Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Hecate Engosvezhof]

¡Al cuerno con los mapas estelares! Había evitado en grado sumo participar en esa pequeña aventura familiar pero ahora no podía negarme. No y menos aún cuando Sagitas según decía el elfo se estaba quemando dentro de un espejo. Si es que era lo que había entendido.

 

-¿Crees que entre todos podemos sacarla? -Pregunté a Hayame preocupada -no tengo ni la menor idea de los antecedentes. He venido un par de veces a comprar por aquí, pero siempre eludiendo el echo de tener que ayudar si no era realmente necesario. Ahora lo lamento. Quizá con más magia podíamos detener toda esa locura, la verdad -respondí un poco apesadumbrada.

 

-Ahora mismo no recuerdo en qué planta exactamente está sucediendo todo ésto. Sé que hemos pasado por algunas pero no por la que... -me callé y tomé rápidamente la varita -haré lo que sea necesario para traer a Sagitas y si hace falta invocar un ejército de demonios lo haré sin dudar -dije amenazante.

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer pelirroja asintió con seriedad mientras su corazón parecía seguir con aquella horrenda marcha funebre en sus oidos, redoblando los tambores desde lo mas profundo del interior de su cuerpo como si no tuviese la mas minima intención de darle tregua o de dejarla pensar en claro cuando el peligro les exigía que dejasen de lado cualquier titubeo y que actuasen al momento y de golpe

 

Sin hablar mas hizo una seña con su cabeza a las escaleras antes de agacharse y tomar al elfo del suelo para colocarlo debajo de uno de sus brazos como si fuese algun tipo de morral para llevar

 

Un momento después se lanzó en dirección de las escaleras a sabiendas de que la otra vampiro corría tan rapido como ella misma y admirando a pesar del momento, el hecho de que la chica tuviese tal disposición y fuerza ante todo lo que se presentaba, sin importar si era repentino aquello o había tenido tiempo de hacerse a la idea

 

Simplemente había reaccionado y eso ya le era asombroso

 

-Creo que hay gente arriba, tal vez ellos sepan acerca de esto...

 

Dijo abriendo un poco mas los ojos y apretando el paso

 

-Me parece que estoy oliendo a Matt... y no estoy segura de si a alguien mas, aparte del hedor a azufre y algo chamuscandose... pero no creo que sea la carne de mi hermana

 

Informó con un dejo desesperado

[Hecate Engosvezhof]

Había seguido a mi tía Hayame subiendo las escaleras sin agotarme, esa era una de las ventajas de ser vampiro, podía mantenerme en ese estado durante mucho tiempo, por lo menos, en el tiempo en que mis energías se agotasen y tuviese que comer sangre. Pero sabía que sólo duraría durante un rato la subida de ese negocio, así que, no tenía nada de qué preocuparme. Me paré durante un momento y la escuché hablar.

 

-Sí, en la segunda planta, me parece -le dije- de las últimas veces que vino aquí, una chica que me atendió, creo que era Sunar, obvió esa segunda planta, y fuimos a la primera y segunda planta -informé.

 

-Sí, yo también lo estoy notando -y una sonrisa alegre se formó en mi cara - ¿azufre? ¿Carne quemada? -Pregunté asustada.

 

-no, no -negué con la cabeza- no puede ser, vamos tía Hayame, hay que ayudarles -urgí con rapidez para que apurara el paso y fuésemos rápidamente.

 

-¿Llevas algo extra, aparte de la varita? -Pregunté- creo que necesitaremos objetos mágicos para que sea mucho más fácil todo -comenté un poco miedosa.

[Hayame Snape Potter Black]

-Desgraciadamente, no tenemos tiempo para llevar mas objetos magicos que nuestros propios cueros y la propia varita

 

Dijo con molestia y un gesto despectivo al pensar que el mal pensamiento de las personas en general a veces hacía que sus propios hermanos de raza olvidasen que ellos ya eran grandes y poderosos sin necesidad de mas artilugios; aunque no negaba la utilidad y el buen proposito de estos como ayuda, los vampiros en general podían hallarselas muy bien tan solo con sus manos y ella estaba segura de todo el potencial y gran poder de su sobrina Heliké

 

Solo había que pulirla a que dejara salir todo su resplandor de gema y estaría lista para cualquier cosa

 

-De que es el centro de tu varita?

 

Inquirió mientras continuaban subiendo las escaleras

 

Sabía si no recordaba de forma incorrecta que la chica poseía dos de estas y que ambas eran especiales a su manera para la chica, pero tenía interes en la varita principal que utilizaba la joven vampiro, ya que seguramente la habia comprado y conseguido como lo hacían por lo general el resto de magos y brujas para canalizar su magia

[Hecate Engosvezhof]

Tenía razón a veces por muchos objetos que llevásemos en ocasiones todas las razas, siempre portábamos nuestra propia arma mágica, y a veces era más efectiva que cualquier otra. Me rasqué la barbilla a modo de costumbre... Y cuando me preguntó sobre el centro de mi varita me sorprendió:

 

-¿Es necesario? Quiero decir. Creo que la propia varita a pesar del núcleo que tenga, lo que importa es el poder del mago que la porta -dije sonriente, no quería parecer borde ni mucho menos, pero le respondí a su pregunta. Daba la casualidad, de que en ese momento llevaba una de álamo.

