Sherlyn Stark

28 de Febrero del 2014

Catherine Willer

Aquel día llevaba un vestido de cuero negro el cual no tenía ningún detalle que pudiera ser notorio. Su cabello suelto se movía al compás de la ligera brisa invernal. Hacía frío aquella noche, por lo tanto tenía que correr lo más rápido posible y también le ayudaría a calentar los músculos de su cuerpo. Podía utilizar fácilmente la aparición como medio de transporte pero, quería llegar a un lugar donde nadie la viera. Corría con los pies descalzos pero aunque algún objeto pulsante se introdujera hacia su planta de su pie.

Esa oscuridad de la noche le hacia tener más ánimos de atacar. Necesitaba hacerlo, era como su instinto el que se lo decía. "Mata, Catherine. Vamos, mata" Era como oxigeno para ella. Al llegar hasta un extremo oscuro de un callejón cerró sus ojos conduciéndose hacia el "Caldero Chorreante". Sabía que las personas tiraban dinero comprando bebidas alcohólicas y monedas los que aspiraban en la suerte, no creía en eso, prefería creer que las cosas eran predesidas por el destino.

Al llegar, observó con determinación el exterior del "Caldero Chorreante". Conocía ese lugar por dentro, había ido en varias oportunidades pero, en aquella ocasión le tocaba atacar a las personas de ahí aunque estaba segura que no se arrepentía de esa decisión. Se escondió atrás de un árbol que estaba a unos metros de ella. Desde aquella perspectiva podía mirar quienes entraban y salían del local con rostros cansados y hasta algunos se notaban el grado de embriagues.

28 de Febrero del 2014

Acomodó su nueva túnica para que la protegiera con más satisfacción y así el frío no entraba. Lo que más quería era evitar que le cogiera algún resfriado de manera imprevista. La cálida iluminación del sol hacia que se sintiera más cómoda, hacia horas que estaba caminando y pronto ya no sentiría más frío. Traer a Blondie un día como aquel hubiera sido una buena idea pero, la elfina estaba muy enojada con ella esos días.

Sintió un aroma muy fuerte a limón. Por supuesto que no le molestaba, por una extraña razón le encantaba el limón también había saboreado muchas veces el jugo de este. Le llamó muchísimo la atención aquel pequeño negocio de madera. Por el anuncio sobre la puerta se dio cuenta que se trataba de una taberna. En las tabernas bebían alcohol pero, con el olor a limón se le hizo irresistible entrar.

Al entrar al lugar podía saber que se trataba de uno con cierta cantidad de antigüedad. Era muy bonito, los elfinos que trabajaban como empleados o asistentes recibían a los clientes y limpiaban el ambiente para que se mantuviera reluciente como quizás solía estar. Ellos eran criaturas muy trabajadoras y por supuesto que les daría una propina por el trabajo que realizaban.

— Xell ¿Aquí venden limones? —

Preguntó al percatarse de la presencia de varias personas muy conocidas, así como Heliké y su jefe en la tercera planta del ministerio. Quizás, era un negocio familiar y ella se había metido por equivocación para preguntar si vendían limones. No podía estar más nerviosa que en aquella ocasión, no sabía qué hacer tal vez regresaría otro día pero irse corriendo sabía que no era una buena opción.

28 de Febrero del 2014

Luego de haber demostrado su aprecio hacia los globitos en voz alta se dedicó a mirar nuevamente el desorden que había armado tras tirar el agua al suelo. » ¿Y sí Amya se enojaba mucho?» No había medido las consecuencias que traería aquel balde con agua conjunto al trapo que llevaba en sus manos. Se sentiría culpable por haber hecho el desorden teniendo conciencia de lo que había realizado.

— Oh, tendría que limpiar este desorden pero, no quiero, pequeños —

Informó la castaña siguiendo preocupada por lo que provocó. El desorden no era abundante pero ella lo miraba desde otra perspectiva. Los globitos no corrían peligro porque flotaban en el aire pero, cualquier empleado de accidentes podría tropezar allí mismo y, eso era lo que no quería. No sabía lo que hacer aunque después se le ocurrió avisarle a Amya primero pero ¿Sí era demasiado tarde?

— Globitos, quédense aquí y avisen que el piso del baño está majado ¿Pueden, pequeños? —

Preguntó la Indebida. Escuchó la preciosa voz de Eledh, siempre le había agradado la presencia de ella; detrás de esta también se escuchaba la voz de Krumito que parecía realizar un interrogatorio. Los globitos se quedarían en los sanitarios y evitarían que las personas se resbalaran. Volvió a mirarlos uno por uno, el Violetita estaba opacado tras la imagen reluciente que tenían los demás globitos.

— Oh, Violetita, ven que te limpiaré pero sin agua —

Avisó al pequeño cuando lo atraía hacia ella para pasarle un trapo seco con el cual secaba a los otros pequeños. No había quedado igual de relucientes que los demás globito pero, se veían agradables todos. Eran preciosos, uno más lindo que el otro. No podía esperar a que lo vieran el resto de sus compañeros así que sacó un pergamino y una pluma de trazo comunicando que el baño tenía el piso mojado. Gracias a la magia logró que el papel flotara en el aire.

— Salgamos afuera, globitos, a mostrar su belleza —

Animó ella tratando de pisar por los lugares del suelo que no estaba mojado y abrió la puerta saliendo de allí. Había agarrado a los globitos de la puerta forzándolos a salir. Se había acostumbrado de tenerlos de allí ya que para ella era completamente estupendo y un completo placer.

27 de Febrero del 2014

Sabía que su jefe, Matt, no tardaría en asignarle una tarea pero con el simple hecho de imaginarse que sería dentro de esa habitación misteriosa y blanca se le ponía los pelos de punta. No sabía bien lo que se encontraba dentro pero, tampoco era capaz de no arriesgarse. "¿Y, si hay se había escondido el asesino de los globos?" No lo sabía, esperaba que no. La habitación suponía que estaba bajo llave aunque tampoco conocía las habilidades del individuo.

Agarró del cordón al pequeño acercandolo a ella mientras se atrevía a pasarle delicadamente un trapo humedecido para que sus paredes de goma quedaran relucientes. Estaba haciendo un buen trabajo y, estaba segura que cuando el resto de sus compañeros del departamento los vieran quedarían sorprendidos, además que los globos parecían satisfechos. ´Comenzó a preguntarse sí alguna vez alguien más los había limpiado.

