☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[León Crowley]

—Permíteme recordarte que la soltería no es sinónimo de soledad. Estar solo es aburrido, más sin embargo ser soltero es todo lo contrario.

 

Sonrió para su acompañante justo antes de tomar un trago de su preciado licor. Los asistentes del lugar parecían ensimismados con el lugar. Las palabra fluían sin problema alguno y el licor parecía cortar el hielo con tal sutileza que en menos de lo que se había dado cuenta, ya estaba tuteandose con la desconocida. No dudaba de la capacidad deductiva de su prima, quien a la altura de la noche ya sabría quien estaba bajo la máscara. Volteó a mirar hacia el castillo que en su momento señaló la mujer y esbozó una sonrisa.

 

—Ese castillo debe ser igual de elegante por dentro como lo es por fuera —apuntó con una sonrisa pícara justo antes de vaciar lo que quedaba de su Gimlet en su garganta—. En cuanto al por qué he venido a acompañarla —hizo una pausa y miró a Sol de arriba a abajo, tardando un poco cuando pasó por las piernas—, no creo que necesite más motivación que el verte. Cómo te dije, me enteré que vendrías sola y seguro, no tendría otra oportunidad como esta con esa lista de pretendientes que debes tener, así que me atribuí el status de tu acompañante por esta noche. Y no me vayas a decir que no existe tal lista.

 

La sonrisa que se dibujaba en los labios de la Lestrange era lo suficientemente clara como para saber que sabía de que estaba hablando y si bien no estaba seguro si ella conocía su identidad, el que hubiera seguido el juego con un completo desconocido, le daba a entender que sospechaba. De reojo, notó que el vaso de Sol también estaba a punto de desocuparse, por lo cual levantó la mano derecha llamando la atención del barman que captó el mensaje y se dispuso a preparar dos cocteles más.

Editado 12 de Septiembre del 2013 por León Corvinus Crowley

[Sol Lestrange Black]

Una suave sonrisa se dibujo en mis labios después de los motivos expuestos para asistir a la fiesta, quien quiera que hubiera sido su informante tendría mi agradecimiento sincero, definitivamente la noche había cambiado para bien desde su inesperada visita. Lo miré a los ojos plenamente convencida de que era mi primo, ya no había la menor duda, no era alguien difícil de reconocer, pocos magos contaban con aquellos encantos y atributos.

 

- Sería demasiado vanidoso de mi parte aceptar ambas afirmaciones- indiqué refiriéndome tanto a los halagos para el castillo como para mi misma - y mi lista de "espera" también sería falsa modestia negarlo- solté una suave risa guiñándole un ojo- Pero he de confesar que tengo altas expectativas en cuanto a los hombres, después de mi ultimo error...- Afirmé frunciendo un poco el ceño- Me he vuelto mas selectiva...- dije divertida.

 

Una nueva ronda de tragos llego a la mesa, sonreí agradecida al camarero, que había acudido al llamado de León. Un suave silencio apareció entre nosotros, pero para nada incomodo, su compañia era mas que suficiente para sentirme en ambiente.

 

- Gracias por haber venido- dije deslizando mi mano por la mesa para tomar la suya y dale un cálido apretón- Siempre es un placer saber de ti y disfrutar de tu compañía- admití- Quien quiera que haya sido tu informante le debo una...- tomé mi copa con la mano libre y di un largo sorbo a mi dulce bebida.- ¿Quieres bailar? Adoro esa canción...- pregunté esperando que aceptase mi invitación.

Editado 12 de Septiembre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Marabella Rambaldi G.]

Me sorprendi ante su respuesta y a la ves me dio una sensasion de sactifacion ,al escuchar que me nesecitaba desde que me conocia , era alagador ver como alguien tan indefenso en apariencias podria ser tan gentil y sumiso ante mi presencia , le sonrei tiernamnete mientras ne cariciaba , tome su regalo y lo abri .

 

-Wouu , es hermoso amor , de verdad es algo bello ¿ Estas seguro que me lo quieres obsequiar a mi?, creo que lo correcto seria que estubiera con alguien de tu familia ya que es una joya familiar – le dije mirandolo a los ojos .

