Leslie Ann Linmer PB

James suspiro y puso los ojos en blanco ante la actitud de su hermano, sea lo que sea lo que estaba planeando su hermano estaba seguro que no funcionaria, o si lo hacia su madre pegaria el grito en el cielo y se les echaría encima. El fantasma fruncio el ceño ante ese pensamiento y decidió continuar con lo suyo, saco varias cosas de la caja y las coloco en los estantes, al final de pasar a tratar de hacer una broma termino ordenando los estantes. Sirius al ver el poco interes de su hermano se le acerco a el y comenzo a hacerse el tonto mientras toqueteaba los productos. -¿No me vas a preguntar que hice?- le dijo Sirius a su hermano. -No- dijo James guardando cajas de turrones. -¿Porque no?- le pregunto haciendo un puchero. -Porque no me interesa- le dijo James. Sirius se apoyo en los estantes para que James le mirara pero su hermano le coloco varias cajas sobre la cara para no mirarlo y se fue a seguir haciendo otras cosas.

Sirius se puso a mirar las plantas que habia hay pero no le llamaban la atencion, habia flores normales, carnivoras y plantas magicas que podian estrangular a cualquiera. Sintio a su gemelo en el sotano por lo que salio a ver que estaba haciendo, floto por la planta de pociones y agarro un par que les llamo la atencion, como fantasmas a James ni a el les hacian nada porque solo les atravesaria pero a su hermana y madre si les podia hacer algo. Floto por las escaleras despacio sin que se dieran cuenta que estaba ahi, miro a su hermana y madre y vertio tres pociones en unas copas y las agito para mezclarlas con jugo y salio flotando a donde estaba su hermano para soltar unas buenas risas a causa de su travesura. -Que te pasa?- le pregunto James a su hermano. Pero Sirius no hablo solo le hizo señas para que no hablara, si todo ália bien el elfo debia llevarles a su hermana y madre las bebidas donde habia hecho la mezcla.

-Gracias tía pero espero pronto tener respues de la directora o me tocará moverme a mi sola- suspiro con el ceño fruncido. Criaturas era un lindo departamento e incluso había mucho por hacer, el problema era la falta de interés a sus compañeros, según su melliza le tocaba despedir a todos los empleados menos a un viejo alumno suyo, Taison, después de eso sólo serían los tres a cargó de muchas cosas. -No te preocupes, mejor si somos menos asi nos relajamos sin tener que estar al pendiente de los demás- no le molestaba que fueran pocos pero si le preocupaba el hecho de que han desaparecido todos. Negó con la cabeza ante la idea de su tia de invitar a mas personas, en el trabajo sólo estaba Lady a quién conocía pero seguía esperando hace semanas una respuesta de su negocio y su otro compañero no le conocía, prefería esperar un tiempo antes de hacer otra reunión asi. Un elfo aparecio con una bandeja de sándwich,tacos y hamburguesas, sus ojos brillaron ante lo último. Llevaba bastante tiempo comiendo hamburguesas, aquél antojo no desaparecía desde que Kam le dijo del embarazo cómo si la embarazada fuera ella y no su esposa, la cuestión es que comía hamburguesas sin medirse. -Hace poco probé una bebida llamada Melón con speed- le dijo a su tía. En ese momento aparecio Kaori, su prima, disculpandose por llegar tardé. -Hola Kao, no te preocupes aún la fiesta no empieza- le dijo guiñandole el ojo. @@Dennis Delacour @

James suspiro mientras se ponia a revisar cajas con varios objetos dentro de ellos, pociones, muñecos de trapos, un extraño muñeco de madera con la figura de Dolores, una antigua bruja que trabajaba en el Ministerio. Nego con la cabeza ante darse cuenta que alguien pudo crear una broma con eso. -Tontos- se dijo. Lo saco y lo dejo en un rincon para que nadie lo viera y lo terminara usando, era un insulto si alguien encontraba aquello divertido y como bromista no podía permitirse que se hiciera público eso. James buscó unos trapos y lo cubrió con ellos y después cajas y cajas puso sobre l broma para que nunca la encuentren. Satisfecho con su trabajo el fantasma volvió a la caja a seguir buscando algo bueno. -Vamos, algo bueno debe haber- dijo James. Rebusco mas al fondo de la caja y se topo con varios huesos que al parecer se armaban solo y podian noverse. No estaria mal, penso.

