Astara Macnair

Todo saldrá bien... Todo saldrá bien... Todo saldrá bien... Todo saldrá bien... La voz de Hades resonaba por mi cráneo pero me era imposible concentrarme en ella o en algo, más allá del dolor agudo que se extendía por mi espalda baja, por mis piernas y azotaba mi columna amenazando con doblarme a la mitad. Yo había parido una vez, hacía miles de años, en una cama adoselada con colchón de plumas de ganso, incienso quemándose en la mesa de noche y la luna iluminando mi rostro sudoroso. Las matronas habían trabajado arduamente en mi delgado cuerpo de dieciocho años para extraer al robusto niño de mis entrañas, mientras fruncían el ceño y apretaban los labios. En aquel momento, mi cuerpo había sido consumido por el maltrato y la precaria alimentación que me proporcionaba un esposo cruel. No es hijo mío, había dicho en más de una ocasión, dándome a entender que aquel niño no tendría jamás su amor o apoyo. No porque el niño no fuera suyo, sino porque yo era una bruja y seguramente mi hijo lo sería. Aún así, había parido y aquel dolor no se asemejaba con este. La cama estaba manchada de líquido amniótico y sangre, tanta sangre que perdí el color de mis mejillas y me sentí desvanecer. Algo andaba mal, pero no sabía qué era porque todo el embarazo había sido raro, extraño, una locura. Una humana embarazada de un vampiro. Había oído de casos similares, de otras brujas que habían tenido hijos de vampiros a lo largo de la historia, como Joanna. Pero no tenía idea de qué podría suceder conmigo, con este cuerpo nuevo que habitaba. -¿Estás lista Macnair?- me preguntó Hades. -No- un hilo de voz salió de mis labios, apenas audible, mientras una nueva contracción me golpeaba-. ¡Sácala!- grité. No porque no quisiera tener más a la bebé dentro de mí, sino porque algo iba realmente mal con aquello. Muy mal. Había demasiada sangre en las sábanas, yo estaba demasiado débil para poder pujar y aquello había sido una idea estú.pida. Tener a Kore en San Mungo hubiera sido mejor que aquello que estaba por hacer, así Hades fuera uno de los mejores medimagos de San Mungo y su director, así él fuera un vampiro capaz de darme su sangre para regenerarme. Lo vi colocar la intravenosa con dificultad, como si las contracciones fueran demasiado rápidas para que él pudiera encontrar mis venas, pero aún así lo hizo y el calmante comenzó a correr por mi cuerpo. Pero no era suficiente. Comencé a respirar agitada. -Sácala... Algo está mal... Por favor- le rogué y comencé a llorar con desesperación. Contracción tras contracción. Odín nos miraba, incapaz de moverse por la orden que Hades le había dado de asistirme. Quizá el elfo estaba tan asustado como yo, pero no lo expresó o estaba acostumbrado a obedecer a Hades aunque las cosas le asustaran. No lo sabía, pero la presencia del elfo era lo único que me mantenía distraída. Kore estaba viniendo. @@Hades Ragnarok

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http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Arya Macnair: Se le informa que la compra realizada en el Evento Sortilegios Weasley el 04.05.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Droobles | A | 10 P | 500 G 1 - Detonadores Trampa | AA | 20 P | 1000 G 1 - Fantasías Patentadas | AAAA | 80 P | 4000 G 1 - Surtido Saltaclases | AAAAA | 160 P | 8000 G Puntos en criaturas: -- Puntos en objetos: 270 P Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium Concilio de Mercaderes

Puse una mano en el pecho de Hades cuando se acercó de manera casual, porque ya sabía lo que estaba buscando. -Tendrá que pensar, señor Ragnarok, que es probable que nuestra pequeña Kore requiera más atención de lo esperado- susurré, cerca de su boca y luego la sellé con un beso que duró poco pero fue intenso. Me alejé del clóset y comencé a caminar hacia el corredor de nuevo, para ver las puertas alrededor. Él me había dicho que la mayoría de las habitaciones estaban vacías y podíamos escoger alguna para Kore, aunque tenía razón en algo: mientras fuera una bebé pequeña iba a tener que estar en nuestra habitación. Y eso no me molestaba en absoluto, pero de todos modos quería hacer su propia pieza, una que ella pudiera disfrutar sin importar la edad que tuviera. Tendría otra en la mansión Macnair, por supuesto, porque aunque pasáramos tiempo como familia en la casa de su padre, yo quería que ella pasara también buenos momentos con sus primos y tíos. -Iré a elegir una- le dije, comenzando a caminar por el corredor-. ¿Puedes traer té?- pregunté. Esperaba que notara que quería hacer aquel recorrido sola, conocer la casa. Y no porque quisiera alejarlo de mí, sino porque había muchas cosas que debía sopesar ahora, como que iba a ser madre de nuevo, que era humana y frágil y eso implicaba que, más allá de mi magia, ya no me protegería mi inmortal vampirismo. También tenía que sopesar la posibilidad de que Kore fuera medio vampira y todas las implicaciones que tendría para ella el crecer con sed. ¿Sería difícil? ¿Sería igual que cuando uno era neófito? ¿Cabría la posibilidad de que Kore pudiera atacar a la gente sin darse cuenta de ello? No lo sabía ni lo sabría hasta que ella naciera y la estudiara. Estudiara. Como si fuera una especie de experimento. No, no era eso. Pero con Connor... Con él había sido distinto, no sabía cómo. Nunca había sabido como. Estaba segura de que los temores pre natales eran bastante comunes. *** Tiempo después Me removía incómoda en la cama. Había estado caminando por un campo lleno de trigo, listo para la cosecha. El sol sobre mi cabeza brillaba firmemente, cegador y tan caliente que amenazaba con desprender gotas de sudor de mi frente, pero no lo hacía. Mi piel era blanca y no se tostaba, sino que adquiría una tonalidad rojiza cuando me bronceaba y luego desaparecía, dejando de nuevo aquella tez pálida que poco tenía de relación con mi sangre griega. Mis manos rosaron la cosecha y sentía la dureza de las plantas entre mis dedos, la tierra bajo mis sandalias. -¡Sybilla!- el grito provenía de mis espaldas y me giré. Una casa de barro, arcilla y piedra se elevaba en una colina no muy lejana. Tenía el techo de tejas rojas curvas, varias ventanas con cortinas crema que ondeaban en la suave brisa. Un jardín tan verde que parecía un oasis se extendía delante, a los lados y por detrás de la edificación, donde miles de flores de colores formaban una postal que parecía pintada. La voz llamó de nuevo. Una voz ronca y profunda. -¡SYBILLA!- un grito desesperado. Y luego... ¡Slash! El chasquido de un látigo cortó el aire caliente. ¡Slash! -¡SYBILLA!- gritó de nuevo la voz ronca. ¡Slash! -¡VEN AQUÍ, PERRA ESTÚ.PIDA!- la voz ronca denotaba ira. ¡Slash! Me tapé los oídos. -¡MIRA LO QUE HAS HECHO!- gritó de nuevo. ¡Slash! Pude escuchar la carne cortarse. La sangre escurrir. ¡Slash! El látigo azotó de nuevo. Ni siquiera tapándome los oídos podía evitar que ese ruido me llenara, me resquebrajara los huesos. ¡Slash! Pero el muchacho atado a los postes, con la espalda destrozada y la cabeza inclinada hacia adelante, que con cada nuevo corte le temblaban las piernas robustas y apretaba los puños, no soltó un sólo grito de dolor. La sangre manchaba su espalda y discurría como un río bermellón hasta el nacimiento de sus nalgas, deslizándose entre ellas y goteando en el suelo. Estaba desnudo, bajo el impío sol del mediodía. Sybilla... *** No fueron los látigos los que me despertaron, sino el susurro final, como aliento en mi oreja, cálido y dulce, el que me sacó de aquella pesadilla. Me incorporé en la cama y miré hacia ambos lados, buscando la procedencia de aquel susurro que me había arrastrado desde la profundidad de la congoja hasta la lucidez del despertar. -Hades- lo llamé en la oscuridad de la habitación. Un dolor agudo me recorrió la parte baja de la espalda y me arquee. -¡Hades!- casi grité. Sentí la cama mojada entre mis piernas. @@Hades Ragnarok Sybilla...

