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Hades Ragnarok

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Todo lo publicado por Hades Ragnarok

  1. El vampiro se sorprendió ante el arrebato de la Malraux, aunque la verdad ya debía de estar acostumbrado a esos ataques de locura de su amiga. Negó con la cabeza mientras ella se separaba de él para hablarle. Escucho las palabras de la chica y puso los ojos en blanco, aquello parecía ser un gran chiste. Entrecerró los ojos para reclamarle aquello a Emilia. -A ver si entendí, ¿querías soledad y te fuiste de la mansión sabiendo que esta se la pasa la mayoría del tiempo sola? –la miro a los ojos- sabes que rojita, realmente estás loca, hay muchas habitaciones para disfrutar de la soledad, más bien yo casi no me la paso aquí y tú te vas de viaje –bufo en tono ofendido. El cainita dio algunos cuantos pasos para sentarse cómodamente en el sofá observando a la pelirroja. Se encogió de hombros, ya no había caso ni remedio con su amiga, jamás sabia con lo que iba a salir la chica, más aun cuando le entrego aquella rareza egipcia. El brazalete de la diosa Hathor. -vaya, ahora sí que me has dejado… mudo –dijo sonriéndole- espero no hayas tenido muchos problemas para encontrar esto –dijo detallando el brazalete- no te habrás topado con ninguna maldición o algo así ¿cierto? –pregunto preocupado porque la chica también era propensa a meterse en problemas como él cuando andaba en viajes de descubrimiento o conocimiento- la verdad es que es hermoso, muchas gracias –dijo con una sonrisa- aun así no creas que te perdonaré fácilmente por dejarme abandonado Malraux –dijo en tono divertido recordando que la chica ya le debía una y con aquella eran 2. No perdió mucho tiempo, el vampiro inmediatamente paso la varita sobre aquel mágico y estupendo brazalete para guardarlo en un lugar seguro junto a la esfera de Arquímedes que hacía tiempo ya Jessie le había dado. @@Emilia Malraux
  2. El vampiro se encontraba sentado en el alféizar de la ventana leyendo aquella extraña nota que le había llevado Odín, su elfo personal. Entrecerró los ojos leyendo aquellas palabras, al menso alguien había sido lo suficientemente inteligente como para hacer levitar aquella invitación y no adentrarse en los terrenos o tocar la puerta. Odiaba a los intrusos, a los sangre sucias, traidores a la sangre y a los disque defensores del bien los cuales eran unos simples aurofagos. Hizo desaparecer aquella nota y suspiro. Había paz y tranquilidad, algo muy extraño desde que Emilia se había mudado a la mansión, aunque ella se había ido quien sabia a donde sin avisarle. Negó con la cabeza, definitivamente todas las chicas que conocía, apreciaba y quería solían hacer aquello, largarse sin decir ni una mínima palabra sin importarles si él se preocuparía o no. Se encogió de hombros y se movió un poco, quizás lo mejor era irse a San Mungo, había estado un tiempo sin estar allí, aunque no el habían llamado quizás debía hacer alguna otra cosa. Salió de la habitación y fue cuando escucho la voz de la Malraux. Dibujo una mueca y camino lentamente por aquel pasillo, bajo las escaleras y cuando llego a donde estaba la chica la miro a los ojos. -Ya era hora rojita –dijo el vampiro de manera seria- ¿dónde estabas? –preguntó cruzándose de brazos- me tenias preocupado, ya sé que quieres ser libre y eres chica grande y hacer todo lo que quieras pero aun así deberías al menos avisarme que te vas a ausentar –comento para luego dibujar una mueca de sonrisa- me alegra que estés de vuelta @@Emilia Malraux
  3. El cainita se encontraba sentado en la ventana observando el jardín interior de aquella mansión que el pertenecía. Había pasado tiempo ya desde que se había tomado un tiempo para él de su ajetreada vida en el hospital mágico donde trabajaba, aun así, había dejado ordenes de que si se le necesitara se le llamara enseguida. Suspiro mientras el cielo comenzaba a oscurecerse, ya se hacía de noche y la tranquilidad se había hecho en la mansión. Se preguntó ¿Dónde se habían metido Emilia y jessie? Una seguramente se había ido de viaje o a visitar a alguien, a la pelirroja pesar de todo se podría decir que no la había atado aun para que se quedara de una vez por todas y dejara a su otra familia, sin embargo, sabía que debía dejarla ser libre. Al parecer Jessie también se había ido de viaje quien sabia a dónde, después de de atraparlo de aquella forma y dejarle una de aquellas esferas de Arquímedes, quizás la única y ultima que quedaba se había marchado sin decir ni una sola palabra, quizás temiendo las represalias si el vampiro la llegaba a atrapar, sospechaba que él se vengaría quizás mucho peor. Ladeo la cabeza y dejo que su mente vagara por el cielo, esperando que apareciera alguna estrella, quizás Sirius, o quizás la constelación del dragón.
  4. El cainita observo los ojos de la pelirroja una vez que ella se dio cuenta de que él estaba allí. La escucho susurrar su nombre en aquella oscura habitación. El no necesitaba luz para guiarse por su mansión, además era vampiro, tampoco necesitaba luz para poder ver lo que el rodeaba. Observo como la Malraux se acercaba a él. No la perdió de vista mientras sus pasos permitían que se acercara cada vez más a él. -Y bien, ¿ya escogiste habitación o piensas dormir en el sofá? –le pregunto en tono serio- o no me digas que aun me estas esperando para darte el tour –dijo el vampiro en tono tranquilo. Suspiro y se acerco a ella, Una vez que estuvieron a la par. Pudo haberla evitado o haberse alejado de allí pero no lo hizo. Más bien se quedo allí parado esperando ver si ella tenía alguna cosa que decirle o más bien le respondía aquella pregunta que él había hecho segundos antes. No perdió mucho tiempo antes d que se volviera a sentar, estaba realmente cansado, cosa extraña para un vampiro como él, sin embargo, aquella trampa de sus amigas y todo lo que había pasado pro su mente habían hecho mella en el.
