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Sherlyn Stark

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Mensajes publicados por Sherlyn Stark

  1. Tarea lista. ^^
    - Por acá la dejo:

    ~ Regla 7:
    En este caso se intercala el Rayo/Invocación a otro del mismo tipo, lo cual produce que ambos impacten y los duelistas sufra el daño producto del respectivo hechizo.
    Minnie: Expelliarmus {Turno 1 - Acción 1} Utiliza este hechizo intentando desarmar a su oponente.
    Mickey: Protego. {Turno 1 – Acción 1} Absorbe el Expelliarmus haciendo que este no le impactara.
    Mickey: Expelliarmus {Turno 1 – Acción 2} Desarma a su oponente. (Impacta)
    Minnie: Incárcerus {Turno 2 – Acción 1} Ata a Mickey con 3 gruesas cuerdas. (Impacta)
    Notas:
    ◦ Ambos duelistas están dañados producto al intercambio de daños siguiendo esta regla, por lo que deben curarse para seguir intactos: Minnie debe recuperar su varita y Mickey desaparecer las cuerdas.
    ~ Regla 8:
    Esta regla se utiliza, en segunda acción, cuando se intercala un Efecto a un Rayo/Invocación, debido a que los Efectos tienden a ser más rápidos por lo tanto impactará antes.
    Mickey: Sectusempra {Turno 1 – Acción 1} Lanza con el propósito de provocarle varias heridas sangrantes a su oponente.
    Minnie: Protego {Turno 1 - Acción 1} Se protege del Sectusempra, por lo que este no le impacta gracias al escudo.
    Mickey: Silencius {Turno 2 – Acción 1} Silencia a su oponente. (Impacta)
    Minnie: Expelliarmus {Turno 2 – Acción 1} Intenta desarmar a Mickey, pero es imposible, ya que está bajo el efecto que le produjo el Silencius. (No impacta)
    Notas:
    ◦ En el segundo turno, Mickey interrumpió el siguiente Rayo/Invocación de su oponente haciendo que este terminase contrarrestado.
    ~ Regla 9:
    Su funcionamiento es similar a la regla anterior, sólo que permite intercalar un efecto a otro del mismo tipo, en segunda acción. Hay que tener en cuenta que sólo se puede utilizar siempre y cuando el primer hechizo afecte las capacidades del oponente.
    Minnie: Expelliarmus {Turno 1 – Acción 1} Intenta desarmar a su oponente.
    Mickey: Protego {Turno 1 – Acción 1} Se protege haciendo que el Expelliarmus no le impacte.
    Minnie: Floreus {Turno 2 – Acción 1} Hace que en vez del siguiente hechizo de su oponente salgan flores. (Impacta)
    Mickey: Silencius {Turno 2 – Acción 1} Intenta silenciar a su Minnie, pero no puede ya que de su varita sólo salen flores producto a que tiene un Floreus encima. (No impacta)
    Nota:
    ◦ El hechizo Efecto de Mickey queda anulado.
    ~ Regla 10:
    Esta regla dicta que, el duelista puede intercalar un hechizo rayo a un efecto, haciendo que el rayo se vuelva indefinible dándole el margen para que el otro puede defenderse.
    Mickey: Incárcerus {Turno 1 – Acción 1} Lanza tres cuerdas gruesas a Minnie.
    Minnie: Protego {Turno 1 – Acción 1} Se protege del rayo.
    Mickey: Expelliarmus {Turno 2 – Acción 1} El rayo viaja en dirección a Minnie.
    Minnie: Morphos {Turno 2 – Acción 1} Actúa antes del Expelliarmus y transforma la camisa de Mickey en una avispa marina, próxima a envenenarle.
    (Minnie tiene tiempo para defenderse)
    Minnie: Protego {Turno 2 – Acción 2} Se protege del Expelliarmus.
    Mickey: Morphos. {Turno 3 – Acción 1} Crea un bezoar.
    Nota:
    ◦ Mickey robó las intercalaciones.
    ◦ Sólo puede ocurrir cuando el Rayo/Invocación es afectado por el Protego o Evanesco.
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  2. La espera cesó, ya que el acontecimiento que estuvo esperando durante esas largas semanas comenzaría dentro de unos minutos. Sentía un fuerte entusiasmo y euforia por conocer más acerca de Defensa de Artes Oscuras. Le fue imposible deshacer esa sonrisa luego de enterarse que su profesora de esa asignatura sería, nada más ni menos, que Athena Rouvás. La conocí, era una joven encantadora, la cual había ganado un sitio en su corazón rápidamente, a pesar que en pocas oportunidades coincidieron.
    Antes de atravesar los húmedos y oscuros pasillos, desviaría su camino hacia los jardines. Estaba consciente de que aún faltaba tiempo. Nunca se cansaría de apreciar el hermoso espacio verde que presentaba la academia y, debía aprovechar al máximo porque no sabía cuándo sería la próxima vez que merodearía por el establecimiento, tal vez jamás. Observó con determinación algunas flores de diversos tamaños y colores brillantes y, claro, se le ocurrió la idea de cortar su tallo para regalárselo a su profesora, pero se compadeció de ellas creyendo que deseaban crecer y morir allí, en su lugar de nacimiento.
    Dio el último vistazo a la parte central del paisaje, y luego se separó dando media vuelta para reanudar su camino. Por unos instantes la mezcla de nervios con otros sentimientos se desvaneció, pero volvió, esta vez con unos imparables latidos en su corazón al leer el nombre de Athena en el metal donde ubicaban la información para orientarse. Se detuvo, imaginaba que era inoportuno comportarse así porque se atrasaría en la clase. Inhalo aire suficiente para después terminar exhalándolo, esperando que eso fuese lo suficiente para tranquilizarse. No le hizo ningún tipo de efecto, pero estaba preparada para avanzar y conocer el panorama que la esperaba.
    Sintió la presencia de alguien más detrás de ella, pero no le dio importancia ya que los pasillos solían ser muy transcurridos. Empujó la puerta con suavidad y la cerró de la misma manera. Al darse la vuelta pudo ver: el ambiente oscuro y misterioso, decorado especialmente para partir con temas de la materia y, por otra parte, a la figura de la Rouvás dándoles la bienvenida y animándoles a sentarse. Fue allí cuando vio a Helen, y le fue inevitable sonreir ante la presencia de su amiga. Le agradaba el aire libre y jovial que la caracterizaba, lo que a su vez le contagiaba haciendo que la incomodidad desaparezca y la felicidad volviese a apoderarse de ella.
    — Buenos días, Athena —saludó. “Señorita Rouvás” resultaba demasiado formal, aunque fuese el tipo de tratos lo que se acostumbraba—. Lamento la tardanza.
    Se adentró más, dedicándose a evaluar cada uno de los asientos hasta calificar uno de la izquierda como “más bonito”, siendo que todos poseían las mismas características. Observó el reloj ubicado encima de la pared, descubriendo que no había tardado más tres minutos en llegar, pero era ideal disculparse por ese atrevimiento. La castaña agradecía mucho la actitud que tenía Athena que dejaba que se acomoden antes de comenzar con la clase. Era hora de sus presentaciones.
    — Es muy cierto, ya nos conocemos —sonrió, tomando confianza a la escena—. Mi nombre es Kirara Ruak —se presentó, creyendo que hablar más estaría de sobra—. Trabajo que el Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes, por lo que me he encontrado con varios objetos de apariencia inocente, que al final, resultó una amenaza para el ser que lo tocaba a causa de la magia oscura. Es realmente terrible —comentó haciendo una pausa—, y por eso estaría encantada aprender a defenderme, también en situación imprevistas —finalizó, aunque no fue suficiente, ni para ella—. Sucesos como cuando atacan de improvisto con hechizos malvados o cuando vez que atacan a alguien estando tu presente. Me sería de muy buena ayuda para aprender a actuar a favor del bien común y la justicia.
    Al terminar su atención se centró en las consignas que escribía su profesora en la pizarra, para después empezar a explicarlas y, así, conocer de entrada la definición de “Artes Oscuras” y cómo defenderse de ellas. Comenzaba a agradarle la manera que conducía la clase y en esas alturas, podría decir que la admiraba por completo. Una vez finalizada la explicación, comenzaron con la tarea, y le tocaba responder acerca del «Expelliarmus».
    — Como todos saben, el hechizo tipo rayo es un ataque que lo utilizan para atacar a una persona —comenzó, segura con lo que estaba por responder—. Yo puedo defenderme lanzándote un protego, que es efecto y por ende, actúa más rápido logrando que pueda defenderme a tiempo —finalizó, esperando que lo que dijera fuera lo correcto. No temía en equivocarse, ya que así se aprende.
    *-*-*-*-*
    ¡Hola! *-* ¿Cómo están? Jaja Estoy emocionada por comenzar esta clase, y mandar este rol. Así que, Ro, el MP te lo enviaré mañana, sólo me falta la ultima pregunta, y te prometo que no tardaré.
    Mi nombre muggle es Camila, pero me gusta que me llamen Cami, suena mejor. Este mes cumplo diecisiete años, falta poquito *-* Y nada, vivo en Buenos Aires, Argentina, como ustedes ya lo saben. Estudio mi penúltimo en la escuela secundario, estoy segura que el año que viene termino. Me encantaría estudiar Bibliotecología y Ciencias de la Información cuando termine la escuela, también estudio ingles en un curso en mis ratos libres. La literatura es una de mis aficiones. Y por supuesto, también amo las mascotas, tengo también un P-Chan corazón, pero el mio es un gatito. ^^

