☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[Samy Lestrange]

- Por supuesto que te regaño. Estoy en mi derecho. No busques excusas extrañas amparándote en mi conducta. No soy un modelo a seguir y lo sé, y nunca lo seré. Y eso no te justifica. Una lechuza de vez en cuando sigue siendo necesaria y se agradece... Y no sé cómo soportas el aburrimiento de lo predecibles que haces sonar a los muggles. Si no puedes hacerlos volar a través del muro una tarde que estés aburrida, ¿qué utilidad tienen? Y no me mires de esa manera, Haydie, no hemos tirado ningún jarrón por el camino ni nada por el estilo, no es necesario que me mires como si estuviera caminando con las botas llenas de barro sobre la alfombra.

 

La pelirroja le sacó la lengua a la vieja elfina a la que su madre era tan apegada, pero que parecía no tener mucha paciencia cuando la Lestrange destrozaba todo a su paso. Aún respiraba rápidamente por la carrera mientras se acercaba a buscar un vaso de zumo y se aupaba a sí misma para sentarse sobre la mesada de mármol, balanceando sus piernas distraídamente.

 

- No te vendría mal sumar un poco de carne. Y con esa ropa te ves aún más niña. Así que deja de quejarte, que si hay algo que hagamos bien en esta familia es comer, además de otras cosas, y lo harás quieras o no. - La joven sacudió su mano desestimando las protestas de la Lupin, y abriendo los ojos ampliamente cuando una idea cruzó por su desordenada cabecita de loca.

 

- ¿Podemos comer helado de chocolate? ¿Tienes galletas ya hechas, Haydie? Mataría por un postre en este mismo instante - la bruja hizo un puchero infantil, esperando que al menos su madre no apareciera en ese instante para prohibirle comer dulces antes de la comida. Un helado merecía la pena si podía comerse antes que un almuerzo, después de todo.

Editado 4 de Marzo del 2014 por Samy Lestrange

[Polyta Lupin]

-- Tú siempre me regañas ya estoy acostumbrada a eso , todos en esta casa están acostumbrados a ello es como un deporte olimpico regalar a una pobre niña -- dijo la muchacha haciendo un puchero mientras daba una pequeña mordida a la deliciosa manzana que descansaba en su mano derecha.

-- Ademas no son tan aburridos como te parece lo que pasa es que tu tienes una idea de la diversión un tanto extravagante es eso lo que hace que todo lo demás te resulte demasiado normal -- habló mientras le dedicaba una sonrisa conciliadora a la elfina esperando que ella no se molestara por sus carreras.

-- No me veo mas niña no digas tonterías hace mucho deje de ser una niña que ya tengo diecisiete años podrías dejar de tratarme como a una chiquilina, ademas que todos ustedes sean unos glotones no quiere decir que yo lo sea en mi caso prefiero la comida saludable -- pronuncio mientras continuaba comiendo su delicioso bocado

La jovencita meneo la cabeza en forma negativa al escuchar el pedido de la pelirroja simplemente la gula seria el pecado que acabaria a la familia eso si no lo lograba antes la tentadora lujuria.

[Samy Lestrange]

- No te regaño por deporte... te regaño porque te quiero. ¿Has visto acaso que yo vaya regañando a la gente por la calle, así, al azar y por gusto? No, mis regaños son especiales. Además mis regaños son, a duras penas, casi anuales, así que ya podrías dejar de quejarte y disfrutarlos en vez de estar quejándote de mí - la pelirroja bajó su cabeza pegando el mentón a su cuerpo y abrazando sus rodillas.

 

Cuando la pelinegra se volteó para hablar con la elfina, Sam saltó de la mesada, acercándose a Poly y robándole su manzana. Le dio un mordisco mientras se alejaba tranquilamente, saboreando la dulce fruta, placer de los Lestrange desde tiempos inmemoriales.

 

- No soy extravagante. No me parecen normales, sólo mortalmente aburridos. Son sólo una pérdida de tiempo, ya ni jugar a perseguirlos es divertido. Los muggles de ahora son la mar de latosos, no se puede vivir con ellos ni entre ellos, deberían encerrarlos en un corral.

 

La bruja se dio la vuelta y observó a su prima, sus ojos brillando traviesamente luego de lograr picarla con su edad. La Lupin era absolutamente susceptible cuando se trataba de su edad y su tamaño, lo que era divertido para Sam ya que era la manera más rápida y eficaz de molestarla.

