Gomita Haughton Westrong

Oh vaya... se acabó y quedé en el 201... qué les parece?

Un post cada 20 de mis compañeros .-.

Me pierdo mucho...

Bueno no tengo muchas ganas de hacer spam... pero si sube contador que al menos me sirva para eso :3

Gomita

Los días habían pasado mientras que en la celda en la que me encontraba todo transcurría con tranquilidad. No había habido nada fuera de lo común, con excepción de que ahora comenzaba a sentirme cansada. Fue por eso que decidí levantarme y caminar un poco por el interior la celda para desentumir mis miembros y asomarme hacia la reja de la misma. Era increíble que por cuarta vez, o quinta ya no recordaba, hubiese caído presa dentro de la prisión.

― ¿Chicos? ― pregunté cuando llegué a la puerta de la celda y me agarraba de los barrotes con las manos ― ¿Hay alguien?

Me acerqué mi rostro a la reja un poco más y pegué mi rostro a los barrotes. La temperatura de éstos enfrió mis mejillas y suspiré, pocas veces había sentido la soledad de esa manera, y ahora sin buscarla ésta había llegado hacia mí. Cuando me separé de la puerta, froté mis ojos para tratar de reconocer a alguien en las celdas que se encontraban enfrente y volví a llamar una vez más.

― ¿Quién anda ahí?

El sonido de gemidos y lamentos encerrados dentro de esas paredes seguían resonando, mientras que yo recordaba que aquello era muy común en las antiguas edificaciones. Luego regresé al muro contrario a la puerta, mientras me encogía de hombros y soltaba un largo suspiro. Era extraño que a pesar de las ocasiones anteriores en las que había estado dentro de esas cuatro paredes, no tuviese deseos de divertirme como entonces.

― Extraño a todos...

Mencioné. No había sabido de aquél grupo de compañeros inseparables desde el día de su captura, tampoco tenía noticias de su familia, en especial de su gemelo y de su mascota. Aquél jarvey de tamaño pequeño que de saber con exactitud el lugar en el que me encontraba, hubiese sido capaz de venir a quedarse conmigo haciéndome la más agradable de las compañías.

OFF:

XD

Hola:

Primeramente les mando un saludo esperando que se encuentren bien. El motivo que me trae por acá es para decir que me gustaría darme de baja del negocio, ya no quiero formar parte de los propietarios en él. Así que por favor pido que se borre mi nombre de ahí. Bueno, me despido agradeciendo que se me haya tomado en cuenta en su momento.

Hasta luego y de nuevo gracias.

Mikael

Aquello que decía Madeleine era verdad, el utilizar ese tipo de habilidades para sacar a la fuerza pensamientos o recuerdos que se preferían mantener en secreto era una verdadera falta de respeto. Era por ese motivo que yo no me atrevía a hacer aquello a semejante alcance, sino simplemente para cosas superficiales, triviales... las cuales curiosamente se encontraban en los estratos superiores de la mente.

— No solamente es teatro... yo también lo creí hasta que se me ocurrió hacerle caso a mi hermana cuando decidió traerme.

Madeleine estaba interesada en tocar un instrumento que para mí era de lo más complicado, sin embargo si ella tenía la habilidad podría hacerlo perfectamente bien. Yo en cambio, tenía la intención de afinar mis conocimientos en guitarra y posiblemente me animara también con el piano. La inscripción estaba hecha ahora, por lo que no faltaba mucho para que las clases dieran comienzo.

— La escuela ya tiene los instrumentos Madie, no es necesario que compres nada.

Gomita

Y de pronto volví por las celdas de Nurmengard a pasar una larga estadía dentro de ella. Había sido capturada en el propio negocio de mi mamá cuando había decidido encontrarme con mis hermanos, sin ninguna posibilidad de escapar. Aime había entrado a ayudarme y no estaba segura si había caído junto conmigo o no. Habíamos sido dos contra tres en una batalla marcadamente desigual y, como era de esperarse, no salimos con suerte.