    ¡Besitos!
  3. ¡Holis! *-* Paso por acá, que sino después se me olvida completamente, o por falta de tiempo, tal vez. u.u Es que en la pc las horas se pasan volando y uno se distrae mucho. jaja

    Yo creo que la mayoría de los presentes me conoce. u.u Pero igual, nunca está de más presentarse ante ustedes. Mi nombre es Camila, de preferencia Cami, porque el nombre completo lo utilizan cuando me están por regañar. Soy de Argentina, Buenos Aires, me gusta donde vivo. El veinte de este mes cumplo diecisiete años *-*, pero no quiero crecer >.< Estudio mi penúltimo año de secundaria, por lo cual estoy muy entusiasmada por terminarla rápido así tengo "vacaciones de por vida"(?) ok, eso no, tengo pensado estudiar Bibliotecología y Ciencias de la Información en la universidad, vamos a ver cómo se me presenta. *-* Me encanta leer, ya sea libros o relatos que la gente escribe, por eso también disfruto leyendo sus roles son mi fuente de inspiración.

    El mes pasado cumplí un año dentro de esta "pequeña" comunidad mágica, y no me arrepiento de haber dicho :"Inscríbite en la academia, sólo una semana a ver cómo te va y después nos vamos", así fue cómo comenzó la adicción, y sin pensarlo me vine a la Orden. Puedo decir que mi rol mejoró notablemente, pero falta pulir un par de cositas que con el tiempo se logra. Y, no me arrepiento de nada porque conocí personas estupendas.


    ~~ ¿Y de duelos? :rolleyes: Puedo decir que estoy un poquito oxidada, ya que estos meses no le había dado la importancia como para "alimentar" el espíritu duelista. Bueno, al principio, hace casi una semana, cuando reingrese a la Orden del Fénix, debo admitir que ni siquiera me acordaba las descripciones de los hechizos, ni el Sectusempra u.u las intercalaciones, nada. Pero ya estuve leyendo un par de duelos, clases y batallas, para ir blanqueando el tema y protegerme ante alguna redada imprevista. Espero mucho de está clase, yo sé que como Bínf y Vrael como tutores, será increíble. ^^

    No tengo nada más que decir, sólo que es un gusto estar por acá. *-*

    ¡Besitos!

