Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Hecate Engosvezhof]

- bueno, los bombones en sí, aunque no tengan efectos puedes añadirles amortentia - reí por lo bajo- claro que, no sería nada nuevo la verdad. Ya sabes de sobra que las secuelas del brebaje en cualquier comida, se agrandan con el tiempo - me encogí de hombros...

 

- Aunque ¿sabes? puedes patentar muchas cosas... Los gemelos weasley lo hicieron ¿porqué tú no? - dije con una sonrisa.

 

- La verdad, si tu madre quiere tener líos con Jack, sabes de sobra que eso no le hará falta..

 

Me fijé en cómo buscaba las caretas que yo le había preguntado...

 

- anda... y no tendrás de ¿mortífagos? - pregunté, alzando las cejas - ya sabes, ya que están para asustar y eso... Hay gente que es bastante susceptible - reí por lo bajo- hay gente que no aguanta una vulgar broma - hice girar mis ojos para ponerlos en blanco.

 

- Y no sé si tendréis capas de invisibilidad... Aunque hay pociones que pueden producir ese efecto, ya sabes que cuando se pasa, no es lo mismo - me encogí de hombros- e igualmente se las puede hechizar con encantamientos, pero claro, no es lo mismo...

[Xell Vladimir Potter Black]

No es que creyera que mi primo no sabría cuidar las flores. Estoy segura que, como hombre, sencillamente olvidaría darles agua o nutrientes. Así que, para despedirme de él, usé un detalle diferente al que iba dejando en el resto de negocios de la familia. Quería dejarles algo que durara mientras yo estuviera fuera, pero estaba segura que Matt no era tan cuidadoso como las tías o las primas o como mami. Así que, para él, decidí que le mandaría una flor que sobreviviera a pesar de su falta de cuidados o tal vez por sus excesos de cuidados. Los hombres, en general, no saben encontrar el punto exacto para las flores.

 

Así, mandé a mi elfo para que dejara aquella muestra de cariño a mi primo, dándole la orden de que no se parara mucho, pues aún quedaban muchos negocios que visitar.

 

"Querido primo Matt: Gracias por todo. Cuida a la prima Helike y cuando os caséis, hazme llegar una invitación o me enfadaré mucho con los dos. Os quiero!"

 

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[Matt Blackner]

Salí de l aplanta superior. Recordaba la conversación de días atrás con Heliké, cuando me había preguntado por las caretas y disfraces. No teníamos de mortífagos, poruqe las máscaras que teníamos usaban un hechizo qeu durante algunas horas creaba el efecto de aquello que representaba, y aunqeu era una broma, me preocupaba qeu andaran por ahí niños con máscaras mortífagas y qeu por culpa de un malentendido pudieran salir heridos.

 

O peor, qeu algún delincuente las usara para meterse en problemas.

 

Estaba haciendo un poco de limpieza, ordenando los materiales y reponiendo lo qeu faltaba. Estábamos en la última época del curso, y ya no se llevaban tantos libros como materiales para pociones, plumas, pergaminos...

 

Había acabado con el trabajo, asi qeu me senté tras el mostrador, con un trozo de pergamino y un lápiz, garabateando cosas en el papel, distraido.

[Sagitas E. Potter Blue]

Usé el hechizo de aparición para llegar cuanto antes a la tienda PB. Necesitaba urgentemente un libro que estaba segura que estaba en aquel lugar. Lo que no recordé, con las prisas, era que ya no era dueña de la tienda y que, por tanto, no podría aparecerme en el interior. Lo recordé demasiado tarde, cuando choqué contra la puerta y el cristal de la entrada se hizo añicos y me corté en la cara, las manos y mi traje quedó hecho jirones.

 

-- ¡Demonios! -- grité, enfadada y dolorida. -- ¿Es que no puedo aparecerme donde me dé la gana?

 

En realidad la respuesta es no, pero me era igual. No me lo esperaba.

