☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[Vrael Myrddin]

http://i.imgur.com/nQjjHmN.jpg

 

 

 

La curiosidad estaba matando a Vrael, definitivamente o algo estaba pasando o simplemente estaban todos mas loco que las cabras... O en su defecto que Abeforth Dumbeldor. Por otra parte el misterioso cuerno en miniatura que había encontrado, y que había ocultado mediante magia. Los dispuestos al rededor de Pandora, hablando de cosas que el ni al caso entendía, así fue como interrumpió la escena que se estaban formando Elvis, Rose, Pandora y el resto de los ahí congregados, que a sus ojos parecían estar ensayando para una obra de teatro, de la cual si el fuera el critico les daría una gran calificación porque resultaban bastante convincentes.

 

- Emmm... este muchachos, creo que deben ir a San Mungo a que revisen a Pandora... y de paso ustedes también deberían pasarse, creo que están un poco trastocados ...- les recomendó Vrael iba a estrechar las manos de los presentes o dar un beso en la mejilla según corresponda, pero se arrepintió pensando que quizás ellos estuvieran afectados por un virus mágico y colectivo, así que con un - chao nos estamos viendo en otra oportunidad - Vrael se despidió agitando la mano en un ademan de adiós, pero apenas sus intenciones fueron demostradas, caminando hacia la salida, el joven quedo como petrificado sin poder moverse, sus pies se separaron del suelo quedando suspendido, de sus ojos una blanca luz se apodero de ellos.

 

La sala en donde se encontraban estaba envuelta en una confusión, Vrael extendió los brazos y delante de él apareció la miniatura del cuerno llamado Gjallarhorn, el cual anunciaría la batalla de los gigantes que desembocaría en el Ragnarok, Vrael tocó el cuerno el cual creció volviéndose de gran tamaña, y lo hizo sonar, con los ojos destellando una luz blanquecina como si fueran bombillos de ahorro de energía. el cuerno retumbó en la mansión como un sonido de guerra, luego de terminado Vrael cayó al suelo, rigido.

 

- Pero qué merd pasa aquí - dijo Vrael a quien tenía delante - Qué hago aquí... mire señor, sera mejor me explique que esta ocurriendo, que si los locos que estaban en la sala me han raptado para traerme antes su líder demente esto traerá consecuencias - Bramó enardecido Vrael, frente a un hombre de aspecto imponente, tanto o mas grande como Hagrid, pues este era la hijo de Odín y unas gigantas hermosas..

 

- Déjalo ya niñato, eres quien resulta mi hijo, soy Heimdal, hijo de Odín, guardián de Asgard y de Bifröst - comenzó diciendo, luego le explico la situacion que acaecían en el mundo mágico y que debía seguir a los otros hijos de los dioses que eran quienes se encontraban en la morada Lestrange Lupin. - Bueno hijo mío, estaré contactándome contigo. - acto seguido Heimdal desapareció. y Vrael abrió los ojos comprendiendo la situacion en la que se encontraba el mundo y haciéndole mucho sentido ahora de lo que habían hablado sus compañeros en el castillo.

 

- No hay tiempo que perder- dijo incorporándose, viendo como los demás le miraban atónitos - Si aun les queda espacio para un luchador, me ofrezco, Soy el hijo de Heimdal el dios guardián.- les informó a los presentes.- tenemos mucho por hacer para evitar que el Ragnarok concluya, Ella tiene razón - dijo en pos de Sunar

Editado 2 de Octubre del 2013 por Vrael Myrddin

[Mael Blackfyre]

Hijo de Odín - Hermandad del Rayo

 

Aún faltaban que llegaran algunos hermanos pero si no se apresuraban íbamos a empezar estuvieran o no. Todo estaba pasando tan rápido que no teníamos tiempo ni siquiera para pensar que podíamos hacer. El más desorientado era Vrael y desde que había visto sus ojos era la primera impresión que había tenido. ¿Por qué no había podido ver que relación tenía con los Dioses Nórdicos? ¿Por qué razón era el último que se nos había unido? ¿Habría una razón?

