☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀

[Sol Lestrange Black]

Me quede mirando a aquel mago, y negué suavemente con la cabeza. Si alguien lo conocía esa era yo, había vivido con el los peores y los mejores momentos,cada una de sus reacciones ante cada situación , las había vivido en carne propia, no era algo que desconociera. Sin poder contenerme mas solté una cándida carcajada.

 

- Cariño mio...no me hagas reír ¿Si te estas dando cuenta con quien estas hablando verdad? - Me levanté y caminé hacia la repisa donde una botella de whisky reposaba. Serví un par de copas y le ofrecí una, no sin antes dar un sorbo a la mía, para que viera que no trataba de envenenarle.- ¿Me estas amenazando?- pregunté, mientras negaba suavemente con la cabeza.- Mira Black, si alguien me conoce eres tu, y por lo mismo sabes que jamas hago nada en contra de los que amo. Con tus "super poderes" o sin ellos vida mía, para mi eres el mismo de siempre...Nunca haría nada en contra tuya y mucho menos sabiendo que ello puede afectar a Litah.- Aclaré caminando por el salón.

 

Di un sorbo mas a mi bebida y me tome mi tiempo observando su impávido rostro, sabiendo perfectamente que su mente trabajaba a marchas forzadas, mientras transcurría mi monologo.

 

- Me parece realmente absurdo y por demás ridícula tu actitud de padre sobre protector, cuando jamas te haz preocupado por darle a tu familia algo mas que galeones. No me vengas a mi con sentimentalismos "cielo" que esa actuación no te la compro. - Me encogí de hombros y gire hacia el enorme ventanal a nuestras espaldas mirando como la brisa mecía las hojas de los arboles cercanos.

 

- Para bien, o para mal, yo tengo memoria Black y peor aun sentimientos que quizás tu nuca alcanzaras a comprender.- especifiqué buscando su mirada y regalandole una sonrisa - No tienes de que preocuparte, ni venirme con advertencias, y tu pose trillada de hombre implacable y rudo, daría mi vida por tu hija de ser necesario... puedes irte en paz y volver a tus asuntos. Que no estoy en tu contra y siempre estaré contigo...

Editado 14 de Marzo del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Litah Black Lestrange]

Desde la llegada del ojimiel al castillo me había quedado de piedra, tan imponente como siempre se habían encerrado con Sol, sin embargo ella se mantenía en absoluto y discreto silencio mientras ellos discutían. Amaba a su padre aunque no recordara todo con claridad sabía que el ladino zorro (xD) no le haría daño nunca, es más, tuvo fácil oportunidad de desentenderse de ella cuando convalecía en Nueva York, y no lo había hecho así.

 

En cada una de las palabras de ellos dos se podía percibir la tensión que existía, y pronto recordó escenas de su infancia en la Mansión Black Lestrange que tenían los mismos protagonistas, salvo que en esas ocasiones estaba Illidan para protegerla. Luego de que su padre desnudara el antebrazo con Sol, sospechó que era el momento de detenerse.

 

- Estoy aquí y tengo voz —comentó intentando no parecer la chiquita est****a que seguramente parecía—, los papeles para la adopción de Sol ya están presentados papá. Pero no pasaré de la mansión al Castillo, mi lugar siempre ha sido a tu lado y aunque sospecho que no he sido la mejor hija que has podido tener, estoy dispuesta a enmendar eso.

 

Dirigió sus ojos negros a Sol contagiada con una sonrisa, pero sus pasos al ponerse de pie se dirigieron a su padre, casi adoptando una posición de sumisión ante él y es que era así como le trataba desde que se había quedado sin memoria alguna. Poco o nada quedaba ya de la pelinegra que se enrazaba frente a cada decisión que tomaba su padre con respecto a ella. Desde su regreso al pueblo había realizado todo y sin chistar, el regreso a la Academia y su solicitud de ingreso al bando oscuro, todo, y se sentía culpable de tener que contrariarlo en esto.

