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Hades Ragnarok

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Todo lo publicado por Hades Ragnarok

  1. Por un segundo el cainita no supo que más decir, como actuar, aquella presencia lo había desarmado solo por un momento, claro estaba, no le quedaba más que recomponerse una vez que había escuchado aquella voz. Desde sus sueños, sus pesadillas, desde lol mas profundo de su ser aquella era una de las voces que siempre le perseguirían y estaban grabadas con un cuchillo ardiente en su alma. El tiempo no había curado las heridas, él se había acostumbrado ya al dolor. -¿Precisamente tu me vas a hacer esa pregunta? –Dijo en tono serio- ¿quieres saber en verdad como estoy? –Pregunto respirando mientras acumulaba todo el dolor en su pecho para alimentar al señor del caos- esto debe ser una broma – expresó sin más- te pierdes por tanto tiempo, el dolor me consumió y me preguntas ¿Cómo estoy? El Ragnarok no despego sus orbes negros de los ojos azules de la pelirroja. Se quedo allí parado sin moverse, solo estudiándola nuevamente con al mirada. Movió sus orbes oscuros para mirarla bien, estudiaba atentamente su figura, sus ojos se detuvieron en la panza de la chica preguntándose si era verdad que ella había tenido un hijo. Ellos habían tenido algo, de ser así ¿él sería el padre del niño?, o ¿sería alguien más? Intento desterrar aquel pensamiento, no sabía si quería preguntarlo o saber la respuesta. Volvió a mirar los ojso azules de la Malraux odiaba lo que iba a decir pero tenia algo que aclarar. -será mejor que entres -dijo molesto meintras el sedia el paso @@Emilia Malraux
  2. El cainita estaba justamente pasando por el Hall cuando escucho la puerta. Sonó 3 veces y se detuvo. Había pasado mucho tiempo desde que había recibido visitas, la vez anterior había estado allí Hannity y Dennis quien le había pedido ayuda al Ragnarok para una misión importante. Miro la puerta, solamente esperaba que no fuera ningún tipo de vendedor, odiaba los vendedores y las interrupciones. Se acerco a la puerta pensando si sería bueno tener la varita a mano parta deshacerse de cualquier cosa indeseable que estuviera allí. Al abrir la puerta lo primero que observo fue aquel cabello pelirrojo. Sus orbes oscuros como el abismo inmediatamente estudiaron aquel rostro para luego posar sus ojos en los de aquel demonio de fuego. Se sorprendió que aquella persona estuviera allí parada en el umbral de la puerta. ¿Cuánto tiempo había pasado?, la última vez que se habían encontrado estaban juntos, habían intentado algo pero esta había desaparecido sin mirar atrás, sin dejar una nota, una despedida, absolutamente nada por lo que el hijo de la noche había quedado roto. Había escuchado rumores de que ella había viajado a algún lugar, que se había encontrado con algunas personas las cuales desagradaban al cainita, pero jamás el vampiro decidió saber si aquello era verdad, total ya estaba roto, el dolor y la cicatriz estaban allí, ya había aprendido a vivir desde siempre con los dolores y las cicatrices. Tenía que vivir con las consecuencias de sus actos -Malraux… -fue lo único que dijo @@Emilia Malraux
  3. El Ragnarok sonrió divertido ante el comentario de Dennis. La verdad es que la chica era muy linda, eso no podía negarlo, pero estaba claro que a ella no le caía para nada el vampiro, quizás hasta el punto de que le desagradaba o llegaba a odiarlo de una u otra forma. Sin embargo, el Ragnarok tenía que responderle a su amiga Dennis aquel comentario. -Dudo que acepte, y no pienso usar algún poder para obligarla –dijo susurrándole al oído aquellas palabras a la Delacour Aunque el ataque de Dennis no se lo esperó, ¿así le pagaba su amiga y futura alumna por ayudarle?, aquello había sido bajo, tal como si él lo hubiera hecho. Rio ante aquel intento de la joven bruja por vengarse pero no hizo mas que mover la varita y pensar en un -<<finite incantatem>> mientras se apuntaba para que el efecto de aquel baile parara. El Ragnarok se imagino que la venganza que prepararía contra Dennis por aquello seria terrible, mas aun porque sospechaba que de un momento a otro su amiga tendría que ver clases con él y estaría a su merced por un periodo de tiempo, donde le pondría las cosas difíciles ya que como amigo era una cosa, pero como maestro y tutor era algo diferente. -ya al escuchaste, no quiere que me des ideas –dijo el vampiro al entender lo que entre risas había dicho Hannity, aunque claro estaban, en aquel momento ya se habia pasado el efecto de la marca de sangre y Dennis ahora se encontraba libre de aquello que la habia estado dominando por unos minutos. @@Dennis Delacour @
  4. El vampiro sonrió divertido al ver como su plan había dado comienzo y estaba causando el efecto deseado. Claro estaba, Dennis y el habían planeado algo para que la rubia se divirtiera, la Delacour le había contado al cainita lo estresada que se encontraba Hanny y que quería ayudarla a que se desahogara y se pudiera sentir mejor, estaba claro y dicho y comprobado que “la risa era al mejor medicina” y por eso Dennis quería ayudar a la chica, la casa del Ragnarok tenia de todo un poco para que se pudieran divertir, solo que no contaban con la forma en que el Ragnarok la iba a ayudar. Dennis había confiado en el vampiro el cual le había dicho que tenía un plan pero jamás se lo había comentado o revelado, ahora ambas chicas sabían de que se trataba o al menso Dennis. Sabía que aun el efecto de aquella marca de sangre no pasaría por lo que aún le quedaba a Hanny un buen rato de diversión por parte de la Delacour quien no tenía más remedio que seguir jugando con la chica. -sabes?, tiene una risa muy linda –le dijo el cainita a Dennis mientras observaba como esta seguía haciéndole cosquillas sin parar a Hanny buscando sus puntos más cosquillosos. @@Dennis Delacour @
  5. El vampiro terminó su bebida y espero a que la Delacour hiciera lo mismo, una vez que ambos habían finalizado de beber tanto el té como la cerveza de mantequilla el Ragnarok se levanto para acompañar a Dennis y a Hanny a revisar esa parte de la mansión que la rubia había pedido. No puso resistencia, ¿Por qué lo haría?, sabía perfectamente lo que había allí abajo y todo lo que podrían encontrar, objetos obscuros o cualquier otra cosa que pudiera usar como mortifago no iban a conseguirla, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que se había practicado la magia oscura allí y sus compañeros jamás iban a su mansión por lo que todo estaría como lo había dejado la última vez. -no tengo absolutamente nada que ocultar y si quiere revisar esa zona pues es su decisión –dijo tranquilamente mientras caminaba delante de la auror y su compañera- si con eso se siente más tranquila por mi seguridad y la seguridad de mis vecinos –dijo sin darle mucha importancia mientras comenzaban a bajar las escaleras y los pasillos se iluminaban mágicamente al momento en que comenzaban a pasar gracias a algunas antorchas de fuego eterno. Paso frente a algunas habitaciones, alguna de ellas tenían mobiliario, había otra que era una hermosa y enorme biblioteca, además de la puerta que daba al jardín interno donde se encontraban sus animales, aquellos hipogrifos, aves, caballos y otros que había comprado en el magic mall. Mientras recorría todo aquellos implemente iba explicándoles cada