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Gomita Haughton Westrong

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Mensajes publicados por Gomita Haughton Westrong

  1. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    Tanto la chica como su hermano estaban listos para salir. Ambos tenían en sus bolsillos suficientes monedas para divertirse sin pasar carencias y lo sabían, por lo que se encontraban tranquilos.

     

    - Ya era hora, gracias.

     

    Niqqi por su parte había dejado de apuntar a Mikael, por lo que éste le respondió secamente pero más tranquilo, aunque aún así no dejaba de dirigirle miradas furtivas de recelo. Gomita por su parte sonreía un tanto apenada al haber contemplado la escena.

     

    - ¿Cómo nos vamos?

     

    - Caminando.

     

    - Me refiero de qué forma dónde Mikael, caminando es difícil.

     

    El joven sonrió con suficiencia y, aunque tampoco sabía de qué forma llegarían y ambos miraron a Val después de escuchar lo que Niqqi les decía. Al parecer ella sería la guía.

     

    - Yo tengo dinero...

     

    - Yo igual.

  2. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    - Deja de apuntarme...

     

    Mikael miró seriamente a la joven que sostenía la varita apuntando en medio de mis piernas. Realmente aquella sensación no era para nada grata y menos al imaginar que la joven posiblemente sería capaz de cometer una locura. Gomita por su parte sonrió y se dirigió a las chicas.

     

    - Yo sí quiero sobris... - dijo al volverse hacia Val y se rió traviesa. Había escuchado algo interesante y eso le divertía.

     

    Momentos después las chicas habían decidido salir hacia la feria, por lo que ahora revisaban si su economía les permitiría divertirse y a qué punto. Se disponían a seguir a Val y a Niqqi cuando llegó una chica más (JOA) y Gomita le sonrió mientras Mikael simplemente saludaba con un gesto de su cabeza.

     

    - Hola...

  3. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Los minutos habían pasado rápidamente sin que los gemelos repararan en ellos, pronto las chicas comenzaban a inquietarse pero esto no despertaba a los chicos de su distracción. Gomita simplemente se reía al ver a Val y a Niqqi decir cada cosa que no podía dejar de reír a carcajadas, lo cual provocó que Mikael despertara de su ensueño y grande fue su sorpresa al ver la condición en la que estaba.

     

    - ¿Hijos? - preguntó Mikael a Val - ¿De qué dem... - se interrumpió al percatarse de algo - deja de apuntarme así - se giró hacia Niqqi.

     

    - ¡Yo quiero sobrinitos! - dijo Gomita sin dejar de reírse al ver a mi amiga apuntando - prometo ir... - se cubrió la boca para reírse.

  4. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Ambos gemelos se dirigieron a la oficina donde se les había indicado, la intención era tomar un formulario para que un familiar responsable lo llenase y así sería. Habían transcurrido algunos minutos cuando se acercaron con la persona a quien debían dirigirse.

     

    - Buenos días... - Gomita comenzó a hablar - somos alumnos de la academia de magia y queremos tomar el examen de vuelo.

     

    - Nos mandaron a tomarlo - continuó Mikael.

     

    - Queremos saber con quién tenemos que acudir para conseguir el papel.

     

    - Yo sé volar... - susurró el gemelo de mala gana - pero necesito el permiso.

     

    Su hermana lo miró con seriedad como pidiéndole que se callara y posteriormente se dirigió al encargado de nuevo. Suspiró un poco nerviosa esperando que no hubiese escuchado a Mikael y esperó la respuesta.

  5. GOMITA Y MIKAE HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Ambos chicos se habían quedado en silencio al notar el ambiente que de pronto estaba imperando en plena sala común, mientras pensaban que posiblemente habían interrumpido algo importante. Gomita suspiró y miró a los chicos y les sonrió con un poco de timidez para observar a su hermano después. Éste se limitaba a peinar su cabello con una mano mientras miraba al frente sin darle mayo importancia a la situación.

     

    - Mikael la regamos.

     

    - No fue así.

     

    En ese momento escucharon pasos de alguien que se acercaba por el pasillo y después de mirar un momento a Niqquita, los gemelos dirigieron la vista hacia la entrada de la sala tritona para ver aparecer a una chica que no conocían. Ella en ese momento se quedó sonriendo también con un poco de timidez mientras se presentaba con el nombre de Maia y Gomita decidió responder.

     

    - Mucho gusto - sonreí - también a mí me mandaron aquí, no te preocupes.

     

    - Bienvenida Maia - decidió saludar Mikael.

     

    Apenas había terminado el saludo y poco antes de que Gomita comenzara alguna que otra pregunta a la chica, se volvieron a escuchar pasos por el mismo lugar de donde había venido Maia y se dieron cuenta que acababa de entrar otra chica. Al igual que la primera venía vestida con un atuendo muggle, lo cual les producía cierto aire de familiaridad, ya que ellos apenas acostumbraban convivir con magos de sangre pura. Aime era la jefa de la casa de los tritones y acababa de proponerles algo cuando Gomita soltó su respuesta.