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  4. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif

    Por fin, la situación en el Atrio se había neutralizado, ya que días atrás habían realizado una conferencia de prensa donde asistieron muchas personas y, por lo que escucho, no terminó tan bien como hubieran preferido. Miró a un lado, viendo cómo el guardián de las varitas seguía custodiando la zona, pero dirigió su atención a la fuente del Atrio. Siempre que salía a dirección de un sitio nuevo tiraba una moneda para que le diera suerte, y esa vez la necesitaba ya que, era de más decir que quería que los muggles estuviesen bien.
    — Espérame unos segundos, Amya —pidió a la jefa, claro, ya que si la dejaban atrás no iba saber cuál era el lugar exacto en dónde se encontraba la clínica, sólo que estaba sobre el Callejón Diagón.
    Se apartó encaminándose en dirección de la fuente para tirar una moneda sobre ella. No fue como las otras veces ya que en ésta, lo había hecho con mucha prisa; igual, no descartaba su idea de tener suerte en la situación. Se contuvo de no tirar una moneda más y siguió su camino. El próximo camino, antes de llegar a la clínica, era King’s Cross, o eso creía, así que hasta allí se dirigiría.

    — Listo —.
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  5. Al menos tenía la respuesta afirmativa de Amya y Matt, y con eso hasta le sobraba. Creía que ir a la clínica para verificar cómo llegaron los muggles, que habían estado prisioneros, era una idea excelente, ya que después podría contarles un final a los Globitos. Aseguraba que las criaturas estarían muy emocionadas porque ella le contara todo lo realizado, más lo estarían si le hablaba del brujo malvado que había estado allí, pensaba en contárselos en forma de cuento, así lo disfrutaban más y se imaginaban cada una de las escenas como si fuera ficticia.
    Esperó su turno para entrar al elevador, no entendía porque Amya dejó que pasaran primero mientras ella miraba el techo del elevador con determinación. Esa curiosidad le hizo mirar hacia arriba, pero no había nada fuera de lo común, estaba segura que la jefa de Revensiones estaba medio loca, o eso le pareció al no tener idea de lo que le pasaba. Esperó que la Reventora se subiera y de esa manera se dirigirían al Atrio.
    — Cuida de mucho de Fenrir, Matt, también de los Globitos, Zanca, Krumito y Pipo —comentó, antes que la puerta del elevador se cerrara. Sabía muy bien que eso era lo que su jefe haría, aunque hasta ese momento no se percató de la presencia de Babila en el departamento, este siempre cuidaba muy bien de la tercera planta—. ¿Qué hay en el techo?

    ~~ Salida.
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  6. ¡Hola! *-* Bueno, es bastante complicado decidirse que tutoria tomar, pero sólo tomaré una, por ahora. Es duelo, pero no conozco mi nivel. Yo supongo que como estuve varios meses sin tener siquiera, interés en el tema, me imagino que mi nivel "intermedio" bajó a "básico", por lo tanto. ^^ Me imagino que la tutoria será excelente, y quiero que me la dé Bínf. u.u No sé qué más decir, espero aprender mucho en ella.

    Nick: Kirara Ruak
    Tutoría: Duelo
    Nivel que posee: Básico.
    Si solicita un tutor en específico: Bínfeyd Evans.

     

    ¡Saludos! ^^

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  7. — Muchas gracias, preciosa —dijo, al escuchar la melodiosa voz de la elfina que estaba detrás del mostrador condujo, inmediatamente, su atención hacia ella. Al parecer, poseía el oficio de recepcionista y se encargaba de recibir a los clientes. La observó unos instantes quedándose muda por no saber qué responder, ya que aún no se había decidido en qué era lo que quería realizar, tal vez la pequeña tenía algún folleto que pudiese ser de buena ayuda para orientarle—. Disculpe las molestias —se disculpó, luego de dejar pasar un minuto.


    — Veras, me agrada la idea de ver alguna obra de teatro —respondió, poniéndole más importancia a ese tema, ya que era más interesante que ver una película en el cine, en opinión propia—, pero no sé qué días las exhiben —agregó, esperando que la pequeña le respondiera aquella duda. Por otra parte, tenía intriga de saber qué otras actividades se ejercían, porque aprender a tocar un instrumento también sonaba excelente; pero aquello se lo preguntaría después, cuando estuviese más segura.


    — ¿Tiene algún folleto del negocio? —preguntó. Creía que sería de muy buena ayuda, de esa manera ahorraría hacerle interrogatorio a la hermosa criatura. Creía que el folleto combinaría con la estética del lugar, por lo que era imposible olvidar de leerlo mientras estuviera fuera del establecimiento y pasaran días de haberlo visitado—. Sería encantador tener un folleto del negocio —mencionó, desviando su vista para admirar el resto de su alrededor.


    — ¿Se puede asistir de expectante a alguna clase? —volvió a cuestionar. Ya eran bastantes preguntas, tal vez la elfina se estaba agobiando de ella—. Siento mucho preguntar tanto —lamentó, volviendo a mirar a la recepcionista.
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  8. No valía la pena preguntar nada más, un asesino siempre tenía una excusa a su defensa. Ella no le creía para nada. Le restó importancia, también a algunos gestos de jefa de revenciones que, trataba de contener una carcajada, la cual creía que se reía por la bufanda pero, claro, que la inocencia le valga a Kirara. Era hora de seguir buscando a Fenrir, pensaba que él podría estar muy cerca si es que alguien todavía no se lo había comido o matado. Se le hacía bastante cruel creer lo último, ya que era terrible pensar situaciones malvadas y, por supuesto, sin siquiera tener alguna prueba que lo justificara.


