Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Sunar PBT]

Sunar con Argi, y sus tíos

 

Al pasar un buen rato pegada a su hijo, el cual parecía estar intranquilo porque no lo soltaba, Sunar lo dejó respirar. Era una madre muy sobre protectora y algunas veces no medía sus acciones ante los demás.

 

– No digas eso tío – se levantó mirando al pelirrojo que se culpaba de haber perdido peliazul. – como dice Jessie, esto podría haberme pasado hasta a mi, que soy su madre. Creo que mis nervios no harán mucho caso hasta que lo vea hecho un hombre. Y como puedo ver a mi tía Sagitas, ni cuando sea autosuficiente estaré tranquila. Creo que hasta que no esté en este mundo podré vivir en paz cuando mi hijo no este cerca de mí o pueda saber que está seguro. – explicó la Potter Black mirando a Argi jugar con ese micropuff y Fenrir que se aproximó a ellos.

 

Se hallaba mucho mejor, la preocupación se fue con la amenaza pero no entendió como fue posible escuchar esa voz amigable desde hace tiempo. Además de estar preocupada, también se preguntaba por qué en ese momento.

 

– No te estreses, déjame eso a mí que soy su madre – rio mientras abrazó a Matt. – ¿Y qué hacemos ahora que no hay moros en la costa? ¿Seguimos con los arreglos de la tienda? – preguntó mirando como el animalito peludo saltaba hacia el hocico del lobo y éste retrocedía al tener el animalejo. Argi disfrutaba de ese par.

[Matt Blackner]

Sunar dejó libre a Argi para que jugara con Fenrir y su pequeña mascota. El niño parecía más nervioso por el prolongado abrazo de su madre que por haberse perdido, pues seguramente para el había sido una pequeña aventura.

 

Mi sobrina me dijo que no me preocupara, qeu podía pasarle incluso a ella, qeu se había puesto nerviosa y que seguramente no se le pasaría hasta que fuera mayor aunque, siuiendo el ejemplo de nuestra familia, mas bien eso no pasaría nunca

 

Parecía mucho más relajada que un rato antes, me abrazó riendo y al final, me relajé y reí con ella, achuchándola.

 

- Bueno, deberíamos terminar con los arreglos, porque yo creo que está casi todo listo.

 

Fenrir olisqueaba a la mascota de Argi, que saltó desde el hombro del niño hasta caer sobre el hocico del lobo, qeu echó las orejas hacia arriba sobresaltado y gimió, sin saber que podía hacer,intentando dar un lametón al animalito.

[Sunar PBT]

Sunar con sus tíos, aún jeje

 

La pelicastaña sintió que su tío también se hallaba mejor después de todo el episodio que ella misma propició, y no era para menos haberse puesto histérica por una caja, y porque el niño no se encontrara donde lo dejaron. Debía controlarse más antes de dejar aflorar sus inseguridades, encontrar un solución y hasta ese momento saber si es bueno preocuparse.

 

Argi jugaba a perseguir la cola del lobo junto al micropuff que no se bajaba del mismo. Sunar le gustó ver a Fenrir preocupado por una bola de pelos sobre su cabeza y un niño tras él. Pero mientas ellos se divertían, los adultos tenía que dejar el local aun mejor preparado por la apertura a los clientes. Cada vez que quería hacer algo bueno, una situación inesperada se presentaba. Vender en esas condiciones, no sería provechoso para la tienda.

 

-Tienes razón, estamos casi listos. Pero tía Sagitas, no nos ha dicho aun donde poner los ingredientes peligrosos. Quiero decir, si ella tendrá la venta de esa parte de la mercancía, ¿Dónde la ponemos? Ya que seguramente, bajo llave deben estar – y entonces cayo en cuenta – Después de tanto tiempo, ¿Dónde queda su oficina dentro de la tienda? – en realidad no recodaba si le había dicho.

 

Algunos de los más delicados artículos, era mejor llevarlos y dejárselos a la Potter Blue para que fuese ella que los guardara. Si algún cliente quisiera de esos, los más delicados o peligrosos, debía pedirlos con la misma dueña que le indicaría como adquirirlo de forma segura, para ellos y para ella, así no la tildaban de traficante. Tener al ministerio preguntando, no era agradable.

[Matt Blackner]

me eché a reir. Fenrir había olisqueado preocupado la pequeña bola de pelo que no se bajaba del hombro de Argi, y qeu asustado por el gran lobo, había subido a la cabeza del pequeño y se había puesto en el otro hombro, como si asi fuera a alejarse de el.

 

Pero era divertido.

 

El lobo jugaba con el pequeño, que perseguía la cola de Fenrir, mientras el lobo al mismo tiempo intentaba atrapar a la bolita de pelo qeu se le había subido a la cabeza. El niño reía y parecía feliz.

 

Sunar llamó mi atención. Claro, los productos más peligrosos...si, debían estar a buen recaudo, y ese lugar era el depacho de Sagis.

