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Gomita Haughton Westrong

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Mensajes publicados por Gomita Haughton Westrong

  1. TRITONES DEL RÍO WYE

     

    GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    Una vez que tenía a la pobre ratita blanca entre mis brazos, mi instinto protector comenzó a aflorar en mí de nuevo, la última vez que había sucedido, había ocurrido cuando me ofrecí a salvar a las pequeñas ratitas y hámsters del laboratorio.

     

    - ¡No Vale! - le respondí a mi hermanita cuando me dijo que seguramente olería a cosas no muy agradables por abrazar a la rata - mira, no huele mal... - dije al momento de acercársela.

     

    Yo simplemente quería ser su salvadora, y esta ocasión era un poco diferente ya que, tomando en cuenta que seguramente alguien había perdido al pobre animal, era más importante salvarla ya que se trataba de un ser vivo por lo cual exclamé con la suficiente fuerza para dejarme oìr.

     

    - ¡A la goma con el pedazo de papel! - tomé aire mientras le acariciaba las orejitas a la rata. Seguramente la pobre de Valentine continuaba con la búsqueda y eso no era justo, por lo que me decidí a seguirla. Obviamente todo sin soltar a mi nueva mascota.

     

    - ¡Ja! Pero si ya te iba a ayudar... - luego miré bien - ¿A dónde vas?

     

    Comencé a revisar algunos retretes, a algunos de ellos se les escapaba el agua, otros traían arañas nadando en su interior y eran de un color raro. Uno de ellos se veía en buen estado así que decidí jalar la palanca, pero cuando lo hice algo malo pasó.

     

    - Sàlvense quien pueda! - ¡grité corriendo lejos de ahí, mientras el pobre roedor daba un chillido de miedo. Seguramente conmigo no le faltarían aventuras.

     

    En ese momento mi hermana me decía que había encontrado un trozo de papel y me acerqué. Luego me preguntó si quería agarrarlo y yo le respondí haciendo una mueca de asco. Era obvio que no lo haría, teníamos que encontrar uno en buenas condiciones...

     

    - Pues... - miré al mi alrededor - no tengo idea de si era de hombres o no, pero podrías descubrirlo si existen orinales - y luego me solté a reír. De ser así, aquello estaba comprobado, el baño pertenecía a los estudiantes de antaño.

  2. TRITONES DEL RÍO WYE

     

    GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    Mientras me entretenía con la rata, decidí que ya era momento de ponerme a buscar el objeto que nos habían encomendado en la prueba de las casa, así que continué pero sin perderle la vista al animal. Val por su lado, continuaba revisando todos los lugares donde podría ser posible que encontráramos el famoso papel. Esto ya no me estaba gustando mucho, ya que no sabía las condiciones en las cuales podría encontrarlo.

     

    - Creo que sería mejor idea revisar nuestras habitaciones, pero ya es tarde para eso... - me reí - y sí, espero encontrar uno limpio.

     

    La imagen que venía a la mente cuando Val mencionó el pedazo de papel sanitario sucio me dio un poco de asco, sin embargo tenía la esperanza de encontrar al menos un milímetro de papel limpio pegado al rollo donde venía. Esto comenzaba a ponerme muy nerviosa, sin embargo no dejaba de buscar y mi sorpresa fue grande al ver a Val meterse a un inhodoro sucio.

     

    - ¡Guácala - exclamé - sal de ahí - mencioné intentando mantener la calma - bishito, bishito, bishitoooo...

     

    Sólo podría tratarse de polvo, pero si alguno no había recibido su respectiva descarga de agua sería muy complicado saberlo, sobre todo por las capas de polvo que lo cubrían. Al menos no despedía olores y eso era ganancia.

     

    - Creo que por acá... - mencioné - ah no.. es solo... - hice una mueca al ver un trozo de papel sucio.

     

    ¿A quién se le ocurría mandarnos a buscar semejante cosa? Yo por el momento perdía interés y me centraba en mi ratita, la cual Valentine no quería que tocara, al parecer tenía miedo de que me lastimara. Por ese motivo le respondí.

     

    - Está más asustada que nosotras... - la pobre ya me comenzaba a dar un poco de lástima, por lo que la cargué en mis brazos - ¡mira me lamió!!

     

    Me dirigí a Valentine de nuevo totalmente emocionada. Comenzaba a sentirme un poco culpable porque no había buscado el trozo de papel todavía y no podía saber dónde demonios estaría uno digno de ser llevado como prueba.

  3. TRITONES DEL RÍO WYE

     

    GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    Habíamos recorrido todos los pasillos de la Academia para encontrar el lugar ya que no sabía cuál era el camino a seguir. Hacía mucho tiempo que no había entrado que no recordaba por donde pasar, sin embargo me podría ayudar el pequeño mapa regalo de uno de mis hermanos.

     

    - Es aquí... - mencioné a Valentine y entramos con cuidado - espero que no haya trols.

     

    Nos adentramos en el lugar y miré por todos lados el polvo fino que cubría los alrededores. Ciertamente desde hacía mucho tiempo nadie había pisado el lugar. Ya con un poco de más confianza, tomé mi varita y susurré.

     

    - Lumos - mencioné y de inmediato una luz iluminó el lugar - Yo por aquí... - ahora no costaría tanto buscar.

     

    Una vez que miré el lugar en el que estaban los retretes, me di cuenta que hacía tanto el tiempo que se encontraba solitario, que seguramente no habría ni siquiera el tubo de cartón donde se encontraba el papel del baño. Realmente era una de las cosas más extrañas que teníamos que buscar, sin embargo tendríamos que cumplir con la encomienda si queríamos pasar al siguiente objeto.