Mientras Evarela me llevaba a encerrar a una de las mazmorras, yo me encontraba sin vida todavía, mi cuerpo frío era depositado en el el interior y luego revivido. El interrogatorio estaba cerca y una vez consciente no habría marcha atrás. Lo que no sabía era que la encargada de hacerme todo aquello sería ni más ni menos que mi propia mamá. Aquella que seguramente tendría ganas de despedazarme al verme del lado del bando de la luz.

Cuando fui capaz de dar mi primer aliento luego de su hechizo, mi cuerpo se tensó un poco por el dolor que sentía y gemí casi imperceptiblemente. Luego intenté moverme pero fue inútil, por lo que intenté abrir los ojos muy despacio. Ahora mis sentidos eran capaces de percibir todo tipo de sensaciones, el frío suelo en el que me encontraba tirada, el olor a sangre de todos aquellos que habían caído antes que yo y los sonidos de voces de quienes todavía continuaban siendo torturados ahí dentro.

― Oh no puede ser, otra vez no...

Mencioné en un susurro casi inaudible mientras frotaba mis ojos para alcanzar a reconocer esa reja que se encontraba encerrándome dentro de esas cuatro paredes. Lo que me esperaba no sería nada agradable y lo sabía, sin embargo no era momento de mostrar miedo, por lo que respiré hondo para tratar de calmarme y como pude, me senté en el suelo abrazando mis rodillas. Mi rostro había quedado escondido entre ellas dejando que mi largo y ondulado cabello negro, ahora desordenado, cayera hacia los lados.

Hola a todos!!

Vengo a dar lata para decir que estoy apoyando a Paú Gryffindor, como se ha visto en todos los posteos anteriores que hice por acá XD pero si eso no es suficiente, ya me puse el blinkie de apoyo a Paú y vine acá a volver a decirlo.

*Agito las motas de porrista*

Pero qué veo!!! O.O ¿WOLF? Del hl.com?? *emocionadamodeON* T____T

Sexta planta dando de alta a Aime

Después de lar las pociones adecuadas a mi compañera de la orden, ella se encontraba un poco mejor y ahora descansaba. Yo aproveché esa oportunidad para rellenar el formulario de rigor y anexarlo a su expediente, además de la ficha de salida que le tenía que entregar cuando se sintiera mejor. Aquello seguramente sería muy pronto, ya que el efecto de las pociones era increíble.

— Hola... no tienes que dar las gracias...

Realmente mi verdadera alegría era ver que podía ser capaz de ayudar a las personas a recuperarse. Ahora con semejante guerra sobre el pueblo mágico era sumamente necesario que pudiese hacer esto bien. Aime había despertado y se encontraba descansando un poco, así que le permití hacerlo un tiempo más. Cuando noté que ya se sentía totalmente bien, le entregué la ficha del alta para que no tuviese problemas al retirarse del hospital.

— Como nueva.

Mencioné mientras le entregaba su ropa totalmente restaurada gracias a un hechizo que le había aplicado mientras la joven fenixiana se encontraba dormida.

Sexta planta recibiendo a Aime

Me había despedid horas antes de los chicos que atendía dentro de la planta, por lo que ahora me encontraba totalmente desocupada otra vez. Tenía alrededor de cuatro expedientes listos para ser llevados a la habitación correspondiente por lo que salí en su dirección. Sin embargo, la sensación de que no me encontraba sola me invadió cuando recorría el pasillo y giré para ver hacia atrás.

— Por Merlín...

Y corrí en dirección a la camilla donde descansaba el cuerpo de Aime en muy malas condiciones físicas, la empujé hacia la sala de resurrección y con un movimiento de varita, le coloqué a la chica una bata limpia de hospital después de cerrar muy bien la puerta. La serie de hechizos y pociones para ayudar a curarla no se hicieron esperar, así que pronto comencé a ver cambios en ella.

