar. Fue caminando despacio, hasta toparse con un poco de hierba baja y que daba en dirección al río y un poco más cerca del hermoso parador de mármol. Fue sacando sus cosas; una pequeña manta de cuadros, cuatro velas blancas, un mortero de cobre y cuatro pociones simples que eran inócuas para las bestias que por allí rondaban. Sacó una pequeña campana que producía un suave sonido al menor movimiento y, empezó a colocarlo todo con sumo cuidado... Tras rezar varias letanías en lenguas muertas, esperó a que su proceso de trabajo hubiese concluído. Roció el lugar con un poco de ron blanco y encendió un puro habano para que el ambiente fuese más amable para su "llamada" particular. Esperaba no molestar a nadie con ese pequeño trabajo espiritual, no se sentía con fuerzas para batallar con nadie y mucho menos, con demonios cabreados. Ella sólo usaba magia blanca y muy en contadas ocasiones como aquella, podía permitirse "hablar" de forma personal y sin interrupciones con alguien muy querido para ella.
  7. Luna de miel ~post boda~ viaje hasta un lugar determinado de Galicia... Había esperado a que Matt terminase de hacer su maleta en la Potter Black. Había quedado con él en el parque acuático para desaparecernos en ese lugar. El día había despertado neblinoso y aún así, parecía que había gente dentro. Es cierto que aún estábamos en verano, pero ya se sabe que en Londres, el tiempo solía ser bastante cambiante. Me aparecí delante del negocio a un par de metros. Llevaba una pequeña mochila con un encantamiento extensor, en dónde había puesto todo lo necesario para nuestro viaje. Yo iba vestida con un viejo chandal un poco raído, pero ya habría tiempo para cambiarnos, además de las zapatillas de deporte, que me eran bastante cómodas. En cuánto mi marido se apareció en el negocio, tras un beso rápido, lo tomé del brazo y nos desaparecimos del lugar... Para cuándo abrimos los ojos, la pequeña mansión familiar estaba delante de nuestra vista. Todo estaba bien cuidado gracias a los elfos domésticos, de la vieja fuente que estaba enfrente a la entrada, por fin brotaba agua, la fachada había sido limpiada del musgo y de la humedad que poseía. Todo el jardín de la zona estaba completamente cuidado y lo que habíamos reparado en otra ocasión seguía manteniendo el mismo aspecto... - Cariño, si quieres dar una vuelta por el pueblo, habrá que avisar a los elfos que vayan preparando la comida, ¿vale? y por supuesto, hacer encantamientos protectores, no quiero que los críos estén revoloteando por aquí cómo si fuese ésto una mansión vieja y destruída... Y me fui caminando hasta el portón principal, pisando el camino de piedra que había sido limpiado de la hojarasca que se había ido acumulando con el paso del tiempo... Ahora, parecía otra cosa... @@Matt Blackner
  8. Último día en la habitación Potter Black, antes del viaje de novios: Suspiré. Necesitaba darme un baño. Seguramente Matt tardaría lo menos posible, pero antes de partir necesitaba relajarme y templar los nervios, esos que, habían aparecido durante la mañana y que se intensificaron durante la batalla. Sería la adrenalina o lo que fuera, pero al final, me había dejado completamente agotada. Lo que me hacía raro, es que llegase a mi antiguo cuarto (de soltera) y más aún dirigirme al cuarto de baño, para refrescarme un poco... Había escuchado un ruido de ¿cristales? cerca de la habitación de la matriarca. No hice caso. Seguro que estaba completamente rabiosa por la boda, a pesar de que me hubiese dado la "paz" en los jardines. Aún llevaba el vestido de novia encima y quería sacármelo cuánto antes. Por regla general, me gustaba estar cómoda, pero, ¡qué c***, era mi boda! Vi el anillo y sonreí dichosa. Llamé a Galadriel. Esperé unos minutos para que se fuera llenando la bañera con agua caliente. Salí otra vez. - ¿Galadriel? - dije en voz alta. ¿Qué narices le pasaba a la elfina? Se me hacía raro que no viniera en el primer llamado, había sido intenso, potente. Farfullé molesta - ¡Vesta! -la elfa se apareció con una sonrisa y agachando su cabeza- ¿sabes dónde se encuentra Galadriel? -ésta negó con la cabeza- va, da igual... ¿tú estás bien? -asintió con la cabeza- bien, quiero que me vayas preparando la maleta, hazme el favor y vigila a Galadriel... Por cierto, no te felicité por el uso del fuego, ¡genial! Lo que no sabía era que se te daba bien... - Ama, me llamo Vesta por alguna razón, ¿no le parece? - Tienes toda la razón - asentí con la cabeza, riéndome - cierto que te ocupas de los fuegos del hogar... bien... aquí la poción revitalizadora está haciéndose, échale un vistazo y en cuánto hierva apágala. Voy a darme un baño, después, tráeme una botellita pequeña. Necesito cargar energías - suspiré. La batalla había sido bastante dura y a pesar de que hacía tiempo no tenía una de esas características, podía decir que había disfrutado como nunca. Al menos por la parte de mi suegra, no me echó en cara los hechizos lanzados... Algo era algo... - Una cosa Vesta, ¿qué tal va el prisionero? -le pregunté con curiosidad - sé que Baco y su compañero están vigilándolo pero no me fío un pelo, ese cabr.ón puede hacer de todo para salir. Dentro de un rato, échale un vistazo, ¿quieres? - la elfina asintió con la cabeza mientras vigilaba lo que yo le pedía- ¡ah! y en cuánto termines con la poción, dile a mi esposo que no tardaré en salir del baño, necesito relajarme y con eso, me ayudará... Pide a algún elfo que te ayude a preparar mi maleta, ¿de acuerdo? -Vesta volvió a asentir con la cabeza. << excelente, entonces, vamos allá - me desnudé completamente y me tumbé en la bañera que ya estaba llena de espuma. El cuarto estaba lleno de vapor del agua hirviendo y el aroma a sales inundaba cada rincón. Sonreí contenta y notaba cómo los músculos, poco a poco se iban desentensándose por el efecto del agua. Comprobé que había un albornoz en la percha y cómo mis elfos conocían mis gustos, había una botella de cava y por supuesto, mi pitillera de plata. Extraje un cigarrillo y lo encendí con la varita- en la gloria.... en la gloria... - susurré mientras daba unas cuántas caladas. Al terminar el pitillo, me había quedado completamente dormida en la bañera.