Y algunas respuestas llegaron en un segundo. El joven se dio vuelta, algo asustado y alertado, aconsejándonos que todos nos acercáramos a San Mungo. “¿Por qué no entiende lo que está sucediendo?” me dije mientras un flash cegador blanco inundaba la habitación y se hacía notar un sonido enorme, profundo, que me hacía recorrer un escalofrío por la espalda. Vrael se detuvo como si le hubieran tirado un balde de agua fría sin que lo viera. Había unas figuras ¿Quiénes eran? Me levanté esperando lo peor.

—Hijo de Heimdal —las palabras que murmuraron me hicieron frenarme de golpe. No hacía falta saber sobre toda su mitología, aquel nombre me sonaba tanto como si lo hubiera estado escuchando desde que tenía consciencia. “El Dios Guardián”. Era una de las deidades más importantes dentro de Asgard. Se encargaba de vigilar el mundo, de controlar la entrada entre los mundos y era uno de los hijos de Odín. Miré al resto para saber si estaban entendiendo mientras que los recién llegados desaparecían.

—¡Vrael! ¿Te das cuenta lo que acaba de pasar? ¿Y por qué te sucedió recién? —le pregunté acercándome unos pasos mientras éste se disponía a ofrecer su cuerpo en aquella misión que nos había encargado tanto Merlín como Odín. Y la respuesta me vino a la cabeza, como si hubiera estado escondida allí para que nadie lo supiera, ni yo, y que surgiera en el momento adecuado—. Todo tiene sentido. Chicos… —me volteé para llamar toda su atención y me volví a girar contra el joven que se unía a la Hermandad del Rayo—. Si alguien sabía que era hijo de Heimdal, su vida correría un grave peligro. Como vimos, podrían haber evitado que los alertaran con aquel cuerno.

Editado 3 de Octubre del 2013 por Elvis F. Gryffindor

[Sol Lestrange Black]

Hermandad del Rayo

 

Hija de Freyia

 

Un pequeño caos se había formado dentro del castillo, los hermanos seguían llegando, todos y cada uno con el mismo desconcierto gravado en sus rostros preocupados. Pandora había reaccionado y lo que ella dijo fue motivo aun mayor para preocuparnos. Estábamos en verdadero peligro, se habían desatado fuerzas que no serian tan simples en contener.

 

Mi mente volaba entre mis compañeros, la vida como la había conocido hasta ahora y las expectativas de los peligros que ahora deberíamos sortear. El único que se mantenía ecuánime parecía ser Elvis, sereno mantenía el hilo de las palabras de Pandora y parecía concentrado en encontrar soluciones o al menos opciones para organizarnos ante la emergencia.

 

No conocía mucho del tema, pero la sola mención de aquel nombre Ragnarok me hizo tener un escalofrió, sea lo que fuera aun sin conocerlo mi instinto saltaba ante su mención como si una parte de mi advirtiera su peligro. Resoplé mientras me ponía de pie viendo como Pandora se recuperaba un poco ante las palabras atinadas de Elvis. De manera nerviosa comencé a caminar en torno al salón intentando serenarme y pensar con claridad. Sunar, parecía estar también serena, muy en contra de cómo yo me sentía, perdida y confundida.

 

Vrael reaccionó de pronto ante la situación, casi podía sentir su miedo, cuando de manera rápida intento sacudirse del problema e irse. Apenas intento traspasar la puerta un fogonazo de luz lo detuvo, nadie de nosotros pudo reaccionar ante lo que pasaba, en pocos segundos el chico estaba de vuelta en el suelo, rígido y mas asustado si eso aun era posible. De pronto se puso en pie con rostro decidido, como si de pronto todo se hubiera vuelto claro y tuviera sentido.