Mi cadera estaba apoyada contra el escritorio negro de caoba, pintado hacía mucho tiempo por manos ancianas, en un cobertizo en Galway. Pasé mis manos distraídamente por algunos nudos sin pulir, mientras el hombre sentado en la silla de terciopelo morado pasaba las hojas de pergamino que tenía delante, escritas con pulcra caligrafía y estilizados dibujos, con tinta negra y una pluma de Fwooper. Tenía unos anteojos redondos pequeños, más parecidos a monóculos que a lentes modernos, que se ajustaban a su afilada nariz aguileña. Sus labios, más grueso el inferior que el superior, estaban apretados en una fina línea que los hacía parecer una cicatriz en aquel rostro de pómulos marcados y mentón afilado. Era un hombre atractivo a su manera. Tenía el cabello oscuro del color del ébano, largo hasta los hombros, la piel tostada por algún incesante sol y las cejas pobladas un poco juntas, mientras fruncía el ceño hacia los papeles que estaba leyendo. -Podrías haberlo hecho sin mi. Eres abogada- señaló con voz cansina y grave. Por su rostro podrían decir que apenas tenía cuarenta, la cicatriz sobre su ojo izquierdo ni siquiera había podido borrar lo joven que parecía ser. Pero su voz, la cadencia, denotaban una sabiduría que no correspondía con dicha edad. Y, a decir verdad, Marcus tenía muchos, muchísimos años más que eso. -No ejerzo hace años, preferiría que alguien más afín a esta clase de cosas se encargase de mi testamento- comenté, como quien habla del clima de Londres, siempre nublado y lluvioso, con aquel tono aburrido característico de un inglés, pero con el acento irlandés de fondo que se había pegado a mi lengua muchos años atrás. Deslicé un dedo desde la superficie de madera negra hasta la carpeta con pergaminos, que giré para observar mejor lo que allí había escrito-. ¿Está bien así? ¿Necesitas más datos o... lo firmo?- quise saber. Marcus se reclinó en la silla, como si ésta le perteneciera. Siempre tenía ese aire de confianza, de altivez, como si el maldito mundo le perteneciera. Y era precisamente eso lo que me gustaba de mi hermano. Él, con su piel morena besada por el astro rey, muchos miles de años atrás, en campos de trigo y tierras de guerra. Yo, besada por la luna, en templos de mármol y piedra. Parecíamos simplemente dos caras de la misma moneda y era tan difícil imaginarse que éramos parientes, como más lo era pensar que éramos gemelos. Nacidos del mismo vientre, compartiendo útero más no saco amniótico. Nos parecíamos el uno al otro en la forma de la cara y el mohín de desagrado que hacíamos cuando algo no encajaba en lo que habíamos planeado. Pero después de eso... dos caras de la misma moneda. -¿Por qué vas a dejar el Pandora's a nombre de ellas dos? Volviste, estás viva, sana y salva...- un movimiento de su cabeza señaló mi creciente vientre-. Y formando una nueva familia. ¿Por qué no dejarle todo a la bebé Perséfone?- preguntó, dándole a su sobrina el nombre más común con el que se la conocida. La que trae la muerte. Pero ella no traería la muerte. Ella era vida. Y entrecerré mis ojos, molesta por el sobrenombre, posando la mano que no me sostenía sobre el abultado vestido rayado gris y negro. Las rayas horizontales ensanchaban mi figura, lo que parecía darle volumen a un cuerpo que había estado perdiendo peso las últimas semanas. Nada de qué alarmarse, me había dicho. -Kore- lo corregí-, tendrá de por sí demasiada herencia de parte de su padre y también mía. Tengo otros dos negocios. Dejarle uno a mis sobrinas no va a empobrecer a la princesa- solté la mano de mi vientre para hacer un ademán despreocupado, alejando el tema que él había sacado-. Y tú tarea sólo es asegurarte que esta anciana mente no se haya olvidado de cómo redactar de forma apropiada un testamento... o los papeles que dejan a Arya y Juliette como dueñas y titulares del Pandora's- cerré la carpeta que estaba sobre el escritorio y le di un golpecito con un dedo-. Si todo está bien, entonces listo. Gracias por venir, Marcus. Transferiré las libras a tu cuenta bancaria- y con eso, la reunión estaba concluída. O eso era lo que yo esperaba. Pero Marcus se hizo hacia adelante con velocidad y gracia de otro mundo y me tomó la muñeca antes que yo pudiera despreciar su presencia y someterme a la labor de adecuar el bar. Nuestras miradas chocaron y no de forma bonita, mientras yo bajaba la vista con parsimonia pausada hacia la mano morena, de nudosos y callosos dedos, que ahora sostenían mi muñeca, con firmeza más no con rudeza. De haber sido así, ya estaría muerto. Y me soltó tan pronto como notó que su movimiento había sido inadecuado. -¿Podemos hablar? No nos hemos visto en... ni siquiera sé cuánto tiempo- pasó una mano tosca por su cabello, desordenándolo, lo que le daba un aire más juvenil del normal y mucho más desprolijo del que correspondía a alguien de su nombre. Marcus Octavio Argéadas. Un apellido que no era tal, sino perteneciente a una dinastía que había perecido hacía casi la misma cantidad de años que poseíamos. Pero él había sido la mano derecha de uno de los conquistadores más renombrados de la historia de la Antigua Grecia. Y se había quedado con el apellido, que ya nadie recordaba, exceptuando a las ratas de biblioteca y a los fanáticos del arte. Marcus Octavio de Esparta, hijo de Iliria de Epiro y un hombre desconocido. General de las fuerzas de Alejandro Magno. Mejor amigo. Y mi hermano. Su cuerpo torneado no se notaba debajo del traje caro y los zapatos lustrosos, como tampoco su antigua postura de guerrero. Había sido formado para servir y matar, más sus habilidades se habían utilizado para diferentes cosas en los últimos cientos de años. Era tan versátil como un trozo de tela, pudiendo moldearse a cualquier situación y sabía sacar provecho de todas ellas. Así, Marcus Octavio había sido General de la Legión del Águila, Comandante de las fuerzas invasoras de Alejandro Magno, asesino de Cleopatra, consejero de Ricarco I de Inglaterra, guerrero del la Orden del Temple... Tenía más títulos que pelos en la cabeza, probablemente. Pero aún así allí estaba, suplicándome que le diera el tiempo que no habíamos tenido en dos mil años. Tiempo que yo no había querido tener con un hermano que me había abandonado a mi suerte para hacer la suya, al lado de un conquistador. No lo culpaba, nuestro padrastro había sido la peor escoria del mundo y así como yo había terminado en manos de un terrateniente inmundo que me triplicaba la edad, Marcus había sido reducido a látigos hasta que había obedecido. Aún recordaba cómo mis manos habían temblado al limpiarle las heridas abiertas de la espalda, mientras agonizaba semi dormido sobre la paja manchada del establo. Nuestra madre, impotente, sólo había podido llorar desde la distancia por dos hijos que era incapaz de proteger y, aún así, nos había heredado la más grande y maravillosas de las protecciones que pudiera haber imaginado, porque siempre nos teníamos el uno al otro. Siempre. O casi siempre, me recordé. No durante los últimos dos mil años. -Me gustaría darte el número exacto de años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos que no nos hemos visto, pero me temo que ya no soy inmortal y mi mente falla un poco con tanto jaleo- señalé con un dedo mi sien-. Además, hemos evolucionado Marcus, no tienes que sentarte a hablar del tiempo perdido con tu hermanita- sólo unos minutos de diferencia, eso lo hacía el "mayor"-. Tampoco hay nada de qué hablar- me bajé del escritorio y caminé hacia la escalera. -¿Nada?- replicó-. ¿Miles de años de por medio y nada de qué hablar? ¿Qué tal de que eres humana? ¿O de tu embarazo?- señaló, lo que me hizo volverme para encararlo-. ¿O de que desapareciste sin dejar rastro y creí que estabas muerta?- su tono acusador me sacó de mis casillas. -¡¿Tú creíste que yo estaba muerta?! ¡Eres un maldito desgraciado sin sentimientos! Ese hijo de pu.ta me vendió para su provecho, mientras tú huías al maldito ejército, dejándome a su merced. ¿Y es mi culpa por desaparecer?- mi voz salió aguda, quizá más de lo esperado, pero no tembló y agradecí a todos los dioses por eso, porque no quería mostrar debilidad. Podía ser humana y mi vida pender de un hilo, pero jamás, ni en el más remoto de los casos, iba a demostrar debilidad o miedo. No ante él, al menos-. No te atrevas a volver a hablarme así, Marcus. Puede que sigas siendo un maldito vampiro y tengas dos milenios, pero yo puedo hacerte mi.erda con un maldito chasquido de mis dedos. Así que mejor te guardas ese maldito tono. Tenía una mano extendida en el aire, hacia mi, como si quisiera tomar lo que yo era y unirlo porque claramente veía lo rota que aún estaba -y que nadie más vería nunca- y abrió y cerró la boca varias veces, como un pescado al que han sacado del agua y busca el líquido vital. Y, en cierta forma, esperaba que su dura mano cayera como bofetada en mi rostro, como había pasado en otro tiempo, cuando nos gritábamos y peleábamos y la cosa se ponía ruda, difícil entre nosotros. Pero, sin embargo, estrechó la distancia que nos separaba con velocidad vampírica y me abrazó. Y rompí en llanto. Lloré tan fuerte que comencé a estremecerme y llené de moco transparente el traje caro italiano. Tan fuerte que seguramente me oirían en el negocio de al lado, a pesar de los aislantes auditivos. Y mientras mi hermano gemelo me sostenía con ternura, con amor, como lo había hecho cuando éramos humanos adolescentes atrapados bajo el yugo de un general militar cobarde y presuntuoso que había hecho miserable nuestras vidas y la de nuestra madre, sentí que volvía a estar completa. Luego de dos mil quinientos años de vida, de esposos adinerados y pompa, de maridos que había amado e hijos que habían muerto, de una familia que me había acogido en su seno como si fuera una más, obviando ciertas particularidades de mí -no por desprecio sino por respeto-, por fin sentía que podía decir que Sybilla de Esparta había renacido. **** Sujeté la parte posterior de mi cintura con las dos manos, inclinándome levemente hacia atrás y haciendo que un crujido saliera de mi columna. Puse los ojos en blanco ante el alivio y una carcajada retumbó por el espacio vacío de la pista de baile silenciosa. -¿Por qué no le dices a los elfos que continúen? Estuviste todo el día limpiando y podrías simplemente haberte hecho un mojito y sentarte a ver el tiempo pasar- Marcus se había quitado el saco empapado en mis lágrimas y lo había dejado despreocupadamente sobre el mostrador empolvado, como si sólo fuera una prenda más de su guardarropa y, a decir verdad, no dudara de que así fuera. Yo tenía dinero, de eso estaba segura, pero las arcas de mi hermano ascendían a números que ya no se contaban, sino que se pesaban. -Porque puedo hacer el trabajo yo. No necesito que estén siempre sirviéndome. -¿Y para qué los tienes entonces?- preguntó. Dejó la caja con copas y vasos largos sobre el mostrador. La camisa arremangada mostraba los tatuajes ascendentes por sus brazos, que comenzaban a la altura de sus muñecas y se perdían, quizá, en los entrelazados diagramas de su espalda y pecho. Tenía uno muy notorio en la frente, justo sobre las cejas, una corona de espinas, ramas gemelas entrelazadas. Notó mi mirada sobre él, sobre los tatuajes. -Hechizos- dijo, señalándose un brazo-. Atadura- señaló su frente-. Y un recordatorio de una bruja... Pero aún si no lo tuviera, no necesitaba una marca permanente para no olvidarla- hizo ese mohín tan característico nuestro y me hizo sonreír. -¿Hechizos de qué?- quise saber. -Es una larga historia- replicó. -Tengo tiempo... -No hoy- suspiró y con eso pareció ponerle punto final a nuestra conversación sobre sus marcas-. ¿Qué tal está el tal Hades? ¿Es un buen hombre? ¿Te mantendrá a tí y a Kore?- soltó, intentando ocultar la sonrisa de burla. -No necesito que nadie me mantenga. Soy una mujer que trabajó toda su vida para tener lo que tiene y seguiré trabajando. Y sí, es un buen hombre- ahora yo fui la que hizo el mohín y eso lo hizo soltar una carcajada-. No, es que... Bueno, ya lo conocerás. No es un tipo cualquiera, ¿sabes? Es algo... reservado- moví una mano frente a mí, inclinándola primero hacia un lado y luego hacia el otro. "Más o menos", significaba-. Y él y Arya... Bueno, aún no han tenido ningún choque sustancial y espero que no lo tengan, pero me atrevería a decir que no se tienen mucho aprecio. -¿Arya es la sensual pelirroja que está con el otro vampiro?- preguntó, apoyándose de espaldas a la barra, donde dejó descansa los codos de forma despreocupada. -No le digas así. No la llames "sensual pelirroja"- apreté los dientes-. Podría ser tu tatara tatara por mil, nieta. Además, sí, está con Aidan. -¿Y la otra muchachita? ¿Juliette?- preguntó-. ¿Está... soltera? -¡Marcus!- le arrojé un paño que había tenido en la mano, con el que había estado limpiando las lámparas colgantes-. ¡Es una niña!- le grité. -No si tiene más de dieciocho- bromeó y, esta vez, le lancé un aguamenti que cruzó el espacio que nos separaba y le salpicó el rostro, haciendo que el cabello se le pegara al rostro. -Te lo merecías, bastardo- refunfuñé. Pero sólo se rió, una risa cálida y tintineante, profunda por su tono de voz de grave y cargada de alegría genuina. Y también me reí. Fuerte. Esperaba que las chicas llegasen de un momento a otro. Les había enviado una lechuza, requería su presencia en el Pandora's. Quería enseñarles cómo era el negocio, que lo conocieran y supieran cómo manejarlo antes de hacerlas firmar los papeles que había dejado en la oficina. Oficina que sería de ellas, en poco tiempo. @@Arya Macnair @@Juliette Macnair

