Leslie Ann Linmer PB

Flashback Alessandra lloraba sin detenerse en silencio, sus hijos habían nacido salvos y sanos. Habían tardado horas para que se dilatara el centro de su esposa, sin mencionar los gritos que desprendía la peliblanca a causa del dolor y varias maldiciones contra su persona pero habian merecido la pena al verlos dormir cómodos en sus cunas. Alessandra tenía experiencia en traer a sus hijos al mundo y debía admitir que le causó cierta gracia todo el parto, ella no gritaba tanto cuando nacían pero no negaba que siempre insultaba a todas las personas que se les cruzaba. La Delacour al levantar el rostro se topó con los grandes y expresivos ojos de su esposa -tranquila con el tiempo y un par de hijos más te acostumbras- sonrió medio con una mueca a causa de que seguía llorando. -Te amo, gracias por darme esto- le dijo de todo corazón. Fin flashback Después de varias noches en vela, estar con los pañales y estar completamente vocadas a los quintillizos, Alessandra se encargó de planear la fiesta de aniversario que se habían perdido festejar a causa del nacimiento de sus hijos. -Lupita, está todo no?- le preguntó a su elfina. -Si ama- le dijo la criatura mientras acomodaba el vestido azul oscuro de lentejuelas en la cama. Alessandra acaba de darse una ducha para despejarse un poco y sacar el olor a leche y otras cosas de sus hijos. Su cuerpo se había relajado para poder festejar junto a su familia y amigos su aniversario. -Gracias- le dijo Alessandra a la elfina. Lupita asintió y se marchó a la cocina donde estaban los demás preparando la comida. La Nigromante se quitó la toalla que envolvía su cuerpo para ponerse su ropa interior y el vestido a mitad del muslo, iba sin brasier para estar más cómoda además no quería que se vieran los breteles. Se colocó los tacones negros y decidió hacer un pequeño cambio a su cabello, en vez de rubio completamente uso su Metamorfomagia y cambió varios mechones de color rosado de varios tonos tanto oscuro como un rosado más claro. Una vez lista se maquilló los labios con un lápiz labial rosado y le puso brillo ensima para resaltarlo y se puso un delineador azul para resaltar sus ojos, una vez lista bajo al hall a esperar a su esposa que debía estar por llegar. @ @@Dennis Delacour @ @ @@Allensote @ @@Mia Zoeh @@Lisa Weasley Delacour @Aries(?

Lucie tragó en secó nerviosa ante la mirada calculadora de su hermana adolescente, aquélla niña si que era vengativa pensó la Gryffindor nerviosa. Lo peor es que aún por más que aparentaran distintas edades Jayden era mayor que ella y su gemelo Kyle solo que ambos habían crecido muy rápido. -Vale, vale vamos a comprar- le dijo Lucie rindiéndose. Jayden sonrió feliz pero aquéllo no evitaría que la torturara con las compras a una tienda de ropa además su madre le informo que su abuela Perenela se casaba y necesitaba las medidas de ambas para los vestidos. -Oye sabes que Perenela se casa?- le dijo Jayden a su hermana mientras se ponían a investigar donde estaban los juegos. -¿Quien?- le preguntó Lucie. -Nuestra abuela- puso los ojos en blanco Jayden por la falta concentración de su hermana. Lucie la miró como si estuviera loca, ellas o al menos ella no conocía a nadie con ese nombre y menos que fuera su abuela. -Cierto no te enteraste- dijo Jayden pensando en como explicarle a su hermana aquello -que te parece si dejamos está charla para un café- le pidió la Myrddin.

Alessandra fulminó con la mirada al fantasma, si no fuera porque estaba muerto hubiera agarrado una pala de la hubiera dado en la cabeza y lo hubiera enterrado en el patio del local. Sirius en cambio trago en secó nervioso por la mirada asesina que le dirigía su madre ante la broma del ratón muerto de juguete. Titubeo de decir algo o sólo moverse por temor a que le hiciera algo. -Sino fuera porque estas muerto agarraba ese ratón y te lo hacía tragar- gruño la Nigromante. -Era de broma- le explicó el rubio. -Tu chiste?- le preguntó furica. -Noooo el ratón- le explicó con una sonrisa pequeña. Alessandra solo achico los ojos enojada con el Targaryen.

