Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

– Y, ¿Dónde has estado? Porque no sabíamos que mi tía tenia otra hija.. la verdad sigo sin comprender muy bien a todos los miembros de la familia – no pude evitarlo, me eche a reír a mandíbula batiente mientras pensaba en mi madre intentando ocultar mi existencia, le acomode en un estante y pensé un poco en lo que me dijo mi sobrina, le contesté:

 

-Pues no me sorprende que mi madre no haya hablado de mi con lo mala hija que he sido, la abandone durante mucho tiempo... Debido a la herencia de mi padre soy un demonio y era su reina hasta hace poco que dimití, por eso he vuelto a Ottery, porque quiero recuperar el tiempo perdido con mi madre y mis hermanos - Suspiré mientras me revolvía un poco esperando que Sunar no se diera cuenta:

 

- En fin aun no se si mi vida familiar tenga arreglo... - Miré a Sunar con algo de tristeza en los ojos, le volví a sonreír esperando ocultar un poco lo que estaba sintiendo. El vacío que llenaba mi interior...

[Sunar PBT]

Sunar con Perenela

 

Al llegar a la planta baja la mujer se dispuso a retirar ciertas cajas más chicas de las cuales se hallan encima de las que suponía la Potter Black, poseían los ingredientes.

 

Algunas botellitas era más delicadas que otras, así que esas se hallaban metidas en unas cajas de madera más pequeñas con mucho aserrín para amortiguarlas de golpes. Pero la sonara carcajada de su tía la sorprendió mucho, la miró antes de oir su explicación.

 

- Ohh, no sabía, pero me alegra de conocerte y que pronto hables con Sagitas - expresó antes de abrir una caja con varias bolsas de "Ortiga seca", la etiqueta lo indicaba.

 

Y siguió con otras cajas más antes de vislumbrar una con botellas, otros de los ingredientes que necesitaba Perenela. Pero creyó que le faltaba encontrar esa sangre de dragón, el cual no recordaa dónde le pusieron.

 

- Mira, aquí hay ortiga seca, ¿cuántas bolsita necesitas? - le preguntó dejándolas encima de una mesa.

 

Por estar muy distraida no observó a su tía.

[Jessie Black Lestrange]

Jessie Potter Blue

 

Sonreí al sentir las palabras de mi madre, me tranquilizaba saber que confiaba en mi, que no tenía miedo y por el contrario, se preocupaba de lo que me pasaba.

 

-Eso de meterme en la maleta suena divertido, me hago pequeñita, me colocas en un frasco y me guardas, así les hago trastadas a ti y a papá cuando...- me calle abruptamente al imaginar a mis padres dandome otro hermanito travieso como Itilion.

 

Me dio un beso en la frente y volví a abrazarle por la cintura, si... ya era mayor pero aun era la niña pequeña de mi madre y lo más probable es que siempre lo fuera y aunque conocía las razones de por que me había dejado con los Stabolito de verdad me hubiera encantado crecer con ella.

 

-Te quiero mami- susurre acurrucada entre sus brazos

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-Ohh, no sabía, pero me alegra de conocerte y que pronto hables con Sagitas - Le sonreí cada vez adoraba mas a Sunar, era bueno saber que mi madre tenia mucha mas gente que hubiera apaleado mi ausencia, hice una mueca, tenia que remediar eso pronto no quería que creciera una brecha entre mi madre y yo, vi a Sunar revolotear por todos lados con cajas de madera, de cartón y bolsitas, me dijo:

 

- Mira, aquí hay ortiga seca, ¿cuántas bolsita necesitas? - Hice un calculo mental, rememorando las dimensiones del sótano, le dije:

 

-Creo que con cinco estarán bien, necesitare pelo de cola de unicornio, sangre de dragón, bazo de murciélago, cuernos de unicornio, bueno todo lo que tengan de pociones, quiero estar bien abastecida - miré al segundo piso y grité:

 

-¡¿MAMA?! ¡¿JESSE?! ¡¿MATT?! ¿Esta aqui? - Miré a Sunar y le sonreí:

 

-Lo siento, pensé en hacer un poco de alboroto para ver si puedo ver a mi madre y a mis hermanos... Quiero empezar a arreglar las cosas con ellos...