     

    - ¡Una rata! - grité y la perseguí.

     

    Al contrario de muchas chicas, a mí no me atemorizaban para nada, por lo que olvidándome un rato de la prueba que tenìamos que realizar, me divertí asustando a ese pobre animalito. Pronto me acerqué a ella, puesto que se había quedado en un rincón y pude darme cuenta que se trataba de una ratita de laboratorio y por su estado, parecía que había estado perdida durante mucho tiempo.

     

    - ¡Ven acá! - dije dejando a la pobre temblando de miedo y me acerqué más. Ahora ya la tenía acorralada.

     

    No tenía intención de hacerle nada, pero al parecer esta pobre rata estaba tan arisca que no se dejaba atrapar y se la pasaba llorando de vez en cuando, sobre todo cuando le acercaba mi varita.

     

    - Pobrecita... - me lamenté por ella y me arrodillé - ven acá pequeña...

  4. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Sexta planta con Mei y Belu

     

     

    Mei había llegado herida al hospital y me había decidido a atenderla, por lo que después de llevarla a una de las habitaciones del sexto piso, me fui por medicinas y preparé mi varita. Cuando regresaba hacia ella me di cuenta que Belu acababa de llegar y me permitía descansar, ella se encargaría de curar a Mei.

     

    - ¿De verdad puedo descansar? - no pensaba negarme - de acuerdo gracias - sonreí.

     

    En realidad era cierto que necesitaba un descanso, afortunadamente había llegado mi jefa para ayudar a Mei por lo que pude retirarme a la cafetería de ese piso. Luego sonreí cuando ella mencionó que la esperara con algo ya que no había comido nada y tenía hambre. Realmente me pasaba lo mismo a mí.

     

    - ¿Con azúcar o sin azúcar? - le dije refiriéndome al café - hasta luego Mei.

     

    Luego me disculpé y me salí del cuarto para buscar el café que le entregaría a Belu. Momentos después caminé por el pasillo tranquilamente mientras tarareaba una canción en voz baja. La verdad era que yo también me moría de hambre, pero yo no podría satisfacerme nada más con un café y galletas, así que...

     

    - Quiero tacos... - mencioné suspirando mientras entraba a la cafetería.

     

     

    OFF:

     

    Belu qué genial que llegaste, me quedé sin inter y no pude vnir antes... u.u

     

    Mei no te preocupes +.+ es que no tengo inter y no pude ir a un ciber, y pues ni cómo avisar...

  5. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    En la sexta planta con Mei

     

     

    Habían pasado algunos días desde que me aventurara a revisar cada uno de los pisos del hospital, por lo que ahora regresaba a los pasillos del que me correspondía. Era mucha emoción para un día haber encontrado un piso extraño y desconocido que no figuraba en los mapas de San Mungo, además también estaba el hecho de haber encontrado al mismísimo Dr. House.

     

    - Ese seguramente fue mi imaginación... - suspiré.

     

    Me subí por las escaleras para tardar un poco más de tiempo y hacer ejercicio, sabía que últimamente me la vivía dentro de las cuatro paredes del sanatorio y lo necesitaba. Cuando por fin llegué al final de éstas, di la vuelta hacia el pasillo y miré cómo a varios metros estaba alguien. Me acerqué un poco más y logré reconocer a la chica que estaba herida.

     

    - ¿Mei? - corrí hacia ella - ¿Qué te pasó? - miré su brazo - ven conmigo...

     

    La conducí hacia una de las habitaciones y le pedí que se sentara sobre la cama. Luego me disculpé y salí rápidamente hacia el cuarto donde guardaba las pociones. Necesitaba curarla inmediatamente.

     

     

    OFF:

     

    Hola *O*

  6. Hola a todos!!

     

    Vengo para pedir la modificación de mi ficha en lo que tiene que ver a la historia *O* quisiera que en ese apartado quedara así:

     

     

    Historia:

    De nacionalidad mexicana, crece en un pueblito muggle donde convivió con ellos desde pequeña, sin embargo siempre se sintió diferente al resto, lo cual le provocaba mucha confusión. De carácter bastante tímido, era molestada constantemente por sus compañeros en la escuela muggle, lo que provocó en la chica una actitud de sumisión y aislamiento.

     

    A la edad de 11 años, llega un personaje bastante singular a su casa, trayendo una lechuza en su hombro. Gomita simplemente se asombraba de la forma tan curiosa de vestir de aquél hombre, al contrario de los vecinos que lo vieron llegar, quienes comenzaron a reírse de él. Luego de un tiempo considerable de plática con sus padres mientras la niña se encontraba terminando su tarea muggle, fue llamada a la sala donde se encontraban los adultos, quienes luego de una larga explicación a la sorprendida Gomita, se decidió que acudiría a la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, ya que ella era una bruja.

     

    A partir de los 11 años hasta los 17, vivió en Hogwarts formando parte de la casa de Gryffindor, acudiendo a su casa sólo en las vacaciones de navidad y fin de curso, ya que el resto del año lo vivía en la escuela. Sin embargo, la creencia que Gomita tenía sobre ser por fin alguien normal entre los chicos de su clase no se vio realizada, ya que constantemente la molestaban por ser hija de muggles, llamándola "sangre sucia", lo cual en un inicio provocaba tristeza en la chica, más adelante, cuando comprendió a qué se debían las burlas, aprendió a no hacer caso de los comentarios ya que no tenía nada de malo ser hija de muggles; sino al contrario, Gomita se sentía muy orgullosa de sus padres.