lugar y si necesitaban entrar o revisar simplemente se los permitía. Sin embargo, ponto llegarían a uno de los lugares que Dennis le había pedido observar. Dibujo una mueca mientras se detenía un segundo. Movió la varita y después de realizar un alohomora se escucho un “clic” el cual hacia entender que la puerta estaba abierta. Coloco los níveos dedos en ella y empujo. El chirrido nos e escucho ya que las bisagras estaban bien engrasadas. -aquí tiene una de las mazmorras –dijo mostrándole el sitio. La habitación era amplia y circular, tenía un gran ventanal que aunque estaba bajo tierra estaba hechizado para que pareciera el ambiente que se encontraba fuera de la mansión. En las paredes también estaban las antorchas de fuego eterno las cuales se iluminaban o encendían mágicamente de noche, algunas estanterías con libros y algunos artículos como plumas de todos los tañamos y texturas, cepillos, pinceles y alguno que otros objetos que podrían utilizarse para divertirse. Había algunos puff para sentarse, una amplia cama y una mesa para ser utilizada como quisiera la persona que estuviera allí utilizando al habitación. También enrolladas en otra de las estanterías había cuerdas mágicas. -como ve –dijo el vampiro- es una habitación común y corriente donde no sucede gran cosa, antes se utilizaba o cuando estaban mis primas y demás familiares para divertirnos un poco en lo que solíamos llamar sesiones de terapia risueña –bromeo y sonrió ante aquellos recuerdos. Recorrió con la mirada aquella habitación en la que tanto se habían divertido alguna vez mientras seguía parado al lado de Dennis. Observo de reojo a Hanny la cual no había dicho gran cosa después de que el cainita había respondido o había hecho aquel comentario sobre lo que había dicho. Dibujo una mueca mientras tocaba el hombro de Dennis dejando una marca de sangre con forma de un hipogrifo. Sonrió divertido, ahora la rubia había caído bajo el control del vampiro por un rato, solo quedaba darle la orden y todo terminaría pronto. -<<parece que Hanny está aburrida o estresada, así que te ordeno que utilices los artículos que se encuentran en esta habitación para jugar con ella, mátala de risa, hazle cosquillas>> -pensó el vampiro dándole aquella orden a la auror sabiendo que aquel tipo de ordenes se podían dar tanto verbales como telepáticamente. Sin perder un segundo el Ragnarok se movió pasando detrás de Hanny hacia el otro lado de la habitación, también rozándola y tocándola levemente en la espalda dejando así otra marca de sangre con la misma forma de la anterior. -<<pase lo que pase, no puedes huir ni escapar, ademas tampoco te puedes defender ni atacar a nadie>> -le ordeno sabiendo que ahora la otra rubia tendría que obedecer. @@Dennis Delacour @
  6. El vampiro observo a Hannity quien parecía mas aburrida que otra cosa y al parecer lo menos que deseaba la chica era estar allí, seguramente la rubia preferiría estar haciendo alguna otra cosa mejor pero Dennis la había atrapado con todo lo que tenía que ver con su trabajo, por lo que, la chica tenía que esperar a que la Delacour terminara con todo lo que estaba haciendo. Ladeo la cabeza imperceptiblemente al escuchar las palabras de Hannity con respecto a lo que le había sucedido a él hacía muchos años atrás cuando fue atacado por los aurofagos. -Bueno, conmovido no puedo estarlo, no creo que me de tristeza que un grupo de gente ande por allí matando a las personas inocentes o al menos en su defecto hiriéndolas –comento sin más ante lo que la chica había dicho dejado esa parte de la conversación hasta allí- y sobre lo otro que dice, soy sanador, o mejor dicho jefe de sanadores, por lo que no me divierte nada divertirme por ello o viendo como hieren a alguien El Ragnarok siguió escuchando lo que decía Hannity mientras Odín aparecía. Le pidió una cerveza de mantequilla y espero a que ambas invitadas pidieran alguna cosa, aunque una de las rubias decidió no tomar nada, quizás tenía miedo de que el cainita le colocara algo en su bebida. Negó con la cabeza, no recordaba que en Londres hubieran inefables miedosos, aunque precavidos si. Bufo, de todas maneras seria una tontería hacerle algo a la chica estando la auror presente. Luego de aquello, de que el tomara un par de cervezas de mantequilla y Dennis obtuviera su te el Ragnarok esperó que terminara aquel interrogatorio a su elfo, el cual como era de suponer no había revelado gran cosa más la tranquilidad con que se vivía en la mansión y que mayormente se encontraba solo ya que su amo se la pasaba trabajando. Ladeo la cabeza imperceptiblemente cuando la Delacour le hizo aquella extraña pregunta. Guardo silencio solo por un segundo ya que dependiendo de su respuesta todo podría salir bien o mal. -La verdad es que es una mansión muy grande y hay de todo –dijo tranquilamente- tenemos piscinas, jardines, establos, quizás sí, haya uno que otro calabozo o mazmorras –dijo observando a ambas chicas- y de revisar, supongo que puede, aunque no sé si este lo suficientemente limpio, no quiero que se lleve una mala impresión –dijo- normalmente la familia utiliza esos lugares para jugar un poco, les encanta esconderse allí abajo o en toda la mansión así que espero que nos e lleve una sorpresa desagradable –comento- la diversión está a la orden del día aquí y para su seguridad mejor le acompaño, no quiero que vaya a caer en alguna trampa colocada por mis hermanas adoptivas o demás familiares –se levantó para acompañarlas. @ @@Dennis Delacour
  7. El vampiro dibujo una sonrisa cuando escucho las primeras palabras de Dennis, quizás era porque aquella chica era joven y él había vivido mucho tiempo que ya se había acostumbrado a todo aquello, a ms aun, cuando la guerra entre los odefos y los mortios estaban a la orden del día, ahora aquello era mas bien aburrido. Pensó en ¿Qué estaría haciendo Leafa en aquel instante? -quizás he vivido muchas más cosas que usted –dijo en tono tranquilo mientras daba algunos pasos para permitir que la chica entrara a la mansión- no es molestia, puede preguntarles si gusta –dijo observando a la otra chica quien al parecer se llamaba algo así como Hanny- sobre peligros por aquí para mi lo dudo al menos en la mansión –poso sus orbes negros en los de Dennis- hace mucho tiempo fui atacado en mi primer negocio por un grupo de aurofagos o así se hacían llamar, era una mezcla entre aurores, miembros de la orden del fénix y quien sabe que mas, llevaban esa extraña luz en sus caras cuando levantaron la avrita contra mi y otra eprsona que se encontraba alli –levanto una ceja- solo recuerdo ay a este punto que me dejaron casi muerto de tantos hechizos que me impactaron o quizás morí y fui revivido en San Mungo –dejo que la chica entrara- jamás encontraron a los causantes de aquello. El Ragnarok se mantuvo tranquilo a pesar de haber contado aquello anécdota ya que ahora era una auror y una miembro del departamento de misterios quienes estaban pisando su mansión. Sin embargo, lo mejor era actuar de manera tranquila y esperar a saber que sucedería después con todo aquello. -por cierto, un placer señorita Gryffindor Rambaldi –dijo dejando que al rubia también pasara a la casa- es interesante el lugar donde trabaja –dijo a la joven- hace mucho que no voy allí, anteriormente o normalmente iba al área de pociones experimentales, ya que trabajo en San Mungo y siempre estamos estudiando las propiedades de las pócimas para tender a los enfermos y allí tienen buenos ingredientes con los cuales no solemos trabajar o tratar al ser considerados peligrosos. Una vez que ambas chicas entraron les mostró el hall y luego una de aquellas salas de la mansión y les pidió que se sentaran en aquel cómodo sofá para que estuvieran mucho más cómodas mientras durara al estancia de las rubias. -Odín, ¿podrías venir? -preguntó el vampiro y en un segundo aquel elfo domestico apareció junto a él haciéndole una reverencia- ¿desean algo de tomar, un te, jugo de calabaza, alguna cosa? –miro a Dennis y a Hannity. @@Dennis Delacour @
