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Sherlyn Stark

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Mensajes publicados por Sherlyn Stark

  1. Era de esperarse que Nicole conociera a Zanka, puesto que ésta siempre se encontraba merodeando por la recepción y era el primer lugar que la joven había explorado. La muchacha tenía miles de cosas que aprender dentro del departamento, y esperaba que pronto pudiese tener más conocimiento sobre todas las áreas que ofrecía la Tercera Planta.


    Escuchaba voces nuevas afuera de la Oficina de Indebidos, y una de ellas llamaba a Romina para quién sabía qué. Observó a la Evans McGonagall, pero no se dedicó a mirar cómo reaccionaba la joven. Seguro ella ya había escuchado la voz del director de la planta de arriba. — Es una de las más importantes, aun no conozco todo el departamento pero cualquiera puede imaginar que esconde miles de misterios dentro —comentó la castaña. Tenía ganas de visitar a Krumito, puesto que hacía días que no lo veía, pero a la vez tenía miedo de encontrarse con una criaturita triste por la ausencia de su querida dueña. Era mala idea que conociera a Krumito en ese estado de depresión.


    — Por suerte, Sagita, la directora del departamento, nos alcanzó para invocar un suave colchón donde pudimos caer sanos y salvos —contó finalmente. No se había percatado que no había mencionado el desenlace provocando el temor de la chica—. Generalmente él es muy amable con todos, aunque escuché que existía un señor que se robó muchos tesoros de la habitación y no sé cómo lo tratará a él —informó la castaña, y luego, comenzó a preocuparse por los murmullos exteriores. Quizás se trataba de la piraña de Hayame, ya que se escuchaba su vocecita.


    — ¿Quieres conocer a la piraña de nuestra compañerita Hayame? —indagó. También sería una excelente idea para que conocieran a la dulce pelirroja—. Fenrir nos acompañará y no creo que Matt tenga problemas —supuso la castaña, pensando que él las avisaría en cuanto tuviera información sobre el picaporte rebelde, Pipo.
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  2. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/ICON_08-KiraraS_zps5fa176be.gif

    Recibió el cálido abraso de la pelirroja a la que hacía largas semanas que no veía, ni siquiera para mantener una conversación, y eso resultaba una verdadera pena. Esperaba que los siguientes meses pudieran tener más actividades juntas, también con Nicole y Romi. Desde que la pelirroja ingresó al local no había podido quitar su mirada de Piku, y escuchando con atención cada una de las palabras sobre las historia de la piraña azulada. La veía como un ser dulce y tranquilo, incapaz de ser dañino realizando alguna travesía.
    — Verás, —señaló la castaña. En ese instante creyó que sería bueno mantener una conversación mientras esperaba a que las otras chicas llegasen, pero fue imposible, puesto que Xell arribaba al local. Fue una excelente visita, a la cual le hubiera gustado enseñarles cada una de las mascotas que se encontraban bajo cuidado de los guardianes de seguridad que protegían los cuartos que se ubicaban en la segunda planta.
    — ¡Xell! —exclamó Kirara cuando la bruja terminó de entrar. Al contrario de Hayame, ella no llevaba ninguna mascota. Quizás, ambas estaban preocupadas por el mensaje que ella le había hecho llegar—. Agradezco mucho que haya podido asistir — Aquello también fue una afirmación para la pregunta que la pelirroja decía segundos atrás—. Supongo que Romina y Jess también vendrán pronto, pero ya que Xell está aquí, supongo que no le importaría responder algunas preguntas —miró a ambos lados antes de añadir con un susurro— sobre la Habitación Perdida —

    La propuesta de Hayame resultó aterrador—. Por supuesto que no mataremos ni amenazaremos a nadie, ni al señor Wild —dijo ya que con este último no llevaba una buena relación, a pesar de que hubiera sido otro comentario sino se hubiera propuesto a conocerlo mejor. De todas maneras, ellas no habían podido aceptar un atentado contra alguien de su familia.
    Fue de muy mala educación no ofrecerles asiento siquiera, así que observó hacía las mesitas enfrente de la pequeña tienda de comida y añadió: — ¿Les gustaría sentarse? —era lo más apropiado ya que de esa forma sus compañeras se mantendrían cómodas y tranquilas, además de que a la preciosa piraña le estresaría estar mucho tiempo en esas alturas—. ¿Quieres que mi elfina lo lleve al acuario? Estoy segura que le encantará —sugirió. Una vez que estuvieran en sus lugares se encargaría de informarle la idea principal.
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  3. El libro podría estar cubierto de magia oscura debido al contacto que tuvo con aquel misterioso mago, pero aun así, decidió agarrarlo para verificar con atención cada una de sus páginas y reconocer su temática. No solamente se trataba de textos, sino que también imágenes antiguas de arcos y flechas. Suponía que el famoso nombre de Robin Hood podría estar entre tantos argumentos. Sin embargo, la entretenida lectura no le impidió escuchar la respuesta de su compañero, el cual parecía tomar en broma lo de robar bancos. Quizás, se lo hubiera tomado como una actitud sospechosa si no fuese porque no era algo que en aquel instante pudiera resultarle importante.


    Sintió un suave e inquieto cosquilleo en uno de los bolsillos de su túnica. Decidió dejarlo pasar, aunque resultara molesto al pasar de los segundos. El brujo ya había dicho lo suficiente al completar su respuesta, y no deseaba saber más acerca del tema, al ser personal y creía que no le correspondía saber demasiado. Recordaba cuando había visitado aquel maravilloso local denominado, “Ars & Vita”, donde los elfos tocaban melodías maravillosas y realizaban lo que les gustaba.


    Aun así, eso no fue suficiente para limpiar esa imagen fría y aterradora que había ganado tras inquietar a una indefensa criatura y, semanas después del suceso, gritándole por creer que tenía la culpa de la desaparición de su hermana. Esperaba que su arrepentimiento fuera verdadero. Tras el mundo de pensamientos que creó dentro de su mente, no se había percatado de que el café estaba servido y de las peticiones que realizó Adrián a Madame Lou.