     

    La chica se desempeñó con bastante facilidad en la mayoría de las clases, obteniendo muy buenas calificaciones y aportando puntos para su casa, lo cual la hizo sentir satisfecha. Al terminar sus estudios en Hogwarts, decide viajar a Ottery a continuar sus estudios en la Academia, ya que estaba consciente de que siempre había más por aprender. El mismo día de su graduación de Hogwarts, decide dialogarlo con sus padres, quienes aceptan con mucho gusto la decisión de su hija de continuar su preparación.

     

    Al poco tiempo de haber viajado a Ottery a continuar con sus estudios, un hecho traumatizante opaca la felicidad de la joven: sus padres mueren en un asalto a mano armada a un banco muggle. Desconsolada, Gomita se aleja del pequeño poblado sin ánimo alguno de continuar con su plan, dejando todo sin ninguna explicación. Sin embargo luego de transcurrido un año aproximadamente, la chica conoce a un muchacho estudiante de la Academia de Magia, e inspirada por él, es que regresaron los ánimos de volver a comenzar lo que había dejado postergado tiempo atrás.

     

    Es hija de Evarela Black por parte de la familia Haughton, y hermana de Evander Haughton M. Haugran en la misma familia. Posteriormente comenzó a formar parte en otra familia adoptiva que la aceptó poco tiempo después: la Westrong, luego de salir de los registros de otras familias anteriormente. Fue además novia de Jota Nessaj Haughton, con quien mantuvo una linda relación desde sus años en Hogwarts. Relación que se vio impedida tiempo después por parte del chico, quien necesitó alejarse del mundo mágico debido a diferentes problemas fuera de él.

     

    Pasados los meses, Gomita comenzó a participar en las actividades de la Orden del Fénix: defensa, redadas y demás, por lo que perdió la vida en varias ocasiones durantes esos ataques y, aún siendo aspirante a la orden, terminó presa dentro de Nurmengard, suceso que fue borrado de su memoria dentro del Hospital de San Mungo, lo cual le creó bastantes conflictos, uno de ellos fue una constante pesadilla al lado de un chico al cual curiosamente no conocía.

     

    Transcurrido el tiempo un extraño libro cayó en sus manos, éste consistía en un diario que la chica era capaz de leer y en el cual, extrañamente con frecuencia encontraba escritos fechados y firmados bajo el nombre de Mikael. Ante esto, la chica comenzó a escribir comunicándose con ese joven del cual solamente conocía su redacción y caligrafía hasta enterarse que éste también poseía un extraño cuaderno donde aparecían escritas las palabras que Gomita plasmaba en su propio libro.

     

    Una vez comprendiendo que se trataba de una curiosa forma de comunicarse como si se encontraran frente a frente, decidieron acordar una fecha para verse personalmente y fue así cuando, luego de una larga plática ambos se enteraron con bastante asombro que pertenecían a la misma familia. Posteriormente los dos se enteraron del fuerte parentesco gracias al lazo de sangre que los unía, ya que ambos son hermanos gemelos, los cuales fueron separados algunos años atrás y por extrañas circunstancias que ellos aún no comprenden, olvidaron aquél momento traumático que los hizo olvidarse uno del otro.

     

    Actualmente Mikael vive en Ottery intentando adaptarse a su nueva vida mágica, lo cual no es muy difícil ya que cuenta con ayuda de su gemela. Gomita por su parte le brinda el mayor apoyo posible con la esperanza de no perder a su hermano a quien encontrara recientemente, sin imaginar el oscuro pasado que esconde el muchacho. Un pasado que comienza a emerger al presente de nuevo, pero mantenido totalmente en secreto. Ambos jóvenes ingresaron a la academia esperando aprobar y continuar con su función dentro del mundo mágico.

     

    Muchas gracias por todo *O*

  7. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Con Aime, Bodrik, Luz

     

    Estaba a punto de salir cuando Bodrik intervino, a ella realmente no la conocía pero al parecer era alguien importante dentro de la planta en la que estaba. Ahora me encontraba rodeado de enfermeras, de sanadoras y demás por lo que un escape a escondidas ahora sería prácticamente imposible. Sin embargo, ésta no sería la primera vez en la que terminara acorralado, por lo que no sentía el menor miedo.

     

    - Ocurre que no estoy evadiendo las preguntas - le dije a Bodrik, Aime, Luz y las enfermeras que estaban ahí - y no tengo la menor idea de lo que hablan - las rodeé para irme - ahora si me disculpan...

     

    Comencé a caminar hacia las escaleras y luego me detuve al sentir que alguien jalaba mi brazo y me regresaba a donde me encontraba anteriormente. Sonreí ante esto, las miré desafiante y volví a abrir la boca.

     

    - Y si no se apuran, sus olfatos pronto les confirmarán que en efecto ese hombre ha muerto - me reí con burla - si es que en realidad lo está.

     

    Ya me rodeaban toda una tropa de enfermeras y sanadoras, quienes hacían más y más preguntas a lo que simplemente les respondí con una mirada que denotaba cierta arrogancia. Al parecer no podría salir de allí pronto, necesitaba idear un plan distinto. Luego me sorprendí al escuchar a una de las chicas cuando mencionaba algo acerca de las ropas que yo llevaba.

     

    - Y no estoy disfrazado - levanté la mirada - no tengo idea de lo que hablan.