Pociones tras pociones: reabastecedoras de sangre, díctamo y hasta rehidratantes fue lo que recibió la chica luego de regresarla a la vida y mantenerla sedada para que no sintiera ningún dolor. Yo sabía que pronto se recuperaría y así fue, aunque aún se encontraba dormida, pude notar respiración normal y un poco de color en su semblante.

Sexta planta dando el alta a Andrómeda y también a Jank

Afortunadamente los chicos de la orden se recuperaban con una increíble rapidez. Era una suerte contar con todas esas maravillas del mundo mágico en relación a pociones y hechizos de curación, ya que de lo contrario las cosas no pintarían de esa manera. Había dejado a Andrómeda descansar en la habitación de al lado cuando llegó otro paciente y había tenido que ir a curarlo rápidamente.

— No Andrómeda... — mencioné con una risita — realmente no me canso de atenderlos, pero sí me preocupa verlos heridos cada dos por tres, pero lo importante es que estás bien. Mira... esta es tu ficha de alta — mencioné al entregársela — descansa quince minutos y podrás salir del hospital... Jank también está a punto de recibirla, así que bien podrían irse juntos ¿Me disculpas un momento? Ahora le entregaré a él la suya.

Y salí para revisar el estado de salud de Jank, quien también se veía perfectamente bien. Ahora era momento de llevarlo a su habitación para dejar que terminara de recuperarse. El ver que mejoraba de forma increíble me alegró muchísimo y esto me ayudó a instalarlo en una de las habitaciones de reposo, sin ningún tipo de medicamento ni aparato ya que no lo necesitaría.

— No agradezcas amigo, ya sabes que aquí me tienes cuando sea necesario, me da gusto que estés bien... por cierto, supongo que no sabes quién se encuentra en la misma planta que tú...

Sonreí satisfecha al ver que ambos chicos se encontraban bien y seguramente se encontrarían a la salida. Luego le entregué la ficha de alta al muchacho cuando noté que había mejorado totalmente y comencé a hacer el expediente de los dos muchachos mientras la última poción que les había dado hacía efecto.

— Toma — le entregué la ficha de alta — descansa quince minutos, ella hace lo mismo... cuando se pase el tiempo ambos podrán abandonar el hospital.

Sexta Plata recibiendo a Jank

Había despedido a Madeleine de forma satisfactoria, las pociones habían logrado curarla totalmente y aquello me agradaba muchísimo. Era realmente alentador ver cómo los pacientes se retiraban en buenas condiciones luego de ser atendidos por los sanadores de la planta. Eso era lo que me mantenía de pie, luchando y esforzándome dentro de ese trabajo a pesar de ciertos desagrados que me solía llevar en ocasiones.

— Amm... vaya...

Tomé aire al sentir cómo un escalofrío recorría mi cuerpo y miré a mi alrededor. A pesar de que aquella sensación me seguía pareciendo muy extraña, no era la primera vez que la experimentaba. Salí al pasillo y miré de nuevo a ambos lados y fue ahí donde me di cuenta de la presencia de un cuerpo, así que sin pensarlo corrí hacia él. Una vez llegada al lugar, me sorprendí al ver que se encontraba sin vida.

— ¡Por las barbas de...

Mencioné en voz alta mientras llevaba al paciente a la sala de resurrección para regresarlo al mundo de los vivos. Definitivamente aquella horrible guerra no cesaría nunca y cada vez me preocupaba mucho más. Pronto San Mungo estaría abarrotado de pacientes como la vez anterior y sería necesaria la ayuda de sanadores de otras plantas para poder ayudar a cada uno de ellos.

— Estarás bien...

Mencioné mientras comenzaba la curación mediante el uso de pociones y hechizos, que poco a poco le iban devolviendo el color a su semblante.

Planta seis dando de alta a Madeleine

― Hola Madie, bienvenida a la vida nuevamente.

Mencioné tratando de no sonar con mucha burla, ya que no era lo que deseaba. Realmente el pueblo de Ottery estaba cubierto por un halo de miedo y por ese motivo no era nada divertido recorrer las calles, ya ningún lugar era seguro. Realmente era una suerte que no me hubiesen atrapado a mí, pero algo me decía que no faltaba mucho para que sucediera.

