☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[Farkas]

- También estoy contento de verte, y saber que estas bien- mustio enarcando una ceja y eso era todo lo que tenia que decir para que empezara una guerra entre ambos, lo sabia pero simplemente no podía evitarlo ella terminaba provocanldoo hasta el punto de hacerlo enojar lo suficiente como para quitarlo de sus casillas,pero Farkas no era un santo el disfrutaba ponerla nerviosa verla fruncir el ceño era sin duda una de sus actividades favoritas.

 

-Mis explicaciones?- pregunto mientras daba un paso hacia ella - en verdad quieres escuchar por que desaparezco?-sus ojos brillaron con aquel característico purpura pero solo por un par de segundos -ambos sabemos que en realidad no deseas escuchar explicaciones de sobre que estuve haciendo tanto tiempo lejos ni deseas saber si volveré a marcharme-

 

-Por que estas en esta casa? tenia entendido que no te gustaba recordar- miro a su alrededor inspeccionando el lugar, era una habitación elegante pero había algo en ella que no encajaba, tal vez se trataba de la dama de ojos tristes que fingía enojo desde su posición frete al tocador.

 

El demonio hablaba mientras avanzaba hacia la bruja, y cuando la tuvo frente a frente inteno tocarle el rostro pero tan Lestrange como siempre ella le volteo la cara y se escabullo alejándose de el, no se la iba a poner fácil pero aFarkas eso era lo que mas le justaba .

[Sol Lestrange Black]

Se acercó a mi mientras comenzaba con aquel altanero tono a prácticamente decirme que lo que hiciera o no, no era mi problema. en ese momento me di cuenta de que nunca me había dicho nada mas cierto. No tenia por que decirme nada y mucho menos darme explicaciones, por que entre el y yo no había nada y cada día era mas lejana la posibilidad de que así fuera. Cuando estuvo lo suficiente cerca su mano fue a mi mejilla, sin dudarlo me aparte y alejándome comencé a levantar un muro de indiferencia para protegerme.

 

- Estoy en esta casa por que pese a toda la carga que para mi representa , también es un lugar mio, mi espacio. el único lugar donde puedo estar cerca y lejos de lo que alguna vez ame. no es simple, hay demasiadas cosas que tu tampoco sabes de mi Farkas. Y que creo que tampoco tienes por que saberlas.

 

Caminé hacia a la ventana y corrí las cortinas, siempre las había odiado me gustaba la luz, aunque ultimemente al no querer salir de mi habitación y pocas veces de la cama, eran un mal necesario. La suave nevada se había transformado en una incesante llovizna. Giré un poco para encontrarme con su mirada, no era para nada dulce o culpable, tal como la recordaba, mantenía su postura fuerte e impasible que me saca de quicio, y a la vez me atraía. ¿Como seria romper aquel muro y ver al hombre detrás?

 

- Bueno pues ya viste que estoy bien ¿ Te puedo servir en algo mas?- pregunté en tono sarcástico con una media sonrisa, al ver que mantenía el silencio.- Por que si no es así, no entiendo que vienes a buscar...- me encogí de hombros y me senté al borde de la cama esperando respuestas. Una voz lejana me decía que no lo provocara que saldría perdiendo. Aunque pensándolo bien...¿Acaso no todo entre nosotros estaba ya perdido?

Editado 11 de Febrero del 2014 por Sol Lestrange Black R

[Farkas]

-Si tienes razón hay muchas cosas que no se de vos- hablo sin voltear a mirarla - pero ten en cuanta que nunca las sabre si no me las dices- giro sobre sus talones para poder verla de frente, ella corrió las cortinas dejando que la luz inundara la habitación y el demonio entrecerró los ojos por un momento para poder acostumbrarse.

 

Sonrió de lado ella no dejaba de desafiarlo jamas -si veo que estas muy bien- dijo mientras recorría el cuerpo de la bruja con una mirada lasciva, camino hasta pararse frente a ella -para ser sincero bruja- estiro la mano y sostuvo la mandíbula de la bruja con firmeza pero sin lastimarla obligandola a mirarlo -hay mas de una cosas con la que podrías ayudarme- le guiño el ojo.

 

Por la ventana aun se podía ver como el tiempo solo empeoraba la nieve no había dejado de caer en toda la mañana, los elfos trabajaban de forma constante tratando de mantener los jardines limpios pero esta vez la naturaleza les estaba jugando una mala pasada, el roble que se observaba desde la recamara de Sol parecía estar hecho depuro hilo y el columpio que colgaba de una de sus ramas se agitaba con fuerza gracias al viento.