 

Mientras lo miraba ,algo en la fiesta llamo mi atencion , el previlegio de ser demonia y vampira era mi excelente vision , << quien es aquel con el que esta mi abuela >> me pregunte mientras seguia mirando a Adolph , suspiro un poco intrigada con aquel hombre que jamas habia visto en el tiempo que habia regresado a ottery, << apenas puedo regresar a la fiesta ire a investigar sobre aquel hombre >> pense , mientras Adolph no dejaba de mirarme y acariciar mi mejilla.

[Joa Macnair Crowley]

Esperaba que no fuese demasiado tarde. Era la fiesta de su prima-sobrina, con las noticias que había recibido últimamente no lo tenía del todo claro, pero había dado su palabra y allí estaba, retrasada por algunas cosillas, pero cumpliendo. Caminaba hacia la entrada del castillo Lestrange Lupin, con paso seguro y decidido, logrando disimular su ansiedad ante una situación en la cual se veía obligada a socializar. Aquello no era lo suyo, pero lo haría por Kytta.

 

Enmarcando sus ojos rojizos llevaba una hermosa y asimétrica máscara dorada, un tanto llamativa, por lo que vestía un vestido negro más sobrio para equilibrar un poco su atuendo y no lucir demasiado llamativa. Su cabello suelto en suaves rizos ondeaba alrededor de su rostro mientras se adentraba a la residencia en busca de la festejada. No sabía si allí se encontraban conocidos, pero si podía entregar el regalo y ser libre de irse, no podría sentirse mejor.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Llegaba algo tarde, pero no podía faltar a la fiesta de cumpleaños de su hija. Sabia que tenia que llevar un antifaz, pero no quizo hacerlo. Le parecía algo que no iba con él. Para el momento así que cuando llego a la casa materna, descendió de la moto y cruzo en dirección de la bulla, signo de que en ese lugar se llevaba una fiesta acabo. Sabia que su mamá y su hija se habían esforzado en la organización de la reunión. Y hasta ahora parecía que iba muy bien. Varios invitados a los que no pudo reconocer por el antifaz que llevaban se encontraban ya departiendo. Supuso que muchos lo veían extrañados, por su falta de mascara. Pero ero era mejor así ellos podrían reconocerlo de inmediato

 

Busco a su hija aunque demoro un poco, así que se fijo en los detalles, así quien estuviera recibiendo algún regalo podría ser ella. No tardo en encontrar algo que cumpliera los requisitos. Se acerco por la espalda de ella y confirmo en efecto que era su hija, espero a que ella se fijara en él. Tenia en el bolsillo un regalo, que le había costado elegir. Porque como siempre decía era malo para escoger y dar regalos.

 

Mientras tanto se hizo de una bebida y disfrutaba de algo de la música.

[León Crowley]

—Ser selectivo no es un pecado cariño. Uno quiere siempre lo mejor y conformarse con menos es deprimente —el nuevo Gimlet parecía haberse desaparecido por si solo mientras la conversación fluía naturalmente.

 

Por extraño que pareciera, la sensación de que nadie más los estaba mirando, daba la apariencia de que estaban completamente solos en aquel lugar. Algunas parejas bailando, otras simplemente conversando y otro llegando tarde a la velada. Por el frente de la carpa un rostro bien conocido ingresó al lugar negándose rotundamente a usar un antifaz, el cual era el objetivo de la fiesta. León observó un rato a Fokker seguro de que si lo seguía con la mirada, sabría quién era la homenajeada, lo cual León no sabía. Sabía que era su nieta, pero ni idea como vestía o como lucía.

 

La mirada del Cygnus se posó en una joven que departía con un acompañante pero que mantenía la mirada fija en él y en Sol de una manera poco usual lo que llevó a retractarse de la idea de que nadie los veía. Las palabras de Sol le cortaron el hilo de pensamientos que llevaba y volvió la mirada en los dulces ojos miel de su acompañante. Una sonrisa brotó de los labios de León cuando ella terminó de hablar. O no lo conocía bien o no tenía idea de quien era.