  5. Aquella reacción de Emilia tomo por sorpresa al vampiro. Entrecerró los ojos pero no dijo nada ante aquellas palabras. La observo a los ojos y suspiro mientras se giraba nuevamente después de que ella le había abrazado. Dio unos cuantos pasos hacia arriba para adentrarse en el pasillo pero antes de que se perdiera por allí, en algún sitio de su mansión ladeo la cabeza lo suficiente como para verla de reojo. -No es necesario que hagas nada ni compenses nada –comento para luego mirar hacia el frente- supongo que tu solita podrás encontrar la habitación que tanto querías, tienes permiso de revisar las habitaciones o si el explicas a Odín que es exactamente lo que buscas el te podrá ayudar –dibujo una mueca comenzando a caminar lentamente por el pasillo rumbo a quien sabia donde. Entró en aquella habitación perdida de quien sabia que parte de la mansión, él conocía el camino, nadie más que él conocía los pasadizos y recodos de aquella casa, él mismo se había encargado de la construcción, de las cosas divertidas y de colocar aquellos sitios para casos de emergencia. Había guardado aquella esfera en el mismo lugar donde llevaba las cosas que apreciaba, una vez hecho aquello salió de la habitación y se paro en la ventana observando el cielo. Un movimiento fue suficiente para llegar al techo de aquella residencia donde se sentó por un buen rato mirando el cielo y las estrellas que comenzaban a aparecer en el firmamento. ************* La noche avanzaba lentamente mientras observaba a Marte y los planetas, al menos el cielo nocturno le brindaba toda su belleza ya que ni nubes había, por lo que pudo pensar. Cerro los ojos y suspiro levantándose. Lo mejor era entrar nuevamente a su casa y quizás leer un libro, ya había estado mucho tiempo afuera, quizás para no ser mal educado iría a ver que quería Emilia, ya que supuso que al pelirroja seguía allí esperándole donde ella le había indicado. Tomo el amuleto volador y salto planeando tranquilamente hasta el suelo. Entro por la puerta de atrás, la más cercana al salón comedor y habitación donde estaba la Malraux. Al llegar no dijo nada, simplemente observo a la mujer.
  6. El cainita había pedido ya la cuenta de cuánto tiempo había estado allí en aquella situación. Ahora se encontraba ya libre tirado en aquel sofá descansando. Observaba a Emilia y a Jessie quienes se habían confabulado contra él para luego dejar de verlas y mirar a otro sitio. En algún momento se vengaría, pero estaba cansado y ni siquiera quería mover un musculo. Suspiro e intentó levantarse, simplemente para tomar un trago de cerveza de mantequilla bien fría luego de aquello volvió a quedarse allí tirado. Después de un rato sin decir nada el cainita volvió a levantarse para estirar los músculos. Observo la ventana y suspiró. Sin decir ni una sola palabra tomo aquella esfera, la esfera de Arquímedes que el habían entregado y la miro atentamente dejando que su mente viajara a algún lugar en el tiempo y a su pasado. En sus orbes negros apareció un brillo de tristeza, negó con la cabeza para quitarse aquellas imágenes de la mente y dio unos cuantos pasos. Al subir por las escaleras dejo que sus pies lo llevaran al lugar que había escogido, allí se perdería un poco y guardaría en un lugar seguro aquel artefacto tan valioso y quizás el único que quedaba en todo el mundo.