― ¿Te atraparon mientras caminabas? ¿Ya definitivamente no dejarán ni trabajar en paz?

Aquello era totalmente increíble, el tener miedo hasta de salir a la calle durante breves cinco minutos. Sin embargo, tomar todo esto con humor ayudaba bastante a disminuir el miedo y el descontento, lo cual había terminado por hacerme reír. Sabía que no todas las esperanzas estaban perdidas.

― Yo también necesito practicar más...

Mencioné mientras le entregaba su ficha de alta. Ahora estaba perfectamente curada y podría ir a casa si lo deseaba y si el temor a volver a ser asesinada y capturada se lo permitía.

Sexta Planta despidiendo a Roxane recibiendo a Madeleine

Cuando despedí a Roxane una vez que estuvo curada, me di cuenta que los heridos no dejaban de llegar. Aquello me preocupaba mucho debido a que cada vez eran más frecuentes las batallas entre los fenixianos y mortífagos. Ya había notado que chicos a quienes acababa de dar el alta, volvían al día siguiente heridos de gravedad otra vez.

― Cuídate mucho Rox...

Mencioné mientras me dirigía de nuevo al pasillo para terminar mi trabajo, debía llevar los expedientes a aquél archivo que me dejaba sorpresas cada vez que entraba en él. La última vez había conocido a un antiguo sanador del siglo XIX muy simpático por cierto.

― ¡Por Merlín!

Dije corriendo hacia Madeleine cuando la vi acostada sobre una de las camillas del pasillo seis, con su piyama ensangrentada. Pronto llevé la camilla a la sala de la resurrección y comencé con mi trabajo de siempre. La costumbre, pociones y hechizos que la ayudarían a mejorar volviendo a la vida y luego sanando.

― ¿Qué acaso no tendremos un momento de paz?

Mencioné con pesar mientras administraba las pociones a la joven fenixiana. De antemano yo sabía que la respuesta a esa pregunta que yo misma me había hecho, era un rotundo NO... simplemente quería guardar las esperanzas. Mientras pensaba en aquello, suspiré al ver que la joven regresaba a la vida poco a poco y mejoraba gracias a las pociones.

Sexta planta dando de alta a Roxane

― Hola Rox...

Me reí al escuchar que a ella le parecía muy divertido vernos. Era curioso que en ninguna otra oportunidad pudiese ocurrir, y sonreí al ver las condiciones en las que tenía que pasar. Obviamente me daba gusto verla, solamente lamentaba el que tuviese que ser de esta manera.

― Muy divertido hacerte regresar del limbo claro...

Y solté la risa después de mi ocurrencia. Realmente me daba mucho gusto ver el humor con el que Rox se tomaba su comentario y todo aquello con respecto a nuestros problemas con los mortífagos. Era verdad que podríamos salir a pasear a algún lado pero sería casi imposible no terminar muertas a manos de los magos oscuros.

― Claro que me gustaría salir a pasear un día contigo amiga, espero que pronto podamos hacerlo.

Mencioné. Por fin había terminado de llenar su ficha de alta y se la entregué para que la firmara y también su pase de salida, así podría retirarse del hospital. Yo me sentía satisfecha al ver que estaba totalmente curada y fuera de peligro.

― Listo, como nueva...

Sexta planta dejando descansar a Andrómeda y recibiendo a Roxane

― Descansa un rato, regreso en un momento...

Mientras que la chica se recuperaba, me retiré para traer las formas que tenía que llenar para preparar su expediente y en esa salida fue que me encontré con el cuerpo de otra fenixiana, así que me dirigí hacia allá. Una vez frente a ella me di cuenta que también se encontraba sin vida, por lo que necesitaba llevarla a la sala de resurrección, en ese momento la enfermera había sacado a Andrómeda y le había instalado en una habitación especial.

― Definitivamente la guerra está en grande...