  9. Lázarus El hombre despertó poco a poco con un fuerte dolor de cabeza. Los ojos le lloraban y no dejaba de lanzar improperios. Miró su ropa y constató que ésta estaba manchada de verde, marrón y sabe dioses más que cosas. Había sido nockeado por alguien a quién no desconocía. Quiso atacar y no le había dado tiempo a siquiera hacer un hechizo en contra de su rival. Sintió como los brazos le apretaba. Con algo de dificultad comprobó que estaba atado con unas cuerdas. Se las deshizo rápidamente y se limpió las lágrimas. Alzó la vista cómo pudo y vio que estaba dentro de unas mazmorras. Un par de elfos vigilaban el oscuro lugar, paseando de un lado a otro. Los conocía de oídas. Había investigado a Heliké y sabía qué elfos podía sobornar en cierta manera. Palmeó sus bolsillos. ¡No tenía la varita! Casi pudo entrar en pánico. Podía usar algún objeto del frío suelo, pero no encontró nada útil. Las antorchas estaban demasiado lejos como para alcanzarlas. Casi maldijo su mala suerte. Uno de los elfos tenía cierta ansiedad en las manos, a pesar de llevar un buen vendaje en la cabeza. Sonrió de medio lado. Recordó que tenía una petaca en el bolsillo interno de la chaqueta. Si es quién imaginaba podía sobornarlo para salir de ahí. El otro parecía llevar una especie de ramita. La reconoció enseguida. ¿Acaso esos malditos elfos podrían usar la magia, sin que el Ministero se les cayera encima? No le sorprendería en absoluto que fuese de su querida "pupila" a la que tanto odiaba. Intentó tranquilizarse un poco. Cómo sin percatarse de dónde estaba, disimulando, sacó su petaca de color bronce, la abrió y tomó un sorbo. Se limpió con la manga de la chaqueta y vio, por el rabillo del ojo, cómo uno de los elfos lo miraba como con urgencia. No había dicho nada, pero no hacía falta. Sabía de quién se trataba. Era Baco. Curioso el nombre de ese sirviente. El nombre de un dios del vino de la antigua Roma. El vampiro, negó con la cabeza. Heliké siempre tan evidente para algunas cosas... Dio un trago saboreando con lentitud el líquido ámbar. Sintió que calmaba sus nervios y Baco no dejaba de mirarlo. Sacudió su licorera (?). - ¿Quieres? No sé si te está permitido beber en ésta casa - le dijo con una amabilidad poco extraña en un vampiro como él. Algo de lo que Baco jamás había conocido. Ni siquiera con otros amos eran tan amables con él, a algunos los odiaba por prohibirle beber alcohol. Y eso que, de tanto en tanto, tomaba cerveza de mantequilla a escondidas. Para un humano no era fuerte, pero para un ser pequeño como él, podía hacerle tambalear cuando llevaba media botella. Sonrió contento. - Me gustaría señor, pero no tengo permitido hablar con los prisioneros. - Va, déjate de tonterías hombre. Además, es sólo tomar un trago... Tu ama no permitirá que te mueras de sed supongo -distinguió que tenía un juego de llaves... "qué tonto" pensó para sí. Pero el otro tenía su varita y bien podía hacer uso de ella. Debía de tener cuidado y jugar sus cartas muy bien, si lo hacía, podía librarse de esos insulsos hacer el encargo y escapar de ahí antes de que dieran el toque de alarma. Debía ser inteligente y obrar con cuidado... - supongo que, por un trago no pasará nada - dijo dichoso y el vampiro sonrió para sus adentros. Aún sentía los músculos doloridos, pero con cuidado se acercó a los barrotes, tenía espacio suficiente para que pudiera pasar sus finos brazos, pero no el resto de su tronco o de sus piernas. Estaba pensado para ello. Vio como el sirviente tomaba un trago de lo que le ofrecía y notó como se le nublaba un poco la vista - vaya, es un licor algo fuerte- farfulló. Lázarus aprovechó la ocasión y tomó el juego de llaves. Con cuidado desplazó el pequeño objeto hacia la cerradura. El otro elfo vigilaba la entrada con su varita. Deslizó con cuidado y sin apenas ruido como a él le gustaba que se hicieran las cosas. Dio un golpe seco a Baco contra el suelo que lo dejó inconsciente. Recogió su petaca que ya vaciaba su contenido. Con mucho más cuidado, se desplazó y vio como el otro ser se giraba para ver de dónde provenía el ruído. El vampiro aprovechó la ocasión y lo nockeó contra la pared haciendo que le cayera un goteo incesante en la sien de su pequeña cabeza. Recuperó su varita y suspiró aliviado. Vio a una elfina por ahí cerca y supuso que sería de Galadriel. Susurrando un 'imperio' ordenó a esa elfina que la llevara hasta la habitación de la matriarca. Tenía los ojos desenfocados, había sido todo demasiado fácil. Por el momento, pudo escuchar que, en el ala oeste estaba todo el murmullo de los invitados. Por el momento, no se encontró con nadie en los pasillos algo que agradeció. Enseguida llegaron hasta la habitación y abrió con cuidado la puerta... Escuchó algunos gemidos... En el resquicio de la puerta vio a dos amantes en plena acción. Quiso entrar lanzando una gran carcajada, pero se contuvo, lo último que necesitaba era llamar la atención. Negaba con la cabeza, burlonamente al ver la escena. "Por favor cómo se nota que no sabes querida" negaba con la cabeza, aprovechó la ocasión. Ordenó a la elfina Galadriel que alzara una lámpara que había en una de las mesitas para hacer perder el conocimiento a Jack. Seguro que, estando en la situación en la que estaban ni se lo esperaban... Un ruído sordo y con varios cascotes de porcelana rotos y el supuesto fantasma, tenía un pequeño hilo de sangre que le corría de la cabeza y que le había dejado k.o. Antes de que la matriarca se diera cuenta, un rayo rápido había salido de la varita de olmo y había caído encima de su marido... - Encima, encima tener que cargar con ésta ballena - dijo con asco. Pero aprovechó la ocasión y ordenó a la elfa que no se enteraba de nada a que moviera a la matriarca. Ésta cayó un poco a plomo en suelo, con los ojos cerrados y los brazos caídos. Con un movimiento de su varita, Lázarus desplazó a la mujer violeta y con rapidez, salieron del cuarto. Recordando en dónde estaba la ubicación de la salida de ese lugar (que le había dicho Everdheen) se dirigió hacia esa puerta. De momento y por suerte no habían encontrado a nadie. Aún tenía tiempo antes de que la bruja se despertara, pero no quería correr riesgos. Le tapó la boca con un trapo, ató sus manos y piernas para que no pudiera moverse, tal y cómo habían hecho con él y un par de cuerdas más, tanto en el cuello como en la cintura. Enseguida localizaron la salida y la elfina se quedó detrás de esa puerta esperando órdenes, unas en las que no llegarían. Lázarus traspasó la oscuridad para llegar a otra... - Aquí tengo el maldito encargo. Que sea la última vez, que corro éste peligro... - los chicos alabaron la habilidad del vampiro - bien dejaros de chorradas me la llevaré a las mazmorras. Avisad a vuestra jefa de que ya la tengo... De momento, he tenido suerte... Fue hasta la zona más baja de aquella gran casona situada en el norte de Escocia. Pero algo de lo que muy pocos sabían. Las antorchas se encendieron mágicamente y una puerta se abrió para dar paso a la recién presa. La metió ahí dentro sin miramientos y cerró el acceso con un chasquido de magia. Mirando por unos segundos a la mujer negó con la cabeza y salió de ese sitio tenebroso.
  10. - cabezota - le reñí con cariño a mi ya esposo - al menos, échate un poco de pomada para que no tengas cicatrices hombre... Seguía sentada. Pero es que era de lo más normal. La batalla había sido dura, alguien me había transformado en semi-humano y ahora pagaba las consecuencias de ello. Sentía cómo si me fallaran las energías. Estaba sentada en uno de las sillas en dónde los invitados supuestamente, tenían que haber visto la ceremonia. Pero nada de lo previsto había sucedido. Todo lo contrario una batalla campal y pidiendo casarnos evitando hechizos y todo lo demás... Tenía que estar agotada a la fuerza. Debía tomar una poción revitalizadora o algo más intensa... No llegaba con un poco de whisky... Aunque me templaba un poco los ánimos. Mientras, escuché a Hayame y enarqué una ceja... - ¿En serio? ¿Dividirte? Serías una especie de horrocrux andante - me reí ante sus ocurrencias- aunque no sea fan del Ministerio soy funcionaria y debo respetar sus reglas, aunque no me gusten... Yo por fin, pude sacar mi habilidad de metamorfomagia. El gobierno algunas cosas las hizo bien, otras -elevé los hombros - mejor dejarlo estar... Pero parece que ahora hay mucho más caos que antes. O eso es la sensación que tengo... << bueno, una que tiene que hacerse la maleta. Espero que disfrutéis de la fiesta... Y oí a mi suegra.... - Más que bien Sagis, si no le dio una subida de azúcar, fue de milagro. Si le hacen análisis de sangre tiene tarta por todas partes - y me reí negando con la cabeza. Veía a Lázarus tumbado en el suelo, arrastrado por los elfos. Éstos no tenían ningun tipo de cuidado y se iba llevando varios golpes tanto en la cabeza, cómo en diferentes partes del cuerpo. En cuánto se despertara, tendría un montón de cardenales, si es que no se le curaban antes. Y mi tía diciendo que no eran escoceses supongo que querría resolver el problema ella sola. Y alguien se me acercó, era Sean, lo que no sabía era cómo se había enterado de la boda. Suponía que eso estaría en boca de todo el mundo, pero al menos, había ayudado en la defensa y le miré agradecida... - Va, déjate de chorradas Sean -dije divertida- lo lamento, pero en mi familia no cambiamos el apellido aunque nos casemos - seguí riéndome. No sabía ni cómo tenía fuerzas para esbozar una sonrisa. Enarqué una ceja, al ver cómo me daba un paquete. Me produjo curiosidad. Conociéndole, seguro que era algo provocador -eh, gracias. Luego, lo miro, hum - negué con una sonrisa maliciosa. Imaginaba que podía ser- seguro que se le dará buen uso, descuida - y lancé otra carcajada. Vi corriendo a mi tío Adrián... Negué con la cabeza, siempre con prisas, éste hombre... Y tanto Xell como Sean, habían desaparecido misteriosamente, Harpo también. ¿Más problemas? Podría levantarme e ir a ver, pero ni ganas tenía, bastante me tocaba con preparar la maleta para irnos de una vez de viaje. Aún pensaba en lo que podía llevar, mientras pensaba maliciosamente en el paquete que me había dejado Sean. Sí, algo pervertido y muy de su estilo. No me sorprendería en absoluto y seguro que conocía muy bien, ciertos gustos míos... Miré las dos varitas que poseía. Vi la de Lázarus. Me sorprendió ver lo sencilla que era a pesar de ser de olmo. Pensaba que en todos éstos años le cambiaría alguna cosa, pero no. Se notaba que era vieja pero estaba muy bien cuidada. La examiné detenidamente. Apenas tenía algunos rasguños por el uso. Suponía que, a pesar de poder hacer magia, el preferiría hacer otro tipo de cosas... Y eso que esas cosas era las que precisamente era conocido por ser un gran inventor, pero peligroso al fin y al cabo... La boda estaba certificada pero lo que no sabía era si el encantamiento podía funcionar con los elfos. - ¡Galadriel! - llamé en voz alta. Ésta se apareció y tenía las manos vendadas. La verdad, es que me dio un poco de pena. Ella también había defendido la casa y me sentía orgullosa de ella. Bueno, de todos en general. Habían demostrado gran valentía y lealtad defendiendo una mansión que no era suya, pero que, a pesar de todo yo estaba casada, ahora mismo con el patriarca. Suspiré aliviada al ver que no había sufrido despartición ninguna, era lo que menos necesitaba ahora. - Vamos, ven a la habitación, quiero que me ayudes a guardar éstas cosas - le señalé la varita- además de cambiarme de ropa... ¿Cómo va Lázarus? - Va, ama, va... lleva varios coscorrones - Y bien que se los merece. Toma, quiero que guardes ésta varita. Puedes dejarla a un elfo que haga guardia en las mazmorras le servirá - ella me miró sorprendida - sí, os lo habéis ganado a pulso y es una pequeña recompensa. ¿Cómo están los demás? - Vivos - dijo con un hilo de voz y un poco asustada- algunos con quemaduras otro con un pequeño corte en la cabeza, pero ilesos ama... - Es bueno saber eso - asentí con la cabeza, dichosa- bien, entonces voy a la habitación a preparar la maleta. - ¡Matt! - grité a mi marido - prepara tu maleta cariño y luego te hago esas curas, ¿de acuerdo? al menos si no quieres ir a la clínica, al menos déjame hacertelas antes de partir - le dije con una sonrisa. Lo último que me apetecía era discutir. La elfina se desapareció e hizo lo que le había pedido. Fue caminando al lado de los guardias elfos. Éstos iban arrastrando las cuerdas lanzadas por aquella funcionaria que había ido a validar la boda y que al final, había visto todo el espectácu.lo. Enseguida lo metieron dentro de una de las mazmorras. A pesar de las viejos barrotes éstos eran bastante fuertes. Se suponía que no podría escapar de ahí. El prisionero, poco a poco, fue despertando lentamente, llevándose una mano a la cabeza y farfullando maldiciones. *** Enseguida me dirigí a mi habitación. Ahora debería mudarme al cuarto de mi esposo y lo más curioso de todo, era que no sabía cuál era... ¡menuda esposa! Pero eso ya me lo diría él más tarde. Esperaba que dejara ponerme una especie de escritorio para ir haciendo pociones, y no perder la costumbre que había tenido todos éstos años. Sonreí dichosa, yo no tenía ningún tipo de ánimo en arrebatarle nada a Sagitas a mí me interesaba otro tipo de poder y era ese el más poderoso de todos, el que se ocultaba detrás de las sombras.