  8. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    La chica se fue caminando a la salida para alcanzar a Valentine cuando se dio cuenta de que ésta estaba furiosa. No podía entender el motivo, por lo que se acercó con la intención de preguntarle y fue en ese momento en el que la escuchó gritarle.

     

    - Ya voy... - la joven caminó hacia ella.

     

    Momentos después la miró llorando junto a Niqqui, por lo que le pareció muy extraño. Al acercarse a ella, se dio cuenta de que Mikael había errado el nombre de su amiga por el de Valerie y eso la hizo casi reírse, sin embargo no lo hizo por respeto a Valentine.

     

    - Val tengo que hablar contigo... - y miró a Mikael quien desviaba la mirada sin decir nada - Valerie es la madre de Mikael y mía en la Westrong, hace meses que no la vemos... supongo la extraña...

     

    - Ya calla - respondió Mikael y se fue caminando delante de las chicas, se le veía avergonzado y un poco molesto.

     

    - Mikael... - Gomita suspiró - ¿Niqqui? - dijo la joven acercándose a las dos.

     

    OFF:

     

    Lo siento por el error qué pena u.u

  9. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

     

    Las cosas en la planta de pediatría comenzaban a ponerse difíciles, por lo que ahora tenía ganas de salir lo más rápidamente posible de ahí. No tenía ni la más mínima idea de cómo, pero necesitaba evadir a todas aquellas personas que se juntaban en torno a mí para interrogarme. Sobre todo Luz, quien me veía con bastante molestia.

     

    - No puedo quedarme más tiempo - mencioné a las jóvenes Danna y Luz - con su permiso...

     

    Creía haber visto también a Niqquita por el lugar pero posiblemente se encontrara trabajando y se hubiese retirado. De darme prisa todo saldría bien, por lo que estaba a punto de irme a las escaleras con tranquilidad. Apenas había dado la vuelta para desaparecer de ese hospital cuando casi choco con nada más y nada menos que con Aime.

     

    - No pasa nada - le sonreí débilmente como de costumbre - ya me iba...

     

    Las cosas comenzaban a complicarse...

  10. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Realmente ver semejante escena entre Niqqui y mi hermano gemelo me mataba de la risa, sin embargo mi diversión terminó al ver a Valentine un poco triste por la actitud de Mikael. Seguramente creería que algo extraño tramaban mi siame Niqqui y mi gemelo, pero yo sabía que nada de lo que imaginaba estaba pasando. Todo era un curioso malentendido, era extraño cómo las personas nos dábamos cuenta de las cosas y sacábamos conclusiones simplemente al ver una parte de la historia...

     

    Luego de la locura me pude dar cuenta de que había un chico más dentro de la sala, al cual no había visto por divertirme con las locuras de mis amigos y hermano. Me pareció un poco extraño al verlo solo, así que luego de acercarme a Niqqui, me disculpé con ella y me acerqué a Allen para ofrecerle de mi bolsa de papas fritas y sonreí con suavidad.

     

    - ¿Por qué no te nos unes?

     

    Luego me quedé entre Niqqui y él mientras me quedaba pensando en lo que podría pasar ahora que Val y Mikael habían salido de la sala. No estaba segura de qué era lo que haríamos ahora, puesto que se había hecho un poco tarde para lo del paseo...

  11. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    En la sexta planta después de dar de alta a Pad

     

     

    Me quedé mirando fijamente a la chica cuando se despedía, quien antes me había revuelto el cabello y yo por la emoción no había tomado en cuenta. Una vez que reparé en ello me peiné con cuidado y decidí sentarme un momento en la sala de espera de esa planta del hospital. Era extraño que después del sentimiento lindo que había sentido, me comenzara a sentir un poco triste de repente.

     

    — Por eso los recuerdos no son buenos... — mencioné en un susurro.

     

    En este momento simplemente me quedé pensando en aquello que había sucedido poco tiempo atrás, que había marcado mi vida para siempre y no cambiaría nunca más. Sin embargo comprendía muchas cosas en relación a aquella frasde de que todo lo que sube tiene que bajar, muchas veces la amistad estaba cimentada solamente en el utilitarismo y no en sentimientos verdaderos por parte de la persona y eso lo había aprendido bastante bien.

     

    — ¿Edy? — y bajé la mirada hacia el suelo.

     

    Mi pequeño jarvey blanco se paraba en sus patitas traseras y rascaba mis pantorrillas con sus manos, deseando que le dejura subir así que me incliné y le abracé. En ese momento el pequeño comenzó a olfatearme y reí al sentir cosquillas que me provocaban sus bigotes.

  12. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Sexta planta liberando a Pad XD

     

     

    Había llevado a Pad a la sala de resucitación por lo que sabía que ahora se recuperaría perfectamente bien. Todo había ocurrido tan rápido que ni cuenta me di que la chica, una vez que se sintió con suficiente fuerza, se había levantado de la cama y se quedaba sentada con los ojos cerrados. Yo quedé sorprendida y retrocedí un paso, lo que miraba me recordaba a las películas de terror cuando los cuerpos se levantan solos y se arrancan los cables para irse. Sin embargo esto era muy diferente por lo que sonreí al escharla darme las gracias.

     

    - No te preocupes, no es nada.

     

    Me habría gustado ver quién se escondía detrás de aquella máscara pero sabía que era imposible. Sin embargo algo en ella me parecía familiar, aunque jamás averiguaría de quién se trataba. Mientras pensaba aquello, me quedé escuchando con más sorpresa las palabras de Pad, quien decía que tenía que irse del hospital. Eso no me parecía nada bien, ya que todavía necesitaba continuar con su descanso, pero la decisión ya la había tomado por lo que permití que se retirara luego de firmar el alta en el expediente.

