Zack Slytherin

Aprendizaje de Idiomas #3 Acompañante: @ Lukyan A. Volkov El pelinegro se mostraba bastante comprensivo y hasta afin de los objetivos que Zack proponía. Así quedó en evidencia con aquel apretón en el brazo y una fija mirada brillante que lo decía todo. Ambos asintieron casi en señal de acuerdo. Estaban en la misma página. Poco después la primera propuesta llegó a la mesa, y sin esperar un "acepto" del vampiro, el otro le entregó unas cartas en blanco y un segundo más tarde, tras una breve explicación atravesaron un portal tan oscuro como la noche. Ambos llegaron a una pequeña isla aparente desierta, al menos hasta donde su visión daba, pero lo suficientemente pequeña como para ver que no había más que un par de palmeras, algunas piedras enormes, un poco de alga en la orilla y arena blanca bajo sus -ahora- pies descalzos. En el camino perdió su calzado para mayor placer, pues aterrizar sobre aquella arena húmeda fue como un alivio frente a la tensión que ahora consumía su cuerpo. Hacía mucho tiempo no confiaba en desconocidos para viajes a destinos extraños. —Emm...¿gracias?— dijo examinando las cartas blancas en su mano. No tenían contenido, y la ayuda se transformó más en una sospecha de engaño. Sin embargo, Lukyan fue rápido en aclarar, apenas con la mirada: primero a las cartas, y luego al agua de las olas que ya rozaba sus piés, y que curiosamente seguía extendiéndose con rapidez más isla adentro, casi tragándose por completo la tierra, y llegando hasta las rodillas de ambos magos. Zack entendió la señal y sumergió las cartas, viendo como en ellas aparecían unos gráficos que apenas si podía entender, pero que cuando movía ligeramente estos cambiaban a las letras que él conocía. Era una especie de orientación sobre cómo pronunciar lo que veia. Entendió que las cartas mágicas solo se activaban en contacto con aquella agua que de pronto se volvió pacífica, sin ninguna ola. Eso llamó rápidamente su atención y lo puso en alerta. Estaba ahí mojando su túnica, ya con el agua hasta los hombros e incapacitado de realizar movimientos bruscos y con su varita perdida en algún pliegue mientras él se aferraba a aquellas cartas. Lukyan le hizo una señal para que se sumergieran, él parecía haber captado lo que tenían que hacer. Zack obedeció, aunque dudoso y aguantó la respiración unos segundos antes de que su acompañante aplicara el encantamiento casco-burbuja para ambos y así continuar respirando con naturalidad. Aunque Zack no respiraba, por ser un vampiro. Pero seguro le servía para no ahogarse. —Bienvenidos— escuchó desde sus espaldas, o eso fue lo que creyó. En realidad escuchó un chillido extraño que nada se asemejaban al inglés que dominaba o a la lengua rumana con la que también tendría que reconectar más tarde. Pero más allá de haber escuchado un sonido raro, entendió con claridad lo que le decían. Zack se volteó en un movimiento brusco que acabó siendo lento por el agua, más por asombro que por susto. No esperaba encontrarse literalmente en el medio de mar con otros seres mágicos. Aquellas dos figuras que al unísono les saludaron tenían cierta forma humana, pero el resto de su cuerpo adquiría características de peces. Diría que se trataba de sirenas, aunque no se atrevió a detallar sus cuerpos con precisión para mantener la cortesía. Con una sonrisa nerviosa volvió la mirada a las cartas. Leyó lo que veía ahí con una entonación que más tarde descubrió era la incorrecta. Lukyan le había advertido. Sus dos interlocutores nuevos, bastante amigables, soltaron carcajadas que se escuchaban más como una melodía. De no ser porque Zack los vio literalmente c***se de la risa en su cara, no hubiese entendido lo que sucedía. Sonrió con ellos y volvió a intentarlo. —Gracias por recibirnos. Yo soy Zack y he venido a conocer más de su mundo— dijo finalmente transmitiendo el mensaje de forma correcta. Así parecía, pues los otros dos asintieron con amabilidad ahora captando el mensaje en su propia lengua. Las cartas le habían ayudado a pronunciar los sonidos tan extendidos y melodiosos como las respuestas que recibió luego de sus interlocutores. Y mientras aparecían destellos en el agua que les rodeaba, el vampiro iba captando cada una de las frases que los otros pronunciaban a la par que constataba en las cartas de Lukyan que tuvieran sentido. Era como una especie de traductor automático, que además del agua mágica a su alrededor le ayudaba a comunicarse de manera fluida. Todos parecían cantar, sin ningún sonido coherente para la lengua inglesa. Intercambiaron tantas ideas, que el Slytherin pudo conocer la procedencia griega de aquellas dos sirenas, el estigma en torno a la mala onda de la gente del agua, y hasta lo dedicados que eran al construir