     

    - ¿Paseo? - preguntó emocionada - ¡Genial! - continuó al escuchar que irían a un parque muggle.

     

    - Bueno... - mencionó el chico - supongo que estará bien...

     

    El joven que jamás mostraba algún signo de emoción, entusiasmo ni ninguna clase de sentimientos, se giró un poco al escuchar la respuesta de Niqquita, quien acababa de mencionar que no tenía ánimo de asistir. Gomita también había oído lo anterior, por lo que se acercó preocupada a ella al ver la postura que adoptaba y le dejó una bolsita de papas fritas. Igual que cuando era una pequeña niña cuando esa botana era capaz de alegrarla a ella, creía que surtía el mismo efecto en el resto de las personas.

  6. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Las clases realmente habían sido un tanto tranquilas los primeros días, sin embargo como en el resto de las escuelas en las que ambos chicos habían asistido, ésto solo sería el principio. Ambos se encontraban en sus respectivas habitaciones vaciando sus maletas mientras miraban atentamente la distribución de los muebles. Minutos después Gomita salió de la suya y recorrió el pasillo hasta la entrada a las habitaciones de los muchachos.

     

    - ¡Mikael! ¡Aquí te espero!

     

    - Deja de gritar que ya te oí.

     

    - ¡Estoy afuera!

     

    - Ya me di cuenta.

     

    Al minuto el chico salió de su habitación y se unió a su hermana gemela para dirigirse a la sala común. Ambos llevaban un libro con ellos y Gomita además la guitarra. Mikael la miró entrecerrando los ojos mientras que ella se limitó a sonreir, conducta que el muchacho nunca terminaría de comprender del todo. Nunca entendería el por qué de la continua sonrisa de su hermana a pesar de todo.

     

    - Que seriedad.

     

    - Ya me conoces...

     

    Gomita por el contrario, observaba a su hermano y suspiró sonriendo para sus adentros al preguntarse qué podría pasar en el interior de la mente de éste. El porqué de su profunda seriedad para la chica era un misterio que no terminaba de comprender totalmente, sin embargo lo toleraba y aceptaba. Algo curioso que la joven detectó, fue la expresión avergonzada de su hermano al entrar a la sala común.

     

    - ¿Por qué te pones así? ¿Qué tienes?

     

    - No tengo nada.

     

    - No te creo.

     

    - Me da igual.

     

    El chico había alcanzado a reconocer a una chica frente a la cual había pasado la peor de sus verguenzas cuando se encontraba en un negocio llamado "La tía Veneno". Había reconocido a Valentine y por ese motivo él se había limitado a entrar y saludar a Niqquita, Allen y Valentine, a quien por pena no miró al rostro. Gomita por su parte, miraba a cada uno de ellos tratando de descubrir el motivo de la reacción de su hermano.

     

    - Dime qué te pasa... ¿Te hicieron algo? - Gomita preguntó preocupada.

     

    - Nadie me hizo nada y estoy bien - respondió Mikael mientras se sentaba en uno de los sillones.

  7. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Acababa de salir de la librería y tenía ganas de caminar por los demás negocios del callejón ya que nunca me había dado el tiempo de recorrerlos. Sabía que estaban ahí, pero no los conocía y, aunque al ver el letrero del negocio que me parecía ddemasiado familiar, abrí la puerta y entré.

     

    - Canto al pie de tu ventana... - canté bajito.

     

    Luego me fijé a mi alrededor y me di cuenta que había algunas personas, pero al no reconcer a ninguna por el momento gracias al efecto de la luz de la calle, me acerqué a una mesa y me senté. Realmente no tenía idea de lo que estaba haciendo ahí pero necesitaba estar un rato a solas.

  8. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Ambos chicos se encontraban en la mesa del negocio cuando de pronto un elfo apareció y les preguntó lo que querían de tomar. Mikael miró a su hermana y ésta sonriendo traviesa le dijo a la criatura que con una soda para empezar estarían bien, mientras miraba la expresión decepcionada de su hermano. La chica sabía perfectamente la curiosidad de éste para probar bebidas desconocidas simplemente porque gozaban de colores atrayentes, sin embargo Mikael estaba bajo la custodia de Gomita en ese sentido.

     

    - No me había fijado en eso - dijo la chica señalando el estuche que su hermano había dejado al lado de la silla donde estaba sentado.

     

    - Ya me di cuenta - el joven miró a su hermana - ya me extrañaba que no me hayas atropellado a preguntas.

     

    - ¿Qué es? - la chica se estiró un poco y tocó el estuche - ¿Tu nueva guitarra? ¿Ya la compraste? ¡Genial!

     

    - Sí claro - Mikael recibió las bebidas del elfo que ya regresaba y le dio un vaso a su hermana.

     

    La chica tomó su vaso de refresco y bebió un poco sin despegar la vista del estuche que tenía Mikael, hasta ese momento ella no había pensado que su hermano tomara clases de música ni tampoco lo había escuchado tocar en la casa. La única que hacía ese tipo de ruidos en la mansión era ella, por lo que se preguntó cuánto tiempo tenía Mikael con ese estuche en su poder. No era para menos la curiosidad de la chica y menos al ver la indiferencia con la que su hermano estaba tomando la situación. Él jamás cambiaría.