 

— ¿Bailar? Tengo habilidad en otras actividades que indican un movimiento coordinado de cuerpos sudados, pero no en el baile —respondió el gesto tomando su mano también y se puso de pie—, prefiero que caminemos un poco, si no te importa.

[Sol Lestrange Black]

León se había quedado pensativo mirando hacia la puerta, seguí su mirada y descubrí justo lo que lo había distraído, la llegada de Fokker, que de alguna forma era su hijo y mio también, parecía inquietarle un poco. Sonreí divertida al ver que aquel mago como siempre había dejado de lado las reglas y se presentaba sin la mascara que era el objetivo de la fiesta.

 

Volví a concentrarme en León cuando de manera caballerosa rechazaba mi invitación a bailar, con una de sus salidas extraordinarias. Lo miré enarcando la ceja divertida por su respuesta, recordaba bien sus "otras habilidades" sonrojandome un poco. Tomó mi mano y se puso de pie, invitándome a salir.

 

Aquella idea me agrado mas incluso que la del baile, la gente había aparecido prácticamente sin que me diera cuenta y la carpa estaba ya algo llena, a lo cual atribuí el súbito aumento de la temperatura. Me tomé fuerte de su mano y asentí suavemente sonriendo, mientras caminábamos hacia la salida de la carpa. Al pasar cerca de Fokker le saludé con la mano; como era de esperar, me miró alzando la ceja, sin saber quien era mi acompañante. Reí suavemente intercambiando una mirada con León y le lancé un beso.

 

- Creo que fue una buena idea salir...- le dije en cuanto estuvimos fuera, aun tomados de la mano como un par de adolescentes.- No debemos robarle cámara a la chica de la fiesta...- afirmé divertida, mientras la suave brisa mecía algunos de los mechones que caían sobre mi cuello, caminando lentamente intentando no trastabillar en el irregular camino empedrado.

 

Levanté la mirada y una luna menguante nos sonreía. La imite soltando un suave suspiro, mientras nos adentrábamos un poco mas en el jardín rumbo al lago.- Siempre me ha gustado la luna sabes...- dije recargando mi cabeza en su hombro.- Siempre tan apacible, como si nada le afectara, a veces la envidio...- mencioné con un dejo de melancolía. - ¿Que piensas? - le pregunté al notar su mutismo.

Editado 18 de Septiembre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Rose V.Walker]

La chica se acerco a la mesa y tomo de ella un plato que luego llenó con un trozo de pastel de los que estaban sobre la mesa. Siguió a su abuelo hasta la mesa donde Kytta también los acompaño un rato, la nívea comenzó a comer de pequeños bocados el pastel mientras Elvis le hacia preguntas de su vida.

 

-¿Padre?- Kris nunca le había mencionado nada acerca de la casa Gryffindor, para ella eran aun desconocidas muchas de las grandes familias mágicas y aunque sabia que su padre llevaba otro apellido diferente al Stark, no había sido tema de importancia en las muchas conversaciones que tenia con el. - Le pediré que me lleve. -Concluyo con una sonrisa dedica a Elvis y comió otro bocado de pastel.

 

- En estos momentos, me alojo en la Mansion Black Lestrange. Han sido muy buenos conmigo y me han aceptado en su familia y decidí quedarme a vivir en ese lugar, por ahora. -Se apresuro a decir antes del que hombre se alarmara ante ese descubrimiento. Tanto como ella y el eran miembros de la misma hermandad y la familia Black Lestrange tenia fama de ser del bando opuesto pero en esa familia había encontrado refugio en su llegada a Londres y les guardaba respeto y afecto. - Sin embargo, Padre me ha pedido que me fuera a vivir a la casa Stark y es lo que tengo planeado hacer.

 

La nívea parecía estar sumida en sus pensamientos, el hombre que llevaba como compañía le daba la seguridad para charlar sin colocarse roja y mucho menos trabarse en las palabras, a Rose le parecía un hombre amable, sabio y cariñoso y eso tranquilizaba el hecho de que era su primer encuentro.

