Leslie Ann Linmer PB

Ambas hermanas se miraron entre si, ansiosas de poder ver al fin el contenido del grimorio, la curiosidad las estaba matando y ahora que el elfo había desecho el nudo del lazo podrían ver que tenía el interior. Sin dudar con el corazón en la boca Jayden abrió la tapa y nada. No tenía nada, el corazón de la pequeña Myrddin se estremeció y se calmó a causa de la desepción producida por las páginas en blanco del libro. -Puff que chasco- se quejó Lucie. La gryffindor había contenido el aliento a causa del suspenso dado por Jayden al abrirlo, al final se sentía tan desepcionada como su hermana. Ella bien había dicho que podía no tener nada pero realmente por dentro deseaba estar equivocada pero al final tenía razón. -Si pero al menos tendré un grimorio dónde escribir- río Jayden haciendo movimiento con las manos como si fuera algo terrorífico. Lucie rodó los ojos pero distinguió bien la desepcion en la vos de su rubia hermana, la gryffindor sólo le sonrió en respuesta como para calmarla. -Pero no debían ponerle lazos- gruño Lucie -emocionan a la gente- se quejó. Jayden sonrió un poco pero no le respondió, no tenia nada que decirle ya que se sentían ambas iguales. -¿Ahora que hacemos?- le preguntó Lucie.

Estaba todo tan bien, porque se tiene que arruinar asi, Alessandra sintió como Lisa la tomaba del brazo y tiraba de ella lejos de los invitados. -Auch- se quejo la Nigromante al sentir la presión en su brazo. Aquello dejaría cardenales mañana, se dijo molesta pero las palabras de la rumana la dejaron en shock, entre todos los invitados tenía que ser Sean, el Linmer había ido en presentación de su madre y para forzar vínculos con ella y ahora resulta que...¿debía hecharlo? Aquello no estaba a condición, odiaba ir en contra de la familia porque para ella siempre había sido lo primero pero ahora le dieron ganas de darles unas buenas patadas tanto a Sean como a Lisa. -Estamos en una fiesta, no tienes porque hablarle o estar cerca de él- le explicó a la morena dándole miradas de desolayo a Sean esperando que Kam no diera su cuerpo en sacrificio al lobo presente. Algo le decía que aquélla noche estaría alejada de su esposa, Kamra estaría con Lisa si está le decía algo aunque por la actitud que vio de reojo a la Snegovik no le caía en gracia Linmer. Le dieron ganas sin razón, como también le picaba la mano a causa de la irá. Muchos cambios de humor pensó. -No puedes dejar eso de lado esta noche- le pidió - lo mantendré alejado de ti si asi lo quieres pero vamos ya haz visto a Sean por lo que se ve y sabes que es un bocaza- le explicó. En otro tiempo lo hubiera sacado a patadas, porque no se habían llevado bien en un principio pero ahora con la futura unión con su madre estaba haciendo un gran sacrificio para llevarse bien. Claro que eso no quitaba que le daría un buen regaño al mago. Quitó su brazo del agarré de Lisa para acercarse a Kamra y Mía que estaban junto a Sean, Kaori, Luna y al parecer su tia Hannity que acaba de llegar. -Hola tía Hanny- saludo con una sonrisa a la Rambaldi. Mía su hija, había estado hablando con Kamra cuando la llamó con la cabeza a lo que acercándose a su esposa está led tendió un caja grande, Alessandra le agradeció a su hija con un abrazo y un gran beso en la mejilla. -Cielo sabes que no debiste molestarte- le dijo a su hija apretandola entre sus brazos -con tu presencia basta y sobra- le miró divertida. Pero tomó la caja y la abrió frente a Kamra, un bello collage de fotos, con eso sus ganas de llorar se derrumbaron, quizás sea por el reciente nacimiento de los niños que la ponía sensible o la casi falta de sueño tapado con su metamorfomagia pero las lágrimas caían sin detenerse ante el regalo, se notaba la felicidad en cada una de las fotos irradiar fuera de ellas y sus nombres mezclados parecía que habían nacido para estar juntas. -Oh Mía, es hermoso- hipo llorando -Kam mira quiero que lo colguemos en el cuarto de los quintillizos- le pidió entre sollozos. Estaba encantada con el regalo de su pequeña que le dio el cuadro a Kam y se llenó de besos y lágrimas a su hija las mejillas. @@Lisa Weasley Delacour @ @ @@Mia Zoeh @ @ @ @@Dennis Delacour @