comunidades organizadas en diferentes hábitat. Sobre ese último punto tanto Lukyan como Zack opinaron y respondieron a los comentarios de sus acompañantes. Esta vez el vampiro más interesado en conocer quién los lideraba, pero la extraña seriedad de una de ellas alertó a la otra de que estaban tal vez tocando un tema prohibido, y con la intervención de Lukyan la charla retomó su cordialidad y se dio por finalizada. El vampiro estaba perplejo con lo que había logrado, con la ayuda que había recibido del otro mago oscuro y con la sorpresiva amabilidad con que fueron recibidos por la gente del agua. Al momento de la despedida su sonrisa sincera mostró agradecimiento mientras las dos sirenas nadaban con una rapidez casi tan impresionante como cuando Zack utilizaba sus habilidades vampíricas para correr. —¡Eso fue impresionante!— dijo casi como un niño cuando la marea comenzó a bajar y sus cuerpos quedaban de nuevo al descubierto, ya libres del casco-burbuja también. Hacía mucho no experimentaba sensaciones tan placenteras como aquella de aprender una nueva lengua mágica. Estaba extasiado y se podía notar en su sonrisa y en el brillo de sus ojos. Muy pocas veces se había visto a sí mismo así de contento por una hazaña como esa. Tal vez porque usualmente sus últimas habilidades aprendidas versaban más sobre matar gente, situaciones en las que no sonreía tanto a no ser que fuese para burlarse de su víctima. —¿Ahora qué sigue?— preguntó a su ahora compañero de aventura. Algo le decía que sí era digno de confianza. Lo estaba ayudando con esa tarea, debía serlo. Pero Zack levantaba barreras frente a sus nuevos conocidos casi que por deporte. Claro que estar a gusto en esa experiencia significaba algo, solo que tampoco serían mejores amigos. Seguramente aún les quedaba más por compartir y ganarse por fin esa confianza mutua.

Aprendizaje de Animagia #5 Acompañante: @ Pik Slytherin —Eso creo— se limitó a decir en referencia a sus hermanos, no a la pregunta de si estaba bien. Su vida cada vez tenía menos sentido. Mientras más escarbaba más lazos y personas extrañas encontraba. No era el caso con Pik y Leah, claro, la única excepción. Ahora además de aturdido por ese recuerdo, estaba perdido en sí mismo y un poco triste, así se reflejaba en su expresión. Parecía ser un recuerdo de hacía muchísimo tiempo, probablemente de cuando estaba en sus veinte reales. Siendo un vampiro tan viejo ya naturalmente no podía remitirse a ciertos recuerdos, solo a través de magia como la que su primo aplicó. Tras un intercambio de miradas, apretó los ojos con fuerza como para intentar dejar atrás la extraña sensación en su cabeza. Sentía una presión en las sienes que se alivianaba poco a poco, pero continuaba ahí latente. —Tal vez sean otro tipo de parientes. Ya lo descubriré...— agregó intentando restarle importancia al tema y sacudiendo su cabeza, obviando el detalle que, según vio, los tres hombres eran casi idénticos en su forma humana, y ni hablar de la forma animal. Lo extraño era haber borrado ese recuerdo de su mente, o tal vez nunca existió, tal vez era una escena sembrada por las propias fuerzas oscuras cuando practicaba la nigromancia. Solo que ahora se abría una nueva línea de cuestionamientos, y el vampiro no se detendría hasta encontrar respuestas. En otro momento, ahora necesitaba terminar con su objetivo. —Siento que fue involuntario, pero a la vez fluido... natural. Como si solo copiara las acciones de los otros dos, como si supiera exactamente lo que tenía que hacer para unirme a ellos— respondió a Pik mientras se ponía de pie junto a él y se acercaba hasta que una muy escasa distancia separara sus labios —. Así, como una acción sencilla para acercarme a donde quiero — explicó mirando los labios del pelinegro —. Como si solo eso bastara para volar juntos — finalizó con el mismo tono seductor que utilizó en las frases anteriores. Acto seguido recorrió con una caricia los brazos de Pik mientras sonreía de forma pícara y volvía a marcar una distancia prudente viéndole a los ojos. No había tiempo para distracciones, aunque vaya que hasta aturdido el Slytherin mantenía su esencia. La base de su encanto consistía en esa seducción a veces hasta involuntaria. —Dime en qué tengo que pensar, cómo tengo que moverme, o a qué más debo prestar atención. No creo que sea solo una cuestión física — preguntó cuando su primo ofreció hacerle una demostración. Si bien la habilidad consistía claramente en transformar su aspecto físico, algo a lo cual él ya estaba acostumbrado al ser metamorfomago, no era lo mismo pasar a una forma animal. Al menos ahora sabía que si tenía que enfocarse en uno sería en un águila calva, ya tenía su animal, pero eso no era todo el trabajo por hacer.