 

Elvis como siempre le encontraba sentido a todo lo que ocurría, orientándonos y sacándonos del aturdimiento. Definitivamente todos teníamos una misión y un por que estábamos juntos. Definitivamente nos necesitábamos los unos a los otros para poder terminar con aquella hecatombe recién formada, que a decir verdad en cierta forma era nuestra responsabilidad.

 

- Creo que al menos ya todos tenemos claro algo…- dije mientras me recargaba en el brazo de uno de los sillones- Nuestros queridos padres nos han metido en un tremendo lió y que por su bien y el del mundo entero espero que también nos den las claves para salir de esto…- bufé con una mezcla de miedo y diversión. No era momento de dudas y miedos, estábamos juntos y consientes de nuestra misión.- Y finalmente tenemos algo mas en común … todos corremos peligro- solté una risa nerviosa, ante la mirada confundida de mis compañeros. - ¿Por donde empezamos?

Editado 3 de Octubre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Emily Karkarov]

Hija de Skadi - Hermandad del Rayo

La muchacha no se había equivocado al ir al Castillo Lestrange Lupin, como le había “avisado” el collar que le habían dado en la hermandad, los demás pertenecientes a dicho grupo también se encontraban allí y, para sorpresa y posterior alivio de Emily, todos y cada uno habían tenido algún tipo de encuentro con sus verdaderos padres. Se quedó estática frente a la entrada principal durante varios segundos que le parecieron toda una eternidad; si todo lo que había visto minutos antes ya no había vuelta atrás.

Regresó de sus pensamientos y se apresuró a seguir a los demás. Todos estaban rodeando a Pandora; Emily podía notar su propia contrariedad reflejada en el rostro de la Demon Hunter. Quería decirle que no era su culpa, que todo aquello "estaba escrito" como Skadi se lo había anunciado, sin embargo aún sentía un nudo en su garganta que se lo impedía. Se limitó a escucharla a ella y a los otros, de lo que les había pasado justo antes de que el medallón comenzara a arder.

 

Los conocía a todos, excepto a Vrael quien les dijo que ‹‹estaban más locos que las cabras›› ¿Era en serio? Todos, absolutamente todos se mostraban realmente preocupados y él simplemente se tomaba las cosas a la ligera. Y para empeorar las cosas, además de comenzar a disminuir la paciencia de una Emily muy confundida todavía, el joven simplemente hacía gala de retirarse como si nada serio estuviera pasando.

—Increíble…

Prefirió ignorar y seguir callada o de lo contrario pudo haberle dicho algo más que posteriormente la haría arrepentirse. Fue entonces que una luz prácticamente la cegó. Por reflejo sacó su varita mágica mientras con la mano libre se cubría el rostro, pero no eran ataques ni nada por el estilo, era el propio Vrael que experimentaba recién lo que los demás ya habían pasado. O eso parecía por el repentino cambio de actitud que experimentó el joven. Elvis los hacía mantener la calma y Sol formulaba la pregunta que rondaba la cabeza de Emily desde el inicio: por dónde empezar.

—Por comprobar si la magia puede derrotarlos

Su voz todavía era un susurro, pero lo suficientemente claro para que la escucharan. Elvis había dicho algo al respecto antes y la duda seguía latente. Todos allí eran magos y brujas experimentados independientemente de sus edades o rangos, pero el Ragnarok era algo que al menos Emily consideraba que estaba fuera de todo lo que habían atravesado antes.

—Y debemos de avisar de lo que pasa (o va a pasar) al resto del mundo mágico, aunque… —dijo pensativa —Seguramente reaccionarán igual que Vrael al inicio, diciendo que estamos inventando para llamar la atención o algo similar —Se encogió de hombros —Por ahora, me parece, estamos solos.