  8. El cainita observo a aquella chica esperando una respuesta a las preguntas que acababa de hacerle. Escuchó aquella presentación por parte de la rubia y observo la insignia de auror que llevaba cuando se la mostro. Muchas imágenes pasaron por la cabeza del hijo de la noche al saber que un auror andaba metiendo su nariz en los terrenos de su mansión, sin embargo, lo mejor era saber e realidad ¿Por qué estaba allí? Y ¿Cómo podía deshacerse de ella?, sin levantar muchas sospechas. -Buen día, soy Hades Ragnarok patriarca de la familia y dueño de esta mansión y sus terrenos –dijo en tono formal- y sobre lo que me acaba de preguntar, déjeme pesar un poco, en realidad me la paso mucho más tiempo en mis oficinas de San Mungo que aquí, por lo que no creo poder ser de mucha ayuda – miro a los ojos de la joven auror- aunque suelo tener mala memoria para algunas cosas creo que recordaría si sucediera algo fuera de lo común por aquí –comento en tono tranquilo- aunque si hablamos de inusual, antes había muchas guerras, cada cierto tiempo habían luchas, se escuchaban gritos y el cielo se iluminaban, ahora todo está demasiado tranquilo para mi gusto –dibujo una mueca- no me mal entienda, yo amo la paz y la tranquilidad pero ya me había acostumbrado a ese ruido. La atención del cainita se poso luego de aquello en una joven rubia que iba caminando por los terrenos del jardín delantero de la casona. Ladeo la cabeza de manera imperceptible, primero había aparecido aquella auror en el lugar, ahora quizás esta había pedido refuerzos o traía a alguna amiga para que al ayudara con el trabajo sucio, ya que recordaba como una serie de aurofagos lo habían atacado sin piedad ni misericordia en Las huellas del monigote, un antiguo negocio que tenía el vampiro. Siguió con la vista a Hannity hasta que llego a la altura donde estaban ellos. -buenas tardes –le respondió a la chica recién llegada- ¿usted también trabaja con la señorita Delacour? –Le pregunto a Hannity para luego mirar a la otra joven- ese es su apellido ¿cierto? Recorrió con la mirada los terrenos como esperando que algún otro auror apareciera en el sitio pero no llegó ninguno mas, cosa buena porque ya con 2 tenía suficiente y no sabía hasta que punto podía llegar sin hacer que aquello pareciera un accidente. -si gustan pasar podemos hablar mas cómodamente en la sala –les invito el Ragnarok- ahora si tienen optar cosa más que hacer no las detengo @@Dennis Delacour @
  9. Bajaba las escaleras de aquel vestíbulo cuando escucho que llamaban a la puerta. Dibujo una mueca, esperaba que no fueran vendedores ni nada por el estilo o peor aún, alguien queriéndose meter en sus asuntos. Bufo por lo bajo ya que al parecer cada vez que llegaba a casa para revisar que todo estuviera en orden y que Odín, su elfo domestico estaba haciendo su trabajo sucedía alguna cosa extraña, sin embargo, debía mantener con aquella mascara de pureza y virtud que solía usar para con todos y así mantenerse como el ser respetable que era. Observo al elfo acercarse corriendo hasta la entrada y abrir el pórtico mientras terminaba de recorrer los escalones para llegar a visualizar a quien fuera que se encontrara allí. Se encontró mirando a una chica de cabello platinado con ropa informal parada allí. Entrecerró los ojos y lentamente se acerco esperando que cualquier cosa pudiera suceder, claro estaba, tenía la varita en un lugar seguro y debía mantener una cara tranquila y no amenazante, al menos hasta saber cuáles eran las intenciones de aquella joven. -buen día, ¿en qué puedo ayudarla? –pregunto colocándose frente a ella mientras le pedía al elfo domestico que se retirara a las cocinas y esperara alguna orden de ser necesario- ¿se ha perdido y necesita algún tipo de ayuda o dirección o está vendiendo alguna cosa? –pregunto de manera informal y tranquila. @@Dennis Delacour @
  10. El vampiro observo a aquella chica (Elise) desde la ventana. La vio acercarse y la estudio con la mirada. Entrecerró los ojos. Nadie osaba pisar los terrenos de la mansión Ragnaventus a menos que quisiera morir lenta y dolorosamente o fuera amigo de la familia. Ladeo la cabeza imperceptiblemente mientras sentía como la ponzoña, su propio veneno se acumulaba en la boca. Dejo que se acercara mientras mantenía la varita entre sus níveos dedos. Bajo lentamente las escaleras esperando el momento de actuar o quizás dándole tiempo a la joven para que huyera por su vida. Con suerte se arrepentiría y desaparecería de allí. Aunque él, tenía ganas de jugar y su varita tenía sed de sangre. Sin embargo, escucho como llamaban a la puerta. Dibujo una mueca malvada mientras un brillo amenazante apareció en sus orbes negros como el abismo. Le hizo señas a Odín para que no abriera la puerta, esta vez sería él quien hiciera aquello. Suspiro y toco el pomo de la misma para luego dibujar una sonrisa. Ya se había colocado su máscara. -buenas tardes –dijo el vampiro sonriendo- ¿en qué puedo ayudarte? –preguntó sin más esperando el momento de atacar o al menos de saber ¿Quién era aquella chica y que deseaba? @@Elise Lesney ************* La mansion se encontraba tranquila, habai apsado mucho tiempo desde que alguien, hasta el mismisimo Ragnarok habai estado alli, como siempre y ultimamnente se la apsaba mas en su oficina de san mungo que en otro sitio, auqnue su elfo domestico Odin amntenia todo a punto como debai ser en caso de que alguna visita indeseable o no lelgara o fueran iterrumnpidos por los speudo defensores del bien. @@Dennis Delacour @
  11. El vampiro apareció en la puerta una vez que escucho que alguien la tocaba. Dibujo una mueca. Solo podía ser una persona, alguien a quien estaba esperando, su misión era escoltarla al lugar donde se encontraban las demás jóvenes chicas que habían tomado prestadas por unas horas las instalaciones de aquella mansión, su querida ansión. Al menos esperaba que fuera Alessandra y no algún vendedor o persona inoportuna. Se acerco a la puerta y espero unos segundos simplemente para molestar a al Delacour. -Pero que tenemos aquí –comento el Ragnarok- que te tare por esta mansión ahijada’, si no es así no te veo nunca fuera del trabajo –le recrimino el vampiro a la chica en tono serio y dramático para después sonreírle- oye, a mi no me veas, yo solo soy un simple e inocente instrumento de lo que sea que las fuerzas superiores femeninas están tramando –dijo simplemente observando la cara de Alessandra que no entendía ni una palabra de lo que él le estaba diciendo y ni siquiera sabía a que él se refería- así que calladita y cooperando –bromeo el vampiro- no te pongas difícil eh? –dijo acercándose a la chica mientras sacaba un pañuelo negro y tapaba sus ojos. El