Buenas! Marce, tal como me indicaste, ya fui por mi ficha a dejar constancia que los cambios de la familia alteran los apellidos y por tanto son necesarios para actualizar mi nick. Entiendo que ya es suficiente para cambiarlo así que paso de nuevo a reforzar mi petición anterior. Me dejaré solo un apellido que corresponde a la familia de la cual soy patriarca ahora. Muchas gracias!

Aprendizaje de Animagia #4 Acompañante: @ Pik Slytherin Macnair El movimiento fue tan rápido que sin darse cuenta sus ojos estaban a escasa distancia de los de Pik cuando este pegó su frente a la de él. Ese puente físico hasta podría servir para transferir todos los recuerdos que estaban buscando, ojalá que fuese así de sencillo. El vampiro asintió consciente de que debía concentrarse y seguir cuidadosamente las orientaciones de su primo. Para cuando la varita estuvo tocando su cabeza ya su mente estaba en blanco. No por falta de concentración, sino por haber despejado cualquier pensamiento intrusivo que pudiera distraerlo a él y por consiguiente a Pik también. Escuchó atentamente y tras el hechizo sintió como una descarga eléctrica atravesaba su cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Se tensó inclinando su cuerpo hacia atrás a medida que sus ojos se ponían en blanco. La última situación extrema que había vivido era experimentar con el mundo de los muertos, una actividad bastante atrevida considerando que podía no volver de allí nunca más. No era lo mismo a morir en un asalto con sus compañeros mortífagos. Aquella magia oscura penetraba en cualquiera que se atreviera a practicarla y si no se acompañaba correctamente por alguien experimentado, fácilmente uno podía quedarse en el limbo, vacío y perdido en un mundo al que nadie iría a rescatarte. De pronto se vio a allí, rodeado de una espesa niebla, lo suficiente como para no reconocer el escenario que le rodeaba. Pero podía verse desde arriba a sí mismo, como una película, luchando con la fuerza de la nigromancia para unir la energía correcta con el propósito que buscaba lograr: traer en vida a una pareja de hombres desnudos que yacían sobre el suelo. Lo curioso de toda la situación es que aquellos dos eran bastante parecidos al vampiro, al menos la característica más evidente era el pelo blanco de los tres. Pero por el contrario, los otros dos no eran tan musculosos como Zack y de hecho se veían físicamente frágiles. Él tocaba el pecho de aquellas "victimas" con fuerza, uno en cada lado, uno en cada mano. Y hasta se podía ver como sus venas se tensaban por la pesada energía que su cuerpo movía al experimentar con aquél tipo de magia. Toda su intención estaba puesta en revivir aquellas... ¿águilas? —¡mier**!— exclamó asombrado al ver que logrando revivir a los dos hombres, estos se transformaron rápidamente en dos pequeñas águilas calvas que emprendieron vuelo a su costado. Se posaron en la copa de un árbol junto a aquél Zack nigromante de la escena, y al cabo de unos segundos este las miró desde el suelo, sonriente y satisfecho de haberlo logrado. Se contorsionó en su propio lugar a tal punto que la túnica que vestía se desvaneció y poco después se transformó también en un águila uniéndose a las otras dos posadas en aquella rama. Eran idénticas, negras con las plumas de la cabeza de un blanco resplandeciente. El Zack del presente que observaba aquella escena, aún con los ojos blancos, mostraba una expresión de asombro. Aquello solo podía significar que las dos personas que él trajo en vida guardaban un vinculo familiar con él. Solo restaba identificar quiénes eran... ¿sus hermanos? era la única explicación lógica. Pero lo que resultaba aún más extraño es habérseles unido adoptando también aquella forma animal. Estaba confundido. Ya no sabía si aquello había sido un sueño -difícil al ser un vampiro que nunca duerme-, una visión provocada por el hechizo de Pik o una alucinación. Lo cierto es que ahora aparecían más incógnitas en su vida y tendría que volver a su historia familiar para identificar aquellos dos personajes. No sabía que tenía o tuvo dos hermanos idénticos a él. Ni mucho menos que los tres contaban con la habilidad innata de transformarse en aquellas aves. Sus ojos continuaban en blanco aunque tanto él como Pik ya no veían nada. La película que se mostró ante ellos acabó con la escena de las tres águilas posadas en el árbol. No estaba preparado para más sorpresas, acabaría pasando el resto de su vida intentando darle sentido a su historia. Recién había descubierto sus lazos con sus dos amigos -ahora primos- cercanos y ahora aquello. Necesitaba un descanso de tantas novedades.