     

    - ¿Puedo verla? - preguntó la chica tomando el vaso de refresco.

     

    - No.

     

    - Anda... ¿Por qué no?

     

    - Porque no.

     

    El chico simplemente miró con seriedad a su hermana, quien parecía niña pequeña con una enorme curiosidad y posteriormente recorrió todo su alrededor con la mirada.

  9. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Dos chicos recorrienron el pasillo de la casa después de que habían mencionado la contraseña para poder entrar. Igual que en la escuela de Hogwarts, había una puerta que se abría luego de que la dijeran de forma correcta. Ambos chicos llevaban sus respectivos baúles con ruedas, los cuales contenían su equipaje mientras se acercaban cada vez más a la sala de la casa y, una vez atravesando la puerta, se sorprendieron mucho al ver el paisaje que se descubría ante ellos.

     

    - Mira eso... - la chica entró rápidamente y dejó la maleta contra uno de los muros, donde no estorbara a nadie.

     

    - Nunca había visto una cosa así - respondió Mikael, a quien a pesar de su seriedad se lograba visualizar el asombro en él.

     

    - ¡Qué lindo! - dijo Gomita emocionada casi como niña pequeña y luego saludó a los chicos Allen y Niqquita que se encontraban ahí, pero sin intención de interrumpir su plática - hola a todos, me llamo Gomita y él Mikael. Somos hermanos gemelos, nuevos en esta casa y estamos muy contentos de haber quedado aquí - terminó de decir la chica sonriendo.

     

    - Buenos días - Mikael también los saludó - es un placer conocerlos, con permiso... - sonrió débilmente como era su costumbre.

     

    Momentos después Gomita se disculpó con los chicos y se fue a los dormitorios de las chicas al igual que su hermano quien ya se dirigía al de los muchachos. A su paso miró un extraño cartel, una invitación a una fiesta de una familia mágica a la que ellos no conocían, aunque al parecer ésta estaba extendida a todos los alumnos en genneral. Mikael pronto llegó al dormitorio que le correspondía gracias a que por fortuna, sabía dónde se encontraban por a la descripción que antes le habían dado acerca de éstos. Igual Gomita entró a su habitación y miró a su alrededor.

     

     

    OFF:

     

    Mucho gusto chicos +.+ como verán tengo dos personajes y a los dos los traje a estudiar jiji ^^

  10. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Me había quedado tanto tiempo leyendo, que no me había dado cuenta del tiempo que había transcurrido desde que llegué a la librería, por lo que me sorprendí cuando levanté la mirada para observar el reloj. Siempre había sido totalmente feliz entre libros, a tal grado de que olvidaba cada problema que tenía cuando me encontraba rodeado de ellos y eso era muy benéfico para mí.

     

    Ahora que me encontraba en la librería todavía, podía respirar un ambiente de suma tranquilidad y el motivo que me había llevado a buscar este lugar se veía realmente lejano. Sumido entre las palabras y frases de aquél ejemplar que tenía en mis manos, leyendo con tanto afán, sabía que podía permanecer en ese estado durante un largo periodo de tiempo sin que hubiese nada que me molestara.

  11. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Habían pasado pocos minutos desde que decidiera irme al rincón más apartado de la biblioteca para leer sin distraerme, ahora mis pergaminos, la pluma y la tinta habían quedado sobre la mesa y yo me puse de pie para buscar un libro interesante. Sabía perfectamente que en todas las bibliotecas se contaba con un área donde éstos era mucho más numerosos por lo que, si en Hogwarts por ejemplo había una sección prohibida, aquí seguramente también.

     

    Una vez convencido de lo anterior, recorrí los pasillos entre anaqueles para encontrarlos sabiendo que seguramente éstos estarían protegidos para que no fuera tan fácil acceder a ellos. Sin embargo en aquella ocasión el lugar estaba demasiado solitario y la bibliotecaria no se veía por ningún lado así que seguí explorando con total libertad hasta que me fui hasta los últimos anaqueles, descubrí algunos libros que me parecieron interesantes y los tomé.

     

    Había ejemplares realmente impresionantes, enormes volúmenes de pastas antiguas y rústicas que me invitaban a leerlos con total interés. Ahora que regresaba a mi lugar, observé mejor los numerosos y elevados anaqueles de madera llenas de volúmenes y más volúmenes acomodados perfectamente en sus ubicaciones. Al encontrarme ahí me di cuenta con agrado que aquí podría pasar gran parte de mi tiempo.

     

    Después de confirmar que había encontrado mi lugar, me acerqué a la mesa y dejé los tres enormes ejemplares que había llevado y posteriormente me senté sobre la silla. Ahora simplemente miraba a mi alrededor y confirmaba la presencia de muy pocas personas y supuse que posiblemente se debía a la hora en la que había llegado por lo que no me preocupé y abrí uno de los libros que tenía sobre la mesa para comenzar a leer.