  7. Bueno, paso por aqui despeus de mucho tiempo para pedir un cambio en mi ficha, la verdad no se si tengo que avisarle a alguien o solod ejo la info aqui y ustedes la ven XD, asi que lamento los inconvenientes que esto pueda causarle a la eprsona que haga ekl cambio yn la aactualizacion, esperos e encuentren bien Agregar: Familia Adoptiva: Gaunt Boveda Familia Adoptiva: http://www.harrylatino.org/topic/102403-boveda-familia-gaunt/
  8. El cainita se mantuvo observando a Jessie como retándola de que hiciera alguna cosa o moviera la varita contra él. Entrecerró los ojos dejando que un brillo de maldad apareciera en ellos. Escucho lo que decía esta sobre el seso de algas y bufo. -Se que has cambiado mucho –comentó- te conozco y sé que lo que el pase a la esfera si te importan si no fuera importante no la hubieras traído a mí, mas aun como dices tú como una ofrenda de paz, por lo que si se daña entonces no habría ninguna ofrenda no crees? –Le pregunto usando la lógica para luego suspirar ante aquello ultimo- bueno, debiste saber que lo haría amiga, como tú lo has dicho… “deberías saberlo tu mejor que nadie” –repitió las palabras de la Potter Blue. Suspiro y observo a Emilia que estaba demasiado tranquila para su gusto, si ella tuviera un libro en las manos no le hubiera extrañado, solía perderse en su mundo una vez que estaba leyendo, pero sin tener algo que la distrajera como tal nada bueno solía pasar después. -ya me paso una vez –le confesó a su amiga- y te aseguro que no es nada agradable –dijo ante aquello- ahora si se me volviera a presentar la oportunidad no se qué haría –dijo en tono triste al recordar aquello y todo lo que había sucedido después. Escucho la voz de Emilia y pensó un poco en aquella pregunta, pero la verdad es que él le había contado la historia a Emilia mucho antes de que aquella conversación saliera a la luz. -Recuerdas lo que te conté sobre esa diosa que me odiaba? –le preguntó a Emilia- justamente eso con la diferencia que yo me gane el odio de una diosa y Jackson no –contesto tranquilamente. El ataque de Emilia no lo había visto venir, lo había tomado con la guardia baja, debía haber supuesto que la pelirroja haría alguna cosa cuando se sentó cerca de él y se recostó en su hombro. Eso le pasaba por confiarse, entrecerró los ojos al escuchar las palabras de la Malraux, ahora entendía el porqué Jessie había aparecido de aquella forma tan extraña y porque parecía que ambas se llevaban mejor de lo que él había imaginado. Maldijo y bufo por lo bajo. Escucho la conversación que la una tenia con la otra y Jessie estaba en lo correcto, una vez que el se zafara o quedara libre ambas recibirían la peor venganza que hubieran podido imaginarse. Al escuchar las palabras de su amiga no pudo más que guardar silencio y voltear a otra parte. El cainita cerró los ojos, sabía que en cualquier momento ambas chicas comenzarían a descombrarse todo lo que él les había hecho, estaba resignado pero aun así intentaría de una u otra forma quitarse aquellas amarras y atrapar a alguna de ellas. Cuando Emilia comenzó con aquello apretó más los dientes y cerro la boca, podía sentir los dedos de la pelirroja en sus costillas y como se divertía haciendo aquello. Jessie no se hizo esperar, una cosa era aguantar el ataque de una, pero de esas 2 chicas a quienes consideraba sus amigas era otra cosa. Unos segundos después el vampiro sintió como la Potter Blue usaba la pluma de faisán en sui contra. Dibujo una mueca pero cuando comenzó a rosar su axila junto a los otros ataques que estaba sufriendo no pudo más que comenzar a reír. -me vengare –dijo entre risas sin poder evitarlo.
  9. El vampiro observo atentamente a Jessie y sonrió ante su amenaza, ladeo la cabeza, en verdad la Potter Blue pensaba que se saldría con la suya de una manera tan fácil. Negó con la cabeza y se encogió de hombros como si se rindiera, pero era claro que el cainita tenía muchos ases bajo la manga, por ahora dejaría que pensara que ella había ganado o tal vez no. -Primero no creo que lo hagas, ambos sabemos cómo terminara esto amiga –dijo el cainita- segundo, no creo que quieras dañar la esfera de Arquímedes, quizás sea de las pocas que existen por no decir la única, desde que ese Leo Valdez se fugo con Calipso –dijo en tono divertido- así que hagamos algo sencillo, tu bajas la varita y yo me comprometo a comportarme como un chico decente mientras dure tu visita –dijo observándola a los ojos. El Ragnarok puso los ojos en blanco, beso la frente de su amiga y se movió rápidamente tomando la esfera entre sus manos. La acaricio y reviso con cuidado como si se tratara de fino cristal. Suspiro, era hermosa, a él también le hubiera gustado e una u otra forma haber viajado a los muchos lugares y haber tenido tantas aventuras como aquellas. -Ogigia se encuentra sola –susurro- me hubiera gustado conocerla, pero con mi suerte seguro me hubiera pasado lo de Jackson
  10. El vampiro observo como su amiga intentaba por todos los medios no reírse, lo cual no le funciono en lo más mínimo, él conocía muchos de sus puntos más débiles con respecto a aquel juego y no podía negar que Annabeth era mucho mejor jugando con jessie del que era el vampiro. La escucho reír y decir aquello entre risas. No pudo evitar negar con la cabeza mientras seguía moviendo sus dedos en las costillas de la Potter Blue. -No va a pensar nada –comento- ella sabe perfectamente que quien cruce esas puertas corre el riesgo de sufrir una tortura risueña –dijo divertido- además, ella misma las ha sufrido –bromeo el cainita parando un segundo- creo que hasta podría ayudarme si ella quisiera –comentó sin más. Luego de aquello paro y tomo la mano de jessie para ir a buscar lo que fuera que se le había caído. Unos minutos después ya estaban sentados Emilia, Jessie y él en el sofá. Llamo a Odín y le pidió que trajera bebidas y bocadillos para así hablar tranquilos ya que el cainita tenía curiosidad, la verdad había pasado mucho tiempo desde que jessie había pisado aquella mansión. -Y eso tu por aquí amiga –dijo observándola- es extraño verte, para traerte tengo que prácticamente atarte –bromeo- creo que a la final me tienes miedo, pero eso no evita que te haga travesuras –comento moviendo sus dedos en las costillas de la chica nuevamente