    Algo se le vino a la mente cuando nombraron la palabra «clínica». Desconocía si los muggles que estuvieron secuestrados en la mansión Rambaldi habían llegado bien a la clínica, y si le pidiera a Amya que cuando llegaran le contara, no se lo diría, porque imaginaba que se mantendría ocupada riéndose de la bufanda, que por cierto, contenía un tono rojo a no ser que cambiara de color por el clima o el grado de maldad de la persona. Qué ocurrencias pasaban por su mente, era mejor tener ideas que vivir sin ninguna toda la vida.


    Amya, me gustaría ir con ustedes para saber cómo están los muggles llegados de la mansión —mencionó, acercándose al elevador esperando tener una respuesta afirmativa, aunque no debía preocuparse en obtenerla. Sentía responsabilidad, ya que ella fue la encargada de subir a los muggles a los autobuses. Esperaba que hayan llegado bien, no habían pasado un buen momento, pero tal vez, ellos pronto olvidarían la ocasión.


    Le apenaba dejar solos a los Globitos, pero como estaban en los lavados de la Oficina de Indebidos, nadie podría lastimarlos. Contaba también con la seguridad que le ofrecía el pequeño Fenrir, y también Pipo, además que el jefe de la oficina se encontraba en el departamento. Pronto los volvería a ver, ya que estaba segura que no tardarían mucho en llegar y volver de la clínica.


    ~~OFF: Amya es una entrometida y Kirara una colada. Punto final. xD (?)

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  9. Sintió como la avispa marina de Evelyn la picaba, era terrible sentirlo, pero pronto calmaría ese dolor y ella sabía cómo hacerlo. Se dirigió a un asiento que estaba a su alrededor y murmuró: — Morphos—haciendo que el asiento de unos treinta centímetros de largo y una masa considerable se transformara en un bezoar, que rápidamente se apresuró a consumir y así sanaba el veneno de la avispa hecha por Evelyn. Ahora se sentía renovaba, pero sintió que alguien más la atacaba con Sectusempra, antes que su cuerpo comenzara a desangrar pensó: «Episkey» sus heridas comenzaron a sanar de inmediato y de nuevo volvía aquel sentimiento que le permitía sentirse renovada. Ahora, sólo bastaba con esperar a ver cómo seguía el asunto. Todo saldría bien porque terminaba aprendiendo bastante después de la batalla que estaba viviendo. Todo saldría bien, o al menos eso era lo que creía la bruja. Se mantuvo con la varita firme, pensando qué otro hechizo podía realizar.

  10. Miró a la araña transformada por Mía que se dirigía lentamente a ella, era horrible a comparación con la que había realizado ella que era más encantadora y no quería matarla. — Silencius —exclamó la castaña apuntando su varita sobre el cuerpo del mago Zbigniew Fined, el efecto que provocaba cierto hechizo (lusentium) haría que de la boca del éste no se produjera ningún tipo de sonido. Era lo mismo que hacía unos instantes, impediría que el pobre sujeto no realizara su hechizo como le beneficiara. Era lo ideal, además, funciona correctamente como había podido presenciar instantes atrás.— Silencius —Volvió a exclamar, para que el efecto del otro hechizo Strellatus quedara anulado, y su silencius tuviera mejor resultado y de aquella manera fuera jamás efectivo protegerse ella y sus demás compañeros de equipo. Esperaba que todo funcionara de maravilla y estaba segura que así sería.

  11. El efecto del Silencius le sirvió de mucho, ya que el hechizo del mago no pudo salir a tiempo. Miró a su alrededor, la batalla todavía seguía en la segunda planta, era bastante amplia como para que los hechizos salieran a tiempo. Miró a los demás oponentes, seguían con sus máscaras, aun no realizó ningún ataqué sobre ellos, pero lo haría sin arrepentirse, después de todo, debía salvar su vida como fuera. Apuntó su varita sobre Arya, mirándola detenidamente, y sin esperar más exclamó: — Morphos —de pronto el asiento de quince centímetros volvía a transformarse en una araña viuda negra adulta y viva, la cual le indicó que atacase a Arya inyectándole el veneno, pronto la joven quedaría inconsciente y envenenada.


    Evelyn, que acababa de subir por la escalera de caracol y estaba en una posición en frente de ella. Aprovecharía para apuntar su varita sobre la bruja y mencionar claramente: — Floreus —esto provocaba que del siguiente hechizo que quisiera hacer Evelyn, sólo conseguiría lindas flores que saldrían de la punta de su varita. Esperara que lo disfrute, era una excelente manera de apreciar la naturaleza, o eso era lo que creía Kirara.
  12. Observó al mago maleante que estaba enfrente de ella, que atacaba despiadadamente a las personas que estaban presentes, también había una bruja cuya mascara impedía que se pudiese ver su identidad. Los miró, apuntando su varita sobre ellos, debía defenderse ya que estaban atacándole a ella y a sus demás compañeros. Conocía como defender aquel hechizo, así que debía demostrar que era capaz de detener la situación que vivía. — Silencius —exclamó claramente apuntando su varita sobre Zbigniew Fined, el hechizo que él estaba realizando no saldría gracias a su hechizo, pero aún no estaba del todo comprobado. El Silencius, como todos sabían, silenciaba lo que el mago próximamente diría.— Silencius —volvió a exclamar, para que el efecto fuera más efectivo y el Strellatus no saliera de la varita de Zbigniew. Se detuvo observando la situación, todo saldría bien, seguía pensando. Ya ni los nervios podía sentir.

  13. Mantenía su varita en la mano mientras recorría el interior del lugar en busca de algún objeto que pudiese utilizar en su defensa. Lo importante era mantener la calma, pero por más que suspirara tantas veces, no lo lograba. Acomodó su varita para que ésta apuntara a unos de los bancos que estaban en frente suyo. Existían de diversos tamaños, pero decidió escoger uno muy diminuto, de unos 15 centímetros de tamaño y del tamaño realmente grueso para poder crear una araña viuda negra, adulta y viva. — Morphos —exclamó la castaña, siendo testigo de cómo el asiento de madera gruesa se transformaba un en encantador animal. Éste estaría pendiente a las indicaciones de Kirara y atacaría cuando ella se lo pidiese.