  11. Por todos los demonios del infierno todo había acabado... Sentía temblar las piernas y la cabeza embotada. Si empezaba con el dolor de sienes dolería para el resto del día. Estaría completamente insufrible... Con un movimiento cansino atraje una silla y estirándome las piernas al notar el suelo del mueble dejé caer los brazos... - Estoy muerta... ¡y no quiero chistes! - si es que, ni acabando con unos malnacidos, dejaba de refunfuñar... - Agotada, pero perfectamente - alcé la mano derecha ceremoniosamente- con una poción revitalizadora y cómo nueva Lo que agradecería un poco de whisky de fuego... No sé si alguno de los elfos leía los pensamientos o por mi estado anímico. Galadriel trajo la petaca de plata con el escudo Rambaldi grabado en ella - os juro que si vuelto otra vez a ésta situación...me retiro en una cueva - además, me pasó una toalla. Me sequé la frente y el cuello. Necesitaba refrescarme. La adrenalina, poco a poco iba bajando pero aún la sentía en el cuerpo. No podía relajarme, no todavía. ¿Alguien había dicho algo de inquisidores? - Ni se os ocurra llamar a Aurores, es mejor arreglar las cosas por uno mismo. Tengo bastante experiencia en esos temas, es decir, no hacen absolutamente nada. Las pruebas que se consiguen, apenas son siquiera admisibles por un juez, para llevarlos ante a un tribunal. Y mucho menos para conseguir enviar a alguien... Vamos, a descubrir quién ha sido el culpable... Abrí la petaca. No sabía lo que pasaba pero otra vez, tenía el estómago revuelto. Casi con ganas de vomitar, pero esperaba que con ese chorrito de alcohol mejorase un poco. Notaba los brazos agarrotados por tanto esfuerzo. Seguro que, siendo una vampira completa, no me pasaría de esa manera. Pero no se me olvidó sus últimas palabras. No estaba acostumbrada a su buen trato. Tanto que, eso debía ser importante... - eh, de nada - le dije con una sonrisa cansada - pero todos hemos ayudado - le dije, quitándole hierro al asunto. - Bien, tú mandas, es cierto pero entonces, déjamelo a mí. Conozco un sitio en las montañas. Pero no se irán con los aurores... Lo siento, pero eso no lo acepto - cabezota, hasta estando cansada. Alguien había dicho tarta y alguien había dicho que casi se la había acabado... Ni fuerzas tenía para reclamar, chillar o lo que fuera... - A mí ahora, lo único que me apetece es echarme un baño y tumbarme en la cama. Estoy completamente agotada - me había defendido bien y de momento, parecía que la cosa iba a ser así - espero que las próximas celebraciones que se hagan en ésta casa, sean más, simples - sonreí nuevamente mientras bebía de la petaca. Aunque a mí lo que más me preocupaba era sobre todo, cómo habían podido acceder. No sabía si había escuchado a Sagitas hablar algo de armarios... - ¿armarios evanescentes? Tengo en casa un par de ellos. Comprados legalmente claro, pero están inactivos y bien guardados. En la Vladimir - aclaré - pero es imposible que vengan de allá... Tiene fuertes protecciones cómo para que asalten la mansión así cómo así... - ¿Matt, todo bien? - pregunté a mi recién estrenado esposo- ya sabes, si estás herido o algo, no quiero protestas irás a la clínica Santos Mangos... Ni una palabra -le advertí. - Cuidado con las collejas Rachel, no vaya a ser que se te sean devueltas - y me empecé a reír a carcajadas, aliviada por que todo hubiese finalizado... off: mañana espero liarla un poco más xD ahora estoy agotada, peeeero, quiero charlar contigo Sagis (mañana xD)
  12. Mare mía como estaban las cosas. Xell protestaba (con justa razón) y me dio un poco de pena. A su gran paciencia le enviaría un paquete de la luna de miel. Eso lo tenía más que claro. Pero no le contesté, tenía razón, toda la sangre vertida o lo que era de otros enemigos que nos atacaban era, precisamente, porque no querían que se celebrara esa boda. Pero ahora, ya, por fin, ya éramos esposos. Por fin había concluído una parte de mi vida solitaria y ahora unía a la mía junto a un hombre maravilloso. Y por fin, Sagitas nos daba la bendición como Sacerdotisa y nos declaraba esposos. Yo evidentemente estaba muy contenta, a pesar de tener el vestido en la parte inferior, medio rajado... Aunque, por suerte no sé cómo hizo Matt con su magia, una especie de protección y también había impedido que casi me lanzaran otra maldición... Sinceramente, estaba harta de lanzar tantos hechizos que parecía que no acababan nunca con esa maldita batalla. Cierto que, las que había tenido en el pasado, no tenían nada que ver. En esos instantes en los que me besaba, se apartó. Nos giramos, pude ver una cabellera negra y sentí que palidecía. Era Lázarus. ¿Qué demonios estaba haciendo aquí? Pero antes de decir palabra, sentí una especie de bocanada de aire caliente. ¿Qué pasaba? Miré y vi que Ithilion el pequeño de la familia, había creado una fuerte llamarada. Me sorprendió... - ¿Tienes algo que ver con eso? -pregunté, estupefacta como estaba- hay que tener cuidado... Me sorprendió además, ver la cara del niño... Parecía ido y no reaccionó hasta que Sagitas lo pudo calmar, tras un momento de confusión y luego lloros... Me preocupé por él, aunque no tenía ni idea de lo que hacer en esos instantes. Miré a Matt y elevé los hombros, desconcertada. Pero el peligro que teníamos estaba mucho más cerca de lo que parecía. Lázarus se había refugiado detrás del árbol observando toda la batalla. Apenas había aparecido. ¿Qué quería? No tenía ni idea. Si no me había atacado por el momento, quizá su objetivo sería otro. Pero parecía que era una confabulación en contra de Sagitas porque poco a poco, ajustando sus gemelos y su cobarta, se fue acercando hasta la prima de mi tía. Sonreía maliciosamente. - He de confesar, jovencita, que has mejorado un montón en eso de la magia... - No gracias a ti, precisamente - escupí yo, con todo el desprecio que pude reunir en mi voz. Agarré a Matt porque temí que se abalanzara sobre él. Lo último que querría era enviudar justo cuando recién estábamos casados. Me sentía completamente agotada y lo que necesitaba era un baño de sales para olvidar todo lo que estaba pasando ahí. ¡Protego! grité el hechizo para evitar que un rayo malicioso le diese a Matt. Un poco más y le daba de pleno. No sabía si su magia era tan efectiva, pero no quería correr riesgos. Menos de los necesarios. Pero de un momento a otro... - ¡¡Xell!! - grité, parecía que alguien la había desarmado y era atacada... - maldito ca.brón hijo de... - sentía una ira indescriptible. Me solté de los brazos de Matt - lo siento cariño, bastante le he gritado hoy y... me siento un poco culpable por ello... Tomé la daga y sin previo aviso se la clavé justo en la espalda a esa mujer que la estaba atacando. Lanzó un chillido - eso es, muere como una cerda. No atacarás a nadie de la familia... Nunca más, ¿entendido? Aunque tenga que quemarte en una pira... No había terminado de decir esas palabras cuando vi que Lázarus, por el rabillo del ojo era atado e inmovilizado. - No quiero que nadie lo ataque, ¡NO MÁS! ÉL ES MI PRISIONERO AHORA! - dije en voz alta, esperando que alguien me hiciera caso. Apenas había más gente allá atacando. Agarré las cuerdas que le había lanzado Rachel, compañera de bando. Pude entender su mirada, seguramente, me cayese una bronca y no por ser una funcionaria ministerial... - éste es mío... que nadie lo toque... ¿entendido? - ¡Harpo! - no sabía si el elfo me obedecería estando casada con el patriarca, pero tenía que intentarlo. Me acordé de Galadriel La elfina enseguida vino... - Llévalo a las mazmorras. Que te guíe Harpo, ¿de acuerdo? quiero que, a éste ca.brón esté bien maniatado. Quiero tener una charla con él... A ser posible, a solas... Seguro que a Matt no le hacía gracia pero aún desmayado... Sabía que Lázarus tenía un fuerte poder. Y no todo el mundo poseía una varita de olmo como la suya. La recogí del suelo y la guardé en el bolsillo. Seguramente podía hacer magia con las manos, pero debía ser precavida. - Hacer que la mazmorra tenga hechizos antiaparición. No quiero sorpresas desagradables...
