Tienda P.B. de Material Escolar (MM)

[Hecate Engosvezhof]

Esperé unos minutos mientras la chica me mostraba en un cartel los precios y el material del que estaban hechos. Si ya era difícil escoger uno, era mucho más con tanta variedad, me fijé en los detalles. Lo que me sorprendió en esos momentos era ver que se hacía de oro, ya que lo común y lo que enseñaban en la Academia, era que las pociones se hacían en calderos de peltre aunque suponía y viendo el precio por ser más barato.

 

Así que siendo drástica le dije a la chica:

 

-Bien, pues quiero los tres últimos, de cobre, plata y oro –y viendo mi monedero de piel de moke comprobé que tenía dinero suficiente para adquirirlos.

 

Escuché la sugerencia de la joven, tenía razón:

 

-Es cierto –le confirmé- y no sólo eso, también depende de los productos y si se realizó con cuidado los efectos serán de una manera u otra –hablaba con profesionalidad y no era para menos, con mi propia experiencia había aprendido de eso, aunque por supuesto había cometido errores con los ingredientes, haciendo que en más de una ocasión se me chamuscasen las cejas.

 

-Ahora si puede ser, quería comprar un set de pergaminos, muchos pergaminos -le dije sonriente - ya he gastado los míos así que no tengo de repuesto -le comenté.

 

-¡Ah! -exclamé - y no te olvides de la pluma de águila real -le dije guiñándole un ojo.

Editado 29 de Enero del 2014 por Heliké Rambaldi Vladimir

[Xell Vladimir Potter Black]

El fantasma ya no fantasma estaba aturdido con su estado corporal. Miraba alrededor, a todos los objetos, como reconociéndolos de nuevo. Era harto curiosa su actitud. Hasta que el elfo preguntó por la tía, yo le observaba, muy curiosa, viendo como descubría la vida de nuevo. ¿Cuánto tiempo llevaría muerto?

 

Pero entonces caí que la tía no estaba. Y el muerto ahora vivo sí. Me dolía la cabeza, la sujeté entre las manos e intenté pensar. Matt llegaba, preguntando por su madre.

 

- ¡Matt!

 

El suelo estaba lleno de ceniza de las sombras y el polvo se había asentado. No había muchos sitios donde esconderse. ¿Dónde estaba la tía?

 

- Matt, aquí. Tu madre...

 

El fantasma extendió la mano, mirando sus dedos. Seguí su brazo y ... No podía creer lo que veía. Una mancha borrosa y violeta parecía reflejarse en el espejo, pero sólo si no mirabas de frente. Se veía un fantasma dentro del espejo y, por los gestos enfadados, reconocía a la tía.

 

- Creo que tenemos un problema - le dije a mi primo, señalando el espejo.

[Sunar PBT]

–Muy bien – dijo la Potter Black al escuchar a la clienta pedir uno de los tres últimos calderos de la lista.

Se alejó un poco para buscarlos, entretanto, Sethy se acercó a la mujer con los juegos de pociones. Al dejárselos corrió hasta la señorita Potter Black para ayudarle con los tres calderos, los cuales depositó sobre el mostrador de esa cuarta planta.

–Si, ya vamos para esa parte. – comentó al oírle preguntar por los pergaminos.

Y viendo que sería innecesario hacer otro viaje a la quinta planta donde se encontraban los materiales variados, miró al elfo.

Asintió al escuchar la petición de la bruja y desapareció.

–Ya se le trae el resto del pedido – y comenzó a arreglar dentro de los calderos el juego de pociones, para aguardar.

No tardó tanto como esperó la bruja que el elfo lo hiciera. sEthy reapareció de nuevo con varios rollos de pergaminos, y una extraña caja de color color vino. Sunar le pidió los rollos, y los acomodó con los calderos, y al agarrar la caja, la abrió.

–¡Oh! – Como expresión de asombro –Esto es la pluma de águila real – sorprendida de ver una por primera vez en su vida. – Usted me dirá si necesitaba algo más. – agregó hacia Heliké.

