*Era momento de volver a sus raíces*, eso pensaba la pelirroja mientras caminaba junto a su hija Eunji, no sabía cual sería la reacción de Eliah ya habían pasado muchos años desde que se fue del castillo y en muy malos términos, Marabella sabía muy bien que la Rubia odiaba a Kyttara por ser tan pura y blanda lo opuesto a lo que son las Selwyn llena de oscuridad, empoderamiento y sensualidad, algo que ella representaba bastante bien, mas no sabia como reaccionaria la matriarca al darse cuenta que ella no era esa hija que pario hace muchos años y de la cual renegó con sus entraña el día que se entero de que no seguía la ideología de la familia – Vamos deprisa que no quiero que se haga de noche cuando estemos dentro- decía la pelirroja mientras agarraba del brazo a su hija adolescente la cual claramente tenia una mezcla de la odiosa de Kyttara y ella *- no deberías tratar a si a nuestra hija-* hablaba desde su subconsciente la vampira *-yo la trato como se me da la gana, cuando tu tengas el control haz lo que quieras y ya deja de fastidiar que estamos llegando-* respondió la Demonio mientras se adentraba a los jardines del castillo.
-¡Wou! es hermoso- dijo Eunji mientras admiraba aquellos paisaje- Madre, ¿es aquí donde viviremos?- Marabella la miro con cara de pocos amigos, claramente esa niña no escuchaba cuando ella le explicaba las cosas, antes de volver le había dicho absolutamente todo para que no hiciera esas preguntas tan obvias y ahí estaba la cabra chica mimada por el engendro de su padre haciendo esas preguntas que desesperaban a la demonio – Como que a ti te faltan neuronas ¿no? ¿qué te dije en Corea? está claro que aquí viviremos aquí, ¿si no para que vendría desde tan lejos a hacer una visita? De verdad a veces siento que le hablo a la pared-el demonio ya no tenía paciencia menos con una adolescente que claramente se parecía mas a Kyttara que a ella, tan llena de luz, de bondad y tan odiosa que a veces le daban ganas de ahogarla, pero claro una de las cosas que no podía por la esa ridícula maldición era no atacar su propia sangre ósea que sus hijos eran libres de ser matados por sus manos.
-Bien llegamos a la puerta, te comporta mira que tu abuela no es muy simpática, si piensas que yo soy pesada y mala, tu abuela es diez veces más que yo y si no quieres parar de patitas en la calle te quedas callada y no haces nada si yo no te lo digo ¿entiendes? – la pequeña pelirroja simplemente rodo los ojos fastidiada y asintió.
Marabella tomo posición para tocar la puerta del gran castillo, pero antes de poder hacerlo vio salir a una peliazul sin siquiera notar su presencia ahí lo cual a la pelirroja le hizo gracia, se imagino que algo tuvo que haber pasado con la déspota de su madre, esa cara de la pelizaul no era por bolitas de dulce. La demonio simplemente se giro a la puerta y le hablo al elfo -kowalsky ve y dile le a mi madre que eh vuelto y dile que la espero en la sala de estar- sin mas entro al castillo junto a su hija y se encamino a la sala , no sabia como la recibiría su madre pero estaba claro que no la echaría nuevamente o eso esperaba, ya no era la dulce Kyttara era en estos momento Marabella la demonio que ella siempre quiso que fuera.