— A ver, Naranjita, Verdecito, Azulito, Rosita. Faltan Amarillito y Rojito ¿Verdad? —

Preguntó la castaña recordando que el Violetita no quería que ella lo lavara, tenía miedo aunque estaba segura que al ver a los demás relucientes y contentos se atrevería a que ella lo limpiara. Hizo el mismo proceso que con los otros globitos: fue pasandole un trapo humedecido y lo limpiaba por los costados con mucho cuidado para que nada malo fuera a suceder en sus cuerpitos de goma. "Eran tan encantadores" Ella sin duda, los amaba muchísimo.

— Listo, Amarrillito y Rojito. Creo que les toca la nueva limpieza el próximo mes —

Avisó la Indebida. Recordó haber hecho un desastre sobre el suelo del baño, de lo cual estaba muy arrepentida pero preguntaría a Amya cuando regresara al departamento a ver si necesitaba ayuda con esa limpieza. No parecía mcuho trabajo, había visto el baño en condiciones peores que esa. Luego, miró a los globitos y les sonrió. Esperaba verlos contentos porque se lo merecían, y mucho. Habían nacido para ser felices y no para asustarse de cualquier movimiento imprevisto.

— Los quiero muchísimo ¿Saben? A cada uno de ustedes, globitos. Ninguna persona les hará daña mientras yo este aquí —

27 de Febrero del 2014

Estaba muy emocionada de completar el formulario de registro de sus criaturas recientemente compradas en Magic Mall. No perdería más el tiempo e iría a completar aquella ficha requerida para poder llevarlos a cualquier sitio del mundo mágico. no podía evitar la felicidad que le producían tan sólo pensar que las criaturas estarían a su nombre. Ella misma se encargaría limpiarlos, amarlos y protegerlos. Siempre había deseado una mascota a parte de su elfina Blondie.

El elevador se dirigió a la cuarta planta abriendo sus puertas para que la castaña pudiera introducirse. estaba entusiasmada, por lo tanto caminó hacia la recepción del departamento. No se había percatado de la presencia de nadie conocido en el establecimiento, quizás fuera porque estaba distraída y no podía pensar en otra cosa que no fuera en esos animalitos. al llegar observó un formulario de registro de Criaturas Mágicas y no Mágicas, ese papel debía completar. Agarró su pluma y comenzó a escribir:

Ficha para el registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas

Nombre de quien registra: Kirara Ruak

• Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Kirara Ruak

• Nombre: Terrie

• Especie: Micropuff

• Clasificación del ministerio: XX

• Color: Rosa

• Tamaño: 15 centímetros

• Sexo: Femenino

• Edad: 1 año

• Ambiente en el que vive: Hacienda Tonks

• Link a la certificación de adquisición de la criatura: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101696-ficha-de-kirara/?p=4638441

• Link a la ficha del propietario, local o mansión: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101696-ficha-de-kirara/

Ficha para el registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas

Nombre de quien registra: Kirara Ruak

• Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Kirara Ruak

• Nombre: Bebé

• Especie: Gusamoco

• Clasificación del ministerio: XX

• Color: Gris casi negro.

• Tamaño: 30 centímetros

• Sexo: Masculino

• Edad: 1 año

• Ambiente en el que vive: Hacienda Tonks

• Link a la certificación de adquisición de la criatura: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101696-ficha-de-kirara/?p=4638441

• Link a la ficha del propietario, local o mansión: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101696-ficha-de-kirara/

27 de Febrero del 2014

Sus heridas estaban sanadas, por lo tanto debía re activarse a la escena y seguir ayudando a su compañeros para que esos mortífagos no hicieran daño a nadie. No quería terminar sin vida en esa batalla, así que se preparó manteniendo la vitar al frente ante cualquier ataque imprevisto de parte de esas personas oscuras. Suspiró, antes de hacer un hehcizo tenía que tranuqilizarse así que intentaría hacerlo antes que otra cosa.

- Sectusempra -

Conjuró Kirara apuntando hacia Zbigniew Fined, el cual pronto quedaría inconciente gracias al hehcizo que había tirado. Se abrirían grietas sobre su piel y la sangre comenzaría a caer producto a una hemorragía. El mago perdería mucha sangre, pero, no quería ser testigo de la muerte de una persona; siempre solían ser muy dolorosas. Preparó su varita atenta a un nuevo ataque que pudiera realizar.

- Incárcerus -

Pronunció la castaña apuntando su varita nuevamente hacia Zbigniew. De la varita de la bruja salieron tres cuerdas que lo aprtarían con mucha fuerza; una de esas se dirigiría a su boca para evitar que este pudiera realizar algún hechizo verbal, la otra cuerda le sujetarían sus tobillos haciendo que este perdiese el equilibrio y por último, sus manos quedarían pegadas entre sí en la cintura del mago, por lo tanto no tendría ningún tipo de control de su varita.

27 de Febrero del 2014

Miró a su alrededor en busca de algunas piedras con las cuales realizar defensas pero, luego se arrepintió y siguió planeando otras estrategias las cuales poder utilizar en contra de esas parones con sangre malévola que no tenía ni siquiera el más mínimo de corazón en su cuerpo. El suyo latía a mil por hora debido al nerviosismo que le producía sentir saber que algunos de sus compañeros se encontraban en peligro.

Escuchaba el crujido de las ramas del bosque de los dioses, pero eso no importaba. Tenía que atacar ahora o sería demasiado tarde cuando reaccionara. Tenía preparada su varita y, ahora debía prepararse en contra cualquier ataque imprevisto o si bien anticiparse a cualquier hechizo que ellos pudieran realizar. Se mantuvo derecha y preparada, y apuntó su varita a dirección a Abel.

-Silencius -

Conjuró la castaña . Ahora cualquier hechizo que fuera a realizar el mago no saldría gracias al efecto que le provocaba el hechizo. Tenía que curarse pronto de las heridas que le provocó su ataque así que se dio la dedicación de cerar sus ojos y pensar con tranquilidad: "Episkey, Episkey" Pronto, sus heridas se curarían haciendo que su cuerpo tuviera más vitalidad. Ahora, tendría que prepararse para un nuevo turno.

27 de Febrero del 2014

Acomodó su vestido de seda fría para comenzar la ocasión. Había estado caminando por el lugar desde muy temprano para despejar un poco su mente del trabajo laboral del ministerio. El cielo se oscurecía a medida que iban pasando los minutos, y de a poco prolongaban la noche. Respiraba el aire fresco que el ambiente ofrecía y, era completamente tranquilizador para ella ya que le ayudaba a pensar con más precisión. Ottery se encontraba despejada, no había ningún mago a su alrededor, por lo tanto podía hacer lo que quería sin pasar el ridículo.