[Sunar PBT]

Sunar con Perenela

 

Sacó las cinco bolsitas que le pidió su tía. Las demás las guardó de nuevo en la caja y la cerró evitando así que la humedad las echar a perder. Volvió a rebuscar en otra caja que cerca a ese, se encontraba. Era otras bolsas de hierbas.

 

Pero escuchó después la lista y, fue que recordó que las cajas marcadas con “frágil” debían ser las de la de sangre de dragón y los otros ingredientes muy importantes.

 

– Permite un momento – le dijo saliendo de esa pequeño espacio para dirigirse a la parte trasera del mostrador de la planta baja para fijarse que detrás, en una gaveta se hallaba la cajita, con las diminutas botellas.

 

Las agarró con sumo cuidado y se digirió a la Grindewald.

 

– Mira estas son las de sangre de dragón De estas cuántas necesitas? Y sigo buscando las otras – le dijo mientras trataba de recordar donde podría estar el pelo de cola de unicornio.

 

Pero la oyó gritar los nombres de sus demás tíos. La observó preocupada que pudiera caer en alguna crisis y la Potter Black sin saber como atender esa clase de casos. Pero respiró y le regaló una sonrisa para que se calmara. Aunque ella misma quería gritarle a sus tíos para que salieran del lugar donde se metieron.

[Matt Blackner]

Jack Blackner. on Sagis Y jess

 

Jesse no supo que dcir. Era duro oir decir a tu hija que los demás la habían rehuido, pero había sido por subien, todo por intentar que sobreviviera, ue tuviera una vida, la que por aquel entonces ella pensaba que nunca tendría el peuqeo Matt.

 

Jesse no tardó en correr y abrazarse a Sagis, en esconderse entre sus brazos en busca de consuelo. Sonreí al ver aquella escena, era muy tierno y tuve una punzada de envidia. Era de esas cosas en las que nunca iba a poder participar.

 

Pero me alegraba verlas felices.

 

Aunque puse cara de indignación al oirla decir que anularía la luna de miel.

 

 

 

 

Matt Blackner

 

Habiamos acabado con la madera, todo estaba limpio, recien pintado.

 

Me iba a despedir de Xell cuando me dio un beso en la mejilla. Y de pronto, sin saber y por qué, echó a correr.

 

No entendía nada, pero eso me perturbó. por que se comportaba asi? había hecho algo malo?

 

No lo sabía no tenía ni idea y me preocupé.

 

Decidí que lo mejor era apilar la madera, la usaríamos en el invierno para las chimeneas, pero no podía quitarme aquella situacion de la cabeza. debía hablar con mamá y con Jess, seguro que ellas entendían mejor que yo lo que había hecho.

 

Por eso cogí un monton de leña y bajé las escaleras, a ver si las encontraba

[Sunar PBT]

Horas después del ataque a la Mansión

Simyni con Argentus

 

La elfina logró aparecerse dentro de la tienda, pero no sabía como regresar para ayudar a la ama Sunar. El niño no se dio cuenta lo acontecido, ya acostumbrado a estar de un lado para el otro con los elos y e la flata de sus madre por cuestiones de trabajo.

 

Se encontró la Simyni en el primer piso antes de ver como descendía el joven amo.

 

- ¡Amo Matt, Amo Matt! - gritó con el pequeño peliazul en brazos.

 

Corrió hasta él con premura para contarle de lo sucedido.

 

- Los mortifagos se llevaron a la madre del amito Argentus, pude salir por ordenes de la ama Sunar. - explicó algo acongojada por la noticia.