  12. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Era mi primer año dentro de la Academia por lo que no tenía idea de los lugares que podría encontrar en ella, de modo que decidí salir a caminar para conocer el resto de la escuela. El frío había terminado repentinamente pero aún así había decidido llevar mi gabardina sobre mi ropa negra, el cual se componía de un pantalón de mezclilla junto con una camisa de manga corta. Para complementar había decidido por calzar un par de botas todo de color negro.

     

     

    Cargando un par de rollos de pergamino, una pluma y un tintero, noté a lo lejos una librería y decidí entrar a ella simplemente por curiosidad. Como yo solía ser demasiado distraído y cualquier cosa me era capaz de desconcentrarme, una vez dentro de la librería decidí sentarme en una de las mesas más alejadas para tener oportunidad de leer sin que esto me ocurriera.

     

    Una vez que entré al área de lectura, dejé todo sobre el escritorio y me dirigí a los anaqueles donde tenían los libros que podía leer. Necesitaba aprender lo más rápido posible todo aquello que me pudiera servir para concretar el plan que tenía trazado desde que había sido víctima de aquella tortura. Aunque obviamente siendo un alumno de primer grado en la escuela sería muy difícil lograrlo, pero valía la pena intentarlo.

  13. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Hacía un minuto de haber llegado al hotel cuando me di cuenta que las chicas ya estaban ahí, jalé mi maleta con cuidado para no tropezar y entré atravesando hasta llegar a donde estaban ellas. Una vez cerca las saludé y sonreí. Me sentía de muy buen humor al saber que descansaría.

    - Hola Kass, hola Hil - sonreí - hola Little - mis hermanos están bien Hil, descansan por ahí... - la abracé y suspiré al recordar que de uno de ellos no tenía noticias desde hace mucho.

     

    Las tres chicas se encontraban listas para recibir sus habitaciones dentro del hotel así que yo no sería la excepción. De repente miré que un joven alto y moreno se acercaba para ayudarnos con ésto y al ver su rostro me pareció un poco familiar.

     

    - Por Merlín... - dije al escuchar a Little y ver cómo trataba al muchacho.

     

    La chica no estaba enterada de que ese hombre era ni más ni menos que uno de los demonios escoltas de Juve, así que al verlo palidecí un poco. No tenía idea de lo que podría pasar si el chico se llegara a enojar por algo que mis amigas se les ocurriera hacer.

    - Mucho gusto Stefan... - sólo lo había visto una vez y realmente no recordaba dónde.

     

    Mientras seguíamos al muchacho sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, él realmente me daba un poquito de miedo...

     

    OFF:

     

    Jajajajaja Little yo nada más te veo o.O

  14. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    - Tienes que conocer este lugar.

     

    - Genial guía de turistas.

     

    La chica tenía la intención de mostrarle todo lo referente al mundo mágico que ella conocía y en el que Mikael debería adaptarse lo más rápidamente posible o estaría en serios problemas. Era obvio que una persona de su edad debería conocer mínimo el mundo no mágico pero él ni eso, ya que todavía guardaba los recuerdos que Gomita tenía ya que ambos habían sido uno mismo en el pasado.

     

    - Se ve interesante - el chico miró el área de las bebidas.

     

    - Este local es de Juve - Gomita siguió la mirada de Mikael - ni lo pienses.

     

    Era extraño cómo Mikael se sentía atraído por cada bebida o comida que tuviese un color fuera de lo común, todavía no entendía por qué esa conducta estaba tan escondida cuando todavía eran uno mismo. Gracias a Merlín la chica creía que jamás moriría envenenada por probar algo extraño pero de lindo color mientras que Mikael quería saber si esas cosas sabían tan ricas como se veían.

     

    - Todavía no puedo creer que tengamos algo en común tú y yo - dijo el chico.

     

    - Y yo menos - respondió Gomita.

     

    - Eres rara.

     

    - Tú más.

     

    Luego de un momento entraron y se sentaron a una mesita que estaba cerca de la barra y miraron toda la colección de bebidas y demás cosas que podrían pedir en el lugar. Mikael se quitó el abrigo que llevaba y lo colgó en el respaldo de la silla, suspiró y se peinó su cabello ondulado con los dedos de su mano izquierda. La chica lo miró y se rió bajito por la actitud de su ahora hermano.

     

    - ¿Qué?

     

    - Eres gracioso.

     

    - Pero así me quieres.

     

    - Eso sí - la chica tomó aire - Sola con mi soledad - comenzó a cantar bajito - sola sin tu compañía, sola por quererte tanto...

     

    La chica continuó cantando mientras sentía que jamás podría pensar ni afirmar lo contrario a lo que había asegurado Mikael. Él por su parte notó la nostalgia en la mirada de ella y le dedicó una débil sonrisa; de ser capaz de hacer algo para alegrar a su hermana, quien ocultaba aquél sentimiento para tener siempre una sonrisa para confortarlo a él, no dudaría en ponerse manos a la obra ni siquiera un segundo.