  13. Hola! Pido a moderación que se modifique la ficha para que se actualice con el modelo actual tras las reformas realizadas en el foro. Está revisada y espero que esté bien para que no haya ningún problema. Por favor, si hay alguno mencionarme y vengo aquí a pedir los cambios que se requieren. Creo que he cumplimentado las dos líneas para evitar el spam *reparte chocolates para quien lo haga* Muchísimas gracias! Una cosa, antes de que se me olvide. En el perfil de usuario quiero cambiar la familia; en vez de poner Rambaldi, que sea Vladimir. Actualmente no soy ni matriarca ni personaje registrado como miembro de la familia Rambaldi. http://i744.photobucket.com/albums/xx86/HelikeRambaldiVladimir/Banners/Datos-Personales_zpsxat9xvkd.png Nombre del Personaje: Heliké Rambaldi Vladimir Di Sforza Sexo: Femenino Edad: Nacida en 1697 tiene actualmente unos 318 con apariencia de unos 25 años (en el año 1722 fue mordida). Nacionalidad: española Familia(s): Familia: Vladimir -- Padre(s) Sanguíneo: Marwyn Weasley ** y Deiwan Rambaldi Padre(s) Adoptivos: Evan Pollux Black ** Trabajo: Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Jefe de Oficina. http://i744.photobucket.com/albums/xx86/HelikeRambaldiVladimir/Banners/Poderes-Maacutegicos_zpsqlwxrpuc.png Rango social: Órden del Caduceo Bando: Mortifago Rango dentro del Bando: Base Puntos de poder en objetos: 2870 Hechizos adicionales: -- Puntos de poder en criaturas: 1560 Criaturas controlables en asaltos y duelos: -- Habilidades Mágicas: Animagia (Buitre) - Certificación Videncia - Certificación Nigromancia - Certificación Conocimientos Especiales: Pociones Defensa Contra las Artes Oscuras Transformaciones Artes Oscuras Idiomas Meteorología Conocimiento de Maldiciones Historia de la Magia Astronomía Estudios Muggles Leyes Mágicas Runas Antiguas Medallas: Astronomía, conocimiento eliminado: 4000 puntos. Leyes Mágicas, conocimiento eliminado 4000 puntos. Medalla por Aprobación del Curso del Libro de la Fortaleza: 2000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro de la Sangre: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Equilibrio: 6000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro del Druida: 8000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro del Caos: 10000 puntos Total de puntos en medallas: 38000 puntos http://i744.photobucket.com/albums/xx86/HelikeRambaldiVladimir/Banners/Perfil-de-Personaje_zpsgee2j2qe.png Raza: Vampiro Aspecto Físico: Su cara es alargada, con unos ojos de un tono más claro que su pelo de unos castaños claros. Siempre son del mismo color excepto cuando se enfada, se tornan en un color rojo muy vivo, indicando el peligro. Nariz un poco aguileña que le sirve para detectar todos los aromas. Le ha salvado en multitud de ocasiones en su larga vida inmortal. Boca pequeña con labios gruesos y definidos que le da un carácter sensual. Pelo largo y ondulado de color chocolate oscuro que le llega hasta la cintura, generalmente lo lleva atado en una cola de caballo alta, detesta llevarlo al aire aunque si la ocasión lo requiere lo puede llevar suelto. A pesar de ser delgada (pero no en extremo) tiene curvas bien definidas. Es de una altura de 1,70 posee extremidades largas que no le impiden correr a gran velocidad. En su mano derecha tiene una mancha negra, producto de un encantamiento protector que le hizo una quemadura. Al no curarse del todo le quedó esa señal. Su tono de piel es muy claro y con el color de su pelo, que le da un aspecto de ser una ahogada. Es algo irónico que odiando a los no mágicos, generalmente vista ropas muggles. Pero como dice ella es más cómodo que llevar túnicas largas, y que le impiden moverse con la rapidez que le caracteriza. Aunque en fiestas suele llevar prendas mágicas. Su color preferido es el negro que le ayuda a pasar inadvertida cuando va de caza, aunque no tiene problemas en vestir otros tipos de colores. Cualidades Psicológicas: Es honesta y leal. Sobre todo con sus propias creencias. Fiel con su familia y sus amigos si no la traicionan. Odia las injusticias salvo cuándo éstas actúan contra sus propios intereses, es bastante ambiciosa, le gusta el poder material (pero si puede ejercer influencias detrás del telón, lo hará con mucho gusto) e inmaterial (referido sobre todo, al conocimiento), inculcados desde su tierna infancia por su padre adoptivo, Evan Black. Además de independiente prefiere hacer las cosas por su propia mano que depender de la ayuda de los demás, sólo lo hará cuando cree que no puede hacerlo por sí misma. Generalmente suele respetar a los que están por encima de ella en el caso del trabajo, cuando se trata de directores o por ejemplo, personas que están en los bandos. Le gusta ver que recibe el mismo trato, pero por supuesto sin ser sumisa. Suele ser sociable aunque al principio si no conoce a la persona, es un poco tímida y hasta que no coja confianza no se mostrará tal y cómo es. Suele defender su territorio con uñas y dientes si se siente amenazada. Si puede, se aprovecha de las ocasiones si con eso le conlleva un aporte económico jugoso. Cómo su hermana, ambas poseen un carácter bastante fuerte y más cuando le tocan su fibra sensible. Es de llevarse por impulsos cuando Annabelle es la más sensata. Se podría decir que de los defectos que tiene son: la ambición y la ira. En lo segundo es mejor apartarse de su lado porque las consecuencias podrían ser nefastas. Cuando se trata de trabajo le gusta ser eficiente, pero como todos, en el tiempo de ocio le gusta divertirse aunque a veces puede llegar a ser cruel con los comentarios y/o actos que escandalizarían a muchos, a ella eso no le preocupa. No le gusta las cosas "normales" sobre todo cuando se trata de no usar la varita mágica porque eso le hace parecer una muggle algo de lo que ella detesta y a causa de eso no es la primera vez, que tiene broncas con sus familiares más cercanos. Aunque cuando era joven fue bastante tolerante, a pesar de todo, en los tiempos de la Marca Tenebrosa, se volvió más fanática en el referido a los asuntos de la sangre pura. Es un ideal bastante arraigado en ella y muy difícil en que eso cambie. Homófoba por naturaleza aunque parece que en los últimos tiempos parece que cambia por sus familiares más íntimos. No le hace ninguna gracia pero intenta aceptarlo como medianamente puede. Historia: Tanto Heliké como Annabelle nacieron ambas una noche fría de invierno en España, el 19 de febrero de 1697, con una diferencia de unos cinco minutos resultando ser mellizas y con unas características físicas diferenciadas. Ambas son parcialmente inmortales, creciendo rápidamente ignorantes la una de la otra. Su madre se había quedado embarazada tras un romance con un vampiro llamado Deiwan Rambaldi. Pensando que la relación duraría por largo tiempo ésta se acaba y cuando da a luz; el padre se lleva a Annabelle a Italia, en dónde es criada por la familia Sforza aliada de los Rambaldi para así protegerlas a ambas de los posibles ataques de sus ancestrales enemigos, los Médici. Después de un tiempo Marwyn conoce a Evan Black y ambos se casan, dándole su apellido paterno a Heliké. Cuando la familia Black se entera de lo sucedido, su padre es repudiado; porque consideraban que era un deshonor casarse con un traidor a la sangre, como los consideraba sus abuelos. A pesar de esto, uno de sus tíos le da suficiente oro para vivir dignamente en España y son felices durante largo tiempo. Al cabo de 25 años en 1722 sufrieron un asalto que por las fechas, parecía primavera ya que, los árboles estaban todos en flor. El sol calentaba lo suficiente y se podía estar sin túnicas largas, la familia estaba tomando el té en el jardín cuando son atacados. Los iniciadores de la agresión eran los descendientes de los que iniciaron la "Revuelta Irmandiña mágica" en su equivalencia a la muggle que transcurrió al mismo tiempo y que aún peleaban dentro la comunidad mágica española para darle el poder a los magos más desfavorecidos de la región según decían ellos. Aunque ya hacía tiempo que la de los muggles habían sido sofocados por el rey, en la comunidad de los brujos, aún se sucedían revueltas que el Ministerio de Magia español, intentaba sofocar pero sin resultados. Evan Black trabajaba pr aquél entonces en uno de los puestos de funcionariales más altos de la época. Era un jefe del equivalente londinense al Cuartel de Inquisidores (del tiempo actual y está demás aclarar, que aunque no había mortífagos, no era un mago oscuro). Hacía cumplir la ley e iba de patrullaje con sus empleados a revisar que todo estuviese correcto, tanto en los negocios como en mansiones. A pesar de tener escaramuzas con los delincuentes siempre conseguía detenerlos y posteriormente llevarlos a juicio. El cabecilla del grupo (constuído por unas doce personas) era dirigido por un vampiro canoso y con nariz aguileña que, según Heliké comprobó más tarde con sus averiguaciones, se llamaba Corvus. Al parecer eran represalias tanto por políticas llevadas por su padre, cómo por los derechos que aclamaban en defensa de los más débiles. Sus padres habían sido asesinados y ella milagrosamente, salvada por la mordida del inmortal y haciéndola una vampira completa. Parecía que las cosas no iban a ir mejor, cuando en Italia por la misma época, se sucedió casi el mismo ataque hacia su hermana Annabelle pero en sentido más estricto, con una invasión de la familia Médici en las propiedades de los Sforza. Se habían atrevido a ir más allá y el linaje Médici mágico también intentaba una pugna por el poder, controlado por el Consejo Vulturi también reclamaban su parte del pastel. Algo que les había sido denegado durante mucho tiempo. Consiguen neutralizarla y su melliza de nuevo tuvo que