  11. El cainita poso los orbes negros en los de la pelirroja mientras le decía aquellas palabras. Suspiro dejando pasar el vital gas para muchas de las criaturas y humanos por sus pulmones muertos. La pelirroja estaba jugando con fuego. El vampiro llevaba meses esperando a que la Malraux decidiera ser parte de su familia, y allí estaba ella en la mansión, casi mudada pero no había hecho los trámites necesarios, es que era tan difícil ir al ministerio y llenar aquel pergamino?. Bufo por lo bajo sin más. -Bueno, si es lo que quieres no hay problemas –comento- te aseguro que el sofá es muy cómodo, muchas veces me he quedado allí descansando –comento sin más el Ragnarok ante lo que había dicho Emilia. Sin embargo, tanto él como ella sabían que no permitiría que sucediera aquello, que aunque fuera por el momento le daría una habitación pequeña para que descansara, estuviera cómoda y luego ella podría tener lo que quería. A la final la pelirroja tendría la habitación que deseaba. -Bueno, supongo que todas las cosas que compre en el anticuario cabrán en una habitación pequeña –comento en tono divertido- al menos hasta que cumplas rojita –comento simplemente para molestarla- y deja de ser dramática –dijo mientras iba con ella hasta el hall donde se suponía que ella dormiría. Cuando llegaron a la escalera no pudo evitar ver una figura parada allí como buscando algo. El cainita entrecerró los ojos y dibujo una mueca dejando ver los filosos y ponzoñosos colmillos, sin embargo, fue la Malraux la que se adelanto para ir a saludar a aquella chica. La verdad es que el cainita no esperaba ver a Jessie allí. No dijo nada y bajo tranquilamente las escaleras esperando que Emilia la soltara. -No me digas que vienes por su sesión mensual –dijo el vampiro divertido a Jessie- si es así, genial, sino es así no importa, tendremos que adelantarla –dijo en tono de broma abrazando a su amiga, sin embargo, aquello era una trampa para ella, ya que el vampiro al abrazarla toco justo un punto sensiblemente cosquilloso en las costillas de su amiga y comenzó a mover el dedo despacito, sin saber qué es lo que haría ahora ella, si se reiría o intentaría aguantar lo suficiente como para que Emilia no se enterara de su debilidad. @ @@Emilia Malraux
  12. El vampiro escucho las palabras de la Malraux con respecto a aquello que le había reclamado y negó con la cabeza, ya suponía que le saldría con algo así, simplemente etnia que quitarse aquellas cosas, pero la chica como siempre optaba por hacer caso omiso de las recomendaciones de su amigo y simplemente hacia lo que le venía en gana. -Excusas –murmuro. El Ragnarok se encontraba molesto por aquello, más bien estaba pensando si con cederle aquella habitación que Emilia tanto quería antes de que hiciera lo que debía hacer. Entrecerró sus ojos ante aquellas palabras que conocía perfectamente bien, solía repetírselas una y otra vez cuando intentaba conseguir algo pero esta vez no le sería tan fácil. -No lo sé, a este punto estoy comenzando a dudarlo –comento sabiendo que a parte de aquellos asquerosos regalos que llevaba la Malraux encima también tenia que deshacerse de otras cosas en la vida de la joven- Y no, aun no pido nada y dudo que a este paso se me dé –comento en tono serio. Siguió caminando dejando que sus pensamientos absorbieran su mente sin prestarle mucha atención a donde iba, igual conocía perfectamente aquella mansión por lo que prácticamente podría caminar con los ojos cerrados y no se tropezaría o se equivocaría ni una sola vez. Después de aquello escucho todo lo que la chica quería en su habitación. Se paró en seco al escuchar cada una de las exigencias o lo que ella deseaba que tuviera aquella habitación. -A ver, antes que nada, muéstrame el documento donde dice que eres una Ragnaventus –dijo el vampiro- para pedir tantas cosas deberías ser una de nosotros, y hasta donde se tienes 2 familias y ninguna es la mía –comentó en tono serio. A lo lejos escucho unos sonidos raros. Sería que había visitas y el nos e había enterado?, de ser así Odín le hubiera dicho, quizás lo mejor era dejar que Emilia buscara una habitación que le gustara y él ir a ver qué era lo que estaba pasando.
  13. @@Emilia Malraux El vampiro comenzó a caminar junto a la pelirroja rumbo a los pisos superiores donde la chica debería escoger su nueva habitación, conociéndola le gustaría la más grande y con la mejor vista, así que el Ragnarok sospechaba cual sería la habitación que ella quería, suspiro sin saber que coas aquella chica metería en la habitación, con su suerte tendría que ampliar mucho mas la habitación para ello. Escucho atentamente lo que la chica comento y observó como tocaba aquella araña. Dibujo una sonrisa pensando en otra de sus hermanas haciendo aquello mismo, claro estaba sabía que su otra hermana jamás se acercaría a una de ellas, pero la Malraux al parecer era una chica lista y valiente. -me alegro que sean amigos, capaz debería colocarte algunas cuantas arañas en tu nueva habitación si te parece bien –bromeo- y pues nada nuevo e interesante, me la paso trabajando en san mungo, para serte sincero paso la mayoría del tiempo allá, así que no tengo tiempo de aburrirme, la verdad hacia mucho que no venía a la mansión –respondió a la pregunta que al chica le hacía mientras iba colgada de su brazo. En aquel momento se detuvo y observo a los ojos de la chica. Por su mente había pasado algo, un recuerdo. -Aun no cumples lo que me dijiste –dijo en tono serio- recuerdo bien que dijiste que quemarías y enterrarías esas cosas –comentó el vampiro sin más sabiendo que la Malraux entendería de que estaba hablando- espero lo hagas más temprano que tarde –dijo mientras daba unos cuantos pasos. Caminaron un poco más para luego llegar a otras escaleras, pero antes de subir el cainita dibujo una mueca de sonrisa. -como fue que dices que dijiste que querías tu habitación? –pregunto.