-Lo siento- se disculpó Lucie. La Gryffindor comenzó a secarse las lágrimas que se le habían salido gracia a las risas, le dolia también el torzo por ellas pero no dijo nada porque sino la rubia la mataba ahi mismo. -Como digas- gruño la adolescente -¿vas a ayudarme o no?- le preguntó irritada. Lucie suspiro. No es que tuviera muchas opciones siendo que se había reído de la Myrddin y si no la ayudaba estaba segura que su hermana no le dirigiría la palabra nunca más. -No es que me pueda oponer- le dijo la castaña con los ojos en blanco. -Pues no, tu te lo buscaste- le dijo enojada pero con una sonrisa triunfal en sus labios. Jayden incluso estaba pensando seriamente llevar a comprar ropa a Lucie sabiendo que no era de du agrado sólo para vengarse.

Alessandra fulmino con la mirada a su hijo, era asqueroso aquéllo y no pudo evitar fruncir el ceño horrorizada como asqueada por aquélla criatura siendo sacudida en el aire y ahora que lo pensaba nisiquiera sabía si era de verdad o solo alguna broma de sus hijos. -Es un animal de verdad?- le preguntó Alessandra a Sirius. Sirius lo pensó y se puso a investigar si aquél animal era de verdad, esperaba que no porque realmente no lo pensó y si sería asqueroso si resultaba ser de verdad, apretó al bicho y éste chillo como si tuviera un chiflido dentro. Sirius suspiró contento y aliviado de que fuera sólo una broma pero su madre no tenía porque enterarse, sonrió con maldad y se le acercó a la rubia que bebía su jugo algo inquieta por el bicho y se lo arrojó. -SIRIUS, idi***!- chillo Alessandra corriendo para alejarse del bicho. Sirius comenzó a reírse como loco ante el baile de su madre, era tan gracioso verla que le dieron ganas de tener algun artefacto muggle para grabar aquello.

Jayden chillo feliz porque podría comprarse algo y comprarlo ella misma, se moría por ver que más había ya que con su hermana habían recorrido el lugar sin prestarle atención por la charla sobre pas fotos de su hermano mayor. -Vamos, vamos- chillo Jayden saltando contenta. Tomó a la Gryffindor de la mano y tiró de ella para llevarla a la sección de juegos, había visto esa parte cuando andaban caminando en busca de los osos gigantes pero ahora que lo pensaba no se acordaba dónde estaba. -Diablos- murmuró. Lucie la miró interrogante preguntándose que le pasaba a su hermana que andaba medio rara. -Me olvidé donde estaba la parte que quiero ir- le dijo Jayden golpeandose en la frente. Lucie la miró y se hecho a reír, sabía que no era buena señal más porque la Myrddin se le echaría ensima para matarla por reírse. -No es gracioso- gruño la adolescente molesta.

-Queremos esos dos- le dijo Jayden al elfo. Lucie asintió con la cabeza afirmando que estaba en lo cierto su hermana y el elfo con un chasquido de sus grandes y huesudos dedos los hizo desaparecer para guiar a las hermanas nuevamente al local. -Me muero por tenerlos en casa- chillo la adolescente feliz. Lucie se rio ante la actitud de su hermana pero se alegro ya que también estaba feliz de su nueva adquisición. Saco su bolsito con los galeones para pagar ambos peluches pero Jayden también saco el suyo. -Oye yo te dije que pagaba- se quejo Lucie. -Pero yo quiero pagar lo mio- lloriqueo Jayden. -Pero yo pagaba te dije- le riño la Gryffindor. Jayden rodó los ojos y no dijo nada, solo infló los cachetes como hacía siempre que se enojaba. Lucie rodó los ojos molesta. -Si quieres podemos comprar algo y que lo pagues tu- le aconsejo Lucie. -Enserio?- le dijo Jayden contenta. -Claro- le dijo la castaña feliz.

