Hades Ragnarok

HASAM MALFOY Estaba nervioso, no sabía cómo iba a reaccionar Ada ante todo aquello. ¿Me odiaba por no buscarla antes? Observe sus ojos. Su faz. Sus facciones y estudie sus movimientos. No utilice la legilimancia para entrar en su mente y ver qué era lo que estaba pensando. Debía tener fe y sobre todo paciencia. Me mantuve arrodillado con su mano en la mía. Podía sentir el tacto de su piel. Escuchar su corazón y como se aceleraba su pulso. Era bueno que Hades estuviera presente por si debía atenderla. Sonreí cuando poco a poco comenzó a reaccionar aceptando al menos que estuviera cerca de ella. Podía escuchar su nerviosismo en la voz y como al parecer seguía de una u otra forma en shock. -está bien Ada, habría muchas formad de poderte llamar, quizás M apetite princesse, hija, mi niña hermosa, ya se me ocurrirá algo, solo quiero que te sientas cómoda teniéndome cerca de ti –confesé mirando a sus ojos, acaricie su mano- sabes?, siempre quise tener una hija –sonreí- y mira, ahora tengo a una hermosa jovencita de 17 años, ya toda una adulta –sonreí aun mas. Observe a Hades quien estaba estudiando todo aquello y era testigo silencioso de todo lo que estaba sucediendo. -puedes llamarme Hasam si queires, puedes decirme por mi apellido, se que es muy pronto para esperar que em digas papa, espero algun dia poder ganarme ese titulo -dije. Observe a Arianne, me levante y me senté al lado de Ada, me acerque lentamente, no quería asustarla o que se sintiera de una u otra forma agredida o que me estaba apresurando, pero se lo debía, le debía 17 años de besos y abrazos, lentamente la abrace, de manera sutil y paternal, bese su frente y volví a sonreírle. -Bueno, como eres una adulta, supongo que debo darte un regalo por tu mayoría de edad, sabía que esto se lo entregaría algún día a mi descendiente, ahora es algo que será tuyo –moví la varita y en un segundo aparecieron 2 pequeños aros que parecían más bien unos anillos. Con una simple orden, ambos aros se convirtieron en 2 Chakrams. Aquellas armas eran especiales, filosas y letales. Se podían usar tanto lanzándose como en un combate cuerpo a cuerpo. También tenían una particularidad. Regresaban a su dueño si se llegaban a perder, o se caían por casualidad, o quedaban enterradas en algún sitio en cuestión de minutos volverían a aparecer en las manos de su dueña. Eran irrompibles y podían cortar cualquier material. -Supongo que tendré que enseñarte a usarlos –dije sonriéndole- la ministrad e Francia necesita tener protección a parte de la varita, y nadie sospecharía de esta arma tan delicada. - Sonrei y con otra simple orden se convirtieron en anillos. Le entregue el regalo a Ada, esperaba que aquello, le hiciera feliz. @@Ada Camille Dumbledore

HASAM MALFOY Definitivamente me había dado cuenta de que mi hija había sacado mi carácter. Observe los ojos de Hades y escuche sus palabras. Aquello más que una orden era una petición. ¿En qué momento él se había convertido en el adulto?, yo era mucho más viejo que él. Suspire y manteniendo tomada de la mano a mi novia decidimos caminar hasta el sofá para hablar con Ada. Poco a poco fuimos escuchando la historia y note como sutilmente el rostro de Hades había comenzado a cambiar cuando escucho que mi novia había pertenecido a la Orden del Fénix. Aquello pintaba para ponerse feo, sin embargo, el sabía perfectamente que yo amaba a Arianne, si él había perdonado a Mei quien se había convertido en su amiga quien era la Líder de la Orden, con mucha más razón debía perdonar a mi prometida. -Asi que allí fue a parar la daga –dijo el Ragnarok interrumpiendo aquella historia- bueno, prosigan, ya después hablaremos de lo otro. Pude sentir como Arianne se ponía cada vez más nerviosa contándole la verdad a nuestra hija, aquellos detalles que por su propia seguridad no podía saber hasta que ella estuviera lista, y ahora, allí, en aquella mansión donde estaría protegida era el momento y el lugar apropiado. Apreté levemente la mano de la Dumbledore para darle ánimos y que así continuara con aquello. Ya podríamos preocuparnos de la reacción de Ada después. Observe cuando la Dumbledore se acerco a nuestra pequeña princesa mientras escuchaba su tono de voz, el cual, definitivamente era diferente, era una súplica para que Ada pudiera entender todo aquello y lograra perdonarla. Me moví lentamente cuando Arianne me llamo para que me acercara a Ada. Respire profundamente y me coloque cerca de ella. Me arrodille a su lado y le sonreí. -Ma petite princesse –dije observándola a los ojos- Hola Ada Camille –le sonreí- al parecer el destino nos ha querido presentar el día de hoy, soy tu padre, un hermoso placer el conocerte –dije- de haber sabido que tenía una hija, te hubiera buscado mucho antes, ni siquiera yo sabía la historia de tu madre hasta que me la conto, lamento hacerte dejado sola todo este tiempo, hasta pense que tu madre habia muerto hasta que nos encontramos nuevamente –me disculpé con ella. Acaricie su mano. -Me dejarías de ahora en adelante ser parte de tu vida? –pregunte. @@Ada Camille Dumbledore

HASAM MALFOY Observe por primera vez a mi hija. La detallé. Comencé a buscar los rasgos que me confirmaran definitivamente que la chica que estaba frente a mí en aquel momento riñéndole a su madre era ma petite princesse. Escuche sus reproches a Ariane y observe el rostro de la Dumbledore mientras nuestra hija se acercaba a ambos. Sin embargo. La chica me observo seria. Claro, ella no sabía exactamente quién era, más aun, si Ariane había desaparecido por tanto tiempo sin decirle ni una sola palabra. Aquella escena era extraña y cómica a la vez. Ada se había convertido en la madre, en la chica responsable y mi Ariane parecía ser la niña adolecente que no le importaba absolutamente nada y le encantaba escaparse. Aquello parecía costumbre para mi prometida. Había desaparecido por más de 15 años de mi vida, ahora estaba allí desaparecida por meses y nadie había sabido nada de ella. Aunque aún mantenía su mano tomada sabia que de una u otra forma aunque nos soltáramos íbamos a volver a rozar nuestras manos. Pude notar como Hades nos observaba y dibujaba una mueca entre divertida y seria. Enarque la ceja y de manera sutil le permití que entrara en mi mente. Allí, le conté toda la historia. Una historia que jamás le había confesado a nadie. Ahora él entendía que era lo que estaba pasando. Al ver como en su boca se formaba aquel “¡Oh!” no pude más que asentir. -Si me permiten interrumpirles –dijo Hades- creo que lo mejor será que todos nos sentemos para aclarar toda esta situación –comento- se señorita Dumbledore que debe tener muchas preguntas que hacerle a su madre –observo a Ada- y ustedes 2 –dijo en tono serio observándome a mí y a Ariane- será mejor que lo que tengan que contarle a esta jovencita sea algo muy bueno, tienen ambos mucho que xplicarle Entendí lo que quería decir Hades con aquello. Hades estaba pidiendo que sin mucho rodeos le dijéramos a mi hija la verdad y que ella a la final decidiría que hacer con todo aquello. @@Ada Camille Dumbledore