Aidan Howard Pesada es la cabeza que lleva la corona. Aidan, que había estado en cuclillas para poder mirar directamente a los ojos de Arya, se sentó en el piso cálido del baño. Losa radiante. No la misma que usaban actualmente los muggles, sino alguna versión mágica evidentemente, algún hechizo que impedía que el suelo del baño fuera endemoniadamente frío. ¿Por qué siempre se empeñaban en encantar todo? Al menos en la Mansión Macnair, que la mayor parte del tiempo permanecía deshabitada exceptuando a los elfos, a él y a Rohana. ¿Había necesidad de mantener el baño de Pik cálido? De cualquier modo, eso hacía que los pies de Arya no se fueran a enfriar. Miró sus manos mojadas. Había quedado flotando entre ellos el silencio tenso, ese que puede cortarse fácilmente con el filo de un cuchillo. -¿Hiciste un trato con el Cónclave?- era obvio que sí, pero necesitaba que ella lo dijera. Quería escucharlo de sus propios labios-. ¿Y no lo aceptaste?- todas las preguntas no eran más que retóricas de algo que ella ya había dicho-. ¿Y por qué todavía no aceptaste el trato?- sus labios estaban rosados, probablemente por la ingesta de sangre antes del parto, que se había obligado a tomar para no sentirse atraído por la enorme cantidad de plasma que habría en aquella habitación cerrada-. ¿Vas a quedarte como humana?- quiso saber. A él no le importaba. No le importaba si ella era un demonio, un humano o las dos cosas. No le importaba si era bruja, si era muggle, si tenía poder o no. Eso nunca le había importado. Cuando Aidan había conocido a Arya sólo había visto a una muchacha asustada buscando su lugar en el mundo, con ideales cuestionables y fuertes ataques de ira y llanto. Ahora, cada vez que la miraba, Aidan veía a una mujer que estaba intentando abarcar demasiado con lo poco que le había dado el mundo. ¿Acaso era su deber mantener viva a Elysia y Castalia? ¿Era su deber dar la cara por todos para salvar a Juliette? Sola. Ella hacía todo sola. -Te pareces demasiado a Castalia, ¿sabías? Y a Sybilla- la vio arrebujarse en la espuma y pedir la bata, así que él simplemente se puso de pie y se la alcanzó, girando levemente el rostro para darle el espacio que ella necesitaba para no sentirse abrumada por su desnudez-. No me importa qué decidas- hizo un mohín con la boca, igual a los que hacía Sybilla -posiblemente una costumbre aprendida- y se volvió un momento hacia ella-. No me refiero a que no me importe, en sí. Sino a que... la decisión que tomes, yo te apoyaré- pero su corazón, su muerto y quieto corazón, pareció querer latir-. Iré... Iré por ropa limpia- dijo a modo de disculpa, antes de volverse, darle la espalda, y salir por la puerta del baño. Cobarde. No era más que un mugriento cobarde. Toda su vida había sido cobarde. Primero con Joanna, luego con Artemis y ahora con Arya. ¿Cuándo iba a decir las cosas que sentía? ¿Cuándo iba a ser capaz de demostrar verdadero amor? ¿Entrega? Tenía que decirle. ¿Ella lo sabía? ¿Sería ese bebé hijo suyo? ¿Acaso era posible que sucediera de nuevo? Podría, quizá, usar sus poderes, leer su mente... No. Dejaría que ella se lo dijera. @@Arya Macnair

Las discusiones con Hades serían moneda corriente de ahora en adelante, de eso estaba segura pero también me divertía, no sabía por qué. Lo escuché hablar de su viaje, preocupada. Yo sabía lo que era Grecia o lo que había sido para mí la última vez que había pisado sus tierras, lo que podría ser para Kore y, mientras él me contaba sobre lo que había vivido, el motivo para irse, para no quedarse en su mansión y poner en peligro a todos, sentí que estaba engañándolo al no contarle aún ciertas cosas de mi vida. Después, me dije. Después le contaría todo lo que debía contarle, como el padre de mi hija. Como mi futuro esposo. Subimos las escaleras juntos y caminamos hacia unas puertas blancas, donde él apoyó una mano sobre el picaporte mientras me preguntaba si yo quería entrar. Asentí, sin pensarlo en realidad. ¿Qué podría haber allí que fuera terrible para mí? Nada, me respondí. Nada de nada. Y en realidad aquello era hermoso. La cama con dosel, los ventanales y la forma en la que se colaba la luz a través de ellos, bañando la cama y la alfombra suave bajo nuestros pies. Los enormes armario con ropa que me hicieron preguntar si Hades no tendría, quizá, más ropa que yo. Caminé despacio hacia la cama y me senté en el borde, admirando no sólo la tela del cubrecamas, sino también la sensación de estar sobre algo tan mullido, como si flotara. En cierta forma, la gente adinerada de Ottery poseía habitaciones como esta aunque ni de lejos tan espaciosa. La mía, por ejemplo, sería al menos la mitad de esta. -Te gusta el lujo, Ragnarok- lancé de forma divertida, mientras acariciaba el dosel-. No tenía idea de esta parte tuya, donde te gustan los montones de ropa costosa o las alfombras extranjeras- porque ciertamente estaba pisando algo confeccionado con mucha calidad, nada que se pudiera comprar en un simple lugar de construcción mágico o muggle. Todo era hermoso, desde la lámpara sobre nuestras cabezas hasta los intrincados dibujos tallados en los muebles. Pero de nuevo mi mente volaba por otros lugares, muy lejanos. Cosas que tendríamos que hablar. -¿Crees que podrías hacerme lugar para colocar mi ropa?- pregunté, señalando los armarios-. Me juego a que tienes más pares de zapatos que yo- reí, levantándome de un salto para ir a ver si, en efecto, yo tenía razón. @@Hades Ragnarok

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Anthony Ryvak Dracony: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 01.04.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Poción de los Despertares | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones. 1 - Filtro de Amistad | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones Puntos en criaturas: --. Puntos en objetos: 80 Puntos. Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes.

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Hades Ragnarok: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 01.04.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Poción de los Despertares | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones. 1 - Filtro de Amistad | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones Puntos en criaturas: --. Puntos en objetos: 80 Puntos. Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes.

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Sagitas Potter Blue: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 01.04.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Poción de los Despertares | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones. Puntos en criaturas: --. Puntos en objetos: 40 Puntos. Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes.

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Lucrezia di Medici: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 01.04.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Poción de los Despertares | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones. 1 - Filtro de Amistad | AAA | 40 Puntos | 2000 Galeones Puntos en criaturas: --. Puntos en objetos: 80 Puntos. Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes.

Asentí mientras él hablaba, sin querer interrumpirlo. Pero al final me dio espacio para poder expresarme y eso hice. -¿Por qué se fueron?- fue la primera interrogante que se me ocurrió. Yo no hubiera abandonado tan esplendoroso lugar a menos que algo hubiera ocurrido, como años atrás, cuando un grupo de vampiros había atacado la mansión Macnair y la había dejado en ruinas, entonces sí habíamos tenido que huir a la casa de los padres de Pik en Irlanda y habíamos tenido que vivir allí mientras la reconstruíamos. ¿Pero construir una mansión desde cero y dejarla apenas habían consolidado su relación? Eso era raro, más porque yo sabía que Hades no la había pasado bien en Grecia. -Me gustaría poder elegirle una habitación a Kore cerca de la nuestra y decorarla, claro- comenté, mientras me alejaba unos pasos de él para acercarme a la baranda de la escalera y colocar una mano sobre ella. Me sentía extraña, como si la casa me conociera, pero yo jamás había estado allí, ni en aquel cuerpo ni en ninguno de los otros-. Colocarle una bella cama, un escritorio para que pueda realizar sus tareas escolares... una casa de muñecas- todas cosas muggles, me di cuenta-. Quizá un columpio con almohadones donde poder relajarse- siempre había querido colocar uno en mi habitación en la Macnair, pero no lo había hecho porque me daba pereza tener que cambiar los muebles de lugar-. ¿Puedo conocer tu habitación?- pregunté, girándome para mirarlo, porque todo aquel tiempo había estado mirando con ilusión la planta alta. @@Hades Ragnarok

Aidan Howard Cada vez que tocaba un centímetro de piel desnuda de Arya, las manos de Aidan se crispaban, como si quisieran intentar cubrir la mayor parte del sedoso órgano para abarcar cuanto pudiera de la pelirroja. Pero cada vez que eso ocurría, se obligaba con seriedad a proseguir el trabajo, así hasta que Arya estuvo completamente desnuda y la ayudó a sentarse en la bañera, que poco a poco se iba llenando más y más con agua cálida. En una ocasión se había preguntado por qué todas las habitaciones en suite de la mansión tenían bañeras y no duchas y la escueta respuesta de Sybilla lo había hecho reír. Para hacer el amor, por supuesto. Eran todas amplias, casi como un jacuzzi y de distintos materiales (cobre, peltre, cerámica, mármol), con grifos hermosos que hacían juego con cada decoración, como si cada detalle hubiera sido cuidadosamente pensado por un decorador experto. Dejó que sus perezosas manos recorrieran, ahora sí, la piel desnuda y utilizó una esponja cargada con diferentes fragancias y jabones para lavar no sólo la superficie que se podía apreciar, sino también los pensamientos convulsionados de Arya. Había intentado no mostrar la sorpresa con su pregunta al llegar al baño, pero le había sido imposible contenerse. Había pensado, quizá, que se trataba sólo del cansancio de la pelirroja pero una alarma se había encendido de todos modos dentro de su cabeza y ahora la vigilaba como un halcón, esperando la siguiente reacción. Pero lo que vino lo hice morderse la mejilla, en tensión. -¿Qué quieres decir?- preguntó. Detuvo el movimiento circular que en aquel momento había estado efectuando en la espalda de Macnair y giró, tomado del borde de la bañera, para mirar a esos hermosos ojos verdes esmeraldas que se repetían en cada miembro de la familia. La única que no los había tenido fue Artemis, se recordó con cierta nostalgia. Los de ella eran avellana. -¿Cuál fue el trato que te ofrecieron?- quiso saber. Y, por un instante, sus ojos viajaron al vientre de Macnair. Sus manos se apretaron al borde la bañera y tuvo que hacer otro esfuerzo más por no resquebrajarlo bajo su enorme fuerza sobre humana. Desde que había ido por ella había olido algo, algo peligroso, algo extraño, pero no había dicho nada al respecto y dudaba que nadie se hubiera dado cuenta del asunto. Mientras la había estado desvistiendo, sus manos habían evitado tocar la panza de Arya, con temor a sentir algo de verdad o a no sentir nada y decepcionarse. Pero a medida que pasaban los minutos, aunque intentando evitarlo, sus pensamientos volvían una y otra vez a ese débil y sutil latido, distinto a los demás, que había sentido mientras intentaba revivir a Castalia. Ahora, esperando una respuesta, todos sus temores se agruparon en su garganta. @@Arya Macnair

Esto de que tu marido haga Home Office no es tan divertido como parece u.u Al final tardé un día más en poder traer las cosas... o fueron dos ? Creo que tres jajaja en fin, sólo me falta lo de Zoe que está en proceso :3 @@Arlet Malfoy @@Mistify Malfoy Uhm.. Puedo intentar algo diferente si no te gusta... @@Jank Dayne Me gustaba más la primera imagen pero el formato no me permitía abrirla para trabajarla, so... @ @@Zoella Triviani Doble mención para todos XDDDD

Tengo como mil firmas pendientes de hacer XD y no tengo ganas de abrir el PS porque significaría ponerme a hacer, además, otras cosas. Pero en vista desde que hace como un mes que le debo la firma a Maida, voy a pasarme mañana a tirar diseños a todos los que debo. So, ténganme paciencia, amor y todas esas cosas que siempre pido <3 Mañana traigo todo