[Sol Lestrange Black]

Su mano sobre mi piel era suave pese a la suavidad de su agarre en mi barbilla, cerré los ojos por unos segundos disfrutando de aquella sensación, al abrirlos su mirada estaba clavada en mi, de aquella forma única que el tenia, como si pudiera desnudarme no solo el cuerpo si no también el alma. nunca había logrado mantenerme firme y fuerte cuando me tocaba, simplemente sentía que con su tacto era capaz de hacerme derretir. Sonreí ante su ultimo comentario dándome por vencida.

 

- Señor Carrow, eso me parece que el algún tipo de proposición indecorosa...- dije mientras lo miraba fijamente a los ojos con la misma intensidad, mi corazón comenzó a acelerar su pulso- Hay demasiadas cosas que no sabemos el uno del otro, pero creo que ahora me interesa muco mas tener los detalles de aquello en lo que pueda ayudarte...- Sonreí de manera coqueta mordiéndome el labio suavemente, mientras una de mis manos buscaba la suya. - Yo también te extrañé...- Afirme mientras sus dedos se entrelazaban con los míos.

 

Podía enfadarme, odiarle en ocasiones, sentirme la mujer mas tonta en su presencia, tenia la capacidad de hacerme sentir especial y otras ignorada. Pero siempre y en cada momento tenía la capacidad de detonar en mi cualquier tipo de emociones. Las mas sublimes y las mas inquietantes. Podía hacerme perder la cabeza, la vergüenza aquello era lo que mas me asustaba e inquietaba. en su presencia era frágil por mucha fuerza que intentara aparentar, siempre me sentía como una chiquilla.

 

-Me gustaría ayudarte...dime que tengo que hacer...- afirme dejando escapar un suave suspiro, que no dejaba lugar a dudas de que estaba dispuesta a jugar su juego.

 

"Uno sabe que decir la ocasión

a merita una celebración de emociones

de hablar y escuchar que te puedo contar

si no se por donde empezar, te puedo abrazar

ya estas aquí es tu bienvenida y yo soy tan feliz...."

Editado 14 de Febrero del 2014 por Sol Lestrange Black R

[Samy Lestrange]

La castaña siguió el camino tan conocido que bordeaba el lago, su mirada recorriendo con nostalgia aquel familiar paisaje. Había tantas cosas que le despertaba a la vez el simple hecho de estar aquí, tantos sentimientos encontrados que la hicieron detenerse un segundo para poder regrabar en su memoria cada piedra, árbol y trozo de césped que podía divisar frente a ella.

 

Sam apresuró el paso, necesitando ver más de cerca aquel refugio propio, aquella ancla a su escasa cordura que se alojaba entre paredes de piedra y bellas cortinas. Esos abundantes desayunos, deliciosos almuerzos en el lago, la cesta de manzanas en la mesa, siempre repleta para los miembros de la familia...

 

La bruja esperaba que al menos hubiera alguien allí para darle la bienvenida, al menos alguien más aparte de los omnipresentes elfos y la regañona de Haydie... Si no lo estaban, ya se ocuparía ella de atraerlos de alguna manera, a fuerza de zapes si era necesario.

 

- ¿Hoooola? - canturreó una vez que atravesó las puertas del castillo, su voz alegre desparramándose a través del desierto vestíbulo. - ¿Hay alguien aquí?

 

 

[Polyta Lupin]

Su prima le había escrito una carta invitándola al castillo, era algo muy raro que la pelirroja le mandara misivas pero en su actual estado de animo no le apetecía en lo mas mínimo estar sola y nadie mejor que aquella loca mujercita para hacerla sentir mejor. Así era todo siempre la pelinegra pasaba momentos de sobredosis de energía y alegría antes de volver a sumergirse en pozos de depresión que la llevaban a alejarse de los demás. Ahora el mundo muggle en el que se refugiaba le había jugado una mala pasada y por eso se refugiaba en un hostal del mundo mágico con la secreta esperanza de adquirir alguna poción que pudiese ayudarla a permanecer alegre por un tiempo mas prolongado.