Editado 3 de Octubre del 2013 por Emily Cartwright

[Catherine Moody]

Luego del inicial alivio, empecé a desorientarme y sentirme abrumada; al inicio había creído estar aun en el bosque y luego todo se había trastocado a mi alrededor. Mis hermanos parecían discutir acerca de algo de lo que no quería oír. Y encima, me daba la sensación de ser una carga. Vrael había sido el que me había rescatado al parecer, por lo que le dirigí una mirada de agradecimiento, aunque no estaba segura de que la hubiera visto. Más que nunca, quería simplemente irme y quedarme en algún lugar oscuro y apartado con mis propios pensamientos y mi pena.

 

Pero sabía que esa no era una posibilidad. Tenía que ayudar a reparar lo que había causado. No había excusa posible...

 

En esos momentos, una nueva figura irrumpió en la sala, además de Vrael, Sol, Rose, Sunar y Emily. Se trataba de Elvis. Apenas fui consciente de su llegada mas al escuchar sus palabras y el suave tacto de su mano en mi hombro me estremecí con alivio. Aquello había significado mucho para mí. Él tenía razón, debíamos continuar y no podía permitirme olvidarme de ellos, de todo. En poco tiempo, se había convertido en una persona muy importante y en ese preciso instante comprendí el porqué.

 

Lo que sucedió a continuación, me costó asimilarlo. Vrael parecía creer que estábamos todos en una alucinación colectiva, por lo que empezó a alejarse despacio. La repentina aparición de Heimdall lo cambió todo sin embargo. Al ver al dios que tenía delante, mi cuerpo se crispó al instante y sentí como el sofá parecía temblar bajo mi cuerpo. Al incorporarme del mismo, sin saberlo, había quedado completamente cortado, hecho trizas.

 

Los mareos regresaron, mientras el sonido de un potente cuerno resonó en la estancia. Y no sólo eso, sino que una figura desconocida apareció junto a Vrael. Escuché a medias las palabras de Elvis, pero comprendí al instante su naturaleza y asentí sin fuerzas para indicarle que estaba de acuerdo. Sol formuló la pregunta que cruzaba por la mente de todos, Emily la contestó y luego reinó un incómodo silencio. En aquellos instantes, el cuerno pareció volver a sonar mas no vi reacción alguna en los rostros de mis compañeros.

 

-¿Es mi imaginación o acaso...? -balbucí.

 

En aquellos instantes, una figura gigantesca apareció en el umbral. Como un chispazo, pude formar su nombre en mi cabeza al instante.

 

-¡¡Apártense!! -bramé con fuerza -¡es un Jotun!

 

Sin querer, en el apuro, volqué la mesilla que tenía delante. Retazos nuevos del sueño que había tenido aparecieron en mi mente. De pronto, las imágenes de Surt "el negro" aparecieron en mi cabeza, mientras este miraba hacia el árbol del mundo, Iggdrasil. Sabía que yo poseía ascendencia de ellos, al ser Loki hijo de gigantes. Estaba asustada por mi capacidad para saber de ellos, por saberme parte aunque sólo fuera por ascendencia, de ellos.

 

-¡Atrás! -indiqué con fiereza.

 

El gigante permaneció inmóvil, como evaluándonos.

[Sunar PBT]

Hija de Nerta (Nerthus)

Hermandad del Rayo

La joven se quedó mirando al chico, del que emanaba esa energía igual a ellos. Pero no parecía darse cuenta aún de su parentesco con ellos, de darse cuenta de que no estaban “trastocados” como les dijo. Pero le llegó el momento de saberlo todo. Una luz muy brillante los envolvió dejando al chico, como piedra de la impresión.

Una nueva fuerza los invadía, una que no había sentido antes. La joven hija de Nerta solo pudo reconocer que era parte de los dioses, era uno muy importante en el mundo de Asfgard y en se momento, el jovencito se enteraba de todo. Había sido inesperado que fuese de esa manera, que hubiese ocurrido como a los demás, aparte.

– ¿Entonces debía ser así? – pensó cuando el hijo de Odín dio una explicación para lo que vivieron todos juntos.