-Oh!- dijo la Nigromante. Se ruborizo completamente ante las palabras de su tia, <<asi que se habia enterado>> penso para nada sorprendida, era directora del Saw a fin de cuentas, por lo que no debia sorprenderse al contrario debia recordar eso siempre pero con tantas cosas en la cabeza terminaba olvidando hasta su nombre o el porque hacia ciertas cosas. -Gracias!- le agradecio. Al verla a los ojos se dio cuenta aue lo del profeta había quedado atras, se relajó con ese pensamiento que se entusiasmó ante la idea de beber algo ahora aunque deseaba comer algo antes. -Viene alguien más- le preguntó cuándo vio tres sillones alrededor tipo círculo bajó una manta como carpa -antes de tomar me gustaría comer algo- le pidió pensando en sándwiches. Se quitó la cartera y la varita del antebrazo para arrojarlas al sillón del lado derecho mas cercano, se quito la coleta para dejar su cabello suelto. Necesitaba despejarse y relajarse. @@Dennis Delacour

Sirius no dijo nada a James, al contrario se quedo pensativo mientras hacia que se rascaba la barbilla, James entrecerro los ojos molesto por la actitud inmadura de su gemelo y rodo los ojos para volver a lo suyo. Sirius rio cuando vio la cara de fastidio de su gemelo, queria algo grande y que sea bien gracioso para reirse o ál menos tener un recuerdo largo y gracioso mas si estaba su madre y hermana en medio. -Eres un tarado- gruño James. Lo habia escuchado reirse lo que habia hecho que James se enojara mas pero decidio ignorar a su gemelo y ver que podian usar. Su madre se creia intocable y aunque siempre la hacian enojar no habian tenido, aparte de la peluca, una oportunidad para hacerle bromas. -Algo debe haber- se quejo el fantasma. Al ver que las pociones no le convecia salio flotando rumbo al sotano esperando ver algo bueno.

James se río alegré por la idea de su hermano, hace mucho que no hacían bromas y se estaban aburriendo, tenían dos víctimas ahí abajo para divertirse, mover la tienda y probar nuevos productos. -Si le hacemos la misma broma que ella quiere hacer?- le dijo James. Sabía que hacía la poción, no la habían usado nunca por el hecho que era muy simple para su estilo además no iban a estar siguiendo a todos los que bebieran la poción para ver sus efectos o el rostro de la víctima y los que la rodearan cuándo empezará a brillar. -No sé, si revisamos mejor haber que hay- le dijo Sirius. Ambos gemelos se vieron para salir flotando uno a dónde estaban las pociones y otro dónde estaban las plantas, nunca habían intentado tampoco nada con las tentáculas o alguna otra planta. -Oye y si hacemos algo con las Mandragoras? Bebés para que se queden aturdidas- le dijo Sirius asomando la cabeza por el techo. -Podría ser- le dijo James medió pensativo.

Alessandra se sentía medió agotada, apenas había recibido su carta dónde le aceptaron el cambió y había hecho en un día lo que había hecho en el profeta todo el mes. Había hablado con Lady sobre visitar las familias y ver cómo se encontraban ls mascotas, si poseían un buen ambiente para vivir y si no era el caso se los llevarían a la reserva pero aún le faltaba respuesta de su directora, ya que necesitaban ciertos permisos para llevar a cabo su cometido. Una carta por una lechuza que conocía bien le llegó a su oficina, acaricio la cabeza del animal y tomo la carta no sin antes darle unas golosinas a la criatura que feliz se puso a aletear antes de volver a tomar vuelo e irse. La Metamorfaga abrio la nota y leyo que era de su tia Den invitandola a beber algo en la mansion. Alessandra se mordio el labio nerviosa, la ultima vez con su tia y prima se habian dicho cosas muy tensas por su trabajo como reportera, al final el articulo quedo en nada como otros a causa de su poca informacion que tenia. Tamborillo con los dedos su escritorio insegura de saber si ir, pero la carta parecia una especie de reencuentro despues de todo eso. -Porque no?- se dijo Se levantó de su silla, tomó su bolso pequeño y guardó la varita en el para desaparecer del Ministerio y aparecer en los terrenos de la mansión, su tia Dennis estaba ahí esperandola. -Hola, vaya preparaste todo eso para nosotras?- le preguntó sorprendía pero con ganas de empezar ya a beber. @@Dennis Delacour @