Haciendo a un lado las horribles muñecas, porque sus caras de porcelana eran horribles, fue acomodando los productos, había regalices de colores que olían bien pero que sabía que al contacto con la lengua el color de la piel tomaba el mismo que el del dulce. -Se me ha ocurrido hablar con Heb y wen y que pongan dulces también- le comento Sirius. Había agarrado entre sus manos una tira y la giraba entre sus fantasmales manos con nostalgia, extrañaba comer y más el poder hacer bromas relacionada a ellos. -Lo extrañas eh- le comento la Delacour. Sirius se encogió de hombros sin saber que responder, era cierto que lo extrañaba pero no se lo iba a decir, Merlin sabía que James lo fastidiaba con eso siempre. Alessandra río y siguió ordenando los objetos, esta vez le toco el estante de abajo por lo que tuvo que agacharse para mejor comodidad. -La próxima que se te ocurra esto te hecho- le recordó al fantasma. -Perdón- le dijo Sirius apenado pero también divertido.

-Es imposible- se quejó lloriqueando Lucie. Ambas hermanas se habían pasado bastante tiempo, por no decir gran parte del día, tratando de lograr desatar el lazo pero había sido imposible, habían intentado todos los encantamientos posibles por haber y que supieran pero nada. -Maldición- jadeo Jayden. Ambas suspiraron frustradas pero dejaron el objeto sobre la mesa de la caja, el lugar estaba bastante tranquilo por lo que mientras uno de los elfos cobraba ellas trabajaban en lo suyo. -Disculpa pero sabes como abrir esto?- le preguntó Jayden con un puchero al elfo. Lucie pestañeo sorprendida ante aquélla escena, cuando había aprendido a manipular a las personas y más aún de que hasta los elfos caían al ver la mirada de la criatura titubear si hacer algo o no. -Lo siento señorita pero las amas dejaron expresó que solo si se compra puede ser abierto- le explicó el elfo. -Lo compro entonces- dijo Jayden feliz. -Que??? Estas segura?- le preguntó Lucie sorprendida, una cosa era burlarse otra era hacerlo. -Porque no? Me servirá de algo s fin de cuenta- le dijo la adolescente feliz. El elfo escaneo el grimorio y el lazo se aflojó ante la atenta mirada de ambas hermanas. -Como?- jadeo la Gryffindor. Pero el elfo se encogió de hombros y se lo entregó a Jayden quién lo tomó entre sus manos ansiosas.

-Pero que diablos- chillo la Potter Blue. Entre sus manos había muñecos raros que parecían cambiar el gesto de su rostro a la par que ella o al menos eso le pareció. ¿De dónde diablos Herbert y Wen habían sacado aquello?. Sirius al escuchar el grito de su madre floto hasta dónde estaba pero se detuvo al ver que tenia los nuevos muñecos que sus hermanos menores habían creado, porque si a Herbert se le ocurrió crear un muñeco como el de la película muggle Anabelle. -Veo que te topaste con los mini Anabelle- se río el fantasma. Alessandra pestañeo como tonta al escuchar eso de Sirius, que era un Anabelle y porque sus hijos llevaron a la tienda. -Se lo que piensas pero fue creado por Heb- le dijo el Targaryen. -Porque creo esto?- se quejo la Nigromante. Sirius se encogió de hombros, ni el sabía porque lo hicieron pero lo habían hecho y eso era lo que importaba porque nunca entendería a sus hermanos y ya se había resignado a hacerlo. -Dios están más locos de lo que creí- susurro. Sirius soltó una carcajada al escuchar a su madre decir eso de sus hermanos.

