☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[Derek Lúcien]

—I wont —susurró, observando por la ventana la oscuridad que creaba una capa negra que cubría toda la ciudad. Miles de cosas le pasaban ese momento por la mente, pero quería alejarlas. Pensar mucho en cosas que no le hacían bien no estaba bien, y no quería salir del país nuevamente por esos problemas. Afortunadamente el tatuaje que llevaba escoció y lo distrajo.

 

Se quitó la capa que cubría su figura y se quedó sólo con un par de pantalones oscuras y una camisa delgada, sin zapatos ya que nunca los usaba en su mansión. Una vez así, hizo aparecer una máscara sobre su rostro para proteger su identidad y sin más giró sobre sus talones desapareciendo del castillo Atkins. En el mismo instante apareció a pocos metros de los terrenos que pertenecían al castillo Lestrange Lupin; y con sólo avanzar algunos pasos llegó hasta la verja que separaba los terrenos.

 

Entró y caminó por los jardines hasta llegar a la puerta principal, la cual encontró abierta ya que sus compañeros ya habían llegado antes que él. Entró y avanzó hasta donde observó a los demás acompañantes para reunirse con ellos, los demás mortífagos que atacaban. Rose se encontraba allí, y era a ella a quién habían ido a buscar para atacar. Sonrió y levantó su varita en dirección a la mujer.

 

—Rindete ahora, o morirás lentamente —murmuró para luego observar a Zack, Mía y Bagy (?) que también se encontraban allí.

[Mia Black Lestrange]

—Creo que morirá...—soltó ante las palabras de su compañero de bando.

 

Observó como más de uno de los presentes iba notando su presencia, por lo que con una media sonrisa en los labios y con al varita lista para comenzar a atacar, soltó una leve risotada, era obvio que prefería estar alejada de las matanzas, había días como aquel que en realidad las disfrutaba, quizás porque se trataba de algo hecho por diversión y no tanto por obligación.

 

—Celerus expelliarmus—soltó en dirección a Rose, a la cual de inmediato salió un rayo el cual impactó en su varita mágica, logrando que esta saliera volando de su mano en dirección a la mortífaga, quedando así completamente desarmada.

 

Miró a los demás compañeros de bando que comenzaban a llegar y con una media sonrisa en los labios les indicó sus posiciones, necesitaban completa organización e iban a hacer alarde de ella en esos momentos, por lo que consideró que negativamente podía salir nada mal, a menos que los odefos decidieran acudir a defender a la joven bruja, ahí lamentablemente poco podrían hacer. Confundus, pensó, en dirección a Rose, logrando que después de quedar sin varita mágica, quedará completamente confundida en su siguiente acción.

 

—Fuego negro[/i]—siseó, logrando que una bola de fuego saliera de su varita mágica y se colocará a un par de metros de distancia de ella, con la única orden de comenzar a crecer rápidamente y adquirir el tamaño que la nigromante decidiera para ser utilizada.

[Derek Lúcien]

A su alrededor múltiples objetos se aglomeraban. Dentro de los castillos usualmente se encontraba todo tipo de cosas, por lo que era mejor separarse de todo y avanzó hasta un punto en el cual se encontraba a diez metros de todo, así nada podía atacarlo sin que él se de cuenta.

 

—Sectusempra —conjuró haciendo que un rayo verdoso salga disparado de su varita y recorra el espacio que separaba al Atkins de la fenixiana llamada Rose. Si no se protegía del hechizo sería su fin ya que las heridas sangrantes que surgirían en su cuerpo le harían perder toda la energía en pocos minutos, y moriría a los pies del grupo de mortífagos.

 

—Silencius —murmuró seguidamente para que la garganta de la muchacha Rose se seque momentáneamente y así no pueda decir nada verbal, con lo que sólo podría conjurar hechizos no verbales y ello le arruinaría la vida porque esos no eran muy buenos que digamos (?), pero si resultaba efectivo, Rose moriría en pocos minutos... Observó como sus compañeros empezaban a atacar también, y tenía fe en aquella noche, todo prometía una victoria para ellos.

[Zack Ivashkov]

– Celerus- murmuró ´-Confundus – Pensó a continuación provocando una confusión en Rose. La mujer titubeó en su lugar sin tener posibilidad de atacar o realizar cualquier movimiento. El hecho de dejarla aturdida no solo serviría para quitarle una acción sino que también la mantendría en ese lugar impidiéndole escapar. – Estás muerta – Fue lo único que dijo el vampiro antes de soltar su siguiente hechizo.

 

Para no perder tiempo el vampiro apuntó con su varita mágica directo al pecho de Rose pero antes de realizar cualquier movimiento desenvainó la katana. Le miró por unos segundos al tiempo que curvaba sus labios con una sonrisa macabra y activaba la habilidad de su arma mágica. En cuanto supo que el trabajo estaba hecho, levantó la filosa hoja y luego la bajó con rapidez proyectando un profundo corte en el cuerpo de Rose. La chica tendría que curar sus heridas cuanto antes para evitar morir.