Sus pies estaban descalzos ya que había olvidado sus zapatos en su casa. Le dolía mucho la planta del pie pero eso no le impedía caminar con normalidad. No llevaba ningún objeto de decoración ya que así se sentía con mucha más libertad. Suspiró y intentó controlar su nerviosismo que comenzaba a surgir por su cuerpo. Estaba completamente nerviosa pero, sabía que pronto pasaría.

Tras un patronus de Jobberknoll que apareció enfrente suyo se informó que había una redada en el hogar Stark y los mortifagos estaban por atacar la zona. Era una residencia bastante antigua la cual tenía preciosos paisajes en ella. Jamás se había atrevido cruzar el umbral de la puerta, por lo que debía estar atenta ante cualquier terreno secreto que pudiera tener el hogar. Muchos de sus compañeros de bando vivían en el hogar, así que en otras circunstancias los visitaría.

El hogar estaba alrededor de un pequeño bosque de dioses. Era un ambiente bastante agradable y, allí era donde encontraría al resto de sus compañeros. Trataría de realizar el menor ruido posible para que sus contrincantes no se dieran cuenta dónde era el punto de encuentro. A tan sólo unos metros pudo ver un grupo e magos reunidos planeado estrategias, esperaba no ser la ultima en entrar. Su rostro estaba cubierto con una luz brillante sobre su rostro, el cual impedía que su identidad se revelara.

26 de Febrero del 2014

Jamás había creído que un examen de aparición la llevaría a la amazona, donde el aire natural rodeaba el ambiente. Estaba parada encima de un círculo rojo del cual pronto tenía que encontrar el segundo para no quedarse atrapada. Sentía el aroma de distintas hojas, flores y rocas, era una combinación irresistible. La corriente de aire natural recorría su cuerpo provocando la tensión de algunos músculos de su cuerpo.

La selva estaba contenida con árboles numerosos y altos a su alrededor. Sí todos ellos se cayeran ella no sabría cómo reaccionar por eso también debía pasar aquel examen lo más rápido posible. Lejos escuchaba como el ruido de una fuente de agua hacia chasquidos cayéndose sobre el suelo. No lo veía pero, Kirara imaginaba que también era un peligro ya que el agua podría rebalsarse e inundar toda la zona.

Percataba el sonido de variados animales que no podía ver. Tuvo la loca idea de darse la vuelta para saber si las criaturas estaban en ese lugar, pero no. Seguía manteniendo sus pies en el mismo lugar de siempre, a unos cien metros de distancia estaba el segundo círculo rojo. Muy bien, su destino ya estaba y ahora sólo faltaban otras dos definiciones para pasar aquella prueba.

Sentía como sus pies quedaban atrapados gracias a unas lianas que enroscaban sus pies. Esa vegetación no la había visto antes, claro que no, no estaba. Frunció el ceño pensando en qué clase de juego estaban realizando en ese departamento. No había creído que pusieran en prueba su vida para pasar el examen de aparición. El círculo rojo había desaparecido o al menos, no podía verlo por la variedad de plantas que comenzaban a crecer del suelo.

— ¡Aishhh! —

Exclamó la castaña sintiendo como las lianas le apretaban cada vez más sus pies. Sabía que podía salir de aquella situación de manera perfecta pero primero tenía que encontrar esa determinación de la que tanto hablaban. Era la primera vez que comprendía en carne propia ese concepto del que tanto hablaban. Tenía que controlarse y mantener la calma, pero por más que quería se le hacía imposible concentrarse.

Unas rocas puntiagudas comenzaban a aparecer a unos metros de ella, esas eran las que le causarían la muerte si no se tranquilizaba y concentraba pronto. Las lianas empezaban a subirse entre sus piernas haciendo que su cuerpo quedase sin poder caminar. No tenía ninguna salida a menos que se ocurriera desaparecer. Primero que nada debía deliberar, mantener la calma, hacer que los latidos de su corazón fueran más pausados.

Cerró sus ojos y suspiro. Estaba decidida a desaparecerse; ya había cumplido las tres definiciones de 3D’s. Ahora sabía el porqué de cada palabra, lo había vivido mientras estaba en pleno peligro de vida en medio de la amazona. «Destino, deliberación» Pensó la castaña mirando atentamente el punto rojo a unos cien metro de ella. «Destino, deliberación y determinación» en aquel momento su mente sólo pensaba en eso. Creía que estaba cumpliendo la última parte que era la de determinación, y así lo era.

En lo único que pensaba en ese momento era en estar parada en el segundo punto rojo. Deseaba con todo su ser aparecer en ese destino, lo deseaba mucho. Sin darse cuenta, al instante había logrado su deseo. Estaba librada de las lianas que sujetaban sus piernas. Lo había logrado al fin de cuentas. — ¡Sí, lo hice, bien! — Exclamaba la castaña parada en el segundo punto rojo a unos cien metros de donde estaba antes. Sentía una gran gratitud al haberlo logrado y, sabía que la joven del departamento de transportas no tardaría en aparecer y darle las próximas instrucciones.

26 de Febrero del 2014

Steve Willor

La puerta se abrió dejando entrar con ella a una muchacha con su elfo a su lado. Steve se mantuvo a lo que la joven pudiese necesitar ya que no quería quejas al menos en el estreno del local. Esperaba que la chica se sintiera cómoda en el negocio ya que sus animales podrían sentir el mismo temor que su dueña y formaría un gran alboroto. Por lo que veía sólo llevaba una elfina pero percataba la presencia de otro animal.

Veía como la joven se acercaba cada vez más al escritorio pero, no sabía qué podía estar buscando así que como encargado de la parte inferior tenía que hacerse cargo de los visitantes. La veterinaria aún no había llegado, por lo tanto tenía que entretener a los visitantes. Era inquietante que al ser el primer día del local la mujer aún no había llegado. Frunció el ceño un poco nervioso.

— Buenos días, señorita ¿En qué puedo servirle? —

Preguntó el joven ubicándose delante de ella. Al ser una de sus primeros visitantes le regalarían una muestra de chocolates para mascotas como bien habían sido las indicaciones que le dio su jefa. Volvió a mirar con mala gana a la chica. Sí él comenzaba de esa manera estaba seguro que lo terminarían despidiendo peor, no podía estar feliz en un lugar como aquel ya que no le gustaba.