 

- Sería buena idea, pero la verdad es qeu no se donde tiene su despacho. Podríamos subir y mirar. - dije, tomando el par de cajas con los productos peligrosos.

[Sagitas E. Potter Blue]

Sonreí, agradecida por el comentario de Eledhwen sobre mi privilegio de dueña.

 

-- No, no, hay otro dicho mejor: primero el cliente. Además, si acabas pronto, pues así no te hago esperar.

 

Amagué un bostezo, aún no estaba del todo despierta. Y seguro que si la lechuza de Xell no me hubiera molestado, aún hubiera dado otra cabezadita. Noté que me miraba y me ruboricé un poco ante mi prima.

 

-- Últimamente ando muy cansada. Y eso que duermo (casi) todo lo que hay que dormir... -- me excusé por mi cara de sueño.

 

Ella pedía gran cantidad de pergaminos y fruncí el ceño.

 

-- ¿Ratones? Oooh, qué lindos. Quiero decir..., qué mal, tendrás que pedirle a Sunar que te haga una desratización en el castillo. ¿Podré quedarme una camada? -- pregunté, algo entusiasmada.

 

Y cuando me informó de grabar el escudo, sonreí, complaciente.

 

-- ¡Ostras, prima! Es una idea genial. Tú escoge el pergamino que quieras y nos das la imagen del escudo y te lo hacemos. Xell tiene una imprenta en la Librería y trabajamos con ella compartiendo trabajos para los clientes. Así que no te preocupes que nosotros te montaremos el papel oficial de tu mansión.

 

Y la idea me entusiasmaba. Ojalá le gustaba a Eledhwen y entonces pondría manos a la obra. Al fin y al cabo, tenía que llevar la tinta a aquel negocio, con lo que aprovecharía para llevar el encargo.

[Sunar PBT]

Comenzando el traslado de de Materiales Peligrosos y Costosos

 

La larga situación anterior la había sacado de las labores imortantes de la tienda. Aunado a eso que su hijo se hallaba allí, le era más difícil porque quería pasar el tiempo con él y estar subiendo escaleras, recogiendo productos y bajando de nuevo no ayudaría en mucho. Debió empezar hacer alg así cuando Argi se hallaba más pequeño, pero cargarlo como había visto en otros lugares le provocaría un gran dolor de espalda.

 

- Si tío, hay que ir reuniéndolos - le comentó mirando que ya agarraba una caja. - Y no solo de los peligrosos, sino de los más caros por su grado de importancia en las pociones, como esa de sangre de dragón. Y esa de materiales de erumpent. - dijo señalando un grupo de cajas que tenía un set cola, cuerno y botellas del fluido de esa criatura.

 

Tenía un largo trabajo por hacer, reunir todo sin que hubiera problemas graves de escape de sustancias, y que su niño no fuera a congelar nada en su afán de divertirse. Sin embargo, eso no la preocupaba mucho, mientras el lobo lindo de Matt estuviera, jugaría mucho.

 

- Tío, también ese paquete con plumas de jobberkonll - Sunar decía al tiempo que buscaba como llevar las 5 cajas de artículo de erumpent.

[Rodrigo Snape]

Rodrigo Myrddin Marshbone Lóriyen - Nuevo Afiliado

 

Me acababa de levantar en el Castillo Myrddin, porque este sería un gran día. Tenía sensaciones al mismo tiempo, nervios por ser mi primer día, desesperación por comenzar a trabajar y más que nada felicidad por comenzar un nuevo camino en mi estadía por el Mundo Mágico. Me alisté como usualmente lo hago: jeans color azul marino, camisa estilo polo a rayas azules y blancas y mi capa, de la cual dudé en traerla puesta. No estaba seguro de si iba necesitar de una varita, pero mejor agarré la nueva hecha de álamo y me preparé para irme.

 

Ya en el Callejón Diagon empecé a buscar la Tienda P.B. de Material Escolar, tenía que encontrarla rápido o llegaría tarde. Encontré la tienda después de un par de minutos y después de dar una sonrisa, entré. Me dediqué a observar un poco mi entorno y deje mis cosas en el primer estante que vi. Era hora de encontrar a todos.

 

Después de buscar un tiempo encontré a varias personas hablando y decidí que era hora de presentarme. -Hola, soy Rodrigo Myrddin... el nuevo afiliado- dije con una sonrisa.

 

Me sentía muy nervioso y esperaba que esto no se reflejara en mi tono de voz ni en mi expresión corporal.

[Eledhwen]

La Hufflepuff observó los tipos de pergamino que le mostraba el elfo de Sagitas:

 

- Son muy bonitos, Harpo, me quedo con los dos, me cuesta elegir sólo uno - dijo Eledhwen riendo, y añadió - creo que quedaría más elegante el escudo en la parte superior de las hojas.