-Le voy a hacer una broma a Dennis- le confeso a su hija. El frasco era una pocion como el agua, inoloro e incoloro, cuando se vertia en un liquido bebible quien lo tomara no, notaria que cuando estuviera oscuro comenzaria a brillar, su piel se tornaria de un amarillo fluorecente. Claro que era solo cuando fuera una oscuridad completa. -Que mala, pobre tia DenDen- dijo Sirius que se habia acercado a ambas feminas en silencio. -Cierra el pico- le riño la Delacour. Haciendose el ofendido tiro de la oreja de James para llevarselo con el al piso de arriba, ya veria su madre que ellos eran los mejores bromistas. -Hay que hacerle una broma a nuestra madre- dijo Sirius a su hermano.

La Delacour puso los ojos en blanco para despues fulminar con la mirada a James, no se habia dado cuenta que de habia olvidado la pocion en el local al contrario creyo que estaba en su vieja ropa. -Denme eso- les dijo tratando de arrebatarle el frasco. Pero eran fantasmas y se encontraban flotando bastante alto para que la pelirosa pudiera llegar y arrebatarsela de sus fantasmagoricas manos. Los gemelos se reian ante los intentos de su madre por arrebatarles el frasco. -Saben no importa hay mas pociones- les dijo sacandole la lengua -sabes contigo y tu hermano no tuve que pasar con esto- le dijo a Wen. -Pero si te diviertes con nosotros- le dijo James haciendo carita tierna. -Claro que no- hizo ademan de pegarle un zape pero le arrebato el frasco. -Hey!!- se quejo el fantasma. -Tonto- se rio ante la cara de su hijos.

James habia llegado a la planta de las pociones que tenia el negocio, comenzo a pasear sin mirar el lugar que ya conocia hasta que se topo con un frasco fuera de lugar. El fantasma recordo que su madre habia estado con anterioridad hay y no sabia que habia hecho ya que el y Sirius habián bajado al sotano. La risa de Sirius seguia sonando en la planta de abajo mientas el se ponia leer lo que hacia la pocion que su madre habia sacado, al menos supuso que habia sido su madre ya que no habia nadie mas. Mientras leia la etiqueta se pregunto para que usaria la Delacour aquella pocion de luminosidad. Sabia que era bromista, porque habian salido a ella, pero aun asi se preguntaba para que lo querria su madre. Bajo a la planta baja para acercarse a sus hermanos mientras movia la pocion frente a los ojos de su madre. -Te olvidaste esto arriba-le dijo a la pelirosa -¿Para que lo quieres?- le pregunto en el momento que Sirius se acerca a su hermano para ver mejor. -Venganza contra quien?- le pregunto Sirius sacandole el frasćo a james.

James seguia esperando la respuesta de Sirius para ver quien habia entrado, ambos fantasmas sabian la consecuencia que tendria si su madre los veia y mas si auyentaban al visitante. -Nos va a matar- dijo Sirius pensativo. -Ya estamos muetos- le dijo James rodando los ojos -solo sera ver, nos escondemos en los estantes- le aviso. -Y podriamos escuchar de que hablan- agrego Sirius con una sonrisa. -Exacto- le dio la razon James esta vez a su hermano. Ambos gemelos se miraron y subieron de un tiro al primer piso, la vos de su hermana Wen les llego apenas habian traspasado el techo del sotano. -Wen-chillaron ambos rubios. Flotaron hasta donde estaba una de sus hermanas menores y la abrazaron o al menos hicieron el intento ya que la traspasaron al ser fantasmas. -Embarazaste a una mujer- volvieron a gritar con exageracion los gemelos -pervertida!!- volvieron a gritar al mismo tiempo mientras James salia flotando al piso superior mientras Sirius se reia a carcajadas. @@Wendolyn Maxwell