Ragnarok se coloco detrás de la chica una vez que le había tapado los ojos. Sabía que la Delacour no se lo pondría muy fácil aunque confiaba en él pero aun así aquella vez decidió confiar en que nada “malo” le sucedería. Unos segundos después, una vez que el Ragnarok estuvo seguro que la chica no observaban nada se encamino con ella a través de la mansión, pasando por algunos pasillos, obligándola a subir o bajar escaleras, tomando atajos o metiéndose por lugares en los cuales Alessandra jamás había estado, simplemente para desorientarla y que ni siquiera sospechara a donde iba a parar todo aquello. Aunque el hijo de la noche no recordaba si ella había estado alguna vez en la piscina de la mansión. Sin más observo a Lady y a las demás invitadas de aquella despedida de solteras. Dejo a Alessandra allí parada y solamente le susurro algo al oído… -Pórtate bien y no te metas en problemas –susurró aquellas palabras que él solía decirle a cada momento. No se quedo a ver que sucedía después de aquello, era una fiesta de chicas y él no debería estar allí. Seguramente y eso era lo que esperaba Alessandra se divertiría junto a sus amigas y familiares de aquella velada. @ @
  12. El vampiro se mantuvo atento a aquella chica que se encontraba dormida en aquella habitación. Todo el tiempo que había trabajado en San Mungo le habían dado la paciencia suficiente como para las largas vigilias, sin contar claro estaba, que era un vampiro. Observaba por la ventana mientras daba tiempo de que la chica reaccionara. Pudo sentir como esta poco a poco se fue removiendo y reaccionando lo que hizo que se volteara para verla fijamente y que así ella respondiera algunas preguntas. Sin inmutarse escucho aquellas preguntas y entrecerró los ojos para luego guardar silencio unos segundos más. -La verdad es lo que me gustaría saber, ¿Quién es usted?, y ¿Por qué estaba en los jardines de mi mansión herida y desangrandose? –la observo a los ojos- Mi nombre es Hades Ragnarok y me parece recordar que usted es aprendiz de sanadora en San Mungo o me pareció verla merodeando por allí –comentó en tono serio- si Bodrik o alguien deseaba enviarme un mensaje pudieron haberlo hecho de la manera habitual, no era necesario que se molestará en venir hasta aquí El Ragnarok se acerco un poco más cuidando cada uno de sus movimientos ya que aquella chica a pesar de todo era extraña y había estado invadiendo su propiedad, quizás era un mimbro de la orden del fénix que estaba por allí husmeando o metiéndose en asuntos que no eran de su incumbencia, sin embargo, prefirió esperar y ver qué era lo que la chica el respondía. -Parece que se encuentra mejor de sus heridas pero va a tener que dejarme revisarla nuevamente –dijo aun en tono serio- pero es importante que me diga ¿cómo se siente? 1 @@Jany Mandarina
  13. El vampiro estaba leyendo en aquella enorme biblioteca, se había tomado unos días aprovechando que Anna ya no era la directora y Bodrik solía dejarlo en paz a sus anchas. Revisaba aquel libro bastante extenso cuando escucho sonar aquella alarma mágica. Inmediatamente se levanto y preparo la varita, claro estaba, allí no podía usar su máscara blanca con dibujos negros que el caracterizaba y aunque los odefos y sangre sucias lo habían dejado en paz, no podía bajar la guardia. Rápidamente salió a los jardines delanteros, no sin antes darle la orden a Odín de que él y los demás desaparecieran de aquella mansión solo por si las dudas, de igual forma si él lo necesitaba lo llamaría. Se movió rápido entre las sombras para notar un bulto oscuro en el suelo. Siguió adelante hasta que la vio, una figura pelirroja que parecía estar herida. Bufo por lo bajo. -<<vaya lugar para venir a desmayarse>> -pensó para si mismo, aunque podía oler la sangre que emanaba de la chica. No perdió tiempo y comenzó a revisarla. Observo su faz, la reconoció, j la había visto en San Mungo, era una aprendiz, claro estaba, tanto ella como él no habían tenido contacto, al menos que el recordara, aunque con su memoria (XD). Sin embargo, el vampiro comenzó a curar las heridas de la chica. Movió los dedos y saco algunas pociones que solía llevar a mano, limpio y curo las heridas para luego cerrarlas con magia usando el episkey, por ultimo le hizo tragar poción restablecedora de sangre ya que no sabía cuánto había perdido la chica mandarina y aun mas, ¿Qué era lo que el había pasado?. -Lo mejor es que te lleve a la mansión, allí estarás mejor y podre saber que ha sucedido o si necesitas algo mas –murmuro el vampiro llevando a la chica en brazos hasta la mansión donde llamo a Odín y le pidió que preparara una de aquellas habitaciones para que la chica pudiera descansar. @@Jany Mandarina 6
  14. El vampiro apareció en el hall de la mansión. Había pasado mucho tiempo alejado de la misma por cuestiones de trabajo, había tenido que viajar a causa de investigaciones y recolección de ingredientes para San Mungo. Una vez que llego Odín, su elfo domestico personal acudió a su llamado e hizo una reverencia ante su amo. Después de interrogarlo por todo lo que había pasado en su ausencia y por el paradero de Emilia Malraux leyó aquella invitación que habían dejado para él, lastimosamente no había estado para la fecha, aun así dudaba que hubiera asistido ya que odiaba al ministerio, claro estaba, aquella invitación era de parte de su amiga la Delacour por lo que seguramente ya escucharía algún drama por no haber aparecido. Suspiro y se sentó en el sofá. Busco en su memoria lo último que había sucedido antes de desaparecer de allí. Recordaba que se encontraba teniendo una cena "romántica" con Emilia en el jardín y terminaron observando las estrellas juntos. Sonrió, aquel había sido el momento más agradable que había tenido en mucho tiempo y quizás debería repetirlo, tal vez debería darle una sorpresa a la pelirroja cuando ella volviera a casa si es que no estaba en su habitación. Recorrió con la vista el sitio y lo vio igual, lo que significaba que la Malraux aun no había hecho de las suyas ni había cumplido su amenaza de darle más color y diversión al sitio, aunque sospechaba que en algún momento lo haría, ya que su amiga lo habia amenazado con ello. Despues de aquello el Ragnarok subio las escaleras de la mansion y comenzoa reviar las habitaciones, para encontrar una en especial, hacia mucho que no habia pasado por aquel pasillo y observo en la puerta de aquella habitacion, nego con al cabeza y dibujo una mueca, la advertencia estaba clara, absolutamente nadie podria cruzar el umbral de aquella puerta a menos que quiseiera uan muerte lenta y dolorosa. -Claro, como si eso me diera miedo hermanita -dijo el vampiro divertido ante la peurta de la habitacion de la pelirrosa malgeniuda que era su hermana @@Mery Gaunt Karkarov. Aun asi abrio al peurta y con habilidad va,pirica se aparto por si fuera atacado por la chica (si es que estaba en casa) o simplemente alguna defensa, maleficio o trampa hubiera sido colocada alli para evitar que curiosos metieran las narices en lo que no debian. -Bueno, creo que no esta por aqui -dijo divertido pensando si seria seguro pasar ya que de alguna u otra forma era el unico que podia molestar, hacerle maldades y consentir a Mery sin sufrir las consecuencias. Rio, era la unica persona que podria hacer loq ue fuera contar aquella chica, bueno o malo y salir vivo para contarlo.