HASAM MALFOY Camine junto a Ariane por el jardín de la mansión de mi sobrino. Estaba nervioso. Si, un ser tan valiente como yo en aquellos momentos estaba vuelto un mar de nervios preguntándome ¿Qué pensaría mi hija?, ¿me querría?, ¿me odiaría p9or no haber estado en su vida?, la verdad, es que yo no sabía nada de ella hasta ahora. Observe la fachada mientras tomado de la mano de la Dumbledore podía sentir su pulso. Si yo hubiera tenido un corazón latiente, estaba seguro que en aquel momento estaría latiendo a mil por horas. Sonreí y asentí cuando ella hablo. La mire de reojo para luego seguir caminando hasta llegar a la puerta. -espero estés lista, la verdad, no sé qué sucederá una vez que crucemos esa puerta, al menos Ada no está aquí afuera, por lo que hasta que entremos no sabremos si esta allí esperando o si en realidad no vino a tu llamado –comente. Coloqué la mano en la puerta y esta mágicamente se abrió al sentir mi tacto. Suspire y entramos. El lugar estaba callado, tranquilo y silencioso, pero a lo lejos, unos metros mas alla podía escuchar la voz de hades, y la voz de alguien a la cual jamás había escuchado hablar. La voz de aquella mujer me parecía linda, como si de una u otra forma resonará conmigo. -está aquí –susurre observando a Arianne Me detuve unos segundos,. Bese a la Dumbledore y llegue hasta el lugar. La joven estaba de espaldas pero los ojos negros como el abismo de mi sobrino se posaron en los míos exigiéndome alguna explicación. Negué con la cabeza imperceptiblemente y con la mano libre le pedí que me diera un segundo. El Ragnarok no hizo más que levantar una ceja y poner los ojos en blanco. Sonreí. Observe como Hades observaba la mano entrelazada que tenia con Arianne y estudiaba a mi novia y comenzaba a armar las piezas de aquel extraño rompecabezas. -Hola sobrino –dije en tono tranquilo, aunque a la final estaba nervioso- lamento que les hayamos hecho esperar. @@Ada Camille Dumbledore

Odín, el elfo personal del hijo de la noche había aparecido unos minutes después con bebidas, algunos pastelillos y galletas y después de haberlo dejado todo en la mesa frente a el Ragnarok y a la Dumbledore había desaparecido rumbo a realizar alguna de sus obligaciones. El hijo de la noche observaba a la chica y la estudiaba aun sin comprender ¿Qué era todo aquello? Y en ¿Qué diablos se había metido ahora su tío?, claro estaba, estaba seguro que pronto tendría la respuesta. -Por favor, coma algo, le aseguro que no está envenenado ni nada por el estilo –dijo el cainita. Como muestra de aquello tomo una de las galletas y se la comió esperando que la chica hiciera lo mismo, aunque ella `parecía mas confundida y apenada que otra cosa. Dibujo una mueca para luego escuchar la pregunta que Ada le hizo. Pensó un segundo en si debía revelarlo o no, auqnue su instinto le decía que lo mejor en aquella situación era decir la verdad. Al menos asi, la chica quizás confiaría un poco más y se sentiría más a gusto. -Gracias por el cumplido –dijo el Ragnarok- y si, ese es mi apellido –dibujo una sonrisa. Dio un trago de su bebida. -la voz del patronus es la voz de mi tío –contestó el Ragnarok con una sonrisa- y para serle sincero, no sé que anda tramando, pero fue especifico en lo que sucedería, así que supongo que lo mejor es confiar, seguramente esta por llegar y sabremos ¿Qué es todo esto? @@Ada Camille Dumbledore

El vampiro observo a Ada y negó con la cabeza ante lo que la chica había dicho. Si bien, la había visto en su tienda debía confiar en el criterio de su tío, más aun, cuando este sabia perfectamente que al hijo de la noche no le agradaban los extraños o más bien, algunas cosas. Respiro profundamente y dibujo una sonrisa tranquila. -La verdad preferiría que esperara adentro, le aseguro que últimamente el mundo mágico no es un buen lugar y mucho menos para alguien esperando en el jardín de un extraño –comento- si no confía en mi puede apuntarme con su varita todo lo que quiera, no pienso usar la mía si es lo que teme –el Ragnarok en una muestra de buena fe guardo su instrumento mágico. El hijo de la noche se movió hasta la puerta, la abrió y cedió el paso a la chica esperando que esta entrara. Observo el jardín delantero y los alrededores. Todo estaba muy tranquilo como solía ser en los últimos tiempos, y la mujer había llegado también sola, sin ningún acompañante. Se preguntó, que estaría tramando su tío y porque tanto misterio, ya que no era que él soliera contarle sus planes al vampiro ni nada, cada uno tenia su vida y su mundo, pero llevar a la Ministra de Francia a su Mansión, porque si, sabía perfectamente a quien tenia frente a él, era otra cosa. -Por favor siéntese y póngase cómoda, le puedo ofrecer algún tipo de bebida?, jugo?, te?, café? –pregunto llamando a su elfo personal para que trajera la bebida para la chica sentada frente a él. @@Ada Camille Dumbledore