— Aquí tienes estos chocolates para sus mascotas. La veterinaria no tardará en llegar —

Comentó y levantó su vista a la chica. Se sobresaltó al ver la serpiente que la chica tenía sobre los hombros, no la había visto antes. Era muy impresionante no sabía cómo la joven dejaba que se subiese encima suyo. Podía ser venenosa o si bien, tener ataques de rabia. Quizás había llegado para vacunar a la criatura pero, claramente el no se animaría para nada.

— Señorita, mientras espera ¿Le gustaría recorrer el establecimiento? —

Preguntó el castaño entregándole un folleto con el mapa del local. Este explicaba detalladamente la cantidad de hábitat que tenían para los animales acuáticos y terrestres. Quizá la joven se encargaría de mantener a su animal distante y controlado. Él no tenía experiencia cuando se trataba de domar animales, sólo era un simple aprendiz. Instantes atrás había visto llegar a una de las propietarias y, seguro ella se encargaría de los clientes que llegaban.

25 de Febrero del 2014

Claramente, su local había quedado más que preciso. Agradecía mucho a su compañera por haber realizado los planos para completar la arquitectura del lugar. Era su primer día de estreno, por lo tanto pensaba que no llamaría la atención de los visitantes del Callejón Diagón. Tuvieron que haber realizado una propaganda pero, no importaba. Sabía que algunas personas pasarían por allí o al menos aquellas las que adoraban animales y deseaban que se diviertan.

Al cruzar el umbral de la puerta se percató de la presencia de una persona. Se trataba de Vladimir, lo recordaba al haber sido su compañero en las ultimas clases de la academia además que había sido su compañero dentro del bando. El joven parecía haber pedido un café ya que tenía este en sus manos. Quizás alguna asistente estuvo trabajando desde muy temprano en el establecimiento y, se lo había ofrecido.

— ¡Bienvenido, Vlad! —

Saludó la castaña. Mirando a su alrededor se dio cuenta que le mago no llevaba ningún animal y, quizás el motivo de su visita era por otra cosa, como la compra de alimentos o juguetes para alguna mascota que tenía, pero no podía saberlo hasta que el joven le respondiera. Claro, no quería retenerlo allí ya que podía visitar las distintas plantas que tenía. Por ahora, no tenían animales para que rellenaran las inmediaciones.

— ¿Te gustaría recorrer el local? —

Preguntó a su amigo mientras ella sacaba un mapa que le ayudaría a guiarle. En la izquierda del mapa mostraban la superficial hábitat que los animales terrestres podían ir para divertirse y pasar un bonito momento junto a otras criaturas. Todo estaba completamente controlado para evitar que estos comenzaran un pleito. En la planta superior se encontraba la zona acuática, según ella, sería el lugar más llamativo para muchos.

— En la segunda planta está la zona acuática pero, con Helen aún no compramos ningún animal —

25 de Febrero del 2014

No había pasado ni un minuto cuando escuchó la voz de una chica que procuraba atenderla. No había creído que la atendiesen tan rápido, por lo tanto, estaba bastante cómoda con la atención que se le brindaba en ese departamento. Se dirigió a la chica que estaba completamente atenta lo que Kirara recitaba. La muchacha tenía que pasar ese examen antes que se hiciera tarde y sabía que aquel era su momento de suerte.

— Un gusto, señorita Malfoy. Mi nombre es Kirara Ruak —

Se presentó la castaña. La mujer le entregó un formulario que debía completar para comenzar con el examen de aparición y así no tener más ese peso encima. Luego vendría por la de vuelo así tenía un perfil más relleno y más habilidades de las cuales poder disfrutar en el mundo mágico donde convivía. Su vida se haría más fácil después de terminar con aquel examen y tenerlo aprobado.

— Muchas gracias. A ver… —

Agradeció la castaña estirando su mano para alcanzar el formulario que amablemente la joven le entregó. Lo releyó dos veces, puesto que no quería equivocarse en ningún espacio. Parecía fácil completar aquellas consignas pero, sabía muy bien que la acción de la prueba no tardaría en llegar. Ella sabía que podía superarla, así que se pondría manos a la obra y los mejores ánimos para poder superarla.

— ¿Cómo serán las pruebas, señorita? —

Preguntó la castaña mientras terminaba de rellenar el formulario. Todo parecía estar bajo control así que la chica no tardaría en darle las instrucciones de lo que debía realizar luego de haber terminado el formulario. Estaba completamente nerviosa ya que había escuchado de personas que quedaron atrapadas y no pudieron rescatarlas pero entendía el contexto de 3’s D.

— Listo, completado —

Consentimiento Informado:

La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

Yo, Paú Gryffindor, madre, de Kirara Ruak, he leído y comprendido el presente informativo.

Firma del responsable Paú Gryffindor
Link de la ficha del responsable. http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95871

Por medio de la presente, yo, Kirara Ruak (http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101696-ficha-de-kirara/), autorizo al Centro Examinador de Aparición tramite el descuento de 100 Galeones de mi bóveda (http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101718-boveda-de-kirara7/) personal por concepto del examen de aparición.

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Off:
Dados: http://i.imgur.com/UbYGLnB.png

24 de Febrero del 2014

Siguió examinando la decoración del departamento también, veía que todo estaba muy limpio y ordenado, sabía que lo limpiaban todos los días o eso era lo que la castaña creía. Se sentía un poco nerviosa al no saber qué hacer mientras estaba ahí parada, quizá alguien la encontraba y la secuestraba o seguro en ese departamento provenía el asesino de los globitos pero, sería irónico ya que allí denunciaban.

Se sobresaltó al escuchar una voz muy conocida y, al girarse se dio cuenta que se trataba de Fengari, su amiga. ¿Y si era una persona que se hacía pasar por Fengari? No lo creía pero ya en nada podía confiar estando en esas circunstancias. El formulario de denuncia podía esperar, primero quería que aquel individuo le devolviera a su amiga. Nada en particular le hizo dudar, sólo el sonido de voz ya que quizás Fengari no se encontraba bien.

— ¿Fengari? —

Preguntó la castaña mirándola con determinación la muchacha intentando descubrir si en verdad se trataba de ella. No quería sacar falsas hipótesis ya que siempre le costaba malas pasadas como ya le había sucedido antes. No entendía por qué siempre sacaba conclusiones ilusas pero, quería terminar con aquel pensamiento pronto. Suspiró. No tenía que olvidar por qué había llegado.