  14. El vampiro observo a los ojos a Emilia esperando que esta le respondiera. Dibujo una sonrisa cuando esta le comenzó a contar aquella historia y asintió ante lo que decía. La verdad es que la chica, al igual que él era aficionada a la mitología griega, por lo que conocía aquella historia. Sin embargo, noto que por alguna razón la Malraux nos e sintió muy alegre cuando el comento que tenia u8n juguete al cual podían torturar. Entrecerró los ojos pero no dijo nada, seguramente Emilia le contaría lo que le sucediera cuando se sintiera cómoda o cuando creyera que era el momento indicado, por algo eran muy amigos, así que simplemente lo dejo pasar por el momento, luego si no le decía nada iba a obligarle a hacerlo haciéndole reír. Rio ante aquel comentario, sabía que en algún momento la chica tenía que escoger habitación y que ella quería que fuera él quien la acompañara, si, generalmente ella hacia las cosas sola a su manera, pero a veces era otra cosa, además el vampiro conocía perfectamente la mansión, claro era de él (XD) y sospechaba lo que la pelirroja est6aria buscando como habitación. -No sé, suena divertido que duermas con los elfos y las arañas –bromeo- quizás deba darte una habitación en las mazmorras, en alguna celda de castigos o torturas –bromeo aun mas simplemente para darle tiempo a la chica de que se recompusiera- vale es broma, vamos a ver qué lugar encontramos para ti –dijo comenzando a caminar rumbo a lso pisos de arriba @@Emilia Malraux
  15. El Ragnarok le sonrió a Fydha y le hizo una seña con la mano para que siguiera adelante. Negó con la cabeza cuando la chica pedía disculpas pro interrumpir alguna cosa, pero la verdad es que no era así, aquello era más que común o seria más que común entre Emilia y él ahora que la chica había decidido mudarse y estar en paz en la mansión del cainita. -No tienes que disculparte, no interrumpiste nada –comento sonriendo- como dije antes Bienvenida a la mansión y no agradezcas nada, esta tambien es tu casa –la miro a los ojos- no quiero que et sientas atada, simplemente que seas libre, eres mi protegida, por lo que puedes ir a recorrer la mansión sola si es lo que gusta, además puedes ir a escoger tu mansión, una vez que la hayas escogido simplemente tienes que decir que te quedaras en ella y mágicamente todas tus pertenencias aparecerán allí –le dijo Le sonrió a la chica y volteó al ver que Emilia en su gran curiosidad aparecía pro allí. El Ragnarok dibujo una mueca divertida y puso los ojos en blanco. -La curiosidad mato al gato –dijo el vampiro en tono burlón- o en todo caso torturo risueñamente a los demonios curiosos –bromeo divertido observando los ojos de la Malraux. Suspiro y antes de que su amiga empezara con alguno de sus dramas tan comunes la tomo de la mano y la saco de allí. -¿Que era lo que me decías del libro que estabas leyendo? –le pregunto el vampiro- eso me recuerda, tengo una sorpresa para ti, tenemos juguete nuevo –bromeo el cainita- podemos torturar a alguien y jugar con esa persona –le guiño un ojo- y no, no es la chica que acaba de llegar –dijo conociendo las intenciones de Emilia- así que vamos, está preparada en las mazmorras @@Fydha Guilty @@Emilia Malraux
  16. El Ragnarok se mantuvo atento a cada una de las palabras que Emilia le dedicaba, sonrió divertido al escuchar alguna de ellas, si, era bueno tener algo de compañía en aquel lugar, mas cuando toda su familia se había ido a otros países y él se había quedado solo, por ello, era que se la pasaba en San Mungo trabajando y no tanto allí en aquel lugar que tan buenos recuerdos tenia para él. Sin embargo, casi escupe la bebida cuando la Malraux comentó aquello de que le gustaba estar lejos de los dramas. Rio ante aquello sin apartar la vista de la chica quien sabía que era la reina de los dramas. -Está bien Emilia –dijo en tono divertido- te creeré –bromeo ante aquello- y pues la verdad es que si, aquí tendrás un lugar lleno de paz y tranquilidad, aunque nada quita que en lo que te descuides termines en el suelo con dolor de panza –bromeo mostrando los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos en son de broma, ya que la chica conocía los riesgos de aquellas palabras. Mientras esperaba que la Malraux dijera alguna cosa escucho que tocaban a la puerta, aquello le extraño ya que no estaba esperando a nadie, a menos que fuera aquel otro miembro de la familia a quien no hacía mucho y por casualidad había encontrado, solo que ella no le había dicho cuando se mudaría. Ladeo la cabeza y le hizo una seña a Emilia par5a que esperara, quizás aquello le extrañaría pero sabiendo que tenía un libro seguro se sumergiría en aquel mundo griego y ni se daría cuenta cuando el Ragnarok regresara. El cainita camino tranquilamente hasta la puerta esperando saber quien seria, aun así por si las dudas llevaba la varita en las manos. -<<Si hay algo que odio son los vendedores>> -pensó. Al abrir la puerta se encontró cara a cara con aquella joven. Le sorprendió un poco ver que el tiempo había pasado rápido y era ya de noche. Pudo sentir el gélido frio en su nívea piel, aun así aquello no le molestaba. Observo los ojos de la chica y le sonrió. -Se bienvenida a nuestra mansión –le dijo sonriéndole aun mas mientras se agachaba para recoger las maletas y pertenencias de esta y permitirle entrar, una vez dentro cerró la puerta y espero a que la chica diera algunos pasos para comenzar a calentarse – me alegra que al fin hayas venido –comento- siéntete cómoda y en tu casa @@Emilia Malraux @@Fydha Guilty