El cainita estudio a la chica atentamente, no bajo completamente la varita ni la guardia, si era necesario el vampiro podría lanzar un hechizo o invocar algo en cuestión de segundos, por lo que estaba preparado para cualquier cosa que pudiera pasar, aunque claro estaba estaban demasiado cerca el uno del otro. Asintió ante la pregunta de la chica. -Así es, está en mi casa –dijo el Ragnarok en tono serio y tranquilo, intentando entender porque la chica se encontraba en un lugar como aquel, o más bien, que hacia la Dumbledore husmeando en su casa. Escucho l que esta le dijo y le pareció en realidad mucho más extraño e improbable todo aquello, mas bien y primero y principal, él ni siquiera sabia quien era la madre de aquella joven y segundo, ¿Por qué a ella se le ocurriría la extraña y peligrosa idea de pedirle que la viera allí?. Nadie en su sano juicio, y más bien, o peor aún, conociéndolo en realidad haría una locura semejante. -Pues lamento decirle que no sé quién es su madre –dijo el cainita- pero me parece extraño que según lo que me dice ella después de 3 meses de andar desaparecida le haya pedido justamente venir aquí, a este lugar –comento de manera sincera preguntándose si sería necesario introducirse en la mente de la joven con Legilimancia. Un movimiento y un brillo llamo su atención. Movió la varita pero al reconocer aquel patronus no dijo o hizo nada. Lo observó aparecer frente a él. Aquella figura de cabeza humana, cuerpo de león y garras extremadamente filosas se poso a escasos centímetros de la chica y él. La conocía, él, hacía mucho tiempo solía invocar a una igual para hacer daño o que le protegiera. La esfinge un segundo después hablo con la voz de su tío. -Va a llegar una chica a la mansión, trátala bien, no le hagas pasar un mal rato, te prometo que en unos minutos te daré una muy buena explicación –dijo aquella criatura para luego desaparecer. Se quedo observando el punto donde hacia un segundo estaba el patronus de su tío y observo atentamente a Ada. -Supongo que se refiere a usted –dijo el cainita- quizás no confié en mi, y le aseguro que no la culparía, pero es mejor que espere adentro de la mansión, algo me dice que nuestras dudas dentro de unos minutos serán r4sueltas –comento el hijo de la noche. Invito a pasar a la Dumbledore, sin saber en realidad, si ella le seguirla o en que se había metido su tío ahora. @@Ada Camille Dumbledore

Cissy y Kore estaban dormidas. El hijo de la noche había decidido para no tener que molestarlas bajar hasta la biblioteca y leer un rato. El vampiro necesitaba replantearse muchas cosas que tenía en su mente, viajar a Rumania junto a su prometida y a su hija era de las cosas más peligrosas y locas que pensaba hacer. No era un viaje de negocio o placer. No era uno de esos viajes de conocimientos donde prácticamente los problemas los encontraba a cada esquina. Aquello era mucho peor, era todo junto, sin contar con que los peligros los acecharían a cada segundo y no podían confiar en nadie. Por si mente paso la última vez que habían estado en aquella situación, fue cando el cazador de vampiro fue por ellos y él decidió alejarlo de los miembros de la hermandad y desde entonces no había vuelto a hacer nada por ellos o con ellos, se había alejado, se había recluido y a raíz de esa decisión todo se había ido al mismísimo inframundo y había muerto la Macnair. Mientras bajaba por las escaleras observo a través del ventanal a una figura que caminaba por los jardines de la mansión. Aquello le pareció muy extraño ya que no estaba esperando a nadie. Entrecerró los ojos y saco la varita. Sintió a garras de fuego en su espalda y se acerco a la puerta. Lentamente la abrió y camino hasta toparse con la persona que estaba en esos momentos llegando a la puerta. La reconoció, aun así no bajo la varita. -Usted es la chica amable de la tienda –dijo el vampiro- que la trae por aquí?, alguno de los artículos que le vendí le salió defectuoso’ –preguntó el Ragnarok. @@Ada Camille Dumbledore

@ esta maravilloso Macnair, justo como lo queria y lo imaginaba, te amo lo sabias? XD, a evr cuando el damos uan hermanita a Kore *bromeo* jajaja, ya en serio, esta super recontar archi fabuloso Macnair, me gusto loq ue hiciste con la imagen y los Banners ^^

El vampiro rio al escuchar el comentario de Saori sobre que la mansión le daba miedo. Dejo que la chica lo tomara del brazo y recorrieran el lugar, pero se alegro más cuando la joven acepto que aquella fuera su habitación. -Bueno, el sentido de la mansión es que de miedo –bromeo- así los intrusos y quienes vengan a meter sus narices donde no les importa podrán huir antes de que yo los mate –se encogió de hombros divertido. Escucho a Saori y negó con la cabeza. Le agradaba tener ahora una nueva compañía en la casa, aparte de Cissy su prometida y Kore su hija. Además, en la mansión también estaban las habitaciones para su tío Hasam, su hermana Mery y su mejor amiga Emilia. Y algunas de las familiares que se habían ido para no volver. -Bueno, ahora lo divertido es que decores la habitación a tu gusto –comento el Ragnarok escuchando las palabras de Saori- además de que puedes ir y buscar toda tu ropa y tus cosas donde sea que las tengas –dijo observándola a los ojos. Sonrió al ver los primeros cambios que había comenzado a hacer en la habitación su ahijada. Eran sutiles pero importantes para que ella pudiera sentirse cómoda y en casa, ya que él deseaba que ella se quedara y que definitivamente lo considerara como familia. Escucho sentándose en el pequeño sofá que había en la habitación lo que Saori comentaba sobre su maletín. Lo observo atentamente y sonrió orgulloso tras el logro de la asiática. -Oye, eso esta muy bien –dijo el vampiro- eres una bruja muy inteligente –dijo orgulloso- pero sabes que si necesitas alguna cosa mas puedes decirme, hay lugar aquí para criaturas mágicas y todo –comento. @

El hijo de la noche seguía hablando y observando a Saori feliz de que ella al fin supiera la verdad. Cuando mencionó que la joven era madre no pudo más que alegrarse por ella. Rio ante el comentario de que la chica se había llenado y negó con la cabeza poniendo los ojos en blanco divertido. -estás segura que no deseas nada más para comer? –Pregunto divertido- y sobre tu hija… felicidades, espero que cuando sean las vacaciones la traigas, quiero conocerla –comento el Ragnarok sincero- quizás si te portas bien y ya que dices que no tienes donde quedarte podría pensar en darle una habitación a ella también aquí para que ambas vivan juntas –comento el hijo de la noche. El cainita escucho a la asiática y sonrió, se levanto y le hizo señas para que le acompañara por las escaleras. -Bueno, la mansión tiene unos cuantos pisos, pasadizos, pasillos y muchísimas otras cosas, así que exactamente no se en que piso o lugar quieras quedarte, pero si quieres podemos ver –dijo llevándola a la segunda planta del ala oeste la cual daba con vista a las montañas. Observo las puertas y abrió una. La habitación era amplia, las ventanas de aquel hermoso ventanal que permitia entrar la luz y observar el paisaje estaban abiertas, tenía una hermosa cama de dosel, un par de mesillas de noche y una lámpara en una de ellas, en el techo un hermoso candelabro. En un lugar de una de las paredes una peinadora, con espejo, un espejo de cuerpo entero en un rincón y un armario grande para toda su ropa. Algunos cuadros. Allí, también había un hermoso y amplio baño con una bañera, regadera y todo lo que la chica pudiera necesitar para su aseo. Alli en aquella habitación había también una puerta, era un armario mas pequeño donde supuso que Tim podría dormir. -Que te parece? –pregunto- te gusta? @