    Dejó de ver a su preciosa creación y se dedicó a realizar otro hechizo de defensa. — Avis —pronunció firmemente, haciendo que de su varita salieran doce aves del tamaño de una paloma. La invocación haría que los pájaros se mantuvieran bajo sus órdenes y esperaran tranquilamente hasta que ellas se las de. Estaba lista, sólo debía esperar a que otra oportunidad para realizar más hechizos. Todo saldría bien.

  14. Adoraba observar aquel hermoso local con sus tres pisos y ventanales que dejaban visualizar botes de pintura y máquinas de tinta. Estaba utilizando un vestido rojo de seda fría, que lucía completamente encantador bajo la luz de la luna. Mantenía su cabello suelto, mostrando sencillez al estar de esta manera. No solía andar en el Callejón Diagón por las noches, pero era una excepción al ser verano. Sólo sentía una brisa fresca que le hacía estremecer. Decidió no entrar al negocio y seguir deambulando por la calle desolada, nada malo podría pasar.


    De pronto, se sobresaltó al ver un patronus de murciélago frente suyo, el cual le avisaba que necesitaban de su ayuda en el lugar que anteriormente admiraba, “Ink Master”. Retrocedió y se encaminó a la entrada del sitio. El mensaje le advertia que permaneciera en la segunda planta. Se imaginaba que sería una sorpresa o algo por el estilo, pronto la duda se desvanecería.


    Cruzó el umbral, lo primero que observó fueron las paredes de un tono purpura, o ese color percibió ella. Sobre estas yacían cuadros con certificados de licencias y trofeos, era un sitio mágico, no sólo un centro de tatuajes. Jamás se atrevería a hacerse alguno, pero admiraba los diseños de los artistas. Dio un vistaso a las maquinas de escribir y se dirigió a la segunda planta que era donde almacenaban los cuadros y botes de pintura.


    Observó algunos asientos que se encontraban allí, se detuvo detrás de alguno, sólo bastaba esperar que alguien hiciera su presencia. — Listas —respondió.

  15. ~~ Quinta Planta
    Tercer rol.

    Sólo podía ver borrosas formas sobre el exterior, impidiendo descifrar en qué planta estaba, en realidad. Sí bien, era cierto, las nubes rosadas ya no estaban, y un aroma familiar se hizo presente en su olfato. Temía en moverse más para saber de quién se trataba, ya que si lo hacía podría sufrir secuelas, o eso era lo que creía ella. Preguntar quién era fue en vano, ya que la respuesta que obtuvo sobre las nubes había delatado a la sanadora, dándose cuenta que era su amiga Arya, cómo no había podido darse cuenta antes. Agradecía muchísimo a su amiga por haber realizado aquel gesto tan importante para su vida y ella. Siempre había admirado el trabajo que realizaban los sanadores, no todos se atrevían.
    Ya no había rastro de dolor, y suponía que su sanadora había borrado las cicatrices provocadas por los hechizos. Le desagradaba la idea de que quedara alguna marca de aquella terrible batalla y, por supuesto, lo peor fue sentir la impotencia de no poder hacer nada estando en esa condición. Arya le informaba que sólo había estado un día dentro de la clínica, por lo que creyó que no era mucho tiempo; pero sí, sentía una gran preocupación por haber dejado solas a sus mascotas, a los cuales extrañaba mucho y pensaba que ellos también a ella.
    — Oh… Arya —respondió, mientras se sentaba sobre la camilla e intentaba acomodarse, de esa manera observaría mejor el escenario en donde se encontraba. — Lo siento mucho, estaba entre sueño —se disculpó por no haberla reconocido minutos atrás. — Me siento bien —volvió a contestar, esta vez se mantenía sentada. Era la verdad, no tenía ninguna molestia sobre su cuerpo y recordaba perfectamente lo ocurrido mientras visitaba el negocio de su amiga que estaba en frente suyo—. Te lo agradezco mucho, Arya.
    — Siento mucho lo que sucedió en tu negocio —lamentó, sientiéndose culpable. Era terrible que esos sucesos transcurriesen mientras estaban en plena apertura. — Los visitaré en otra ocasión. Será un placer —informó, preparando para ponerse de pie para irse. Después de volver a la vida lo único que quería era un descanso, a pesar que le hubiese gustado pasar unos segundos más con su amiga. Se dirigió hacia puerta, para después darse vuelta—. Estoy segura que nos volveremos a encontrar pronto.
    No había nada mejor que esa libertad.
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  16. ~~ Quinta planta.
    Segundo rol (siendo atendida por Arya)