 

Con un poco de duda se vistió, un vestido negro y unas cómodas zapatillas cubrían su cuerpo que lucía mas delgado de lo normal , su cabello se encontraba sujeto en dos simples coletas que llegaban hasta su espalda. Con cuidado se maquillo el rostro tratando de que sus mejillas adquirieran un poco de color para evitar los incesantes interrogatorios de su prima.

 

Contemplo con nostalgia los alrededores del castillo pensando en cada uno de los buenos momentos que había vivido entre sus muros y en silencio se prometió tratar de permanecer un poco mas de lo habitual en casa , al menos lo suficiente como para ponerse al tanto de la vida de aquellos a quienes quería.

 

--Deberías abandonar esa costumbre de gritar contra las paredes Samy querida o un día te quedaras sin voz -- saludo mientras abrazaba a su prima por la espalda y ponía una paleta frente a sus ojos para que ella pudiese adivinar quien la sostenía entre sus brazos.

 

 

[Samy Lestrange]

- No me quedaré sin voz, tengo mucho de eso. Además, si yo no les grito a las paredes. ¿quién lo hará? Alguien debe hacerlo, para evitar que se sientan solas y se caigan de pura tristeza - La joven tomó la paleta de manos de su prima/sobrina y se dio vuelta como un pequeño tornado, atrapando a la Lupin en un asfixiante abrazo de boa.

 

Al menos, esta vez la pequeña bruja estaba vestida. La última vez que Samantha había visto a la joven, ésta tenía un vestido más apto para lucirse en un contenedor de basura que en el pueblo de Ottery... No que ella fuera la mayor adepta a la moda de aquella casa, pero al menos no salía casi desnuda a la calle, mucho menos en harapos. Aunque la Lupin seguía viéndose algo ojerosa y pálida, tal vez podrían resolver aquello con unos cuantos días llenos de manzanas y almuerzos suculentos.

 

- ¿Dónde has estado, pequeña mensa? - preguntó con una sonrisa la bruja, revolviéndole el oscuro cabello como si tratara con una niña. - ¿Y por qué te pasas tanto tiempo sin enviar siquiera una lechuza? Sabes, no cobran envíos por comunicarse con la familia. Un hola de vez en cuando no te volverá más pobre.

 

La castaña apartó un mechón de cabello de su rostro y abrió el envoltorio de su paleta, tomando la mano de Poly mientras la jalaba hacia el interior del castillo, pasando el vestíbulo para dirigirse al comedor. Si tenían suerte, quizás habría alguna bandeja de galletas recién horneadas o algún postre esperando a ser degustado, como solía suceder en los viejos tiempos.

[Polyta Lupin]

El abrazo de su prima era muy reconfortante la mujer siempre era bastante demostrativa y efusiva a la hora de dar afecto y era por eso que la pequeña Lupin buscaba con frecuencia su compañía , ella era mucho mas tímida a la hora de mostrar sus cariños y con la pelirroja siempre todo se tornaba mucho mas fácil.

 

--Bueno si tu dices que eso mantiene las paredes de la casa en pie sera mejor que de vez en cuando te ayude a gritarles un poco , aunque tomando en cuenta que no suelo venir muy seguido no se si eso ayude mucho -- respondió la chica componiendo un mohín culpable mientras le devolvía un suave abrazo a la pelirroja.tratando de ganarse así su perdón.

 

Sonrió al separarse escuchando la pequeña reprimenda de su prima , era consciente de que ella no perdería tiempo en reclamarle por no comunicarse aunque sabia que aun no se encontraba con la peor parte de las regañina que sin duda vendría de mano de una morena que de momento no parecía dispuesta a entrar en escena.

 

--Bueno es que es difícil conseguir lechuzas en el mundo muggle , por cierto ahí es donde he estado, ya sabes los vecinos se alborotan y eso de hecho tu misiva llego solo gracias a la buena suerte -- respondió con lo que trataba de ser una sonrisa inocente mientras seguía a su prima a uno de sus lugares favoritos de la casa.

 

Esperaba encontrar algo en el comedor hacia mucho que no comía mas que comida rápida de restaurantes de bastante mal aspecto o llenos de gente chillona y desagradable y su estomago añoraba algo de comida casera.