 

- Y no somos unos glotones. - Señaló hacia la manzana robada en su mano, que ya tenía dos grandes mordidas en su haber. - ¿Desde cuando las manzanas no son saludables y parte de una dieta equilibrada? También el helado es saludable: los lácteos son necesarios. Y el chocolate y las galletas son parte importante de la dieta de las niñas en etapa de crecimiento, como es nuestro caso - la amonestó con una brillante sonrisa.

[Polyta Lupin]

- El amor es la escusa de esta familia para todo , que si se golpean es con amor , que si te gritan es por amor y si se acuestan entre ellos es por amor fraternal usan tanto esa palabra que terminaran por quitarle el sentido original - refunfuño la pelinegra mientras la miraba con la diversión brillando en sus ojos , la verdad era que los regaños de la chica solían divertirla mucho y a veces cometía actos idi***s con el único fin de escuchar a su prima gruñendo como una cincuentona virgen.

Miró con resignación como la pelirroja comía la manzana que minutos antes le pertenecía y sabiendo que pedirla de regreso seria una completa perdida de tiempo se dirigió a la fuente por una nueva que no tardo en tener las marcas de sus dientes.

 

-- Bueno si a veces pueden ser aburrido aunque yo estaba bien ahí en realidad vine por que escribiste y no tenia nada mejor que hacer con mi tiempo la verdad es que fuera de leer y tratar de mantenerme en forma no he hecho gran cosa y comenzaba a pensar en imperiar a unos cuantos muggles para mi diversión , pero el problema seria que me encontraran y me metieran a una celda no me gustan esos sitios no hay paletas y eso es un insulto para mi -- concluyo la chica mientras ponía gesto horrorizado ante su ultima afirmación , la sola idea de un mundo sin sus amadas paletas podía hacerla llorar de angustia.

 

--Las manzanas claramente lo son , pero el helado es el lácteo menos saludable del mundo y esas otras cosas no te ayudan a crecer a menos que quieras crecer en forma horizontal y al menos yo no quiero eso para mi , ademas tengo un tamaño perfecto -- pronuncio mientras se sentaba en un taburete evitando que su prima pudiera evaluar su pequeña estatura y reírse como solía hacer.

 

--Oye y si vamos y recorremos la casa hace siglos que no jugamos a decorar y tal vez este lugar necesita una pequeña refacción -- señalo la muchacha mientras rememoraba los viejos y alegres tiempos que habian vivido juntas , solo faltaba su tía para que la diversión fuera completa pero tal vez pudiesen encontrarla en su recorrido.

[Samy Lestrange]

- El amor no necesita un sentido, no es algo a lo que puedas buscarle un significado. Si la gente puede hacer cosas raras por cualquier otra razón sin sentido, ¿por qué no se pueden hacer locuras por amor? Al menos nadie ha incendiado el castillo por amor... Bueno, eso creo. Aún no estoy del todo segura de las causas del último incendio, pero es tan buena excusa como cualquiera.

 

La joven se acabó su manzana con un suspiro feliz y luego arrojó los restos al bote de basura, pensando en las extrañas prioridades de la pelinegra, que eran aún más extrañas que las suyas. Acercándose a ella para darle un abrazo, le dio unas palmaditas en la espalda con gesto conciliador.

 

- No te preocupes, cielo, si quieres torturar muggles o convertirlos en sapos feos y gordos, yo me ocuparé de llevarte paletas y chocolates todos los días para que no sufras demasiado. Después de todo, no deberías negarte un poco de diversión sólo por pensar en las consecuencias, hay que dejar que tu libertad de expresión se explaye a su gusto. O te convertirás en una anciana rodeada de gatos, gritándoles a los pobres hasta que tu voz se ponga ronca y fea y tu gusto en ropa empeore y comiences a vestirte como una persona mayor e indecente - le dijo negando con la cabeza, imaginando la situación con tristeza.

 

La pelirroja puso los ojos en blanco ante la tonta idea de su prima sobre la "comida saludable". Nunca entendería los discursos sobre comida saludable y comida insaludable, la comida era comida, no debería ser clasificada según su contenido, sino por su sabor y por lo bien que podía hacer sentir a uno después de comerla. Ergo, las manzanas, el chocolate y el helado eran la base de la pirámide alimenticia de un Lestrange, y ella no cambiaría aquello por nada. Después de todo, no había llegado a su edad para comenzar a comer "saludablemente" y a envolverse en hojas de lechuga, como la pelinegra.

 

- Vale, vamos a ver qué lugares de la casa necesitan una remodelación completa mientras esperamos a que el almuerzo esté listo - Sam atrapó el brazo de su prima y la obligó a levantarse de su taburete, jalándola hacia las partes de la casa que sí podían ser remodeladas. Si un día decidía remodelar la cocina, probablemente sería apaleada por una montaña de elfos gruñones. No, eso le gustaba tal como estaba. - Quizás podamos cambiar la decoración del salón y el vestíbulo y organizar una fiesta, ¡o una pijamada! Hace mucho que no tenemos una de esas.