    El manto blanco del que era testigo instantes atrás se transformó en un mar de nubes rosas de diversos tamaños que giraban a su alrededor, el cual indicaba la presencia de una hermosa aura cerca suyo. Claro, ella no podía sentir nada que ocurriese al exterior, pero al ser un alma tan pura y encantadora la de Arya, la sentía aun estando en esa trágica condición. Las nubes seguían girando, y cada vez segundo que pasaban iban aumentando más su velocidad, para después pararse por completo cuando ella sintió una cálida presencia. « ¿Estaría llegando al punto final? » Y todavía ni siquiera había vivido lo suficiente.
    De a poco iba recuperando cada uno de sus sentidos, el primero fue el auditivo ya que pudo escuchar una melodiosa voz que le hablaba aunque era complicado descifrar qué era lo que decía. Estaba segura que no era Madeleine tratando de reanimarla, ¿acaso estaría en el renombrado cielo? No lo creía. Era complicado afirmar algo sin tener pruebas, por ahora. Seguía observando las nubes rosas que tenía en frente, eran preciosas pero de a poco se desvanecían y formaban un cielo liso y rosa.
    Se movió un poco al escuchar un “Episkey”, sólo podía moverse muy poco hasta que sus arterias renovaran su actividad normal. Sentía como si alguien acariciara despacio su cabello, era muy importante porque indicaba que el sentido de tacto ya se estaba normalizando. En ese instante también podía respirar, a pesar que fue complicado al principio hacerlo, pero lo logró. No creía que fuera Lyra, ni Madeleine la que estaba asistiéndole, tenía una manera muy diferente de atender ya que sentía que era más dulce.
    Recuperaba su conciencia y ahora podía pensar temas con claridad, estaba en San Mungo pero desconocía por cuanto tiempo había estado en ese lugar. Era desesperante no saber cómo transcurrió la vida desde que falleció, pensaba en sus mascotas y, claro, nadie los cuidaría mejor que ella. Necesitaba mantener la calma. — ¿Dónde quedaron las nubes rosas? —preguntó, abriendo sus ojos lentamente. Ya no los sentía cansados y, en su cuerpo no quedaba rastro de dolor gracias a la curación de la sanadora desconocida, a la cual, no se animaba a mirarla aun—. ¿Quién eres?
  17. Se dio por vencida antes de escuchar la respuesta de Pipo, no quedaba opción que asimilar haberse confundido de cerradura y, se negaba a creer que ésta tenía doble personalidad y no había perdido su identidad. Solían ocurrirle muchas ideas locas en su cabeza, tal vez ninguna sería el cien por ciento ciertas hasta que tuviera pruebas más exactas. Otra posibilidad era que estuviese profundamente dormido, o sólo atendía a los llamados de los jefes y la directora.


    — Aprovecha tu siesta, Pipo —susurró. Dejó de mirar la cerradura para encargarse de la búsqueda a Fenrir. Recordaba haberlo visto al llegar al departamento; pero desapareció de su vista antes que ella pudiese acariciar y jugar con él. Entendía que al lobo no le desagradaban los moños celestes, pero no era razón para que se escapara de ella. « ¿Cómo podía pensar eso de una criatura tan tierna?». Fenrir tenía un buen corazón y jamás se escaparía, ni menos de ella.


    Giró a la puerta pudiendo percibir que Globitos seguían en los lavados. Por una parte, deseaba quedarse con ellos cuidándolos y atendiéndolos, pero la curiosidad de conocer por qué razón, las criaturas estaban asustadas y no querían salir de esa habitación, no le dejaba. Sentía preocupación por la actitud que presentaban los globitos y, creía que, sí Matt estaba en el Hall tal vez podría ayudarle con el asunto o indicarle cuál era la próxima misión, que en ese momento era lo que menos le importaba. También tenía intenciones de saber sobre Krumito.


    Sobre el asiento junto a la mesa, observó una bufanda roja y peluda, era de mucha utilidad en invierno, pero al estar en pleno verano, nadie se atrevería a ponérsela. Creía que sería estupenda para que Fenrir jugara. Y sí lo rompía, estaba la magia que solucionaba todo y, claro, en casi todas las situaciones de forma instantánea. Prefirió no avisar a los globos, ya que temía que los globos temblaran cuando ella pronunciara "Hall".


    Salió esperando ver una situación más o menos decente. El panorama iba normal, Amya se dedicaba a terminar las reparaciones del techo, que vendría a ser el suelo de la segunda planta, mientras que Heliké y Matt salían de la recepción y Jack entraba. Retractó la palabra “normal” por completo, al ver en pixeles la nariz del “asesino de mascotas ministeriales”, y eso que por suerte, no había visto a Babila. Quizás se trataba de una maldición que les ocurría a las personas asesinas, o eso era lo que ella creía.


    Antes de ignorar la situación e ir a hablar con su jefe, prefirió hacer la buena acción del día. — Toma —le entregó la bufanda con la que posiblemente Fenrir jugaría a Adrián. La prenda tenía un poco polvo, pero qué más se podía pedir. No solía hacer buenos gestos con criminales y, sí no lo era, con personas que no conocía. Tal vez, podía aprovechar la situación para preguntar por qué mató a Krumito y no se apiadaba de las demás mascotas. No se animaba, pero lo intentaría—. Ahora sí, ¿por qué quieres matarnos a todos, especialmente a las mascotas?

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  18. ~~ Quinta Planta.
    Primer rol.

    No se esperaba volver al San Mungo en las mismas condiciones que no le permitían estar consciente y pensar con claridad. Sin embargo, su cuerpo estaba depositado encima de una de las camillas de la Quinta Planta, esperando ser atendido pronto. Por supuesto, ahora era una difunta, a causa de una multiplicidad de hechizos que se dirigieron a ella mientras visitaba un local del Callejón Diagón, los que también causaron que su piel recibiera daños por quemaduras y graves heridas. No fue capaz de defenderse a tiempo, por lo que, abstenerse a las consecuencias era la única opción que le quedaba. En su mente dejó de ver las imágenes del día anterior, se arrepentía no haber tomado las precauciones necesarias para que ese tipo de sucesos.
    « ¿Y si ya había cumplido el límite y se quedaba muerta para toda la eternidad? » No podía percibir ningún tipo de sentimiento, ni siquiera temor si pensaba en lo que sería su futuro, sí todavía quedaba para ella, y de apoco iba perdiendo su conciencia hasta el punto de perder su identidad. No recordaba ser una bruja, sus acontecimientos importantes y recientes, ni cómo había llegado.
    Veía un manto blanco alrededor de ella, un sitio desconocido que cuando despertara, sí llegaba a hacerlo, no se acordaría de nada. « ¿Cuáles eran sus propósitos para estar allí?, y lo más importante, ¿quién era ella?» Las preguntas recorrían su mente, una y otra vez, finalizaron cuando perdieron sus su coherencia. Sí estaba, al menos, con un mínimo de conciencia, podría darse por vencida y resignarse creyendo que lo que transcendía era la muerte.
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  19. Se sentía hipnotizada con el hermoso color de las paredes del local, por lo que no se percató de la llegada de un mortífago. Claro que no los temía, ella tenía su varita, por lo que podía defenderse sin problemas. No le gustó para nada el atrevimiento que tuvo en su presencia, qué falta de humanidad, sólo merecía que lo ignorara, pero al estar agrediéndola verbalmente. No le gusta el tono en el que hablaba, pero se debía a las ideologías que tenía el sujeto. No, ella no quería un tatuaje, sólo necesitaba que la dejaran en paz.