  15. El vampiro mantuvo a la pelirroja pegada a su cuerpo, como si aquel elemento que le regia el fuego pudiera calentarla, aunque su piel vampírica seria fría, aun así a la chica no parecía molestare aquello. Dibujo una mueca al sentir como la temperatura de la Malraux subía con cada roce del vampiro, con aquellos mimos que simple y tiernamente le estaba dando, al menos, sabía que era lo que al chica deseaba en un primer momento, que él fuera un poco más abierto o que la tratara dulcemente y él a pesar de todo los eco que era por cada una de aquellas heridas que tenia y que él mismo había cometido lo estaba intentando. -definitivamente creo que alguien está jugando con fuego –dijo el Ragnarok ante los movimientos y el roce de la chica- deberías huir o terminaras quemada –dijo bromeando mientras ahora recorría tranquilamente el abdomen de la chica para luego volver a sus costillas- como sigas así terminare atándote y comiéndote –dijo el cainita en tono juguetón mientras le daba un beso a la chica. La Malraux sabia muy bien que el cainita era peligroso, ella sabía lo que podía llegar a ser y lo que podría llegar a hacerle, aun así ella había decidido quedarse, él le había contado alguna u otra cosa referente a su pasado, pero había decidido seguir siendo reservado con todo aquello que tenía en su mente, prefería la seguridad y privacidad de sus propios pensamientos a tener que exponer todo aquello que llevaba por dentro y en el fondo. -Bueno, por mi no hay problemas si quieres quedarte aquí, no quiero que te enfermes o et de algo –dijo sonriéndole- aunque no te negare que me gustaría jugar al doctor –bromeo simplemente para ver la cara y al reacción de Emilia. @@Emilia Malraux
  16. El vampiro escucho las palabras de la Malraux mientras esta se acomodaba junto a él. Los orbes negros como el abismo del vampiro observaron la faz de Emilia para luego perderse en el firmamento. Aquella paz le agradaba, aunque su mente, y su alma trajeran muchas veces los tormentos y heridas que había causado a quienes se habían acercado a él. Negó con la cabeza, había perdido demasiado ya, lo mejor era no pensar en eso. Dejo que pasara el tiempo mientras observaba a la pelirroja son decir ninguna palabra, solos e ocupada de pasar sus níveos dedos por el cabello de la chica o rozando su mejilla y cuello. Simplemente permitía que ella fuera feliz con aquellos mimos que le estaba haciendo mientras claro estaba ella lo quisiera y se comportara como al chica buena que era, sin tantas discusiones o dramas. Sonrió al ver como a la final ella se rendía y comía una a una aquellas uvas. -No solo puedes alimentarte de uvas, pero vale, por el momento aceptare eso –dijo en tono divertido para luego escuchar aquellas palabras, aquella petición dolorosa también llena de dulzura y amor, porque si, había captado los tonos en que Emilia las había hecho- eso no lo puedo prometer, me conoces, sabes que suelo meterme en muchos problemas, pero en sí, no tengo planeado irme en un tiempo a menos que en verdad surja algo que lo amerite y se me necesite –beso la cabeza de la chica- conoces como es todo en San Mungo, sin mi tanto el hospital como el ministerio se caerían a pedazos –bromeo- pero igual supongo que sin mi hallaras en que distraerte, seguro que cuando regrese la casa estará más que transformada –bromeo. El vampiro la acuno en sus brazos mientras seguía allí con ella, sabía que el día estaba transcurriendo, a pesar de que todo aquello había empezado en la mañana pronto llegaría la tarde, y con él, el crepúsculo, para seguirle la noche. Ladeó la cabeza pensando si debía pedirle de una vez a Odín que le trajera una manta para así estar preparados, ya que algo le decía que la chica no se querría mover de allí a menos que él la cargara para llevarla a otro lado o hasta el día siguiente. -esta será una velada interesante –dijo recorriendo las costillas de la chica suavemente- supongo que debería darte tiempo de escapar –bromeo aprontándola más hacia su cuerpo- no, no me alejare de ti, al menos no por ahora –correspondió el beso- así que… ¿qué otras cosas has estado planeando? –pregunto. -y yo a ti –dijo sonriéndole. @@Emilia Malraux
  17. El cainita se había quedado en shock al escuchar aquellas palabras de la Malraux, decir que en su faz se podía distinguir la sorpresa y el desconcierto era poco. ¿Así que ahora eran novios?, aquello le estaba dando un giro interesante a la relación de ambos. Sonrió divertido mirando los ojos de la pelirroja quien se había salido ya sin el saberlo con la suya. Suspiro, mientras tomaba a la chica y la traía un poco a su cuerpo. Al escuchar que esta le pedía que cerrara los ojos la miro extrañado, sospechaba que Emilia estaba tramando alguna cosa más pero por el momento no había logrado descubrir que otra cosa tenía en mente la demonio. Pudo oler la sangre mientras mantenía los ojos cerrados, sus instintos y sus sentidos estaban agudizados, más de lo normal ya que no estaba contando en aquel momento con el sentido de la vista. A lo lejos, muy en el fondo pudo sentir la sed, pero ya estaba tan acostumbrado a ello que no le prestó gran importancia, al menos, estaba seguro de poder controlarse si se diera el caso, claro estaba, sospechaba que a Emilia no le importaría si él la mordía y al convertía en una demonio vampiro. Dibujo una mueca, en verdad la pelirroja estaba jugando con fuego y se podía quedar, ser la reencarnación de aquella diosa celta de seguro le estaba brindando alguna jugada maestra. Pudo sentir el sabor de la sangre de la chica en sus labios para luego escuchar un susurro místico salido de quien sabía dónde, uno que le traía una historia no contada, una historia secreta tan antigua como ella misma. Amaba la historia, el conocimiento, la mitología, por ello se quedo quieto escuchando aquel susurro, quizás con miedo de que si se movía no podía terminar de escuchar la historia completa. No paso mucho hasta que aquello termino, tal como había iniciado. Interesante –susurro para escuchar las palabras de Emilia- si, tienes razón, necesito que me mimen y me consientan –bromeo divertido dándole un beso y coloxcando cara de inocencia- pero debo recordar que tú eres una demonio traviesa y deberías estar comiendo, así que ¿Qué te provoca? –pregunto sacando alguna de las cosas que ella había llevado de la cocina. La chica no respondió, lo que sucedió después era algo que tomo por sorpresa al vampiro y aun así se dejo llevar devolviéndole el beso a la chica. También te extrañe, extrañe todo esto, lo sabes –dijo sonriendo
  18. El vampiro estaba a punto de continuar su camino junto a la Malraux cuando fue interrumpido. Odín, su elfo domestico personal llegaba corriendo para avisarle que alguien estaba en la puerta y era del ministerio de magia. El cainita entrecerró los ojos, odiaba al ministerio eso lo sabían prácticamente todos lo que le conocían, sin embargo, aquello era el colmo, que le fueran a molestar cuando estaba en su casa. Así que soltó la mano de Emilia y le hizo señas para que aguardara mientras él sacaba la varita de entre su túnica y jugueteaba con ella entre sus níveos dedos de manera amenazadora. Cuando llego a la puerta recibió a aquella mujer, sin embargo, aquella visita no era para meter sus narices en la mansión del vampiro ni para andar con averiguaciones extrañas, simplemente era un aviso sobre la campaña que estaban haciendo. Ladeo la cabeza y no pudo más que dibujar una sonrisa. -<<la mascara ante todo>> -pensó el vampiro para si mismo- <<debes comportarte como se espera de una persona respetable Ragnarok>> Observo a la chica a los ojos mientras pensaba las palabras correctas y necesarias para saldar aquella visita de una manera que le beneficiaria a ambos o que al menos diera a entender que “todo” estaba bien. -Bueno, la verdad es