Aprendizaje de Idiomas #2 Acompañante: @ Lukyan A. Volkov La amabilidad del funcionario que le recibió no se hizo esperar mucho tiempo e invitó a Zack a tomar asiento frente a él. Así lo hizo a sabiendas de que aquel hombre ya debía deducir que su presencia allí tenía como único objetivo dar continuidad a la charla inconclusa de la gala y llevarse algo más. Claro que siempre habría algo más, el vampiro necesitaba sacar provecho de cada situación, ya fuera para él o para servir a la Marca Tenebrosa. —Veo que tus habilidades te favorecen. Parece que ya conoces el propósito de mi visita— dijo una vez que Lukyan aseguró haberse anticipado. Mencionó una visión, tres reuniones y justo lo que Zack buscaba. Aclaró su garganta antes de continuar. Reconocer que no contaba con cierto conocimiento o dominio de algún poder era un duro golpe a su ego y hasta parecía que todo su cuerpo se resistía a ello. Se retorció un poco en su asiento, incómodo. Antes de retomar la palabra. —Imaginas mal. De hecho, ahí es donde necesito ayuda— aseguró mirándolo fijamente a los ojos. Tampoco iba a dejar que más señales de incomodidad se apoderaran de su cuerpo. Lo escupió rápido y conciso —. Necesito adquirir esas habilidades lingüísticas para alcanzar mi objetivo. Tengo que aprender a comunicarme con otras criaturas mágicas y con los muggles de otros países para poder avanzar — aseguró convencido de que ese era el camino correcto. Los hechizos no lo eran todo, a través de ellos no lograría comunicarse en diferentes lenguas. Dejó un espacio para que el hombre reflexionara, o tal vez para que tuviera otras visiones que le ayudaran a encausar el ya ahora más claro pedido de ayuda del Slytherin. Este último ni siquiera le había seleccionado por algún motivo especial, solo que su cruce en la gala fue suficiente señal del destino o de las fuerzas oscuras para interpretar que ahí podía conseguir un aliado. ¿Pero realmente sería así? Zack tenía problemas de confianza, necesitaba ver en el otro un apoyo real. —Si tus visiones no te traicionan sabrás cuál es mi propósito de conectar con otros agentes de gobierno y tomadores de decisión en el mundo mágico — Zack subió su antebrazo a la mesa que les separaba y aunque este no mostraba la marca tenebrosa cubierta por su elegante túnica, el otro hombre entendería la señal —. El mundo se está llenando de gente con ideales desviados de lo que nosotros necesitamos — dijo refiriéndose a los magos y brujas defensores de la exclusividad de la magia y de la pureza de la sangre —. Y yo estoy aquí para acabar con ellos, discreta o indiscretamente— la primera opción sin duda era la más conveniente para no perder su trabajo en la confederación. La segunda ya la usaba cuando salía a cazar fenixianos con sus compañeros mortífagos. Ya con eso Lukyan debería tener un panorama más claro de las intenciones del vampiro. Este había trazado un camino en el cual aparecía como obstáculo el dominio de otros idiomas. Solo necesitaba sortearlo para avanzar hacia su cometido más importante, trayecto en el cual Lukyan podría acompañarlo más tarde o no. Ya lo verían.

Aprendizaje de Animagia #3 Acompañante: @ Pik Slytherin Macnair ¿Penetrar su mente? Debía reconocer que no era así como esperaba ese primer acto con Pik. Podría jurar que venía por otro lado y hasta le resultaba mucho menos invasiva esa otra opción. Zack no era un libro abierto como muchos otros magos de por ahí, cargaba consigo secretos y experiencias traumáticas que eran la piedra angular de su carácter. Y claro que no tenía muchas ganas de revelarlas, ni siquiera a su primo. Había recuerdos tan oscuros que él mismo había bloqueado por el bienestar de su propio equilibrio. Pero al final esa era la mejor opción. —Bueno a ver, si de ideas est****as hablamos... esperaba que la primera vez fuese diferente— Zack movió su cabeza de lado a lado como tanteando, pasando de una idea a otra —. Esta bien, vamos por la segunda— acabó por decidirse en cuestión de segundos. Ya estaba ahí sentado frente a Pik, y aunque prefería desnudarse él mismo antes que su propia mente, confiaba en el otro hombre. Solo esperaba que no rebuscara mucho en sus recuerdos negativos. —¡Venga, entra!— autorizó guiñando un ojo mientras reposaba sus manos sobre las piernas, aún en el suelo. Su interlocutor lo amenazó con la mirada, por dirigir toda la sesión a la coquetería. El vampiro aclaró su garganta y retomó la seriedad. Aquello debería ser indicador suficiente para hacerle saber que colaboraría, detendría el jugueteo, al menos por ahora. Estaba listo para aquel viaje. Le parecía curioso que a raíz de un recuerdo pudiera identificar y traer al presente su animal interior. Su mente rápidamente viajó hacia aquellos sueños despierto, casi visiones, en las que veía al mundo desde arriba, como si de un gigante se tratara. O un ave, no lo sabía. También recordó cuando en su aprendizaje de metamorfomagia algunas partes de su cuerpo erróneamente adquirían plumas... y ni hablar cuando durante su entrenamiento en nigromancia se vio a sí mismo muerto, desnudo y rodeado de un montón de cuervos, águilas y halcones. Esperaba que eso significara algo.