Era la primera vez que pisaba aquel lugar. Sabía, porque conocía casi todo Ottery, que el mismo riachuelo que pasaba por los jardines de la Ragnaventus recorría también la parte trasera de la mansión Macnair, donde se ensanchaba hasta el punto de haber tenido que construir un pequeño puente para cruzar hacia la colina que se extendía detrás, antes de adentrarse en los frondosos bosques mágicos. Pero nunca había pisado ni su interior ni su exterior, ni siquiera para salvaguardar la vida de los mortífagos leales que vivían dentro de sus paredes. Era curioso, de hecho, que jamás hubiera recibido invitación a una ceremonia o similar allí... O quizá se debía a la antigua matriarca, con quien no poseíamos afinidad alguna y de quién prefería mantener las distancias. Matriarca que ya no habitaba la mansión. -Déjame apreciar la sala- regañé a Hades, mientras él me preguntaba por la habitación que prefería y yo observaba el hermoso entorno que nos rodeaba. Se notaba el buen gusto en la decoración, había podido apreciarlo nada más cruzar los portones. Las estatuas de seres mitológicos me hacían sentir como en casa, a decir verdad, aunque jamás en la Mansión Macnair se nos hubiera ocurrido tener ese tipo de estatuas; nosotros éramos más de las armaduras-. Esto es bellísimo y se ha mantenido bastante bien- comenté, mientras me acercaba a un sofá para pasar mi mano por la sedosa tela. -¿Dónde está tu habitación?- quise saber, por curiosidad-. ¿La compartías con... Laila?- una pregunta peligrosa, supe, pero igual quería hacerla. Aunque estar allí era maravilloso -algo que no diría de pleno aún-, había cosas que aún revolvían parte de mis entrañas. Y si ella había dormido en la misma habitación que él... Yo no sabía si quería compartirla. Sí quería estar con él, dormir junto a él quizá por el resto de mi vida, pero de ningún modo podría aceptar ocupar el lecho de otra mujer, mucho menos alguien que él había amado tanto. Siempre me incomodaría saber que su cabello había tocado aquella almohada, que su cuerpo había estado cubierto por aquellas sábanas. Quizá necesitase más tiempo del pensado para superar algunos aspectos de nuestro... compromiso. @@Hades Ragnarok

Aidan Howard La mirada triste y la voz quebrada de Arya rompieron algo dentro del vampiro, algo que creyó que ya estaba tan destruído que era imposible que alguien pudiera herirlo. Pero se equivocaba y ni siquiera pensó en los movimientos que realizó mientras sus brazos, antes dispuestos a sostener las manos de la pelirroja, ahora la rodeaban intentando sostenerla, intentando unirla, como si acaso era fuera posible. Como si el sólo mantener a alguien abrazado bastara para que no cayera en pedazos. Aidan acarició el sudado pero aún sedoso cabello brillante y el aroma a sal de las lágrimas derramadas impregnó sus fosas nasales, pero no se acobardó ante los sentimientos al desnudo. Sólo movió su mano, separando los cabellos del rostro húmedo y dejando que Arya soltara todo lo que tenía contenido en su interior, todo lo que la estaba lastimando. Cuando Arya por fin se incorporó, con aquella confesión, el vampiro movió su mano para acunar la mejilla de la pelirroja y, aunque sabía que poco podía hacer por calmar el abatido espíritu, de todos modos dejó un beso en la frente de ella, a modo de débil consuelo. -¿Por qué dices que estás perdiendo la magia? Te he visto llevar a cabo una enorme hazaña para mantener a Elysia en el mundo de los vivos. Sólo estás agotada, como todos lo estamos- confesó. Ni siquiera se había permitido un momento para ir a asearse, así que aún tenía la camisa manchada con sangre y olía a químicos de hospital. De nuevo acomodó un mechón, esta vez tras la oreja de la bruja-. Recuperaremos a Juliette, ahora o después, pero lo haremos. Ella necesita tiempo pero volverá con nosotros. Y Sebástian- hizo una mueca, evitando mirar por el hombro hacia la puerta cerrada de la habitación, como si eso le permitiera cerrar el oído y la mente a las conversaciones de la habitación de Castalia-. Ellos necesitan su espacio, para recomponerse- mintió. No era por eso por lo que Castalia quería irse y él lo sabía, ahora que era medio vampiro iba a necesitar de alguien que la vigilase con los gemelos todo el tiempo y necesitaba la paz que el castillo de Stark le ofrecería. Aidan se incorporó y estiró una mano, esperando que Arya comprendiera el gesto y se levantara con él. Quería llevarla hasta la bañera, limpiar la tristeza con agua cálida e intentar mantener una conversación que no la rompiera en mil pedazos. Pero, además, el vampiro era muy bueno intuyendo cosas. Años de entrenamiento y vidas vividas le habían enseñado a descifrar cuando alguien guardaba un oscuro secreto -y años de vivir con Sybilla también-. Pero no presionaría, no ahora que ella necesitaba la paz que él podía y quería ofrecerle. Más tarde, cuando la oscuridad menguara un poco, él averiguaría que era eso que Arya no quería decirle con palabras pero gritaba con la mirada. @@Arya Macnair