Editado 4 de Marzo del 2014 por Polyta Lupin

[Samy Lestrange]

- Duh, tampoco es que yo me pase demasiado tiempo por aquí últimamente... - murmuró la bruja con aire culpable. Sabía que pasaba mucho tiempo fuera del castillo, pero era reconfortante saber que siempre tenía un lugar al que volver cuando lo necesitaba. - Pero cualquier ayuda es buena, desde luego - Estiró su mano libre para rozar aquellas paredes que habían visto tanto de aquellos que allí moraban, tantas peleas, incestos, regaños, incestos, abrazos, incestos, locuras y más incestos... Tal vez habían visto demasiado, decidió Sam.

 

Frunció el ceño al oír la explicación de la Lupin, la idea de vivir entre muggles le parecía aún menos atractiva que vestirse con prendas salidas de un contenedor de basura. ¿Qué podría encontrar de divertido su prima en vivir con ellos, que no encontraba aquí? Si ni siquiera podía depender de las lechuzas para comunicarse... O quizás esa fuera una conveniencia si quisiera mantenerse alejada de e incomunicada de la familia.

 

- No tengo idea de qué hacen los muggles cuando se alborotan... Si un pájaro yendo y viniendo a través de la ventana los afecta, entonces no entiendo qué hacen con sus vidas. ¿Qué hacen cuando ven a su vecino tirar platos por la ventana, o lo escuchan en medio de una sesión de sexo vespertino, o ven a un hipogrifo correr por el parque? - preguntó la Lestrange, pensando en que ya había visto todo eso en el castillo una y otra vez. Sacudiendo la cabeza para despejar sus pensamientos, la pelirroja se dio la vuelta y con una sonrisa meneó su paleta frente al rostro de su prima. - ¡Una carrera hasta la cocina!

 

Echándose a correr antes de que la pelinegra pudiera reaccionar, Sam llegó a su destino justo cuando Haydie estaba preparando un bonito centro de mesa inclinada sobre éste. - ¡Haaaaaaydieee! -gritó alegremente, riendo cuando vio a la gruñona elfina dar un brinco y dejar caer las velas que estaba manipulando. Probablemente ésta no esperaba volver a ver a la más revoltosa de las Lestrange durante los próximos diez años por lo menos. - ¿Cuánto tiempo demoras en armar un almuerzo completo y nutritivo? Necesitamos lograr que la señorita Lupin recupere algo de carne y crezca un par de centímetros, parece que los muggles no saben alimentar a una bruja hecha y derecha.

[Polyta Lupin]

¿Me regañas por no aparecer ni avisar cuando tu ni siquiera estas aquí ? . Eso se llama ser descarada loca querida no puedes recriminarme cuando tu también tienes tendencia a desaparecer pero lo dejare pasar solo por que eres tú y soporto y entiendo tus locuras.-- pronuncio mientras sonreía ante las ocurrencias de la pelirroja que acariciaba las paredes ,estaba tentada de preguntar pero decidió no hacerlo por miedo a lo que la chica pudiese responderle

 

--Los muggles son mucho mas normales que nosotros , me atrevería a decir que incluso un poco aburridos pero eso mismo hace que resulte mas fácil vivir cerca de ellos es sencillo saber lo que tienes que hacer para evitar alarmarlos -- respondió mientras pensaba en sus pasivos y siempre agradables vecinos que con frecuencia se preocupaban por ella , incluso la señora Hansson había intentado cuidar de ella en algunas de sus múltiples recaídas , era un tanto extraño depender de los muggles tomando en cuenta la relación que había tenido con ellos en su pasado pero había aprendido con los años que incluso algunos de ellos podían valer la pena.

 

-- Eso es trampa ya veras -- gritó mientras corría tras su prima que en unos segundos se le había adelantado rumbo a la cocina , sabia que aun cuando ellas hubiesen comenzado a correr al mismo tiempo el resultado seria el mismo cuando tenían una cocina de por medio la desquiciada mujer siempre ganaba así que por mucho que se esforzara no podría alcanzarla.

 

Apoyó las manos en sus rodillas tratando de recuperar el aire mientras le dirigía una mirada inocente a la elfina que no parecía muy contenta con sus jugarretas.

 

-- Buenos dias Haydie quedate tranquila y no hagas caso a esta mujer yo puedo esperar a la cena con una manzana estaré bien -- habló mientras tomaba una de las deliciosas frutas del contenedor en que siempre se encontraban.

 

-- Sam por si no lo has notado tengo toda la carne y siempre he tenido el mismo tamaño no hables de mi como si no estuviera -- respondió con enojo mientras miraba sus piernas que se veían de lo mas bien en su opinión.