Hola! Con los últimos cambios de familia también se alteran los apellidos del personaje así que me gustaría que en nombre figure “Zack Slytherin Ivashkov” para dar sentido a esos cambios y poder cambiarme el nick xd. Luego el 27 de este mes sí vendré para pedir el resto de los cambios en campos donde aún figuran cosas vinculadas a la familia anterior. Gracias de antemano!

Bueno, no sé si esto va a ser aceptado ahora, pero lo intento. El caso es que hubo unos movimientos de familia que obviamente alteran mis apellidos. Aunque aún en el campo "nombre" de la ficha no estén los apellidos en el orden correcto, los últimos posteos en ella deberían justificar este nuevo nick porque ahora soy patriarca de esa familia que sí existe. Ya sé, es raro y complejo. Pero si eso no es suficiente pues me iré con la cola entre las patas y volveré de nuevo cuando se cumpla el mes y pueda actualizar esos campos en mi ficha :c Nick Actual: Zack Ivashkov Nuevo Nick: Zack Slytherin Link a la ficha o al post de petición de actualización de personaje en ficha: link

Aprendizaje de Animagia #2 Acompañante: @ Pik Slytherin Macnair El primer graznido y una bola de plumas negras casi estrellándose contra el suelo junto a él lo sacó de sus pensamientos atrayendo su atención a lo que más tarde acabó siendo el propio Pik. La escena había sido fascinante, podía sentir como sus ojos brillaban de admiración al ver cómo era posible que un mago hiciera eso. Seguramente su primo lo estuvo siguiendo todo el camino hasta ese punto de encuentro, pero curiosamente él no lo había percibido, sus instintos parecían no detectar animagos cuando estaban en su forma animal. Tendría que evaluar eso luego con su clan, algo debía estar fallando con él. Pero no lo admitiría ahí, ni era el mejor momento para darle trascendencia. —Estoy listo para verlas contigo— respondió casi sin pensarlo antes de que su, ahora tutor, adoptara rápidamente el papel de tal y comenzara a verlo como si algo estuviese mal con su cuerpo. Era el mismo vampiro de siempre que ya Pik conocía, pero ahora parecía buscar algo más profundo con la mirada, tal vez evaluar si todo su cuerpo podría adaptarse a su futura forma animal. Zack se mantuvo inmóvil, escuchando y dejando que él hiciera lo suyo. La parte del dolor no sonaba muy atractiva, ni siquiera teniendo en cuenta que ya había sufrido tanto en los miles de duelos y asaltos que había participado. Esta vez el dolor vendría de adentro, no infligido por alguien externo a quien culpar, alguien en quién descargarse y vengar esa sensación desagradable. Suspiró. Antes tenía que llegar ahí, no dejaría que su ansiedad lo traicionara. —No lo sé, Pik — dijo resoplando mientras blanqueaba sus ojos — siempre fui salvaje, independiente y libre. Siempre tuve mucho coraje, determinación y...— avanzó hasta su interlocutor y deslizó una mano por su pecho —un par de plumas, ya sabes — bromeó. Claro que él sabría a lo que se refería. Seguramente no había un camino bien definido para identificar su animal interno, y esa era la parte más difícil de todas. —Nosotros tenemos mucho en común. Recién descubrimos que somos parientes, compartimos los mismos valores y a ti, caballero, te sobran unas cuantas plumas — finalizó con doble sentido una vez más, pero ahora referenciando el hecho de que había llegado en su forma de cuervo y de un minuto a otro recobró la forma humana —. Quiero decir, todo esto debe significar algo. Tal vez mi animal interno es uno bastante parecido al tuyo, o al menos también uno que pueda volar — reflexionó saltando hasta la enorme piedra donde había estado antes, a dos metros sobre el suelo. —¿Crees que si pruebo lanzarme de cabeza como tú, logre algo antes de romperme la cara?— bromeó. Pik tendría que lidiar con eso, con un alumno travieso, inquieto, pero con voluntad. Ojalá que lo último le valiera para no terminar aquél encuentro con un rayo verde dando de lleno en su pecho. No se propuso colmar la paciencia de su primo, simplemente se le daba natural en algunos casos. Es solo que sencillamente no tenía idea de cómo hacer nada de aquello, ni si quiera por dónde comenzar.