-Y tu me ayudarías?- le preguntó la Myrddin divertída.. Lucie cerró la boca por unos segundos, ¿ella ayudar a escribir un grimorio? Uff ni aunque la hagan rica, pensó. No era algo que ella pudiera hacer aunque signifique ayudar a su hermana. -No lo sé- suspiró la Gryffindor - nunca escribir uno o vi como lo hacen- se quejó. Jayden puso los ojos en blanco, ella tampoco había escrito alguna vez uno, ni siquiera había visto tampoco. Ambas hermanas desconocían todo eso. -Yo tampoco aún asi quiero hacerlo- se quejó la rubia adolescente. Lucie estrechó los ojos mirando a su hermana con una cara no muy amigable, aunque si lo pensaban bien podían buscar ayuda pero antes debían abrir el libro. -Haz intentado abrirlo con la varita?- le preguntó Lucie. -No, solo trate de abrir el lazo con las manos- le explicó. Habían avanzado un par de pasos y se detuvieron ante las palabras de Jayden, si había tratado de abrilo con las manos quizás con la varita fuera diferente. -Saquemos las varitas y probemos un hechizo cada una- le aconsejó Lucie. Jayden asintió con la cabeza para sacar de su bolsillo su varita de cerezo y Lucie la de nogal, listas para utilizar.

Alessandra casi se desmaya al ver que realmente Sirius no había hecho nada, al contrario había sscado un par de bromas para probar, su rostro pálido pasó a uno rojo a causa de la furia que sentía por el fantasma de su hijo, se notaba que estaba loco, ni eso dudaba que alguna palabra entrará en el término de locura para él y James. -Que bien ordenas- gruño la rubia fulminado con la mirada a su hijo. Sirius titubeó nervioso ante el rostro rojo de su madre, algo le decía que no dudaría en planear su venganza lo que le ponía más nervioso. -Eh, ¿Lo siento?- preguntó el Targaryen. La Animaga maldijo a todos sus antepasados, gracias a ellos y las uniones de sus familias es que había nacido ella por consecuencia también aquéllos dos, le dieron ganas de llorar al ver que debía desacerse de los productos usados y poner nuevos. -Emoieza tirando lo usado- gimió mientras iba por una escoba. -Lo que diga jefecita- dijo Sirius haciendo un saludo militar. Alessandra achicó los ojos y le dieron ganas de golpear al fantasma pero ya se había ido lo que causó mucha más frustración en ella. -Que alguien me mate- gimió frustrada.

Lucie miró a Jayden con preocupación, había estado segura que la rubia se llevaría el grimorio pero ahora lo observaba con nerviosismo, la Gryffindor suspiró. Solía pasarse con sus bromas pero no pensó que le afectaría tanto a la Myrddin que parecía ilusionada en obtenerlo. -Era broma lo sabes no?- le explicó con una sonrisa tranquila. Jayden la miró sabiendo que decía la verdad pero sus palabras la habían hecho pensar, ¿y si realmente estaba escrito? En su vientre comenzó a formarse algo parecido a burbujas a causa de la emoción, si era verdad ante la posibilidad de leer nueva magia ls emocionaba como nada. -Ven vamos a pagar- exclamó con la vos ronca Jayden. Estaba tan nerviosa como encantada que se le había secado la boca y la sentía rasposa, esperaba poder ir a alguna tienda para conseguir un poco de agua. -Ansiosa?- le preguntó Lucie jugueteando con la caja de la ouija entre sus manos. Jayden miró con reproche al juego, ¿como podía ser que vendieran aquello? Pensó con molestia. Quizás tenga razón Lucie y sólo sea algo para asustar solamente. -Algo- suspiro la rubia -más que nada nerviosa por saber si tiene algo- le explicó. Luie poniéndole una mano en su hombro para reconfortarla le sonrió. -Se positiva- le dijo -si n tiene nada siempre puedes llenarlo- río ante su broma ocacionando que Jayden también lo hiciera.

Alessandra puso los ojos en blanco ante las palabras de su hijo, ¿acaso esperaba que lo ayudará? Fulminó con la mirada al fantasma. -¿Acaso no hiciste nada?- le riño con asombro. -Claro que si- gimió el fantasma por lo bajo. Alessandra levantó una ceja a las palabras del fantasma, no le creía para nada obviamente se le notaba a la legua que mentía, era su hijo a fin de cuenta sabía cuando mentía y todas sus expresiones. -Mentiroso, dijiste eso y tu vos aguda te delataron- se quejo. -Entonces para que preguntas- se volvió a quejar el Targaryen. Alessandra puso los ojos en blanco, pero tenía razón, diablos no debió haber caído en su trampa había sido una tonta. -Cállate y subamos- le reprendió.