Sería una forma de explicar el porqué no ellos, poseían conocimiento del un hijo más de los dioses. Sería la clave para acabar pronto con la situación que se cernía sobre ellos y el mundo entero. Debían comenzar a buscar la forma para acabar de una vez por todas las amenazas que Loki provocó.

Por un momento, pensó en lo que la hija de Skadi y Freya decían.

– Creo que no sería conveniente que el mundo mágico sepa – y al mirarlas, prosiguió – Consideró que es parte de nuestro destino, y será mejor que no sepan, que sería mejor acabar lo antes posible sin que todos se alerten por algo que solo a nosotros nos compete como descendientes. –

Pero no pudo continuar o saber que podían decir acerca de eso porque un temblor los alarmó. Un gigante entraba a escena. Es que no podía enfrentar otra cosa que no fuese eso? A Sunar no le gusta, pero tampoco retrocedería y ayudaría a sus hermanos a vencerlo, aunque no tuviese la más mínima idea.

– Confía en ti, hija mía – en su mente resonó la voz de Nerta.

[Vrael Myrddin]

Hijo de Heimdal - Vrael Clearwater Tonks-Delacour

Claro que no todo el mundo debe saber.... - las palabras de Vrael se vieron cortadas, estaba de espalda a la entrada del castillo, sitio vibrar el suelo bajo el y las lamparas de lagrimas en el techo se tambalearon, haciendo que sus cristales chocaran emitiendo unas agudas notas. Pandora, se abalanzó hacia una mesa voleando todo lo que estuviera a su alcance para utilizar como improvisada trinchera. alertándolos con un fuerte grito. Su azulada cabellera se agitó en cámara lenta al voltearse al lugar donde un gran estruendo se había producido.

 

En la entrada del castillo había una puerta de doble hoja de noble madera con incrustaciones y aplicaciones de plata y oro; lo imponente y hermosas que eran aquellas puertas no le importó en lo más mínimo al gigante con pésimo gusto que apareció tras ella derribándole como si fuese una tabla enclenque. El gigante era como de diez metros de largo, por dos metros de ancho, lo que lo hacía un fácil blanco para las varitas, por lo que en el acto Vrael sacudió su varita rasgando el aire con el característico sonido de este que quedó enmudecido por el gruñir del gigante dijo el primer hechizo que le cruzó por la mente para poder reducir la ventaja del gigante que se puso a escupir fuego y su piel echaba vapor por los poros.

 

- Reducio - el rayo ciajo en busqueda de aquel ser, Vrael esperaba reducir el tamaño de aquel en al menos tres veces su tamaño, dejándolo mas asequible a poder matarlo junto con sus compañeros, pero apenas el rayo tocó al gigante nada ocurri -¡ mi****, es inmune a la magia de nuestras varitas ! - gritó Vrael para advertir a sus compañeros << Pero porque habrá aparecido un gigante aquí, justo aquí>> Tras meditar unos segundos concluyó e informó a sus demás compañeros - Creo que la energía que irradiamos lo ha atraído, y si le sumas el factor de que Heimdal me ha contactado hace unos instantes creo que alguien les ha alertado de nuestra presencia aquí - El gigante estaba destruyendo todo a su paso mientras Vrael y los demás se ponían a cubierto mientras pensaban en una solución.

 

El interior del castillo estaba siendo invadido por los fuertes gritos del gigante, con sus andar destruía cosas y hacía temblar los cimientos de la morada Lestrange Lupin, de pronto el gigante comenzó a lanzar fuego de su boca a lo que el muchacho trato de apagar de inmediato con un hechizo, lanzando agua de su varita como si un bombero fuese, no quería que las llamas consumieran el lugar ni menos que lo transformaran en un infierno insoportable. - ¿Qué hacemos ahora? ¿Alguien tiene una idea? - miró desesperado a sus compañeros en búsqueda de alguna solución. << y si le damos con el mismo hechizo todos>> pensó Vrael y no dudó en comunicárselo a los demás pues en su razonamiento quizás un hechizo era poco, como con los dragones, pero y si todos trataban con un mismo hechizo quizás surta efecto.