  17. El vampiro observaba atentamente a Emilia, sin perder también de vista a Samantha quien otra vez había caído en el mutismo después de aquella “despedida”, ya que en realidad el Ragnarok no sabía si la chica terminaría por irse o por quedarse. Suspiro mientras terminaba su bebida. Cuando la Malraux hablo no pudo evitar dibujar una mueca divertida, definitivamente Emilia no era una chica normal de esas que se suponía que se debían comportar en algunas situaciones, pero aun así la quería tal y como era. Negó con la cabeza y bufo al escuchar la finalización de aquellas palabras. -Muy graciosa –dijo divertido observándola a los ojos- cualquiera diría que antes de permitirte hacer alguna cosa primero te encerré en un calabozo y te torture por mucho tiempo para saber tus intenciones –bromeo el vampiro- si no hablas bien de mi no podrás venderme –bromeo aun mas recordando algo que el siempre solía decir. Suspiro, quizás por eso es que su madre en algún momento siempre hablaba bien de él, para que alguien se convenciera de que era “bueno” y le ofreciera algo mejor pero el cainita había pasado ya por muchas cosas, tantas que lo habían marcado y habían hecho que fuera lo que era ahora, ya fiera con sus aciertos, errores y demás, el vampiro se lamentaba de muchas cosas, pero el destino había jugado sus cartas y él no había hecho nada. -No sé de qué te quejas amiga, dudo que alguien te haya dado tanta libertad como yo –comento divertido- cuando et conocí tu vida era un drama tras otro, ahora al menos te diviertes un poco mas y tienes un lugar donde estar tranquila, claro esta no es un castillo ni hay una torre solamente para ti –la miro seria y fijamente a los ojos- pero algo es algo. @@Emilia Malraux
  18. El Ragnarok se mantuvo atento a los movimientos de Emilia. Negó con la cabeza en cuanto hizo aquello. La chica estaba probando y tanteando su suerte, de eso no había dudas. Dibujo una sonrisa al escuchar sus palabras y puso los ojos en blanco. Iba a decir algo pero en aquel momento no valía la pena, sabía que hacía mucho tiempo habían hecho algunos tratos y pactos por lo que ambos debían comportarse. -está bien, confió en que te comportes –simplemente dijo- y no te preocupes, yo lo recuerdo bien, la cosa es que tú con lo olvidadiza y despistada que eres –dijo sonriendo- recuerdes todo lo que acordamos –dijo simplemente para molestarla. Luego de aquello poso sus orbes negros en Samantha quien al parecer había vuelto en sí. Entrecerró los ojos al escuchar lo que la chica le decía y asintió. La verdad es que por el momento no había nada más que él quisiera saber de ella, simplemente la mantendría vigilada por si intentaba “curiosear” un poco más en su mansión cuando no estuviera el cainita presenta. -Es libre de irse, no creo que nadie le este atando –dijo el Ragnarok- y sobre volver de visita... –la miro a los ojos cuando esta le sostuvo la mirada- puede que el permita entrar siempre y cuando yo esté en la mansión, mientras tanto, sería imprudente que lo intentara –le advirtió, principalmente porque aquella mansión tenía muchos escondrijos, habitaciones y mazmorras y Samantha podría encontrarse con cualquier extraña y peligrosa criatura que él Ragnarok tenía allí. @@Emilia Malraux @@Samantha Sokal
  19. El vampiro espero pacientemente a que Samantha dijera alguna cosa, la verdad se le estaba haciendo costumbre a la mujer perderse entre sus pensamientos. Maldijo en silencio pensando si debería darle veritaserum a la chica para que hablara o confesara alguna cosa, aunque quizás el recuerdo de su padre la había afectado y por eso estaba así. Negó con la cabeza, se estaba suavizando y aquello no le agradaba nada, aun así no le quito los ojos de encima, solo la voz de Emilia quien se había estado moviendo a sus anchas fue lo que llamo su atención y le obligo a ver a que se estaba refiriendo la chica. El Ragnarok entrecerró los orbes negros y observo aquel libro. Debió sospechar que Emilia iría directamente a los libros Griegos y que fueran más antiguos. Dibujo una mueca de sonrisa mostrando los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos. -Creo que no hemos avanzado mucho –dijo el Ragnarok mirando a la Malraux a los ojos y luego a Samantha- y sobre el libro siempre y cuando lo coloques en su sitio después de leerlo todo estará bien –dijo el Ragnarok- sino tendré que… enseñarte buenos modales –bromeo. @@Emilia Malraux @@Samantha Sokal
  20. El vampiro le sonrió a Emilia quien al parecer andaba planeando ya todas las cosas que querría hacer en al mansión, esa chica conociéndola no se quedaría tranquila y tendría que atarla o hechizarla para que se quedara quieta. Dibujo una mueca divertida ante aquello y negó con la cabeza, seguramente se divertirían mucho, de eso no habia dudas. Las palabras de Samantha llamaron su atención, la chica habia salido del mutismo en que se encontraba así que la miro fijamente. Escucho el nombre de su padre y entendió aquel significado. No lo habia conocido, si conocía la mitología nórdica pero nos e habia cruzado en ningún momento con el padre de la joven, quien al mencionarlo sufrió un cambio drástico, se le noto que aquello le habia afectado, sin embargo, el vampiro no podía darse el lujo de bajar la guardia aun ya que, quisiera o no la chica habia entrado sin permiso en sus terrenos y era una falta grave. -lamento lo de su padre –dijo en tono serio. El Ragnarok se acomodo un poco donde se encontraba sentado estudiando tanto a Samantha como a Emilia, aquellas chicas se notaba que eran diferentes no habia duda de ello. Tomo otro trago de su bebida y guardo silencio, simplemente para pensar o dejar que alguna de ella rompiera el silencio, pero seguramente para como estaban las cosas así estaría un buen rato. -Si tiene alguna pregunta o inquietud puede hacerla –le dijo en tono serio- sin embargo, quizás no quiera escuchar la respuesta o me vea obligado a no responder alguna cosa y me lo guardare, como debe saber no la conozco, es primera vez que la veo y sinceramente no se qué pensar aun –confeso. @@Emilia Malraux @@Samantha Sokal