     

    - Gracias por felicitarme, hago lo que puedo con lo que se tiene - sonreí al verla salir - espero que no vuelvas a salir herida... - dije en voz baja.

     

    Luego de verla desaparecer por el pasillo, salí de la sala y cerré la puerta, me dirigí al archivo y dejé el expediente en su lugar ordenado por nombre y fecha. Ahora necesitaba ordenar la habitación donde había tratado a la chica y lo hice así.

     

    - Tengo hambre...

     

     

    OFF:

     

    :3

  13. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    En la sexta planta con Pad ^^

     

     

    Una vez que había logrado sanar su cuerpo me di cuenta de que no respondía a los remedios que le había dado, lo cual era muy extraño por lo que revisé. Mi sorpresa y susto fue tal al darme cuenta de su estado, que arrastré la camilla a la sala de resucitación que, sabía no estaba permitida para mí pero necesitaba utilizarla. Ya lo había hecho antes por lo que no creía que en esta ocasión fuese demasiado problema, así que sin más abrí la puerta y metí la camilla donde descansaba Pad y cerré la puerta.

     

    - Que si más vale pedir perdón que permiso? En este momento sí - me dije a mí misma.

     

    Me puse manos a la obra. Dentro del lugar había extraños formularios y aparatos jamás antes vistos por mí. Curiosamente ni la primera vez que vine acá me había dado cuenta de su existencia, seguramente me encontraba demasiado nerviosa como para notarlos. Aunque pensándolo mejor, sí los había utilizado... ya quitándome aquellas ideas de la cabeza, conecté algunas mangueritas y demás artefactos siguiendo las instrucciones de un manual que estaba por ahí y comenzó la resucitación.

    - Bien Dr. House, de estar aquí me mataría... - tomé las planchas de los electrochoques y le di uno en el pecho luego de ponerles la acostumbrada sustancia para que no terminara quemada.

     

    Realmente no pensaba que fuese a pasar, sobre todo cuando aquella máquina comenzaba a mostrar los signos vitales de Pad. Ahora que podía sentir el pulso de la joven y mirar el color que volvía a su rostro logré respirar más que tranquila. Simplemente necesitaba un poco más de tiempo para que ella despertara totalmente sana sin que se diera cuenta de mi torpeza al hacer las cosas al revés.

     

     

    OFF:

     

    :3

  14. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Con Pandora en la sexta planta minutos después de vagar por el hospital

     

     

    Había regresado un tanto cansada de tanto caminar por cada una de las plantas, cuando de pronto sentí a mi estómago reclamarme por algo de comer. En ese momento decidí que era tiempo de volver, puesto que el tiempo trascurría y posiblemente habría mucho trabajo por hacer. No quería descuidar mi trabajo en la planta ni quedar mal con mi jefa, por lo que ahora me dirigía hacia el elevador.

     

    - Odio subir por aquí... - mencioné.

     

    Sin embargo, era la forma más rápida para llegar hasta mi destino, así que mientras entraba en el elevador y presionaba la tecla número seis para llegar a resucitación de aurores, me acomodé mi bata y suspiré. Jamás habría imaginado que alguna vez podría ser capaz de trabajar donde tiempo antes había estado una de las personas a quien más quería en este pueblo, pero aquí estaba.

     

    - Si me buscas tú a mí - comencé a cantar en voz baja - me podrás encontrar...

     

    Segundos después la puerta del elevador se abrió y yo salí. Fue en ese momento que noté la presencia de una persona en el pasillo de la planta. En ese momento corrí hacia ella al ver que no se movía y noté su ropa destrozada, las múltiples quemaduras y la sangre que manchaba el cuerpo de una joven enmascarada. Jamás habría imaginado en ese momento que la chica era nada más y nada menos que mi ex-profesora de Rol básico y buena amiga en la orden.

     

    - ¿Qué le pasaría? - me pregunté.

     

    Muy nerviosa y le pedí a una de las enfermeras que pasaba por ahí que me ayudaran con una camilla mientras yo me dirigía al cuarto de las pociones. No habían pasado ni treinta segundos cuando la enfermera tenía a la chica sobre la camilla y la llevaba rápidamente a una de las habitaciones. Yo por mi parte, había regresado con algunas pociones que servirían para las múltiples heridas que la chica tenía. Una vez dentro de la habitación cerrada, saqué mi varita y le apunté.

     

    - Episkey - decidí curarla primero - episkey - comencé a notar que sus heridas comenzaban a cerrar.

     

    Como había sido mucho el daño recibido, sabía que los conjuros no serían suficientes, por lo que luego de el hechizo de curación, le apliqué una pomada en su cuerpo luego de que le había colocado una bata de paciente. Inmediatamente después noté cómo sus heridas comenzaron a sanar y pronto su piel quedaba totalmente curada, eso medio más ánimo, por lo que destapé una botellita y le hice beber una poción reabastecedora de sangre.

    - Esta herida... - me quedé callada de golpe.

     

    Varias maniobras más: el darle a beber aquella poción, una más para descansar junto con el hechizo y la pomada, había terminado por dejarla totalmente curada por lo que ahora simplemente necesitaría descansar un poco.