    Volvió su mirada hacía la lectura del reportaje descripto sobre el pergamino. A cualquier persona que le interesara tal deporte le agradaría conocer cada una de las técnicas, y no era precisamente lo que le aficionaba a la castaña. Podía creer que a Wild le gustaban esa clase de actividades y las tenía guardadas bajo llave en la caja de sus secretos. A pesar que no tenía nada de malo, prefería no volver a armar otra hipótesis con pocas pruebas. Aunque hace unos meses resultaría un poquito complicado aceptarlo, le estaba pareciendo agradable la compañía del mago.


    — Verás… —antes de poder articular alguna otra palabra, un ruidito sobre su hombro y debajo de la oreja se hizo presente. Aquel fue el causante de los cosquilleos anteriores y, lo sabía. No era necesario darse vuelta para descubrir que se trataba de su Micropuff. Dejó el libro de lado, para luego decir: — Lo siento mucho, al parecer alguien no sabe cumplir con normas de obligatorio cumplimiento —lamentó, mientras sujetaba a la criaturita rosada y sedosa sobre sus dedos. Se sentía molesta, más que nada porque podía haberle sucedido algo terrible tras estar en un sitio cerrado como el bolsillo de una túnica, a pesar de todo, su mirada dulce y angelical compraba todas las disculpas.


    — Se trata sobre una introducción a la práctica de arco y flecha —respondió, centrándose en la última pregunta—, ¿estás involucrado en eso? —indagó con curiosidad. A los pocos segundos, Madame Lou llegó con lo pedido por Adrián y la bruja no dudó en agradecerle—. ¿Crees que contenga mantequilla? —interrogó—, a Terrie no le agrada de esa manera —dirigió su mirada a la ayudante que instantes atrás se encontraba con ellos—. Pediré otra cosa para mi mascotita, ¿qué pueden ofrecer? —reflexionó, esperando a que atendiera al llamado.
  4. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/ICON_08-KiraraS_zps5fa176be.gif

    Miró el reloj sobre la pared de la sala principal. Si estaba en lo cierto, sus compañeritas de departamento no tardarían en llegar. Consideraba que cada una de ellas tenía sus labores personales, pero le costaba creer que no tuvieran tiempo para visitar un negocio tan bonito e interesante como lo era aquel. Corrió sus ojos sobre cada uno de los rincones para verificar que cada uno de ellos estuviera realmente limpio y ordenado. No le gustaba que los elfos del personal hiciesen todo el trabajo sin la ayuda de las propietarias, y por eso en ocasiones decidía ayudarlos en todo lo que podía.
    Hacía tiempo que no veía a su amiguita Helen por el Callejón Diagón. Imaginaba que la última vez que había cruzado palabras con ella fue cuando realizaron una reunión en “The Hunters”. Deseaba poder mantener una conversación ella pronto, ya que tenía miles de asuntos que contarle, ministeriales y personales. Quizás, si tenía suerte la Evans podría conocer a sus compañeras y las invitaría a tomar un té en cualquier precioso local de la zona. Sabía que no debía imaginar escenas, pero se le hacía difícil no ilusionarse.
    Aunque, se hacía bastante complicado que pudiera introducirse en la conversación sabiendo que se trataba de un tema muy personal, la Habitación Perdida. Estaba segura que la hermosa Xell sabría algo, puesto que ella había pasado más años dentro del departamento que ella no recordaba donde fue que lo había escuchado. Por otra parte, la notificación también fue dirigida a Hayame, quien imaginaba, iría con su nueva mascota, la bonita piraña azulada. De paso haría que los veterinarios revisaran a la criatura para verificar que la pequeña estuviera con buena salud y estabilidad.
    Cuando la fresca melodía del “llamador de ángeles” se hizo presente, indicando la llegada de una nueva persona, no dudo en cambiar su posición para tener una completa imagen del panorama de la entrada. Quien llegaba antes de lo previsto, no era ni más ni menos que su compañera Hayame. — Buenos días, Haya —saludó con una sonrisa en su rostro y pasó a mirar a la preciosidad de Piku—. Es un animal muy bonito, ¿cómo dices que se llama?
    Observó nuevamente la hora. — Xell no tardará en asistir.
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  5. Bueno, yo quería Sherlyn solo y, es extraño, porque el año pasado no estaba. U.U Quizás, no lo había verificado bien. En fin, espero no arrepentirme.

    Así que, optaré por otro. ^^

    Nick Actual: Kirara Ruak

    Nick Nuevo: Kirara Rosier
    Premio obtenido: Segundo Lugar en Perfiles Navideños

  6. ¡Hola! *-* Bueno, la verdad es que no es nada personal, para nada, los roles que hice en la mansión fueron entretenidos y geniales. Lamentablemente, ahora no siento que esta tan activa en la familia como lo estaba antes y eso me deprime, por lo tanto, solicitaré correr a la Rambaldi de mi segunda familia y que me ubicasen en amigos, pero no dejar de ser prima lejana de Heliké. Hay que seguir con ese trama. U.u’ En fin, está más que seguro que me pasaré pronto. o/ Ya, eso es todo, soy complicada lo sé. :c


    ¡Besos!
  7. ¡Hola! o/ Bueno, ahora que me gané un cambio de nick, deseo cambiármelo por otro, de todas maneras si me arrepiento puedo ganar otro concurso, si es que tengo la misma suerte. También, debo destacar que en el concurso de perfiles navideños, los perfiles fueron muy bonitos también, así que me siento muy complacida por haber recibido el segundo puesto. ^^ En fin, dejaré la ficha con mis peticiones a continuación:

    Nick Actual: Kirara Ruak
    Nick Nuevo: Sherlyn
    Premio obtenido: Segundo Lugar en Perfiles Navideños

    *******



    Subnick deseado: Crazy Cat Girl
    Premio obtenido: Segundo Lugar en Perfiles Navideños

    Amo ese subnick. *-*

    Desde ya, muchas gracias.