  21. @@Emilia Malraux El vampiro observo a Emilia atentamente ante las palabras que había dicho la chica, había notado en sus ojos el mismo brillo maléfico y divertido que el conocía y que muchas veces solían tener sus propios ojos. Dibujo una meuca de sonrisa dejando ver los filosos y ponzoñosos colmillos, cuando la joven terminó de hablar. Entrecerró los ojos y bebió un sorbo de aquella bebida para pensar unos segundos. -jamás dije que te subestimara, eso sería un error, además que yo recuerde siempre has sido una tramposa –bromeo el cainita simplemente para molestarla- pero a ver, cuéntame ¿con quién has perfeccionado tus ataques? –Pregunto el vampiro divertido- has practicado mucho con ellos o han practicado contigo? El Ragnarok simplemente se relajo observando los movimientos de la Malraux, la verdad es que había pasado demasiado tiempo desde que se habían juntado simplemente para hablar, habían pasado coas, él ya no hablaba con alguno de los familiares de la chica por lo que no sabía que había sucedido con ellos o con sus vidas, aunque claro estaba, siempre tenían a su ahijada Memi a quien ambos podían molestar. -Salud, por una buena y torturable amistad –bromeo – y por eso que dijiste –sonrió.
  22. -No me importa que te olvides de los cumpleaños de los demás, pero del mío debías acordarte –dijo el vampiro en tono acusatorio y ofendido para luego colocar una sonrisa malévola y un brillo de intensa maldad apareciera en sus orbes negros, pero aquella vez no era sangre ni destrucción, aquella vez simplemente era torturas y diversión. Sin más el Ragnarok dejo que Emilia y Samantha se presentaran mientras el jugueteaba con aquella pluma entre sus dedos, imaginándose los desastres que podría hacer con ella mientras torturaba jugaba con Emilia como en los viejos tiempos. Después de un minuto el vampiro interrumpió, simplemente para que Samantha no se sintiera muy incomoda ya que no conocía a ninguna de aquellas dos personas, por lo que llamo la atención de su amiga. -Y ¿qué me cuentas? –preguntó- supongo que estarás siguiendo la vieja tradición y jugando con tu mami y algunas otras personas de tu familia con las plumas y demás instrumentos, la ultima vez habías destrozado una almohada completa en una de aquellas locas guerras –bromeo- seguro las apuestas subirán mas y no aguantaras o aguantaran nada, espero hayas mejorado tus tecnicas –dijo divertido sabiendo que la chica entendería a que se debían aquellas palabras o eso esperaba porque la Malraux podía ser quizás un poco despistada también. @@Emilia Malraux @@Samantha Sokal
  23. El vampiro se mantuvo atento observando cada uno de los movimientos de Emilia. Entrecerró los ojos cuando dibujo aquella sonrisa y le sostuvo la mirada. El cainita sabia perfectamente que significaba aquello, la Malraux había ido por algo de diversión y el estaba dispuesto a dársela, sin embargo se encontraba alguien más de visita por lo que por el momento debían comportarse bien. -y tu tan tiernamente torturable amiga –respondió ante las palabras de la chica mientras le daba un par de besos en la mejilla- veo que no has cambiado en nada –bromeo- pero lo mejor será que te quites ese abrigo, aquí et aseguro que no vas a pasar frio –ladeo la cabeza y trono los dedos, en un segundo Odín se encontraba allí y se llevaba el abrigo de la chica- así está mejor, a menos que tengas… miedo –bromeo. Sin más el elfo desapareció rumbo a algún lugar de la mansión con el abrigo de Emilia dejándola con una especie de camisa o blusa sin mangas, mientras que el Ragnarok hacia que la joven caminara por el pasillo para llegar al lugar donde se encontraba Samantha. Dibujo una mueca divertida cuando escucho aquellos comentarios de su vieja amiga, suspiro y se encogió de hombros. -¿Una deuda? –Pregunto el vampiro- que yo recuerde tu eres quien me debes a mí, además, aún espero mi regalo de cumpleaños –dijo en tono divertido y acusador al mismo tiempo- solo que al parecer eres tan olvidadiza como yo –bromeo. El Ragnarok recorrió los metros desde la puerta hasta el lugar donde estaba la Sokal rápidamente sabiendo que Emilia iba detrás de él, guiada por la curiosidad, venganza o quien sabe que cosas tenía en la mente la chica. Se volteo cuando escucho aquella pregunta y no pudo evitar reír, de todo lo que podía decir aquello le había tomado con la guardia baja. -oh, la eternidad muy bien, como debes saber me la paso en San Mungo trabajando –dijo- para ser sinceros es casualidad que me hayas encontrado aquí hoy, vine a atender unos asuntos y pues llegaron visitas –dijo divertido mientras veía la pluma que había sacado la chica, la cual rápidamente le quito- vaya ¿es parte de mi regalo? –preguntó divertido jugueteando con ella en el aire. Un segundo después se topo con la mirada de Samantha y dibujo una mueca. -Sera mejor que las presente, no quiero que