[Matt Blackner]

Corrí por los pasillos tras subir por las escaleras, hasta que oí la voz de Xell. la perseguí, hasta llegar a...

 

Un hombre? quier era?

 

Alcé la varita apuntando hacia la figura desconocida, que se estudiaba las manos con fascinación, como si no pudiera creer qeu las tenía, como si acabara de recuperarlas tras mucho tiempo.

 

Era el hombre del espejo!

 

Pero no vi a Sagitas, y Xell tenía cara de gran preocupación. Sin dejar de apuntarle, miré al espejo. Alli había una sombra. Acerqué la mano y vi a Sagitas.

- Por dios....que hace ahi?.

 

SI, eso en el epejo era Sagitas, y a lo qeu yo estaa apuntando era Sagitas, no entendía del todo...

- Como lo hicisteis? Perdíe el conocimiento.

[Sunar PBT]

Raizor, elfo doméstico de Sunar

 

Muy raro, demasiado.

 

No veía a la matriarca, a la tía de la señorita Sunar, y no quería ser el mensajero de tal noticia, por si no la hallaban. Pero perderse allí, en ese planta, donde no había para donde irse.

 

–¿Y ese? – exclamó.

 

Un hombre se encontraba con ellos, dónde se fue la señora Sagitas. La sobrina de la matriarca, la chica de a familia Vladimir también miraba atónita al hombre, mientras el elfo buscaba con su mirada alguna señal de la señora.

 

También llegó el amo, el hijo. Esto se ponía cada vez más extraño y loco.

 

–¡No lo haga amo! – le gritó porque el chico de cabellos rojos, le apuntaba con la varita. No debía permitir que cometiera un error de esos. –¡No lo haga amo! – repitió Raizor.

 

Pero también se quedó pasmado al observar en dirección a las miradas de los amos. La señora se hallaba dentro del espejo, y volvió hacia el hombre. Ese salió de allí. ¿Qué querría? Si no fuese por él, no estaría pasando eso, no estaría la señora Sagitas allá metida, no estaría casi a punto de cometer asesinato el amo Matt y la señorita Xell vería eso. Y... él, no estaría allí estresandose con todo.

[Hecate Engosvezhof]

Enseguida la joven tomó los calderos pedidos y vi cómo el sirviente traía los otros pedidos, la verdad pensaba en esos momentos qué más comprar, porque le daba la sensación de que se le olvidaba de algo, chasqué los dedos y exclamé:

-¡la tinta! –seguramente pensara que la joven dependienta estaría loca, pero no me importaba en esos instantes.

-Esto sí, tinta normal y también que cambie de color –dije sonriente. El elfo me enseñó la pluma de águila real, no pude más que observar maravillada.

-¡Vaya! –Exclamé- es preciosa –admiré mientras la veía- seguro que son más duraderas que las otras –y solté una sonrisilla, estaba realmente contenta con todo lo que estaba comprando, además no dudaba de que eran de excelente calidad.

-Y también querría los ingredientes típicos para pociones –dudaba que lo hubiese pedido anteriormente, sólo recordaba el a ver pedido los recipientes para fabricarlas.

-Y además túnicas, de color negro y negro perla –le informé a la joven- no sé si tenéis de eso –pregunté dudosa, mientras esperaba a que me contestase la chica.

Editado 11 de Febrero del 2014 por Heliké Rambaldi Vladimir

[Sunar PBT]

–En seguida señorita – contestó Sethy, pero se detuvo al ver una seña de la Potter Black.

 

Mientras la clienta hablaba, la ojimarrón creyó escuchar algo lo que provocó que desviara su mirada hacia las escaleras. No le gustaba sentir algunos ruidos, o la ausencia de estos. Pero regresó de inmediato su atención a la mujer.

 

–Por supuesto, ya se le trae – y le pidió al elfo que trajera lo que pedía.

 

Entonces Sunar se puso a acomodar los pergaminos, Sethy regresaba con los frasquitos de tinta y los ingredientes. Estos últimos venían en una caja, los que necesitaban almacenamiento en frasco, lo estaba.

 

Sin embargo, solo algo no podía llevarle a ver. Las túnicas. La segunda planta era el sitio donde ubicaban los uniformes y demás ropa.