  15. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    La joven gemela pasó la mirada de Niqqui, a Val y finalmente a Mikael, quien la tenía totalmente asombrada. El chico simplemente había permanecido sin decir una sola palabra al ver la actitud de Val al llegar y verlos ahí. Gomita por su lado había comprendido perfectamente la situación y si su hermano era lo suficientemente inteligente podría hacerlo también.

     

    - Val - mencionó el joven Mikael dirigiendo una mirada fría a Niqqui y luego salió de la casa.

     

    - Nunca había visto más raro a Mikael... - mencionó su hermana dirigiéndose a Niqqui.

     

    Seguramente nuestra actitud había incomodado muchísimo a la pobre de Valerie, quien había decidido salirse de la sala sin decir nada más. Se notaba el halo de tristeza y ¿celos? que reflejaba su rostro, por lo que Gomita simplemente sonrió.

     

    - Esos dos... - le dijo a Niqqui - creo que ahora sí debemos irnos... ¿Qué dices?

     

    En ese mismo momento, Mikael se emparejaba con Valerie caminando erguido sin decir nada.

  16. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Recorriendo plantas antes de encontrar a Belu ^^

     

     

    Ya había pasado por varios pisos con la intención de conocerlos, por lo que sabía perfectamente en qué consistía cada uno y lo que era mejor: ya me comenzaba a familiarizar con la gente que trabajaba allí. Aunque a algunos jóvenes solamente los conocía de vista, comenzaba a sentirme más cómoda en el hospital puesto que los rostros ya no me eran nada desconocidos. Fue en ese momento que entré en el elevador para bajar.

     

    - Piso seis, cinco, cuatro... - el ascensor continuó bajando.

     

    Pronto continuó por los pisos tres, dos, uno, las mazmorras en las que seguramente llegaría a su fin el recorrido. Sin embargo algo extraño pasó. El elevador continuaba descendiendo y la puerta no se abría, lo curioso era que en el indicador de pisos no se veía a qué lugar se dirigían, simplemente se habían apagado cada uno de los botones. Comencé a sentirme nerviosa y miré a la puerta.

     

    - Por favor...

     

    La puerta se abrió y me quedé sorprendida. Luego salí disparada hacia afuera y pude notar que me encontraba en un piso desconocido y oscuro, que daba señales de no ser transitado desde hacía mucho tiempo ya que parecía estar en un completo abandono. Con mucha extrañeza dentro de mí decidí explorar un poco, jamás habría pensado que un lugar así podría existir en el hospital.

     

    OFF:

     

    :3

  17. MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    En la planta tres con la boca cerrada XD

     

     

    La joven Luz no dejaba de interrogarme en el momento que estaba dispuesto a retirarme. Por la forma en la que me interrogaba parecería que ella conocía perfectamente bien a todos los sanadores y enfermeras del lugar, así que tenía que tener mucho cuidado con la forma de responderle.

     

    - Soy visitante - mencioné con tranquilidad y me dispuse a retirarme.

     

    En ese momento miré cómo de nuevo otra de las enfermeras se acercaba, mientras miraba tranquilamente al resto del personal caminando por el pasillo sin haberse dado cuenta. Realmente era increíble la rapidez con la cual habían encontrado al hombre aquél con el disparo en la cabeza, si tomaba en cuenta que había utilizado silenciador en el arma.

     

    - Mire señorita - continué diciendo a Luz - no tengo ni la menor idea de ese hombre que dice, tomando en cuenta que este piso es de maternidad y pediatría. Supongo equivocó de piso.

     

    Ahora la joven había utilizado el altavoz para llamar al resto. Perfecto... ahora me sería más complicado escapar. Sin embargo todavía quedaban varias opotunidades si todo salía como lo esperaba, por lo que al escuchar a Danna me di la vuelta hacia ella y le hablé.

     

    - La verdad no tengo nada qué decir... al tipo ni lo conozco.

     

    OFF:

     

    No te preocupes, ando igual u.u

  18. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    - ¡Pelearán... a dos de tres caídas, sin límite de tiempo!

     

    Se escuchó la voz de la joven Gomita. Ésta se había puesto de pie y caminado hasta donde se encontraban discutiendo Niqqui y su hermano Mikael y los miraba un poco divertida. Ya antes una persona que había sido y seguía siendo muy especial para ella, le recordaba la frase de: si no puedes con el enemigo, únetele; a lo que la joven había obedecido de la mejor manera posible mientras su hermano miraba a Niqqui.

     

    - Mira niña, realmente no tengo ganas de discutir - dijo Mikael con sequedad.

     

    - Chicos... si se van a dar, pues dénse de una vez.

     

    - No tengo intención de pelear.

     

    - Pues parece otra cosa...

     

    En ese momento alguien interrumpió la tensión de la sala, a lo que Gomita agradeció casi besando el suelo. Se trataba de Valentine, quien al parecer era amiga de Mikael y a quien la chica conocía hacía poco al llegar a los tritones. Había sido tal su alivio que Gomita estuvo a punto de hablarle pero la expresión que la joven tenía se lo impidió. Al darse cuenta de aquello Mikael también cambió su semblante y le habló.

     

    - Valentine...- mencionó el joven gemelo realmente apenado.

     

    - De pronto me miras... - Gomita comenzó a tararear mirando a Niqqui, a Mikael y a Valentine - Val tiene razón, ¿Y si mejor nos vamos?

     

    La joven gemela jamás había mirado antes la expresión que tenía Mikael, quien miraba con un poco de vergüenza a su amiga, preguntándose si entre esos dos estaba pasando algo que ella no había sabido antes.