me tomen por un maleducado –dijo- ella es Samantha Sokal –presento el vampiro- digamos que llego aquí de… casualidad y aun tiene muchas cosas que responder –comentó en tono tranquilo para darle a entender a Samantha que si bien no iba a matarla aun quería que le respondiera algunas preguntas y no aceptaría un no por respuesta o que intentara escapar, ella era quien habia ido a parar alli solita- señorita Sokal ella es Emilia Malraux una muy vieja amiga que extrañamente también vino a visitarme y esta pisando mi mansión como usted por primera vez. Le hizo señas a Emilia para que se sentara y luego le ofreció jugo de calabaza y algunas galletas y pasteles que había en la mesita de centro para comer. El vampiro volteo para mirar nuevamente a Samantha a los ojos. -estaba por decirme el nombre de su padre –comento el Ragnarok. @@Emilia Malraux @@Samantha Sokal
  24. El vampiro escucho atentamente las palabras de Samantha y dibujo una mueca al escuchar aquello, si, el también amaba la mitología y las estatuas en el jardín eran prueba de ello. Siempre había pensado o deseado vivir en aquella época, la verdad es que hacía tiempo le había pedido permiso a su madre adoptiva para realizar un sacrificio que quizás lo llevaría a la muerte, lo recordaba bien, era en la época cuando aún era importante en Grecia. Maldijo por lo bajo ante los recuerdos pero las palabras de la extraña visitante lo devolvieron a la realidad. Escucho atentamente la historia del linaje de la chica y no se sorprendió cuando menciono Durmstrang. Ladeo la cabeza para estudiarla bien, si ella había ido a ese colegio seguro que conocía de Artes Oscuras, era sabido que era la “especialidad” de aquella escuela pero no menciono aquello por el momento, prefirió guardárselo para después. Siguió analizando a Samantha con calma ya que algo le había llamado la atención en aquella historia, un nombre se le hizo familiar e indagaría un poco más en ello. -Interesante y poderoso linaje –comento el vampiro en tono serio bajando por un segundo la guardia pero aun así manteniendo su mutismo- ¿como se hacía llamar su padre? –pregunto en tono serio atento a lo que iba a decir la chica- conocí hace muchísimo tiempo a alguien que solía decir lo mismo –dijo- solo que hace mucho tiempo que no se de esa persona. Sin embargo, el vampiro escucho que alguien tocaba en la puerta. Aquello le extraño, jamás nadie lo visitaba, ahora tenía una intrusa con una historia interesante y alguien más había ido hasta allí para quizás molestarle, como fuera un vendedor de esos que solía odiar podría jurar que eliminaría a alguien. Toco el pomo de la puerta y susurro algunas palabras, lentamente abrió la misma para encontrarse con la mirada de alguien que jamás habría pensado que se atrevería a ir a aquel lugar. Dibujo una sonrisa malévola y dejó ver los filosos y ponzoñosos colmillos cuando sus orbes negros como la noche se toparon con la pelirroja. -Pero que tenemos aquí, si es nada más y nada menos que la señorita Emilia Malraux –dijo en tono serio- ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que… te salude –comento simplemente para no decir “Te torture”- y ¿a qué se debe el honor de tu visita? –pregunto dejándole pasar sabiendo que al chica odiaba el frio, aunque hubiera podido dejarla allí un rato mas la curiosidad había ganado. @@Samantha Sokal @@Emilia Malraux
  25. El vampiro siguió observando con sus orbes negros como el abismo a aquella chica que una vez que lo vio se levanto. Escucho cada una de sus palabras y entrecerró los ojos. Aquella parecía ser una excusa creíble, la parte que no encajaba era que la puerta estaba abierta, generalmente aquella puerta siempre estaba cerrada. Movió los dedos en el aire como si quisiera tomar su varita o sostener alguna otra cosa pero los relajo. En cualquier caso podría usar la legilimens en la joven o usar otras medidas muchas más severas e ilegales. Cuando la chica comenzó a moverse la siguió con la mirada, un paso en falso y la joven estaría gritando a causa del dolor o simplemente estaría levitando en el aire para después servir como muñeco de tiro al blanco con alguna de sus dagas, la verdad es que había pasado mucho tiempo desde que había usado a alguien para practicar puntería. Dibujo una mueca cuando escucho lo siguiente, era verdad que el Ragnarok amaba la mitología, la griega, la romana, la egipcia y la nórdica, más bien sabía perfectamente que existían muchas más figuras mitológicas en otras regiones y países. -Lo que pasa es que no se encentra exactamente en frente de la mansión –comento el vampiro- de todos modos por el momento no tiene permiso de ir hasta donde se encuentra esa estatua y será mejor que no intente tentar a su suerte. El vampiro simplemente le hizo señas para que se sentara, un segundo después chasqueaba los dedos y su elfo Odín apareció haciendo una reverencia mientras observaba a la mujer y miraba atentamente a su amo. -Trae jugo de calabaza y algo para comer –ordeno- creo que de una u otra forma habrá diversión el día de hoy –dijo el cainita sentándose. No paso mucho tiempo hasta que el elfo regreso con lo que el vampiro había pedido dejándolo todo en la mesita para luego desaparecer por uno de aquellos pasillos rumbo a algún lugar de la mansión. Suspiro y tomo un vaso de jugo de calabaza e invito a Samantha a hacer lo mismo. Dio un trago y la miro a los ojos. -Así que el gusta la mitología –comento. @@Samantha Sokal

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