  15. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Había tenido mucho tiempo de tensión y demasiado estrés durante los últimos meeses del año pasado gracias a la culminación de un proyecto muy importante, por lo que realmente necesitaba unas buenas vacaciones. Lamentablemente siempre me ponía obstáculos yo misma, ya que terminaba ocupando mi tiempo en otras labores que yo creía que eran mucho más importantes y dejaba el descanso para otro día.

     

    - Hoy sí me voy - dije en voz un poco alta cuando estaba en mi dormitorio.

     

    - ¿Otra vez hablando sola? - me dijo mi hermano Mikael.

     

    Lo miré haciéndome la molesta y luego sonreí. Él se encontraba dentro de mi habitación, sentado en el escritorio leyendo uno de los libros que tanto le gustaban e invadiendo mi habitación al igual que a veces yo lo hacía con la suya. Éramos tan parecidos y nos acoplábamos tan bien que nunca nos molestaban esos pequeños detalles, así que esta no fue la excepción y logré empacar sin problema al tenerlo presente.

     

    - Bueno te cuidas - lo miré darle una galleta a Edy - cuida a mi pequeño.

     

    - Descuida, soy bueno en esto - posó su mirada verde en mí - y tú por favor, por lo que más quieras no te pierdas - lo vi aguantarse la risa - no tengo tiempo de ir a buscarte - por cierto, hoy visitaré el bar de un amigo.

     

    - Si te atreves iré por ti a sacarte de las orejas.

     

    - En tus sueños- y siguió con su lectura.

     

    Esta vez le lancé un cojín y cerré la puerta rápidamente, bajé las escaleras casi corriendo llevando mi maleta con rueditas y después de atravesar toda la casa por fin salí a la calle en dirección al hotel donde me quedaría en compañía de algunas amigas.

     

    ~ * ~

     

    GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    - Tendría que llorar por ti, y me río como un loooooco - canté - tendría que llorar por ti y no tengo ni una láaaagrimaa.

     

    En realidad iba muy contenta recorriendo las calles del pueblo, era la primera vez que tendría unas vacaciones y sentía que me las merecía con todo el sentido de la palabra. Además valdrían muchísimo la pena ya que podría ver de nuevo a algunas amigas a quienes había dejado de frecuentar gracias a ciertas dificultades que me habían impedido salir durante un tiempo.

     

    - ¿Hola? - entré al hotel - ¿Quién vive?

     

    http://i496.photobucket.com/albums/rr329/sergeek/Articulos/catherine5.jpg

     

    Me alisé mi falda amplia y larga, sacudí mi suéter que llevaba ese día y la que había llenado con restos de papas fritas. Mis zapatillas resonaron cuando atravesé el lobby del hotel y miré a mi alrededor con la boca abierta, jamás había visto un hotel como ese y me estaba sintiendo un poco intimidada. Luego de un rato de calmarme, entré arrastrando la maleta y miré a algunas chicas que habían llegado antes que yo.

     

    - Hola - saludé y sonreí.

  16. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    No tenía ni la más mínima idea de en qué entretenernos, ese lugar era un poco extraño pero por lo solitario que se encontraba, podría prestarse para todo tipo de bromas y travesuras que se nos ocurriera, así que había terminado por ofrecer fuegos artificiales. Mi jarvey simplemente me miraba fijamente, como esperando instrucciones. En ese momento Laimi nos acababa de ofrecer jugo de calabaza y tomé el vaso.

     

    - Gracias - sonreí y bebí un poco - oye Merlín, ten cuidado.

     

    Me había dirigido al otro chico que sin dudarlo tomó uno de los fuegos y sacó la varita. Los encendió tan rápidamente, que no tuve tiempo de alejarme un poco o de siquiera mover un músculo siquiera. Solamente esperaba que no fuera a pasar nada grave a causa de este incendiario por lo que dudé que hubiera sido buena idea traer esas cosas a la reunión que teníamos.

     

    - ¡Nos matarás a todos! - me agaché.

     

    Me cubrí la cabeza con mis brazos, mi jarvey salió corriendo y se escondió bajo un lavabo. Luego de un momento me puse de pie para mirar las formas que tomaban los fuegos, pero era tal el ruido que me dio un poco demiedo, era posible que alguien pudiera escucharnos. Edyan simplemente me miró.

     

    http://www.cunipic.com/alimentos-para-animales-imagenes/alimentos-para-animales/hurones/huron%20blanco%20ojos%20negros.jpg

     

    - Lo siento pequeño... - le dije.

     

    Abracé a mi jarvey mientras preparaba otro fuego artificial y le pasaba otro a Laimi.

     

    - Fantasmitaaaa - dije cantando y le enseñé el que yo ya tenía encendido y lo lancé.

  17. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Me quedé mirando a mi alrededor y noté que el lugar ya estaba un poco más ordenado, mientras escuchaba los ruidos de las goteras que no habían arreglado todavía. Merlín observó también todo el lugar y luego me quedé mirando tanto a Laimi como a él cuando dijo que se aburría.

     

    - No se me ocurre qué travesura hacer.

