Ollivander's (MM)

[Maida Black Yaxley]

Le agradó ver que a pesar del tiempo que se interponía entre ambos la camaradería seguía intacta, incluso podía atreverse a decir que le había visto esbozar una sonrisa, pero no lo haría en voz alta, no era tan pretenciosa. Alzó el mentón señalando la varita que aún estaba en el mostrador.

— Llevar dos varitas encima no es buen síntoma, claro que no —sugirió—, como tampoco lo era en aquel entonces pasármela de visita en la mansión Black Lestrange. Creo que realmente eres el único de la familia al que puedo decir que conozco.

Palmeó el brazo del caballero acercándose un poco para no seguir usando el tono de voz más alto que se permitía.

— Bueno, al parecer he sido merecedora de la dirección de "El Profeta", lo que me ha obligado a no cambiar mi residencia, por mucho que lo pensé varias veces —confesó—, y si, el tiempo electoral lo hace ver más movido, ¿tienes ya el voto decidido?

Chasqueó la lengua contra el paladar casi sin darse cuenta.

— Muy en contra de mi nacionalismo, las dos de ascendencia extranjera me gustan para Ministra; aunque no sé si son tiempos para una mujer en el cargo —se llevó una mano a la boca—, he retrocedido el movimiento feminista al menos unos cincuenta años.

La verdad era que la poca conciencia que tenía de la vida de la Macnair y la demasiada información de los antecedentes del único candidato masculino le tenía la mitad del voto decidido. Independendiente del género de las candidatas, le remordía un poco la conciencia que los candidatos no apellidaran Malfoy, Black o bueno, quizá Dumbledore o Potter, quizá un Weasley sería aceptable. Puede que no tuviera el letrero en la frente, pero era una purista de sangre criada desde la cuna, no podía ir tan fácilmente en contra de eso. Y esos detalles pesaban al momento de tener que optar por un candidato u otro.

@ Eobard A. Black Lestrange

[Eobard A. Black Lestrange]

⎯¿Qué puedo decir? Nos gusta la privacidad, aunque con todo esta responsabilidad de ser el nuevo patriarca, tengo que dejarme ver. De vez en cuando, claro  ⎯ encogió los hombros con tranquilidad. No era un cargo que le pesara; aún así, sentía que no estaba cumpliéndolo del todo bien, sobre todo considerando que la mansión también necesitaba mantenimiento urgente. Volvió al aquí y al ahora ⎯ ¿Dos varitas? Ah, te refieres a ésta. No es estrictamente una segunda, es más un ¿repuesto? Perteneció a mi padre, y por alguna razón gané su lealtad. No le llamaría trofeo, porque tengo entendido que el álamo temblón es un poco temperamental. 

¡Para temperamentos, su varita de nogal negro! Tras un par de años escondido, le había comenzado a fallar, como si fuera una rebelde que entraba en la adolescencia; ya había pasado por algo así con Cassie, y sinceramente no tenía ganas de quedarse sin fuente de poder mágico en medio de la nada. 

⎯El Profeta, ¿eh? Interesante, no he tenido oportunidad de ponerme al día con los cotilleos, pero seguro lo haces bien. Creo que los cambios de residencia son muy comunes estos días, mientras no te digan que la residencia Yaxley está embargada o algo por el estilo, supongo que eventualmente podrás regresar. 

Se esperaba la pregunta sobre su voto, y era natural, con el clima político que imperaba fuera de la tienda, y en el resto de la comunidad. El empleado aprovechó el chasquido de lengua para interrumpirles brevemente, pidiendo la varita de nogal negro al castaño para examinar su estado actual, a lo que Eobard accedió, entregándole tan preciado objeto a semejante personaje. 

⎯Curioso que lo menciones, aunque me conoces, sabes que siempre he sido más de mantenerme a raya de ese tipo de enredos. Pero que no te extrañe, las opciones que mencionas se antojan bastante ⎯ concedió, ladeando la barbilla en ambas direcciones antes de responder. Resultaba gracioso que compartieran la mayor parte de esa opinión ⎯. Honestamente, consideraría más a madame Dumbledore. Pero quién sabe, de cualquier forma, trabajo en un agujero tan recóndito, que todo el efecto político me llega hasta con un mes de diferencia. 

Dejó ir una ligera risa, como las que emitía cuando ironizaba su propia situación personal. Acto seguido, recuperó la compostura, carraspeando para explicar a qué había venido aquel comentario. No podía ser del todo imparcial, después de todo, a la que conocía era a Ada, aunque poco; habían sido compañeros de habilidad en Mahoutokoro.

⎯Cierto, olvidé mencionar que regresé a trabajar en el Ministerio. Departamento de Misterios. La mitad es clasificada, la otra mitad aún trato de entenderla, pero al menos, me da la paz que necesito para mí y mis allegados. No negaré que extraño Gringotts, pero tú sabes, uno no puede vivir de viejas guerras, o de su antigua gloria. 

Hasta él se sorprendió haciendo esa reflexión. Su versión más joven, ni siquiera la de diez años atrás, le habría arrancado los ojos de escucharlo.