Bueno, yo por aqui de molestoso XD estoy haciendo cambios en la familia y todo lo demas, asi que no se como hacer este pedido porque es grande (? XD jajaja pero pues confio en ti para esto, asi que nada, no se si dejarlo todo por ficha o especificarte exactamente loq eu quiero o que XD asi que bue, veamos... Lamneto todo el trabajo, es para cambiar el Arbol de la Familia y para la Bóveda de Gringotts -A mi gusto- Diseño [Firma | Banner | Deco]: Banners ¿Avatar? No Render o Imagen [High Quality]: -- Tamaño: El que creras conveniente Texto: Fundadores Matriarcas y Patriarcas Generacion Cero Primera Generacion Segunda generacion Tercera Generacion Otros Parientes Amigos de la Familia Otras especificaciones [Forma | Colores | Fonts]: A tu disposicion o gusto, confio en ti

El vampiro se mantuvo atento a Saori. Observaba cada una de sus reacciones y gestos mientras el le había ido revelando poco a poco la historia no contada de su vida. Escuchó lo que dijo y asintió, era cierto que en aquella época eran las cosas demasiado difíciles para algunas razas, mucho más para los demonios, pero en la actualidad aquello ya era pan de cada día. -Si, soy tu padrino y ahora que tu padre no esta es mi labor cuidarte o al menos estar mucho mas pendiente de ti –dijo el cainita. Observo a la chica y escucho tranquilamente todo lo que ella estaba diciéndole y mencionándole, sobre sus criaturas, sobre aquellos micropuff que entrenaba y de una u otra forma regalaba a quien lo necesitara. Sonrió cuando ella le ofreció aquel pequeño peludo que tanto trabajo le había dado. Lo tomo entre sus níveos dedos. -Gracias –dijo el cainita- seguramente a Kore cuando este mucho más grande le gustar –comento el hijo de la noche. Luego de aquello guardo silencio esperando que saori respondiera a lo que él deseaba saber. La verdad s que si la había notado algo cansada pero el cainita no había dicho nada, simplemente porque no deseaba que su ahijada creyera que al estaba corriendo o alguna otra cosa. -Bueno, si no tienes donde quedarte puedes hacerlo aquí en la mansión –comento tranquilamente- hay muchas habitaciones, seguramente alguna te gustara y podrás instalarte allí con tus criaturas de compañía –comento. @

El vampiro observo a Saori todo el tiempo mientras le terminaba de contar aquella historia guardada desde hacía mucho tiempo. Asintió cuando la joven pidió más te, por lo que tomo la taza de la chica, la lleno y nuevamente se la ofreció para que siguiera tomando aquella bebida. Pensó un segundo en aquella pregunta que le había hecho Saori. Bebió otro trago de te antes de responderle. -En aquella época los demonios no eran bien vistos en Japón –dijo observando a la chica- así que lo primero que hubieran hecho al saber lo que eras hubiera sido matarte –confeso el hijo de la noche- por eso te protegimos, logramos que tu padre escapara contigo y yo me dirigí a otro lugar antes de que algo mas pasara –comento de manera seria- después de eso no supe nada de ti, hasta ahora El hijo de la noche había mantenido su promesa, se había mantenido lejos de todo y de todos, había luchado contra sus propios demonios, había iniciado viajes de conocimientos, afrontados peligros mortales, había trabajado en San Mungo y al fin por el momento había obtenido lo que había deseado, ahora, con aquella chica cerca estaba completando o más bien, cerrando un circulo. -Tienes donde quedarte? –pregunto. @

Sonrió divertido al escuchar cada una de sus palabras y suposiciones, fueran correctas o no. Saori hablaba de manera rápida y atropellada, casi como si fuera una especie de ametralladora parlanchina que no necesitaba el vital gas para respirar. La siguió con al mirada estudiando cada una de sus facciones y gestos. La observo pararse de y regresar. La chica al parecer estaba lista para seguir escuchando la historia de su vida, o al menos la parte que ella no conocía y por la cual ella estaba allí. -No pienses mal, tu padre jamás hizo nada malo o eso supongo –dijo divertido- tu padre solo intentaba salvarte la vida –suspiro- aquella guerra fue cruenta, hubieron muchas perdidas y había sangre por todos lado, hubieron tantas muertes que tuvieron que lanzar los cuerpos en una fosa común y enterrarlos allí –dijo. Pensó un poco en exactamente que mas debía decir o revelar ya que la asiática merecía saber la verdad de muchas cosas. Comió otra galleta y bebió de su te. Observo la chimenea mientras las imágenes volvían a su mente. -Tu padre estaba rodeado, como te dije la calle que escogió para esconderse era un callejón sin salida, por lo que al escuchar los pasos de aquellos asesinos no pudo más que agazaparse y abrazarte con fuerza –la miro a los ojos- podía haber luchado?, si, pero eso hubiera significado que quizás algún encantamiento pudiera darte, claro estaba, nadie entendía muy bien que sucedía, allí había de todo, vampiros, licántropos, muggles, magos, brujas, aquello parecía una convención en toda regla –se burlo- sin embargo, la guerra estallo y estábamos en medio. A la final, desde las sombras los vi venir y de no haber intervenido hubieran podido morir ambos –se encogió de hombros- estaba sediento, mi frenesi y sed de sangre y muerte pudoi mucho más Movió la varita para que el fuego se avivara un poco mientras comentaba el final de la historia. -A partir de allí me convertí en tu protector, en tu padrino –confeso al fin- aunque ambos juramos que no hablaríamos de ello hasta que llegara el momento adecuado, que tu no sabrías absolutamente nada y que yo me alejaría de ti por tu propia seguridad y porque en esa época hubieron muchas muertes y de saber que ambos habíamos estado en el país cuando todo sucedió quizás nos hubieran acusado de alguna cosa, además, una pequeña demonio era demasiado raro y en Japón mucho mas, te hubieran matado sin misericordia por lo que hasta hoy decidimos guardar el secreto @