 

- Aceptar y reconocer que Sol Lestrange ha sido la madre de crianza que nunca tuve no me hace menos Black Lestrange papá, además, yo estoy de tu lado sin importar nada. Siempre.

[Sol Lestrange Black]

Mis pequeños pies descalzos rozaban suavemente por aquella fina alfombra de césped recién cortado. Aquel inconfundible aroma me remontaba años atrás. La primavera había llegado al Castillo, llenado cada espacio exterior de color y dulce aroma. Hacia tanto que no daba un paseo por aquellos jardines. Tanto que apenas recordaba la ultima vez que lo había hecho.

Levanté la vista al cielo azul impasible, apenas rompiendo su monocromía con algunas tímidas nubes. Un suave suspiro escapó de mis labios mientras mis despreocupados pasos de vuelta la castillo. En mis manos aquel viejo libro de poemas, uno de mis mas preciados tesoros, el cual guardaba gran parte de mis recuerdos.

 

Detuve mi paso frete al balcón de mi habitación, la puerta estaba abierta y la suave brisa mecía las cortinas suavemente. Mi mente se lleno de recuerdos, recuerdos dulces que sin embargo dolían. ¿Por qué me empeñaba en seguir aquí? ¿Qué me retenía si tanto dolía? .

Me senté bajo la sombra de aquel enorme árbol, y deje a mi mente vagar en el pasado, recuerdos tristes, hasta que de pronto mi mente llego al momento en que el había llegado a mi vida, cambiándola por completo.

 

Era tan pequeño, tan frágil, y aun así se había convertido en la razón de mi vida. Que lejos estaba ahora de tener esa razón. Lo había perdido y con el toda la vida que conocía se habia marchado sumiéndome en aquella soledad. Suspire tratando de evocar algún recuerdo hermoso de los días felices y como un una nube cerré los ojos y llego hasta mi.

 

** Flash Back **

 

-¿ En que piensa mi príncipe encantador?- pregunté, levantó su mirada y antes que pudiera reaccionar me senté a su lado.- Perdóname tu a mi por no entenderte, pero es que me sentí muy mal, sentí que te estorbaba, que te fastidiaba mi presencia...- bajé la mirada hacia el verde césped, me sentía sumamente culpable, tenia mucho miedo, de que algo pudiera alejarlo nuevamente de mi, hace años tal vez había podido vivir así, ahora ya no estaba tan segura de lograrlo.

 

Farkas me miró por unos segundos antes de hablar –Sol no sabes cuanto añore volver a verte- dijo mientras pasaba un brazo por la espalda de la bruja y la atraía mas hacia el. –Esperé tanto tiempo por poder estar de vuelta, que….- guardo silencio un momento –Después de lo que paso no se si me apresure en volver- hablo sin mirarme.

 

Escuché a Fark mientras me recargaba en su hombro, teníamos un miedo compartido, miedo a estar juntos, pero mas miedo aun a volver a estar lejos.

 

- Te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir, no me asusta lo que pueda pasar mientras tu me quieras a tu lado, eso es lo único que necesito, sentir que tu quieras que este ahí...- tomé su mano libre con la mía y la apreté fuerte- Siempre fui el centro de atención, estoy muy mal acostumbrada a ello, y cuando siento que pierdo esa "atención" siento que pierdo todo...- confesé suspirando- Por nada del mundo deseo que te vayas, y sabes que es lo que creo lobito... que debiste volver antes.

 

Un sutil silencio se hizo presente entre ambos, antes que yo me animase a seguir hablando.

 

- Tenemos que aprender a conocernos de nuevo corazón- propuse- Crecimos, cambiamos, podemos ser los mismos en muchos aspectos pero también somos otros Fark, déjame aprender de ti, quiero querer a mi hermano, al hombre detrás de el, saber que te gusta, que te disgusta, saberlo todo lobito...- dije acariciando su mano suavemente...