-Te recuerdo que no están - le dijo Sirius con los ojos en blanco. Alessandra puso los ojos en blanco ante la respuesta del fantasma, vale tenía razón hace bastante que no aparecían pero no sería mejor usarlo y ver que hacian? -Entonces usalo- le aconsejo -deben tener más y ve que hace -le dijo como si fuera obvio. Sirius puso los ojos en blanco pero le dio la razón a su madre, pero claro que no se lo diría solo aumentaría su ego y lo fastifiaria siempre que pueda. -Vale, vale- chillo agitando el ratón. Alessandra arrugó la nariz porque por más muñeco era horrible ver un ratón ser agitado por los aires mas como si fuera que estuviera muerto. -Deja de hacer eso - le pidió la Delacour al fantasma. -Te da miedo?- le preguntó Sirius con burla. -No pero es asqueroso- le dijo dándole un bocado a su pastel. Sirius río y lo agito un poco ocasionando que su madre chille y trate de darle un golpe.

Alessandra se ruborizo completamente a las palabras de Kelian, tan obvio era aquéllo? Pensó. Como sus hijos, salidos de ella, todos pensaban o decían que era igual a su madre, al menos los conocidos y aunque Kelian recien empezaba a conocer a Alessandra ya había descubierto aquéllo. -Ni lo digas que es lo más vergonzoso que ha hecho- gimio por lo bajo al admitir eso. Se estremecio al escuchar los ruidos del cuarto y con toda fuerza de voluntad de no ir a matarlos desecho toda imagen pervertida de su mente y se concentro en el Karkarov. -Animales y pociones, he- dijo pensando en algo original que tuviera esas dos cosas o al menos una. Alessandra vio al peliazul de reojo ante su broma y pensó que se veía adorable y se ruborizo. Nisiquiera le había importado lo que su hijo estuviera haciendo dentro de su oficina, la cuál compartía con su prima Kaori, sino que miraba como su acompañante se reía. -No me tientes o te pondré a ti a limpiar por mi- se quejo juguetona Alessandra. Le sonrió con suficiencia para tomar su mano y llevarlo a la parte de los libros que tenían. -Hay un par de grimorios que hemos... bueno armado con Kaori- le explicó nerviosa -tiene pociones que no son peligrosas, por ejemplo una para respirar bajó el agua media hora- le contó llevándolo a un rincon bastante apartado (). -O tambien hay muñecos de madera que al tocarlos con magia se mueven- @

Sirius estaba guardando unas cosas de la caja que tenía en sus manos cuándo sacó un ratoncito marrón, peludo pero con sus patas cortas. -¿Qué es eso?- le preguntó Sirius a su madre. Alessandra miró lo que su hijo fantasmal le señalaba y lo miró divertida. -No me digas que no sabes que es un ratón- le dijo burlona. Sirius puso los ojos en blanco y bufo por lo bajo, su madre andaba muy graciosa y el rubio supuso que era todo gracias al pastel de chocolate. <<Loca>> pensó. -Si ya se que es- suspiro -pero me refiero para que lo quieren?- le preguntó. Alessandra se encogió de hombros sin responderle, el local era de Heb y Wen y seguramente eso lo pidieron ambos Delacour ya para que supuso la Nigromante que sería para los que no quieren tocar ratones de verdad. -Preguntale a tus hermanos- le dijo la rubia.

-Elijan el que más desean y sólo deben llamarme- les recordó el elfo. Ambas hermanas asintieron y chillaron felices una vez que estuvieron afuera del alcance del elfo al ver todos los osos de colores varios tamaños. Ambas feminas se sentian en la gloria rodeaba de todo aquellos objetos magicos y encantados. -Bueno sera el mas grande- hablo Lucie rapido y emocionada saltando. Jayden al ver aquello se carcajeo feliz, no habia entendido nada de lo pasado con el elfo pero le tranquilizaba que al menos se habian comportado ambos y que ahora Lucie estuviera feliz. -Yo quiero llevarme el color chocolate- dijo Jayden feliz tambien. El oso era adorable, le recordaba a esos osos pardos pero tiernos que los muggle veian en sus televisores, en cambio Lucie eligio al que se parecia a un oso panda por sus colores negros y blanco. -Me muero por llevarnoslo- dijo Lucie -supongo que a la Rambaldi no?- le pregunto la Gryffindor. -Si, no hay nadie y podemos pasar sin problema de ver a mamá- le explico Jayden. Lucie asintio y comenzo a sacar su monedero con los galeones que necesitaba para pagar el oso, Jayden tambien hizo lo mismo mientras llamaba a Randy. -Ya decidieron?- les pregunto a lo que ambas asintieron con la cabeza.