 

– Expectro Protego – Siseó el vampiro esta vez haciendo que se su varita salieran miles de hilos negros que luego formaron una esfinge de oscuridad junto a él. La criatura medía tres metros de altura por cuatro de largo. Era un auténtico gato salvaje, aparte de enorme, con rostro de mujer. Por ahora la orden era proteger a Zack de cualquier ataque que le enviaran. Más adelante este último se podría aprovechar de las filosas garras de su invocación para herir a terceros.

[Gyvraine C. Sullivan]

Gyvraine sentía como la brisa fresca de la noche acariciaba sus pálidas mejillas, mientras su largo cabello castaño ondeaba a su espalda, después de haber estado horas evitando entrar a la mansión Malfoy, procurando mantener la distancia entre ella y su madre. La Mago Oscuro sabía que después de todo Absinthe Malfoy se iría de nuevo y de nada serviría quererla un poco más.

 

- Justo lo que necesitaba - dijo al sentir un escozor en su antebrazo izquierdo, sabiendo perfectamente que sus compañeros de bando la necesitaban. De inmediato se puso de pie como movida por un resorte, dejando completamente abandonado el libro que por fin se había propuesto terminar, y haciendo girar su varita de arce entre sus dedos una delgadísima túnica hecha de hilos de oscuridad le envolvió la delgada figura, al tiempo que apareció una máscara blanca que dejó en anónimo su identidad.

 

Soltó un último suspiro de resignación, dispuesta a morir o matar y dio vuelta sobre su propio eje para perderse en medio de zarcillos de oscuridad, con el único pensamiento en a mente de aparecer en el lugar donde los mortífagos ya estaban congregados.

 

Al abrir de par en par los ojos se dio plena cuenta que se encontraba a las afueras del castillo Lestrange Lupin, pero sin detenerse a pensar en nada, la Mago Oscuro avanzó a grandes zancadas hasta donde se encontraba sus compañeros de bando.

 

- Espero no haber llegado demasiado tarde, tuve unos contratiempos - comentó, con la varita en ristre, dispuesta a todo y los zafiros clavados en su presa que se encontraba a diez metros de ella, al igual que todo enemigo posible.

[Sally Sigel]

Anael Dumbledore

 

Dejó caer su pendiente sobre el joyero en cuanto vio entrar aquel patronus en su habitación. El mensaje que éste le llevaba la dejó alarmada. Tomó su varita, apenas agitandola levemente para que su rostro fuera cubierto por luz mágica y al mismo tiempo simplemente desapareció. Sintió frío en cuanto sus pies tocaron tierra, el lugar donde había aparecido estaba desierto pero sabía que unos metros más adelante estaba el castillo donde al parecer los mortífagos estaban atacando a Rose...

 

- Expecto Patronum - susurró agitando su varita mágica, invocando una paloma que voló y se perdió en el horizonte, buscando a Kris. ¿Dónde estaría? ¿Acaso también acudiría al llamado? Se apresuró y empezó a correr por el sendero que la guiaba hasta los terrenos aledaños al castillo de los Lestrange Lupin. Suspiró, sintió la presencia de los mortífagos dentro, al parecer eran varios...

[Catherine Moody]

No podía hacer caso omiso a un llamado semejante. Simplemente me era imposible, más aun teniendo en cuenta la naturaleza del pedido. Y aunque hubiera sido un simple llamado de cualquier ciudadano pidiendo auxilio de la manera más ambigua posible, tampoco lo hubiera ignorado. Tal cual era nuestro lema. Lealtad y Sacrificio.

 

Llegué al Castillo Lestrange Lupin envuelta en una ligera capa gris, con el vestido del mismo color debajo, calzando las botas altas de taco chato y con un juego de pulseras en la mano izquierda. El mismo, tintineaba a cada movimiento que daba con Lord, mientras me adelantaba hacia donde se encontraba mi compañera. Rose podía resistir bastante bien, eso lo sabía. Pero aun así estaba preocupada por ella. Su collar de pirita me había guiado con docilidad; la hermandad del rayo nos unía al igual que nuestra familia. El ver la paloma de Sally fue apenas una confirmación cuando ya estaba a medio camino.

 

Revisé en los bolsillos de mi vestido, pero no había nada. Aparte de ello, llevaba el cabello suelto y liso hata la cintura, gracias a Mordred. Alcé la varita, dispuesta a defenderla; en cuanto la hube alcanzado. Los hechizos que le lanzaban eran una cosa digna de mención. Su situación me dejó consternada. Me aseguré de mantenerme a 7 metros de mi oponentes; no dejaría que acortaran o aumentaran dicha distancia. Si ellos se movían, yo me aseguraría de mantenerme a 7 metros igual.