  8. Le agradaba saber que su nueva compañera Nicole mostraba mucho interés ante los temas del departamento y, al igual que cuando le enseñó el funcionamiento de la Tercera Planta a Romí, le recordaba a sus primeros días de aprendiz. Ya había perdido la cuenta de cuántos meses llevaba trabajando allí, peor era su primer trabajo y el que más le llamaba la atención, y por más razones como esas, no se atrevía a cambiarlo por nada. Mantenía su vista sobre la pared, esperando que el picaporte animado decidiera a salir.


    — Es un picaporte muy amigable —dijo, tras la risita de Nicole—, estoy segura que les agradará muchísimo —añadió sin dejar de estar atenta esperando a que éste diera su acto de aparición. El suceso no le parecía para nada extraño, ya que anteriormente había pasado algo similar cuando lo conoció—. No se preocupen, debe estar arreglándose, porque hay gente nueva —o al menos era lo que la bruja trataba de pensar.


    — Emm —murmuró, tratando de hacer memoria de cuántos animalitos había conocido Nicole hasta entonces—… tenemos a Zanka que es la hermosa lagartija que siempre está merodeando por la dirección o recepción, pero ella no utiliza el habla para comunicarse. También hay un Grindylow en el Cuartel de Desmemorizadores, el cual se llama Krumito. Siempre quería llamar la atención de todos los miembros, pero ahora que su dueña ya no trabaja aquí, se siente muy entristecido —comentó la castaña sin dejar de pensar sobre de qué otra criatura podía hablarles—. En los últimos días he visto un pececito azul, pero me imagino que debió escaparse de la Segunda Planta.


    — Oh, no, Pipo desaparece con la puerta, para evitar que gente malévola, como la que conocieron instantes atrás, entre —respondió la bruja, por lo que recordaba—. La Habitación Blanca es un sitio muy importante, ya que es donde guardamos todos los artefactos que contienen magia oscura y son calificados como peligrosos en la sociedad mágica —trataba de explicar, esta vez mirando a su nueva compañera—. Sólo aparece en presencia de alguna autoridad, como la directora o nuestro jefe. Ya debió haber aparecido —observó, esta vez preocupándose de verdad.


    — La primera vez que lo conocí, Matt tuvo que pelear mucho para conseguir atraparlo, y de un momento a otro terminamos colgados de él arriba del techo. ¡Fue atemorizante! —trató de calmarse al ver que las chicas se estaban asustando por lo que contaba—. Pero, no se preocupen. Es una lástima que Hayame, otra compañera, no estuviera aquí para conocerlo —aunque, Kirara desconocía si alguna vez lo vio.
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  9. Anteriormente, se le había hecho imposible creer que el grindylow fue quien comenzó todos los conflictos, ya que parecía una criatura sumamente pacífica que, en esos momentos debía sentir un gran vacío por la ausencia de Eledhwen en el departamento y, por lo tanto, necesitaba contención de parte de todos los empleados. Seguro hasta pensaría que lo habían abandonado en el Cuartel de Desmemorizadores, y eso le haría sentir muy mal consigo mismo. Estaba segura que lo mimaría mucho cuando pisara la tercera planta, en vez de gastar todo su tiempo preocupándose por el bienestar de los Globitos Parlantes.


    En otra oportunidad, ya había escuchado las últimas palabras del mago y, aunque lo dijera con mucha seguridad, sentía como si hubiera algo más detrás de todo el asunto. Era extraño como una persona podía cambiar su personalidad de un segundo a otro, y no era la primera vez que lo veía hacer eso, tal vez él era el que necesitaba ir al psiquiatra. También, eran inusuales las desapariciones sin previo aviso, pero estaba segura que eso era un tema más personal de lo que creía, lo cual, quería decir que no era de su incumbencia. A pesar de que a través de eso podía realizar varias hipótesis, como que robaba bancos o cometía crimines en el mundo mágico, y eso también lo pensaba Krumito, tal vez por eso se ofrecía a pagar el pedido o, peor, pagaría para que lo envenenen. Lo miró aterrada tras ese pensamiento. No podía asegurar nada, pero lo averiguaría.


    Al leer la portada del libro que el mago tenía entre sus dedos, no tardó en construir nuevamente la desconfianza que, instantes atrás se derrumbó de a poco; pero, él supo arreglarlo de inmediato. — Nunca es malo ser precavidos —sonrió nerviosamente la bruja. Apuntó su curiosidad sobre el libro sin portada, por lo que se aproximó unos centímetros a la mesa e indagó: —. ¿Me permites leerlo?


    — Doy clases Cuidado de Criaturas Mágicas dentro de la academia, de lo cual estoy muy orgullosa porque enseño la importancia de diferentes seres a la comunidad mágica —comentó la bruja, fue sólo un enlace para preguntar, próximamente, lo siguiente: —¿A qué te dedicas? —en esos momentos era invalido no responder porque era lo que sellaría por completo como Kirara veía la imagen de Adrián Wild. Por un lado, le parecía completamente irónico que robara bancos siendo que su hermana era una figura realmente importante.


    — Pediré un café —dijo la castaña, al ver que Madame Lou se acercaba hacía la mesa. Creía que una persona de aquellas características no se arriesgaría a matar a un cliente ni por todo el oro del mundo, por lo que podría tachar esa duda de su lista mental.

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  10. ¡Juana! Por supuesto que puedo hacerte el blinkie. Desde la otra semana que tengo ganas de creer algunos pero no se me ocurría qué. Así que con gusto me ofrezco a realizar tu pedido. En cuanto tenga el gráfico editaré este posteo si es que no tengo puente. En fin, espero rellenar las líneas correspondiente. jaja -relleno - relleno - Ojalá te guste, y me alegro mucho que el anterior haya sido de tu gusto, ¡te quedó genial en la firma navideña! *-*

    ******



    @JuanaLovewood

    Ojalá te guste. o/ De lo contrario, sólo décime y lo cambio. ^^

    http://i.imgur.com/PmLyjqF.gif



    http://i.imgur.com/PmLyjqF.gif

    ¡Besos!

  11. .::: Peter Sulfer – Periodista.