 

–Tienes que ir. Trae las dos clases, tres tallas – ordenó mientras miraba a la clienta – Como tenemos un pequeño contratiempo, será el elfo que le traiga las túnicas. – explicó la Potter Black esperando que no se molestara por no dejarla bajar.

 

No quería que le sucediera nada, y tampoco creía que su tía le gustara que otras personas pudieran salir heridas por un imprudencia de su parte.

 

–Mientras puede revisar que todo esté en orden. – le indicó su pedido. Buen momento por si algo se le escapaba o si quería más de alguno.

[Hecate Engosvezhof]

No esperé mucho tiempo, enseguida me trajeron lo que le había pedido. La tinta estaba en su cajita especial y la admiré contenta. Ahora por lo menos tenía suficientes reservas para la mitad del invierno y la restante para verano. Aunque para la próxima enviaría a su elfina Galadriel, para hacer las compras necesarias...

 

Vi que la joven daba órdenes a su sirviente. Me informó que no se podía ir a la planta que se requería:

 

-Oh, no pasa nada, espero que no suceda ningún contratiempo para nadie -sólo esperaba finalizar las compras e irme de allí rápidamente, quería un día tranquilo sin nada extraño, seguir trabajando en mis cosas, cómo hacía varias horas antes.

 

Asentí con la cabeza ante la sugerencia de la chica. Y empecé a mirar que lo tenía todo... Afirmé con la cabeza:

 

-Si, veo la tinta, los calderos, la pluma, los pergaminos y las túnicas, creo que de momento no me hace falta nada más -y sonreí a la dependienta.

 

-Cuando terminemos con eso quiero que me hagas la cuenta por favor -dije con una cara alegre.

[Sunar PBT]

Sethy, elfo doméstico de Sunar

 

Sethy desapareció hacia la planta donde se encontraban las túnicas. Allá se tardó un poco en ubicarlas porque Raizor se alegró de verlo, pero se enojó al verlo partir sin explicaciones con tres túnicas.

 

Al regresar, la ama Sunar estaba conversando con la clienta. Con una reverencia, se los entregó para que se los probara. La señorita fue rápida y dejó a parte las demás que no necesitaba a un lado. Luego de que bajaran, el otro elfo se debía encargar de ponerlas en su lugar.

 

El elfo miró a la Potter Black que ya sabía que allí no podría darle la cuenta, más bien, necesitaba bajar para entregarle la factura y acomodar en la bolsa de a tienda, toda la compra.

 

– ¿Bajamos? – escuchó decir la señorita Sunar a la clienta, y Sethy tomó del brazo a cada una.

 

Al aparecerse de nuevo en la planta baja, la pelicastaña calculó los precios de los artículos. Sacó un pequeño papel de una máquina muggle, pero tenía un detalle diferente. El papel de la factura era escupido de forma violenta luego de presionar las teclas.

 

– Serían unos 35 galeones – Sethy vio que la Potter Black le pasaba la factura. Solo restaría esperar el pago mientras él, arreglaba todo en unas dos bolsas con el logo de la tienda.

 

[Sagitas E. Potter Blue]

El mareo no duró mucho más, hasta que me acostumbré a la atmósfera dentro del cuadro. La cabeza dejó de darme vueltas y, poco a poco, fui recobrando las fuerzas. Para cuando miré de nuevo al exterior, Xell y Matt ya me habían localizado. A su lado, un hombre de mirada aturdida. Era el hombre al que acababa de sustituir.

 

-- Oh, es mono - pensé. Aunque después recordé que ese tipo mono estaba en mi plano mientras yo estaba en el otro.

 

Matt me preguntó como lo había hecho. Me acerqué a él.

 

-- Ni idea, cuando me di cuenta ya estaba aquí, así que tendrás que preguntarle a ese hombre, a ver como salió él, porque yo no lo recuerdo.

 

Y señalé hacia... ¿Dónde se había metido?

 

-- ¡Por Merlín! Si lo perdéis no podré salir de aquí dentro -- exclamé, muy asustada.