    Tenía ganas de reír, ya que el mago no sabía ni lo más mínimo sobre su historia, ni siquiera tenía conocimiento de su familia, qué pobre por él, hablar sin antes pensar. La buja frunció el ceño y no tardó en sacar la varita para utilizarla en defensa propia. Esas personas necesitaban estar en el lugar correspondiente, por su mala educación. De pronto, sintió la llegada de otras dos personas, compañeras del mismo.


    Avis —exclamó Kirara dirigiéndose a la bruja, Valkirya, que estaba atacándole con un Sectusempra. De la varita de la castaña saldrían doce aves que evitaría que el hechizo hiciera efecto sobre ella. — Episkey —susurró, para curarse de las heridas provocadas por el absorvere mandado también por la bruja Valkirya.
  20. Transcurrieron unas horas desde su llegada al Callejón Diagón, aún no había podido escoger un local que le llamara la atención, a pesar que todos tenían un maravilloso aspecto. Necesitaba algo nuevo, que pudiese cambiar un poco su rutina cotidiana, pero con eso no insinuaba que otros negocios fuesen iguales, todos tenían un toque maravilloso puesto por el dueño. Pasó su mano por su frente para secar algunas gotas que caían producto al sofocante calor veraniego. A esas alturas necesitaba un refresco y, claro, en vez de un restaurante en frente suyo tenía un local llamado “Ink Master” según por las prolijas letras del cartel. Al verlo se olvidó completamente de su sed.


    Estaba fascinada al ver un establecimiento tales características, ya que su estructura era muy bella, pero su apariencia no llamaba mucho la atención; tal vez por eso no recordaba haberlo visto antes. Le daba curiosidad saber de qué se trataba y a quién pertenecía, pero lo sabría si se acercaba más al mismo. Sus vidrieras eran amplias y relucientes, parecía ser un sitio nuevo por la magia que se sentía desde el exterior. No dudo en abrir la puerta para conocer cómo era la parte de adentro. Ella podía percibir que en los aspectos de la mayoría de los locales, existía cierto color proveniente de los dueños.


    Buenos días —saludó, pudiendo apreciar la hermosa tonalidad purpura, « ¿o era violeta oscuro?» Le era complicado descifrarlo, sobre ellas había cuadros con certificados y trofeos, que desde donde estaba, no podía leer con claridad qué decía sobre él. Cuando terminó de observar el lugar, dirigió una vista sobre Adryanie y Hank, quienes estaban allí. Ya no era necesario preguntar de qué trabajaban, ya que las tintas y agujas hablan por sí mismas: un centro de tatuajes. Jamás imaginó estar en un sitio similar al no ser lo suyo.

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  21. Qué bueno que te gustó o/ Jajaj Sos estupenda, Pando *-* , por supuesto, vamos a cuidar muy bien a las mascotas de la Evans McGonagall y la Stark, o cualquier otra mascota que vaya a refugiarse en Aethonan's xD Bueno, vine a decir que ya actualicé la primera página del negocio con tus datos, ahora los del concilio pasarán, me imagino. Te esperamos allá, Pando *-* Estoy segura que te vas a divertir. :3

    ¡Besitos!

  22. Le desagradaba la idea de dejar solos a los globitos en los lavados, ya que necesitaba que los pequeños estuviesen con ella en ese momento, o al revés, no se despegaría de ellos. Le resultaba suficiente haberlos extrañado tanto mientras estuvo en la mansión Rambaldi durante la misión. Echó de menos las voces de los globitos, no entendía por qué algunos no los soportaban, para ella eran dulces melodías.


    — Supongo que Fenrir debe estar por la oficina, ¿no lo creen? —volvió a preguntar la castaña, ante el silencia de los pequeños Globitos. — Ustedes se quedarán aquí en el lavado y, sí se sienten más protegidos, yo me quedaré aquí, cuidándolos —les informó. Le encantaba cuidar a las criaturas, pero también le daba mucha intriga el estado en el que se encontraba el lobo.


    — Saldré del lavado unos minutos, Globitos —avisó, para quitarse las dudas acerca de la mascota de la oficina—, sólo iré hasta la oficina y volveré, tengo que contarles sobre la misión —. Paso seguido caminó por la oficina. Examinó el sitio, aunque la puerta se mantuviese cerrada, se podían escuchar algunas voces. Al parecer de su jefe, no se había percatado del momento que él había llegado.