    Las horas transcurrían de una manera fugaz, ya que ya era tarde y todavía no había conseguido la entrevista que deseaba. Miró a todos lados del Callejón Diagón tratando de encontrar el negocio que tanto estaba buscando. Por lo que tenía entendido uno de los propietarios del local sería Seba Granger, allegado de Darla Potter Black, ambos trabajaban en el departamento donde alguien realizó la denuncia contra Adryanie Gryffindor.
    Luego de caminar un par de metros más, se encontró con un edificio llamado “House of Books”. Era muy amplio y sus paredes impresionaban a cualquiera que decidiera pasear por aquella zona. El cartel verde reposaba firmemente encima de la puerta principal. Peter estaba seguro que podía mantener una lectura pacífica y comprar varios libros, si no fuese porque llevaba demasiada prisa y debía entregar ese artículo lo más pronto posible.
    — Disculpe, ¿se encuentra aquí el señor Granger? —indagó a uno de los elfos que se mantenían cerca de la puerta. No estaba muy seguro de la ocupación que ejercía en el establecimiento, pero pensaba que sea cual fuese el asunto, el pequeño iría tras el buscado, o era lo que creía. Sin embargo, la prisa no le impidió verificar si en las estanterías no se encontraba algún libro que fuese de su interés. En ese tiempo sólo estaba sumergido en la idea de encontrar trabajo, y nada más que eso, aunque no estaría nada mal introducirse en una aventura literaria.
  12. No, por más que quisiera no podía distinguir los títulos de los libros que el sujeto tenía bajo su poder. Creía que si llegaba a descubrir que se trataba de algo fuera de la ley, ella se encargaría de contarle Madame Lou. Deseaba no llegar a esas circunstancias porque era muy malo que botaran a las personas de una librería, por más cruel que fuera ésta. Era imposible que él no se hubiera percatado de su presencia porque, claro, al instante en que llamó su atención había estado a una distancia considerada de sus oídos, y previamente se alejó para evitar un “contraataque”.


    Cualquiera reaccionaría mal luego de que lo juzgaran como tal, pero Kirara suponía que tenía sus razones. Era alguien que podía llegar a creerse absolutamente todo lo que escuchaba, pero sin antes dudarlo dos veces. En el caso de Wild era diferente porque, al ser una persona sospechosa ante sus ojos, podía pensar cualquier de él, el cual estaba admitiendo que robaba bancos. Le apenaba que alguien no estuviese cerca de ella para oír lo que confesaba pero, por otra parte, tenía presente que tal vez exageraba un poco y los siguientes comentarios eran como el veía la situación. Al fin de cuentas, el panorama comenzaba a incomodarla, aunque fuese justamente lo que se había esperado. Miró hacia la ventanilla, en la cual se podía contemplar un paisaje navideño y maravilloso. Era una lástima que ella hubiera interrumpido.


    Creía que lo mejor hubiera sido no haberle hablado, después de todo, tenía mejores cosas que hacer, y entre ellas estaba cuidar a sus animalitos de personas como ella lo pintaba a él. Había sido fuerte escuchar las últimas frases, al menos para alguien como lo era ella, a la cual jamás nadie le había echado de una forma tan crucial y cortante. Generalmente, al encontrarse en una circunstancia similar, se inundaría de tristeza, pero no consideraba una persona importante a Adrián Wild o, quizás también pudo haber sido por las siguientes frases que prosiguió.


    Si seguía la conversación podía llegar a una conclusión y darse cuenta de quién a quien realmente enfrente. Clavó sus ojos en dirección de su amiga Arya y, pensaba que, mientras ella estuviera cerca nada malo podría suceder—. Muy bien —asintió la bruja, sin antes dudar un poco de lo que estaba por decir—. Acepto tomar algo aquí —está vez decidiéndose a mirarlo. Tiempo atrás había leído que de esa manera las personas tomarían con más sinceridad las palabras, pero era una lástima que en ocasiones no se animara.


    Se acomodó en el asiento que estaba enfrente de él. Seguro no tardarían en llegar para recibir un pedido. Miró nuevamente a la pelirroja. Desconocía si ella la había reconocido, y deseaba que sí. — ¿Qué lees? —indagó sin parecer irreverente. Aquello le recordó la vez en que visitó el negocio de Ars &Vita, donde había dejado en claro que no lo perdonaría por haber lastimado los sentimiento de Krumito, pero, días después, cuando él todavía era funcionario del departamento, se mostró muy mal cuando el Grindylow fingió su muerte. — ¿Sabes? —esperó unos segundos más antes de añadir—. Lamento mucho creer que fuiste el que comenzó a enfadar y torturar a Krumito, cuando fue al contrario —se disculpó Kirara, a pesar que todavía le faltaba reflexionar sucesos.

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  13. Había estado tan concentrada verificando que todo lo de la fiesta estuviese en su lugar que no se percató lo hermosa vestimenta que llevaba su elfina. Sin embargo, se había decido en probar uno de los modelitos que Kirara hizo para ella. Se trataba de un bonito traje verde y rojo, característicos navideños, y su gorrito era como el de los duendes de Santa Claus, ya que de esos mismos personajes se había basado al realizarlo. Ahora parecía una preciosa duendecita que se había escapado del famoso Valle del señor bondadoso que todos esperaban esa noche.


    La conocida voz de Romina hizo que su conciencia volviera a la normalidad, percatándose que los invitados estaban a punto de llegar al sitio de la fiesta. A la Ruak no le importaba que ellos se tardaran un poquito, ya que sabía todo lo complicado que era escoger su vestuario adecuado y los alimentos que la bruja había sugerido para la velada. La Evans McGonagall cumplió con las bases de su invitación llevando galletas con diferentes formas y demás. Se alegró mucho al ver que tampoco había llevado bebidas alcohólicas y, de lo contrario, se sentiría muy apenada si ellos lo llevaban porque todas las reuniones se arruinaban gracias a esa sustancia que pudría por dentro.


    — Ambas se ven encantadoras —admiró la bruja mirando los trajes que llevaban puesto. Le agradaba que les pareciera bonito el lugar que una joven preciosa llamada Dorothy Anne había escogido—, es realmente bonito —dijo la castaña—. Lo eligió una chica llamada Dorothy, ¿la conocen? —la Ruak tampoco la conocía demasiado, pero de una cosa podía estar segura: los bocadillos de vegetales que había compartido dentro de “El Orfanato” el día de brujas, estuvieron fantásticos. Deseaba verla pronto para tener la posibilidad de conocerla mejor.