-Tu hermano anda tambien bastante perdido- le explico a su hija mas relajada al saber que no le molestaba su atrevimiento -no seas tonta, no me deben nada solo espero que no dejen morir al negocio- le explico. Habia cambiado mucho el mundo magico desde la ultima vez que su hija estuvo ahi, ahora habia menos impuestos pero los productos habian subido a tal punto que se debia buscar la forma de conseguir trabajo por debajo de las piedras, penso algo fastidiada, por esa razon es que habia vuelto al Ministerio, por el hecho de que tambien estaban los quintillizos y debia buscar una forma de mantener a su familia. -Más bien ya poseía la habilidad pero ahora logré perfeccionarla- le dijo enseñándole su mano derecha dónde en su dedo anular descansaba su anillo de compromiso junto a un anillo fucionado de tres piedras, azul por Animagia, rosa por Metamorfomagia y roja por Nigromancia -Tu madre anda pérdida también, ahora que está embarazada anda haciendo unos trámites- le dijo algo sonrojada. Ambas le sacaban provecho bastante seguido a la Metamorfomagia, eso era antes del embarazo, pero eso su hija no debía saber ya que eran cosas personales e íntimas, además Kam le daría un buen tiron de oreja si decía algo. -Ah si?- le preguntó divertida ante el hecho de ponerse al día -[/i]no hay mucho que contar sólo Kam está embarazada y serán quintillizos-[/i] le avisó a su hija. @@Wendolyn Maxwell

-Oh!- se ruborizo completamente cuándo su hija le recordó la peluca. Se la quitó y la escondio detras suyo acomodando su cabello rosa. La desaparición de la castaña no le habia permitido contarle sobre sus habilidades y otra que esperaba cursar pronto. -Ando bien, ayudandoles a ti y al desaparecido de tu hermano con el negocio- le dijo a su hija señalandole lo limpió y acomodado que estaba todo -esperó que no te moleste- ante todo su hija era la dueña y esperaba que no le molestará. Unos ruidos le llegaron del sótano y no pudo evitar poner los ojos en blanco y apretar los labios, los fantasmas James y Sirius andaban haciendo de las suyas nuevamente pero esperaba que no se le ocurriera a ninguno destrozar el sótano con todo en el sólo porque estaban aburridos. -Bueno la Metamorfomagia me ayuda bastante a pasar desapercibida- río por lo bajó -te quedas entonces o debes irte otra vez?- le preguntó. @@Wendolyn Maxwell

Ambos fantasmas se miraron un momento cuando su madre se fue, se enocogieron de hombros y siguieron tocando todos los productos. Si habia clientes su madre no los querria ahi porque solo auyentaria al pobre cliente. -Mira- chillo James cuando localizo bolas de cristales. -Uy!!- dijo acercandose a su hermano. Tomaron las bolas en sus manos y comenzaron a ver dentro para tratar de ver aquello que tanto llamaba la atencion a los que estudiaban la adivinacion. Pero solo veian como una clase de niebla dentro de la bola. Sirius fastidiado dejo la bola en mano de su hermano y se fue a tocar otra cosa. -No sirve de nada eso- le dijo a James. James se rio y volvio a guardar las bolas dentro del estante donde habian estado. -Oye no quieres ver quien vino?- le dijo James a Sirius.

Alessandra puso los ojos en blanco y volvio a lo suyo, saco unos bastoncitos que al parecer flotaba y empezaban a golpear a quien tuviera cerca, escaparon de su mano y comenzaron a darle en la cabeza. -Agg- dijo moviendo sus manos para desaserse de ellos. Que fastidiosos objetos, penso. Su peluca seguia en la cabeza y se le habian pegado a la cabeza. El ruido de la puerta abrirse y despues alguien llamando hizo que la Delacour le sacara la peluca a James y los productos a Sirius. -Hay clientes- les previno. Los fulmino con la mirada mientras ella subio a la primera planta para atender. -Buen...- hablo pero se detuvo al ver a su hija Wen-Wen!!- exclamo. Corrio a abrazar a su hija y la estrecho en su pecho, le alegraba verla despues de todo este tiempo. La lleno de besos contenta. -Merlin, donde te habias metido?- le pregunto. @@Wendolyn Maxwell

Alessandra abrió grande los ojos al ver lo que Sirius hacía con los frascos, ¿malabares?, le dio una mirada asesina pero James se le término por uniendo a su hermano en pleno alboroto. James se puso la peluca negra larga y comenzó a hacer un baile raro, Alessandra no pudo evitar sonreir mordiendose los labios a causa de que quería reírse pero era sólo echarle leña al fuego y sólo haría que los gemelos se descontrolaran e hicieran alguna locura. -Dejen eso, estamos limpiando- les dijo con el.rostro serio. -Mamá, aprende a divertirte- le dijo Sirius. Floto hasta donde había unas pelucas tipo afro que cambian de color y se la colocó a su madre. -Déjenme recordarles que fui yo quién abrió el local- les riño con molestia.