 

-- ¡Maldita sea...! Estoy dejando el suelo lleno de sangre. ¡Ay, por los dioses? ¿A que me muero desangrada aquí? ¿Dónde está mi varita? ¡¡Harpoooo!! ¡¡Tráeme la varita, que me la dejé en el tocador...!!

 

Mis gritos eran tan fuertes que seguro que el elfo me oía desde la casa sin el vínculo que manteníamos. Mientras esperaba, rompí la manga de la blusa y me apreté el muslo, que era donde más flujo de sangre veía que salía. Sin mirar atrás, grité de nuevo.

 

-- ¿Es que no hay nadie presente que pueda hacerme un Episkey? ¡¡Qué me muerooooo!!

[Hecate Engosvezhof]

Pociones, pociones pociones... ¿En dónde me había metido? Ni yo lo sabía, pero me encantaba ese arte, no podía negarlo. Había dado clase a un montón de magos y brujas y estaba más que satisfecha, pero necesitaba vacaciones y además, seguir investiando por mi propia cuenta, tanto usando alguno de los grimuares que tenía en casa, cómo los que iba adquiriendo cada vez que salía alguna novedad al respecto...

 

Así que, vestida con unas botas de piel de dragón, tejanos, camiseta y cazadora de cuero, me desaparecí del castillo Rambaldi, para hacerlo a unos cuatro metros de distancia de la librería. Llevaba la varita en mi mano derecha al hacer el encantamiento de la desaparición. Comprobé además, de que tenía el monedero de piel de moke, para hacer la compra...

 

A lo lejos, pude divisar que alguien se encontraba en apuros, tenía un pelo violeta, ¿Sagitas? Pensé yo. En esos instantes, me pareció además, notar cierto aroma a sangre.

 

Apuré el paso y llegué hasta dónde estaba ella.

 

- ¡Sagitas! - exclamé yo, preocupada al verla en ese estado tan lamentable en el que estaba...

 

- Espera, espera, déjame que te ayude - no sabía si su orgullo saldría para dejarme con la palabra en la boca, para armarme bronca o simplemente se dejase echar una mano... Me daba exactamente igual.

 

- ¿Qué ha pasado? - volví a inquirir de nuevo tomando la varita que había guardado en el interior de los bolsillos de la cazadora de cuero.

 

- Tranquila, vengo en son de paz - le dije con una sonrisa y para que no viera que era una amenaza.

 

Susurré varios episkeis tanto para los cortes que tenía en la cara y en las manos.

 

- ¿Querías aparecerte dentro? - volví a cuestionar ahora. Seguramente recibiría una regañina, por meterme en dónde nadie me llamaba.

 

>> Aquí no tengo esencia de murlap, porque eso haría que no te dejase ninguna cicatriz - apunté mi arma mágica a sus manos y susurré un aguamenti, un chorro de agua cristalina, brotó de mi varita para que se le quitara la sangre que tenía- no me riñas, pero no creo que te guste preocupar a Matt, y no pienso echarte agua en la cara, porque seguro que piensas que me quiero burlar de ti - negué con la cabeza, mientras esperaba su reacción, que, seguramente no sería demasiado buena.

[Matt Blackner]

Bajaba desde la segunda planta a toda prisa. Había escuchado un estruendo en la planta baja y algo que me parecían gritos y cristales rotos.

 

Asi qeu cuando vi a Heliké arrodillada junto a Sagitas, la puerta hecha añicos y un montón de sangre me alarmé.

- Mamá! - exclamé, saltando los últimos escalones.

 

- vale, vamos a llevarla a la parte de atrás... - murmuré. la cogí en brazos con cuidado, ya que tenía un gran cristal clavado en la pierna, donde ella misma se había hecho un torniquete.

 

Anduve con prisa el poco espacio que nos separaba del mostrador y atravesé de espaldas la puerta de la trastienda, donde teníamos una pequeña sala con una mesa y un par de sofás donde descansar. Fue en uno de ellos donde tendí a Sagitas.