Aprendizaje de Animagia #1 Acompañante: @ Pik Slytherin Macnair El Bosque Prohibido era uno de los lugares más temidos por cualquier estudiante que hubiera pasado o aún estuviera Hogwarts. Incluso para aquellos magos y brujas adolescentes más osados o despreocupados por sus vidas. Zack podía recordar que hasta él sintió miedo en alguna de sus tantas visitas al bosque, si acaso no en todas. Siendo también la cocina donde surgían los más temibles planes que los aspirantes a mortífagos creaban, era de esperar que todo mago oscuro hubiese pasado ahí buena parte de su etapa por la escuela. Era un campo de entrenamiento hardcore. No para débiles, tampoco para tontos, pero ni siquiera la valentía y la astucia bastaban para ser capaz de sortear los desafíos que ahí surgían. —Y aquí vamos de nuevo— aquél murmuro completó sus pensamientos una vez que apareció en los terrenos de la escuela, ya frente al bosque prohibido. Aún era de día, aunque el naranja del cielo era un claro indicador que en pocos minutos la noche caería sobre él y su osadía de volver a ese lugar. Pero así lo había querido Pik, así le había dejado escrito en aquella nota sobre una mesada en la mansión Slytherin. "Bosque prohibido. Ven y te hago volar". Muy digno de su primo ser así de conciso. Aunque en aquella convocatoria había más picardía que una simple respuesta a la antigua petición de Zack sobre aprender a dominar la animagia. Ya con toda la experiencia que tenía de haberse enfrentado a escenarios mucho más temerosos, ver la muerte de cerca y hasta entregarse a ella un par de veces, volver a ese bosque no debería representar ningún esfuerzo descomunal. Solo requería tener sus sentidos más alerta de lo normal, confiar en el resto de las habilidades mágicas que ya dominaba para usarlas cuando cualquier peligro atentara contra él, y entregarse. Entregarse al aprendizaje y a los extraños métodos que Pik seguramente le propondría. Ya la elección del escenario no había sido la más convencional. Pero él obedeció, porque le gustaba el peligro. También en las últimas horas había pensado mucho al respecto de aquella aventura. ¿Tendría que elegir en qué animal transformarse o cierto espíritu animal lo elegiría a él como sucedía con las varitas? No estaba seguro de querer ser algún animal específico, disfrutaba su forma física y la creatividad que practicaba gracias a la metamorfomagia. Su aspecto natural era el que ya todos conocía:, un peliblanco (como su prima leah), ojos grises a juego, mandíbula marcada, nariz fina, y unos músculos que atraían toda la atención a su tez pálida como la de cualquier otro vampiro. Con esto último no jugaba tanto a transformarlo, le gustaba que la gente supiera que era un vampiro. Los bronceados los utilizaba para cuando se camuflaba en otros cuerpos completamente diferentes al original. —Tal vez podría ser un tigre de bengala — murmuró mientras se adentraba al bosque pisando arbustos y esquivando ramas. Pensaba en voz alta porque nadie lo iba a escuchar ahí —. O tal vez una aburrida paloma blanca. Como el símbolo de la paz — esbozó una sonrisa burlona por su propio comentario —... irónico para ser promotor del terror en el pueblo y tener tantos muertos encima — aseguró recordando que tal vez sus actividades mortífagas no coincidían tanto con aquél símbolo de paz. De cualquier forma, aquella tarde lo descubriría. O durante la noche y el siguiente amanecer, pues parecía que iba a ser una jornada larga antes de lograr su primera transformación. Se detuvo después de atravesar las mil y un plantas, de las cuales algunas hasta intentaron atraparlo y logró zafarse. Encontró aquél terreno circular vacío, apenas con una enorme piedra al centro que escaló y un segundo más tarde le sirvió de asiento. Desde ahí podía ver todos sus flancos, y desde ahí cualquiera que llegara podría verlo interceptando los últimos rayos de luz de aquel atardecer y con una camisa blanca de mangas cortas que resaltaría incluso en la oscuridad. Sus pantalones azul marino y zapatos con un estilo más deportivo le habían ayudado a no sufrir el trayecto hasta ahí, pero ya sus brazos y la propia camisa mostraban rasguños de las ramas que estuvo esquivando. Solo restaba esperar. Pik debía estar cerca. Ojalá que al llegar viniese con un plan, porque él no tenía idea cómo despertar nuevas habilidades en sí mismo. Todo lo que sabía era de hechizos, invocaciones y magia oscura que combinaba con la fuerza de su varita. Y todo eso le había costado años de práctica, una lista larga de asesinatos y un esfuerzo seguramente bastante equiparable al que tendría que hacer para sacar su animal interno.