Mencioné cuando me di cuenta del estado de Roxane y comencé con las pociones para resucitarla. Una a una, comenzaron a hacer efecto mientras le devolvían la salud junto con los hechizos que realizaba con mi varita. Pronto pude darme cuenta de que la chica recuperaba color, así que me tranquilicé un poco al saber que ya estaba mejor. Mientras aquello ocurría, comencé a llenar los expedientes de ambas pacientes: Andrómeda y Roxane.

Sexta planta con Andrómeda

Ese día llegué después de veinticuatro horas de ausencia por algo de importancia que había tenido que hacer fuera de Ottery y, aunque podría confesar que no llegaba con energías renovadas, sí tenía el ánimo un poco mejor que la última vez que había pasado por acá. Ese fue el motivo por el cual me fui directamente al pasillo y a revisar habitación por habitación para verificar que todo estuviese en orden.

― Un paciente...

Y corrí hacia allá. Al llegar hasta donde estaba la camilla me pude dar cuenta de que quien esperaba era Andrómeda Perseus, aunque no precisamente se daba cuenta de lo que sucedía en su propio cuerpo ya que se veía claramente que se encontraba sin vida. No podía creer que los ataques a los fenixianos cuando estaban como civiles se incrementaban de forma alarmante ¿Acaso las sospechas eran más fuertes ahora?

― No te preocupes, no tardarás en volver.

Mencioné mientras la llevaba a la sala de resurrecciones, ahí tenía todo lo necesario para traerla de nuevo al mundo terrenal. Pociones, hechizos y demás herramientas era lo que comencé a utilizar una vez que Andrómeda estaba dentro de la sala totalmente cerrada. Seguramente pronto ella podría despertar y estaría tan bien, que a nadie se le podría ocurrir que minutos antes no tenía el menor rastro de vida.

Gomita

No podía creer que una nueva generación de graduados había salido de la Academia, apenas hacía dos generaciones asistía a mi propio festejo y ahora estaría presente en la de otros chicos a los que apreciaba mucho, así que me preparé para irme hacia allá después de elegir un vestido adecuado. Ya que estuve lista me dirigí a la salida de la mansión para salir rumbo a la academia de magia.

― Siempre olvido que ya puedo desaparecerme...

Mencioné y al instante no quedó el menor rastro de mí en la mansión Westrong, pronto aparecería en los jardines de la Academia de Magia para buscar el salón en el que se llevaría a cabo la ceremonia. Como ya conocía las instalaciones, no me fue nada difícil caminar hacia el lugar y pronto llegué al salón en el que se realizaría. Fue muy emocionante escuchar los nombres de cada uno de los graduados y la curiosidad por saber el bando que elegirían me ganaba.

― Recuerdo cuando viví mi propia graduación...

Aquél día había sido sumamente feliz ya que, ni más ni menos, todas las personas a quienes apreciaba habían asistido. Con excepción claro de mi novio, quien todavía no había regresado de su largo viaje, pero hasta mis padres que siempre solían estar ocupados se encontraban ahí. Ahora al ver a todos los chicos recibiendo sus diplomas, un dejo de nostalgia había llegado a mí al pensar lo diferentes que eran las cosas ahora.

― Alexander felicidades... ― comencé con las felicitaciones en cuanto tuve oportunidad ― me alegro que por fin te hayas graduado, sigue con ese ánimo...

Realmente no tenía mucho qué decir, tampoco era muy elocuente que digamos, así que fui muy corta en mi felicitación. Posteriormente miré ami alrededor y me di cuenta que había algunos chicos graduados dispersos con sus familiares en toda la sala, así que esperé un poco y continué en una oportunidad. Ya me había disculpado con el muchacho para dirigirme con el resto de los estudiantes.

― Laimi ― le di un abrazo y luego me separé para felicitarla ― por fin te has graduado y podrás continuar con tu vida ya no como estudiante, ahora emprenderás un nuevo camino lleno de retos para ti, pero no te rindas que cada obstáculo que puedas tener te dará la oportunidad de crecer.