 

Su prima Sagitas hizo referencia a los posibles ratoncillos inquilinos del Castillo, y la rubia le contestó:

 

- Realmente no sé si existen o no, yo todavía no les he visto, pero esos mordisquitos.. Aunque ya te digo que pueden ser de Mel, este tejón creo que devora hasta en sueños, cualquier día se levanta sonámbulo y me pega un tarisco en la pierna.

 

Después Sagitas le explicó que en la imprenta de Xell podrían realizar el grabado del escudo. La desmemorizadora sonrió satisfecha:

 

- Es genial, así doy trabajo a toda la familia y amigos, que los galeones queden en casa.

 

Se escuchó el ruido de la puerta de la Tienda abrirse, y tras unos minutos, un joven de cabellos castaños y ojos verdes apareció en el lugar en el que conversaban. Se presentó como Rodrigo Myddrin.

 

- Hola, buenas, soy Eledhwen Hufflepuff - se presentó la Hufflepuff - soy la prima de la dueña.

[Sagitas E. Potter Blue]

Observé de forma crítica los dos tipos de pergamino que mi prima había escogido. Le sonreí de una forma picaresca.

 

-- Por supuesto, a mí me parece genial que compres los dos tipos pero... Si me permites un consejo de prima, que no de comerciante... Esta resma tiene una trama con mucha agua, lo que significa que cuando pongas el escudo encima, se irá diluyendo los colores y en un tiempo mínimo quedará borroso.

 

Le pedí una muda disculpa al elfo, pero Eledhwen era mi prima y, por tanto, no iba a hacer negocio con ella. Quería que quedara satisfecha.

 

-- Aquí, en la parte superior, quedará perfecto en este pergamino, sin embargo. Quedará fijado y durará mientras dure el pergamino.

 

Me sentía satisfecha, a pesar de perder una parte de la venta. Era comerciante, pero también era legal con la familia.

 

-- ¡Oh, por Merlín! ¿Quién está haciendo tanto ruido por allá arriba?

 

Debían ser Matt y el lobo, pero a saber qué hacía; mientras no hubiera otra invasión de ardillas con mala leche, como la última vez que subí a la tercera planta. Y ahora que recordaba, había avisado a Accidentes para arreglarlo y aún no había pasado a ver como había quedado la restauración.

 

Pasé la mano por la resma de papel que había elegido mi prima cuando llegó un chico. Le reconocí y le sonreí. Él se presentó y le di la mano, para saludarle.

 

-- Hola, Rodrigo. Bienvenido a la Tienda PB de Material Escolar. ¿Qué tal estás? ¿Te costó encontrar el lugar? Estamos bastante céntricos en Diagon.

 

Señalé a mi prima y después al resto de la tienda.

 

-- Ella es mi prima, y una gran cliente, siempre la tenemos por aquí, comprando. Ven, acércate, que te enseñaré la tienda.

 

Y ahora me dirigí a mi prima.

 

-- Es nuestro nuevo dependiente. Pensé que con todo lo que hay que hacer para la inauguración nos vendría bien un par de manos extras.

 

Después le enseñé la puerta de la trastienda.

 

-- Ven. Te enseñaré donde puedes cambiarte si quieres ponerte una bata o algo... No es obligatorio pero te lo aconsejo. Por experiencia sé que en la tienda acabas siempre con cajas por encima.

 

Y sonreí, no quería asustarle en su primer día.

[Rodrigo Snape]

Rodrigo Myrddin Marshbone Lóriyen - Nuevo Afiliado

 

Noté a dos brujas hablando y les di la mano para saludarlas. Después de que la Hufflepuff y la Potter Black me salduaran les dije: -Hola Eledhwen y Sagitas. Bueno estoy un poco nervioso y ustedes? En cuanto al lugar, me tardé un poco pero supongo que fueron los nervios-. Noté como Sagitas le decía algo a su prima, sin embargo decidí no darle mucha importancia. Esperaba haber causado una buena impresión y no haber llegado tarde. No habrá tenido tiempo de mirar mi reloj y sabía que llegar en destiempo el primer día de trabajo no era bueno, sino todo lo contrario.

 

La bruja me indicó que me acercara y lo hice. Logré ver gran parte de las cosas que me rodeaban y me di cuenta de que estaría trabajando en una de las mejores tiendas del Callejón Diagon. Me enseñó donde podía cambiarme y entré. Noté varias batas y decidí ponerme una. Primero me puse una que se me caía de lo grande que era, después fue todo lo contrario: al ponerme la segunda bata me sentí tan incomodo que sentía que se reventaría si me movía un poco. Después de probarme unas 5 batas por fin habían encontrado una que me había quedado perfecta. Salí y le sonreí a la Potter Black. Estaba un poco nervoso y entusiasmado de seguir y realmente esperaba que no hubiera un momento de silencio por lo que le dije:

 

-¿Y ahora a donde iremos?