El hijo de la noche tomo una galleta y tomo un sorbo de te observando a Saori y arrugando en su mano aquella carta. Las estudio. Se mantuvo atento a sus movimientos. Ella no sabia absolutamente nada, eso estaba claro y al parecer su padre tampoco le había explicado mucho. Al parecer, tendría que ser él quien le contara la historia. Claro estaba, jamás pensó que llegaría el día o el momento para revelar aquello que había pasado tantos años atrás. Observo aquel animal, aquel cuervo y dibujo una sonrisa. Saori era una chica diferente, algo no normal, de haber sido asi quizás no estaría allí o estaría haciendo muchas más preguntas. -Por lo que veo no sabes nada –dijo el cainita- y obviamente esta carta no es de las que podrías entender si no te cuentan el secreto o la historia tras ella –comento tranquilamente guardando la carta en su bolsillo. Comió otra galleta y tomo 2 sorbos de te mientras observaba la chimenea. El Ragnarok “respiro” profundamente. No le gustaba revelar algunas cosas de su pasado, eso estaba claro, pero Saori al menos se merecía saber la verdad. ¿Podría la asiática soportar aquello?, o más bien, la verdadera pregunta seria… ¿El hijo de la noche sería capaz de contarle todo lo que ella debería saber?.. Su pasado era sagrado. Ahora, este volvía a buscarle. -Todo comenzó hace muchas lunas –empezó a relatar el vampiro- tú a penas eras una bebe por lo que en ningún momento fue necesario sacar algún recuerdo de tu mente –relato el hijo de la noche- aquella noche comenzó aquella cruenta guerra en la ciudad donde nos encontrábamos, yo me encontraba sediento, pero estaba luchando contra mis propios demonios, en cambio tu padre corría protegiéndote. Bebió otro trago de su té mientras las imágenes de aquella noche seguían viniendo a su mente. -El sonido de aquella guerra se intensificaba cada vez más a cada paso que ambos dábamos –la miro a los ojos- no me malentiendas, tu padre y yo no nos conocíamos, ni le estaba dando cacería ni nada, solo estábamos en el lugar menos indicado en el momento menos indicado –se encogió de hombros- mientras más pasaba el tiempo yo veía desde las sombras como caían cuerpos sangrantes y aquellas personas perdían su vida. Tuve que moverme varias veces, esconderme en oscuros callejones y lugares para no ser detectado, no quería alimentarme de sangre humana, asi aquellas personas estuvieran muertas –dibujo una mueca- el problema real fue cuando tu padre pensando que había logrado encontrar el camino idóneo para salir de la ciudad se confundió y tomo el camino equivocado, cuando se dio cuenta del error ya era tarde El hijo se la noche mantenía su vista en los ojos de Saori y en su rostro, observando cada una de los gestos que hacía. -Por suerte, quizás el destino lo quiso así, se me ocurrió refugiarme cerca de donde él estaba contigo agazapado intentando que no lloraras para que no lo descubrieran –sonrió- aun re recuerdo, eras una pequeña bolita rosada –dijo divertido- en fin... @

El vampiro siguió observando a Saori un poco confundido hasta que ella le entrego aquella carta. La observo sin abrirla, aunque sospechaba que era lo que diría. Nadie en su sano juicio hubiera pensado que aquel momento llegaría. Siguió observando a la chica y asintió. Escucho sus palabras y dibujo una sonrisa guardando a varita. Luego de aquello le hizo una seña a Saori para que entrara. -Lo mejor será que entres y traigas tus cosas –comentó el hijo de la noche- puedes dejar tus cosas aquí –dijo señalándole un lugar- y me gustaría que me siguieras una vez que lo hayas hecho Caminó junto a la joven chica y le ofreció asiento. Chaqueo los dedos para llamar a Odín su elfo personal y que este le trajera algo de té y galletas para comer mientras hablaban. Mientras esperaban el cainita abrió la carta y la leyó despacio y con cuidado. Observo al chimenea y dejo que por un segundo algunas imágenes de Japón vinieran a su mente mientras observaba el crepitar de las llamas. Volvió en si cuando Odín regreso con lo que había pedido. Una vez que dejo aquella bandeja en la mesilla desapareció para regresar a su lugar junto a la Macnair. -gracias por tus regalos y lo que trajiste –dijo tranquilamente mientras le servía te- puedes colocarle la cantidad de azúcar que desees –dijo pasándole la taza para luego el servirse una y tomar una galleta- bueno… ¿Qué es lo que sabes?, o que dudas tienes? –le pregunto. @

Unos días después… Habían pasado ya algunos días desde el caos que había habido en la mansión. Su mejor amiga y protegida Emilia Malraux se había ido a su casa a atender a su nueva familia y él se encontraba allí, feliz cuidando a la Macnair quien se recuperaba del parto de la pequeña Kore que había resultado tan hermosa como su madre y contra todo pronóstico la pequeña había salido una semi vampiro por lo que su crecimiento sería diferente a la de los demás niños. Claro estaba, la había amado antes de conocerla y ahora que había podido tenerla en sus brazos la amaba más. Había bajado las escaleras mientras Cissy y Kore dormían. Se dirigía a la biblioteca cuando escucho que llamaban a la puerta. Aquello le pareció realmente extraño porque generalmente nadie iba a la mansión. Su familia había desaparecido. Los vendedores sabían que jamás deberían pisar aquellos terrenos y las demás personas huían al sentir el aura oscura o extraña de la mansión. Ladeo la cabeza imperceptiblemente y le hizo señas a Odín para que subiera y se mantuviera con su prometida y la pequeña en caso de ser necesario. Saco la varita y abrió la puerta. Observo a la chica que se encontraba frente a él. Noto sus rasgos asiáticos. La reconoció al instante. Saori quien había entrado a la marca tenebrosa hacia poco tiempo. Sin embargo, también la reconoció por otra cosa. Aquella chica era su ahijada, solo que había prometido a su padre en Japón que se alejaría de ella, que no la buscaría, que no le diría absolutamente quien era él en realidad hasta que ella descubriera la verdad. Suspiro, ¿Qué hacia la chica allí?, ¿visita quizás o algo más? -Hola –dijo observando a la chica- te puedo ayudar en algo? –pregunto observándola atentamente. @

Holaaaa nueva ahijadosa, bienvenida a la familia XD, mañanba hago los cambios necesarios en el arbol familiar ya que debo modificar algunas cosas y te agrego, ya sabes que eres Bienvenida y gozaras con todos los derechos de la mansion, ademas de recibnir muchas galletas, duñces, mimos y demas cosas jajaja asi que nada, puedes pasarte poori la amnsion cuando quieras a escoger tu habiotacion o a rolear tu habitacion ^^