Nombre del Personaje: Sybilla Macnair (todos la llaman Cissy) Sexo: Femenino Edad: Más de 2500 años (aparenta los 20) Estado Civil: Comprometida con Hades Ragnarok Nacionalidad: Griega Familia(s): Macnair (matriarca - sanguínea) Gaunt (adoptiva) Padre(s) Sanguíneo: Fallecidos Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: Concilio de Mercaderes. Miembro de la Logia. Puntos de poder en objetos y pociones: 4440 Hechizos adicionales: ---- Puntos de poder en criaturas: 3000 Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores. Al contratarse la bóveda trastero, esta categoría pasará a formar parte de dicha bóveda. Habilidades Mágicas: Metamorfomagia - Certificación Nigromancia - Certificación Videncia - Certificación Conocimientos Especiales: Adivinación Aritmancia Artes Oscuras Astronomía Conocimiento de Maldiciones Cuidado de Criaturas Mágicas Encantamientos Herbología Leyes Mágicas Pociones Transformaciones Defensa Contra las Artes Oscuras Estudios Muggles Historia de la Magia Medallas: Defensa Contra las Artes Oscuras Eliminado: 4000 puntos Historia de la Magia Eliminado: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro de la Fortaleza: 2000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro de la Sangre: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Equilibrio: 6000 puntos Total Experiencia en medallas: 20000 puntos Raza: Humana Aspecto Físico: Altura: 1,70 Contextura física: voluptuosa, curvilínea, fuertes piernas y brazos. Posee un rostro de barbilla puntiaguda y pómulos pronunciados. Nariz recta y ligeramente repingada en la punta. Ojos: Redondos, con pestañas cortas y oscuras. De color verde esmeralda brillantes. Cabello: Largo. Negro azabache Detalles: Caucásica, con labios pequeños pero rellenos. Vestimenta: Le gusta la ropa muggle, aunque prefiere túnicas largas y capas para ir a trabajar. Sus colores preferidos son el azul, el violeta y el gris, siempre combinados con negro y blanco. Por su habilidad innata para la metamorfomagia, Sybilla suele cambiar su aspecto físico a menudo. Actualmente su color de cabello predilecto es castaño con tonos dorados y rojizos y ojos violetas. Cualidades Psicológicas: Suele ser poco racional cuando se enfada. Normalmente es una persona pacífica y concienzuda. Le teme a los compromisos, por eso varios de sus matrimonios han sido por conveniencia y no por amor. A veces se muestra fría y distante, sobre todo cuando está metida en sus pensamientos. Es muy amable y suele cumplir los caprichos de sus hijos, primos y sobrinos, exceptuando aquellas ocasiones en las que éstos la desobedecen o pelean. Suele ser amena y fácil de tratar en sus mejores momento, a veces hasta llegando a ser sumamente simpática. Odia la descortesía y la falta de tacto. Es muy inteligente, pero no le gusta destacar eso. En su estado más oscuro, su comportamiento se vuelve volátil e impredecible. Historia: Comienzos Nacida en año desconocido en Esparta, aunque se cree que fue un 15 de noviembre y convertida en vampiro a la edad de 20 años, Sybilla fue en su juventud una persona seria e introvertida. Desarrolló de joven habilidades mágicas y en ocasiones, cuando se enfadaba, hacía que las cosas se movieran o cambiaran de estado. Esto ocasionó que fuera aislada de la sociedad, con lo cual se volvió retraída, algo que continuó desarrollándose en su juventud y a lo largo de los años, lo que probablemente le ocasionaba por un lado el necesitar de alguien o algo a lo que aferrarse y, por el otro, el incontenible deseo de no abrirse sentimentalmente a nadie. Su madre era una mujer muy cariñosa y comprensiva, una bruja desde nacimiento. Su padre, por otra parte, era un muggle con el que su madre se había casado y del que Sybilla sabía que no era hija, aunque no podría saberse con exactitud hasta muchos años después. Mientras que su madre intentaba cuidarla, su padre hacía cualquier cosa por lastimarla, incluso alejarla aún más de su madre y hermanos, la única persona con la que tenía contacto. A temprana edad fue instruída y culturizada para poder desenvolverse en la sociedad tal y como se esperaba de ella. Sus estudios hicieron de ella una mujer muy inteligente. También comenzó a instruirse secretamente sobre magia y hechicería, haciendo de la Adivinación uno de sus fuertes, además de la utilización de las Artes Oscuras, algo muy presente en el resto de su vida. Durante su adolescencia descubrió su capacidad para la metamorfomagia y la legeremancia, aunque no hizo uso de dichos poderes de forma total hasta muchos años más tarde. Su padrastro la comprometió a un hombre mayor que ella cuando sólo contaba con 16 años, con quien contrajo matrimonio y tuvieron un hijo al poco tiempo. Su marido no conocía su condición de bruja, de otro modo hubiera sido un problema para ella, así que cuando su hijo comenzó a mostrar signos de poseer cualidades mágicas, tuvo que contarle la verdad. Al enterarse de su naturaleza, la encerró en una celda y alejó de su hijo, de quién nunca más tuvo noticias. Vivió recluida en aquel lugar hasta que un hombre desconocido llegó a salvarla, aunque ella nunca supo cómo sabía de su existencia o por qué la había salvado. Godric era un vampiro que se encontraba de paso por la polis cerca de la cual vivía Sybilla y fue quien la liberó de su encierro, convirtiéndola en vampiro y llevándosela de allí. Durante los primeros de la inquisición en Europa, cuando ésta aún no había sido revelada a todo el mundo, Sybilla y Godric fueron cazados arduamente por su naturaleza vampírica. Godric murió salvándola y la bruja tuvo que subsistir sola, con lo aprendido, durante cientos de años. Se alimentó tanto de humanos como de animales y huyó de la iglesia católica tanto como de los cazadores de seres sobrenaturales que poblaban Europa. Muchos años pasaron y por el año 1270 conoció a Aidan Howard**, quien se convertiría posteriormente en su primer chiquillo (convertido) y heredero del linaje de su familia natal. También a Joanna De Clare**, Henry Fitzroy** (de quien estaría enamorada durante toda su vida), Ricardo Corazón de León** y Onud Silharshi**, convirtiéndose este último en su mejor amigo y mentor. La maldición de sangre Keket era una reina del Antiguo Egipto, vanidosa y terriblemente malvada, que usaba a mujeres jóvenes para mantenerse joven, asesinándolas cruelmente y bañándose en su sangre. Una de sus víctimas fue la hija de una bruja, quien maldijo a la reina y a su descendencia. Keket entonces decidió no tener hijos. Debido a eso, la naturaleza decidió equilibrar las cosas creando dobles exactas (doppelgänger) de Keket a través del tiempo (Sybilla, Bree Jenkins y Rohana Macnair). La sangre maldita de Keket correría por las venas de sus dobles, al igual que lo haría la maldición: sólo vivirían hasta la veintena y sus vidas sería miserables (perderían seres queridos, morirían sus hijos (o serían incapaces de concebir), sus amores las dejarían o perecerían de formas horribles, etc). Al ser convertida Sybilla en un ser inmortal, la maldición en su sangre se rompió, aunque siguieron naciendo dobles. No se sabe si hay forma de romper completamente la maldición más allá de convertirse en un vampiro. Formación de la Hermandad de la Rosa Negra Onud Silharshi, en calidad de mejor amigo y mentor, presentó a Sybilla a la sociedad vampírica que en aquel momento era desconocida para ella, aunque sí había tenido contacto con otros vampiros nómadas. También la instruyó sobre la creación de progenie, familias vampíricas conocidas, clanes, habilidades, sociedad, política y todo lo referente al Mundo de las Sombras. Haciéndose de poderosos conocimientos y con su inclinación a las Artes Oscuras, ganó tantos amigos como enemigos dentro de la sociedad vampírica. Participó en la creación de la Hermandad de la Rosa Negra junto a Ambrose Velkan**, Onud y otros vampiros; sociedad que se encargó de ocultar el secreto de los vampiros a los ojos del resto del mundo mortal, impidiendo la caza desmedida de no-muertos y salvaguardando los secretos más preciados por estos. Siendo una de los 13 Lores que conformaban la Cámara, se encargaba de las relaciones entre clanes y la protección del secreto entre los magos y brujas. En el año 2011, muere Mihail Balan, heredero del trono de la Hermandad de la Rosa Negra. Su único hijo Akira debe ascender, pero su tía Sagitas se niega a que su sobrino aún bebé sea puesto como blanco para cientos de vampiros conspiradores. Sybilla, que viaja a Rumania con la intención de dar sus condolencias a Ambrose Velkan, padre vampírico de Mihail, se encuentra con una conspiración tramada por Aidan Howard y Henry Fitzroy que busca asesinar a Ambrose (actual Lord Supremo). Ambos vampiros utilizan un espejo encantado para encerrar cual prisión a Cissy, liberando del encierro mágico a Bree Jenkins (una de sus dobles, malvada), quien llevará a cabo el asesinato tanto del bebé Akira como de Ambrose. Merope Vallparadise, vidente y prima de Cissy, interviene advirtiendo a Sagitas sobre el peligro y logra salvar a Akira, así como liberar a Cissy del espejo, quien termina asesinando a Ambrose para salvar a su amiga Sagitas. Regreso a Londres A pesar de que vivió en muchos países, finalmente se asentó en Londres al comenzar sus estudios oficiales como bruja en la Academia de Magia y Hechicería. Allí mismo conoció a Latil Triviani, humana mortal que pertenecía al linaje de su familia ( y con quien compartía un lazo especial que iba más allá de la magia. Juntas recuperaron el apellido Macnair, ya casi extinto luego de la muerte del conocido Mortífago, seguidor de Lord Voldemort. Latil llevó a Artemis a la mansión, su prima -a efectos prácticos- y prima hermana sanguínea de Castalia Macnair Gaunt. Las tres juntas volvieron a reconstruir la mansión y encontrar familiares dispersos por todo Europa, entre ellos Pik, Arya, Juliette y Sean, hijo adoptivo de Sybilla. Encuentro con la diosa Hera Durante sus primeros años en Esparta, Sybilla fue instruida en la veneración de la diosa Hera, protectora de las mujeres, la familia y los hijos, así como diosa del matrimonio y vengativa ante los engaños. El vínculo de ella era tan poderoso que alguna vez comentó que la diosa le hablaba, aunque nunca estuvo totalmente comprobado que fuera cierto. En el año 2012, la vampira comenzó a tener pesadillas recurrentes en las cuales se encontraba en el Templo de Hera, así que luego de una larga semana decidió que era momento de volver a su tierra natal y fue así que terminó en presencia de la mismísima diosa, en su templo. Hera estaba enfadada porque Sybilla había renunciado a sus votos con ella, ofreciéndole su vida a Lilith, la madre de los vampiros y convirtiéndose así en un ser "impuro" a ojos de la vengativa diosa. Hera, entonces, quiso asesinar a Sybilla y destruyó su cuerpo, llevando su alma al Purgatorio para atormentarla. En aquel tiempo, Sybilla estaba de novia con Matt Blackner, que al conocer sobre su desaparición repentina fue a buscarla según indicaciones de Artemis, su prima. Fue así como él y Sagitas terminaron dando con el templo y, por consecuencia, con Hera y Sybilla. En un intento de salvar a la chica, Sagitas hizo un ritual druida e ingresó al Purgatorio, rescatando el alma de ella. Pero con su cuerpo destruído, Sybilla no podía regresar, así que Sagitas metió el alma de la Macnair dentro de su propio cuerpo mientras buscaban una solución. Fue cuando una vieja amiga de la vampira, Gemma, apareció y dio su vida para salvarla, ofreciendo su cuerpo como recipiente para el alma, que poco a poco se iba fragmentando por la pureza de la magia de Sagitas. ** Son personajes inventados. - La Hermandad de la Rosa Negra así como todos sus personajes son propiedad de Sagitas Potter Blue, Felias Snape Triviani (Agatone Lestrange), Artemis Macnair Malfoy y Cissy Macnair (Feyre Rhiannon Macnair). Mundos paralelos Una noche de Diciembre de 2012, mientras tomaba una copa con su prima Artemis en el Pandora's Box, ambas brujas notaron que había algo extraño en una de las botellas de la barra. La misma brillaba de forma extraña y las llamaba, emitiendo extraños silbidos y susurros que sólo ellas podían escuchar. Intrigadas, la tocaron y de inmediato fueron transportadas a otro sitio. Creyendo, en primera instancia, que era algún traslador trampa, no tardaron en darse cuenta de que aquella magia que las había transportado era algo más. Artemis se encontró con que su cuerpo era el de una niña de unos ocho años, mientras que Sybilla poseía el color que había tenido cuando estaba viva, de hecho, estaba viva, porque su corazón latía. ¿Qué magia podía cambiar la condición de un vampiro y volverlo a la vida? Era algo que no se sabía con exactitud. Al mirar a su alrededor, ambas se dieron cuenta que estaban en las verdes colinas de Yorkshire, Inglaterra y de que un grupo de personas se acercaban en caballos hasta su posición. Grande fue el asombro cuando dieron con Henry Fitzroy, joven y aún sin ser convertido en vampiro; Aidan Howard, recientemente convertido y Joanna De Clare, de unos dieciséis años de edad, luciendo una radiante cabellera rubia. Las dos Macnair se hicieron pasar por dos desconocidas, aunque alegaron tener cierto parentesco con Aidan. Ambas fueron escoltadas hasta el castillo del Conde, donde recibieron trato como nobles y fue allí que Sybilla se dio cuenta de lo enamorada que estaba de Henry Fitzroy. Pronto creció un amor entre ellos dos, lo que ocasionó que la vampira no quisiera abandonar aquel mundo. Le reveló a Aidan y a Henry quién era y de dónde provenía, luego de enterarse unas semanas después de su llegada de que estaba embarazada de Henry (habían tenido un encuentro amoroso). Preocupada por lo que pudiera pasarle a su hijo nonato, pidió ayuda a Joanna (quien ya era muy diestra en la magia) para que acelerara su embarazo y, al cabo de un mes, el bebé nació como si hubieran pasado nueve meses. Era una hermosa criatura de ojos cobalto a quien llamaron Henry en honor a su padre y con quien ella convivió durante un tiempo. La aceleración del embarazo también había producido que el niño creciera más deprisa, así que a los pocos meses ya parecía casi de un año. El crecimiento, luego, se detuvo mediante de la misma forma que había comenzado y, con el tiempo cumplido, Sybilla y Artemis tuvieron que regresar a su mundo. La brecha Meses después de que Sybilla y Artemis volvieran a su mundo, cosas extrañas comenzaron a pasar a su alrededor. La familia Macnair se juntó al completo para conversar sobre un extraño tema: había una brecha espacio-tiempo que conectaba ese mundo con el paralelo y que, el detonante de esta brecha, podría haber sido la misma magia que había llevado a las primas al mundo alternativo. Con la esperanza de volver a ver a su hijo y a su marido (Sybilla se había casado con Henry mientras permanecía en el otro mundo), no le importaron las consecuencias que podría tener aquella brecha (ambos mundos podían colapsar). En el día y la hora indicadas, la familia Macnair