-Grimorio- corrigió la Myrddin. Lucie levantó una ceja con sus ojos brillando de la emoción, la duda la embargaba a causa de la curiosidad del porque querría un grimorio su hermana, acaso quería anotar todo su conocimiento en esos libros para dárselos a alguien?. -Para que lo quieres?- le preguntó curiosa la Gryffindor -No sabemos si está escrito o vacío- se quejo la rubia. Lucie abrió y cerró la boca varias veces como un pes fuera del agua, si vendían grimorio era obvio, para ella, que estuvieran vacíos. -Enserio crees que venderían un libro escrito?- le preguntó Lucie con diversión a su hermana. -¿Porque está cerrado entonces?- le pregunto Jayden con fastidio. -Porque seguramente quieren que lo compren curiosos como tu- se mofó lucie riendo tontamente. Jayden rodó los ojos e ignoro a su hermana sabiendo que solo querría fastidiarla.

Alessandra para evitar que Sirius le dijera algo más uso el encantamiento almohada en todo el sótano, volviendo blanda las paredes, los estantes para que asi la pelotita fuera perdiendo ritmo y al final con un golpe sordo se detuvo en el suelo quieto. -Bueno es más fácil cuando de tiene una varita- se quejó Sirius, el no podía usar magia porque estaba muerto por lo que era difícil para él o su hermano detener aquell molesto objeto -y no se está muerto- susurró lo último. Alessandra puso los ojos en blanco pero no dijo nada, sólo volvió a levantar la varita e hizo sólido todo lo que había vuelto de almohada y tomo la pelotita del suelo para ir a dejarla en una caja pequeña para que no volviera a molestar. -Bueno ya esta guardada- suspiró con cansancio -¿ordenaste arriba?- le preguntó sentándose en el suelo. -Algo- suspiró observando el sótano -acá ya está listo ve arriba conmigo- le pidió esperando que le ayudará con lo demás.

-Nunca quieres hacer nada- se quejó Lucie. Jayden rodó los ojos y fulminó a su hermana con la mirada, no era que no deseará hacer nada sino que eso que quería hacer era muy peligroso. Cuántos humanos muggles habían perdidos sus vidas jugando a esas cosas. -Sólo soy precavida- le gruño -no impulsiva como tú- le regañó. Lucie la miró y se largó a reír ante la actitud de su hermana menor, la adoraba y por eso no se enojaba con ella. Pero miró con deseo la tabla, la compraría ella aprovechando que aún podía, más adelante debía hablar con su madre para que aumentará la mesada y estaba segura que sus hermanos estaban igual que ellas deseando más galeones. -Lo comprare yo y después veré con quien jugar- se quejo Lucie. Jayden la miró horrorizada pero no dijo nada, sólo rodó los ojos y se encogió de hombros para alejarse de la Gryffindor y ver aue podía comprarse ella. Varios libros descansaban en una estantería por lo que se acercó a observar. Eran grimorios que estaban cerrados con unos lazos mágicos, trato de abrirlos pero no podía, seguramente cuando se comprara se liberada del lazo, se dijo girandose sobre sus talones para ir a donde estaba Lucie. -¿Un libro?- le pregunto la castaña pero Jayden estaba feliz que solo se encogió de hombros.