Sirius malhumorado se fue a ver los demas estantes, Alessandra igual tenia un ojo ensima de el, la Delcour sabia que de los dos Sirius era quien llevaba a James a hacer todas las locuras que se le pasaba por la cabeza. James era el mas tranquilo, solia ser romantico si una mujer le llamaba la atencion pero su hermano decia cualquier cosa ya estaban los dos en plena planeacion de una broma. <<Ridiculo>> penso. Sirius se habia puesto una peluca negra larga y la movia para todos lados agitandola para todos lados. James detras suyo solto una risita ante las gracias de su hermano en cambio Alessandra solo rodo los ojos y sonrio apenas. -Sirius- le riño la nigromante. El fantasma dejo de mover la peluca para todos lados y siguio ordenando unos frascos.

La Delacour satisfecha con sus palabras y al ver el efecto que tuvo con los fantasmas se sobo la cabeza dónde se había golpeado, dos golpes en un día y justo en la cabeza, sin duda aquéllo era un récord, por lo general si se golpeaba era en todo el cuerpo y no tantas veces un mismo lugar. -James junta eso que se calló- le dijo al fantasma. El ser miró a su hermano y éste se giró y se fue flotando mientras silbaba, James le dirigió una mirada no muy agradable y se puso a juntar lo que su madre le pidió. Mientras su hijo hacía eso ella se puso a ordenar los productos de la caja que había abierto. -Sirius tu también ponte a hacer algo- le dijo al otro fantasma. Sirius trató de escabullirse al área de arriba pero Alessandra que lo conocía bien adivinó su plan y se lo arruinó antes, el fantasma se le acercó a su hermano pero éste lo hecho a hacer otra cosa.

Con los ojos en blanco Alessandra le saco la lengua a los fantasmas y se dispuso a bajar al sotano donde los elfos ya no estaban y el polvo tampoco. La Delacour agradecio internamente a las criaturas y se puso a revisar unas cajas medio abierta. Mientras ella trabajaba los fantasmas revoloteaban sobre ella, solo para hacerla enorjar, el cabello rosa de la metamorfaga estaba llenandose de la escenscia de los fantasmas, como su fueran tela arañas porque ambos gemelos comenzaron a reirse por lo bajo, Alessandra se llevo una mano al lugar y encontro todo eso para que al final explotaran de risa. -Quieren dejar de molestar y ponerse a trabajar?- les pidio malhumorada. Sacudiendo su mano para sacarse aquello Alessandra se habia dado un porrazo con uno de los estantes, varios objetos se movieron y calleron dandole en la cabeza a lo que la bruja no pudo evitar soltar un grito de frustracion. -Les juro que el dia que muera volvere como fantasma y me las pagaran- gruño. Ambos fantasmas se destornillaban de la risa pero al escuchar eso de su madre se detuvieron completamente estremeciendose. No se esperaban aquellas palabras y sabian que si su madre lo decia era porque lo iba a hacer.

La nigromante rechino los dientes enojada, no podia perder la cabeza por culpa de los fantasmas. Enojada se acerco a la la barra donde apoyo la cabeza en el frio mueble para que se le pasara el dolor de cabeza. Aquellos dos la sacaban de quicio y ahora gracias a eso le tocaba aguantarse el dolor de cabeza, y solo empeoraba su mal genio. Queria arrojarle cosas y darle sus nalgadas pero solo era un comportamiento de niña y claro eran fantasmas, no le haria nada salvo traspasarle. -Son un dolor de cabeza ambos- gruño furibunda. Aspiro por la nariz una gran bocanada de aire y exalo, repitio el proceso una tres veces mas antes de levantar la cabeza del mueble y mirar a los gemelos. Ambos la miraban como si no hubiera pasado nada y fueran santos. -No me miren asi- le riño como si ella fuera la culpable.

