Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Deiwan Rambaldi]

Eve Sears

Esperó a que elfo caminara junto a ella a las estanterías y respondió a su pregunta.

— No, no tengo idea de qué comprar, ¿me recomienda alguno que se venda mucho en general entre la gente de mi edad?— preguntó observando a todos lados y leyendo unos cuantos libros que se cruzaban por su vista.

Con cada paso veía un titulo en una portada que le agradaba y tomaba el libro para examinarlo, a la final luego de unos quince minutos terminó con las manos vacías ya que de todos los que ya había visto creyó no ver nada apropiado para regalar, aunque pudiese que a ella le parecieran aburridos y al chico interesantes.

— Mire, ¿sabe qué vamos a hacer? Deme un par de los que le gusten a usted y de esos me llevaré alguno echándolo a suerte— sentenció con una sonrisa en su rostro. Ya había demostrado lo suficiente torpe que era para aquello.

[Sagitas E. Potter Blue]

Esto era lo peor, encontrarse con gente que no sabía lo que venía a comprar.. Pero Harpo no se hundía con las dificultades. Para él era un reto eso de encontrar un buen libro para un cliente indeciso, así que sonrió de forma amplia y se acercó a la librería.

 

-- Depende mucho del gusto del lector. Pero normalmente un libro de misterio o una saga de investigación criminal o suspense... Le aconsejo alguno de Patricia Highsmith, como "Extraños en un tren". Seguro que le atraerá. Se hizo una película sensacional sobre el tema, de Alfred Hitchcook, no sé si le suena.

 

El elfo no estaba seguro de si la mujer sabría lo que era una película, si no frecuentaba el mundo muggle, pero...

 

-- De otro estilo diferente, un best seller, es este de Dan Brown, "Inferno". Dicen que plasma el infierno de Dante y que muchos demonios del pueblo se sienten identificados -- El elfo soltó una risilla nerviosa. -- Aunque son rumores, claro.

 

¿Podría sugerirle alguno más apto para el mundo mágico?

 

-- Por supuesto, si quiere un libro más del mundo actual, pues podría sugerirle: "El Muerto que robó la Espada de Gryffindor y otras historias" de M. L. Keleton. No es muy conocido, pero las editoriales han apostado fuerte por él.

[Deiwan Rambaldi]

Eve Sears

¡Qué patética se sentía! Podía intuir que el elfo no la mandaba a freir esparragos por educación, aunque ahora que le miraba, ¿qué comerían aquellas criaturas? Sabía que eran excelentes cocineros, pero ¿llegarían a comer carne humana? ¿y si colmaba su paciencia y le hincaba el diente a ella por ser tan torpe? Escuchó atenta sus recomendaciones, puff, para ser un bicho con largas orejas y ojos saltones, entendía mucho de bestsellers aunque claro, si estaba ahí, sería porque sabía del tema.

—Inferno... definitivamente, suena ideal para chico... ya por el nombre y porque las cosas de demonios y todo eso, les encanta— decidió, era lo que más le había llamado la atención—. Me llevaré un ejemplar... por favor.

Introdujo su mano en el bolso y sacó su monedero de piel de moke. Pronto arqueó la ceja, y frunció el ceño.

—Oiga... no es que quiera ser tacaña, pero... ¿aquí hacen descuento por ser estudiante? Es que curso la Academia y llevarme una buena rebaja, me facilitaría comprar más cosas... Por cierto, ¿venden aquí pergaminos, verdad? Es que necesito unos cuantos, de buena calidad, pero que ni sean muy caros ni muy baratos, un término medio... usted ya me entiende....

Preguntas tontas donde las haya... si era material escolar, no iban a vender carne de oveja. Eve era torpe para el trato con desconocidos y si eran seres mágicos, más aún si cabía.

[Sagitas E. Potter Blue]

Pues no resultó tan difícil al final. Parecía que le apetecía un libro muy vendido, el del Señor Brown.

 

-- No le defraudará la lectura, estoy seguro. De todas maneras, voy a hacer algo por usted. Le daré un recibo sin precio, porque mostrar el precio es de mala educación en los regalos, y si su amigo no lo quiere, lo tiene o no le gusta el título, pues puede cambiarlo sin ningún tipo de problema. ¿Se lo envuelvo para regalo?

 

Y puso el libro encima de la mesa para decidir si le ponía un envoltorio de regalo o sólo dentro de una bolsa de cartón con asas.

 

http://www.infernodanbrown.com/img/home_fictici_mini_es.png

 

 

Pero la chica parecía preocupada por otro tipo de material.