  19. GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Sexta planta con Belu ^^

     

     

    El trabajo no terminaba en ese lugar, personas iban y venían dándole al hospital un aire de verdadera actividad. Una buena cantidad de personas tanto sanadores, enfermeras, como pacientes y visitantes; se daban cabida en los pasillos del sanatorio. Yo por lo tanto, seguía en la planta de resucitación de aurores después de acercarme a mi jefa y decidí presentarme. Luego sonreí cuando ella se detuvo y me respondió.

     

    - Buenos días, sí mi nombre es Gomita - sonreí al escuchar que la chica me conocía - el gusto es mío - extendí mi mano para saludarla y puse atención a lo que me decía.

     

    Eran muy pocas veces cuando alguien de pronto mencionaba cosas en relación a mi trabajo, sobre todo si éste se encontraba bien hecho. Realmente las ocasiones en las cuales se me felicitaba o se me hacía un cumplido habían sido bastante escasas, por lo que ahora al escuchar a Belu no pude evitar una expresión de total sorpresa.

     

    - Muchas gracias - me sentía emocionada - la verdad he hecho cuando puedo, yo también espero seguir así.

     

    A pesar de estar un poco nerviosa por saber frente a quién me encontraba, me sentía un poco más tranquila al darme cuenta de que ahora ya tenía a quién dirigirme en caso de duda.

     

    OFF:

     

    Perdón por tardar tanto tiempo, en estos días así estaré en lo que se arregla un problema que tengo, pero pronto volveré a mi actividad normal ^^

  20. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    - Par de locos...

     

    Gomita se separó despacio de Niqui y Mikael y se sentó en uno de los sillones. Cuando se llegara el momento de salir entonces se pondría de pie, pero por lo pronto permanecería mirando para tratar de evitar un posible disturbio. Ya que el joven gemelo se veía un tanto exaltado a causa de la cercanía de aquella joven, la cual parecía tener una energía increíble; Gomita simplemente se limitó a comer papas fritas de la bolsita que traía, mientras éste respondía a las palabras de su amiga.

     

    - Te aseguro que no soy una simple cerilla, no me apago a la menor exhalación eso te lo aseguro.

     

    Gomita recordó algo y no pudo evitar reírse sin control, pero trató de evitarlo cubriéndose la boca con una mano mientras sostenía la bolsita de papas con la otra. Esta discusión le estaba recordando algo, el dejavú era increíble por lo que no podía parar de reírse. Sin embargo trató de calmarse y más al ver a su hermano tomando esa actitud de suficiencia hacia Niqqui.

     

    - Te vi hasta que te hiciste un puntooo... aaaamoooor - se escuchó la voz casi imperceptible de Gomita.

     

    - Ahora si no te importa... - Mikael mencionó aquella frase al mismo tiempo que levantaba su mano y tocaba la frente de Niqqui con su dedo índice - creo que teníamos una salida pendiente - le dirigió una de sus débiles y acostumbradas sonrisas.

  21. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Gomita se rió al mirar la reacción de su hermano cuando la escuchaba decir las anteriores palabras, luego se dio la vuelta para ver cómo Niqqui se giraba sin soltarse de ella y se acercaba a Mikael otra vez. La joven gemela sabía perfectamente que esto no tendría fin, por lo que simplemente suspiró pidiendo a Merlín que no llegara a extremos lamentables.

     

    - Chicos...

     

    Luego se interrumipió. Niqqi estaba muy cerca de Mikael y éste escuchó las palabras que la joven le decía a pocos centímetros de su rostro. El joven jamás se había topado antes con una persona así y el hecho de que se tratara de una chica complicaba las cosas. Un chico detendría sus amenazas y provocaciones con una buena frase fuerte salida de los labios de Mikael, o si las cosas empeoraban hasta un golpe haría la paz según el muchacho.

     

    Habría sido un error pensar que de esta forma se calmaría esta discusión, sobre todo cuando Niqqui le habló y el joven se dispuso a responder.

     

    - Sí claro... - Mikael se irguió tomando un semblante de total arrogancia - así que ganar el juego... no me digas...

     

    Mikael tomó aire de forma tan sutil que nadie lo notó al mirar a Niqqui demasiado cerca de él, mientras que sus ojos verdes se posaban en ella para mirarla con fijeza. Gomita por su parte, se frotaba las manos con nerviosismo al sentir que solamente estaba jugando un papel de espectadora. Si ambos chicos tenían la intención de pelear, lo harían sin duda alguna. Sin embargo sabía perfectamente que Mikael jamás se pondría a los golpes con una chica.

     

    - El que juega con fuego tarde o temprano se quema... - Mikael le susurró a Niqqui.

  22. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Cuando los gemelos estuvieron dispuestos a recorrer el pasillo para salir de la sala, Mikael había soltado una carcajada a todo pulmón que provocó el regaño de su hermana. Él mientras tanto simplemente se disculpaba sin sentir realmente un poco de culpa mientras observaba cómo Niqui se daba la vuelta para acercarse a él. El joven gemelo quedó pasmado después de un momento cuando Niqqi le dijo algo al acercar los labios al oído de éste.

     

    - Mira... - se interrumpió levantando el rostro con altivez - linda - luego se dibujó una sonrisa un tanto pícara - yo solamente seguí tu juego porque debo confesar que me parece divertido...

     

    - Muchachos... - quiso interrumpir Gomita.

     

    - ¿Me quieres? - continuó Mikael sin prestar atención a su hermana - también yo a ti - dijo con verdadera ironía - en serio, me agradadas muchísimo - sonrió y miró hacia la salida - ¿Quieren irse o no? - desvió el tema.