Alessandra apoyo su cabeza en el respaldo de la silla para descansar un poco su mente y el cuerpo, amaba esa silla por su comodidad asi que empezo a girar en ella. Cerro los ojos y dejo que su imaginacion vagara por todo lo que su cabeza tenia. Ya estaba todo el lugar acomodado con sus objetos en los estantes, despues de que descansara iria al sotano a acomodar lo que faltaba penso. Girar en la silla la relajaba bastante que se sentia que estaba volando. -Mamá- chillo Sirius. Alessandra abrio los ojos enormes y se sobreslto que se callo al suelo ante el grito repentino de los fantasmas. Irritada tomo su varita y le apunto al ser que estaba riendose. -Ustedes dos- gimio molesta. Estaba que hechaba chispas pero el rostro de ambos fantasmas y su cara burlona la hicieron detenerse sabiendo que aun no se acordaba del dichoso encantamiento. -Se puede sabes que les pasa que destrozaron todo esto- les pregunto molesta. -Estabamos aburridos- se disculparon. La metamorfaga abrio grande los ojos y los fulmino con la mirada como si aquello justificara todo.

Alessandra siguio acomodando las cosas con su varita, de apoco todo iba estando como antes penso, pero aun asi esos fantasmas la iba a pagar por lo que hicieron, se supone que debia estar en el sotano revisando las cajas y limpiando pero en cambio estaba ahi arriba acomodando las bromas. La Delacour suspiro con malhumor, maldijo nuevamente a aquéllos seres esperaba recordar pronto el encantamiento para ahuyentar a fantasmas sabía que le era doloroso a ellos o incómodo la cuestión era que sufrieran por aquéllo. - Ya van a ver- se dijo. Con su varita reparó los que se habían roto, no eran de vender objetos rotos o de mala calidad, todo ahí era probado por sus dueños o empleados para más seguridad. Una vez que terminó de acomodar todo fue al mostrador y se recosto en el sillón cansada.

Alessandra echaba fuego por los ojos buscando a ambos fantasmas, no podía creer que hicieran aquél desplome en unos minutos que los dejó sólo, ahora sabía porque tanto silencio de ambos cuándo los llamó, las palmas de sus manos picaban a causa de la necesidad de golpear a alguien. Cerró ambas manos y las abría para calmarse y no cometer una imprudencia, lo único que le faltaba era que le diera un ataque por culpa de aquéllos dos e hiciera explotar el local. Se mordió el labio para contenerse y se detuvo en la mitad de la planta baja, soltó un par de insultos por lo bajó y aspiró aire por la nariz para calmarse. - Bella- llamó a la elfina de su hijo - si ves a los fantasmas James y Sirius por favor diles que los estoy buscando- le pidió a la criatura. La elfina hizo una reverencia y se marchó, mientras tanto Alessandra seguía aspirando por la nariz para calmarse y poder dedicarse a ordenar. - Manos a la obra- se dijo con la varita en mano. Hizo un par de movimiento de muñeca y los objetos flotando iban acomodandose.

Una vez lista y cambiada con unas zapatillas azules, jeans del mismo color y una blusa celeste y su cabello azul desaparecio de la mansion nuevamente al Moco. La elfina de su hijo habia sido muy amable en llevarla ya que necesitaba esa ducha bastante. El chichon en su cabeza ya no le dolia por si solo, estaba aun pero a menos que lo apretara no dolia pero sus musculos se habian relajado mucho a causa del baño con el agua caliente y cuando estaba caminando por las calles rumbo al Moco de Troll bostezo y se desperezo. Esperaba no dormirse a causa del baño, se dijo. -Travesura Realizada- y entro al local. Al hacerlo casi e infarta, estaba todo tirado, sacado de los estantes. La Delacour no daba credito a lo que sus ojos veian, incluso parecia que le habia agarrado un tick nervioso porque su ojo derecho comenzo a moverse como si lo guiñara. -JAMES!! SIRIUS!! malditos desgraciados vengan aqui ahora mismo- grito llamando a los fantamas. Sabia que habian sido ellos y por esa razon guardaban silencio desde antes que se fuera pero ninguno hizo acto de presencia enfureciendo a su madre, sus ojos azules cambiaron a un negro carbon y su cabello azul a un rojo sangre. Los iba a matar pero esta vez se encararia de que no volvieran, se decia la metamorfaga.