Alessandra se ruborizo al ver la reacción de Sean cuando dijo de los quintillizos, muchos tuvieron, por no decir todos, aquélla reacción exagerada sobre la cantidad de bebés. Que podía decir, tenía buena puntería. -Tranquilo mi madre casi se muere cuando le dije- le explicó encogiendose de hombros. Su madre era la única, aparte de Sean ahora, en saber la notícia de los pequeños que andarían populando por la mansión cuando nacieran, eso le recordó que debía hablar con su abuela para modificar un cuarto para sus hijos y por si las dudas Alec, su hijo mayor. La Nigromante arrugo la nariz ante la desfachatez de su daddy cool, que es eso de andar de chusma bajo las escaleras, no pudo evitar cerrar apretar sus piernas por las dudas más entre si, ya tambien hablaría con su abuela para tapiar todos los rincones de las escaleras, por más que fuera a la Macnair de mirón en la Ojo loco entraba mucha gente y más mujeres pensó recordándo a su prima Xell. -Eso está bien pero SJ será Linmer Potter Blue o sólo Potter Blue?- le preguntó curiosa. Miró su reloj y con un movimiento de varita invocó un pergamino pequeño y una pluma con tinta. Llamaría a la modista que le hacía los vestidos a ella y todos sus hijos para que le tomará las medidas a Sean. @

Un elfo caminaba por todo el pasillo del local cuando se topó con Lucie y Jayden observando un ojo gigante, el.elfo tenía un cafete que decía "Randy" la criatura tocio para captar la atención de ambas brujas. Lucie y Jayden miraban al oso cuando el silencio se apoderó de ambas, Jayden no entendía para que darle la sorpresa que ella estaba ahi si a fin de cuenta quien sabía que ya no se lo habían hecho llegar o que su hermano estuviera con su madre en algún lado. La tos de tras de ambas hermanas captó la presencia de alguien del local. -Hola Randy- saludo Jayden. -Randy- saludo Lucie tensa. Jayden miró con curiosidad a ambos, no sabía que se conocían y su hermana era una buena persona, estaba segura que.no había cambiado. -Desean algo las señoritas?- le pregunto el elfo. -Ambos osos- chillaron a la vez. El elfo que no estaba acostumbrado a esos gritos por un peluche asintió con la cabeza para llevar a ambas féminas a la bodega para que vean todos los diseños.

El elfo apenado desaparecio y Alessandra de abalanzo sobre la torta, el biscochuelo dulce con el mouse de chocolate hicieron babear a la Delacour que estaba encantada con el postre que su elfo habia llevado. -Lastima que no seas humano- le dijo Alessandra al fantasma. Sirius rodo los ojos por la actitud adolescente de su madre porque si trataba de ser graciosa no le salio en absoluto. -Buen chiste- la alabó Sirius -pero lástima que no seas fantasma para chusmear sin que te atrapen- le sacó la lengua. Alessandra puso los ojos en blanco e ignoró lo que su hijo decía sobre que era chismosa. No lo iba a negar porque no podía siendo que era verdad salvó que no era tanto como pensaban. -Jaja- gruño la Delacour. Sirius río y dejó que su madre se deleitara con su comida y su jugo mientras él se puso a ordenar la caja que tenía ya antes.

Lucie se balanceo sobre sus talones observando a los peluches de osos gigantes, ahora que lo pensaba y que se daba cuenta ¿dónde estaban los empleados?. -Oye Jay hay empleados?- le preguntó Lucie. Jayden miró a su hermana con curiosidad por unos segundos hasta que cayó en la cuenta que hablaba de ĺos empleados del local. Cuándo ella llegó al lugar no se había percatado de aquéllo y hasta que su hermana no se lo pregunto no lo pensó. -Eh la verdad ni idea- le dijo a su hermana. Ambas se miraron y se pusieron a reír como locas, vaya que eran pérdidas pensaron a la vez pero no les molestaba porque o llamaban a uno de los elfos que habia en el lugar o a su madre aunque Lucie no quisiera. -Está mamá por ahí- comentó Jayden a la ligera. -Mamá no sabe que estoy aquí- se quejó Lucie- y prefiero que siga sin saberlo- le recordó. -Entonces como compramos los osos?- le preguntó Jayden -ademas anda por ahí quién sabe si no te vio ya y espera que te quedes sola para matarte- le explico. La cara de Lucie se alarmó con las palabras de su hermana y cuando Jayden se dio cuenta de eso tocio. -Quiero decir hablar contigo a solas- le explicó.