que no recuerdo que tengamos plagas pero estaré pendiente de ello para informárselos si es preciso –dijo haciendo una ligera reverencia- y con respecto a las criaturas creo que están en orden, no he adquirido ninguna últimamente pero de ser así acudiré a la oficina a realizar el correspondiente registro. Sin más después de aquello se despidió de la chica y camino hasta donde se encontraba la Malraux quien de seguro estaría molesta por la interrupción a sus planes. **************** Observo los ojos de la pelirroja y sonrió, sabía que en la mente de aquella chica se estaba fraguando algún plan, ella ya le había advertido que tenía algo planeado y que deseaba que él la acompañara, ahora debía seguirle el juego para descubrir de qué se trataba todo aquello. Rio de manera divertida ante las primeras palabras de ella en respuesta al comentario que él había hecho, sin embargo, la conocía lo suficientemente bien como para saber que aquellas palabras tenían muchos sentidos de interpretación. -Oh si, te portas muy bien, quizás mejor que yo ¿no? –pregunto el Ragnarok observando a la chica después de que ella le hiciera aquel comentario con una voz demasiado angelical y dulce, una que obviamente no le creía, aun así aquello le divertía y seguía jugando aquel juego. Siguió a la chica con la vista todo el tiempo que estuvo revoloteando por la cocina escogiendo comidas y bebidas. Arqueo una ceja, ¿era aquello lo que ella tramaba?, ¿ese era el gran misterio, una comida en algún lugar de la mansión?, sin embargo, cuando ella menciono lo del postre el vampiro no pudo ms que dibujar una sonrisa malévola. -¿Así que postre? –pregunto divertido observando los ojos de la mujer- interesante, supongo que no te gustaría adelantarme cual es el postre ¿cierto? –pregunto en tono juguetón mientras pasaba la lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos y veía como ella se acercaba para colocar la cesta en sus níveas manos. Negó con la cabeza y puso los ojos en blanco, sospechaba que aquello no se detendría hasta que la demonio lograra lo que deseaba. No había más que continuar con el juego de la Malraux y la siguió mientras alaba de él hacia los jardines. Una vez que llegaron al lugar que Emilia deseaba, el Ragnarok se entretuvo observando como la chica disfrutaba del sol, aquello era extraño y divertido. Al escuchar las palabras de esta no pudo más que reír ante aquel comentario. -Eso es un mito, lo sabes ¿verdad? –Pregunto el vampiro- bueno, la verdad es que no es del todo cierto –comento- hay vampiros que soportamos y estamos bien a la luz del sol, pero hay otros que solo pueden estar o disfrutar de la noche –dijo divertido- pero como vez, en mi no hay ningún problema, además aun no tengo planeado morir –comento recibiendo aquel beso en la mejilla- hierba mala nunca muere –bromeo recordando la vez que había muerto en Grecia y todas las veces que había muerto en batalla allí en Londres- y obviamente quiero recibir mi sorpresa, no te creas que ahora te vas a deshacer de ello tan fácilmente –sonrió divertido mostrando los filosos colmillos. El Ragnarok continúo el camino sin decir nada mas hasta llegar al sitio donde se daría aquel evento, tanto el picnic como recibir su sorpresa. Al llegar entrecerró los ojos, observo el sitio del picnic, un sitio agradable, se notaba que tanto Athos como Odín habían cumplido con las exigencias de la Malraux., lo extraño era que Odín solo le obedecía a él o a muy pocas personas. Negó con la cabeza, la chica se había ganado al elfo. Suspiró y se dejo caer en aquella manta bajo el frondoso árbol para luego ver aquel saco morado. Aquello le extraño, si bien parecía algo inofensivo irradiaba poder. Miro a los ojos de la pelirroja, ¿ahora en que problema se había metido la chica? Movió la mano como si aquello que estuviera dentro fuera algo realmente peligroso o explosivo, mientras más se acercaban sus dedos a aquel contenido por un segundo sintió nervios. Las palabras de la Malraux retumbaron en su cerebro mientras sacaba una a una aquellas antiguas runas. Se quedó mirando aquel regalo mudo. Las palabras no existían en aquel momento mientras con sus dedos rozaba cada uno de aquellos grabados, los reconoció al instante. A su mente vinieron algunas imágenes, imágenes de runas que sabía que podían darle poder y permitirle alcanzar grandes cosas. -¿de dónde sacaste esto? –Pregunto sorprendido- estas runas son muy antiguas, quizás hasta podrían ser las originales, las primeras que existieron o de las que se usaban para hablar con los mismísimos dioses en los templos –abrazo a la chica por aquel regalo, cosa que seguramente le extrañaría a la joven- muchas gracias, son magníficas –susurro en el oído de la chica para después separarse de ella, guardar las runas y hacerlas desaparecer con un movimiento de varita para ser guardadas en un lugar seguro- esta sí que es una sorpresa rojita –beso la mejilla de la chica y sonrió. @@Emilia Malraux
  19. El Ragnarok estudiaba y observaba a la Malraux atentamente, jamás sabia con que iba a salir la chica por lo que debía estar preparado ante cualquier cosa, ya no le extrañaba las ideas locas que pudieran fraguarse en la mente de la joven demonio, igual el la dejaba salirse muchas veces con la suya simplemente para tener algo divertido que hacer. -Deberías tenerme miedo, deberías salir corriendo despavorida, mira que después cuando te atrape no te dejare escapar –dijo en tono divertido ante las primeras palabras que ella había mencionado- bueno, yo también te extrañe un poquito quizás mas chiquito o mas grande –bromeo simplemente para ver su reacción- pero eso no te lo revelare Después de aquello Emilia se acerco mucho a el, quizás si la chica se estaba jugando la vida al hacer eso, ¿no sabia acaso que el vampiro podría perder el control y morderla?, claro estaba, él había practicado el autocontrol por muchos años ya, pero jamás se sabia. Suspiro y se acerco mas a la chica tanto que casi rozaba los labios de ella, ambos podían jugar aquel juego. -Deja de tentar al destino –susurro y se retiro divertido- el fuego te puede quemar Observo los ojos de la pelirroja simplemente para escuchar aquellas palabras que le estaba diciendo. Hizo como que pensaba, solo para molestarla un poquito, quizás ella no tenia tanta paciencia como él o eso lo estaría probando mientras ella siguiera por allí o lo quisiera mantener cerca. Rio ante las palabras de ella y negó con la cabeza para luego poner los ojos en blanco. -¿Yo derretirme?, ni que fuera de azúcar o de cazabe –dijo divertido rindiéndose de una vez por todas- vale, vamos a ver esa sorpresa, tengo curiosidad, ya sabes que también soy metiche y cotilla –dijo burlándose de si mismo- y gracias por lo de temible vampiro del inframundo, aunque debería ser, señor amo todo poderoso vampiro del inframundo –le saco la lengua ante la broma- pero como sigas así harás que me sonroje –cosa que era imposible por decirlo de una manera gracias a su condición vampírica. Observo aquella escena dramática digna de una actriz y negó con la cabeza, el odiaba el drama y ella lo sabia, aquello lo hacia a propósito, no había dudas de tal cosa, aun así le seguía el juego o se lo seguiría, quizás la haría sufrir mas, pero de una u otra forma el se la des cobraría y ella lo sabia perfectamente. No hizo mas que sonreír cuando escucho lo ultimo que ella le había dicho y lo obligaba a levantarse. ¿Pondría resistencia y no permitiría que lo arrastrara o simplemente dejaría que ella hiciera aquello?, se encogió de hombros, la chica definitivamente estaba jugando un juego demasiado peligroso donde podría salir perdiendo. -Compórtate como niña buena –dijo susurrándole al oído- o tendré que castigarte –bromeo y siguió a la chica rumbo a algún lugar del jardín donde se suponía que estaba su sorpresa.