Alessandra estaba radiante, su esposa estaba al fin a su lado y desprendía un aura lujuriosa como ella, de reojo vio la expresión de Sean y supuso que ya seria muy hipócrita de su parte decirle algo a él y a su madre si mostraban sus afectos frente a ella. La Delacour se sonrojó ante las palabras de su esposa, aquéllas dichas en su mente sin necesidad de expresarlas en vos alta. Esperaba que la fiesta avanzará más para poder darse a la fuga con Kam a sus cuartos, aprovechando que los quintillizos descansaban en los suyos al cuidado de los elfos. -Si, Heli es hija de Deiwan un antiguo patriarca que desapareció- le explicó a Sean. No había podido rodar los ojos cuando mencionó "pervertido por naturaleza", ahora su esposa aprovecharía aquello para seguir con la parte pervertida también, pero asi y todo la amaba a fin de cuenta asi se habían enamorado. Alessandra levantó su rostro para ver a Kam, si era más baja que su esposa con tacones incluido pero lo que le faltaba de altura lo compensaba con un cuerpo voluminoso, cuando giró su rostro para ver que había captado la mirada de la peliblanca. -Tía!!- chilló feliz de ver a la morena frente a ellos con un muchacho no más de 16 años que miraba embobado a su esposa. La Nigromante apretó más la cintura de su esposa para marcar territorio ante la mirada del muchacho, lo que faltaba era lidiar con un adolescente hormonal loco por su esposa, ya suficiente tenía con Alec y Kyle como para agregar a su radar a un rumano. -Me alegro de verte- saludo con una sonrisa a su tía, se sorprendió que Sean también supiera quien era aunque siendo la reina de Rumanía no debía sorprenderse. Mientras observaba todo a su al rededor la pequeña figura de luna llamó su atención, agitando sus brazos llamó a la pequeña. -Luna cielo ven- llamó a la Dumbledore -Amore, Sean, tia, Daniel, les presento a Luna Dumbledore vino de parte de su familia a estar con nosotros- la presentó estrechandola entre sus brazos. Para su alegría su prima Kaori también llegó, su tía Dennis estaba más alejada muy ocupada con Zoella besuqueandose como si la vida dependiera de ellas, cosa que la hizo reír bajito. -Kao, gracias prima- agradeció de corazón -y Aries? Como va el pequeño o pequeña?- le preguntó señalandole el vientre a su prima. -Por cierto, quiero que conozcan a Sean es el prometido de Perenela, mi madre- explicó a los presentes -y pronto se unirá como mi padre a la familia- aviso. Claro que más que nada era para la Potter Blue pero quería aprovechar la reunión para que lo conocieran desde ese momento. @ @@Lisa Weasley Delacour @ @ @ @@Dennis Delacour @

Alessandra sonrió por lo dicho de Sean sobre sagitas, ahora veía que ella había heredado la obsesión por tener criaturas raras, a eso lo demostraba claramente la granja que tenían cerca del bosque donde estaban los Aethonas, Unicornios, esfinjes y varias criaturas más con en el lago que descansaba el Kelpie. -Kam debe estar preparándose- le explicó -le gusta hacerme esperar- sonrió. Las siguientes palabras del Linmer la hicieron poner colorada hasta la punta de su cabello, no se esperaba aquéllas palabras de él menos pensaba que le dijera "hija" la única persona que la había llamado asi y que era conciente había sido Dylan, y eso ya hace mucho como con Steve, su padre. -Mira ahí está- le dijo señalandole arriba de las escaleras. Al ver a su esposa fundaba en aquel vestido naranja no pudo evitar ponerse cachonda(?(). Merlin, su cuerpo se estremeció al imaginarse agarrando el cuerpo de su esposa sobre aquélla fina tela, tragó en seco algo nerviosa que se dieran cuenta de como se había puesto al ver a su esposa vestida asi, sus ojos azules habían recorrido toda su delantera a causa del escote del vestido. Alessandra no pudo evitar gemir cuando el aliento de su esposa rozo su oído. -Ma petite- susurró para agarrar la cintura de su esposa y darle un beso caliente que la hizo estremecer -tengo que presentarte a Sean- le dijo señalando a su compañero. @ @

Alessandra suspiro y se llevó una mano a sus cabellos para frotarselos a causa de la frustración que tenia, no le sorprendía que su madre no estuviera en realidad se hubiera sorprendido que si lo hiciera, ni siquiera en su boda había estado sólo recordaba que la había regañado al final en cambio que Sean estuviers ahí, decía mucho de él lo cuál la frustraba a tal punto que empezaba tolerar al mago. -No pasa nada- tranquilizó a Sean -hizo lo mismo en la boda- se encogió de hombros con una sonrisa. <<Rayos>> Había comenzado a tratar bien al Linmer, aspiró y exalo su última frustración, era su aniversario y pronto Sean, quisiera o no, formaría partede su familia, mejor era presentarle su prole y a los invitados a su futuro padrastro. -Bueno tienes suerte- comentó con una sonrisa burlona -tengo aprobada Nigromancia, podré traerlo a la vida- soltó una carcajada al imaginarse haciéndolo. -Aunque no se si la abuela Sagitas esté de acuerdo y prefiera comprar otro- comentó pensativa. @