— Fengari ¿Cómo has estado? —

Preguntó a su amiga. Primero que nada tenía que descubrir si la muchacha en verdad se trataba de ella. Seguía con la vista pegada a ella y a sus ojos. Sí, en verdad parecía su amiga pero no comprendía por qué tenía ese tono de voz mientras hablaba. Quería que la joven le contara un poco más de ella antes de realizar la denuncia que tenía pensado hacer en ese departamento.

— Sí, estuve todo el día en el departamento, Fen ¿Tu saber qué pasó en el Atrio? —

24 de Febrero del 2014

— Oh, sí, es el turno del azulito ¿Verdad? —

Mencionó la castaña estirando del cordón del pequeño globo. Debía limpiarlo cuidadosamente para que no le sucediera nada malo a ellos ya que sino recibiría quejas de parte de ellos y necesitaba que se sintieran cómodos. Su concentración se centró sólo en cómo limpiaba al globito. No tardó mucho tiempo aunque a veces sentía que el hilo se resbalaba de sus manos peor sbaía cómo mantenerla quieta.

— Muy bien ahora al verdecito —

Propuso Sherlyn soltando al azulito para que él disfrutara de su libertad. Estaban completamente relucientes pero seguían sin escuchar las palabras que ellos le decían. Parecía extraño ya que sólo quería terminar de limpiarlos. El violetita claro, no quería lavarse, pero no importaba. Cuando los demás estuviesen todos limpios seguro el pequeño se animaba a tomar ese baño.

— El agua está en buena temperatura así que no se pueden quejar —

Agregó la Indebida mientras lavaba al verdecito que estaba tan inquieto. No se había dado cuenta que el agua estaba cayendo al suelo provocando un barrial que Amya debía limpiar cuando volviera al departamento. No sólo el suelo se humedecía sino que también salpicaba agua sobre su túnica. Aquello se solucionaba con magia así que no se preocuparía.

— Ahora el naranjita, no temas… —

Dijo al globito que era el que más miedo tenía de los siete. Siempre había sido el más miedoso, o al menos lo supo desde el primer momento que lo vio al entrar al departamento. Era una criatura especial que debía tener mucho cuidado para que no se lastimara mientras lo lavaba. De poco todos iban quedando limpios y relucientes, sólo faltaban unos cinco por lavar y descubrir si el violetita se atrevía.

— Muy bien, naranjita. ¿Ahora quién quiere? —

Preguntó mirándolos uno por uno, faltaba más de la mitad por lavar pero tampoco se quejaba. Tenía que lavarlos antes que Matt la llamara para realizar el trabajo en esa habitación blanca de la que tanto hablaban. El globito rosa tenía que lavar ahora ya que él había pedido primero que todos. Tuvo que haber limpiado antes pero se le había pasado ya que no quería que pensaran que el pequeño era su favorito porque en verdad amaba a todos.

— Ahora es el turno de rosita —

24 de Febrero del 2014

Había escuchado sobre el alboroto del Hall. Sí bien parecía que habían asesinado a una persona famosa pero, no entendía quién podía haber sido, no se atrevía a bajar del elevador. Había terminado sus asuntos ministeriales por lo tanto iría a realizar una denuncia al Cuartel de Aurores. Le parecía una falta de respecto que le atacaran mientras estaba en un paseo además que ya no era miembro oficial del bando.

Frunció el ceño contando las líneas que había sobre las paredes del elevador. En esa ocasión tenía que dirigirse a la segunda planta y para su suerte estaba debajo de todo. No quedaba lejos de la tercera así que su recorrido fue corto. Al salir pudo ver un departamento completamente diferente al que trabajaba ella. No entendía cómo funcionaba jamás había leído un folleto. Estaba perdida más bien.

Escuchó que una de sus amigas trabajaba allí aunque quizás había entendido más. Su intención era denunciar a esas personas pero no sabía el nombre. Mala idea había sido dirigirse allí sin haber buscado información de aquellas personas tan malévolas. Miró a su alrededor en busca de algún mapa del lugar pero para su mala suerte no encontró nada qué pudiese ayudarle. Era despistada en algunas ocasiones.

Al parecer no se había introducido del todo, así que al cruzar el umbral de aquella puerta lo primero que observó fue a una secretaria de cabello rojo reluciente. Parecía ser muy sofisticada y elegante, quizás la joven le ayudaría a encontrar lo que estaba buscando si era que aún seguía la joven en el lugar. Observó detalladamente cada objeto del lugar. Debió haber avisado a Fengari de su visita, así también podía descubrir si ella trabajaba en el Cuartel de Aurores.

24 de Febrero del 2014

En su ida al baño también había escuchado a Babila decir que las madres mandaban. Era verdad aunque a Paú muy poco la conocía y estaba segura que no le haría caso a ella sí no estaba de acuerdo en algo ; igual, faltaba poco para cumplir su mayoría de edad. Los globitos se encontraban felices queriendo que Sherlyn los lavara a cada uno. No podía imaginar la radiante sonrisa de ellos cuando terminara.

— Bien, bien, cálmense, por favor, pequeños —

Pidió la castaña remojando el trapo que tenía en su mano para comenzar con la limpieza de globos parlantes. El ambiente se volvió completamente alborotado ya que discutían por quién se lavaba primero. Eran muy curiosos todos, quizá la mejor idea es que ellos miraran que jabón usara y lo oliera. Aunque mejor era no arriesgarse ya que existía la posibilidad que fueran sensibles de olfatos.

— Tápense sus narices ¿Sí? —

Les recomendó Sherlyn mientras enjabonaba el trapo para que fuera más espumoso y lo disfrutaran más. Quedarían completamente radiantes los globitos y les sacaría una foto a cada uno si su resultaba fuese exitoso en un futuro. No sabía por cual empezar y el violetita decía que no le gustaba lavarse, pobrecito. No le insistiría si no quería, tal vez con un trapo seco estaba bien.

— ¿Quién primero, pequeños? A ver… comencemos con el amarillito —

Propuso la Indebida agarrándolo del hilo para pasarle cuidadosamente el trapo. Eran movimientos lentos para evitar que sufrieran daños en sus extremos. Luego con otro trapo lo enjabonó y secó quedando el pequeño reluciente. Sí bien había hecho oídos sordos a lo que el globito decía ya que estaba concentrada en la limpieza de ellos. Esperaba que el baño les gustara a ellos sino su intensión había sido en vano.