Aquello pintaba mal y lo sabía. El vampiro había tenido millones de discusiones con la Macnair sobre aquello pero ella de una u otra forma lo había logrado convencer de aquella locura. Maldijo por lo bajo al ver como Cissy perdía sangre y el calmante no estaba haciendo el efecto lo suficientemente rápido. Podía escuchar el corazón de la Macnair bombear cada vez más rápido mientras se esforzaba por mantenerse consiente. Le hizo señas a Odín quien parecía estar más que asustado para que le pasara aquellas bolsas de sangre. El cainita hubiera podido darle una poción a Cissy y es lo que haría después, pero en aquel momento no era prudente hacerlo. A la mente del vampiro vinieron muchas imágenes, recordó cuando ayudo a nacer a la hija de sus “amigos” aquella que a la final había terminado traicionándolo y fuera una de las causantes principales de que todo el mundo se viniera abajo. Luego de aquello recordó que había ayudado a una joven licántropo a dar a luz a su pequeño, pero aquello no era nada comparado con lo que estaba sintiendo en aquel preciso instante. Nerviosismo, miedo, todo a la vez. Por un segundo recordó aquel instante en aquel barco cuando sin desearlo había golpeado a la Macnair con aquel hechizo pensando que era alguien más. La misión del vampiro en aquel momento había sido fácil, clara y sencilla, debía eliminar al viejo turco que estaba estorbándole en muchos sentidos, primero, a su contratante, aquel viejo chino que seguramente querría en algún momento su cabeza, y segundo a él mismo ya que pensaba que la Macnair se interesaba de alguna forma romántica de él o este se aprovechaba de alguna forma de su futura prometida. En aquel instante, ambos estaban peleados, la cita que habían tenido no había salido para nada bien, por lo que el hijo de la noche había decidido terminar con aquel trabajo sucio de una vez por toda, solo que no conto con que la Macnair también era metamorfomaga y en aquel duelo casi a muerte para proteger al viejo él había golpeado el pecho de Cissy sin saber que estaba embarazada. Volvió a la realidad cuando volvió a escuchar los gritos de Cissy implorándole que sacara a Kore de una vez. La Macnair le rogaba que terminara con aquello temiendo que algo estuviera mal y él cainita sabía que podría ser así. Ninguno se imaginaba como iba a terminar lo que sucedía. Cissy era una vampiresa renacida ahora humana, él un vampiro, una combinación que no sabía a la final que podría dar. La niña podría ser una hermosa humana o bruja, o podría ser una semi vampiro sedienta de sangre como su padre o muchas otras cosas, aun así pasara lo que apsara, el Ragnarok no iba a permitir que nada le pasara a ninguna de las 2, ni a la niña ni a su madre. Si había un momento para estar concentrado y confiar en sus capacidades era aquel. Cissy consumía otra bolsa de sangre mientras el vampiro continuaba con aquel trabajo, el cual, era mucho más duro para la Macnair quien se intentaba mantener consiente con todas sus fuerzas que para él. Observo como la cabeza de Kore salía pero por un segundo la Macnair dejo de pujar. La observo horrorizado haciéndole señas a Odín para que colocara aquella poción en el momento que indicaba. Podía escuchar el corazón de Cissy latir débilmente mientras que el corazón de su pequeña niña latía con buen ritmo. -Ahora Odín –dijo rápidamente cuando hizo aquel movimiento para sacar a Kore y protegerla entre sus brazos y el Elfo clocaba aquella poción en la boca de la Macnair obligando a que se la tragara. Al escuchar llorar a Kore no pudo más que sonreír. Se mantuvo atento a todo mientras la revisaba, aunque su atención estaba también en el corazón de la Macnair quien comenzaba a latir con un poquito más de fuerza. Limpio a la niña, reviso que todo estuviera bien con ella y se acerco a Cissy quien mantenía los ojos cerrados, agotada por el cansancio. -Aquí esta nuestra bebe –susurro a la Macnair- es tan pequeña y hermosa –dijo cuando la escucho llorar e intento colocarla en el regazo de su madre para que la viera y la pudiera sostener. El Ragnarok no perdió tiempo. Comenzó a revisar a la Macnair temiendo lo peor, que hubiera algún tipo de daño o desgarro que fuera irreparable. Si aquello pasaba ¿Qué iba a hacer?, el no pensaba vivir sin la Macnair y ella no iba a perdonarle jamás que la convirtiera en vampiro de nuevo si era el caso. Quizás n el futuro, pero en aquel momento recordó las muchas discusiones que habían tenido sobre el tema. Aunque él le había dicho que no lo haría, pagaría el precio de su molestia en caso de que tuviera que ser así. No tardo mucho en lo que siguió después, ayudo a la Macnair, hizo el curetaje que debía y la beso dulcemente en los labios. Sabía que estaba más que cansada y que el dolor que había tenido que soportar había sido mucho más del que se le pudiera pedir a cualquiera. @