Aprendizaje de Idiomas #1 Acompañante: @ Lukyan A. Volkov Hacer actividades diurnas seguramente no estaba en la lista de prioridades de Zack, quien milagrosamente desde la madrugada de aquel día (eran las once am) ya se encontraba en en el atrio del ministerio de magia londinense. Era una persona nocturna, odiaba tener que hacer trámites en el conocido "horario de oficina", pero si quería prosperar en su nuevo rol como Director de Asuntos Políticos en la Confederación Internacional de Magos tenía que ponerse en los zapatos del ejecutivo que alguna vez fue. No es como si aquel trabajo le fuera ajeno ya que previamente había ocupado de forma temporal el rol de jefe supremo de esa misma organización. De cualquier forma, sea por obra del señor tenebroso o su renovada voluntad por integrarse en toda la movida ministerial inglesa, ahí estaba, avanzando a paso apresurado haciendo resonar sus finos zapatos italianos contra el suelo del ministerio mientras se dirigía a los ascensores y a través de ellos llegaba a la primera planta, la oficina del ministro. Cuando la puerta se abrió frente a él dio un suspiro antes de continuar su andar. Realmente estaba interesado en cumplir la tarea que él mismo se había propuesto para aquél día, solo que su yo interior seguía renegando por no haber desplazado esa actividad a un horario nocturno que es donde habitualmente se sentía más cómodo haciendo cualquier cosa afuera. Con su elegante túnica negra y plateada ondeando a sus espaldas caminó hacia una de las oficinas cuya placa ponía "Asistente Junior" en su puerta. Recordaba ese título seguido del nombre de Lukyan cuando durante la gala de celebración de la nueva ministra se presentó a su gabinete. En la breve charla que habían tenido los dos antes de que los primos del Ivashkov les interrumpieran solo había podido detectar que el otro era ruso, que tenía una afinada perspicacia o quizás otras habilidades símiles, y que a través de estas había hecho cierta lectura de Zack, quien ahora le visitaba para continuar lo que había quedado pendiente. El vampiro tocó la puerta con los nudos de su puño esperando que Lukyan se encontrara ahí dentro, pues él no estaba dispuesto a volver a hacer cualquier cosa ninguna otra mañana al menos por lo que restaba del mes, así que era un solo tiro y acertar. —Vamos, tenemos mucho por conversar — murmuró aún a la espera de su llamado. ¿Mucho realmente? ¡Pero si ni siquiera había descifrado si aquél ruso era útil! Por ahora lo que sabía es que debía ser de confianza si la nueva ministra mortífaga lo tenía trabajando con ella, que parecía ser un chico astuto, y que era ruso, claro, cómo olvidar eso. Zack manejaba mucha información de los disturbios del mundo mágico y muggle en aquél país de tamaño continental, de donde provenía el pelinegro. Las fuerzas oscuras se batían a "duelos" políticos y diplomáticos contra sospechosos miembros de la Orden del Fénix, todos ansiando dirigir la política de ese país y, desde luego, controlar los recursos y el extenso territorio que lo caracterizaba para quien sabe qué. Pero no importaba para qué, importaba quienes. El Ivashkov se había propuesto que todos los mortífagos debían tener un puesto asegurado en la alta política de los más influyentes países en la escena internacional, y usaría su puesto en la CIM y su estatuto diplomático en los diferentes territorios para encaminar acciones y conspirar con quien fuera necesario para lograrlo. Para completar su cometido necesitaría de gente que tuviera cierto expertise con el cual él hasta entonces no contaba. Uno de ellos eran los idiomas. Increíble haber llegado tan lejos sin dominar los distintos idiomas del mundo muggle o mágico para influir significativamente en la política mundial. Cuando le designaron como director en la CIM seguro valoraron su también extensa lista de otras habilidades, pero debieron obviar aquel pequeño detalle. Para conocer de otras culturas, territorios y asuntos políticos necesitaba dominar los idiomas de cada una de esos países o regiones clave. Y él aprendía rápido, así que el desafío estaba asumido, solo restaba el apoyo necesario para completarlo.