— Lo mejor es que los disfruten, pequeños… Y ahora ¿Quién de quién es el turno? —

24 de Febrero del 2014

Nombre del Negocio: Aethonan’s House

Nombre de los propietarios: Kirara Ruak y Helen Reyes

Rubro al que se dedicará: Animales

Descripción: El local consta de dos plantas y cinco ambientes.

http://i.imgur.com/R6CrRLh.png

Planta baja:

Cuando los clientes ingresan al local, lo primero que podrán ver será el mostrador ubicado en una sencilla recepción, donde siempre habrá alguien dispuesto a atenderlos, atrás de este habrá un estante con varios productos para mascotas. En el establecimiento para animales tenían un comercio de utilidades para mascotas. Sólo vendían insectos inofensivos muggles ("invisibles" que no cuentan en los puntos de poder de tu ficha). Hasta nuevo aviso sólo estos están a la venta.

http://i.imgur.com/6rwNYB4.pngAl costado derecho y frente a una gran ventana de vidrio, se encontraran dispuestas algunas mesas, donde los clientes podrán sentarse a platicar o tomar un café mientras esperan a que su mascota sea atendida, o en su defecto, a que la misma le sea entregada.

La sala se encuentra bajo a un encantamiento que produce que se mantuviera a una temperatura normal para una mejor comodidad por los clientes y las mascotas de estos. El color blanco que rodeaba sus paredes hacía que la imagen fuera sumamente tranquilizadora y todos mantuvieran la calma hasta que los veterinarios le dieran la orden de actuar. La veterinaria Caroline se encargaba de atender a los clientes de la recepción junto a sus otros tres encargados.

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http://i.imgur.com/hChDFbL.png Al lado izquierdo se encontraba la zona de las golosinas para animales, mientras los cleintes esperaban podían comprar toda clase de alimentos que pudiera saborear el animal. Había chocolates para criaturas pero estaba bajo admisión comercial de los veterinarios —Estate por seguro que a tu mascota no le vendría nada mal un poco de dulces.

Había caramelos de todos los colores, algunos estaban animados como las ranas de chocolate sabor a comida para perros, gatos u otros animales. En este pequeño puesto no sólo vendían comida para perros sino cafés, galletas, pastel para cualquier dueño del animal. Así cada uno esperaba con tranquilidad a ser atendidos.

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Planta superior:

Por unas escaleras circulares colocadas frente de la zona de golosinas se podrá acceder hacía la planta superior, solamente con personas autorizadas pueden subir por ella. Al llegar podía observar cuatro puertas en línea recta — Todos se preguntarían como lugares tan grandes cabían en un espacio tan pequeño pero, era producto a un encantamiento —En dicha planta se encuentran los ambientes y, también había un pequeño consultorio para atender a las mascotas más graves (operaciones, análisis que requerían de mucha concentración los cuales tardarían muchos días, semanas, según la gravedad del asunto.

-- Tener en cuenta que en los ambientes sólo entraban los animales, estaba prohibida la entrada a persona. --

http://i.imgur.com/saIww0f.png Primera Puerta
En esta se encontraba la zona de animales terrestres. Sólo era en cuestión de diversión al cuidado de mucha seguridad para que ninguna mascota fuera a lastimarse. Era también llamado una zona para socializar donde las criaturas terrestres podían conocerse en un ambiente amplio y agradable simulando el aire libre.

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http://i.imgur.com/hSkrgbB.png Segunda Puerta
En esta habitación se encontraba la simulación de un cuarto acuático, repleto de peceras para que los peces y criaturas marinas pudieran disfrutar de una estadía tranquila en el establecimiento. Cada pecera debía ser reservada con anticipación para que fuera el único animal allí dentro de lo contrario debía compartirlo. No sólo había peceras con agua en el contenedor, sino que también juegos de arcos de colores y más diversión.

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http://i.imgur.com/z6HGWuu.png Tercera Puerta
El cuarto más extraordinario de todos. Este simulaba perfectamente a un ambiente exterior y era completamente un misterio como los antiguos magos hicieron para realizar semejante trabajo. La zona claramente, tenía un limite —los animales sólo podían ir hasta cierto punto y disfrutar de los juegos que le tenían preparado.

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Este negocio apoya a
la Orden del Fénix

Afiliados: Los afiliados podrán contar con un sueldo de 100 galeones al mes, siempre y cuando hagan como mínimo cuatro posteos en el local. Los afiliados podrán manejar a cualquiera de los empleados creados.

Al afiliarse al negocio, se le descontarán al empleado 100 galeones.

~~ Lista:
Pandora Stark ~~ Ficha // Bóveda

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Empleados: (Cualquier afiliado puede utilizar estos personajes)
Wilmor Stiler (Encargado de la Planta Baja )

Steve Willor (Encargado de la Planta Superior - Asistente de la veterinaria)

Caroline Tylor (Veterinaria)

Theresa Berenthy (Encargada de la pequeña cafetería)

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Criaturas:

Objetos:

Elfos:

Blondie (Elfina de Kirara)

Irri (Elfina de Helen)

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Link al registro del negocio.
http://www.harrylatino.org/index.php/topic/103194-aethonans-house/

Nick con link a tu ficha de personaje:
Kirara Ruak
Helen Reyes

Link a la ficha de tu familia.
Familia de Helen Reyes
Familia de Kirara Ruak

Link a la bóveda del negocio: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/103478-boveda-negocio-aethonans-house/

24 de Febrero del 2014

Sacar sus licencias de aparición y vuelo, debió haberlo hecho meses atrás y ella lo sabía muy bien pero hubo cosas que se lo impidieron. Jamás había imaginado que no completar esas pruebas le provocaría ciertas complicaciones para manejarse en el mundo mágico. Ya no quería utilizar a su elfina como medio de transporte, era completamente terrible en otra perspectiva.

Blondie lo hacía solamente por gusto ya que le gustaba ver a su ama satisfecha, era más que nada su acompañante además de que Sherlyn la llevaba a todos los lugares del Callejón Diagón a pasear para comprarle varios objetos que pudiesen ser utilidad y le ayudarían para que su elfina estuviese contenta como se lo merecía. Acomodó su túnica mientras esquivaba al centenar de personas que caminaban en el ministerio.

Había logrado tener un tiempo libre para hacer esas pruebas y terminarlas de una vez. Todavía seguía arrepintiéndose de no haberlo hecho cuando recién se graduaba. Ahora tenía que pagar la prueba aunque claro, no era ningún sacrificio tener que pagar la prueba. La sexta planta era muy bonita y podía pensar que Roxanne la tenía bien cuidado, hacia un excelente trabajo como directora. Llegó a la recepción encontrando a la misma directora y a su ex jefe de casa en la academia, Jank, el cual entregaba un formulario.