Posteriormente me alejé un poco para buscar a los demás después de disculparme con Laimi. No era fácil encontrarlos entre tanta gente pero ahí estaba, a punto de acercarme a cada uno de los chicos para felicitarlos, así lo hice con Andrómeda y Andy, a quienes también encontré un tanto dispersos conversando con sus familiares y amigos.

― Bínfeyd te felicito, ahora podrás realizar todos aquellos proyectos que como estudiante no podrías...

Le di un breve abrazo y luego me dirigí al resto de los chicos pensando que había querido decirle como "aspirante", pero eso sería contraproducente, no sabía si el resto de los chicos o demás personas podrían escucharme. Pronto encontraría a mi amigo Jank, a quien hubiese encontrado por primera vez en Ottery ni más ni menos que en mi propia graduación.

― Los papeles se invirtieron ― le di un abrazo y luego me separé ― no sabes el gusto que me da verte graduado, ahora así a continuar con tu camino con más ánimo que nunca ― le sonreí ― sé que tienes un gran camino por delante.

Sabía que me quedaba por felicitar a otra de las chicas a la que conocía, así que me dirigí hacia ella y la observé. En una oportunidad que tuve me acerqué a Carol y le sonreí. Después le di un fuerte abrazo y me separé de inmediato para hablarle.

― Me da mucho gusto que ya seas una graduada, y sea el camino que tomes recuerda que en lo poco que pueda ayudarte puedes contar conmigo ― mencioné ― regreso en un rato... debo hacer algo.

Y me alejé para tomar una bebida, estar entre tanta gente, tanto si las conocía como si no, me costaba un sobre-esfuerzo para no terminar agotada. Fue en ese momento que me encontré de casualidad con Ariane, una amiga de la Orden del Fénix.

― Qué gusto me da verte ― mencioné sonriendo, no sabía qué más decir, estar rodeada de personas y algunos familiares me traían algunos recuerdos que me producían un poco de tristeza.

OFF:

Rol largo y medio raro... pero no quería excluir a nadie por si acaso no puedo volver a pasarme...

Bueno felicidades graduados!! Franko, Leya, a ustedes no los conozco pero igual felicidades y ya nos estaremos viendo dentro del rol *O*

Gomita

Era la primera vez que me pasaba por el interior de la prisión, todavía necesitaba aquél mapa para guiarme sin perderme y no dar con otro lado diferente al que quería encontrar. Con mi varita en mano y mi máscara de luz, recorrí los pasillos para ver que todo estuviese en orden. Ese día parecía muy tranquilo, por lo que me llevé un libro para distraerme un poco con la lectura.

― Si estuviesen aquí sería diferente.

Mencioné susurrando. Extrañaba mucho a mi hermano y a mi novio, quienes habían pasado fugazmente por las filas de la orden y ahora eran neutrales de nuevo. Uno de ellos regresaba a su pueblo muggle y no sabía nada de él, por lo que esperaba su regreso sin perder las esperanzas. Mientras tanto, yo intentaría hacer lo mejor posible para demostrarles y demostrarme a mí misma, que sí pertenecía a este bando.

― Y ahora... ¿Cuál revisaré primero?

Pensé mientras pasaba frente a las celdas.

Sexta planta curando a Pandora

Miré con satisfacción cómo aquellas heridas comenzaban a desaparecer y continué con mi trabajo. Afortunadamente Pandora se recuperaría totalmente de todas las quemaduras que había sufrido en la batalla. Realmente no tenía que preguntar gracias a qué o quién, porque tomando en cuenta la situación que pasaba el pueblo de Ottery, bien sabía quiénes habían sido los responsables.

― Despierta por favor...

Mencioné cuando noté una débil respiración y suspiré. Ella no tenía ningún rastro de quemaduras y las pociones que le había hecho beber curarían también sus heridas internas. Ahora solamente faltaba que despertara, ver el estado de debilidad en el que se encontraba y así poder darle un poco de poción revitalizante, la que la haría recuperar sus energías para que se sintiera como nueva.

― Despierta...