     

    Y en ese momento me descolgué la pequeña mochila que traía conmigo, me arrodillé en el suelo y la abrí. Luego les mostré una pequeña colección de fuegos artificiales, si existía un lugar en el que podríamos usarlos sin miedo a que nos vieran seguramente era éste.

     

    - ¿Y bien? - los miré - ¿Quién primero?

     

    OFF:

     

    Lo siento, no ando muyy animada...

  18. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Me había quedado tranquilamente mirando las ramas del árbol donde Felicity se había subido, pensando en encontrar una que pareciera cómoda y subirme también cuando escuché algo y me di la vuelta. Era Pandora que decía algunas cosas como lo de romper algunos trastos, eso era muy raro así que le puse atención para ver qué más decía.

     

    - ¿Qué pasó? - la vi reírse.

     

    Sólo esperaba que mi expresión de confusión no la fuera a tomar como una grosería, pero realmente me había sorprendido ver el comportamiento que estaba teniendo. Pronto me di cuenta que eso había sido efecto de una fruta y me prometí a mí misma no comer eso jamás.

     

    Realmente no quería ponerme a hacer cosas que no quería hacer y arrepentirme después así que puse mucha atención a esa cosa que Pad había comido y memoricé su figura en mi mente. Ahora sólo miraba a la chica con una expresión de susto con la esperanza de que estuviera bien.

  19. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Ese cuaderno era muy extraño, demasiado para mi gusto y no recordaba haberlo visto antes. Y menos en un lugar tan visitado por mí como lo es el fondo del guardarropa, de haber estado ahí anteriormente no lo dudo que lo recordaría. Sin embargo no era así y creyendo que posiblemente se trataba uno de mis problemas con la memoria, decidí tomarlo para calmar mi curiosidad y caminé con él al pequeño escritorio que tenía en mi habitación.

     

    - Juro solemnemente dar testimonio de mi vida dentro de la orden...

     

    Me quedé sorprendido cuando inmediatamente después a mis palabras, se abrió el diario en una hoja limpia. Lo hojeé con cuidado y di algunas vueltas hacia atrás, había muchas hojas en blanco por lo que me parecía extraño. Mientras pensaba que era posible que fuera de nuevo uso, noté dos páginas llenas en él y sin reprimir mi curiosidad, me puse a leer pero no pasó mucho cuando cerré el diario de golpe.

     

    - ¿Y esto? - abrí de nuevo y lo leí.

     

    Eran páginas escritas por la mano de Gomita. Y entre otras cosas como el que el diario era encontrado por verdaderos magos y brujas con perfil fenixiano, hablaba también de mí. Mis manos me temblaban un poco cuando tomé la pluma, pero tomé aire y me calmé. Algunos minutos después comencé a llenar la hoja en blanco en la que se había abierto ese extraño encuadernado.

     

     

     

    Miércoles 08 de febrero del 2012

     

    Con excepción del diario que necesariamente tenía que escribir en la mansión, nunca había escrito uno y mucho menos en uno que no tuviera plena certeza de que me pertenecía. Ahora siento un poco de temor porque desconozco si este cuaderno extraño no tiene nada de peligroso ya que viviendo en un mundo donde la magia es el principal componente no lo dudo ni tantito. A pesar de esto me siento con cierta confianza y aquí estoy.

     

    Es muy extraño todo esto, ya que por lo poco que sé, nadie es capaz de leer los escritos de otra persona, simplemente los propios. Y en mi caso fui capaz de ver los escritos de esa chica que tanta curiosidad me provoca en cada lectura del diario que llevo en casa. Ahora mis dudas se despejan completamente y tengo las cosas bien claras, en realidad soy capaz de leer lo que ella escribe porque somos uno.

     

    Todavía no lo puedo creer pero ahora que leí su segundo escrito lo confirmo. Esa seguridad con la que lo afirma me asusta un poco, sin embargo es cuestión de costumbre al igual que lo he hecho con todos los aspectos de mi mi vida. Es un poco confuso pero sé que me adaptaré sin perder la cordura, y ahora que lo pienso esa extraña chica no sería mala amiga, aunque posiblemente yo no fuese tan buena persona. Tengo que tener mucho cuidado.

     

    Todos estos rollos de la orden son un poco enredosos para mí todavía, pero comienzo a entender en qué consiste este extraño grupo y el papel que juego aquí. Realmente todo esto a pesar de darme un poco de miedo, siento mucho ánimo de dar lo mejor de mí para ayudar a la orden ahora que la conozco un poco mejor. Aunque muchas veces me pregunto si podré hacer lo necesario para mantenerme aquí porque no quiero decepcionar a nadie.

     

    Mikael Haughton M. Westrong

     

     

     

    - Sé que lo vas a leer - mencioné en voz baja haciendo alusión a Gomita - necesito adaptarme, necesito ayuda...

     

    Cerré el diario y guardé la pluma y la tinta. Luego me puse de pie y me salí para terminar algunos asuntos pendientes y en ese momento el diario desapareció de la mesa sin dejar rastro.