 

-- ¿De la Academia? Pues claro que sí. ¿Por qué no lo dijo antes? Somos la tienda de Material Escolar homologada y tenemos todo lo que necesite para sus estudios. Y si lleva el carnet encima, hacemos un 50 % de descuento. Tenemos un acuerdo con la Academia.

 

El elfo correteó hacia otro mostrador, que se encontraba por detrás de los libros.

 

-- Acérquese por aquí, por favor... Aquí encontrará muchos modelos de pergaminos. Pero... ¿Es para su uso particular? Porque los pergaminos para los trabajo de la Academia están homologados. Todos han de tener el mismo grosos y la misma grama en la confección. Sólo puede variar el contenedor. Normalmente son de madera y sencillos, pero los más elaborados se contienen en vasijas de cerámica o incluso en matraces de vidrio irrompible. Pero eso es a gusto del consumidor. Aquí vendemos de todo tipo.

[Deiwan Rambaldi]

Eve Sears

El elfo era la mar de agradable, dedujo que no le hincaría el diente, no se los veía tampoco afilados y su mirada se tornaba menos hostil o esa era su impresión. Tocó las palmas como una tonta, emocionada por la propuesta que le había hecho.

—Sí claro, por favor—contestó ante la envoltura en papel de regalo.

Le siguió al mostrador mientras buscaba su carnet de estudiante, puff, menudo mundo tenía ahí dentro... tras remover entre algunas cosas, logró dar con él. No salía agraciada en la foto, pero es que está claro, que una foto recién levantada y sin maquillaje, por más que sonrieras, sales algo patética. Lo depositó sobre el mostrador y puso cara de poker ante la descripción de los pergaminos. ¿Había tantas clases? ¡Qué barbaridad!

—Pues... —se colocó el dedo en el labio y miró al techo pensativa, ¡Qué indecisión!—. Creo que me llevaré el de vasijas de cerámica, deme dos lotes... por favor... Tienen muy buena pinta, me llaman mucho la atención... y no seré la única que lo empleará, ¿no? ¿Se vende bastante, cierto? Es que no quiero parecer un bicho raro por ser algo... taca.. preocupada por la buena administración de mi economía.

Lanzó un fuerte suspiro y se alegró, un problema menos que resolver.

—Dígame lo que le debo, por favor.

[Sagitas E. Potter Blue]

Harpo es paciente, ¿cómo no iba a serlo llevando la carga de la mansión Potter Black y aguantando a todos sus habitantes? Por eso, esperó sin inmutarse hasta que la muchacha encontró su carnet. Durante un momento dudó. ¿Era la misma foto? Así que disimuladamente la puso al lado de la caja registradora mientras iba apuntando la minuta. Allá estaba la nariz de payaso que había comprado en su día, en una subasta, la ama Sagitas. Era un detector de mentiras, pero ni habló, ni brilló, ni hizo ningún comentario... Permaneció quieto así que seguramente, aquel carnet era suyo.

 

-- Todo en orden. Se lo devuelvo.

 

Puso el libro dentro de un sobre de cartoncillo, para que no se le doblaran las páginas. Después sacó dos lotes de pergaminos, de unos 20 metros cada uno, y dos recipientes de cerámica. Se los enseñó para que viera que estaban enteros, sin estrenar y sin descascarillados que afearan la sencillez pero efectividad del cierre.

 

-- Suelen usarse en trabajos de fin de curso, de los que son muy elaborados, no para trabajos de fin de semana que sean cortitos, para eso se suelen enrollar sobre sí mismos. Pero sí, son muy usados porque mantienen la tinta seca y evitan manipulaciones exteriores que puedan deteriorarlo.

 

Lo envolvió todo con cuidado y colocó toda la compra dentro de una bolsa de cartón con asas, con un logotipo de la tienda. La publicidad siempre era interesante si se movía en el ámbito de la Academia.

 

-- Tome, señorita. Son dos galeones, 5 sickles y un knut con el descuento. Espero que quede satisfecha de su compra.

[Deiwan Rambaldi]

Eve Sears

Se sonrojó en cuanto el elfo la miraba por el rabillo del ojo y comprobaba su foto, ¿acaso se creía que el carnet era falsificado? Bueno, aquella desconfianza podría entenderse, ya que seguro que alguno habría intentando dar gato por libre. Lo que no entendió del todo bien era que se fijara en una nariz de payaso, ¿qué hacía semejante artículo ahí? ¡Qué tienda más extraña!