    — Deben estar llegando, Bel —comentó, mirando hacia el equipo de música que entonaba una canción conocida. Se trataba de ni más ni menos que de “Rudolph The Red Nosed Reindeer”, cantada por un artista exitoso llamado Gene Autry—. Espero que la música sea de su agrado —comentó. La había elegido por su cuenta y desconocía cuáles eran los gustos musicales de ellos—. Pueden ir probando lo que


    —¿Les gustaría decorar las botas navideñas y ubicarlas arriba de la chimenea hasta que los demás invitados lleguen? —preguntó, mirando sobre una mesa y, la cual tenía pedazos de tela roja y diferentes artículos decorativos, a unos metros de ellas—. Será muy divertido —al terminar la frase se percató que una nueva presencia se encontraba en el sitio—. Es gusto verte, Fokker —era muy extraño que su amiga no estuviera con él—, ¿sabes algo de Helen?

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  14. ¡Hola! *-* Bueno, vengo porque tengo una duda, la cual pensé que podría ir acá, ya que es el algo con respecto a este subforo. Espero que no sea de mucha molestias, de lo contrario lo siento mucho. Bueno, no sé cómo llenar las líneas, es horrible ver un post que no cumple con las reglas. T.T En fin, el asunto no tan grave y espero que se pueda efectuar. Mi pregunta es si puedo editar mi primer post de la Gala de Navidad: "White Christmas ~ Santa Claus Village" para cambiar el campo del banner. Eso es todo. ¡Besitos y felices fiestas!

    Desde ya, muchas gracias. ^^

  15. Era una pena que sus compañeras no comprendieran las razones de su argumento, pero aunque sea en esa ocasión iba a dejarlo pasar y hacer como si no hubiera sucedido nada. Era una completa lástima que las chicas no le hayan creído porque era como si confiaran más en un desconocido antes que de ella. Estaba consciente de que pudo haber exagerado un poquito, pero tenía miedo de que se tratara del maleante del que tanto temían los globitos y, que tal vez ella les había hecho creer. Sin embargo, no se creía capaz de borrar ciertas imágenes de su mente.


    Decidió ignorar lo que ocurrió a su alrededor en ese instante y los comentarios de las chicas porque, ciertamente, parecía que no sabían la maldad que una persona “inocente” por fuera podía contener en su interior. Tenía la esperanza de que algún día llegaran a comprenderla y no pasarle de largo. Caminó hasta la Oficina de Indebidos por la petición de Romina de seguir decorando el ambiente. Sin embargo, esos pensamientos fueron opacados por la de su jefe que acababa de entrar. No valía la pena advertir mil veces lo mismo, pero existía la oportunidad de que en algún futuro se arrepintieran de no haberle hecho caso, esperaba que no.


    En el sitio se encontraba Fenrir con sus hermosos moños en sus orejitas. No estaba segura de la reacción de Matt cuando viera al “pequeño cachorro” en ese estado. Quizás, él se enfadaría mucho y la encerraría en la Habitación Blanca como a los que se comportan mal, o si bien esto pudo ser obra de algún sueño al ser imposible que le hicieran algo así a un simple empleado. Se acercó al lobo y le sacó los lazos decorativos.


    Pipo, el picaporte al que llamaba su jefe, aun no acababa de aparecer, pero intuía que les enseñaría a las demás chicas. — Debe sentir mucho miedo por el peligro que el departamento está corriendo en estos momentos —pensó en voz susurrante, de total forma, creía que nadie prestaría atención a lo que trataba de prevenir—. Se trata de Pipo un lindo picaporte que ya debía haber aparecido tras el llamado de Matt —respondió a la pregunta de Nicole—. Su puerta es la que nos lleva a la Habitación Blanca —informó la bruja. Ya el jefe se encargaría de dar advertencias, ya que temía que no le creyera si ella les comunicaba sobre los artículos malignos.

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  16. ¡Holis! *-* bueno, la verdad que desde la semana pasada tengo ganas de pasarme por acá para dar un poco de presencia de mi parte y que se sienta que me interesa lo que estamos planeando. Bueno, yo soy parte del equipo que organizamos con Nathan y Helen, donde tratamos de limpiar la imagen de la Orden del Fénix. Ahora que ya está confirmado el tema de que podemos escribir y repartir pequeños artículos, o enviarlos a "El Profeta", entre otros medios de comunicación que veremos más tarde, podemos comenzar con la trama.


    Yo propongo que para no abrir otro negocio podríamos llevar toda la información a The Hunters, ya que es el negocio que está asociado a esta brigada, a no ser que quieran compartir la trama con Llamas del Fénix, estoy segura que Elvis no tendrá problemas. Quizás, si juntamos el tema de limpiar el nombre del bando con las actividades que estamos por llevar en el área de Demiurgos con el tema de los Juicios Mágicos. Es sólo una idea, así lo comprimimos y el tema resulta más efectivo, en vez de estar trabajando cada uno por su cuenta en asuntos similares.


    ¡Besos!

  17. Como un típico día libre, las horas pasaban de forma fugaz y el límite de la tarde estaba a punto de terminar. A pesar de todo, aún tenía intenciones de seguir paseando por el mundo mágico y descubrir lo que estaba ocurriendo en la actualidad. Esperaba que al menos aquel día no apareciera ningún patronus que solicitara su asistencia para apoyar a sus compañeros de la Orden del Fénix, porque le pareció importante saber si había alguna novedad en el ámbito académico y saber si había algún apuntado en la lista de inscripciones de la clase de conocimientos que impartía.


    No recordaba cuando había sido la última vez que había caminado por esas zonas, alrededor de la Academia, tal vez algunas pocas semanas; de todas maneras, fue completamente bonito volver a hacerlo, y lo sería aún más si fuera primavera. Como era de suponerse, el viento se enfriaba a medida que la tarde iba avanzando, pero era bueno tomar precauciones para no pescar una fuerte e invernal gripe. También, era muy malo sacar a pasear a las mascotas en una hora como esa porque podían perjudicar su salud, por eso había tenido que negarle la salida a su Micropuff, quien horas antes insistía en ir al exterior para pasear y vivir aventuras. Había resultado una verdadera pena tener que prohibirle algo, aun así, pensaba que era lo mejor para él. Blondie se encargaría a cuidarlo mientras ella estaba ausente.