  20. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Realmente este era un lugar un poco extraño, pero curiosamente me daba tanta tranquilidad que había decidido que era el ambiente perfecto para venirme a relajar cuando me sintiera abrumada. Había pasado por muchos problemas en mi vida y poco a poco se solucionaban, pero como es natural se acumulaban más con el paso del tiempo. Sabía que era lo normal, por lo que suspiré y me acerqué a un árbol, fue en ese momento que escuché una voz.

     

    - Hola - me dirigí a Felicity, ella era quien que me había hablado - estoy bien gracias ¿y tú?

    Sonreí al ver que se subía a una rama de árbol, a mí siempre me había gustado escalarlos y quedar trepada entre sus ramas. Recordaba que de pequeña, cuando todavía no tenía la más mínima idea de la existencia de mi magia, me subía a los árboles, a las bardas y todo aquello que pudiera escalar. No está de más decir que a mi mamá no le agradaba mucho que una chica se comportara como chico.

     

    - Si supiera de Mikael... - me dije en voz baja - este lugar me está gustando mucho...- le dije a Felicity.

  21. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    De nuevo me topaba con este libro lleno de páginas en blanco, con excepción de las pocas que había escrito yo el año pasado y que recordaba con agrado. A pesar de que habían pasado muchas cosas y habían cambiado otras tantas desde la última vez que lo escribí, estos recuerdos los guardaría con mucho cariño sabiendo que eran parte de mi crecimiento como persona.

     

    - Juro solemnemente dar testimonio de mi vida dentro de la orden...

     

    Y el diario se abrió.

     

    Viernes 03 de febrero del 2012

     

    Hoy vengo a escribir algunas vivencias un poco diferentes... si supieras cuantas cosas han cambiado en mi vida en el transcurso de estos pocos meses desde la última vez que llegaste a mis manos no me lo creerías. Una de ellas es la partida de uno de mis hermanos de la orden del Fénix, hecho que recuerdo con mucho dolor todavía y, aunque sé que ahora él se encuentra bien, siento que lo extraño demasiado.

     

    Es increíble ver cómo, de un momento a otro la vida de las personas dan giros inesperados: personas llegan a mi vida y personas se van; otras tantas sacan la verdadera esencia que hay en su interior y, aunque en ocasiones es bastante agradable descubrir eso nuevo, en ocasiones es tan terrible que me sumen en la más profunda de las tristezas. Pero eso no es lo que quisiera escribir ahora en tus páginas.

     

    Lo que pondré aquí no me lo vas a creer y estoy segura de que si pudieran leerte, muchos delos chicos de la orden tampoco lo harían y terminarían sacándome un boleto derechito al área de Psiquiatría de San Mungo. He estado pasando por ciertas dificultades y en algún momento que no estoy segura exactamente cuál fue, algo le pasó a mi mente que terminó por fragmentarse.

     

    El motivo lo desconozco... necesidad de un amigo tal vez, demasiada presión a lo mejor... no lo sé... lo único de lo que tengo ahora clara certeza es de que además de mí, hay otra persona con la que comparto mi vida de forma alternada literalmente. Y creo que es un chico, sí... espero no me esté leyendo ningún sanador o en realidad terminaré en medio de terapias. Tengo dos personalidades y una de ellas es un chico.

     

    En un inicio todo lo referente a mi doble vida me parecía verdaderamente angustiante y aterrador, pero con el paso del tiempo he aprendido a aceptarme y hasta he intentado conocer a la otra parte de mí por medio de un diario. Ha funcionado en cierta forma porque curiosamente el chico éste también gusta de escribir y por fortuna pone su firma al terminar sus redacciones. Se llama Mikael y sí, me he dado cuenta de que quisiera su amistad.

     

    ¿Quién mejor que nadie para ser amigo que yo misma, aún en estas circunstancias tan extrañas? No ha habido ni habrá nadie que sea capaz de entender al cien por ciento todo lo que siento, todo lo que vivo y todo lo que pienso. Sobre todo ahora que hay tantas personas que se han alejado de mí. Primero mi madre Valerie, luego mi hermano Evander y ahora mi abuela Katherine.

     

    Me he dado cuenta de que Mikael se siente tan perdido como yo cuando leo su diario, que me ha nacido un extraño impulso por ayudarlo que no entiendo muy bien todavía; sobre todo porque siento a ese chico, a esa parte de mí como a un hermano con quien puedo compaginarme perfectamente bien. Lástima que no puedo estar cuando está presente él ni él cuando lo estoy yo. Como me cae bien se me ha ocurrido escribir cartas en ese diario con la intención de que me las responda y así conocerlo mejor.

     

    ¿Que estoy loca? Tal vez... pero esa es una forma un tanto ingeniosa creo yo de poder conocerme un poco mejor y tal vez Mikael pronto venga a escribir a tus páginas si llega a encontrarte; por lo que de una vez quisiera hablarte de él, así no te será desconocido y tú no le serás desconocido a él. Aunque lo más preocupante es lograr la aceptación de Mikael por parte de los chicos de la orden, cosa que no sé cómo hacer todavía...