 

*** Fin del Flash back ***

 

Apenas recordaba el tono de su voz, el color de sus ojos, el tono de su piel, era como si mi mente intentara protegerme de aquel profundo dolor de su perdida. Cada día lejos había sido un punzante dolor. Apenas había tenido tiempo para disfrutarlo. Suspiré suavemente intentando contener las lágrimas.Apreté los ojos e intente volver a otro dulce recuerdo y de inmediato llego a mi mente…

 

*** Flash Back***

 

- Ahí los tienes Sol…son tuyos… siempre lo fueron….

 

Abrí los ojos de golpe y vi aquellos rostros que me miraban con preocupación, especialmente Fark que al verme reaccionar respiro aliviado y me sonrío dulcemente.

 

- Es el Fark… es el…- fue lo único que pude decir entre sollozos.

 

El mago cargó el cuerpo de su hermana en sus brazos y la llevó para acostarla en el mueble que el recién llegado le había indicado, Farkas intentaba no mirar al mago y centrar su atención en su hermana pero le era imposible ignorar aquella especie de fuerza tan peculiar que emanaba de el.

 

Repentinamente la bruja abrió los ojos y Farkas sintió como un peso que oprimía su corazón disminuía, acaricia la mejilla de la bruja intentando calmarla, ambos magos tenían una rodilla flexionada y la otra apoyada en el suelo.

 

-Tranquila princesa- dijo en un tono de voz suave tratando de consolarla de cierta manera pero ella apenas pudo decir un una corta frase entre sollozos, el la miro confuso –¿El? -Volteo a ver al mago que parecía aun mas confundido que el mismo –¿Que pasa con el preciosa?, o acaso es ¿alguien mas?- pregunto tratando de entenderla.

 

Intenté levantarme, y así explicarme pero Farkas me lo impidió, respiré profundamente intentando calmar mi llanto, cambiando mi mirada de uno al otro intentando encontrar similitudes.

 

- El es nuestro hermano Fark, ¿que no lo ves?- pregunté como si aquella afirmación fuera obvia, al menos para mi lo era.- Lo que acaba de pasar... la voz de papa- Farkas frunció el cejo al escucharme nombrarlo- el me lo dijo, mientras estaba inconsciente me dijo que era el...- Farkas seguía mirándome con gesto incrédulo como si fuera imposible creer aquello.

 

- ¿Que no lo sientes?- pregunte buscando la mano de uno y otro tomando cada una, cuando hice aquello una luz nos envolvió a los tres, haciéndome sonreír- Fue mas fácil de lo que creíamos ... el ya estaba aquí - Akiles nos miraba sin entender palabra de lo que hablaba, Farkas se negaba a creerlo, lo notaba en sus ojos, era demasiado bueno para ser verdad.

 

Fin del Flash Back

 

Lo habíamos encontrado y el tiempo juntos fue tan poco, que penas tenia recuerdos de mi otro hermano, aquel encuentro, la forma en que ellos se entendían, su mirada cómplice. Apenas podía creer que habían sido separados al nacer, tan distintos en apariencia y tan iguales en gestos y actitudes, un par de lobos, un par de demonios, mi lobo y mi demonio.

 

Había sido dura la separación. En ocasiones aun entraba a la cocina y los buscaba en la mesa. Día tras día mantenía el frutero lleno de manzanas esperando que alguno viniera por ellas. Era tan difícil seguir sin ellos….

 

Me puse de pie y abrace contra mi pecho aquel pequeño libro, una de las pocas pruebas fehacientes de que habían sido reales y no solo un sueño. Ojala pudiera volver al pasado. Y volver a ser feliz…

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

El joven Crowley se limpiaba el sudor de la frente, era evidente el calor que estaba haciendo, pero había decidido hacer algunas mejoras a su motocicleta, ademas de revisar el motor. Y aunque era todo un mago, decidió hacerlo a la manera muggle. Algo que aun extrañaba era su pasado muggle, siempre lo recordaba con afecto y cariño. Los mejores momentos de su vida, su infancia, antes de enterarse que era todo un mago, y que la familia que creyó que era suya por mucho tiempo, no era su verdadera familia. Los echaba de menos, pero cuando los dejo corto toda relación con ellos para protegerlos. Ahora ellos no lo recordaban, pero él si los echaba de menos.