ser escondida para protegerla de un posterior enfrentamiento entre las dos familias. Antes de iniciar el viaje que le llevaría a recorrer medio mundo, conoce a diversos vampiros pero en especial, a uno. Éste se llama Lázarus siendo uno de los más viejos del continente europeo, le enseña todo lo que necesita para sobrevivir en su vida inmortal. Defensa y ataque y las artes de esgrima, el conocimiento de armas muggles, el aprendizaje de la alquimia medieval mágica, la vieja magia brujería céltica, temas de pociones y hierbas que, conjuntamente con Artes Oscuras se convierte en especialista en ellas. Lo que para los demás sería una relación de pareja, para Heliké sería la sustitución de su padre adoptivo y su mentor. Terminada su enseñanza inicia su viaje, sobre todo, ayudando en todo lo que puede y siempre sacando un beneficio en sus actuaciones tanto de un bando como de otro. Auxilia además en la Revolución Francesa a favor del tercer estamento (compuesto por campesinos, burguesía, etc) y posteriormente a las guerrillas formadas durante la invasión de España por parte de Francia (en la guerra de Independencia: 1808/1814), en la guerra de Cuba, a favor de los americanos. Es decir, en todos los hechos históricos en que serán cruciales. Años más tarde en el siglo XXI después de las dos guerras sufridas dentro de la comunidad mágica (y también muggle), la bruja vuelve a Londres y descubre que su padre biológico es Deiwan, por unas viejas cartas dirigidas a su madre Marwyn que descubrió en la biblioteca estando de visita. Por otra parte, acepta a regañadientes ser heredera del príncipe vampiro (recordemos que le gusta estar detrás del telón manejando el poder) además de todo lo que eso conlleva, y descubriendo que tiene otra hermana escondida. Se establece dentro de la comunidad de Ottery en la mansión Rambaldi en dónde es recibida con los brazos abiertos y que con el tiempo, es nombrada matriarca, además en la mansión Vladimir también es acogida aunque al principio con reticencias (la segunfa familia que la acepta a pesar de ser una mansión sacerdotal, y en dónde conoce a la mayoría de sus parientes por parte de su padre biológico) y finalmente cambia sus apellidos originales. A pesar de que hace muchísimos siglos ya había recibido educación Académica en Beauxbatons cuando cumplió los 11 años, (la Academia que le quedaba más cerca, geográficamente) para empezar a trabajar en el Ministerio, necesitó de nuevo, y cómo excepción cursar en la Academia de Magia y Hechicería. Posteriormente con las reformas, llamada Universidad. El sombrero la envió a la casa de Gryffindor. En el primer año que reside en Londres ingresa en la Orden del Fénix pero comprobando que era una batalla inútil, lo deja para volver a la vida civil hasta que, más tarde descubre el poder de la magia oscura y durante un tiempo corto, ingresa en la Marca Tenebrosa conociendo a grandes magos y descubriendo el callejón Knockturn, dónde hace sus negocios obteniendo provechosas ganancias. Cambiando de trabajos finalmente opta por uno en que, actualmente es jefa de departamento. Se siente más agusto y a pesar de su fama de mala leche y borde se lleva bien con el resto de sus compañeros y subordinados. http://i744.photobucket.com/albums/xx86/HelikeRambaldiVladimir/Banners/Pertenencias_zpssf754npf.png Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Objeto: Varita Mágica Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Guantes de piel de dragón Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Monedero de piel de Moke Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Falsoscopio Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Catalejo Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Colgante para avisar el peligro Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Cámara de fotos mágica Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Varita Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Caldero Mediano Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Balanza Mediana Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Vuelapluma Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Nimbus 3000 Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Espejos Comunicadores Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Moto Voladora Clasificación: AAAA Puntos de poder: 80 Objeto: Pensadero Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Puertas Mágicas Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Vaso Autorrellenable Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Polvos Flu Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Anteojos Alfa Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Gema de la Desaparición Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Mantel "cómeme" Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Saeta de Fuego Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Protectores de Quidditch Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Capa "camaleón" Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Nimbus 2001 Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Quaffle del Mundial de Quidditch de 1994 Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Armario Evanescente (2) Clasificación: AAAAA Puntos de Poder: 160 x 2 = 320 Objeto: Águila de la Sabiduría Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Bolsa Interminable Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Reproductor de Gritos Tenebrosos Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Baúl de siete cerrojos Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Navaja Mágica Multiuso Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Réplica de Jack O'Lantern Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Caramelos Petrificantes Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Miniatura Leprechaun Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Daurblada Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Velas Negras Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Dulces "Primer Beso" Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Manzana de la Discordia Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Flechas de Cupido Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Espejo de Narciso Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Pociones Mágicas: Objeto: Filtro de la Paz Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Pócima para Dormir. Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Desinfladora Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Soluciones de Limpieza. Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto: Esencia de Rue Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Esencia de Díctamo Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Poción Crece-Huesos Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Poción Incorpórea Clasificación: AAAA Puntos de poder: 80 Objeto: Poción Reabastecedora de Sangre Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Poción Mata Lobos Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto: Elixir de la Vida Clasificación: AAAAA Puntos de Poder: 160 Objeto: Pocion Agudizadora de Ingenio Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Poción Multijugos Clasificación: AAAAA Puntos de Poder: 160 Objeto: Feliz Felicis Clasificación: AAAAA Puntos de Poder: 160 Objeto: Fluido Explosivo Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Objeto: Poción Herbovitalizante Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Veritaserum Clasificación: AAAAA Puntos de Poder: 160 Objeto: Poción Cara de Calabaza Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Poción Escalofriante Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Poción para Olvidar Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Poción Vigorizante Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Cerveza O'Riley Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Poción Olvidamores Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Filtro de Caballerosidad Instantánea Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Pócima Colorín Colorado Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Criaturas Mágicas: Criatura: Lechuza Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criatura: Aethonan Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Perro Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criatura: Ashwinder Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Crup Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Hipogrifo Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Hada Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Cangrejo de Fuego Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Fwooper Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Duendecillos de Cornualles Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Streeler Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Billywig Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Escarbato Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Glumbumble Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Ghoul Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Grindylow Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Jobberknoll Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Porlock Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Puffskein Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Rámora Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Gusamoco Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criatura: Micropuff Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criatura: Augurey Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Bowtruckle Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Clabbert Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Diricawl Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Criatura: Dugbog Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Bundimun Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Fénix Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Thestral Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Kelpie Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Unicornio Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Runespoor Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Tebo Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Esfinge Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Ave del Trueno Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Erumpent Categoría: XXXX Puntos de Poder: 80 Criatura: Kneazle Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criatura: Lobalug Categoría: XXX Puntos de Poder: 40 Criaturas en la Reserva: Criatura 1: -- Clasificación: -- Puntos de poder: -- Libros de Hechizos: Libro: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Libro: Libro de la Fortaleza Nivel: 5 Libro: Libro de la Sangre Nivel: 7 Libro: Libro del Equilibrio Nivel: 10 Libro: Libro del Druida Nivel: 15 Libro: Libro del Caos Nivel: 20 En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro: Libro: Libro de los ancestros Nivel: 25 Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Descripción: Categoría: Elfos: * Elfo 1: Galadriel * Elfo 2: Vesta * Elfo 3: Vulcano * Elfo 4: Baco http://i744.photobucket.com/albums/xx86/HelikeRambaldiVladimir/Banners/Licencias-tasas-y-registros_zpsq7dpdric.png Licencia de Aparición: Aprobada. Licencia de Vuelo de Escoba: Aprobada. Registro de XXX: Pasaporte y visado, certificados por el Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Registro de las mascotas mugles: Iris "La Mensajera" (lechuza), Gea (Aethonan) y "Tequila" (Cocker spaniel inglés), certificados por el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas. Elfos registrados: Vesta, Vulcano, Baco y Galadriel, certificados por el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Personajes Secundarios: Personaje 1: Annabelle Isabella Rambaldi Di Sforza, hermana melliza Personaje 2: Eyra Weasley, abuela materna Personaje 3: -- Personaje 4: -- Personaje 5: -- Otros Datos: Otros datos: * Posee dos varitas, una de haya y otra de álamo temblón. Pertenció en un breve espacio de tiempo a Las Lanzas de Plata, gracias a que tenía una varita de álamo temblón. Al pertenecer a ese grupo le ayudó en el manejo y uso de los hechizos para los duelos. * Su madre era una sacerdotisa consagrada a la natureleza. En su poder tenía un 'Libro de las Sombras'. Contiene hechizos, pociones casi olvidados que pertenecen a la "religión wicca". Heliké lo recoge de las ruinas y lo protege. Aunque contiene su propia magia reparadora. (libro sólo mencionado en los roles, no tiene ningún poder en batallas o duelos). * Los nombres de Evan Pollux Black y Marwyn Weasley son personajes ficticios para la lectura y comprensión de la historia de Heliké** * Cuando nace crece desmesuradamentem por su condición de semi-vampira por su padre biológico (explicado en la historia). Sólo se detiene cuando es transformada completamente en vampiro. Es aquí cuando adquiere todas las habilidades naturales de éstos seres de la noche. Bebe de sangre de animales para no levantar sospechas en ambos mundos. Aunque de vez en cuando, si la necesidad la apremia, bebe sangre clonada que le robó de su padre, guardada en su habitación. Eso la mantiene durante mucho tiempo. * Posee en el homóplato derecho un tatuaje en forma de triqueta en honor a su madre. Su significado es el siguiente: este símbolo de origen pagano significa las tres grandes fuerzas de la naturaleza, los elementos: el fuego, el mar y el aire. Sin embargo en este caso tiene la peculiaridad de tener una doble interpretación que lo hace más especial, y es que a la vez también simboliza el ciclo vital de los seres vivos, el nacer, morir y reencarnarse. * Ambas hermanas como mellizas que son y brujas, pueden sentirse mutuamente gracias a las energías que surgen de cada una. * Posee diversas armas: una katana (no mágica, se emplea sólo rolísticamente) de hoja muy afilada y de acero. La empuñadura es de color negro. Una daga sacerdotal que había pertenecido a Marwyn su madre y que ella heredera. Es de doble hoja con el agarre y material fabricado en plata con el símbolo de la triqueta céltica. (todos éstos objetos muggles se rolean, no tienen ningún poder en batallas o duelos). * Añade a sus apellidos por parte de padre el "Sforza" para así fortalecer más aún su ascendencia italiana. * Las varitas de sus padres guardadas en el baúl de madera que no se usan. La varita de Evans es: 30 cm, de endrino, con pelo de thestral, semi-rígida apta para hechizos no verbales. La varita de Marwyn 23 cm, de acebo con pelo de unicornio, flexible y bonita especial para encantamientos. * Gato Blanco del Recuerdo: http://i.imgur.com/wSvQO4v.png Cronología de cargos: - Aprendiz en la Academia de Magia y Hechicería. - Prefecta de los Tritones del Río Wye. - Initié por la Orden del Fénix - Legionario por la Orden del Fénix. - Mortifago con rango Base - Empleada en el cuartel auror en la oficina de Recepción de denuncias contra las Artes Oscuras -Jefa de Oficina Recepción de denuncias contra las Artes Oscuras. - Oficina del Ministro de Magia. Gabinete de Seguridad. Enlace con los Aurores. - Empleada en el Departamento de Reversiones y Excusas para los Muggles. - Jefa de Oficina en el Departamento de Desmemorizadores. Premios y reconocimientos: - Participación en la Jornada Lúdica del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Jornada Lúdica de Puertas Abiertas del Depto. de Accidentes Mágicos y Catástrofes. - Miembro de Jurado en la Gala del Bosque del año 2012. I Gala del Bosque Prohibido 2012 - En la II Gala del Bosque Prohibido del 2013, uno de los miembros del Jurado Premios de la Orden del Fénix 2012: *Premios para Aspirantes: El/la más suicida: http://i.imgur.com/Wiv34.gif *Premios Especiales para Aspirantes: El/la mejor Aspirante: http://i.imgur.com/klrVh.gif El/la mejor duelista: http://i.imgur.com/gBNLS.gif El/la más Fenixian@: http://i.imgur.com/ROPNq.gif Futura Promesa de la Orden del Fénix: http://i.imgur.com/uCxKC.gif Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: 163 Link a Bóveda Personal: Bóveda No. 97771 Link a Bóveda Trastero: Bóveda Nº106065 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda 102947 Negocio Ladurée Bóveda N° 108933 Negocio El Dragón Verde Bóveda N° 110473 Negocio Dolce & Café Bóveda 102042 Negocio Centro Vulturi - Cerrado Bóveda 103667 Negocio Gran Reserva - Cerrado Bóveda 102268 Negocio Ladurée (bóveda cerrada por cambio en la sociedad) Bóveda N° 108231 Negocio Walhalla - Cerrado Bóveda N° 109601 Negocio Madame Malkin - Cerrado Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Vladimir Link a Bóveda Familiar 2: --
  14. - ¡Ni hostias me requisas tú nada! - le dije, gruñendo yo ahora agarrando el palo de la escoba con fuerza- o te doy con ella en la cabeza. ¿Estamos? - Es más, ni siquiera he volado por encima. Lo he rodeado y aterricé delante del negocio -negaba con la cabeza. Si es que, cuando ambas teníamos genio... Aunque suponía que de los presentes, ya conocía nuestra forma de proceder. - Mira, deja de protestar. Matt nos invitó aquí dentro aunque estéis CERRADOS -enfaticé la última palabra con un gesto bastante grotesco en mi cara. Si es que, cuando conseguía sacarme de mis casillas. Lo lograba. A la mínima... - ¿Jack, Jack el destripador, o el fantasma desaparecido? Hace siglos que no lo veo -bufé yo- a ver si se acuerda de la familia, para una vez. Espero que esté corpóreo para el día de la boda... - Bien, me tomaría unas cuántas caipirinhas para ver si entro en calor. Si es que... Espero que el bar esté abierto, por lo menos...
  15. - Té, estaría bien, sí - asentí con la cabeza. Sabía que, estando Sagitas cerca, seguro que saltaban las chispas. O alguna ironía sobre mi viaje... Cómo si no la conociera. - Bueno, el viaje sería por pocos días, no sería indefinido - aclaré, mirando a la pelivioleta- necesito que, por poco tiempo ir revisar unas tierras que me pertenecen por herencia... Sería en Galicia. Podría hacerlo a través de la red flú, pero sería mucho trabajo. Ya sabes, cooperación mágica internacional, conexión internacional de la red flú, no, es mejor ir por mi propia cuenta... - Estás invitada a visitar mis tierras Hayame -le dije con una sonrisa- Yo creo que te encantarán -asentí con la cabeza- mi casa no es que sea muy grande, pero es un pequeño palacete, al estilo de esa época de la que comentamos aquella vez - le dije, indicándole así, la conversación que habíamos tenido en el Ladureé (? xD). - ¿Sabías que mi padre adoptivo, fue un Black? - dije con cierto tono orgullo en mi voz - y mi madre, toda una Weasley. Antes de que, el linaje se corrompiera con los sangre sucia... Aunque por mucho que digan que... - hice un gesto para restarle importancia - va, es una tontería lo que estoy diciendo, la verdad, no es eso importante ahora. Tengo muchas habitaciones y podrás disfrutar del aire libre y sin la contaminación de Londres. Yo y Matt lo hemos visitado en su momento. Estaba todo en ruinas, pero gracias a la magia, está decente... Al menos, para visitarlo unos cuántos días. Al menos mis elfos, en eso, son bastante eficientes. - Así que, me gustaría el método de viaje o no sé... No podría ser con escoba porque claro, inflingiríamos el estatuto del secreto y no es plan. ¿Qué me aconsejarías? -pregunté a la mujer- podría hacerlo mediante aparición, pero no quiero llamar la atención al Ministerio español de magia...