    Estaba segura que en la librería que estaba en sus alrededores habría diferentes libros que pudiera disfrutar. Amaba las historias muggles tanto como las mágicas, pero debían contener un argumento interesante y entretenido, bajo su punto de vista. Al llegar a su destino, clavó su mirada sobre Madame Lou, quien la recibía con una estupenda sonrisa en su rostro. — Buenos días —saludó. A la Ruak le caía excelentemente la mujer, porque era muy amable y servicial con todas las personas que visitaban el establecimiento.


    A unos pocos metros pudo identificar la cabellera hermosa y pelirroja de Arya. Esperaba que el sujeto con quien se encontraba fuera uno de sus amigos y no alguien desconocido que estaba molestándola. Aun así, decidió no interponerse en el encuentro porque sería bastante descortés. Como esperaba, la paz reinaba y a medida que avanzaba para llegar a una de las estanterías, se sentía más cómoda. Sin embargo, aquella tranquilidad se desvaneció al ver a una persona muy conocida sentada en una de las mesas cerca de la ventana. Parecía inofensivo, al menos desde esa perspectiva, y quizás eso fue lo que le impulsó a caminar hacia donde estaba Wild.


    — ¿Sabes? Es muy extraño que no te estés dedicando a robar bancos o realizando crímenes en el mundo mágico —le susurró en sus espaldas. Lo más probable era que el brujo se sobresaltara por el imprevisto, pero no le importaba lo que ocurriera porque sólo estaba expresando sus pensamientos. Aún no había tenido la oportunidad de leer la portada del libro que llevaba en sus manos, pero estaba segura que se trataba de algo prohibido o ilegal viniendo de él. Aunque no exhibían ese tipo de artículos o productos en la librería, pero nadie sabía si lo había traído por su propia cuenta.
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  18. ~ Sexta Planta.

    ◦ Tercer rol.

    ◦ Salida.


    Sostuvo su mirada sobre el amplio e inmenso techo de la Sexta Planta. Agradecía las dulces palabras de la sanadora, no era Madeleine ni Arya, sino más bien alguien que aún no conocía. Recordaba haber leído el nombre de Cye Lockhart en la actual Planilla Ministerial, lo que era muy bueno ya que su amiga contenía un nivel muy alto de perseverancia, bondad y cariño. Estaba segura que le iría genial en su nuevo trabajo, o eso era lo que deseaba. Era positivo que su memoria estuviera en recuperación, porque indicaba que saldría de ese sitio lo más pronto que se podía imaginar.


    Sintió otro líquido sobre su garganta y a los pocos segundos se sentó sobre la camilla, demostrando que estaba bien y que era hora de irse. Al hacerlo se percató que una joven desconocida había estado atendiéndola, aun así le agradecía muchísimo su amabilidad y paciencia. La miró tratando de estudiar sus rasgos, sin dudas, jamás la había visto en toda su vida—. ¿Cómo te llamas? —indagó la castaña. Seguro la joven tenía otras cosas más importantes para hacer, pero le enviaría flores y gatos a su caso cuando se enterara de quién se trataba.


    — No importa, es hora de irme —recogió el papel que indicaba que ya estaba en condiciones de seguir con sus labores, y se dedicó a ponerse de pie. Los huesos aún estaban adoloridos, pero no era nada que un buen descanso no curara—. Te lo agradezco muchísimo —comentó la bruja, en el momento en que ya estaba de pie a punto de salir de la habitación para retirarse del departamento. Hubiera deseado saludar a Arya, pero ella siempre se preocupaba mucho por todas las personas que quería y no deseaba causarle estrés luego de una larga jornada—. Mándale mis saludados a la señorita Arya, y recuérdale que la quiero mucho —sin más se retiró. Estaba decidida a dirigirse a su residencia.

  19. No podía negar que Xell era una experta en peinados y, quizás, si sabía ese también tenía conocimiento de otros, pero eso era algo que después preguntaría, ya que la bruja se fue tras un llamado de Amya. No tenía idea de dónde había llevado Romina a la nueva empleada, no prestó atención a sus comentarios, pero suponía que ellas estarían a salvo y lejos de malas personas en el departamento, o eso imaginaba. Nuevamente, perdió la noción del tiempo, quedando soñando dormida. Quizás, debía buscar una manera de solucionar el problema, pero por el momento sólo lo dejaría pasar.


    Volvió a la normalidad al oír una voz en el Atrio que entonaba un villancico. Creía que podía tratarse de algunas personas que recorrían el departamento para desearles felices fiestas, pero lo raro era que se escuchaba sólo a alguien. Su pensamiento cambió rotundamente cuando los gritos llevaron a otras palabras, llamando a los miembros y a las mascotas del departamento como una madre que avisaba a sus hijos porque la cena estaba servida, pero seguro la cena serían ellos si se desprevenían.


    Quizás, todavía estaba encerrada en un plácido sueño y, pronto despertaría y encontraría a todos bien como un día casual. Desearía que fuera así, pero sus sospechas eran ciertas y nada podía concederle sus deseos en esa ocasión. Se acercó hacía la puerta de la Recepción para salir, había mucha nieve y seguro la pobre Amya debía limpiar todo, a no ser que el asesino aprovechara el antojo de la jefa de revensiones y, se comía a la nueva empleada Jess. Frunció el ceño. Por suerte, Matt se encontraba con ellas a unos pocos metros de donde estaban, y decidió caminar hasta allí.


    — Romi, recuerda no fiarte de este sujeto —susurró, pero lo suficientemente alto para que Jess también escuchara—. Quién sabe cuántos bancos habrá robado para hacer su entrada —mencionó, y luego se percató que él tenía donuts y les ofrecería a todo el departamento para limpiar su imagen y parecer amable—. No le reciban lo que ofrezca, porque puede que este envenenado —se arrepintió de haber levantado tanto la voz, seguro la había escuchado más personas de lo que quería. Aunque, lo que decía era verdad para Kirara, ya que seguro sus intenciones eran matar a todo el departamento para después comérselos.