 

-Vaya que se consideran valientes con alguien cuando saben que llevan las de ganar sólo por puro número -alegué con desprecio.

[Derek Lúcien]

—Anular Corpus Patronus —conjuró apuntando a Anal, al fenixiana, para que no pueda utilizar ese hechizo el resto del asalto. Aquello era una ventaja, ya que con ese hechizos creaban unos horribles dragones que luego les lanzaban llamas como si se trataran de hormigas, y para protegerse de las llamaradas era un tanto más complicado que el de un hechizos común y corriente.

 

—Anular Corpus Patronus —musitó nuevamente haciendo que esta vez el efecto vaya para Pandora. Tampoco podría utilizar ese hechizo el resto del duelo, y como antes se ha descrito, era una gran ventaja para el bando mortífago. ¿Pero aquello sería suficiente? Quizás aquello no sea lo ideal, pero era mejor que nada así que era mejor apresurarse. Rose ya estaba en mal estado, y esperaba que aquello empeorara más, así la mujer no podría salir del lugar y tendría que morir allí a manos de los mortífagos que la atacaban.

 

Pero era mejor completar todo diciendo que a su alrededor nada había cambiado, salvo la atmosfera, que ahora se sentía demasiado densa para un lugar tan pequeño como la habitación en la que estaban.

[Catherine Moody]

Teníamos que ser rápidos para obtener resultados.

 

-Ardius Confundus.

 

El hechizo impactó de inmediato en uno de los mortífagos (Zack) que se vió privado de su capacidad de discernimiento. Eso permitiría que mis compañeros lo redujesen con facilidad.

 

- Strellatus.

 

Al instante, un flash viajó directo hacia los ojos de Zack, Derek, Gyvraine y Mía, quienes sufrirían el ardor horrible del hechizo, haciendo que no pudiesen mirar con claridad a su alrededor. Impediría que lanzaran rayos, invocaciones que requiriesen puntería e incluso ataques con animales o hechizos que pudiesen afectarme de forma directa y física. Estarían bastante privados al respecto. aun con el ptronus anulado, funcionaría.

 

-Tripio sectusempra

 

El rayo verde salió de mi varita y se partió en tres a medio camino de mis objetivos: Gyvraine, Derek y Mía. Los tres, recibirían el impacto en sus pechos, desangrándose sin remedio a causa de cortes profundos como surcos que aparecerían en sus cuerpos. Si no se curaban al instante, aquello les causaría la muerte.

[Mia Black Lestrange]

—Expectro protego—las palabras salieron como un susurro de sus labios, logrando que miles de hilos de color negro comenzaran a salir de su arma mágica y se fueran hilando uno a uno, para ir adquiriendo una forma compleamente solida, hasta que lograron formar un hipogrifo de tamaño adulto, el cual se colocó delante de ella con la orden de parar cualquier ataque que estuviera dirigido hacia ella, la cubrió del tripio de Pandora.

 

De ese modo quedaría completamente cubierta ante cualquier posible amenaza que intentara dañar su cuerpo de algún modo u otro. Pensando en eso y estando completamente tranquila porque nadie aún acudía al posible llamado que haría la bruja, esbozó una media sonrisa.

 

—Considero que no vendrán.—comentó con un atisbo de burla en la voz, logrando que se notara su goce ante la idea de que descubriera la chica que su bando la iba a dejar morir sola— Fuego Negro—soltó, logrado que una segunda bola de fuego saliera de su varita mágica y se colocara a un par de metros de la primera, para cumplir con la misma orden, crecer y estar lista para cuando ella deseara usarla.

 

Los invitados poco a poco comenzaban a notar la presencia mortífaga, unos cuantos de los invitados salieron corriendo mientras que otros permanecían en completo silencio e inmóviles, pensando que en cualquier momento podrían arremeter en su contra, cosa que era total y absolutamente ilógico, puesto que no iban por ellos, solo iban por Rose y ella sería su principal blanco o eso fue hasta que los odefos comenzaron a hacer acto de presencia, alejándose a diez metro de cada odefo y compañero de bando.

 

—Han venido... pensé que eran más cobardes.—completó, mirando como los odefos iban haciendo acto de presencia de uno por uno, lo que le causo un poco de gracia— Fuego Maldito—dijo, logrando que un par de bolas de fuego en forma de puma salieran de su varita mágica y salieran corriendo directamente en contra de Anael y Pandora, logrando impactar en sus pechos y causandoles heridas de gran magnitud que dbían ser curadas y atendidas cuanto antes.

 

De ese modo el blanco de ataques, no solamente sería Rose, también sus compañeros de bando que habían acudido a protegerla de los ataques de los mortífagos e iban a salir heridos, de eso podían estar completamente seguros.