  16. Eyra Weasley A la bruja le pareció simpática esa mujer de pelo rojo. Rió por lo bajo al escuchar la explicación sobre la protección que hacían sus plantas. - Descuide señorita... Le repito que estoy acostumbrada. En Finlandia, tuvimos un caso parecido. Gracias a un hechizo propio, conseguimos inmovilizarlas y luego, las desplazamos a otro lugar, para que camparan a sus anchas. Atacaban a cuánta persona accedía al pueblo y eso era un quebradero de cabeza para nosotras - bufó. - Tuvimos la suerte de que no volvieron por allá... De momento no he tenido el aviso de nuevos ataques, así que, por eso estoy tranquila. Cómo le dije, puedo echarle mano, sólo si usted me da permiso - asintió con la cabeza. Pero con un chasquido de sus dedos, la vampira ordenó a sus plantas que se escondieran detrás de un matorral- interesante. Tiene buen dominio con esas plantas. Se nota que la conocen bien -alabó la sacerdotisa. - Las nuestras eran bastante más peligrosas. Podían ser una buena defensa, pero bueno. Si quiere, tomando ese té, le puedo comentar cómo nos fue a nosotras. Yo creo que alguien de un pueblo vecino, que nos tenía rabia nos las echó encima para que nos largáramos de allí, por suerte, conseguimos arreglar todo sin el mayor contratiempo... Sí, había pasado tantas aventuras como desventuras en los pueblos nórdicos en dónde pertenecían sus genes. La verdad es que las sacerdotisas en sus buenos tiempos, eran respetadas por los dones dadas por la naturaleza. Después, tuvieron que ocultarse por el fanatismo religioso y por envidias. Un despropósito, por lo menos, los tiempos estaban cambiando y para mejor, algo de lo que se alegraba.
  17. - Venga, vamos a tomar un chocolate caliente - les indiqué a mis dos compañeros y puse la escoba en el hombro. Tendría que dejarla en recepción, antes de ir a la cafetería... Empecé a caminar, esperando que mis colegas me acompañaran. En cuánto llegué a recepción estaba Sagitas refunfuñendo, ¡y cuándo no! Además, estaba también Hayame con una chica que, conocía de vista, por verla en 'La Taberna de la Tía'. - ¡Chicas! ¡Qué gusto verlas! -les dije con alegría - qué, ¿también venís a daros un baño? -pregunté, curiosa mirando a las dos jóvenes. - Sois valientes, he de decir... Ni loca me atrevo con éste tiempo a meterme en el agua... ¡Debe estar congelada! - negaba con la cabeza y con la mano. Puse la escoba en el suelo y ésta flotó unos centímetros del suelo. - Shh, quieta, que no voy a volar dentro del hotel -le dije, medio regañando a la escoba. Quién me escuchara hablar así, pensaría que estaba como una cabra, y con razón. - Sagitas mujer, deja de refunfuñar, ¿Acaso, no habéis contratado a nadie para que haga de recepcionista? - inquirí, mirando a la pelivioleta.
  18. - No tendré ni idea de marketing es cierto, pero sí de clase y elegancia. ¿Imagen falsa? No soy ninguna Malfoy, te lo advierto - le dije, elevando una ceja. Odiaba que me comparasen con los miembros de esa familia. Todos en el pueblo sabíamos la repu.tación que tenían y no muy buena, precisamente- soy como soy, ni más, ni menos. Tú das una imagen de cabra loca de circo, de los que tocan el piano, haciendo bailar el animal, encima de un taburete... - ¡Qué dices, mujer! ¿Mortífagos? Peor tú, que te juntas con los pollos y claro, terminas cómo las gallinas, diciendo, clo-clo-clo... ¿para cuando eclosionan tus huevitos? -dije con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque no le quitaba de encima, la varita que, con ella me amenazaba... - No te vayas a lastimar, ¿sabes usar eso? - sí, le temblaba la cara de la rabia eso podía notarlo... - No soy desvergonzada -comenté con toda la calma del mundo - que te diga las cosas a la cara -chasqueé la lengua- no es delito, sólo que tú, lo verás de otra forma... Además, ni idea de quién es Antara... - Es que no lo acepta - le dije a Anne. Seguro que la mujer fliparía y bastante con la bronca que nos teníamos las dos - así me gusta, que bajes esa cosa- es más, no necesito llamar a nadie para ponerte en tu sitio -alcé las dos cejas manteniendo la sonrisa burlona en mi cara... Tampoco le iba a dar el gusto de ver cómo llamaría a los "míos" usando el tatuaje, eso se lo confirmaría y no estaba por esa labor. - Además, ¿sabes? No hay poder, sólo débiles que no tienen idea de usarlo. - Mira si me los quieres vender bien, no hay problema, sino, voy a otro local y santas pascuas. No creo que aquí a tu colega, le haga mucha gracia perder a una posible clienta por vender unos guantes finos y caros -fruncí el ceño y depaso, poniendo un poco el morro de lado. - Mejor que te vayas, no me gustaría que te hicieran daño... - ¡Y dale con la misma historia! -miré a Anne y le dije - está paranoica pensando en que quiero su casa... ¿Para qué quiero una casa si ya tengo un país por gobernar? -saqué la varita con cuidado y lanzando un rayo a la cortina que, se incendió un poco - ten cuidado Sagitas, ten cuidado, no me provoques...
  19. Escuché una voz particular, sonreí abiertamente... - ¡Anne, querida! -le dije, manteniendo la sonrisa y con un gesto cariñoso en mis rostro - ahora mucho mejor... -asentí con la cabeza. - Bueno, estaba intentando compraros algo por aquí. Al menos, un par de guantes, uno para duelos y otro para usos diarios. Claro que, para evitar chamuscarme las manos con la magia, ya están los guantes de piel de dragón -reí por lo bajo. - Le preguntaba aquí a mi suegra - sabía que ese apelativo, no le gustaría nada- si vuestros artesanos podían hacer cositas en los guantes, ya sabes, filigranas con hilo de plata. Pago muy bien -le dije, guiñándole un ojo- así que, por el oro no habría problema... Y por el tiempo, tampoco no tengo prisa... - Y una cosa, ¿cómo se os ha ocurrido montar una tienda de varitas? -pregunté a las dos brujas, con mucho interés y curiosidad- no es que me queje ni mucho menos, sólo me sorprende, está Ollivanders y también creo que Gregorovitch... Aunque yo prefiero al inglés, es más preciso a la hora de hacer sus creaciones -elevé mis hombros - y bueno, de las dos varitas que tengo, fue vendida por uno de sus ancestros... Así que sí, es curiosa vuestra elección... no sabía que participabas en la sociedad, Anne - mantuve la sonrisa. Se me hacía raro que, una mortífaga como ella, estuviese con alguien como Sagitas. No por quién era sino, a quién pertenecía. Debía avisarlos por si acaso. Aunque, ¿sospechaba Sagitas que esa mujer era de mi bando? Mejor no, era mejor hacer las cosas con discrección. Y mucho tacto... Tampoco pensaba recriminarle nada, sólo se me hacía raro. Aunque seguro que hubiese sonreído al escucharnos discutir en la parte baja... - Además, no quiero que pienses que vengo a destrozaros el local. No es mi intención, que mucha veces discutamos, no quiere decir que tiremos de varita (casi siempre) sólo en ciertas ocasiones -sonrisa ancha. A ver lo que se le ocurriría ahora decir a la pelivioleta.
  20. - Fue a hablar de respeto, la que me ataca sin motivo - le dije yo, respondiendo a su gruñido. Quien nos escuchara debía de pensar que éramos bestias en vez de humanas. Con tanto "relinche" por nuestra parte. Aunque, quién nos conociera sabía que eso era lo más habitual por nuestra parte. Alcé una ceja... - ¿Cómoda? Puedes vestir cómoda sin llamar tanto la atención. Para vender al público, deberías saber que la imagen lo es todo. ¿Acaso, alguien entraría a aquí si viera a una persona como tú así, vestida? Más que nada, porque es un lugar serio, debieras saberlo. ¿No me has regañado una vez, por vestir de cualquier manera, cuando me contrataste en el bufete Vladimir? -le dije yo, protestando. - así que, deja de hacer el tonto, ¿quieres? Vengo como clienta, nada más... - ¿Piensas que los guantes de seda los usaría en duelo? No me trates de ignorante - negué con la cabeza, esbozando una sonrisa siniestra... - La kk lo será tu madre (jajajaja) -rechiné los dientes a causa de la rabia. Ambas estábamos al límite, lo raro es que no me arreara un buen bofetón en su momento. Suspiré - me gustaría que fueran de terciopelo de color plata, con filigranas. ¿Sabes si vuestros artesanos harán ese tipo de prendas? -pregunté con curiosidad- y por el dinero no te preocupes. Tengo el suficiente para pagarte - le dije, al escuchar que no me haría ningún descuento - además, si pretendes que venga más veces, no te pases de lista - le dije, alzando el dedo índice de mi mano izquierda... - Tranquila, si te dedicaras más a limpiar tus otros negocios, no tendrías queja de que yo, tirase ceniza al suelo - solté en tono burlón.