[Polyta Lupin]

Escuchaba sus palabras con expresión despreocupada mientras daba suaves mordiscos a la deliciosa manzana que rotaba entre sus manos pálidas y frías, las palabras de su prima parecían propias de una persona mayor , la verdad era que ella raramente se detenía a pensar filosoficamente acerca de la naturaleza de sus emociones

--Bueno ustedes son los expertos en excusas así que si tú lo dices supongo que llevas algo de razón-- sentencio la muchacha poco dispuesta a filosofar acerca de las implicaciones de aquella palabra que parecía ser complicada de explicar .

--No dejaras nunca de tratarme como a una niña pequeña Samantha y te recuerdo que solo me llevas un año de diferencia -- rezongo mientras la miraba con el ceño fruncido a causa de sus palmaditas.-- En todo caso con respecto a los muggles yo he ganado mucho autocontrol prefiero contenerme que terminar presa por mucho que te ofrezcas a llevarme caramelos -- añadió mientras se imaginaba a si misma cubierta de las horrendas ropas de la cárcel siendo visitada por las glamurosas Lestrange.

-- Podríamos destrozar mi cuarto por completo y me ayudas a ponerlo bonito o quizás elegir flores para el jardín o cambiar las cortinas o poner cuadros nuevos o jarrones lamparas alfombras -- empezó a decir sin siquiera tomar aire mientras sus coletas saltaban con cada brinquito emocionado que ella daba , remodelar le parecía una buenísima idea por que cambiar de aires era una de las cosas que mejor le sentaba siempre.

 

-- Me pregunto donde estara Sol cuando la necesitamos redecorar es sinónimo de masajes y yo perdí el numero de los guapos masajistas de la ultima vez -- habló con tono resignado mientras sonreía rememorando aquellos tiempos.

[Samy Lestrange]

- ¿Autocontrol? Quién necesita de eso? No es algo que venga incorporado en los genes Lestrange - le dijo con un guiño mientras caminaban por el vestíbulo, la pelirroja arrastrando a la pequeña morena. - Y si no viene incorporado desde el inicio, es porque no es algo necesario para la supervivencia. Es simple lógica - la instruyó meneando su dedo índice frente a los ojos de la Lupin, a pesar de que Samy no era conocida exactamente por su lógica... ni por su sentido común, o de supervivencia, o cualquier otro sentido en general.

 

La bruja se arremangó suavemente las mangas de su vestido color púrpura, deteniéndose en medio del salón con las manos en sus caderas, para poder tener una visión completa antes de comenzar a decidir exactamente qué cosas eran prescindibles y cuáles merecían ir a la hoguera. Después de todo, la etapa de destrucción anterior a la redecoración era definitivamente su favorita y la que más disfrutaba.

 

- Y no te trato como a una niña - contestó recordando la protesta más repetida de su prima. - Que no sepas lidiar con las críticas o las quejas de la familia no quiere decir que te trate como a una niña. A mí siempre me tratan como a una niña y no me ves por ahí quejándome a cada rato. Sólo intentaba ser de ayuda, no intentaba molestarte.

 

La joven sacó su varita del bolso que llevaba cruzado sobre su pecho y luego lanzó éste a un rincón, aplaudiendo una vez ante la creciente animación de Poly. Era bueno volver a casa, y sobre todo poder recuperar una actividad tan bonita como redecorar en familia.

 

- Sólo tenemos que buscarla, mi madre debe estar por aquí... quizás en su habitación, aún es demasiado temprano para que esté levantada. ¿Qué tal si hacemos todo eso a la vez? Tenemos todo el día para echar abajo todo lo que necesite un cambio. Y si hacemos el suficiente ruido, tal vez atraigamos a la Sra. Black para que almuerce con nosotras y consiga el número de los masajistas.

[Polyta Lupin]

-Supongo que mi autocontrol viene en el gen Lupin , gracias a Merlin por esos genes - respondió con fingida seriedad aunque ella siempre había pensado que las partes sensatas de su personalidad venían de esa rama de la familia. -Este discurso de lógica es raro viniendo de ti pero bueno si lo pienso tu puedes salir con conjeturas extrañas en cualquier momento - señaló mientras pensaba en que la pelirroja podía tener momentos de lucidez en medio de su consabida locura

- Incendio - conjuro sobre el corazón de la manzana que recién había terminado de disfrutar y vio como las llamas la consumían entre las llamas logrando que una sonrisa se formara en los labios de la pelinegra que miraba como su prima se presentaba para el trabajo que sin duda seria arduo.