-Bueno algo de todo este rollo de ser fantasma tiene que tener algo bueno- le dijo Sirius -imagina siendo fantasma toda tu vida sin causar algo a los demás- dramatizo el Targaryen llevándose una mano a su pecho. Alessandra no pudo evitar reír, maldijo a su hijo por ser así, sin duda aquello lo sacó de ella, no sólo era una conejo con lo de tener bebés sino que tambien le reclamaban lo dramática que era. -No puedo creer que seas tan dramático- susurro la Delacour. -Salí a ti- le explicó sacándole la lengua. Alessandra rodó los ojos pero lo miró divertido, maldijo al fantasma porque tenía razón y su hijo lo sabía, aveces se preguntaba si hubieran seguido vivos no serían actores porque eso sin duda sería perfecto para ambos rubios. -Ni me lo recuerdes- le dijo negando con la cabeza. Para su suerte Cid aparecio con lo que su ama le había pedido, un pastel enorme de chocolate descansaba cortado en rozos sobre una charola y una jarra llena de café que olía de maravilla. -Cid eres mi salvador- chillo la Delacour corriendo a abrazar a su elfo. -De nada ama- le dijo Cid apenado y con las mejillas sonrojada por pa actitud de su ama.

Lucie rodo los ojos ante los comentarios de su hermana, vale era cierto que cuando eran pequeños tanto ella como todos sus hermanos eran reboltosos, varias veces los directores de Hogwarts les mandaban comunicados a su madre sobre sus lios pero...bueno tenia la esperanza que los quintillizos fueran mas tranquilos. -Ya se que hemos sido revoltosos pero se merecen un poco de fe no?- le dijo Lucie a Jayden. Jayden en cambio puso los ojos en blanco y nego con la cabeza, ¿enserio su hermana decia aquello? Iban a ser cinco, no uno o dos con los que los profesores debian lidiar sino CINCO Delacours Rambaldis a los cuales castigar y que el colegio siga intacto en el proceso. -Te recuerdo que tu y Kyle no fueron solo "reboltosos"- le dijo Jayden haciedo comillas en el aire repitiendo la definicion de su hermana -explotaron un baño de Hogwarts por no decidirse que ingredientes hechar a una pocion- le recordo. Lucie se ruborizo y sonrio con pena al rcordar aquello, habia sido cuando estaban en primero y habian conocido a Alec y Adam que estaban en cuarto, ambos Malfoys eran tan molestos que tanto Kyle y ella habian decidió vengarse. -Ya, esas cosas se olvidan con el tiempo- le dijo Lucie. Jayden la miro con sorpresa y reproche, dudaba que alguien se olvidara de eso, al menos los que fueron con sus cuatro hermanos.

-Bien!- chillo Alessandra. Sirius sonrio con inocencia fingida y se dispuso a abrazarla pero Alessandra le huyo siendo que no queria sentir la sensacion de estar bajo el agua helada, otra vez. -Porque?- le pregunto Sirius haciendo un puchero. Alessandra rodo los ojos, era Nigromante podria hacer que los muertos vuelvan pero claro no haria eso porque si lo hacia la volverian loca y lo terminaria matando nuevamente y despues iria a Azkaban por culpa de los gemelos. -Te recuerdo que eres un fantasma- le regaño -produces un efecto no muy agradable en los humanos- le dijo señalandole. Sirius hizo un puchero para tratar de converser a su madre pero esta solo tuvo que sacar su varita y que chispas diradas salieran de ella para auyentar al Targaryen. -Ni se te ocurra Sirius- le riño. Sirius suspiro y se alejo de la Delacour para levantar unas cajas que se habian caido. -Yo tambien te quiero Mamá- le dijo Sirius como quien no quiere la cosa. -Nunca dije que no te queria- le recordo con burla -sino que das frio cuando tocas a alguien- le explico.