 

Unas gotas de pintura cayeron al piso, se apresuro en limpiarlas, no quería dejar el piso hecho un desastre, ya bastaba con el desastre que hacia sobre la moto. Terminó al fin con su obra maestra (?. Un dibujo algo abstracto pero que complementaba su estado de ánimo en ese momento, lo observaba orgulloso al momento que colocaba el pincel sobre el bote de pintura. Aunque por un momento había pensado pintar la marca tenebrosa, creyó que eso si hubiera sido algo completamente loco. Era como decir, soy un mortio atrapenme. Pero estaba seguro que en algún momento esto podría ocurrir. Y ahí estaba su lado oscuro saliendo a flote una vez mas.

 

Se sacudió esas ideas de su cabeza, esto era completamente incompatible con él, que aun añoraba lo muggle, que aun dejaba la magia de lado, tener justo esas ideas tan oscuras. Tal vez Fokker lo veía todo a juego, y ese era un gran problema, o tal vez esto era real, odiaba este mundo mágico porque lo separo de su anterior vida.

 

Se paró y se limpio las manos con la camiseta que se había quitado por el calor y que había servido para limpiar la pintura, y la grasa de sus manos. De el color blanco ya no quedaba mas que algunos vestigios. La pintura estaba fresca aun, pero quería escuchar el motor de la moto. Se paro a un lado de ella, y lo encendió, lo hizo rugir poco a poco, como si fuera una melodía divina (?), hasta llegar al máximo quien sabe que le veía a esto, pero lo disfrutaba..

 

Se encontraba satisfecho con el día, pero mas con el hecho de que estaba en casa junto a su madre. El Castillo Lestrange siempre tan majestuoso, era como siempre un buen sitio para relajarse. Su madre lo tenia muy buen cuidado y su habitación siempre estaba lista para recibirlo en cualquier instante.

 

Caminó por el pasto y busco la sombra de un buen árbol. El sol brillaba en todo su esplendor, y eso bastaba para secar la pintura, ahora solo tenia que esperar. Tenia planes para la tarde, un paseo por los alrededores del castillo, así que ahora descansaría un poco antes de comer algo.

 

Se recostó bajo el árbol con las manos apoyadas en la cabeza y viendo el viento, ondear las hojas y el follaje del lugar, suspiro y se pregunto hasta cuando estaría así, indeciso y como un rebelde que aun no sentaba cabeza. Y mientras lo hacia cerraba los ojos.

[Leslie Ann Linmer PB]

Una joven caminaba con pasos tranquilo por las calles de Oterry, iba de visita al castillo Lestrange, solo le faltaban algunas cuadras para llegar a su destino y esperaba encontrar a alguien por que la ultima vez que habia ido de visita no encontro a nadie.

 

Las grandes rejas del lugar estaban abiertas haci que la joven Black Lestrange paso para dirigirse hacia las puertas, sus ojos vagaron por todo el jardin del lugar contemplando todo, pero en la mitad del camino una figura llamo su atencion, era un joven de cabellos oscuros al cual reconocio al instante, una sonrisa picara aparecio en los labios de la demonio y se acerco sigilosamente hacia el lugar donde descansaba su tio.

 

-¡Bu!-.

 

El cuerpo del joven se levanto al instante cuando la demonio lo asusto ocacionando la risa de la presente.

 

-Lo siento tio, no me pude resistir-se disculpo la joven.

 

Acomodo su pantalon y se sento en el pasto bajo la sombra del arbol donde segundos antes su tio estaba acostado.

 

-¿Cómo has estado?-.