     

    Momentos después, Niqqui tomó el brazo de la joven Gomita para salir del lugar mientras se alejaba un poco de Mikael, a lo que ella le siguió y sonrió al escuchar lo que su amiga le tenía destinado.

     

    - ¿Papas fritas? Sería genial siame - finalizó.

     

    Segundos después, sacó una bolsita de caramelos de sabores y les acercó a cada uno de los chicos con quienes iba. Todavía se sentía un poco nerviosa al mirar cómo se desarrollaba la discusión entre Niqqui y Mikael; la cual parecía que no tendría fin. Gomita suspiró mientras caminaba al lado de su amiga mirando de vez en cuando el porte un tanto altivo de su hermano y se le ocurrió mencionar algo.

     

    - Ni pareces mi familiar.

     

    - Qué tristeza me da.

     

    - A mí no - volvió a decir la joven sonriendo al ver el entrecejo fruncido de Mikael.

  23. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Ambos hermanos caminaron un poco dirigiéndose a la salida, con la intención de continuar su camino a aquella feria a la que les había invitado Aime, sin embargo el ambiente que se respiraba en ese momento no era el más agradable que hubiesen tenido. Ahora Gomita imaginaba cómo la sangre de Niqqi hervía como agua al fuego y suspiró un poco nerviosa al mirar el estado en el que estaba su hermano.

     

    - Yo quiero papas fritas - dijo tratando de distraer a ambos chicos - tal vez también un algodón de azúcar, me encantan...

     

    Mikael por su parte observó cómo, luego de sus palabras Niqqui se daba la vuelta y lo encaraba con decisión. El joven simplemente sonrió al escuchar muy atentamente cada una de las palabras de la chica sin decir nada todavía. Sabía perfectamente que aquello no podría terminar en nada bueno pero, tomando en cuenta la actitud del joven, Gomita sabía perfectamente que éste no le daba la menor importancia.

     

    - Azúcar es lo que falta aquí - mencionó el joven - ¿Así que no estás para juegos? La verdad lo dudo. Creo que necesitas serenarte pero no lo sé.

     

    El joven había respondido riendo por lo bajo cuando de pronto miró cómo Niqqui le lanzó un beso y no soportó más. Pronto una fuerte carcajada invadió las paredes del lugar donde seguramente todos la escucharían. Al instante, Gomita se acercó a él y le dio un codazo fuerte para llamar su atención.

     

    - Mikael ya basta - luego se dirigió a su amiga mientras esperaba que las demás chicas llegaran - te sigo siame - sonrió emocionada a Niqqi.

     

    - Yo no hice nada.

  24. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    La joven gemela observó con asombro la reacción de Niqqi ante lo que Mikael acababa de hacer, y claramente se notaba que ésta no se encontraba muy contenta. ¿El motivo? Niqqi se soltó con rudeza de la mano de su hermano y lo miró con furia en los ojos mencionando algo que parecía ser una advertencia. Mikael por su parte, levantó una ceja al escuchar a la joven y sentir un empujón.

     

    - Siame... - mencionó Gomita totalmente sorprendida.

     

    - Perfecto, también estoy grandecito para esta clase de juegos...

     

    - Mikael por favor - susurró Gomita.

     

    - No he dicho nada.

     

    Era sorprendente ver en el chico aquella sonrisa débil que denotara cierto grado de malicia, como si el hacer enojar a Niqqi le causara satisfacción. Ahora ésta chica caminaba delante de todos sintiendo verdadera furia según la percepción de Gomita, quien se preocupaba y cruzaba los dedos para que no se desatara un enfrentamiento. Aunque tomando en cuenta la actitud retadora de su hermano y el actual estado de ánimo de Niqqi, bien podría ocurrir.

     

    - Ya vamos, espera... - mencionó Gomita cuando reaccionó y caminó tras de su amiga mientras que Mikael esperaba a Valentine.

     

     

    OFF:

     

    :3

  25. GOMITA Y MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

     

    Gomita se cubrió la boca para no soltar la risa al ver que Niqqi se dio cuenta de la forma en la que el gemelo de Gomita le miraba. Realmente era divertido obseervar a su hermano entre todas las chicas haciendo un intento fallido de socialización, lo cual tarde o temprano funcionaría.

     

    - No te preocupes Niqqi, ese chico no se trauma ni a costa de golpes con un tubo de hierro.

     

    Gomita mencionó sonriendo traviesa a su hermano, quien le dirigió una mirada indiferente al igual que hacía con cada broma que a la chica se le ocurría. Mikael siempre había sido un chico un tanto frío a diferencia de su hermana, quien aunque compartía ciertos rasgos con el muchacho, su personalidad era un tanto más sensible.

     

    - Ten cuidado con esa mano - dijo secamente Mikael.

     

    - ¿Cual mano? - preguntó la joven.

     

    - Ésta mano.

     

    Mikael había tomado la muñeca con la que Niqqi sostenía su varita mágica. Había permitido que le despeinara aunque no de muy buena gana, pero al ver que le apuntaba de esa forma le había incomodado bastante. Gomita por su parte, se limitó a observar con atención el movimiento y luego sonrió.

     

    - Siamesa mejor ya vámonos - luego se giró hacia Val - Cuñ... - la chica tosió - Val.. ¿Qué dices?

     

    Mikael levantó la mirada en un gesto de arrogancia y la dirigió al frente sin mirar a ninguna de las chicas.

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