-Ya tocará conocerla- dijo Lucie encogiendose de hombros. -Te recuerdo que se habían ido- le dijo Jayden con la ceja levantaa. Lucie no sabía que responder a eso ya que era verdad lo que su hermana decía y cuando trató de decir algo cerraba la boca como si fuera un pez pero no lograba decir nada. -Bueno mejor dejémoslo asi- dijo Lucie moviéndose incómoda ante el silencio con Jayden. Jayden sólo asintió y se acercó al oso gigante para tocarlo, era suave y olía rico ademas se veía esponjoso, grande y comodo, tan cómodo que le dieron ganas de correr y aventarse como si tuviera seis años. -Jay y si le compramos uno a los quintillizos?- preguntó Lucie mirando a los osos gigantes. -Estas loca? Son nuestros hermanos o lo despedazan o se pelean por él- Jayden se alarmó al imaginarse la escena y su madre las mataría. -Son niños- exclamó Lucie rodando los ojos. -Y tienen nuestros genes- le recordó la Myrddin con los ojos en blanco.

Lucie abrio la boca ante la informacion de su madre y cinco hermanos, ¿quintillizos? Su madre estaba embarazada de cinco bebes!!. -Diablos!- jadeo Lucie. Buena punteria el....el, hasta ese momento se dio cuenta que su madre se caso con una mujer ¿pero que demon...? Cerro y abrio la boca como tonta porque no entendia nada. -Pensando como he- se burlo Jayden. -Y tu no?- se quejo Lucie. -Mamá no es la embarazada sino Kamra, su esposa- le explico Jayden rodando los ojos.

Cid, el elfo de Alessandra aparecio para juntar la bandeja vacía de comida a su vez buscar la jarra de jugo ya vacía. Aquéllo supuso un gran alivió entre Alessandra y Sirius que habían estado callados todo el.tiempo ordenando. -Cid- llamó al elfo Alessandra. -Si ama- le dijo la criatura mirando de reojo al fantasma. -Puedes traer café y una torta de chocolate con mousse y nuez- le rogó Alessandra. El elfo asintió y se marchó, aquéllo le alegró a la rubia aunque seguía molesta con Sirius, se moría de ganas de comer algo dulce y la torta aquélla lo había probado cuando estaba en Londres muggle. -Lo siento- lloriqueo el fantasma acercándose a su madre y darle unos toques con su mano. -Deja de hacer eso- le riño Alessandra. -Perdóname- pidió Sirius.

Mar estaba hecha un manojo de nervios, quizas habia sido mejor esperar a que algun miembro de la familia se lo explicara mejor, Mar llevaba mucho tiempo sirviendo a Alessandra a su vez habia servido a su padre y a la madre de este por lo que tenia ya una forma de manejar y tratar las noticias fuertes por aquel lado de la familia. En cambio con Aleksandra no sabía como tratarla, su ama había trabajado mucho tiempo en San Mungo con los de Psiquiatría y Psicología que quizas hubiera sido mejor a la hora de dar la notícia, incluso si estaba ahí su ama podría revisar a la muchacha y ver que tenía al estar tiesa como una pared. -Cid, trae un té de tilo- le pidió a su compañero que al ver que Mar estaba con un familiar salió corriendo. Aleksandra le sorprendió a Mar, su actitud fría y neutra la hizo temblar ligeramente pero no dijo nada solo asintió a lo que le decían para tomar la mano de peliblanca y desaparecer y aprecer en su cuarto de la mansion. Siempre mantenían los cuartos de los miembros listos por si se decidían volver, asi que al llegar al piso y habitación de Aleksandra, estaba todo impecable. -Le traeré toallas limpias y una bata- le dijo corriendo al baño y llenando la tina con agua tibia -le traerán un té de tilo para que se relaje mientras ayudare a Venus a acomodar sus cosas- le explicó. Cuando terminó dejo que la Delacour de desvistiera y fuera a bañarse mientras que ella conseguía unas toallas limpias. @