    — ¿Quieres que te enseñe la Oficina de Indebidos, Jess? —indagó, aunque si se iba sus demás compañeros también estarían en peligro. Justo en ese momento el criminal le estaba ofreciendo una donuts a la directora—. No, señorita Sagitas, no se lo coma, ¡está envenenado! —con énfasis en la última palabra—, deberían revisar al señor para revisar si tiene alfileres también —sugirió la bruja, esperando a que le hicieran caso a sus locas e imprevistas peticiones.

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  20. http://i.imgur.com/mpVjWMz.png




    Invitados:


    • Kirara Ruak.

    • Helen Evans.

    • Fengari Naberrie Black.

    • Bel Evans McGonagall.

    • Kutsy.

    • Vladimir Alexae.

    • romina12345.

    • Dorothy Anne.

    • Fokker.

    • Leya Malfoy Rambaldi.



    ******​




    “Rovaniemi”, la capital de la provincia de Laponia en la República de Finlandia. La maravillosa y pequeña ciudad ofrece varias actividades de nieve en la época invernal, como esquí, motos de nieve, torneos de trineo, patinaje, pesca en hielo, entre otros. El mismo acogía a los visitantes de distintos países que decidían pasar sus fiestas allí. Las leyendas tenían por escrito que allí se encontraba la residencia de Papá Noël, y en fin de año la seguridad de éste dejaba que los niños fueran a visitarlo o, así mismo, enviarle cartas agradeciendo por sus regalos anteriores y pidiendo sus deseos más profundos.


    — Están todas las cartas entregadas, señorita Kirara —informó la elfina. La castaña había escogido a ocho amigos para que pasaran su navidad en “Santa Claus Village”, ellos también podían llevar a quienes querían, pero no debía superar las diez personas que era lo establecido por las autoridades y el mismo Papá Noël.


    Dentro de la lujosa cabaña de madera se encontraban los preparativos para la velada, las cuales se trataban de seis mesas de cristal dispersadas, que contenían diversos aperitivos navideños, budines concentrados en fruta, postres de chocolate y frutilla, y quienes la acompañarían tenían el deber de llevar sus propios alimentos para compartir. En la residencia estaban prohibidas las bebidas alcohólicas, como así también, las comidas que la contenían.


    El ambiente estaba decorado de una manera excelente y perfecta, y estaba bien calefaccionado por las llamas de la chimenea. Jamás nadie se atrevería a juzgar la manera en la que los duendes decoraban, ya que tenían una forma muy particular de realizar sus deberes. Había árboles navideños medianos en los laterales, mientras que en medio se podía exhibir uno enorme decorado con colores plateados y dorados. Kirara aseguraba que jamás en si vida había visto algo tan elegante como eso.


    — No tardarán en llegar —expresó la bruja. Ese día lucía un brillante vestido de una tonalidad celeste claro, y detalles en negro en la cintura y en el contorno del bordado. Su cabello lo mantendría suelto y utilizaría zapatos oscuros y de tacón medio. Con ella llevaba una cámara mágica para sacar fotos a sus invitados y a los preciosos vestidos que sus amigas llevarían. Esperaba que a ellas no les importara el atrevimiento de capturar una fotografía.

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  21. ~ Sexta Planta.
    Segundo rol.
    Siendo atendida por Morrighan.
    De pronto, como si fuera obra de un deseo, las gotas de esperanza aumentaban su tamaño haciéndose cada vez más fuertes y potentes. Su conciencia no estaba del todo recuperaba, y sólo era capaz de sentir como dentro de sus articulaciones la sangre comenzaba a recorrer lentamente. Sus sentidos estaban despertando, o eso era lo que sintió la bruja al escuchar una voz en el exterior. Aunque en ese instante no lo estuviera pensando, Kirara estaría muy agradecida al sanador que le reviviera y le entregaría galletas como recompensa.
    En esos momentos, la oscuridad infinita fue remplazada por un cielo despejado de una tonalidad sumamente azul. Era como si su inconsciente proyectara imágenes de lo que estuviese ocurriendo a su alrededor, o al menos, era eso lo que esperaba. Quería recuperarse pronto, ya que no aguantaba sentir la impotencia de que absolutamente todo lo que quería, estuviera en peligro. La nostalgia era uno de sus primeros síntomas; echaba de menos a sus mascotitas, y deseaba verlas pronto, y a la vez sentía miedo por lo que estaba por llegar.
    — Necesito salir de aquí —su voz sonó suave y pausada—, por favor —agregó. Sentía un líquido dentro de su garganta, y creyó eso había sido lo que le permitió recitar esas frases. Suponía que si fuera una persona de determinada condición se podía recuperar rápidamente del episodio, pero al ser una simple humana se le hacía bastante complicado. La azulada proyección se derritió al instante en que abrió sus ojos para mirar su exterior. Por el amplio y alto techo pudo deducir que se encontraba en la Sexta Planta del Hospital Mágico San Mungo, pero a su alrededor no podía escuchar nada más que simples y desconocidas voces. Estaba segura que su sanadora no tardaría en llegar.
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  22. ~ Sexta Planta.

    Primer rol.


    Al desconocer se encontraba comenzaba a formular hipótesis de dónde podría estar. Lo más seguro era que se hallara perdida dentro del mundo infinito de su fantasía, o al menos fue lo que imagino al ver las distintas tonalidades de destellos, cuyos rayos nacían debajo entre las diferentes nubecitas rosas características de una fantasía. Era un sitio sumamente pacífico y seguro. Una suave brisa primaveral no paraba de moldearle una infinidad de figuras, una más bonita que otra. Lo lamentable era que no llegaría a recordarlo con claridad porque no podía tener el conocimiento del estado de su mente luego del desmayo.