Con Cissy…. Antes de la llegada de Emilia… El vampiro sonrió divertido cuando la Macnair puso una mano en su pecho para evitar que se “acercara más” ya que la ex vampiresa había adivinado las intenciones del hijo de la noche de besarla y aprovechar cada una de sus sensibilidades ya fuera en aquella habitación o dentro del closet. Como solían decir en broma, “llevarla a lo oscurito”. Recibió aquel beso y se resigno ante la idea de que no era el momento para jugar, pero que pronto seria, una vez que la Macnair acomodara sus cosas y se sintiera mucho mas cómoda. -Se que necesitara muchas atenciones, no sabemos en realidad que sucederá con ella –dijo observándola a los ojos- puede ser una humana, una semi vampiro o quien sabe –comento el cainita- aun así, sea lo que sea seguramente será todo lo que siempre hemos soñado en una hija, tendrá la hermosura e irresistibilidad de su madre y yo estaré en problemas –bromeo dándole otro beso. Pasara lo que pasara y fuera lo que fuera, Kore iba a ser aceptada y amada. El vampiro sabía que Cissy estaba preocupada por ello, más aun, no sabían cómo sería el parto y lo que podría suceder después, por lo que el Ragnarok debía estar mucho más pendiente de todo lo que les estaría rodeando, más aun, de lo que debería hacer cuando llegara el momento. Observo a la Macnair salir del closet y luego de la habitación. El cainita la siguió suponiendo que la ex vampiresa quería seguir descubriendo los misterios de la mansión y seguirla explorando. Sin embargo, sonrió divertido cuando entendió que la chica tendría mucho tiempo para recorrerla, pero ahora su `prioridad era encontrar la habitación perfecta para su hija. Cuando escucho su petición asintió. Comenzó a bajar las escaleras. No pensó en ningún momento en llamar a Odin para que llevara el té, simple y sencillamente porque había entendido lo que deseaba Cissy. Debía hacer aquel camino sola, y él debía hacer un salto de fe con ello. Ahora seguramente habrían muchas más cosas en la mente de Cissy, al igual, como las había en la de él. ***************** Con Cissy… Tiempo después… El cainita había dejado descansar a la Macnair. Habían pasado el día decorando, escogiendo cosas y molestándose el uno al otro, discutiendo de tonterías mientras él buscaba como robarle besos, provocarla o sencillamente veían lo que la pequeña Kore podría necesitar. Si, ambos ya estaban imaginando todo lo que la niña pudiera necesitar en el futuro. Se encontraba en la habitación de la bebe, o más bien de la niña cuando fuera un poco más grande pensando en todas las posibilidades y cosas sobre el futuro. No había utilizado su donde de la videncia para nada de aquello, deseaba que cada cosa fuera una sorpresa. Movió la varita colocando un hermoso cuadro donde estaban él y Cissy abrazados observando con orgullo a donde estaría la cama de Kore cuando escucho primero el susurro, luego el grito. Se tenso. Cissy había gritado y aquel no había sido un grito normal, como si despertara de una pesadilla o algo, aquello era muy diferente. Salió de la habitación. Corrió por no decir que voló para llegar en un segundo hasta donde estaba Cissy. La observo. Observo aquello en la cama. Supo lo que significaba mientras pudo ver y escuchar otra contracción. -Odín –llamo y un segundo después apareció el elfo haciendo una ligera reverencia- llegó el momento, prepara todo, ya sabes lo que tienes que hacer y traer –dijo el cainita mientras el elfo desaparecía. El, había preparado ya todo en caso de que aquella emergencia sucediera en casa. Deseaba llevar a Cissy a San Mungo cuando aquello comenzara pero ambos habían discutido y ella quería tener a la bebe allí en la mansión, por lo que el cainita había tenido que preparar todo lo necesario, más aun, sabido que Cissy era una humana. -Todo saldrá bien -dijo acercándose a ella. Un segundo después Odín apareció y prepararon todo. -Estas lista Macnair? –pregunto. @

No pudo evitar reír cuando la demonio de fuego el saco la lengua cual niña pequeña. Aunque tenía la suficiente edad y ahora la suficiente madurez Emilia no podía definitivamente dejar de sacar su niña interna cuando estaba con el Ragnarok, más aun. Cuando estaba en aquella biblioteca que ambos amaban tanto. Cuando el cainita observo el cambio sutil en la faz de su amiga y esa chispa de travesura que apareció en sus ojos sabía que la Malraux estaba a punto de hacer una de las suyas. ¿Lo evitaría?, más bien la pregunta era ¿alguna vez lo había hecho? La luz de la luna alumbro el lugar una vez que la Malraux descorrió las cortinas. Aquello no le molestaba en lo más mínimo al vampiro, principalmente porque observar las estrellas en la noche, desde aquella biblioteca era una de las mejores cosas que se podían hacer, claro estaba, también “hacer travesuras” y muchas cosas más. Al escuchar lo que la Malraux decía dibujo una mueca. -me gustaba como estaba –dijo en broma con un ligero puchero- pero no voy a decir que no me gusta también como está ahora –rio. La observo come aquel bocadillo y sonrió ante el comentario de la comida que él estaba haciendo la Malraux. La verdad, es que sus elfos eran especialistas en todo tipo de comida, ya fuera normal o exótica, por si debían servirle a alguien importante de algún país o a quien fuera a visitar al cainita. -La verdad es que son perfectos cocineros y atienden bien la casa, además, cuando vienen personas a quedarse como tú por ejemplo o Mery o ahora que esta Macnair aquí conmigo es necesario que alguien cocine especialmente para ustedes –dijo- no puedo permitir que piensen que quiero matarles de hambre –se encogió de hombros- yo también cocino muy bien, pero prefiero que sean ellos quienes atiendan a mis invitados, a mi familia o personas importantes que vengan a reunirse conmigo Entrecerró los ojos al escuchar como la chica ya deseaba saber cuando la llevaría al local. Sabía perfectamente que una de las cosas que a veces no tenía la Malraux era la paciencia, o más bien, cuando le interesaba algo en verdad. -Pronto, ahorita estoy haciéndole algunas remodelaciones, colocándole hechizos, contra hechizos y protecciones mágicas de todo tipo para que nadie nos moleste –dijo sonriéndole- pero te aseguro que serás una de las primeras en ir allí cuando se abra y te permitiré beber solo una copa gratis –bromeo y le guiño el ojo a la Malraux. Bebió un trago de su bebida y comió uno de aquellos bocadillos. Si, era extraño que un vampiro hiciera aquello, pero el cainita era un vampiro muy extraño y especial. Cuando menciono la demonio de fuego todo aquello de sus habilidades y demás casi se ahogo con el trago por la risa. Claro, él sabía perfectamente las capacidades de Emilia para conseguir información, trabajar clandestinamente o conseguir todo lo que deseaba, aun así, el Ragnarok le había dicho aquello en broma solo para molestarla. -Oh si lo sé, conozco tus habilidades y te aseguro que te mantendré vigilada por si las dudas –comento aun más divertido- ya sebes, con todo ese rollo de hermano mayor, tutor, amigo y bla bla bla –observo el rostro de Emilia mientars bromeaba con aquello y sonrió- además voy a necesitar que me ayudes mientars tanto en una investigacion muy importante y a probar algo que consegui en un libro, claro, tambein debho pedirle a Cissy su ayuda. @@Emilia Malraux