-Lo de San Mungo es más para Pediatría, por los quintillizos- le explicó sonrojada -Creó que llevó bastante tiempo lejos de la sanación y prefiero empezar de apoco y no en medio de una guerra- Sabía que sería sólo cuestión de tiempo y de acostumbrarse, había llevado años como sanadora para despues irse a trabajar con la Orden y sus heridos en batalla, para al final ser jefa de oficina pero despues de eso cambió completamente de trabajo llendose a trabjar a criaturas. -Igual aún no dejó la postulación, no me animo- confeso como si fuera un crimen aquéllo. Se puso a buscar el apellido que le dijo pero no le sonaba "Rexdemort", lo repitio millones de veces pero nada, se notaba que ya no le quedaban familiares porque no habia conocido a alguien con ese apellido en cunto al Macnair si lo conocia, Arya, a quien consideraba una hermana, era de aquella familia solo que no sabia de quien. -Espera Cissy? Cissy Macnair?-le preguntó asombrada -no sabia que Cissy tenía hijos- comentó. Habían sido compañeras cuando fueron tutoras en Hogwarts, ambas habían trabajado de forma incesante cuando todos los demas desaparecieron y habían dejado sus renuncias al mismo tiempo cuando se cansaron de estar como tontas solas. -Cómo le va de su vida?- le preguntó a Sean por Cissy -tomaras el apellido de la familia?- le pregunto curiosa por aquéllo. Le resultaba raro siendo Macnair tomar el Potter Blue. @

La mandibula de la Myrddin casi se cae al ver los peluches que hablaba su hermana, con eso no pudo culparla por quedarse un tiempo ovservando y tocando. Merlin tenia ganas de correr y tirarse sobre el gran oso negro como la noche. -Waou- gimio Jayden. Lucie saltaba feliz de que le gustara porque planeaba comprar uno para ella y para Jayden, asi ambas se acostaban sobre ellos en sus pijamadas. La Gryffindor estaba que irradiaba alegria al imaginarse sus pijamadas. -Quiero comprar dos- admitio Lucie con una sonrisa enorme. -¿QUE?- chillo Jayden. -Me he enamorado del oso y he pensado que te gustaria uno tambien- le dijo encogiendose de hombro. -Yo...yo...no se que decir- le dijo Jayden. -Solo cuando tengamos las pijamadas durmanos ahi- le dijo Lucie riendo como tonta. -Claro y a Richard y los demas les encantara- admitio Jayden recordando a su hermano mas chico -hablando de hermanos pronto naceran los quintillizos debemos buscar sus regalos- le dijo emocionada. No se acordaba si Lucie sabia del embarazo de Kamra ya que no sabia si habia tenido contacto con su madre.

Alessandra arrugo la nariz ante el comentario de Sean sobre su madre, le dieron ganas de hacer lo que hacía siempre que su madre le hablaba de sexo, taparse los oídos y tararear algo pero al final se contuvo. -No tengo aliento a alcohol- se quejo tapandose la boca con una de sus manos. <<Diablos, seguia oliendo al whisky>> penso con fastidio. Debia darse una ducha y tomar cafe, aunque lo segundo podria hacerlo en ese momento, a fin de cuenta debia hablar con su abuela si o si si querian avanzar en la boda. -Supongo que aun no hablare con Sagitas- hablo pensativa -pero adelantaremos lo del traje- le aviso. Cuando Sean hablo de conocerse mejor y hablo de Luna sus ojos se achicaron peligrosos, su pelirroja hija habia desaparecido meses despues de haber conocido a su nieto. -No hay mucho que contar, estoy viendo la organización de la fiesta de Halloween en el CMI- le explicó, se sentía tan raro tener una conversación normal con Sean que hasta pensó que el alcohol realmente había hecho estragos en su cabeza o tendría fiebre y estaba delirando. -He estado pensando en pedir trabajo en San Mungo para las fechas que no tenga fiestas- se mordió la lengua no muy segura de seguir hablando de eso, era al primero que le confesaba aquél deseo -y he cumplido dos años de casada con mi esposa kamra Rambaldi- le contó feliz al pensar en su esposa y sus hijos. -¿Y tu? Nunca supe a que familia perteneces- aquéllo le daba curiosidad siendo que había hablado antes sobre ellos pero no el apellido. @