La pequeña comió el canapés que el hombre le había dado minutos antes y continuo con la practica, como cualquier niña que quiere presumir sus logros ante el mayor de la familia.

 

-Hago parte del ministerio, adoro mi trabajo y es muy divertido. Y recién regreso de un viaje donde encontré unos manuscritos de la mitología nórdica. (xD) Son interesantes, deberías un día venir a estudiarlos conmigo.

La nívea le regalo una amplia sonrisa a su abuelo y terminando su plato de postre le señalo la mesa de ponches a Elvis.

-Aceptare el jugo.

De poco a poco la fiesta se empezaba a colocar animada y otros magos, algunos ya conocidos por Rose, le mostraban sus respetos a la cumplimentada.

[Zack Ivashkov]

– Bueno, hay trabajo que hacer – Pensó el Mortífago a penas su elfo desaparecía de la habitación en el castillo Black. La criatura le estaba sirviendo de informante sobre los movimientos de ciertos magos y brujas a quien el Mortífago tenía catalogados como sospechosos de pertenecer a la Orden del Fénix. No podía dejar pasar esa oportunidad, podría tener la oportunidad de entregar una prisionera a Nurmengard. Sin más, tomó su varita, colgó la katana envainada en un cinturón sobre su túnica y luego colocó su máscara plateada en el rostro antes de desvanecer su cuerpo.

 

Arribó en las calles de Ottery. Miró a ambos lados para asegurarse de que nadie le estuviera siguiendo y luego se adentró a los terrenos del Castillo Lestrange Lupin. Si no se equivocaba estaban llevando a cabo una celebración en ese lugar. En cuanto atravesó los jardines delanteros ingresó a la casona como si se tratara de su propio hogar y buscó el lugar de la fiesta hasta que dio con el objetivo del momento.

 

– Supongo que estás lista para morir, siempre lo estás – Soltó el vampiro mirando a Rose, quien estaba junto a la mesa mientras dejaba ver su marca tenebrosa y la tocaba con la punta de su varita mágica. En cuanto hizo aquello el tatuaje cobró vida comenzando a moverse. Sus colegas sentirían el placentero ardor y asistirían al llamado.

[Mia Black Lestrange]

La noche comenzaba a caer, era cálida y sumamente fresca a pesar del típico clima de Londres, podían disfrutar de algunas horas de un poco de brisa nocturna sin lluvias, lo que era extraño, pero que bien le hacía falta a la comunidad mágica, por lo que era ideal para salir de paseo o visitar familiares. Pero más allá de aquellas actividades, una mortífaga de rubios cabellos tenía en mente otro tipo de planes; dar caza a los odefos.

 

Pensando en eso y sintiendo como su antebrazo izquierdo comenzaba a arder negó lentamente. Era sorpresa que más de uno de sus compañeros sintiera lo mismo que ella, por lo que era algo que debía aprovechar, mirando su atuendo, era sencillo, una túnica de color negro que cubría su cabellera y su cuerpo, mientras sus pies iban sin calzado y su rostro estaba cubierto por la típica máscara de color plata que cubría su identidad.

 

Dejando que el llamado la guiara, dio un medio giro y desapareció envuelta en una fina capa de humo negro, para reaparecer a las afueras del castillo Lestrange Lupin, en donde según tenía entendido se desarrollaba una fiesta con motivo del cumpleaños de una Gryffindor. Era el escenario perfecto para la captura de alguno de los odefos, puesto que sabía que más de uno de los miembros de aquella familia era parte de la Orden del Fénix y esa noche iban a caer.

 

Mirando a su compañero Zack, comenzó el ingreso por los jardines hasta llegar al interior de la moradada y continuar con su trayectoria hasta el comedor en donde se encontraba Rose. La reconoció al instante a la bruja, había sido recibida en la mansión Black Lestrange, pero no había seguido los ideales oscuros, así que era miembro de la Orden del Fénix y de la familia Gryffindor, así que no tenía más dudas de que era miembro de la orden.

 

—Señorita, acompañenos o todos morirán. —soltó con su varita en la diestra, esperando a realizar algún movimiento.