 

 

.....Continuará (?)......

 

http://i.imgur.com/nQjjHmN.jpg

Editado 7 de Octubre del 2013 por Vrael Myrddin

[Rose V.Walker]

Hija de Frigg~ Hermandad del Rayo

 

Todos sus hermanos tenían la razón en cada una de las cosas que decían. Cada uno esperaba encontrar la respuesta a la situación que ahora correspondía sobre sus manos ¿acaso terminarían ellos como salvadores del mundo?

Pandora era la mas perturbada con toda esta situación, Elvis el mas calmado, Sol , Emily y Sunar las mas sensatas; por su parte Vrael parecía querer marcharse tratándolos a todos como enloquecidos. Y lo hubiese logrado, si en el momento en que se disponía a hacerlo, fue cubierto por un particular brillo, que lo elevo enfrente de todos. Luego un sonido liberador que inundo el lugar, el cuerno de boca del chico anunciaba el inicio de una batalla digna de dioses.

 

La nívea que había permanecido sentada en la silla al lado de Pandora, se levanto maravillada ante aquel sonido y al mismo tiempo temerosa de lo que significaba. El hijo de Heimdall, el guardián, estaba con ellos; el propio Vrael ahora estaba mas tranquilo y lleno de conocimiento. Eso inundo de confianza los corazones de los semi-dioses, los hijos de Asgard ahora tenian uno mas para luchar contra la desgracia. Sin embargo, no duro mucho.

La tierra comenzó a vibrar, retumbaba bajo sus pies como fuertes pisadas, la hija de Frigg dirigió su mirada a la entrada de la mansion para darse cuenta de que una enorme figura se acercaba a ellos. Todos lo vieron estupefactados por un istante, deduciendo que era aquella criatura.

La hija de Loki, con la fuerza ya recuperada, se levantó colocándose en frente de sus hermanos.

 

-¡Pandora!- La nívea corrió al lado de la chica sacando su varita manteniéndola en alto, sin embargo la mujer estaba completamente concentrada en observar a la criatura y parecía casi temblar de rabia. Pero Pandora estaba desarmada y sin ninguna defensa y se le era casi imposible a su "hermana" dejarla sola en ese momento.

De repente un rayo, proveniente de atrás de ellas ataco al gigante, que para ese instante estaba lanzando fuego hacia todas las direcciones, sin embargo, el hechizo fue absorbido al instante del impacto, sin hacerle al gigante el mas mínimo daño.

 

-Pe..ro...¿Que?- estaba completamente sorprendida por la inmunidad del dios. Vrael era quien lo había lanzado y al igual que ella estaba anonado ante la respuesta del titan. -¡Incarcerus!-Apunto la chica a los pies de la criatura, esperando que si no le impactaban los hechizos que le causarían daño tal vez uno que fuera con objetos externo pudieran contenerlo.

[Mael Blackfyre]

Todos estábamos ensimismados entre las palabras, las imágenes en nuestras cabezas y las ideas que se nos iban ocurriendo de lo que debíamos hacer. Estaba seguro que si teníamos como reto enfrentarnos a una multitud de Mortífagos hasta sería mucho más fácil pero las complicaciones que se nos iban enfrentando se iban complicando, ya que todo era parte de otro mundo. Nos habíamos enterado lo de los Dioses Nórdicos y desde ése momento ambos mundos se habían unido y mezclado.

Pero el sonido profundo de un cuerno hizo que todos nos sobresaltáramos. Pegué un salto y agudicé mi odio lo más posible. Miraba al suelo pero intentaba escuchar más allá de las paredes, esperando que algo horrible sucediera. Incluso hasta podía decir que esperaba que decenas de Mortífagos aparecieran para matarnos. Pero no. Y la primera en gritar y saltar hacia un costado fue Pandora. Una figura enorme cubría la entrada completamente: El gigante, mejor conocido como Jotun, había llegado.