— Buenos días. Me gustaría sacar la licencia de aparición y vuelo —

Pidió la castaña esperando que aún quedara tiempo para entregar los formularios. Luego de aquellas pruebas quedaría libre aunque dentro de su lista de trámites aún le faltaba registrar a sus mascotas pero eso lo haría cuando tuviera más tiempo. Ya quería tener a su Micropuff para cuidarlo mucho, también al gusamoco el cual visitaría a sus amigas para que vean que puede ser una gran mascota.

— Todavía hay tiempo ¿verdad? —

24 de Febrero del 2014

Mía volvía atacar nuevamente creando una avispa marina que al estar fuera del podría morir al instante. Apuntó su varita contra la muchacha para realizar un hechizo que pudiese salvarla en esa ocasión en la cual tenía veneno encima gracias a la criatura de mar tan encantadora pero llena de maldad en su ser ya que se atrevió a inyectarle veneno y arruinó su túnica tan cómoda para ella.

- Morphos -

Conjuró ella apuntando sobre una roca de tamaño mediano que se encontraba cerca de ella la cual no tardó en convertirse en un bezoar que tomaría para curarse del veneno de la avispa y así estría a salvo de morir por el veneno. Al momento de conjurarlo lo agarró con su mano y se lo tomó, pronto su cuerpo sintió un gran cambia en ella. Estaba con más vitalidad si no fuera por el hechizo anterior que próximamente se curaría.

Había sentido como uno de los contrincantes le tiraba strellatus. Era un mcuhacho de nivel superior por lo tanto podía tener más experiencia en batallas y ese tipo de cosas. No se animo a atacarlo pero, haría un esfuerzo apra defenderse de su hechizo aunque nada se le ocurría sólo debía curarse para seguir luchando en aquella practica ya que no saldría tan facilmente de esta ni aunque s ele impusieran encima. "Episkey, Episkey" Pensó Kirara y pronto el ardor de sus ojos se fue. Le había dolido muchísimo así que eso no se quedaría de esa manera.

24 de Febrero del 2014

Mía estaba creando un morphos y lo podía ver de lejos tenía un precioso león con ella que tenía un precioso pelaje lastima que no era de verdad sino se lo llevaría a su casa para tenerlo de mascota. La miró una vez más, ahora la atacaría ya que no se dejaría vencer tan fácilmente por ella aunque sabía bien que tenía mucha más experiencia en batallas. La miró seguía teniendo su vcvarita en su mano y estaba ilesa así que aprovecharía el momento para atacar a la muchacha. La miró apuntando su varita contra ella.

- Sectusempra -

Conjuró la castaña. Pronto el león comenzaría a sangrar ya que heridas graves se producirían por su piel provocando una hemorragia y la chica quedaría inconciente en pocos minutos si es que no se defendía a tiempo. La miró y luego condujo su mirada hacia el león que tenía a su lado que era adulto y podía matarla si ella no se apresuraba a matarlo primero. era algo que le costaba muchísimo pero lo lograría además que era un animal irreal.

- Sectusempra -

Volvió a nombrar pero esta vez apuntando sobre el animal que coemnzaría a sentirse como su creadora. Sus heridas se abrirían provocando una inconsciencia. Se sentía terrible al lastimar a un animal pero tenía que hacerlo por su vida. La hemorragia era infinita y no se podrían curar a menos que utilizaran algún hechizo un compañero suyo pero lo dudaba mucho.

24 de Febrero del 2014

Tenía la varita en la mano preparada para realizar algún ataque para comenzar la batalla pero sintió como el hechizo de una de las chicas nuevas llegó hacia ella. Todvía no habían comenzado a realizar ningún hechizo y ya le tiraban uno. Frunció el ceño pero su cuerpo se comenzaba a descomponerse. Era una chcia muy inteligente y le agradaría tenerla en el bando pero si le atacaba de esa manera Kirara se enojaría mucho con ella aunque ya sabía que en esos juegos no se tenían piedad.

- Protego -

Conjuró ella para defenderse del hechizo sectusempra de mía. Pronto un escudo color azul saldría de su varita y absorbería aquel conjuro de la chica. Aún así, debía curarse del ehchizo anterior así que paso seguido se atrevería a detener aquel efecto sobre su cuerpo. Cerró sus ojos procurando que nadie volviese a atacarla, esperaba que no ya que no podría seguir estando en el lugar si resultaba herida de gravedad. "Finnite Incantatem" pensó la castaña. Ahora el efecto de las babosas se detendría de su cuerpo dejándola ilesa para poder defenderse y atacar a sus demás compañeros.

24 de Febrero del 2014

La nieve caía sobre el Callejón Diagón, claramente como cualquier día de invierno en el cual la gente se abrigaba al máximo para evitar algún resfriado que pudiese causarle un malestar en el cuerpo. Kirara llevaba puesto una túnica que le cubría hasta el cuello era completamente cómoda para ella ya que la protegía demasiado aunque no sabía si también lo haría en una redada. No le importaba ya que podía sacárselo después. Sus pies respiraban aire ya que estaban descalzos.

Detuvo sus pasos al lelgar a Moon River un local donde se podía servir café y charlasr con los demás integrantes de la Orden del Fénix. Era completamente cómodo estar allí, ya que se sentía bien con ella. A veces Blondie la acompañaba pero en esta ocasión fue sola para un encuentro entre sus compañeros ya que practicarían estrategias para una redada o asalto, eso le vendría muy bien a ella para practicar y sumar estrategias.

- Muy bien, acá estoy, chicos -

Comentó la castaña todavía no había entrado al local y no veía a sus compañeras por ningún lado. Se quedó allí afuera esperando la llegada de alguien pero también suponía que estaría a unos ocho metros de sus contrincantes. Entendía que estaba muy nerviosa y no se percataba de quienes estaban a su alrededor. Jessie estaba muy cerca y lo sabía, también Arya. Su corazón latía rápidamente a pesar que sólo era una practica estaba bastante nerviosa por comenzar.Miró a su alrededor en busca de alguna defensa.

23 de Febrero del 2014

Había escuchado a su jefe, por supuesto que iba a limpiar cuidadosamente a todos los globitos del departamento. Usaría un trapo húmedo se los pasaría por encima ya que una esponja los mojaría muchísimo. Quería optar por una opción simple que no le llevara mucho tiempo aunque tampoco sabía si la directora estaba de acuerdo porque los limpie. Sólo le gustaría ver a los globitos más relucientes de lo que ya eran.