  20. El Ragnarok observo atentamente a la Malraux a los ojos intentando descifrar que había en sus pensamientos, claro estaba, seria de mala educación utilizar la legilimens con la chica, por lo que guardo silencio esperando que alguno de los 2, en este caso ella volviera a romper el largo silencio. ¿Dónde se había metido Emilia en todo aquel tiempo?, solo ella lo sabia, y dudaba que hubiera sido en la mansión ya que conociéndola de haber estado sola allí hubiera pintado todo de colores chillones o quien sabe que cambios hubiera hecho. Suspiro y guardo silencio. -Oh si eso es muy peligroso y tu deberías saberlo –dijo divertido mostrando una sonrisa malévola- no es bueno jugar con fuego y tentar al destino y a las grandes, poderosas y letales criaturas –dijo aun mas divertido observando el rostro de la pelirroja- mas cuando conocen algunos de tus… secretos El cainita espero pacientemente a que la chica dijera algo, al menos parecía que había captado su completa atención y que ella se había perdido en su propia mente por algunos segundos, los cuales el vampiro uso para llamar a Odín y que le trajera una bebida, de todos modos aquella velada quizás estaba pronta a terminarse ya que de un momento a otro debía volver a San Mungo para terminar las cosas que tenia pendiente en su ala, además de toda la crisis que se estaba presentando. Sin embargo, aquel movimiento de Emilia llamo su atención y sintió el roce de la demonio en su mejilla -Oh si lo se –dijo aun en broma- se que sin mi te aburrirías a montones –comento divertido- pero sabes perfectamente que se como sacarte una buena risa así que no te preocupes, quizás me tome unas vacaciones de San Mungo –dijo sabiendo que eso era imposible- y me quede aquí unos cuantos días para hacerte compañía –la observo a los ojos sospechando que esa idea podría emocionarla- la verdad es que también te he extrañado rojita, ahora me dirás ¿Dónde has estado metida todo este tiempo? –pregunto esperando una buena respuesta de la chica para luego escuchar aquella petición. Pensó un poco, más que nada en las consecuencias de lo que podría suceder si en verdad le concedía ese deseo a Emilia. Aquello era tentador obviamente, pero también tenia responsabilidades importantes en su lugar de trabajo, unas que no podía dejar pasar por alto. -¿Y que gano yo si te concedo lo que quieres? –pregunto sin mas para luego realizar otra pregunta aun mas extraña o sabiendo como era la Malraux quizás no tanto- ¿Qué andas tramando? @@Emilia Malraux
  21. El Ragnarok se mantenía revisando aquellas antiguas publicaciones buscando al respuesta a todas a aquellas piezas faltantes en San Mungo, el mundo estaba de cabeza, él era de los pocos que podría arreglar la situación y no encontraba la forma de hacerlo. Maldijo por lo bajo ante aquello, cada vez los casos eran más difíciles o simplemente los creadores de aquellas cosas eran más inteligentes (aunque pensaba que eran unos tontos con suerte). Suspiro y negó con la cabeza y tal era su concentración que no sintió unos ligeros pasos que se acercaban a donde se encontraba. Rápidamente poso los ojos en aquella pelirroja que había salido de quien sabe dónde ya que pensaba que Emilia no estaba en casa ¿sería que se le había escapado alguna cosa o era que ya no recordaba el aroma de la chica? Dibujo una mueca y se encogió de hombros. La siguió con la mirada, quería saber que planeaba la chica. Una vez que abrió la ventana el vampiro dibujo una mueca. -Wakala, luz –dijo en tono de broma mientras hacia una mueca divertida y observaba los ojos de la chica. Se había acostumbrado a que tanto ella, como su hermana menor Mery como Jessie hicieran lo que les daba la gana en la mansión aprovechándose que el no solía estar allí. -Buenos días rojita –dijo el Ragnarok mientras esta comía la manzana- veo que estas muy cómoda –bromeo- ¿estas intentando tentar a la suerte o a las criaturas peligrosas que se encuentren cerca de ti? –Dijo más divertido aun para luego suspirar- y sí que hace un buen día para salir o tirarse en la grama a ver el cielo –sonrió- sin embargo, las cosas en San Mungo están fuera de control y se supone que debería regresar pronto. Se movió hasta donde estaba la chica y observo el paisaje. -¿o es que tienes alguna cosa que hacer o un plan mejor? –dijo en broma sabiendo que cualquier cosa se le podría ocurrir a la Malraux
  22. El Ragnarok se encontraba en su habitación. Había ido allí para revisar algunas cosas pero luego, tendría que bajar a la biblioteca para revisar alguno de aquellos libros, los cuales le pertenecían. Las cosas en San Mungo, estaban fuera de control, una serie de ataques extraños, virus mutagenos y venenos que habían salido quien sabe de donde estaban a la orden del día, el colmo era, que sencillamente él debía encontraría respuesta a todo aquello, sin embargo, cada vez era mucho más difícil y la muerte rondaba a cada uno de aquellos pacientes afectados. Suspiro mientras bajaba la escalera, tras de él Odín su elfo iba acompañándolo mientras recibía instrucciones del cainita. Ni Emilia, ni jessie, ni su hermana menor Mery estaban por allí y el vampiro e preguntaba ¿dónde demonio se habían metido esas chicas?, esperando que no tuvieran problemas, aunque de ser así él lo sabría, aunque y ya escuchaba o más bien imaginaba el berrinche de Mery si el intentaba ayudarla o protegerla. Entrecerró los ojos y negó con la cabeza chasqueando con la lengua.