¿Qué me había dicho Odin sobre ello? En ése momento no podía recordarlo. No recordaba si me había hablado de un punto débil o si teníamos ventaja sobre él. Solo sabía que eran los rivales de los dioses de Asgard y que participarían en el Ragnarok. Todas las partes de aquella especie de profecía se estaban cumpliendo. Nuestros padres nos habían metido en un gran lío como había insinuado Sol. Vrael había deducido que lo atraíamos con nuestra magia pero no estaba seguro.

—Cuidado, chicos —traté de alertarlos aunque Pandora había estado a escasos centímetros de que le hubiera impactado aquello. El joven mago que se nos había unido por último había intentando minimizar aquella criatura pero era un joven novato por así decirlo. Aquel gigante era como los que pertenecían a nuestro mundo y seguramente su piel era bastante resistente. ¿Qué haríamos? Mi mente intentaba encontrar una solución mientras había llamaradas de fuego. Aunque no lo creíamos tenían aquella habilidad.—. ¡Cierren los ojos y corran!

No esperé a ver quien hacía caso a mis palabras. Era lo primero que se me ocurría y lo único que veía con salida. Apunté mi varita hacia el Jotun. Una luz tan brillante y potente iluminó la habitación cegando a la criatura completamente. Aquello nos daría solo unos segundos. Por inercia tomé el brazo de Vrael y tiré de él para alejarlo. De todos era el más arriesgado. Le hice una señas a las chicas para que ayudaran a Pandora y que saliéramos al exterior por otro extremo del Castillo. Tal vez al aire libre tendríamos más oportunidad. Sol, Sunar, Emily, Rose, Vrael y yo, corrimos hacia los jardines, escapando por una ventana. ¿Que seguiría cuando el gigante se abriera paso hacia nosotros?

[Sol Lestrange Black]

Hermandad del Rayo

Hija de Freyia

Cuando pensaba que las cosas no podían ser peores una nueva amenaza apareció ante nuestros ojos, el grito de Pandora fue la alerta, mientras intentaba poner orden entre mis pensamientos y movimientos. Mi cuerpo parecía entumido y oxidado, apenas reaccioné a hacerme hacia un lado cuando la voz de Elvis inundo el salón, obligándonos a reaccionar.

Tomé a Pandora por el brazo y corrí aprovechando la distracción del gigante que parecía aturdido por aquella luz, pero a la vez mas enfadado. Corrí hacia el ventanal del fondo del salón, le apunte con la varita y se hizo añicos dándonos una perfecta salida. Miré hacia atrás cerciorándome que nadie se quedara rezagado. Elvis iba unos pasos adelante jalando a Vrael que como buen adolescente forcejeaba para volver y enfrentarse a Jotun.

 

El frio viento del otoño golpeo mi cuerpo, ante el caos no había tenido la precaución de tomar un abrigo, me estremecí aun con la mano de Pandora en la mía. Conocia aquel bosque como la palma de mi mano, necesitada buscar la forma de que pudiéramos escapar de los terrenos del castillo para pronto ir en busca del mal que nos acechaba. Aunque claro eso seria si podíamos apenas escapar de este primer obstác***.

 

A nuestras espaldas escuchaba el ruido sordo de los arboles que prácticamente eran arrancados de tajo, poco tarde en darme cuenta de lo que se avecinaba cuando por intuición gire la cabeza para ver venir un enorme tronco en dirección a nosotros.

 

- ¡¡CUIDADO!!- grité horrorizada mientras por poco lograba quitarnos del camino de aquel proyectil. Esperando que mis hermanos tuvieran la misma suerte y agilidad.

Editado 7 de Octubre del 2013 por Sol Lestrange Black R