se situó en La Rosa Negra, negocio de Sybilla que hacía de hostel de vampiros. Allí, una especie de portal temporal se abrió y permitió un lugar que denominaron "Limbo" donde las personas que habitaban el mundo alternativo y el mundo principal pudieron encontrarse. Para sorpresa y horror de Sybilla, en el otro mundo habían pasado unos 700 años o más y Henry ya estaba muerto, aunque su hijo había sido convertido en vampiro y aún vivía. Y si bien había mucha conmoción y alegría por el reencuentro de los "dobles" de la familia, todo empeoró cuando un enemigo apareció. Ricardo Corazón de León, quien había sido venerable en el mundo principal, en el alternativo era un cruel asesino de vampiros y humanos, lo que había ocasionado que la Hermandad lo buscara para ejecutarlo por romper el secreto de los no-vivos. Y mientras la reunión se llevaba a cabo, ahora en el castillo de la Hermandad del mundo alternativo (al que habían accedido luego de comprobar que los mundos no iban a colapsar), Ricardo escapó de su prisión y se cobró unas cuantas vidas más; Henry Fitzroy, Henry hijo y Artemis entre otros. Esto hizo que Sybilla perdiera la cordura casi por completo. Muerte y fusión con Castalia Macnair Gaunt Dos años pasaron desde aquel entonces, cuando Sybilla fue rescatada de Hera y su familia muriera en el otro mundo. Su reingreso a la Marca Tenebrosa la había hecho una bruja más cerrada y oscura, llena de ira en su interior y poco a poco se alejó de Matt y Sagitas. Una noche, mientras estaba en El Caldero Chorreante bebiendo una copa, una bruja de cabello rojo apareció. Tenía un rostro contrariado por el sufrimiento y una prominente barriga que iba creciendo día a día. Arya Lockhart (Macnair) y Sybilla no fueron amigas de inmediato, de hecho, Arya estaba enojada con ella por los consejos que le daba sobre tener a su hijo o no. Y, en medio de la discusión, la Lockhart comenzó a tener contracciones. Si bien Sybilla no era una experta en el tema, ayudó a su recién conocida amiga a tener a su hija, una beba de penetrantes ojos azules llamada Ámbar. Fue de inmediato que se creó una conexión entre Ámbar y ella, sobre todo luego de que Sybilla perdiera a su primer hijo. Luego de aquel encuentro, las dos brujas no volvieron a cruzarse sino hasta meses después. La llamada Orden del Fénix había anunciado que daría una conferencia de prensa en el Atrio del Ministerio para esclarecer los hechos sobre que ellos no eran una banda delictiva. Fue allí que Arya reveló su identidad como perteneciente a aquel bando, mientras que Sybilla se quitó la máscara mortífaga frente a todo el público, hizo aparecer la Marca Tenebrosa en el Atrio y luego intentó asesinar a la pelirroja, lo que causó una ruptura inmediata entre ellas. Tiempo después, mientras Sybilla vigilaba que Ámbar tuviera amor y contención con una madre que ella creía que no la amaba, Leah Atkins secuestró a la pequeña frente a los ojos de Arya y, temiendo por la vida de la pequeña, Sybilla siguió a Leah hasta una playa remota. Allí se batió a duelo con Arya, creyendo ésta que ella también había participado del secuestro. Fue así que Arya, luego de ocasionarles graves daños físicos, terminó por matarla. El alma de la bruja, ya fragmentada tiempo atrás por su pelea con Hera y la destrucción de su primer cuerpo, huyó a refugiarse dentro de otro. Y no se sabe si por coincidencia o por alguna magia superior, terminó en el de Castalia. Resurrección (o cómo metieron su alma en un cuerpo completamente nuevo) En el año 2024 Arya logra de forma exitosa separar las almas de Sybilla y Castalia y colocar la primera en un cuerpo nuevo, creado de sangre, hueso y arcilla. Para poder hacer el vínculo que ate el alma vieja a un cuerpo nuevo, utilizan a Rohana como conducto (ya que la pequeña es una doble exacta de Cissy y, por lo tanto, posee su misma esencia mágica). De este modo, Sybilla ahora posee un cuerpo individual que habitar, ya no más atada a la bruja Castalia. Viaje en el Tiempo El demonio Artemius secuestra a Juliette Macnair para que ocupe el puesto de su reina y concubina en el infierno, puesto que en realidad corresponde a Arya. Juli posee una doble personalidad: por un lado es Juliette, la joven hija de Pik Macnair y, por el otro, es Hathor, una demonio heredera de un enorme poder y también de una maldición (cada vez que se enamore, morirá). Artemius desea gobernar El Cónclave del Infierno de forma permanente, pero Arya es mucho más poderosa que él y puede reclamar ese lugar, por eso necesita que Juliette se someta a él, ya que ambos serían invencibles. A su vez, Bietka, la madre de Juliette/Hathor quiere asesinar a su hija para recuperar el poder que le fue robado cuando ésta nació, pero Aaron Black Yaxley ha frustrado sus planes a través de los años (y Sybilla también, aunque se entera de esto mucho tiempo después). Así, en el año 2024, Bietka y Artemius con Hathor (a quien secuestró en el año 2019) atacan a los Macnair con la intención de eliminar a Arya y robar a Aaron unas piedras mágicas que podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte. Sybilla, que ha recuperado su cuerpo (y es humana ahora) decide utilizar todas sus habilidades mágicas para contrarrestrar el ataque, mientras mantiene a Castalia (embarazada) a salvo de la lucha. Finalmente, Arya logra hacer un trato con Artemius para recuperar a Juliette, prometiéndole que si la deja vivir una última vida normal, ella se unirá a él luego en el infierno. Sellado el pacto, Artemius los transporta a todos de vuelta al 2019 luego del secuestro de Juli. Todos permanecen con su memoria intacta sobre los sucesos ocurridos en los últimos cinco años, Castalia incluso permanece embarazada (y posteriomente da a luz en junio de 2019). Regreso a la Normalidad - 2019/2020 Sybilla regresa a su puesto en el Concilio de Mercaderes aunque ahora como Logia, bajo el mando del director Emmet Haughton. Durante la Gala de Navidad se vuelve a reencontrar con su amor de la Academia, Hades Ragnarok y comienzan a salir de nuevo, aunque oficialmente no son novios porque Sybilla le teme al compromiso. Aún así, la bruja queda embarazada del vampiro. Objeto Mágico Legendario: Válido sólo para Orden de Merlín. Objetos Mágicos: Incluirá un listado de los objetos adquiridos. Al contratarse la bóveda trastero, todos los objetos pasarán a detallarse en estas y el listado de pertenencias dejará de aparecer en la ficha de personaje. Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Inicialmente, sólo puedes tener una varita, que tiene categoría AA y otorga 20 puntos. Este objeto es gratuito. Todos los demás serán aquellos que adquieras en la tienda ministerial. Pociones Mágicas: Incluirá un listado de las pociones adquiridas. Al contratarse la bóveda trastero, todos los objetos pasarán a detallarse en estas y el listado de pertenencias dejará de aparecer en la ficha de personaje. Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Incluirá un listado de las criaturas adquiridas. Al contratarse la bóveda trastero, todos los objetos pasarán a detallarse en estas y el listado de pertenencias dejará de aparecer en la ficha de personaje. Clasificación X: Clasificación XX: Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Inicialmente, no puedes tener criaturas. Aquí se pondrán aquellas que adquieras en la tienda ministerial. Criaturas en la Reserva: Criatura: Serpiente Cornuda Clasificación: XXXXX Puntos de poder: 160 Criatura: Ridgeback Noruego Clasificación: XXXXX Puntos de poder: 160 Criatura: Wampus Clasificación: XXXXX Puntos de poder: 160 Libros de Hechizos: Sólo se puede poseer al contratar una bóveda trastero. Los moderadores serán los encargados de reflejar sus datos. Libro: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Libro: Libro de la Fortaleza Nivel: 5 Libro: Libro de la Sangre Nivel: 7 Libro: Libro del Equilibrio Nivel: 10 En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro: Libro: Libro del Druida Nivel: 15 Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: tiene una duración determinada y aparecerán reflejado con detalles en la bóveda trastero Nombre: Cuerno de Erumpent Ancestral Categoría: CS Elfos: Elfo 1: Jill. Elfina de ojos azules, fiel sirviente de Cissy. Es leal sólo a ella y le gusta mandonear a los elfos de la mansión, por lo que se ha ganado muy merecedoramente que los elfos de la Macnair la detesten. Viste una sábana blanca que siempre está limpia. Elfo 2: Swey. Elfo que normalmente atiende la Botica, pues prefiere ese ambiente ante todo. Suele hacer los trámites del banco actualmente, ya que Jill los detesta. Viste un mantel con motivos de pinos que le gusta mucho, siempre limpio y utiliza un gorro a juego. Licencia de Aparición: Certificado Licencia de Vuelo de Escoba: Certificado Personajes Secundarios: Aidan T. Howard, relación mágica/espiritual Castalia Jezabel Macnair Gaunt, relación mágica/espiritual Otros datos: Vivió varios años en Marruecos, Irlanda, Escocia y Japón. Como vampiro, consumía sangre de tipo B+. Extraña a su prima Artemis que murió en 2013. Se casó con Henry Fitzroy en 2013 y luego éste fue asesinado, al igual que su hijo Henry Fitzroy Junior. Se ha casado por conveniencia seis veces. Cuando era vampiro, convirtió a varias personas (Nessa Batería Evans Macnair, Ariadna Macnair Gryffindor, Viry Lioncourt Macnair, James Plantagenet y Aidan Howard) Sybilla no posee apellido, sólo el nombre de su tierra natal (Sybilla de Esparta), pero le gusta utilizar el de la familia Macnair que fue con quienes pasó los últimos años de su vida. Bree Jenkins murió en 2012 luego de salvar a los Macnair de un grupo de vampiros que atacaron la mansión. Rohana Macnair es la hija adoptiva de Castalia, pero vive actualmente con Cissy. Su Patronus tiene forma de hurón. Es zurda. Cronología de cargos: Ministerio de Magia Aprendiz y luego empleada inefable en la Oficina de Investigación Secreta, Departamento de Misterios 1/08/2010 1/01/2011 Empleada Auror en la Oficina para el cateo y erradicación de las Artes Oscuras, Departamento Organizativos del Cuartel General de Aurores 1/01/2011 7/04/2011 Empleada en los Servicios Administrativos del Wizengamot 7/04/2011 6/05/2011 Jefa en la Oficina de Investigación Secreta, Departamento de Misterios 4/07/2011 - Agosto de 2011 Miembro del Concilio de Mercaderes Octubre de 2010 - Agosto de 2011 Empleada en el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica (desde Febrero de 2012 hasta Junio de 2012) Jefa de oficina en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional (desde Junio 2012 hasta Octubre 2012) Directora del Departamento de Cooperación Mágica Internacional. (Desde Octubre 2012 hasta Mayo 2013) Conciliadora dentro de la Logia Eligentium, Concilio de Mercaderes. 6/05/2013 - 11/07/2014 Directora del Concilio de Mercaderes (desde 11/07/2014 - 07/01/2017) Medimaga en el Laboratorio de Investigación Clasificada (LAIC) (desde Junio 2017) Miembro de la Logia Eligentium, Concilio de Mercaderes (desde Septiembre 2017 - hasta Junio 2018) Empleada en el Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes (Octubre de 2018 - Enero de 2019) Empleada del Magic Mall, Concilio de Mercaderes (Enero de 2019 - Marzo de 2019) Miembro de la Logia Eligentium, Concilio de Mercaderes (desde Marzo de 2019 - Actualidad) Academia de Magia y Hechicería - Universidad Graduada de la Academia de Magia y Hechicería en Noviembre del 2010 Profesora de Adivinación (desde Marzo a Julio de 2011) Profesora de Adivinación (desde Agosto de 2012 a Enero de 2015) Profesora de Leyes Mágicas en la Universidad (desde Enero 2015 - Actualidad) Jefa de Casa Los Centauros de Blodwyn de la Academia de Magia y Hechicería Tutora en la Universidad (Academia de Magia) Foro General Matriarca de la Familia Macnair (desde Agosto 2010) Matriarca de la Familia Vallparadise (cerrada) Ex-Dueña de 5 negocios: Pandora's Box, Botica Macnair, El Puerco Galopante, A.S.P.N y La Rosa Negra. Moderadora Global - Enero de 2011 - Junio de 2011 Rango Social Aprendiz desde 17 de Junio de 2010 hasta Noviembre de 2010 Rango Social Unicornio de Bronce desde Noviembre de 2010 a Febrero de 2013 Rango Social Unicornio de Plata desde Febrero de 2013 a Enero de 2015 Rango Dragones de Plata desde Enero de 2015 (Reforma del MM). Bando Ingreso a la Marca en Diciembre de 2010 hasta Febrero de 2011 Reingreso en la Marca el 26 de Diciembre de 2012 con el Rango Base Ascenso a Tempestad el 23 de Octubre de 2014 Ascenso a Mago Oscuro el 29 de Mayo de 2015 Ex-Jefa del Escuadrón Social Ex-Jefa de Contadores de Historias Descenso a Tempestad Junio de 2017 Encargada de la Firmería Serpiente de Pelucho y Esp.uto de Llama. Baja del bando 24/06/2018 Reingreso a la Marca Tenebrosa en 2019 luego de la Reforma de Bandos. Premios y reconocimientos: Jornada Lúdica de Puertas Abiertas del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes El mejor rol del bosque (ya cerrado): "La Hermandad de la Rosa Negra" De Felias Snape Triviani (Agatone Lestrange), Cissy Macnair, Artemis Macnair Malfoy y Sagitas E. Potter Blue Diploma / Trofeo El Rol que merecer Ser Salvado: "La Hermandad de la Rosa Negra" De Felias Snape Triviani (Agatone Lestrange), Cissy Macnair, Artemis Macnair Malfoy y Sagitas E. Potter Blue Diploma / Trofeo Jurado: I Gala del Bosque Prohibido 2012 Reconocimiento Jurado: II Gala del Bosque Prohibido 2013 Reconocimiento Tercer Lugar Concurso de Firmas Gala San Valentín 2013 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Primer Lugar de Firmas en la Gala de Halloween 2014 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Premios Seamus 2014: La más activa en el Rol Ministerial Trofeo / Blinkie Primer Lugar de Firmas de la Gala de Halloween 2015 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Primer Lugar en Concurso de Firmas en Pareja San Valentín 2016 Firma Pareja 1 - Firma Pareja 2 Firma Pareja 3 - Firma Pareja 4 Tercer Lugar Concurso de Firmas Halloween 2016 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Segundo Lugar Concurso de Firmas Halloween 2018 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Segundo Lugar Concurso de Firmas Gala de Navidad 2019 Premio del Público Concurso de Firmas Gala de Navidad 2019 Firma 1 Firma 2 Primer Lugar Concurso de Firmas Gala de San Valentín 2020 Premio del Público Concurso de Firmas Gala de San Valentín 2020 Firma 1 Firma 2 Firma 3 Link al Perfil de Comprador MM: 15 Link a Bóveda Personal: Bóveda nº85617 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº106050 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda N° 101997 La Rosa Negra (negocio cerrado) Agencia de Seguridad Privada para Neutrales B: 91139 (Negocio Cerrado) Botica Macnair B: 97349 (Negocio Cerrado) Bóveda N° 108568 Negocio Quimera (Negocio Cerrado) El puerco Galopante B: 110480 (Negocio cerrado) Pandora's Box Night Club: Bóveda N° 86577 (Negocio Cerrado) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Macnair Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Gaunt