- Que necesitas heli? - pregunté a la vampiro - Me explicarás que te hizo el pobre cristal para que te lo cargases?

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Un poco desanimada por un día donde seguramante no podría verlo...eso era como si me negaran el sol que me vigorizaba, iluminara todo a mi alredor y me hiciese sonreir...pero por eso mismo parecia que iba como zombi, solo me faltaba aquella facha de los no vivos...

 

Sin ánimo entre en el local, si vi la ventana rota no le preste atención, fui buscando entre estantes aquello que imagine me serviría, era que tenía que dedicarme hacer algo, justificar que no tenia ganas de ir a trabajar si consideraban que no tenía un puesto propiamente y en regla y ahí ese "compañero" que no había más aprendiz que Alegna...así que...para que molestarme en regresar? Mi jefe no he visto y sin su apoyo me siento intrusa...

 

Encuentro el kid de pociones para los estudiantes de quinto grado en Hogwarts, con el empezaré a practicar, algo debo hacer...mientras llega la oportunidad de lograr lo que anhelo.

 

Voy al mostrador y llamo al elfo o el encargado:

 

--Buenos dias...perdón, deseo adquirir este material, pueden atenderme por favor?

 

@@Matt Blackner

[Matt Blackner]

Mientras @ curaba la nariz sangrante de @ en la parte de atrás, escuché qeu alguien entraba. me puse de pie, disculpándome, y salí fuera para atender al cliente qeu parecía pedir ayuda en el exterior.

 

En cuanto salí caí en qeu la ventana seguía rota, asi qeu murmuré un reparo que la dejó como nueva.

 

- Buenos días. - saludé a la joven, sonriéndole. Me di cuenta de qeu parecía estar un poco deprimida, tal vez un mal día en casa o alguna riña familiar la hacían sentirse asi. Una tarea en la acadmia que fuera mal o qeu el trabajo no resultara lo esperado, eso podría ser causa del malestar de la joven que acababa de entrar.

 

Parecía una lista de ingredientes y materiales para las pociones. Tomé la nota con lo necesario y le di un vistazo rápido antesd e volver a mirar a la chica.

- Bien, si quieres acompañarme podrás echar un vistazo tu misma a lo qeu tenemos. - le dije.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Un joven mago pelirrojo me dio los buenos días y me quede pensativa...salude? No podía recordar...así que compuse lo mejor que pude mi gesto extrañado y le respondi:

 

--Gracias, buenos días tenga usted también. Si, veo que ya sabe por el tipo de material que vine a adquirir.

 

Mire entonces el kid que yo había puesto sobre el mostrador, pero entonces pense que sería bueno ver que más me podia ofrecer. Así que asenti a su invitación de ver nuevamente el surtido sobre pociones.

 

--Si, gracias, si es tan amable le agradezco...no soy tan buena en esto de las pociones, la verdad he descuidado esa parte de conocimientos pero creo que podré llevar un buen desempeño. Vamos, lo sigo.

[Matt Blackner]

Indiqué a la joven que me acompañase por las escaleras mecánicas, ascendiendo hasta la planta donde estaban los materiales para las pociones: desde calderos de diferentes tamaños y materiales hasta ingredientes de colores y formas variadas, fueran plantas, insectos, extractos...lo que pudiera ayudar a las pociones. También teníamos algunos libros de pociones.

 

- Necesita material para preparación o ingredientes? - pregunté a la joven.

 

Parecía un poco extrañada aun, y no estaba seguro de si sería buena idea preguntarle. Mejor le dejaba un poco de espacio para que mirase y eligiera que prefería llevarse.

 

- No te cortes, puedes mirar por las estanterías y elegir lo que necesites, yo te lo prepararé para que puedas llevártelo a casa. Y si quieres practicar, tenemos algunos libros qeu a lo mejor te ayudan.