  23. El vampiro observaba a aquella mujer mientras esperaba que el respondiera la pregunta. Poso sus orbes negros en ella por si tenía que usar la legilimens y así descubrir alguno de sus secretos, también podrá usar el veritaserum pero en ambos casos seria después de que la chica cometiera un error o simplemente se aburriera de jugar con ella. Mantenía la varita en sus níveos dedos jugueteando con ella en el aire mientras seguía apoyado en la pared. Supuso que la mujer había captado el peligro de todo aquello ya que unos segundos después de que él realizara aquellas preguntas la chica respondió a ellas. Sabía quién era, por lo que no se extrañó de escuchar su nombre y aquellas palabras que se referían a su hermana menor. Suspiro ante aquello y negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua. Guardo silencio pensando en lo que diaria a continuación, al menos la chica había sido sincera, él sin embargo, quizás debería hacerle sufrir un poco la osadía de haberse fijado en su más hermosa y consentida hermanita. El, la cuidaba demasiado, la consentía y la mimaba, la mataba de risa y soportaba su estado borde que era el 99% de las veces que la veía, solo que con él todo era más relajado y tranquilo, sabia como levar a su hermana y cómo hacer que se sintiera bien y cómoda. El vampiro era el único que podía abrazarla y comérsela a besos y que podría salir vivo de aquello. XD -Hades Ragnarok y Mery es mi hermana menor –contesto ante aquellas preguntas. Fue sincero, no iba a mentirle al menos en aquello, ella debía saber porque había sido atrapada para ser interrogada de sus intenciones, lo que sucediera después se vería luego, por el momento el cainita no tenía planeado nada más. Escucho la explosión. ¿Quién no la escucharía?, de haber sido otra persona que lanzara aquel, hechizo ni se hubiera sentido, pero no, Mery tenía unas formas y unas maneras que era obvio que su hermana había llegado a casa y deseaba matarle. Rio mientras pasaba la lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos, ya se veía tratando e calmar a la chica, seguro se había enterado del secuestro de su “novia” y por eso lo andaba buscando. Observo la chica y escucho lo que esta había dicho quizás con tono un poco burlón al saber que aquella ayuda podría llegarle en cualquier momento. -Sí, acaba de llegar un pequeño terremoto –rio- si fuera otra persona te aseguro que ni siquiera me hubiera enterado a menos que mi elfo me lo informara, pero mi hermanita es… especial –dijo sin más pensando en lo siguiente que podría hacer. No había más remedio, conocía el carácter de su Mery así que sin más movió la varita para que la chica se librara de aquellas ataduras en las cuales se había encontrado. Luego de aquello movió la varita y transformo aquella cama en una hermosa mesa de café e hizo aparecer 4 sillas. Chasqueo los dedos para que Odín su elfo apareciera y trajera las pastas secas, cerveza de mantequilla y pasteles para “comer” y que aquello pareciera más una visita que otra cosa. -Por favor siéntate frente a mí –comento el Ragnarok- supongo que es el momento de hablar de ¿Qué planes tienes con respecto a mi hermana? y la advertencia de hacerte sufrir lenta y dolorosamente si el haces alguna cosa –rio mostrando los colmillos de manera amenazadora además de su varita. El Ragnarok observo como al mujer hacia lo que él había pedido y asintió sin para tomar un trago de aquella bebida. La observo a los ojos y movió la varita haciendo que algunas plumas volaran hasta él. Sin perder un segundo hizo otro movimiento con la varita y estas comenzaron a hacerle cosquillas a la Ravenclaw. -Lo siento pero debes pasar algunas pruebas familiares para yo poder pensar en si aceptar o no que estés con mi hermana –dijo divertido observando a la mujer sin saber ¿Cuánto tiempo tardaría Mery en llegar a donde ellos estaban? ************** El vampiro había dejado a Akiza en aquella situación sufriendo por aquellas plumas que había hechizado para “jugar con ella” mientras subía para encontrarse con Mery antes de que tuviera que reparar todo lo que se encontraba en la mansión. La observo a lo lejos y sin perder tiempo se movió tan rápido que la atrapo, la cargo, la despeino y le dio un gran beso en la mejilla. -No es necesario que derrumbes la mansión para llamar mi atención hermanita –dijo divertido- que milagro que vengas de visita, espero sea para quedarte un tiempo conmigo, sabes lo mucho que te extraño –dijo observando los ojos de Mery quien como siempre o de buenas a primera lo veía con cara de querer asesinarlo pro despeinarla y por muchas cosas más. @@Mery Gaunt Karkarov @@Akiza Ravenclaw H.
  24. El Ragnarok sabía que de un momento a otro la chica despertaría y todo aquello comenzaría, al menos su hermana no sabía lo que estaba sucediendo allí, más bien por eso era que la había llevado a aquel sitio porque Mery tenia demasiado tiempo sin pisar los terrenos de la Ragnaventus y dudaba que se le ocurriera hacerlo pronto, claro estaba, con su pequeña y consentida hermana menor jamás se sabía. -¿Son muchas preguntas para el poco tiempo que nos conocemos no te parece? -comento el vampiro en tono serio al ver como la mujer reaccionaba y comenzaba a preocuparse por su suerte- más bien deberías decirme ¿Quién eres tú?, y ¿Qué pretendes con Mery Gaunt Karkarov? –pregunto sin mas El cainita se quedó allí parado observándola mientras mantenía los brazos cruzados y estaba recostado en la pared del lugar, al menos Akiza no tenía la varita y estaba bien resguardada por lo que no podría intentar hacer nada, simplemente sufrir las consecuencias si ella no era lo suficientemente convincente. -te advierto que cuides tus palabras –dijo divertido- y respondas con la verdad a todo lo que te pregunte, tengo muchos métodos, divertidos y dolorosos para obtener lo que deseo, pero si te comportas todo irá bien para ti @@Akiza Ravenclaw H.
  25. El cainita tenía mucho tiempo desde que había estadio en su mansión. La última vez que había estado allí recordó que estaba hablando con Emilia y esta se había tenido que ir urgentemente. Dibujo una mueca, otra vez se había quedado solo, aquello era el pan de cada día para el vampiro. Sin embargo, llevaba a alguien entre sus brazos. Había logrado capturar a Akiza quien supuestamente se iba a casar con su hermana menor Mery. -Ni creas que dejare que se salgan ambas con la suya así de fácil –murmuró el Ragnarok mientras bajaba por las escaleras hasta una de las mazmorras mas alejadas donde nadie podría escuchar los gritos y la petición de ayuda de la Ravenclaw. Una vez que llego al lugar donde la encerraría movió la varita para abrir la puerta y adentrarse en el lugar. Mágicamente aquellas antorchas se encendieron al notar la presencia del Ragnarok. Sonrió divertido mientras observaba el sitio, claro estaba Akiza seria la primera victima que verían aquellas paredes llenas de cosas que podría usar para torturarla, plumas, pinceles y demás, por lo que si alguien aparecía allí no vería nada extraño, solo un cuarto común y corriente donde se guardaban cachivaches. Sin perder mucho tiempo coloco a aquella chica en la cama que se encontraba en el sitio, obviamente no iba a lastimarla mucho, solo iba a ver cuando podría soportar la mujer, además de las intenciones que tenia con su hermanita. Mery sabia que el cainita era capaz de aquello y mas y estaba seguro que cuando se enterara haría tal berrinche que podría explotar ella solita la mansión. Negó con la cabeza, él odiaba el drama. Sin embargo, una vez que Akiza estuvo en la cama unas cadenas mágicas la atraparon atándola para que así no pudiera escaparse. -Ennervate –dijo el vampiro sin más para que esta reaccionara y comenzara todo aquello. @@Akiza Ravenclaw H.

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