Hola Modes, pregunté en el subforo de PJ secundarios para cambiar el principal por uno de mis secus y me dijeron que podía postear los cambios aquí, así que eso vengo a hacer. Dejaré parte por parte lo que cambia (nombre, edad, etc) en un post largo. Claramente no tocaré las pertenencias o cosas que sólo Modes pueden tocar XD Cualquier error, duda o lo que sea me avisan, si ? XD Espero hacerlo bien... Quitar la imagen que tiene y agregar estas dos: Cambiar los datos personales: Nombre del Personaje: Sybilla - Todos la llaman Cissy Sexo: Femenino Edad: Más de 2500 años (aparenta los 20) Nacionalidad: griega Familia(s): Macnair (matriarca, sanguínea) Gaunt (adoptiva) Padre(s) Sanguíneo: Fallecidos Padre(s) Adoptivos: -- Cambiar la raza: Raza: Humano (antes era vampiro) Cambiar aspecto físico: Aspecto Físico: Altura: 1,70 Contextura física: voluptuosa, curvilínea, fuertes piernas y brazos. Posee un rostro de barbilla puntiaguda y pómulos pronunciados. Nariz recta y ligeramente repingada en la punta. Ojos: Redondos, con pestañas cortas y oscuras. De color verde esmeralda brillantes. Cabello: Largo. Negro azabache Detalles: Caucásica, con labios pequeños pero rellenos. Vestimenta: Le gusta la ropa muggle, aunque prefiere túnicas largas y capas para ir a trabajar. Sus colores preferidos son el azul, el violeta y el gris, siempre combinados con negro y blanco. Por su habilidad innata para la metamorfomagia, Sybilla suele cambiar su aspecto físico a menudo. Actualmente su color de cabello predilecto es castaño con tonos dorados y rojizos y ojos violetas. Cambiar cualidad psicológicas: Cualidades Psicológicas: Suele ser pacífica pero poco racional cuando se enfada. No duda al momento de tomar una decisión, excepto cuando se trata de compromisos. A veces se muestra fría y distante, sobre todo cuando está metida en sus pensamientos. Es muy amable y suele cumplir los caprichos de sus hijos, primos y sobrinos, exceptuando aquellas ocasiones en las que éstos la desobedecen o pelean. Suele ser amena y fácil de tratar en sus mejores momento, a veces hasta llegando a ser sumamente simpática. Por el contrario, odia la descortesía y la falta de tacto, así que suele enojarse en las situaciones que representan tales cosas. En contrapartida, puede ser una mujer sádica y llena de ira si se hiriera a alguno de sus seres queridos. Cambiar toda la historia: Historia: Comienzos Nacida en año desconocido en Esparta, aunque se cree que fue un 15 de noviembre y convertida en vampiro a la edad de 20 años, Sybilla fue en su juventud una persona seria e introvertida. Desarrolló de joven habilidades mágicas y en ocasiones, cuando se enfadaba, hacía que las cosas se movieran o cambiaran de estado. Esto ocasionó que fuera aislada de la sociedad, con lo cual se volvió retraída, algo que continuó desarrollándose en su juventud y a lo largo de los años, lo que probablemente le ocasionaba por un lado el necesitar de alguien o algo a lo que aferrarse y, por el otro, el incontenible deseo de no abrirse sentimentalmente a nadie. Su madre era una mujer muy cariñosa y comprensiva, una bruja desde nacimiento. Su padre, por otra parte, era un muggle con el que su madre se había casado y del que Sybilla sabía que no era hija, aunque no podría saberse con exactitud hasta muchos años después. Mientras que su madre intentaba cuidarla, su padre hacía cualquier cosa por lastimarla, incluso alejarla aún más de su madre y hermanos, la única persona con la que tenía contacto. A temprana edad fue instruída y culturizada para poder desenvolverse en la sociedad tal y como se esperaba de ella. Sus estudios hicieron de ella una mujer muy inteligente. También comenzó a instruirse secretamente sobre magia y hechicería, haciendo de la Adivinación uno de sus fuertes, además de la utilización de las Artes Oscuras, algo muy presente en el resto de su vida. Durante su adolescencia descubrió su capacidad para la metamorfomagia y la legeremancia, aunque no hizo uso de dichos poderes de forma total hasta muchos años más tarde. Su padrastro la comprometió a un hombre mayor que ella cuando sólo contaba con 16 años, con quien contrajo matrimonio y tuvieron un hijo al poco tiempo. Su marido no conocía su condición de bruja, de otro modo hubiera sido un problema para ella, así que cuando su hijo comenzó a mostrar signos de poseer cualidades mágicas, tuvo que contarle la verdad. Al enterarse de su naturaleza, la encerró en una celda y alejó de su hijo, de quién nunca más tuvo noticias. Vivió recluida en aquel lugar hasta que un hombre desconocido llegó a salvarla, aunque ella nunca supo cómo sabía de su existencia o por qué la había salvado. Godric era un vampiro que se encontraba de paso por la polis cerca de la cual vivía Sybilla y fue quien la liberó de su encierro, convirtiéndola en vampiro y llevándosela de allí. Durante los primeros de la inquisición en Europa, cuando ésta aún no había sido revelada a todo el mundo, Sybilla y Godric fueron cazados arduamente por su naturaleza vampírica. Godric murió salvándola y la bruja tuvo que subsistir sola, con lo aprendido, durante cientos de años. Se alimentó tanto de humanos como de animales y huyó de la iglesia católica tanto como de los cazadores de seres sobrenaturales que poblaban Europa. Muchos años pasaron y por el año 1270 conoció a Aidan Howard**, quien se convertiría posteriormente en su primer chiquillo (convertido) y heredero del linaje de su familia natal. También a Joanna De Clare**, Henry Fitzroy** (de quien estaría enamorada durante toda su vida), Ricardo Corazón de León** y Onud Silharshi**, convirtiéndose este último en su mejor amigo y mentor. Primeros encuentros con los de su raza y la formación de la Hermandad de la Rosa Negra Onud Silharshi, en calidad de mejor amigo y mentor, presentó a Sybilla a la sociedad vampírica que en aquel momento era desconocida para ella, aunque sí había tenido contacto con otros vampiros nómadas. También la instruyó sobre la creación de progenie, familias vampíricas conocidas, clanes, habilidades, sociedad, política y todo lo referente al Mundo de las Sombras. Haciéndose de poderosos conocimientos y con su inclinación a las Artes Oscuras, ganó tantos amigos como enemigos dentro de la sociedad vampírica. Participó en la creación de la Hermandad de la Rosa Negra junto a Ambrose Velkan**, Onud y otros vampiros; sociedad que se encargó de ocultar el secreto de los vampiros a los ojos del resto del mundo mortal, impidiendo la caza desmedida de no-muertos y salvaguardando los secretos más preciados por estos. Siendo una de los 13 Lores que conformaban la Cámara, se encargaba de las relaciones entre clanes y la protección del secreto entre los magos y brujas. Regreso a Londres A pesar de que vivió en muchos países, finalmente se asentó en Londres al comenzar sus estudios oficiales como bruja en la Academia de Magia y Hechicería. Allí mismo conoció a Latil Triviani, humana mortal que pertenecía al linaje de su familia ( y con quien compartía un lazo especial que iba más allá de la magia. Juntas recuperaron el apellido Macnair, ya casi extinto luego de la muerte del conocido Mortífago, seguidor de Lord Voldemort. Latil llevó a Artemis a la mansión, su prima -a efectos prácticos- y prima hermana sanguínea de Castalia Macnair Gaunt. Las tres juntas volvieron a reconstruir la mansión y encontrar familiares dispersos por todo Europa, entre ellos Pik, Arya, Juliette y Sean, hijo adoptivo de Sybilla. Encuentro con la diosa Hera Durante sus primeros años en Esparta, Sybilla fue instruida en la veneración de la diosa Hera, protectora de las mujeres, la familia y los hijos, así como diosa del matrimonio y vengativa ante los engaños. El vínculo de ella era tan poderoso que alguna vez comentó que la diosa le hablaba, aunque nunca estuvo totalmente comprobado que fuera cierto. En el año 2012, la vampira comenzó a tener pesadillas recurrentes en las cuales se encontraba en el Templo de Hera, así que luego de una larga semana decidió que era momento de volver a su tierra natal y fue así que terminó en presencia de la mismísima diosa, en su templo. Hera estaba enfadada porque Sybilla había renunciado a sus votos con ella, ofreciéndole su vida a Lilith, la madre de los vampiros y convirtiéndose así en un ser "impuro" a ojos de la vengativa diosa. Hera, entonces, quiso asesinar a Sybilla y destruyó su cuerpo, llevando su alma al Purgatorio para atormentarla. En aquel tiempo, Sybilla estaba de novia con Matt Blackner, que al conocer sobre su desaparición repentina fue a buscarla según indicaciones de Artemis, su prima. Fue así como él y Sagitas terminaron dando con el templo y, por consecuencia, con Hera y Sybilla. En un intento de salvar a la chica, Sagitas hizo un ritual druida e ingresó al Purgatorio, rescatando el alma de ella. Pero con su cuerpo destruído, Sybilla no podía regresar, así que Sagitas metió el alma de la Macnair dentro de su propio cuerpo mientras buscaban una solución. Fue cuando una vieja amiga de la vampira, Gemma, apareció y dio su vida para salvarla, ofreciendo su cuerpo como recipiente para el alma, que poco a poco se iba fragmentando por la pureza de la magia de Sagitas. ** Son personajes inventados. - La Hermandad de la Rosa Negra así como todos sus personajes son propiedad de Sagitas Potter Blue, Felias Snape Triviani (Agatone Lestrange), Artemis Macnair Malfoy y Cissy Macnair (Feyre Rhiannon Macnair). Viviendo en el otro mundo Una noche de Diciembre de 2012, mientras tomaba una copa con su prima Artemis en el Pandora's Box, ambas brujas notaron que había algo extraño en una de las botellas de la barra. La misma brillaba de forma extraña y las llamaba, emitiendo extraños silbidos y susurros que sólo ellas podían escuchar. Intrigadas, la tocaron y de inmediato fueron transportadas a otro sitio. Creyendo, en primera instancia, que era algún traslador trampa, no tardaron en darse cuenta de que aquella magia que las había transportado era algo más. Artemis se encontró con que su cuerpo era el de una niña de unos ocho años, mientras que Sybilla poseía el color que había tenido cuando estaba viva, de hecho, estaba viva, porque su corazón latía. ¿Qué magia podía cambiar la condición de un vampiro y volverlo a la vida? Era algo que no se sabía con exactitud. Al mirar a su alrededor, ambas se dieron cuenta que estaban en las verdes colinas de Yorkshire, Inglaterra y de que un grupo de personas se acercaban en caballos hasta su posición. Grande fue el asombro cuando dieron con Henry Fitzroy, joven y aún sin ser convertido en vampiro; Aidan Howard, recientemente convertido y Joanna De Clare, de unos dieciséis años de edad, luciendo una radiante cabellera rubia. Las dos Macnair se hicieron pasar por dos desconocidas, aunque alegaron tener cierto parentesco con Aidan. Ambas fueron escoltadas hasta el castillo del Conde, donde recibieron trato como nobles y fue allí que Sybilla se dio cuenta de lo enamorada que estaba de Henry Fitzroy. Pronto creció un amor entre ellos dos, lo que ocasionó que la vampira no quisiera abandonar aquel mundo. Le reveló a Aidan y a Henry quién era y de dónde provenía, luego de enterarse unas semanas después de su llegada de que estaba embarazada de Henry (habían tenido un encuentro amoroso). Preocupada por lo que pudiera pasarle a su hijo nonato, pidió ayuda a Joanna (quien ya era muy diestra en la magia) para que acelerara su embarazo y, al cabo de un mes, el bebé nació como si hubieran pasado nueve meses. Era una hermosa criatura de ojos cobalto a quien llamaron Henry en honor a su padre y con quien ella convivió durante un tiempo. La aceleración del embarazo también había producido que el niño creciera más deprisa, así que a los pocos meses ya parecía casi de un año. El crecimiento, luego, se detuvo mediante de la misma forma que había comenzado y, con el tiempo cumplido, Sybilla y Artemis tuvieron que regresar a su mundo. La brecha Meses después de que Sybilla y Artemis volvieran a su mundo, cosas extrañas comenzaron a pasar a su alrededor. La familia Macnair se juntó al completo para conversar sobre un extraño tema: había una brecha espacio-tiempo que conectaba ese mundo con el paralelo y que, el detonante de esta brecha, podría haber sido la misma magia que había llevado a las primas al mundo alternativo. Con la esperanza de volver a ver a su hijo y a su marido (Sybilla se había casado con Henry mientras permanecía en el otro mundo), no le importaron las consecuencias que podría tener aquella brecha (ambos mundos podían colapsar). En el día y la hora indicadas, la familia Macnair se situó en La Rosa Negra, negocio de Sybilla que hacía de hostel de vampiros. Allí, una especie de portal temporal se abrió y permitió un lugar que denominaron "Limbo" donde las personas que habitaban el mundo alternativo y el mundo principal pudieron encontrarse. Para sorpresa y horror de Sybilla, en el otro mundo habían pasado unos 700 años o más y Henry ya estaba muerto, aunque su hijo había sido convertido en vampiro y aún vivía. Y si bien había mucha conmoción y alegría por el reencuentro de los "dobles" de la familia, todo empeoró cuando un enemigo apareció. Ricardo Corazón de León, quien había sido venerable en el mundo principal, en el alternativo era un cruel asesino de vampiros y humanos, lo que había ocasionado que la Hermandad lo buscara para ejecutarlo por romper el secreto de los no-vivos. Y mientras la reunión se llevaba a cabo, ahora en el castillo de la Hermandad del mundo alternativo (al que habían accedido luego de comprobar que los mundos no iban a colapsar), Ricardo escapó de su prisión y se cobró unas cuantas vidas más; Henry Fitzroy, Henry hijo y Artemis entre otros. Esto hizo que Sybilla perdiera la cordura casi por completo. Muerte y fusión con Castalia Macnair Gaunt Dos años pasaron desde aquel entonces, cuando Sybilla fue rescatada de Hera y su familia muriera en el otro mundo. Su reingreso a la Marca Tenebrosa la había hecho una bruja más cerrada y oscura, llena de ira en su interior y poco a poco se alejó de Matt y Sagitas. Una noche, mientras estaba en El Caldero Chorreante bebiendo una copa, una bruja de cabello rojo apareció. Tenía un rostro contrariado por el sufrimiento y una prominente barriga que iba creciendo día a día. Arya Lockhart (Macnair) y Sybilla no fueron amigas de inmediato, de hecho, Arya estaba enojada con ella por los consejos que le daba sobre tener a su hijo o no. Y, en medio de la discusión, la Lockhart comenzó a tener contracciones. Si bien Sybilla no era una experta en el tema, ayudó a su recién conocida amiga a tener a su hija, una beba de penetrantes ojos azules llamada Ámbar. Fue de inmediato que se creó una conexión entre Ámbar y ella, sobre todo luego de que Sybilla perdiera a su primer hijo. Luego de aquel encuentro, las dos brujas no volvieron a cruzarse sino hasta meses después. La llamada Orden del Fénix había anunciado que daría una conferencia de prensa en el Atrio del Ministerio para esclarecer los hechos sobre que ellos no eran una banda delictiva. Fue allí que Arya reveló su identidad como perteneciente a aquel bando, mientras que Sybilla se quitó la máscara mortífaga frente a todo el público, hizo aparecer la Marca Tenebrosa en el Atrio y luego intentó asesinar a la pelirroja, lo que causó una ruptura inmediata entre ellas. Tiempo después, mientras Sybilla vigilaba que Ámbar tuviera amor y contención con una madre que ella creía que no la amaba, Leah Atkins secuestró a la pequeña frente a los ojos de Arya y, temiendo por la vida de la pequeña, Sybilla siguió a Leah hasta una playa remota. Allí se batió a duelo con Arya, creyendo ésta que ella también había participado del secuestro. Fue así que Arya, luego de ocasionarles graves daños físicos, terminó por matarla. El alma de la bruja, ya fragmentada tiempo atrás por su pelea con Hera y la destrucción de su primer cuerpo, huyó a refugiarse dentro de otro. Y no se sabe si por coincidencia o por alguna magia superior, terminó en el de Castalia. Resurrección (o cómo metieron su alma en un cuerpo completamente nuevo) En el año 2024 Arya logra de forma exitosa separar las almas de Sybilla y Castalia y colocar la primera en un cuerpo nuevo, creado de sangre, hueso y arcilla. Para poder hacer el vínculo que ate el alma vieja a un cuerpo nuevo, utilizan a Rohana como conducto (ya que la pequeña es una doble exacta de Cissy y, por lo tanto, posee su misma esencia mágica). De este modo, Sybilla ahora posee un cuerpo individual que habitar, ya no más atada a la bruja Castalia. Viaje en el Tiempo El demonio Artemius secuestra a Juliette Macnair para que ocupe el puesto de su reina y concubina en el infierno, puesto que en realidad corresponde a Arya. Juli posee una doble personalidad: por un lado es Juliette, la joven hija de Pik Macnair y, por el otro, es Hathor, una demonio heredera de un enorme poder y también de una maldición (cada vez que se enamore, morirá). Artemius desea gobernar El Cónclave del Infierno de forma permanente, pero Arya es mucho más poderosa que él y puede reclamar ese lugar, por eso necesita que Juliette se someta a él, ya que ambos serían invencibles. A su vez, Bietka, la madre de Juliette/Hathor quiere asesinar a su hija para recuperar el poder que le fue robado cuando ésta nació, pero Aaron Black Yaxley ha frustrado sus planes a través de los años (y Sybilla también, aunque se entera de esto mucho tiempo después). Así, en el año 2024, Bietka y Artemius con Hathor (a quien secuestró en el año 2019) atacan a los Macnair con la intención de eliminar a Arya y robar a Aaron unas piedras mágicas que podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte. Sybilla, que ha recuperado su cuerpo (y es humana ahora) decide utilizar todas sus habilidades mágicas para contrarrestrar el ataque, mientras mantiene a Castalia (embarazada) a salvo de la lucha. Finalmente, Arya logra hacer un trato con Artemius para recuperar a Juliette, prometiéndole que si la deja vivir una última vida normal, ella se unirá a él luego en el infierno. Sellado el pacto, Artemius los transporta a todos de vuelta al 2019 luego del secuestro de Juli. Todos permanecen con su memoria intacta sobre los sucesos ocurridos en los últimos cinco años, Castalia incluso permanece embarazada (y posteriomente da a luz en junio de 2019). Regreso a la Normalidad - 2019/2020 Sybilla regresa a su puesto en el Concilio de Mercaderes aunque ahora como Logia, bajo el mando del director Emmet Haughton. Durante la Gala de Navidad se vuelve a reencontrar con su amor de la Academia, Hades Ragnarok y comienzan a salir de nuevo, aunque oficialmente no son novios porque Sybilla le teme al compromiso. Aún así, la bruja queda embarazada del vampiro. Cambiar apartado Otros Datos: Otros Datos: Vivió varios años en Marruecos, Irlanda, Escocia y Japón. Como vampiro, consumía la sangre de tipo B+ Extraña a su prima Artemis que murió en 2013. Se ha casado por conveniencia seis veces. Cuando era vampiro, convirtió a varias personas (Nessa Batería Evans Macnair, Ariadna Macnair Gryffindor, Viry Lioncourt Macnair, James Plantagenet y Aidan Howard) Sybilla no posee apellido, sólo el nombre de su tierra natal (Sybilla de Esparta). La maldición de sangre que posee hizo que tuviera dobles exactas a través de los años: Bree Vallparadise (murió en 2012) y Rohana Macnair (hija adoptiva de Castalia Macnair). Su Patronus tiene forma de hurón. Es zurda. Agregar a premios y reconocimientos: Primer Lugar Concurso de Firmas Gala de San Valentín 2020 Premio del Público Concurso de Firmas Gala de San Valentín 2020 Firma 1 Firma 2 Firma 3