    Tenía la divina esperanza de que aquello no fuera el final de su vida. Sentía como toda su vida se escribía delante de sus ojos y la impotencia de no poder realizar una última acción para protegerse. Lo único que deseaba era que todos los seres que amaba con todo su corazón estuvieran bajo una protección indestructible. Llegaba al instante donde comenzaba a olvidar toda su presencia existencial y lo que había conocido durante su vida. Estaba en el límite de llegar al final de todo. Sin embargo, estaba completamente segura que pronto llegaría su salvador/a y la sacaría de ese sueño infinito.


    El cielo junto a las nubecitas rosadas se apagaban rápidamente, tornarse en un azul oscuro. Era algo más allá del sentimiento de temor y miedo, algo que nadie jamás podría describir. El callejón sin salida ahora formármela la cuarta pared con la intención de dejarla sola y sin escapatoria por el resto de su existencia. Eran las últimas gotitas diminutas de esperanza, ya todo terminaría si nadie interrumpía ese extenso y profundo camino a lo que los vivos desconocían.
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  23. Se escuchaban pisadas en el exterior, así que podía pensar que había personas rodeando la zona, y quizás, los enemigos ya habían llegado y estaban dispuestos a atacarlos, pero ella haría lo posible para que no sucediera y ellos terminaran sin vida al final de la partida. En la biblioteca no podía encontrar ningún movimiento, por lo tanto, decidió dirigirse hasta los exteriores del castillo. Siempre era muy bueno que hubiese aire para refrescar sus ideas, de tal manera que podía pensar sus estrategias con más claridad y atacar a sus oponentes para terminar rápido con todo ese acontecimiento. Le gustaba pensar que después de todo lo que sucedería podía tener la sensación de haber adquirido experiencia.


    Al llegar hasta el jardín del Castillo Crowley, se encargó de mirar a su alrededor en busca de la presencia de una persona para poder desafiarla. Detrás de una estatua pudo percibir lo que buscaba. Aun no sabía de quién se podía tratar, pero al caminar unos diez metros hacia la entrada se dio cuenta que era uno de sus rivales, el cual, era Nathan Weasley. Le había parecido muy extraño que hasta ese momento no hubiese creado las defensas necesarias como era común, a no ser que fueran muy diminutas. Estaba de más decir que sus respectivas transformaciones para defenderse se encontraban con ella. Apuntó su varita hacia el mago y pronunció: — Floreus —exclamó la bruja. El efecto provocaría que de su varita salgan flores en lugar de su siguiente hechizo.


    — Strellatus —conjuró luego, la Ruak. Toda su energía acumulada se trasformó en una luz mágica que rápidamente chocaría contra los ojos de Nathan Weasley, lo que le quitaría la visión y si no se lo curaba pronto existía la posibilidad de que le causara una extraña infección mágica, perdiendo completamente la visión.
  24. Miró su alrededor, pudiendo apreciar cada uno de los rincones de ese bello lugar. Procuraría no hacer ningún desastre en un sitio tan bonito como lo era ese, pero tampoco prometía nada. Se adentró al sitio mientras estudiaba cada una de las estanterías que se encontraban repletas de libros y distintas decoraciones que podrían servir para transformarlas en cualquier animal que sirviera en su defensa. También, pensaba que podía realizar otros tipos de defensas, por lo tanto, se dio la vuelta mirando cada uno de los artículos que se encontraban encima de las mesas.


    Sacó su varita y se dedicó a mantenerla con firmeza, apuntando hacia una escultura de un hombre echo de cerámica metalizada que estaba en medio de la habitación, y sin embargo, era la única, y ella calculaba que ésta debía pesar más de 145 kilos, lo suficiente para transformar un león macho adulto— Morphos —conjuró la bruja, con voz fuerte y clara, apuntando hacia esta estatua, la cual, pronto se transformó en lo que ella deseaba. El animal, esperaría y seguiría todas las indicaciones que la bruja le diría, así que mientras tanto se quedó a un costado suyo—. Avis —dijo la bruja, haciendo que de su varita salieran doce aves del tamaño de una paloma, las cuales también, esperarían a las órdenes de la castaña para entrar en ataque o defensa.
  25. Se encontraba en medio de los jardines del castillo de la familia Atkins. Se trataba de un gran espacio podían caber muchas personas, además, sería el lugar indicado para organizar una fiesta. Amaba los lugares pacíficos porque podía pensar con claridad y acomodar algunas ideas que tenía. Tampoco era muy bueno reflexionar tanto, ya que era estresante tener que buscar soluciones a los nudos que se habían armado en su vida durante ese último tiempo. Aunque buscara la tranquilidad, no pudo cerrar un ojo en todo ese transcurso de tiempo.


    Al abrirlos, se percató de la figura de un patronus de oso polar. Le resultaba muy bonito, pero no pudo apreciarlo por varios minutos como lo hubiera deseado porque hacía mucho tiempo que no lo veía ante sus ojos. Se trataba de un mensaje de, ni más ni menos, que de Vrael, su compañero de la Orden del Fénix, y si se trataba de él debía ser un asunto muy importante al que era muy esencial asistir. Se puso de pie, dejando lucir un vestido celeste de seda fría muy fina y sin ningún detalle que pudiera ser notorio. Su cabello lo llevaría suelto y, optaría por no utilizar zapatos. No contenía ningún artículo de decoración, ni collares ni pulseras, ya que era bueno prevenirse.


    El castillo Crowley era su destino y allí vería a sus demás compañeros que estarían esperándola, por eso no debía tardarse mucho. Caminó hasta la amplia calle de Ottery. El invierno se estaba acercando, por eso le había parecido un poco inapropiado llevar ese tipo de vestimenta, pero sin embargo, también pensaba que podía soportarla muy bien. Al llegar hasta la entrada del precioso y lujoso castillo que se encontraba en la cima de una colina. Observó a sus compañeros a unos pasos de ella, enfrente de la verja y muy cerca de la entrada.


    Al estar a una distancia considerada, procuró hacer el menor sonido posible y escuchó cada una de las indicaciones que Vrael tenía para decirles. Era muy extraño entrar a un sitio desconocido, pero pronto encontraría una habitación para esconderse. La biblioteca del vestíbulo resultaba apropiado, ya que podrían haber muchas decoraciones que podía utilizar en su propia defensa.

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