 

-Imagino que te darías cuenta -le dije mostrándosela -es de álamo, madera blanca y de grano fino -le dije describiéndosela, tal y cómo había hecho Ollivanders cuando la compré, teniendo más de once años- pues, verás, el centro es de unicornio y de veintinueve centímetros y medio, inflexible -comenté orgullosa.

 

-Ésta varita la compré años después en Ollivanders -repetí mis propios pensamientos- es buena para duelos, aunque no lleve el centro de fibras de corazón de dragón. Pero es muy leal -hablé, presumiendo de mi arma mágica que llevaba en mi mano.

 

-También tengo otra, la que uso más habitualmente, la llamo Maat, la diosa egipcia de la justicia. En su mango está grabado una pequeña pluma de avestruz. Esa en cambio es de Haya con centro de unicornio y veinticinco centímetros. Esa la compré cuando empecé a ir a la Academia -comenté contenta- también lleva muchos años conmigo.

 

-¿Y la tuya, de qué es? -Pregunté curiosa, vampiras sí, pero brujas, y sabiendo que teníamos dones poderosos usando las varitas correctas en su momento adecuado.

 

-Yo, a decir verdad, cualquiera de las dos varitas, jamás las usé para matar a nadie. Bueno, a nadie que no hiciese daño a mi familia claro -dije tenebrosamente.

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro de cabellos negros escuchó las palabras de su sobrina acerca de sus varitas y el nombre que llevaba una de estas antes de sonreir de lado

 

-Yo también tengo dos, aunque una no la uso mas que para casos muy raros y muy, muy especiales...

 

Dijo con suavidad conforme continuaban avanzando aprisa para alcanzar a quien ya reconocía por el aroma como su sobrino Matt el sonido que hacían tratando de sacar a su hermana del fuego

 

-Madera de Fresno, 31 centímetros con mango de plata y grabado de serpientes... nucleo de tres de mis propios cabellos...

 

Dijo con un tono bajo, oscuro y serio mientras la observaba con mayor interes y firmeza por lo que estaba a punto de revelarle

 

-Como vampiros tenemos un poder magico muy propio y especial, así como los hombres lobo y en menor grado, las Veelas- explicó antes de levantar su varita para mostrarsela- si tu varita posee tus propios cabellos... JAMAS cambiará su lealtad sin importar que tanto te la arrebaten o la hagan caer, ya que formara a ser una parte de ti... como los horrocruxes pero con un sentido menos tenebroso...

 

Sonrió a desgana como si fuese alguna clase de mala broma

 

-La segunda es de 29 centímetros, madera de pino negro y nervios de corazón de dragón como centro...- musitó con un tono bajo y melancólico- tardé siglos en poder dar con ella y me costó aun mas puesto que el señor Burkes se resistió a entregarmela... pero lo valía...

 

Sus ojos se perdieron un segundo

 

-Es la varita del padre de Akira...- susurró

[Hecate Engosvezhof]

La verdad, es que me parecía muy interesante todo lo que me estaba contando mi tía Hayame. Me sorprendió al ver cómo su propia vara poseía cómo núcleo un pelo de su propio cabello, tenía razón. Cualquier mago que se batiese en duelo para arrebatársela, dudaba que su lealtad cambiase.

 

-Es interesante, pero la verdad, nunca me imaginé eso, el centro con un pelo de mi propio cabello -comenté, mientras seguíamos avanzando por las escaleras.

 

-Quizá, cuando pueda, adquirir una, lo suficientemente poderosa, sobre todo, con la madera para que sea extraordinaria -sonreí con picardía ante ese comentario.

 

-Pero la verdad, con dos es más que suficiente, jamás me han fallado hasta ahora, así que -me encogí de hombros- no veo la necesidad de comprarme otra... Por el momento claro.

 

Me quedé asombrada al no darme cuenta de la belleza de su propia varita que en esos momentos me estaba mostrando. Era tal cuál cómo me la había descrito.

 

-¡Es hermosa! -dije contenta- ciertamente, con los colores que me dices, has entrado en la casa de Slytherin -negué con la cabeza un poco molesta. Pero debía de dejar a un lado la mala fama de esa casa, además de los prejuicios ya que la bruja, que era mi tía, era extraordinaria. Pero recordé que en esos momentos en el negocio Gran Reserva que poseía, había dicho que aún no había entrado en la Academia:

 

-Ah, es cierto, pero si tú no fuiste, creo rememorar...