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimado/a Anthony Ryvak Dracony: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 18.03.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Frisbee con Colmillos | AA | 20 P | 1000 G Puntos en criaturas: -- Puntos en objetos: 20 P Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium Concilio de Mercaderes

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimado/a Hades Ragnarok: Se le informa que la compra realizada en el Magic Mall el 18.03.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Jarvey | XXX | 40 P | 2000 G 1 - Snidget | XXXX | 80 P | 4000 G Puntos en criaturas: 120 P Puntos en objetos: -- Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Feyre Rhiannon Macnair Logia Eligentium Concilio de Mercaderes

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Feyre Rhiannon Macnair: Se le informa que los premios obtenidos en la gala de San Valentín, el 27.02.2020 han sido certificados correctamente, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Wampus | XXXXX | 160 P | 0 Galeones. Nota: el usuario no posee el nivel suficiente para el control del Wampus. Puntos en criaturas: 160 Puntos. Puntos en objetos: -- Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair. Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes

http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada/o Lady Luxure Grindelwal: Se le informa que los premios obtenidos en la gala de San Valentín, el 27.02.2020 han sido certificados correctamente, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Wampus | XXXXX | 160 P | 0 Galeones. Nota: el usuario no posee el nivel suficiente para el control del Wampus. Puntos en criaturas: 160 Puntos. Puntos en objetos: -- Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Feyre Rhiannon Macnair. Logia Eligentium. Concilio de Mercaderes

Resulta que traigo algunos pedidos más... Mi Pc sigue funcionando lento a pesar de que la limpié mil veces u.u así que he tardado muchísimo en poder hacer algo útil con el maldito PS.. pero bueno, al final he traído algunos pedidos, aunque no todos. Maidis, lo tuyo quedará pendiente... @@Fengari M. @

Todo lo bueno se hace esperar (? Bueno, no. Como les dije, mi PS estaba funcionando demasiado lento y no me dejaba hacer prácticamente nada. Para hacer un maldito banner estuve como 3 días u.ú casi rompo el PC de la bronca que me daba. Pero después de una minuciosa limpieza, ahora parece que quiere funcionar y me he tomado el tiempo de hacer los pedidos súper atrasados que tengo. Tengan en cuenta que los hago en orden de pedido (? @@Zoella Triviani @ Luego traigo el resto y espero mi puente XD Me quedan pendientes la de Fengari y la de Paula..