-Si lo haces, pero bueno que puedo decirte me he resignado a ello -añadió en tono quejumbroso a fin de incordiar a su prima que no hacia mas que quejarse de sus constantes reclamos

- Tienes razón esperemos que el ruido la traiga a nosotros y con ella traiga también a las esculturas humanas , tengo el cuerpo muy mal luego del viaje ¿Por donde quieres que comencemos la demolición , perdón la reconstrucción?- preguntó la muchacha mientras encaminaba sus pasos al vestíbulo agitando la varita de un lado a otro destruyendo objetos que no le gustaban lo suficiente.

[Samy Lestrange]

La pelirroja chasqueó la lengua ante el atrevimiento de su prima al pensar que los genes Lupin la salvaban de la desfachatez de ser una Lestrange. Quiérase o no, las Lestrange eran una, y hasta donde ella sabía, ninguna del gran tercio de brujas podía profesar de inocencia y pureza, aunque la pelinegra insistiera en ello. Se encogió de hombros en respuesta y comenzó a incendiar las cortinas, que necesitaban un cambio definitivo para renovar el estilo del salón.

 

- Para ti, todas mis conjeturas son extrañas y extravagantes. No importa si son demasiado cuerdas o demasiado dementes, todas te parecen extrañas viniendo de mí. No me conoces hace quince minutos, Polyxena de las Mercedes, acostúmbrate. Soy toda una, no una loca cuerda ni una cuerda loca: soy sólo yo.

 

La bruja empujó un par de jarrones que la disgustaban sobremanera, ya que se veían muy poco favorecedores junto a la lámpara del rincón. Disfrutó del sonoro estruendo cuando éstos fueron a dar al suelo, convirtiéndose en trozos y astillas desparramados por doquier.

 

- ¡Ten cuidado con los vidrios, cariño! Ahora, ¿crees que ese sofá debería perecer en manos del sagrado fuego de nunca jamás, o deberíamos descuartizarlo primero para darle una sorpresa a mi madre? Ya puedo ver la cara de Haydie cuando se asome por aquí...

 

Con una mirada soñadora, Sam fue hacia el sofá, levantando uno a uno los cojines para comprobar que fueran suaves y acolchonados, y rasgándolos luego cuando no pasaban su prueba de calidad. Cuando el quinto por fin dio positivo, echó su brazo atrás y lo arrojó hacia Poly, apuntando hacia la pelinegra cabeza.

 

- ¡Piensa rápido! O no pienses, hoy da igual... Podemos seguir con tu habitación si quieres, y luego seguir aquí abajo. Aún hay mucho por hacer.

 

 

[Sol Lestrange Black]

Apenas me acerque a la puerta del castillo esta se abrió, aquello era una maravillosa prevención tomando en cuenta que generalmente mis regresos estaban cargados de bolsos y paquetes de mi esplendido y poco moderado día de compras. Acabado el recorrido había quedado tan agotada que me había quedado en el callejón, aprovechando que el Diagon Palace estaba disponible para aquellas ocasiones.

 

Apenas entre en el vestíbulo un adorable barullo llego a mis oídos, aquel par de voces perfectamente conocidas me hicieron olvidar todo y soltar todo lo que tenia en mis manos, Me apresure hacia el salón, donde un par de brujitas hacían de las suyas. Definitivamente aquello para cualquier persona "normal" hubiera sido perturbador, vidrios, telas y adornos estaban repartidos de manera perfecta por el lugar. Me abrí paso entre el campo de batalla, de manera tranquila, aquellos arranques en pro de una nueva decoración eran parte de la genética de las Lestrange.

 

-¿ Decorando sin mi?- pregunté llamando su atención en medio de una recién iniciada guerra de cojines.- Me parece de muy mal gusto destrozar el salón sin mi ayuda...- me puse las manos en la cintura simulando enfado que duro apenas un segundo antes de lanzarme a abrazar a mis pequeñas revoltosas.

 

Las estruje cuan fuerte me dieron los brazos para después llenarlas de besos, aquel tipo de sorpresas eran mucho mejor que vaciar las tiendas de moda del callejón y entrar en una joyería. Pocas veces estábamos juntas y aquellos momentos eran dignos de vivirse al 100%.

 

- Par de ingratas abandonadoras¡ Que hermosa sorpresa!- dije dándoles un poco de espacio para respirar mientras mi sonrisa se extendía por todo mi rostro llenándome los ojos de luz y alegría.