—Vaya, por todo lo que dice, está claro que he hecho una buena compra— recapituló tras las indicaciones que daba sobre las características del pergamino, lo importante es que el elfo le había asegurado que se llevaba calidad y no quedaría como una chica que usa material de segunda mano, que ya había notado en la Academia esas miradas de desconfianza y consiguiente marginación por la procedencia de familias según su nivel adquisitivo—. Gracias...

Echó mano a su monedero y extrajo la cantidad que le había indicado, dándosela justa y colocando las monedas sobre el mostrador para evitar que tuviera que darle cambio. La criatura se había tomado demasiadas molestias en atenderla y no iba a abusar, encima que se llevaba un buen descuento.

—Aquí tiene...—le contestó, recuperando su carnet y tomando el libro junto a los dos lotes de pergaminos... eran cómodos de portar—. ¡Que tenga buen día!

Dejó caer el monedero en el bolso y girando sobre sus talones, se dispuso a salir del local rumbo a la Academia.

[Sagitas E. Potter Blue]

Harpo estaba contento con la venta que había hecho con aquella chica tan simpática, aunque algo nerviosa. No hizo falta contar el dinero porque él tenía una vista de lince y porque la chica había puesto el precio exacto en grupitos, muy atenta.

 

-- Qué tenga un buen día y no dude en volver a la tienda cuando guste.

 

La chica salió de la Tienda PB y entonces Harpo perdió el semblante tranquilo y pacífico. Tomó uno de los pergaminos de madera, uno de los mas pesados, y lo enarboló como su fuera un bate de beisbol. Se acercó a los amos Matt, Xell y Sunar, que rodeaban a un hombre. Se puso muy serio.

 

-- Algo le pasa a la ama Sagitas, lo presiento. ¿Este señor tiene algo que ver o sólo es un cliente que no quiere pagar? Miren que yo le convenzo enseguida...

 

Harpo amaba a la familia y no podía permitir que nadie ni nada les hiciera daño.

 

-- A ver, hablen antes de que le arree con este palo.

[Hecate Engosvezhof]

La última vez que había visitado la tienda PB había conseguido comprar bastantes cosas que le hacían falta, pero cómo siempre, se le tenía que olvidar alguna que otro objeto para la elaboración de pociones, o en ésta ocasión, cartas astronómicas. Imaginaba que las había perdido, que, por mucho que buscase en todos los lugares de la mansión, no las encontraba por ningún lado. Incluso había rebuscado en su viejo baúl pero en vano

 

Aquella tarde, después de atravesar la barrera mágica del Caldero Chorreante, me dirigí a mi destino inicial de ese día. Llevaba una túnica larga, hasta los pies, que tapaba todo lo que llevaba por debajo y que llevaba atado con un broche con el escudo de los Rambaldi, de plata. Debajo de éste, llevaba un traje oscuro, de pantalón chaqueta, con una blusa fina color perla, botines de aguja, y en los bolsillos, un monedero de piel de moke con muchos galeones y la varita.

 

Después de divisar el local, apuré el paso hasta ver las iniciales de la tienda. Abrí la puerta con cuidado y vi que una joven estaba en su interior comprando, atendida por un elfo al que reconocí de inmediato, era Harpo el elfino de Sagitas. Así que mientras esperé mi turno, ojeé con curiosidad todo el local, mientras no llegase la hora de pedir lo que había ido a adquirir al comercio.

[Matt Blackner]

Aquel tipo no decía nada, pobre...debía estar algo asi como en estado de shock. Pero no tenía tiempo de ponerme a pensar en sus problemas porque tenía uno peor, y es qeu Sagitas le sustituía en el espejo, y teníamos qeu sacarla antes de que el incendio se produjese.

 

Harpo apareció con una especie de pergamino de madera. El elfo gruñón se preocupaba por la familia, y sospechaba con razón qeu el hombre tenía algo qeu ver.

 

- Este hombre estaba en el espejo y cuando apareció pidiendo ayuda, unas sombras extrañas rodearon el local. No sabemos qeu ha pasado, pero ahora Sagitas está en el espejo y ocupa su lugar. Lo malo es que el espejo refleja algún momento del pasado, un lugar qeu se quemó....y si no la sacamos, se quemara ahi dentro.

 

Le apunté con un dedo, amenazándole, mientras Sagitas nos miraba desde el otro lado del espejo.

- Alguien qeuría algo de ti, esas sombras buscan algo qeu tienes. Dinos que es y como podemos sacar a Sagitas del maldito espejo.

 

Alguen entraba a la tienda, alguien qeu era conocido. Menudo momento...