[Fokker]

Fokker Cygnus (me gusta poner el nombre al comienzo xD)

 

Una brisa de viento agito la cabellera del muchacho, en el momento que flotaba por el país de los sueños. No notó que alguien mas entraba por la puerta del jardín, y se acercaba a él. Sus pasos sigilosos, se confundieron con el rumor del viento sobre la hierba, y solo despertó en el instante que ella se paraba a su lado y gritaba un sonoro

 

—¡Bu!—

Sobresaltado, abrió los ojos, casi al mismo instante que se sentaba sobre la hierba. Aun confundido, se restregaba los ojos con las manos, cuando escucho unas breves disculpas provenientes de una figura femenina. Recordó la voz al instante, y sonrió mientras afinaba la vista para observarla mejor.

 

—Creo que lo tenia merecido — dijo luego de un rato, mientras se acomodaba un poco, y ella se sentaba a su lado.

 

—Pues estaba medio dormido, creo — agregó terminando de despejarse, y a modo de broma. Tratando de adivinar cuanto tiempo se había dormido, observando la sombra del árbol sobre el césped.

 

—¿Tu como has estado?, hace buen tiempo que no te veía— dijo observándola, —¿terminaste la Academia?— preguntó con curiosidad, porque lo ultimo que sabia era que ella era prefecta en la casa de los centauros.

[Helen Evans]

Me ajustaba el abrigo crema aún más si aquello era posible, no era solo el frío, el cual era casi inexistente, el que me obligaba a hacerlo, sino también el nerviosismo. Mis zapatillas negras daban pasos dudosos y apresurados por la empedrada calle que me conduciría a la casa de mi amigo, el primero al que visitaría luego de tan largo viaje, me preguntaba si me reconocería.

 

Mi largo cabello castaño sujeto firmemente en una coleta alta tambaleaba al ritmo de mis pasos, me alegraba de vestir unos cómodos jeans y una camiseta blanca sencilla pues estaba dispuesta a correr en cualquier momento. No entendía el nerviosismo que me gobernaba, después de todo Fokker y yo siempre fuimos muy buenos amigos.

 

Al fin pude distinguir las rejas del imponente castillo Lestrange Lupin, nunca había estado allí pero sí que lo había visto antes, después de todo Farkas vivió allí alguna vez, y mi madre aún lo recordaba, tal vez un día podría llegar a conocerlo personalmente, respiré hondo y me calmé. No era para tanto.

 

No terminé de acercarme a las rejas, cuando un pequeño elfo salió a mi encuentro, y haciendo una enorme reverencia dijo:

 

- Señorita, Bienvenida al Castillo Lestrange Lupin ¿En qué puedo ayudarla?

- Gracias, busco al joven Fokker Cygnus ¿Está en casa?

- Está en el jardín, sígame por favor, ¿A quién debo presentar?

- Helen Reyes, una amiga de Hogwarts

 

Mientras el elfo se adentraba en el jardín, distinguí la figura de mi amigo, había crecido muchísimo en este tiempo, aunque no podía distinguir más que su silueta y la de su acompañante. Al parecer había llegado en un mal momento, ya que su amigo estaba ocupado.

[Sol Lestrange Black]

Sentada en un cómodo sillón en mi habitación, leía plácidamente un libro. Una de aquellas novelas muggles que tanto me gustaban. En ellas los protagonistas pasaban por cientos de pruebas para reforzar su amor, pero tarde o temprano tenían su recompensa, disfrutando del "amor verdadero". Cerré de golpe el libro, y solté un suave suspiro de exasperación, incredula ante lo que leía.

 

- Como si todo fuera tan sencillo...- dije botando el libro sobre la cama mostrando mi frustración. Me puse de pie y caminé hasta el balcón, de inmediato la fresca brisa de primavera removió mis largos y rizados cabellos. Me recargue en el barandal y su imagen vino a mi mente.- ¿Por que tienes que desaparecer por semanas?- lancé al viento como si pudiera responder mis dudas. el miedo se apodero de mi provocandome un escalofrío, sabía tan poco de el, y el miedo de no volver a verlo me hizo estremecer.