Ambas se miraron inseguras, Lucie se moría por conocer a su ¿abuelo? En cambió, aunque Jayden también quería conocerlo, la Myrddin le paraba los nervioso y la inseguridad. Siguieron caminando por los pasillos hasta llegar donde había tablas ouijas. -Oye si hablamos con los muertos- le dijo Lucie con una sonrisa burlona en su rostro moviendo la caja. -Porque tener hermanos fantasmas no es suficiente para ti- puso los ojos en blanco. Lucie se encogió de hombros, no eran fantasmas lo que aparecian con el juego sino demonios o espiritus según se decía y aunque había en el mundo mágico muchos de ellos en persona nada como la invocación. -Oh, vamos ni que fueran a comernos- se quejó la Gryffindor. -Te recuerdo que somos descendientes de demonios- se quejo Jayden poniendo los brazos en jarra. -Si pero mamá nunca nos dejó hablar con Asami- le recordó Lucie. -Porque es peligroso- contraatacó Jayden. -Oh vamos, tu sientes tanta curiosidad como yo- se quejó Lucie -además al ser mitad demonios no, nos pueden lastimar- -No se, tengo un mal presentimiento- susoiro Jayden.

-¿Qué pasó?- preguntó Sirius bajando al sótano con rapidez. Había estado ordenando los estantes para acomodar los nuevos productos asi los visitantes al entrar les llamaban la atención cuando el grito de su madre hizo que se le callera la caja con cosas y saliera flotando rumbo a donde estaba la pelirosa. -Nada!- chilló Alessandra al saber que si el fantasma sabía la regañaba. -Cómo que nada, porque gritaste?- le pregunto molesto mirando el lugar. Una pelotita rebotaba por todo el sótano traspasando su cuerpo fantásmagorico para rápidamente reconocer el objeto. Se autogolpeo la frente al saber que su madre habían liberado aquélla pelotita molesta. -¿Enserio?- gimió el fantasma. -Lo siento, no lo vi hasta que comenzó a rebotar- se disculpo. Sirius puso los ojos en blanco y dejó que se lamentará, estaba seguro que un poco de humildad no le vendría mal a la Delacour para que dejará de regañarlos tanto a su hermano y a él. -Pues tendremos que ver como atraparla porque sino hará desastre- de quejó el rubio.

¿Gryffindor? La Nigromante miró a todos lados del interior de la mansión, ¿sería algo de Elvis? Pensó, hace mucho no veía quién había sido su abuelo hace un tiempo atrás pero Kyle y Lucie seguían portando el apellido del fenixiano con orgullo. -¿Ariane?- preguntó sonriendo, la ultima vez que vio a la Dumbledore fue en San Mungo cuando ayudó a traer a su hija al mundo junto Bodrik, incluso se acordaba de su tia Arya que había estado en la sala de espera. Se alejo un poco de Mía para abrazar a Luna preguntándose si era aquella bebé que ayudó a traer al mundo, se sintió vieja y eso que era abuela pero al ver a la alguna vez tuv en brazos siendo una bebé le dio una punzada en el pecho con apenas casi 22 años. -Soy Alessandra cielo- le dio dos besos en la mejilla admirando el regalo de los Dumbledore. Se sorprendió ante tal obsequio pero estaba agradecida no sólo de llevarles algo sino con su presencia en la fiesta, esperaba que su esposa llegará pronto asi presentarlas y que disgustara el regalo, sabedora de que a Kam le gustaban las joyas. -No debieron corazón pero muchísimas gracias por parte de mi esposa y mía- le agradecerío tomando la caja para dejarla sobre una de las mesas -Ariane está bien?- le pregunto al ver que no había ido. Las puertas de la mansión volvieron a abrirse y la mandíbula de la rubia casi se cae al suelo sino fuera porque estaba acompañada estaría colgando mientras moscas y mosquitos entraban y salían como en su casa. -Sean? Y mi madre?- le pregunto ceñuda -me alegro de verte y gracias, fue difícil con los quintillizos llorando todo el tiempo pero al menos quedó como esperaba- le dijo a su daddy cool (xD). -No has traído a SJ?- @ @