    — ¿Fenrir, estas por aquí? —pronunció, caminando hacia el escritorio para verificar si no se encontraba detrás del mismo, pero no. Al observar la pared, pudo ver la figura de Pipo, sonriente como de costumbre. Se acercó a él para hacerles algunas preguntas. — ¿Has visto a Fenrir, Pipo? —le preguntó, esperando no haberse equivocado de cerradura. No se atrevía a hacerle la pregunta de lo que había sucedido en el departamento, ya que los globitos estaban escuchando.
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  23. Aunque hiciera memoria, no recordaba haber visto aquel objeto sobre el mostrador. Un tema muy extraño, según creía, pero se solucionaría tan pronto como era posible. Pensaba que si lo llevaba al departamento podrían encontrarle el desperfecto, aunque debían tener mucho cuidado para intentar que este no sonara. Negó con la cabeza ante la pregunta de Seba y, en ninguna conversación debía faltar una respuesta con palabras, así que contestó: — Jamás lo había visto en mi vida —.
    Se acercó a él, y lo depositó sobre su palma con mucho cuidado. Verificaba si en él había algún símbolo que pudiera servir de pista. Era una lástima que su compañera se perdiera tras escuchar el sonido, pero creía que no tardaría mucho en llegar, en cuanto terminara el efecto aparecería. Seba le comentó que muchos dueños de los negocios ya había vivido una situación similar. Era un hecho que se escuchaba terrible, pero intentarían descifrarlo.
    — No le encuentro ningún rasgo extraño. Parece ser una campanilla común y corriente, pero hay cierta magia oscura en ella —contestó, resignándose, no podría conocer el propósito por el cual dejaron semejante artefacto peligroso sobre su mesa. ¿Qué propósito podrían tener? Pronto se sacaría aquella duda, ahora lo importante es tranquilizar a Irri. Miró a su alrededor, notando que no muy lejos estaba Adri con su serpiente, estaba siendo atendida por uno de los asistentes, y alguien acababa de entrar junto a una hermosa pantera.
    De ninguna manera volvería a dejar aquel artefacto sobre el mostrador, era peligroso para la sociedad mágica. — Lo dejaré aquí, pronto sabremos quién provoca este asunto dijo mirando a Irri que seguía con su rostro preocupado. Y cómo para no estarlo. — Tal vez podamos hablar con las personas que fueron testigo de las mismas situaciones, así comparan escenas —informó, caminando hasta detrás del mostrador y dejándolo dentro de uno de los cajones, no para restarle atención, sino para que nadie lo toque. — Toma una “Paleta para Elfos”, Irri —le obsequió Kirara a la criatura.
    ¿Sabe qué otros negocios tuvieron el mismo percance? —preguntó a Seba. No podía negar no sentir aprecio por la pantera que estaba en frente suyo, que de aquella distancia, podía verla muy bien. Uno de sus empleados se encargaría de atender al recién llegado, que según escuchaba, necesitaba consejos sobre los cuidados de panteras. Había folletos para los cuidados de cada animal, esperaba que el asistente lo tuviera en cuenta.
    Wilmor Stiler ~ Asistente.
    La serpiente estaba creciendo bien, sino fuera por ese terrible cambio de temperatura que se había determinado. Sentía la preocupación en el rostro de la joven, pero no debía preocuparse. Él creía que tenía bastante conocimiento para saber diagnosticar el estado de una mascota, ya fuera muggle. ¿Cómo es el terreno donde tiene su “espacio”? preguntó con interés. A veces su temperatura corporal dependía del habitad donde vivía.
    — Recomiendo que le des un baño de agua tibia, estoy seguro que le gustará mucho —dijo. No era experto para afirmarle que no era nada grave, pero conocía lo suficiente. La veterinaria no tardaría en desocuparse y, sí era un caso muy grave, se dirigiría hacia ellos para verificar la situación.
    — ¿Qué tamaño tenía el ratón? —interrogó, marcando en la libreta sus apuntes para después mostrárselo a la veterinaria. Era normal que las serpientes tuvieran ese tipo de situación, de no querer comer sus presas, pero de a poco se solucionaba. Tal vez el ratón era grande para la serpiente y necesitaban que fuera más pequeño. — ¿Y en qué condiciones estaba su presa anterior? —volvió a preguntar, refiriéndose a las temperaturas o las horas en la que vivía. Era un riesgo que la mascota no fuese quién había matado al animal.
    Steve Willor ~ Asistente
    — Buenos días —saludó al recién llegado. Podía percatarse una pantera, al parecer de unos pocos meses, junto a él. El joven necesitaba saber sobre los cuidados que necesitaban esa clase de criaturas, por lo que inmediatamente recordó lo que las propietarias del local habían informado sobre los folletos. Cuando terminara la visita se lo daría para que lo tuviese en cuenta.
    Escuchó con atención lo que el cliente le decía. Debía tener mucho cuidado con criaturas de esas características, ya que solían comer animales domésticos. — Déjame ver —pidió el asistente mirando con atención las características que la criatura poseía. No era peligroso, aun, pero debían amaestrarlo cuanto antes. — El cuidado es similar al de los lobos, debes dejarlo en un ambiente amplio, y tratar de avisarle si hizo algo mal —respondió ante la consulta de Jeremy.
    — Es pequeño, pero ya no depende de su madre, por lo tanto puede comenzar a comer roedores e intenta que conviva con tus animales domésticos, así ya sabe que no tiene que comérselos. Esa diferencia que debe aprender es importantísima —Respondió, seguro con lo que decía.

    — Aquí vendemos alimentos y golosinas para panteras —recordó, estaba casi seguro que aquel día había llegado el paquete que correspondían a la alimentación de estas criaturas.
    Shogusha era un nombre interesante por su significado, sí Kirara lo hubiera escuchado quedaría fascinada. — Las vacunas se las inyecta nuestra veterinaria, que en este instante está ocupada —le respondió el asistente. — Pero, puedes sacar turno —dijo mostrándole la libreta de reservas. — También tenemos juguetes que puede gustarle a su mascota —.
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  24. Me encantan los pandas. ¡Gracias! la hice yo *-* me niego a sacármela a pesar que tiene meses :c // A mí me gusta también me gusta el 2, y el 7 pero no sé por qué u.u jaja Sí, además venía siguiendo el juego desde ayer. :3 Jajaja ¡qué genial! o/ Entonces no me estoy confundiendo de personaje jaja Lo delató el signo de las reliquias que tiene en su mano. xD pero a ver, las letras encajan en las casillas: Xenophilius Lovegood. Yo sé que es él *-* jaja

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  25. Sí, todos eligen el dos, porque es un número par, quizás(?) jajaja Creo que ya sé quién es *-* pero no quiero equivocarme, así que para estar segura, voy a elegir el comodín del ahorcado. Por lo que tengo entendido son tres letras, así que a ver: X, V, P.
    Estoy segura que es el personaje que yo pienso jaja pero todavía no se puede saber, además hay que darle un toque de misterio al asunto. :3

    Me encanta tu firma, Binny.*-*

    ¡Besitos!

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