 

Tenía miedo, y aquello no me gustaba, me hacia vulnerable...Pero que podía hacer, solo esperar, a que volviera, a que me buscara de nuevo, esperar para volver a mirar aquellos ojos de cielo. El ruido de voces me distrajo, asome la cabeza y descubrí a Fokker con Memi, charlando tranquilamente disfrutando del jardín. Unos metros mas allá, una mujer se les acercaba custodiada por Amin. Los observe un momento, debatiéndome entre bajar y dejar mi encierro, o pasar la tarde con ellos.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Mientras conversaba con Memi, se escucharon algunos pasos, así que dirigió la vista para ver quien era. Una figura femenina junto a uno de los elfos de la mansión caminaban en dirección a ellos. Se andaba preguntando quien podría ser, pidió un momento a su amiga y se paro para afinar mas la vista, hasta que pudo distinguirla bien. Y se estaba llevando una grata sorpresa, porque si la memoria no le estaba fallando era alguien que no veía desde hace algún tiempo.

 

Ya estaba seguro que era una amiga, dio unos pasos más hasta acercarse a ambas figuras, y no necesito esperar a que el elfo la anunciara..

 

—Holaaaa!!!!!!— exclamó con mucho afecto para casi inmediatamente agregar—¿como has estado?— en el momento que le daba un corto pero cordial abrazo.

 

La observó detenidamente, y estaba tal como la recordaba, y mejor. Fokker no era muy extrovertido, sus sentimientos salían muy poco a flote, encerrado en esa dura coraza, pero cuando los expresaba, lo hacia de la manera mas alegre que pudiera.

 

—Te perdiste por mucho tiempo— terminó de decir con una sonrisa y la invitaba a seguirla, para presentar a ambas chicas.

 

—Ella es Memi, mi sobrina— le dijo para hablarle a Memi, —ella es Helen mi mejor amiga.

Esperaba que se saludaran, tenían mucho de que hablar, todos. Miro entonces al elfo y le dijo:

 

— Podrías aparecer una camiseta— al momento que señalaba la camiseta sucia que estaba al lado de la moto. El elfo rápidamente cumplió el pedido. Luego de ponerse la camiseta de color negro, agradeció al elfo y le pidió que trajera algo de beber. La reunión prometía.

[Helen Evans]

Mientras avanzaba hacía mi amigo y su acompañante pude ver que se levantaba y me miraba, al inicio su expresión se tornaba confusa pero vi su mirada aclararse poco a poco, y todo el nerviosismo dentro mio desaparecía, ¡Me reconocía! me saludó y me dio un corto abrazo, viniendo de él, era un gran gesto de afecto pero eso me hizo soltar una ligera carcajada, ¡No había cambiado nada!

 

Aunque al separarme vi que físicamente si había cambiado o mejor esta decir, que había mejorado, pude notar que mi amigo no había dejado el quidditch o eso parecía mostrar el cuerpo que ahora lucía. Mientras íbamos al encuentro de la chica con la que estaba, no pude contenerme más y salté sobre él dándole un enorme abrazo, después de todo la impulsiva y emotiva siempre fui yo, al menos con él que era mi mejor amigo desde siempre.

 

- Siempre tan poco emotivo - dije en fingido tono de reproche - He estado muy bien, regresando de un largo viaje, luego de todo lo que pasó en mi casa. Lamento haberme ido sin contarte nada, pero ya tendremos tiempo - añadí, no quería ponerme triste - ¿Tú como has estado? ¿Otra novia? - pregunté recordando como era en Hogwarts y viendo a la hermosa joven con la que estaba

 

El sonrió y me presentó a su sobrina, en sus ojos pude ver el brillo de burla por mi error.

 

- Mucho gusto Memi - añadí - estrechando su mano, solía ser muy reservada con personas que no conocía

 

Mientras el elfo le traía a Fokker una camiseta, yo me despojaba de mi abrigo, ahora que estaba más cómoda empezaba a estorbarme.