-No- suspiró Jayden. Su madre sólo le hablaba de su abuela pero de ahí a conocerla aún no había tenido suerte ya que al parecer la Potter Blue era como su abuela laimi y sus abuelos Dylan y Jay les encantaba perderse en el mundo muggle de vacaciones. -Espero hacerlo pronto antes de la boda- comentó la rubia -aunque si se que esta Sean, el prometido de ella por ahi- comentó recordando los insultos no repetitivos de su madre para el mago. -Me imagino, al menos tendremos un abuelo que no se pierde(?- le preguntó con diversión Lucie. Jayden puso lod ojos en blanco ante la respuesta de su hermana y deseo darle un golpe pero de contuvo, era una perdida de tiempo viendo que era algo que entraba y salía de un oído a otro. -Deberíamos invitarlo no crees?- preguntó Lucie como quien no quiere la cosa. -No sé a Mamá no le agrada- le dijo Jayden preocupada de ser descubierta. -Pero seria algo nuestro para conocer mejor a la familia- le dijo Lucie. Jayden compatia eso con su hermana pero una cosa era hacerlo otra decirlo.

A esté paso a la Delacour le daba igual todo lo que Sirius hiciera como james, arriba en la tienda no se escuchaba nada, no sabia si era porque Sirius estaba tranquilo o si planeaba algo y no quería que se enterará ella para regañarlo, la cuestión es que si le importaba a fin de cuentas por más que dijera que no. Se mordió el labio pero siguió picando el pastel mientras ordenaba los estantes, ya casi terminaba con todo, el lugar estaba quedando ordenado después de no se cuanto tiempo sin que lo revisarán. <<Heberth, Wen, donde están?>> pensó en sus hijos. Acaso iban a dejar todo así sin más? Se preguntó, cuando se los dejó pensó que ambos se hsria haría cargo mejor que ella de la tienda pero no, otros socios vagos que de desaparecían pero esta vez no podía hacer nada, no ers socia solo su madre, clienta y al parecer encargada de la limpieza. -Rayos- gimió. Se había dado un buen golpe en su dedo gordo del pié soltando una de las tontas pelotitas que revotaban solas. -Noooooo- gritó al ver que golpeaba los estantes y temía que fuera a hacer un desastre.

El hall estaba impresionante, sin duda las indicaciones que le había dado a los elfos había servido porque quedó todo muy al estilo de su esposa y suyo, romántico pero también atrevido con distintas convinaciones de colores oscuros y pasteles. Las puertas de la mansión sonaron haciendo jadear a Alessandra que miró al reloj de pared -¿ya? Que rápido- exclamó a los elfos. Había comenzado a hiperventilar, desde el nacimiento de los quintillizos aquella era la primera fiesta que hacía y más en honor a su aniversario. Aspirando por la boca varias bocanadas de aire abrió la puerta para ver a una joven guapa pero desconocída para ella, estaba vestida muy elegante y se preguntó si estaba ahi por Kamra. -Hola, que tal?- saludo con cortesía corriendose a un lado para que ingresara -tu eres?- Para su sorpresa y alegría Mía, su hija, se acercó a ella y a su invitada, Alessandra frunció los labios cuando la abrazó, había estado llorando, se le notaba en su rostro y sus ojos, no era tonta. Tenía el corazón roto, ¿porque no le había dicho nada? Pensó. No insistirá sólo porque estaban acompañadas pero averiguaria a quién debía matar por lastimar a su hija. -Hola bebé- saludo apretando el abrazo un poco más fuerte para que supiera que estaba con ella -gracias cielo, estoy bien algo cansada porque los niños anoche no han dormido- le comentó con una pequeña sonrisa. -¿Y tu?- le preguntó para acercarse a su oído- después quiero hablar contigo- le aviso pasando un brazo por su delicada cintura. @ @@Mia Zoeh

Alessandra puso los ojos en blanco ante el comentario de Sean, Dios que chico más perdido, se dijo. Pero no le respondió. Escribió una nota rápida a Sofía para que fuera cuando se desocupara. -A Sofía, es quien hace los trajes de mis hijos o de mi esposa cuando tenemos algún evento- le explico cuando terminó de escribir. Dobló la nota y se puso a escribir una más simple y rápida para su abuela. -Mar!- llamó a su elfina que aparecio frente suyo -dale esto a mi abuela Sagitas y esta es para Sofía, en el callejón- Mar entendería perfecto aquello por lo que al acabar de darle las instrucciones se marchó. -Bien, esperemos a Sofía y a Sagitas para ver la boda- le dijo a Sean - los Macnair estarán invitados no?- le preguntó a Linmer. @ @