El vampiro observo como la Malraux sellaba aquel juramento. Sabía perfectamente que ella lo haría y que le interesaría cada uno de los detalles de aquella organización. Confiaba en la demonio del fuego y conocía sus capacidades. Una vez que firmo movió la varita sellando aquel libro para luego hacerlo desaparecer mágicamente hasta un lugar secreto donde nadie podría encontrarlo. Rio ante el comentario de la Macnair con respecto a su sangre devolviéndole la broma que este hacia unas horas había hecho. Si, aquello era el pan de cada día. Cuando el hijo de la noche estaba con al Macnair, con la Malraux y con su pequeña y consentida hermana Mery se sentía cada vez más vivo y no había nada que pudiera perturbarlo. -No sé, solo fue una gota –bromeo- quizás debiste dejar que saliera un poquito más, capaz esa era la última gota de sangre que tenias antes de que el alcohol terminara saliendo –rio observando los ojos de la Malraux quien comenzaba nuevamente a realizar preguntas. Observo como en un segundo la piel de la demonio de fuego volvía a la normalidad mientras escuchaba aquel comentario y el asentía tranquilamente. Entre la Malraux y el Ragnarok los secretos habían `pasado de moda, claro estaba, quizás había uno que otro más que nada personales, pero ambos conocían los dolores, alegrías y la vida del otro, ambos compartían un lazo mucho más fuerte del que cualquiera podría imaginar, ¿Por qué habría secretos entonces?. -Negociamos o trabajamos para todos los países del mundo, digamos que para el mejor postor o para quien pueda pagar nuestro precio –dijo divertido el vampiro- la información cuesta mucho, lo que nos piden también –se acerco a la demonio de fuego- yo mismo he sido doble agente y realizo el trabajo sucio que nadie queire hacer –rio mientras observaba aquel libro en las manos de Emilia sabiendo que lo disfrutaría mucho- así que en cualquier caso, si necesitas ir a un lugar puedo ayudarte, puedo decir que trabajas para mi, con mi capacidad y mi reputación podrías entrar a donde quisieras sin problemas @@Emilia Malraux

El Ragnarok sonreía divertido al ver como la Malraux disfrutaba de aquella habitación. La verdad es que muy pocas personas por decir nadie o casi nadie era invitada a penetrar en aquel sagrado recinto, pero Emilia siempre había tenido paso libro allí, aunque él no lo quisiera. La demonio pelirroja siempre encontraba una forma lícita o ilícita para entrar en la biblioteca del cainita. Se sentó allí a su lado mientras sabía perfectamente que ya había perdido toda atención de Emilia. Negó con la cabeza y puso los ojos en blanco. El solía decir que Emilia siempre hacia trampa y lograba lo que ella quisiera. Siguió la mirada de esta. Dibujo una mueca sabiendo a donde había ido a parar aquella mirada, pero aquel libro ya no se encontraba allí. Sin embargo, la chica se levanto como solía hacer, fue hasta la estantería y eligió un libro. La expresión de la demonio de fuego fue todo un poema al leer el titulo y más aun, al descubrir que aquel era un tomo original. Rio cuando la chica fue hasta el sillón y se sentó esperando una respuesta. -Digamos que, sabía que te gustaría leerlo si es que deseabas regresar –dijo divertido intentando cambiar el tema de cómo se suponía que él lo había conseguido- y por tu reacción supongo que te agrado –dijo sonriéndole. Suspiro una vez que Emilia abrió aquellas primeras páginas y comenzó a leer. Definitivamente ya había perdido toda la atención de la chica. Ahora si se sentía que el tiempo no había pasado y que no había cambiado absolutamente nada, aquella Emilia que estaba allí sentada junto a él no era la Emilia “adulta” o más bien la Emilia “madura” de hacia unas horas, aquella era la Emilia joven y libre que siempre había sido. Claro estaba, amaba a ambas Emilia y aquel toque de madurez de la chica era maravilloso. Carraspeo la garganta para que su mejor amiga volviera en sí. Rio al ver su rostro volviendo a la realidad. Movió la varita e hizo llegar hasta él un par de libros. Uno de ellos era un libro que no le mostro a la Malraux que quizás en algún momento le enseñaría. El otro era uno escrito en letras antiguas y milenarias. Saco su daga de plata y le pidió a la Malraux que colocara una gota de su sangre en aquel libro. Así cerraría el juramento y se le permitiría entrar a la guarida de TARTARUS. -Tartarus es una organización criminal secreta en donde nos encargamos de todo tipo de trabajos ilegales, ya sea asesinatos, contrabando, espionaje y cualquier cosa –dijo sonriéndole- yo soy el jefe de la organización y por el momento hay pocos miembros, sabes perfectamente que no confió en muchas personas y solo están dentro de él los más capaces y peligrosos –dijo divertido. Le guiño el ojo. -Nuestra guarida es un bar con el mismo nombre de la organización, imagínate, una tapadera dentro de una misma tapadera –rio divertido- a nadie se el ocurrirá que un local llevara el mismo nombre de una organización capaz de desestabilizar el mundo mágico –se encogió de hombros. @@Emilia Malraux

El vampiro sonrió divertido al observar los movimientos y gestos de la Malraux. No había que ser un genio ni nada parecido para saber que por instinto los pasos de la chica la llevaran a uno de sus lugares más felices en aquella mansión. Cuando ella inconscientemente se movió hacia la biblioteca supo que no se había equivocado. ¿Cuántas cosas y cuantas aventuras habían pasado ambos en aquel lugar?, esta vez, el hijo de la noche había guardado muy bien aquel libro que hizo que ambos se hicieran tan cercanos. No pensaba correr riesgos nuevamente. La siguió sin decir nada, como si fuera un fantasma se movió sigilosamente mientras que la demonio de fuego se movía entre las estanterías y tomaba un libro entre sus manos, Sonrió al verla llegar hasta el sillón donde tantas veces la había encontrado leyendo o con algún libro sobre su pecho mientras dormía. Claro estaba, ella solía pasar días sin pegar un ojo mientras devoraba cada libro y vivía vidas y viajes y aventuras en cada uno de ellos. Muchas veces observaba como el rostro de la Malraux cambiaba mientras pasaba las paginas, como se alegraba y entristecía con cada historia, hasta el punto de que la entendía cuando la pelirroja tenia aquellos episodios de duelo post libro que él también solía tener. Cuando al fin cruzaron mirada el Ragnarok se acerco y se sentó en la otra punta del sofá, escuchando lo que la Malraux tenía que decirle. -Bueno, creo que es uno de los lugares más pacíficos que podrías encontrar –dijo el Ragnarok- claro, si no contamos que hay libros que podrían matarte –rio ante aquello recordando aquella última aventura juntos. Movió la varita e hizo aparecer los bocadillos y las bebidas favoritas de la Malraux. Además, conociéndola también había hecho aparecer una manta para que no pasara frio. Algo el decía que tendría que sacar a la demonio de fuego cargada si le permitía quedarse mucho tiempo dentro de la biblioteca. -Exactamente cual de todas tus dudas? –pregunto bromeando- puedes formular las preguntas nuevamente si lo deseas –dijo. Sonrio esperando. El hijo de la noche sabia que debia presentarle a la macnair a su mejor amiga y protegida. @@Emilia Malraux