Zack no se había percatado de la presencia de Leah, próxima a ellos pero con la suficiente distancia como para no considerarse integrada, hasta que Lukyan informó su intención de invitar a la peliblanco. Tal vez el hombre sintió que había sido interrumpido por los amigos del Ivashkov y prefirió mantener la confidencialidad de la charla continuándola en otro momento. Aún quedaba noche, seguro encontrarían un espacio y tiempo más adecuado. —Ahora sí estamos completos — dijo desplazando la mirada hacia Leah, quien personalmente había sido invitada por Lukyan a acercarse a sus primos junto a Alyssa. Mientras tanto, esta última y Pik intercambiaban miradas extrañas que el vampiro no lograba descifrar. Aunque hasta parecía que intentaban evitar mirarse. Pero ya con el saludo poco afectivo pudo darse cuenta que el matrimonio no estaba en su mejor momento. ¿Alguna vez lo estuvo?, también reflexionó sobre eso para saber si cualquier paso en falso con Pik daría pie a un enfrentamiento con la pelirroja. "Te va a tocar fingirlo". Las palabras del otro Slytherin resonaron en su cabeza y hasta gracia le causó. Pero si ya todo era evidente, seguramente hasta los otros invitados habían notado la tensión de la pareja y las ganas de Pik de avanzar al banquete, con Zack obvio. En cuestión de segundos, los dos fueron arrastrados por Pik hasta el centro del lugar donde la nueva ministra presentó a su gabinete. —¿Salud?— murmuró ya sosteniendo en la mano que antes sujetaba Pik una de las tantas copas de champagne que volaron hasta ellos. Esbozó una sonrisa traviesa intercambiando miradas con sus acompañantes mientras daba el primer sorbo —Mientras legalmente no exista, saquémosle provecho a la práctica — dijo siguiendo a Pik en referencia a la poligamia —. Si algo tenemos claro nosotros es hacer valer nuestros lazos... y afianzarlos cada vez mas — ya su voz era más seductora, aún cuando la atención de unos cuantos estaba sobre ellos. La ministra había anunciado su gabinete, el brindis tomó lugar y ya podían seguir con la diversión. O al menos él tenía esa certeza. —Leah, ¿tú también estas preparada para mostrar tu lado más encantador a tu nueva jefa?— preguntó mientras se mordía el labio. Los primos eran el terror de Ottery no solo tras las máscaras de mortífagos, sino también en cuanto a la lujuria que los caracterizaba. Pero tal vez aquél no era el momento más adecuado para opacar la celebración con sus travesuras. Aunque a juzgar por las miradas del resto, algo de espíritu voyeur había en el ambiente. —Bueno, ya. Éxitos a ambos — dijo esta vez hacia Leah y Pik a su lado, quienes recientemente habían sido nombrados como parte del gabinete de la ministra —. Sé que lo harán — llevó una mano a la espalda baja del Macnair y con un apretón finalizó su frase — estupendo— acabó el resto del champagne en su copa para despistar el otro movimiento y se saboreó las gotas restantes en su labio.

Los Mortífagos se animaron a invocar criaturas, más esferas de fuego negro y hasta auras cuyo poder mágico solo dominaban los más experimentados magos. El cielo se iluminó con un blanco resplandor tan brillante que hasta parecía haber detenido la lluvia. O eso hubiese creído de no ser porque las gotas de agua aún recorrían el cuerpo del Ivashkov de pie a cabeza estropeando el maquillaje característico de su disfraz y haciéndolo sentir pesado con su traje mojado. Miró hacia los límites de la mansión mientras los jardines ardían en llamas y se llenaban de criaturas que más tarde fueron opacadas por un enorme dragón cuya presencia bastó para dejar atónitos a todos los presentes. Qué nostalgia recordar asaltos antiguos con hasta dos dragones luchando en el campo de batalla mientras sus invocadores hacían lo propio intercambiando hechizos hasta que uno de los dos finalmente cayera. —No se atreven. Siguen siendo tan cobardes como antes — murmuró en referencia a la Orden del Fénix, casi en forma de lamento mirando su esfera de fuego negro que salió expedida a estrellarse contra la vaya que delimitaba el jardín de la mansión. Quedó un nuevo agujero esta vez para marcar presencia, su marca de agua eran los muros destruidos… y un par de cadáveres, pero ya que ningún emplumado osó enfrentarlo tendría que seguir cazándolos por todo el pueblo. Zack observó cómo sus colegas se aburrían de no tener contrincantes reales y comenzaban a desaparecer en dirección a nuevos destinos. La jornada no había acabado, la noche era larga y quedaban más mansiones y negocios por visitar. Elevó su varita apuntando al cielo y sin mucho esfuerzo hizo aparecer la marca tenebrosa, aquella característica calavera con una serpiente inquieta como un espectro que merodeaba la mansión. Miró hacia su costado para asegurarse que ya todos estuvieran fuera y al percatarse de la presencia de un colega, avanzó hacia él, específicamente la conejita de playboy que aún estaba acompañada por un demiguise dispuesto a matar a quien quiera que se acercara. Con un rápido movimiento Zack se las arregló para llegar hasta Lukyan disfrazado, lo tomó del brazo y casi de inmediato invocó un haz de la noche, un portal oscuro que se los tragó desapareciendo sus cuerpos. Reaparecerían en alguna otra mansión, dispuestos a seguir promoviendo el terror por todo Ottery.

Pero qué felicidad!! Estas sí son buenas noticias! Estuve deseando este momento desde hace 10 días que volví (?) Me alegra mucho que quieran retomar esta actividad y en la mejor época del año. Así que aquí les dejo mi inscripción y espero poder enfrentarme tanto a viejos como nuevos, que sé que muchos usuarios de nuevas generaciones se están animando más a los duelos. Nick: Zack Ivashkov ¿Has participado en duelos o asaltos/redadas desde la restructuración?: estoy en eso. ¿Cuál es el grupo sanguíneo de tu personaje?: O+ ¿Cuál es tu hechizo preferido de toda la lista y libros?: Invocar Katana.