 

-Bueno, los horrocruxes son, mejor dicho es, magia muy muy oscura, jamás los utilizaría... Me parece demasiado tenebroso emplear ese tipo de magia -recordé las clases de Artes Oscuras, a pesar de que habíamos tocado poco el tema, me había dejado mal cuerpo, al recordar los de Voldemort.

 

Seguía escuchando mientras poco a poco, íbamos llegando a nuestro destino final:

 

-¿El padre de Akira? -musité sorprendida- pero, ya sabes que no todas las varitas funcionan igual en todos los magos, puede que si Akira sabe de esa varita, cuando sea grande, quizá te la reclame, ya que es de su padre -comenté, esperando que no se enfadara, y sin poder acordarme de la espada de Excalibur, evidentemente, eran dos cosas muy diferentes- pero si la usas en ocasiones especiales, mejor. Yo prefiero no usar varitas de otros la verdad. Porque dependiendo de la persona y del núcleo, puede ser que su magia sea inestable -hice el gesto de antes, encogerme de hombros.

Editado 24 de Junio del 2014 por Heliké Rambaldi Vladimir

[Sagitas E. Potter Blue]

HArpo estaba asustado. Intentaba que no se le notase pero ya no podía más, y por eso se lo contó todo a la hermana de la Ama. A veces otra mente es capaz de ver una salida que varios en grupo no ven.

 

-- El cuadro está en la segunda planta. Es cierto, señorita Heliké, no me lo invento -- le contestó a la señorita Hayame y a la señorita Heliké. -- Sí, señoritas, yo las acompaño.

 

-- Hay que conseguir que la Ama Sagitas y ese señor se junten con las manos. Suponemos -- porque en realidad no sabían si eso serviría o no... -- Suponemos que volverán a intercambiarse y saldrá entonces la Ama Sagitas.

 

El elfo permaneció ajeno a todo lo que decían porque no entendía de varitas ni nada, pero quería llegar cuanto antes.

 

Subieron hasta allá y comprobó que no estaban solos. Vio que por fin el amo Matt habia conseguido reducir al fantama salido del cuadro y que le ponía el anillo, a pesar que él se resistía. Era un alivio saber que habían destruido las sombras, porque ahora ya no hacía falta fijarse en no romper los sellos de sal que había hecho antes el amo Matt y la amita Xell.

 

Sagitas estaba allá, gritando que el agua no era suficiente para apagar el fuego y tosiendo. Harpo se sintió fatal al ver eso.

 

-- Ay, Amo Matt, tire de ella, tire de ella que se ahoga con el humo.

 

Las dos manos, la del cuadro y la del hombre estaban a punto de tocarse.

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer de cabellos rojos observaba a su sobrina con gesto serio antes de mover la cabeza un par de veces y sonreír con un dejo cansado y agotado, sin estar segura de porque se sentía asi; tal vez era porque hubiera querido que la varita del padre de su hijo pasase de una forma muchisimo mejor que la que había tenido que hacer pero...

 

Simplemente las opciones en aquel entonces no estaban a su favor

 

-Por eso solo la uso en ocasiones especiales...

 

Explicó nuevamente a su sobrina mientras continuaban subiendo segun les indicaba el elfo y el aroma de su sobrino se hacía cada vez mas y mas intenso

 

-Y por ello mismo pienso entregarsela a Akira cuando sea mayor- continuó explicando con seriedad- se que en sus manos estará muchisimo mejor que en la de nadie mas, pero quiero que de poco en poco la varita se de cuenta de que el niño lleva la sangre de su difunto amo... también ha sido un duelo para ella verse desconectada de la energía... de él

 

Suspiró un poco antes d efinalmente bajar el elfo para observar de primera vez aquel cuadro maldito

 

-Ya han encontrado una manera de sacarla?

 

Trató de preguntar al chico viendole de reojo

[Sunar PBT]

Raizor, elfo dómestico de Sunar

 

Ese raro episodio pasó tan lento para el elfo que pensaba lo vivido fue un sueño de esos feos. Claro que un elfo no debía tener sueños, o si? Pero no importaba. Desde que sucedió lo de espejo y la salida abrupta de la señorita Sunar, el viejo elfo se quedó encargado de prestar los servicios que la familia requiriera. No se percató de lo que aconteció mientras se había quedado estático, pero si cuando hubieron más gritos.

 

– ¡Ama Sagitas! – exclamó al recordar.

 

Subió con los demás y vio que varias personas que no se encontraban antes, se unieron a empresa. Entonces, observó al amo Matt y su madre a que aún no salía. El hombre no se iba aún, y todo era casi una escena a cámara lenta para el elfo. Podía mirar a todos lados y ni eso provocaba que las acciones se agilizaran para terminar de una vez .

 

– Vamos amo, hágale caso a Harpo – gritó el elfo.

 

Como lo hizo alguien, Raizor corrió a auxiliar al amo Matt en lo que dispusiera para sacar a la ama Sagitas.