Volví a mencionar preocupada mientras continuaba con el tratamiento. Esperaba que pronto volviera en sí para darle el alta. Mientras tanto me mantuve a su lado para seguir sus avances, mientras que la enfermera buscaba algo de ropa limpia en el guardarropa que tenía la habitación. Estaba segura de que algo le quedaría o si no, la magia se encargaría de solucionarlo.

Genial sí!!!! *O*

Todo salió bien por lo que parece y también espero que no nos vayan a invalidar nada XDD fue divertido eso y por lo que veo habrá más competencias u.ú porque eso de la invasión decía primera prueba. Espero que se haga a una hora en la que yo pueda o moriremos XDD jajaja

*Hago un triple salto mortal* wiiii

Yo también te quiero un buen niña traviesa ^^

Mikael

La mención de Madeleine acerca de el "acoso de cabezas", le parecía realmente divertida. Sabía que aquello no estaba bien, pero aún así me había entretenido bastante en la fiesta leyendo la mente de la chica que en aquella ocasión estuviese disfrazada de mimo. Luego mencionó algo que me puso a pensar y le di la razón, en ocasiones uno desea mantener ciertos pensamientos ocultos del resto dela gente.

— De acuerdo disculpa, prometo que no se repetirá.

Mencioné mirando a la chica, quien ahora explicaba que entre ella y Paú no había mucha semejanza además de cierto parecido físico muy sutil. Aquello me hizo formar una sonrisa cuando recordé a mi hermana, a quien sí conservara un parecido más marcado debido a que éramos gemelos, aunque esta semejanza se limitaba solamente a algunos rasgos físicos. En ese momento miré a Paú fijamente.

— Entonces... ¿Tomarán clases de música? — pregunté a ambas chicas — tal vez les parezca entretenido, deberían animarse.

En ese momento me di cuenta que la reunión dentro del auditorio llegaba a su fin, un mago salía de éste y se despedía, para luego tomar una escoba y desaparecer por completo del lugar.

Hola!!

Qué bien que ya está la tutoría +.+ y bueno, como no quiero traer lo que se pide a última hora pues... acá vienen las respuestas a las preguntas:

De lo que has podido leer ¿cuáles son tus fortalezas en el rol?

Creo que la ortografía, los fonemas suprasegmentales...

 

¿Y tus debilidades?

Redundancia sin duda alguna XD

 

¿Qué punto o puntos de los “infaltables” te gustaría reforzar más?

La función poética, por lo regular mis roles no tienen nada de eso +.+

 

¿Crees poseer problemas con los fonemas suprasegmentales?

No mucho, pero supongo que con el transcurso de la clase me voy a dar cuenta de que sí XD

 

Presenta el link a un rol tuyo que te haya agradado y señala el porqué de tu satisfacción (puntos fuertes, herramientas que notes que has usado, sentimiento, en fin, todo lo que consideras que refuerza su calidad).

Creo que éste es uno: En la Academia ohsi +.+ bueno supongo que en ese momento me sentía un poco inspirada, además describí un poco más al entorno que es lo que más me cuesta trabajo. A mi forma de ver pude sacar un poco de los sentimientos, fue interesante escribirlo porque de pronto como que "me puse en el lugar del personaje" e imaginé lo que podría pasarme si yo estuviese en su lugar viviendo algo como eso de verdad.

 

Presenta el link a un rol tuyo que no te guste y señala el porqué de tu incomodidad (puntos débiles, descuidos, quizá lo escribiste muy apresurada… elementos que crees han disminuido la calidad de tu rol).

Bueno este es el que más me costó trabajo encontrar, con eso de que los hay por donde quiera, ya no supe ni cual de todos escoger jajaja pero al final me decidí por este: en San Mungo, éste lo hice así más que nada por la prisa, por lo regular me gusta hacer roles más largos y con mejor descripción, pero en el hospital se necesita sacar a la gente pronto o nos quedaremos sin fenixianos jajaja, así que aprendí la lección y lo hice así.

Y bueno... creo que eso es todo +.+

*Paso papas fritas*