 

El niño lo miraba sin nada que expresar con sus ojos color avellana. La elfina no lo soltaba porque si debía desaparecer de nuevo, estaba más que preparada. Era un elfo y ellos eran tan especiales que en cualquier momento, podía irse del sitio.

[Matt Blackner]

Había cambiado de sitio los montones de madera, ahora guardados en la trastienda para que no estorbaran a nadie. No me había cruzado a mamá ni a Jesse, asi qeu seguramente seguían solucionando el malentendido entre ellas.

 

Yo aun dudaba. No entendía loq ue le pasaba a xell, no sabía si había hecho o no algo mal, asi qeu, mientras daba vueltas al asunto, había estado despejando un poco la primera planta, organizándola.

 

Y entonces aparecio simyni con Argi en brazos. Hasta ahi, todo normal, estábamos acostumbrados a ver a la elfina cuidando del niño.

 

pero la noticia me dejó helado.

 

- Que? malditos mortifagos. - mascullé, golpeando la pared con impotencia. - Si se la han llevado a su escondite...vale, yo cuido de Argi, por favor Simyni, ve a San Mungo, o a las calles....tal vez la dejaran tirada por ahi y necesita ayuda. En cuanto la encuentres, dímelo.

 

ME agaché para coger en brazos a mi sobrino y la vi desaparecer.

 

- Parece ser que estamos solos Argi - dije al pequeño, no quería que se entristeciera. - - mira eso, ves? son los microppufs. - enseñé la gran jaula, donde los animalitos correteaban. Me senté alli, con el pequeño sobre las rodillas.

[Sunar PBT]

Simyni dejando al niño con Matt

 

Se hallaba muy angustiada por la suerte que habría corrido la madre del amito, pero ella debió obedecerle y por eso sacó al niño de la habitación antes que los malos le fuesen a provocar daño alguno.

 

Después de ver como le afectó la noticia al hijo de la matriarca y patriarca de la familia, atendió a las órdenes que le daba. Entendió perfectamente y cuando supiera algo, regresaría.

 

Entonces Argentus quedó con su tío. Cada vez que quería hacer algo, cambiaba de persona, pero le agradaba estar con el mago. Él peliazul no entendía de parentescos, ya que desde que tuvo algo de conciencia los elfos, su madre y tíos se hallaban cerca. Lo veía como esa figura masculina que solo conocía.

 

– ¡¡¡¡Siiiiii!!!! – gritó de emoción al acercase a las peludas bolas que se movían.

 

Argi quería agarrarlas, estiraba sus manos, como cuando la jaula de la ardilla. Y sucedió igual. Una de las jaulas pequeñas se movió hacia ellos, casi cae al piso. Sonreía y aplaudía, ya mejoraba en su alcance.

 

Si Matt no se daba cuenta a tiempo, podría hacerla caer con todo y animales.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Decidí pasear por la tienda, Sunar se habia ido y me habia dejado sola, fruncí el ceño y extendí mi percepciòn sensorial, sabia que a mi madre no le gustaba eso porque para ella eso era como si violara la intimidad de todos pero la verdad es que me sentia sola y algo deprimida.

 

Habia gente en la parte superior y en lo que era la trastienda, fruncí el ceño y me concentré la malla mental era recia y dura, no como la de mi madre pero si algo parecida, tal vez por la marca de terquedad que se marcaban en ambas mallas. Empecé a caminar hacia la trastienda, frunciendo el ceño al sentir tan comoda la malla pero sin identificarla del todo. Toqué levemente la puerta y abrí despacio:

 

-¿Hola? - vi a mi hermano enfuruñado con un niño en brazos - ¿Matt? ¡MATT! - Me lancé sobre mi hermano y lo tomé desprevenido tirandolo al suelo, me eché a reir:

 

-Tenia tiempo que no te veia hermanito... ¿Como has estado? - Le sonreí al niño que estrujaba un micropuff en sus manitos y que habia caido sentado sobre las piernas de mi hermano.