Las puerta del elevador se había abierto luego de Babila y, sin saber de quién se trataba se propuso no prestar atención a quién entraba. Estando el secretario en su lugar se encargaría de custodiar quiénes entraban al departamento. Al parecer su jefe aún no sabía cuál era el trabajo que les correspondía así que le dio el tiempo requerido para limpiar a los globitos y eso se lo agradecía mucho.

— Muchas gracias, Matt. Llámame cuando lo averigües —

Avisó Sherlyn y se dispuso a caminar hacia los lavados. Había caminado ya unos metros pero no le impidió escuchar lo que Matt le preguntaba a Babila. Ahora sabía cuál era el próximo trabajo y el nombre del mismo le llamaba muchísimo la atención ya que nunca en su estadía lo había oído. Quizás, era una habitación completamente blanca ¿Con espejos? No lo sabía. También existía la posibilidad que allí encerraran a los empleados que se portaban mal; sea lo que fuese se lo preguntaría primero a los globitos.

Abrió la puerta de los lavados sin decir nada antes por lo que se arrepintió ya que invadía la privacidad de los pequeños globitos parlantes tan inofensivos e inocentes. Quería limpiarlos de uno pero primero necesitaba su consentimiento y saber quiénes era los que querían lavarse. No dejaba de imaginar que ellos estarían muy relucientes cuando terminara aquella limpieza.

— Oh, lo siento globitos, entré sin permiso ¿Les gustaría que los limpie? —

Comentó Sherlyn mostrándoles un trapo encima de sus manos. No sería un trabajo complicado pasarles un trapo ya que con agua bastaba y, no quería elegir la magia porque un hechizo mal conjurado provocaría mucho peligro para las preciosas criaturas parlantes.

22 de Febrero del 2014

Sherlyn "Kirara" Ruak

Sí definitivamente quería limpiar a los globitos aunque de mantener limpio el departamento le correspondía al equipo de Revensiones, o eso creía; estaría muy agradecida de ellas sí fuese así. Seguía pensando en el comentario del globito rosita, ¿Qué pasaría si realmente deseaba un aseo? Esperaba que no hiciera una locura sino se molestaría ya que estaría en peligro y sentiría demasiada impotencia al no estar para ayudarlo.

Miró hacia el despacho de la directora preguntándose si sería verdad que Zanka comía mosquitos y moscas. Babila debería enseñarles a que matar así como también comer criaturas ya fuera insectos o animales, estaba muy mal. Aunque, no era quién para cuestionar la que en algún momento de su vida había probado carne. Tampoco sabía si una hermosa lagartija tenía otra fuente de alimentación, debía averiguarlo.

Le encantaban los globitos, eso era verdad ya que sentía muchísimo cariño ante esas preciosas criaturas provenidas del cielo. Sí fuera por ella los abrazaría con cuidado a cada uno pero, existía la posibilidad de demostrar su cariño de otras maneras como protegiéndolos y prestándoles la atención que merecían. El secretario comentaba que hablaría con la directora para llevárselos pero no era lo que ella deseaba. Y no, para ella no eran nada chismosos, sino que un poco curiosos.

— Prefiero que se mantengan en el departamento, Babila. Afuera hay mucha gente peligrosa y podrían lastimarlos sin tener ningún tipo de piedad. Además, no puedo tenerlos en mi casa, mi mami nos echaría a la calle a los ocho ¿y dónde los dejaría? —

Se preguntó la castaña imaginándose la reacción de Paú cuando ella entrase por la puerta con los globos parlantes en la mano. No quería que los pequeños se sintiesen despreciados ya que para ella eran muy valiosos, los amaba con todo su corazón. De pronto, sintió exclamaciones que provenían de los lavados. Eran los globitos escuchando lo que el secretario había comentado.

— ¿A los globitos se los puede limpiar? —

Volvió a interrogar Sherlyn para sacarse la duda que tenía acerca de los preciosos globos de colores. Se verían mucho más encantadores y brillantes si estuviesen más limpios porque sabía que del techo podía caer variaciones de polvo pero nada que fuera pulsante, claro. Los globitos no eran tontos, ellos sabían dónde meterse. Sí no escuchaba mal, los pequeños estaban cotilleando pero no sabía qué.

21 de Febrero del 2014

Sherlyn "Kirara" Ruak

Pretendía que los globitos estuviesen bien en el baño y deseaba con toda su alma que ningún mal viviente fuera a amenazarlos. Había creído que lo de los objetos pulsantes había sido solamente una ilusión o era lo que quería pensar para que el cariño que tenía a aquellas criaturas no le interrumpiesen su trabajo actual.

Babila había llegado de manera imprevista o al menos no lo había visto cuándo entró pero el secretario estaba ahí por lo tanto la castaña estaba mucho más tranquila ya que él quedaría muchísimo a las pequeñas criaturas inocentes y parlantes. Fenrir también se encargaría de proteger el departamento.

No le gustaba la idea de que otra persona lo llevara a pasear, claro que no. Los globitos eran suyos de corazón y no dejaría que otra persona los llevase a pasear para ir a mostrárselo a la jefa de seguridad. Era una escena de asesinato donde los objetos pulsantes se hacían visibles por todos lados además que vaya uno a saber si algún trabajador llevaba pinches. Mala idea la de Babila, claramente pero no le diría nada más y se opondría.

Llevarlo con Krumito no era la mejor opción para que le hicieran compañía a los globitos ya que no quería imaginar el enfrentamiento que ocasionarían las criaturas. Por lo que recordaba los globitos no querían al acuático ya que a veces se pasaba de exclamaciones y exageraba mucho las cosas aunque por lo que recordaba para él Sherlyn era una estrella de mar por defenderlo.

— Yo no he visto a Zanka, Babila —

Comentó la castaña mirando a su alrededor para saber si la lagartija estaba por allí abajo. Quizás el recepcionista se pondría muy mal por no encontrar a la pequeña que estaba perdida a pesar que muy en su interior sabía que estaba bien. Sabía lo que era perder algo muy valioso pero siempre terminaba de nuevo en sus manos. Era verdad, Matt estaba bastante preocupado debía ser por la escena que vivió en el Atrio. Se imaginaba muchas personas de distintos departamentos merodeando desesperados.

— Babila, me gustaría que los globitos quedasen en el baño —

Indicó la Indebida sabiendo que ellos estarían bien estando en aquel lugar ya que los mantendría a salvo de los sucesos en el ministerio. Los globitos no le hacían mal a nadie así que ninguna persona debía tocarles ni siquiera el hilo que los sujetaba. Volvió a mirar a Babila pensando en decirle o no sobre limpiar a los globos.

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