     

    Bueno diario... ya me extendí demasiado y no quiero abarcarte demasiadas cuartillas, de lo contrario no dejaré espacio para que escriban los demás. Gracias por dejarte encontrar por mí y hacerme ver que aunque lo parezca a veces, no estoy totalmente sola...

     

    Gomita Haughton M. Westrong

     

    Cerré el diario y lo coloqué en el lugar donde lo había encontrado, me quedé mirando atentamente esperando que desapareciera y al ver que éste no lo hacía, agradecí interiormente y me puse de pie para salir a la cocina de mi casa. Expresar cosas internas propias era demasiado desgaste para mí.

  22. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    No tenía ni la más mínima idea de cómo había llegado aquí, cuando en realidad lo que estaba haciendo era vagando por la calle como siempre. Era tan increíble como la ocasión en la que encontré aquél diario que se decía sólo podrían descubrir aquellos fenixianos de corazón. Suspiré tranquila y luego de pensar un momento si era una buena idea entrar a un lugar que me parecía demasiado raro, me decidí.

     

    - ¡Edy espera! - había decidido entrar sí, pero para alcanzar a mi pequeño, quien no medía consecuencias de sus acciones.

     

    Una vez que me acerqué a la muralla y murmurar algo raro que no tenía idea de por qué ("XXXX" XDD), se descubrió una puerta en la muralla de piedra que estaba tras las ramas y una vez que entré me quedé con la boca abierta. El lugar era increíblemente bonito y totalmente adecuado para mí, que era una total amante de la tranquilidad en ocasiones que me era indispensable tener un lugar en el cual estar después de haber huido de los demás... Costumbre que era muy común en mí.

     

    OFF

     

    Qué bonito!! me gusta ese lugar +.+

  23. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Merlín me contaba una historia fantástica que no terminaba de entender todavía, realmente estas cosas que pasaban dentro del mundo de la magia eran simplemente impresionantes. Hechizos, embrujos que son capaces de cambiar el aspecto físico de las personas. Hasta las enfermedades incríbles, tanto físicas como psicológicas...

     

    - No sé... la mirada es algo que no ha cambiado a pesar de todo - le dije.

     

    En ese momento miré cómo comenzaba a encender algunas luces y el fantasma latoso que me impedía entrar se alejaba un poco. Era mejor así ya que de lo contrario sería capaz de arrojarle algo aunque ésto lo atravesara. Aunque después pensando que sería mala idea a menos que quisiera su furia eterna, escuché que Merlín recibía a una chica que conocía.

     

    - Hola, mucho gusto - le saludé de mano - soy Gomita Haughton.

     

    Una vez que la saludé, me quedé mirando bien el lugar ahora que había más iluminación y mis ojos se encontraban más acostumbrados a la oscuridad de los baños.

  24. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    No había pasado mucho tiempo cuando reconocí a algunas de las personas que estaban ahí, las había encontrado al pasar por casualidad y me había sorprendido un poco. Una de las personas era Estefanime, quien se había acercado a mí cuando me vio y me dio un abrazo al que yo le correspondí.

     

    - Pues... a veces me desaparezco... - le sonreí - me pierdo a veces, pero estoy bien.

     

    Le había respondido a la chica, quien había acariciado a mi jarvey y éste lo había permitido. Ese animalito no se cansaría de recibir mimos de la gente. Todavía no estaba segura del motivo que me había traído aquí y me sentía un poco incómoda. Esperaba que pronto se me quitara esa sensación...

  25. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Me había ido caminando por la calle cuando logré escapar un poco de la rutina de mi trabajo y de repente había dado con este lugar. Miré bien la fachada y me había parecido muy familiar, pero si había estado aquí había sido bastante tiempo atrás, ya que no lo recordaba y yo no podía quejarme de tener fallos de memoria. No de un tiempo a la fecha por lo menos. No luego de dos largos años de pasar por una situación muy difícil...

     

    - Edyan... - le dije a mi jarvey - ¿Puedes traerme por favor un folleto o una tarjeta con los datos del lugar?

     

    Sonreí cuando mi animalito se paraba en sus patitas traseras y agitaba sus bigotes, actitud que yo reconocía claramente como señal de asentimiento. En ese momento mi pequeño jarvey blanco entró rápidamente al local y corrió hasta el mostrador del mismo para ponerse a buscar. Dentro había algunas personas que conocía pero el animalito no se quería entretener y de un salto llegó al mostrador y tomó lo que le pedí.

     

    - Gracias peque - le dije cuando mi animalito había regresado con un folleto en su hocico.

     

    Me reí un poco luego de que le quité el papel, ya que había notado que el pequeño traía un pedacito de algo que parecía pan, el cual había conseguido seguramente de alguna mesa en la que había sido abandonado. Algo muy característico de mi pequeño era que nunca había tenido la costumbre de robar ni la más pequeña e insignificante hogaza de pan. Sin embargo a pesar de esto, decidí asomarme al lugar y lo recorrí con la vista desde la puerta.

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