Jayden puso los ojos en blanco pero sabía que su hermana tenitenía razón, era todo un lío, sea lo que sea que le pasará a su madre ellos terminaban mareados de tantos cambios, idas y vueltas, descubrimiento, pérdida por su progenitora y asi. Lucie se llevó ambas manos a sus cabellos para tratar de despejarse pero era imposible, las palabras de su hermana estaban en su cabeza, porque siempre era tan complicado y llenó de secretos que ninguno lograba entender y dudaba que alguien pudiera hacerlo. -Haber, nosotras somos hijas de Ángel no de Alessandra, por ende nuestros abuelos son Dylan y Jay Myrddin- le explico Jayden caminado por los pasillos de la jugueteria con su hermana -ahora Alessandra tiene otros padres que son Steve Delacour y Perenela Potter Blue- le dijo más simple. Lucie asintió, hasta ahí iban bien se dijo, esperaba que lo siguiente que dijera su hermana fuera tan simple como eso. -Ahora Kytta había dicho que era madre de Alessandra pero en realidad no lo es- siguió Jayden -ella es madre de Asami, oses la demonio que habita en nuestra madre y quien nos une a todas las vidas después de ella- siguió parando en el pasillo que decía "mesas". Lucie suspiro, aunque había sido Jayden quien le explico todo eso la que se había cansado era la Gryffindor con solo escuchar aquél enredo. -Entonces la madre de Alessandra se casa?- le preguntó Lucie insegura -ahora pasa a ser nuestra abuela- finalizó deteniéndose al lado de la rubia. -Si- dijo Jayden. Ambas hermanas se acercaron a un juego de mesas que debían armar palabras y que daban puntos. -¿Ya la conociste?- le preguntó Lucie a la Myrddin que observaba el juego muy concentrada.

Sirius la miró por varios segundos, al ver que su madre no decía ni hacía nada después de la broma lo acobardo tanto que decidió ponerle fin a todo tomando una fe las cajas y saliendo del sótano a la planta superior, quizás se topará con algún cliente o alguien perdido y se pueda divertir un rato siendo que James seguía sin asomar su horrible nariz. Ni siquiera se despidió de su madre, Sirius sólo floto por las escaleras y salió. Alessandra no dijo nada sobre la actitud del fantasma, al contrario supuso que sería obvio ya que no le había vuelto a dirigir la palabra por la tonta broma del ratón. Pero en cierta forma le dio tranquilidad volver a estar sola con sus pensamientos y poder comer tranquila. Suspiro. Aún le quedaba pastel y se preguntó si Alec o alguno de sus otros hijos irían a su llamado, hace mucho no veía a Richard, con sus clases de violín y pintura el pequeño Rambaldi se había vuelto adicto a asistir a cada una de ellas sin faltar un día. Se acercó al alimento llenó de azúcar para tomar su tenedor y darle un buen corté para comerlo, seguía húmedo, y el mouse de chocolate seguía tan esponjoso que le dieron ganas de sacarle el biscochuelo y comerlo sólo.

-Pero yo quiero saber ahora- se quejo Lucie. Jayden rodó los ojos ante el comportamiento de su hermana, se suponía que era madura pero en momentos asi se preguntaba si era la única madura de su familia porque su madre era igual a sus hermanos, muchas veces se comportaba muy inmadura. -Bien, resulta que Kytts no es madre biológica de nuestra madre- le soltó de sopetón Jayden a su hermana. Lucie se atragantó con su lengua ante la información de su hermana, abrió la boca en una una gran "O" de la impresión. -Es está mujer Perenela no?- le preguntó Lucie. -Bueno técnicamente nosotras no somos hijas biológicas de Alessandra sino de Ángel pero si- Jayden estaba hecha un lio por culpa de su madre -osea Alessandra es hija de Perenela pero no de Kytta eso si, Kytta sigue siendo nuestra abuela por ser madre de Asami- Ambas hermanas se miraron entre si con el ceño fruncido ante el lio de la situación en la que estaban gracias a las reencarnaciones de su madre. -Es todo un lio- se quejo Lucie agarrándose la cabeza.