  21. Eyra Weasley - ¿Frío? - dijo con una sonrisa amable - para nada mujer, estoy bastante acostumbrada. Parte de mi familia procede de las tierras vikingas, como comprenderá, lo llevamos en los genes, así que, no hay problema - dijo, riéndose aunque manteniendo la sonrisa por la amabilidad de aquella mujer pelivioleta. - Puedo ofrecerles unos trucos para repelentes de hierbar mágicas, si lo desea - no pudo evitar esbozar una sonrisa un tanto burlona (al estilo de Heliké) al escuchar las palabras de la sacerdotisa Sagitas - más que nada, para que no se le tiren encima. ¿Sabe? Yo también me he encontrado con esas dichosas plantitas en muchos lugares... El remedio natural que uso, 'mano de santo' -dijo con solemnidad. - jejeje - rió por lo bajo al ver la presentación de la pelirroja - no te disculpes querida, estoy acostumbrada. Con mis dos nietas, la verdad, era una verdadera locura. Siempre acababa con muchas pociones por encima... Aunque, si me invitan a un té o a lo que prefieran, con gusto lo acepto -asintió con la cabeza mientras las dos mujeres se iban arreglando un poco, por el estropicio causado por esas plantas/seres alados
  22. Hacía muchísimo tiempo que no me pasaba por las tierras del sur. No es que tuviese taaantas, pero sí una casita pequeña, considera en tierras gallegas como un buen patrimonio. Una casa en que, los habitantes del lugar, lo consideraban un pazo. Una construcción de piedra antigua, con escudo y digamos, bastante "exuberante" demostrando las viejas riquezas de la familia que lo había habitado. Desde la última vez que había ido con Matt, me había encargado personalmente de que, varios de mis elfos, se encargaran de limpiar todo adecuadamente antes de mis otras visitas. Pero claro, tendría que pasar la agencia por si tenía que hacer algún tipo de trámite. Vestida con un traje pantalón chaqueta, blusa de seda y botas con tacones de aguja, así me presenté en la agencia. Llevaba la varita en mi mano derecha, al hacer uso de ella para la desaparición y el monedero de piel de moke, guardado en el bolsillo para pagar los gastos que se necesitaran... No sabía si estaba abierto a esas horas, pero era por la tarde y aún quedaban transeúntes por el callejón Diagón... En cuánto llegué a la entrada, me pareció ver que había gente... - ¿Hola? Quería contratar unos servicios - dije con una gran sonrisa. Si estaba Sagitas, seguro que me echaba... Últimamente, me tenía demasiada tirria (?) sin yo, hacerle nada... De momento (xD)
  23. - ¿Acaso, no sabes hacer ni siquiera, un encantamiento antifuegos? Por favor... Me burlé, claro que, no podía evitarlo... - ¿Y porqué narices no vas a venderme nada? Podía ir a Ollivanders, por supuesto pero ahí no hay lo que yo quiero... Quería unos guantes de seda, o al menos, de terciopelo para usarlos en los duelos. No sé cómo puedes despreciar a un cliente por el mero hecho de que sea un familiar tuyo... Seguía insultando pero, con un gesto de "bah" no le di ni la mayor importancia... - ¿ropajes de seda? Fue a hablar la hortera, la que lleva zapatillas de color morado, con una blusa amarilla - bufé y negué con la cabeza- mira, me da igual... Así que, ¿voy a tener que ir a otro sitio? -le pregunté, alzando una ceja. En cuánto terminé de fumar, limpié el suelo con la varita e hice desaparecer la colilla. - ¿Contenta? Al menos, no me acusarás de provocar un incendio dentro de tu querido local...
  24. off: no hay problema Sagis! Siempre es un placer rolear con vosotras jejeje On: Eyra Weasley Otra vez gritos. La anciana enarcó una ceja. ¿Sería acaso que tenían animales peligrosos dentro de ese lugar? Ni idea. Le habían llegado ciertos rumores de que, la dueña albergaba en su poder y en el Circo, extraños animales considerados bastante peligrosos por parte del Ministerio. Le pareció raro porque desde que había tratado a Sagitas le parecía una mujer cuerda y sobre todo, sacerdotisa que amaba la naturaleza. Cómo ella. El bastón fue sonado poco a poco mientras sus pies iban en dirección a ese lugar... Gruñó por lo bajo al notar cómo un aire bastante frío traspasó sus ropajes y se ajustó más la túnica. Sólo esperaba no enfermarse y lo que menos le apetecía era tener que ir a una clínica a tomarse la poción pimentónica. Y mucho menos, que avisaran a sus nietas. Se acercó a los gritos o palabras que llegaban a sus viejos oídos. Sonrió. Aunque a una de ellas no la conocía a la otra sí. Se acercó pesarosamente. ¿Se estaban peleando con una planta? - Señoras, ¿les hace falta ayuda? -les preguntó con una sonrisa gentil mientras ajustaba el cinturón a sus caderas.
  25. off: ¡me encanta el negocio!... otra cosa, cuando abro el editor, éste se alarga, ¿es de mi conexión o por otra causa o.ô? On: La daga de doble hoja había sido guardada con mucho cuidado dentro de su funda, esparciendo un par de gotitas de sangre que tenía en la punta. Un aviso y una bolsa de galones había sido más que suficiente. Conocía lo suficiente ese mundillo para saber cómo tratar a ese tipo de gente. Pasé desapercibida por otros callejones mientras guardaba el arma, dentro del morral junto a los demás cachivaches. Enseguida llegué al Knocturn. Hice varias encargas más y me despedí sin miramientos. Me conocían y al mismo tiempo, intentaban evitarme. No podían salir mejor las cosas y sonreía para mis adentros... Mis botas de piel de dragón iban pisando el suelo empedrado, hasta que llegué a la zona más iluminada. El callejón Diagón. Ajusté la capa que tenía con un broche y grabado en él, el escudo de la familia Rambaldi. Elegancia ante todo. Llevaba un traje pantalón chaqueta con una fina blusa de seda. Algo de lo que, Sagitas siempre me criticaría, por supuesto. Ella no sabe, que la imagen lo es todo. ¿Apariencias? Seguramente. Pero era lo importante. Acomodé el pelo en una cola de caballo alta mientras revisaba el interior del monedero. Aún tenía galeones así que, no tenía necesidad de pasar por el banco. Las últimas compras, la verdad es que casi me habían dejado tiesa... Aún en esas seguía pensando cuando cierto aroma a madera llegó a mis fosas nasales. Levanté la vista... Vi algo grabado en la madera y me sorprendió. "¿Otra dichosa tienda de varitas?" Ya conocía la popular y más querida, la de Ollivander's famosa en toda Inglaterra y fuera de sus fronteras, conjuntamente con Gregorovitch pero pocas tenían la calidad suficiente de llamarse, varitas con poder. Pocos tenían el arte de hacerlas cómo el viejo que me había vendido a mí la mía. Sí, había hecho un viaje largo en su momento, para adquirirla. Mejor dicho, habían sido dos... Y no precisamente por el viejo canoso sino por uno de sus ancestros. Y todavía seguía funcionando. Así que, estaba más que satisfecha, aunque al ver el nombrecito... - ¿Quién diablos le ha puesto ese nombre tan ridículo? -susurré al aire y decidí entrar. No me di cuenta de que ya había alguien dentro, abrí la puerta con brusquedad, esperando sorprenderla. Saqué mi varita de álamo de dentro del bolsillo e hice explotar una bombilla del techo... - Ni por asomo pondrían violeta a un local... - seguro que chillaba del susto y otro por verme. Sonreí burlonamente. Desde nuestro último encuentro, habían pasado varios días - qué, ¿mucho ajetreo, verdad? Cuando vi tu nombre, no me lo creí... En los registros del Ministerio, claro está - asentí con la cabeza... - No entiendo el interés - giré mi cabeza dando a entender a qué me refería - de éste arte. Si tú de eso, tienes poco o nada. Dudo hasta que sepas distinguir un Da Vinci de un Picasso... Saqué un cigarrillo de dentro de la cajetilla y lo encendí con la varita. El humo empezó a subir lentamente hasta hacer una pequeña campana... - Cómo veo que aún habéis empezado con ésto, venía a comprar. Por supuesto si tiene la calidad suficiente de la esperada y claro, tengo buenos galeones para pagar -di una calada más tirando algo de ceniza al suelo. Conociendo a la pelivioleta seguro que me gritaba por dejarlo todo sucio - no protestes por la ceniza, con la de humedad que huele aquí dentro, le hace falta un buen repasito - le contesté antes de que dijera nada... No me sorprendería nada que me echara de allá a patadas off: jajajajaj ahí vamos provocando jaajjajajaja

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