 

@ Maida Black Yaxley

[Maida Black Yaxley]

— ¿Vas a dejar la varita o al final te has arrepentido de abandonarla en Ollivander's? —murmuró antes de continuar la conversación sobre lo planteado.

Eobard Black Lestrange, siempre había representado un misterio para la Yaxley, aún cuando siempre se habían llevado bien. Era como un lugar al que se podía regresar, no iba a decir "lugar seguro", porque realmente nunca habían sido afectos muy expresivos entre ambos, pero era claro que él contaba con su estima y ella con su ¿respeto? Si, eso podría asegurarlo. Su familia provenía de una larga línea de hechiceros y grandes nombres además. Además era muy inteligente, siempre avocado a la investigación, la exploración y un poco a la aventura. Siempre era entretenido conversar con él y saber qué había sido de su vida durante sus tiempos de ausencias; le daba la sensación de tomar chocolate caliente frente a una chimenea mientras lo oía. La hacía sentirse, relajada. 

Y aunque nunca se lo dijera, se lo agradecía.

— La Manor no está embargada, pero las nuevas normas temporales del Ministerio me  solicitan permisos que lamentablemente aún no he podido conseguir, de igual manera siempre tengo la habitación en el Castillo Black más que disponible —comentó tratando de no dejar rastro de autocompasión en su tono—, lugar, al que si deseas puedes ir a visitarme. Mi lista de invitados es cortísima, contándote a ti...sería de...uno.

¿Votaría por Ada? No era una mala candidata, ahí podía darle la razón. Sin embargo, como bien lo había mencionado el Black Lestrange, no estaba del todo empapado con el acontecer diario de Ottery y, a ojos de la bruja, necesitaban alguien con un poco más de muñeca para manejar esos asuntos. De todas formas no tenía planeado ahondar en estos temas, bien era sabido por la Yaxley que de políticas y de ideologías era mejor no conversar con los buenos amigos. 

— Eres un inefable, que interesante. Ten cuidado con los cerebros, pareciera que no, pero te tienden trampas extrañas. De igual manera, es un cambio significativo luego de tanto tiempo viendo las cuentas de los magos. ¿Ya no necesitas contar ahora que eres la cabeza de una familia old money de Ottery? —bromeó—, ¿te apetece ir a otro lugar? Te diría para visitar uno de los hoteles de aquí...pero me temo que esas propuestas atrevidas siguen sin ser parte de mi lenguaje de afecto; aunque si apreciaría un poco de privacidad para ponernos al día. 

Si, él le daba calma incluso para permitirse esas frases en juego, aunque ciertamente esta fuese la primera vez que lo planteaba.

— Lo último es broma eh... digo yo que estamos grandes ya, ¿no?

@ Eobard A. Black Lestrange

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

El vampiro entro el Ollivanders. Recorrió con la mirada el local, buscaba a Selene, esta vez, el Malfoy no iba a dejarla escapar tan fácilmente, lograría que le diera al fin el si y que aceptara casarse con el. Siempre que lo intentaba la Ollivander salía huyendo, se inventaba alguna cosa, se ponía nerviosa, fingía demencia o cualquier cosa hasta que se cambiara el tema. El tío del ragnarok estaba cansado de que no pudieran ser completamente felices, aunque la felicidad de Selene sencillamente era no casarse con el y sobre todo ponerlo celoso.

 

Respiro profundamente. Hasam también estaba molesto porque su hija @ Ada Camille Dumbledore  había dejado plantado a su primo Hades y no había querido darle clases, ella había preferido juntarse con 2... era mejor no decirlo y darle clases a ellos. Lo que el vampiro sabia era que ya hablaría seriamente con su hija, aunque era ministra de magia y mataría a aquellos estorbos que habían impedido que su sobrino pudiera alcanzar sus metas. la familia siempre se apoyaba. hades habría hecho cualquier cosa por ella, mas bien, estaba seguro que si ella le pedía cualquier cosa el la complacería por el simple hecho de verla feliz.

 

El Malfoy volvió a respirar. No veía a Selene por ningún lado, quizás estaba en la parte de atrás de la tienda buscando alguna varita para algún cliente o trabajando en la elaboración de alguna varita especial. Dibujo una mueca, se decía que la varita elegía al mago y por obra del destino Hasam y Selene se habían elegido mutuamente.

[Ada Camille Dumbledore]

 

          Selene Ariane Dumbledore

Era una hermosa tarde de otoño para hacer varitas la verdad Estaba inspirada en poder realizar una madera nueva que había llegado a mi olfatoy transformarla con los tornos, definitivamente amaba hacer varitas.

El frío de la tarde me hacía querer estar en casa estaba sola o no había venido mucha gente a hacer compras Así que Me dediqué a pulir y arreglar Las Maderas que más adelante se volverían elementos mágicos me encerré en el taller esperando que mis elfos atendieran A quién necesitaron alguna cosa yo no era tan necesaria en este momento.

Estaba muy contenta con las varitas y me encantaba enajenarme todas las formas posibles cuando fabricaba las varitas me concentraba tanto en todos los detalles en Como cada núcleo me permitía trabajar con él para infundirle parte de mi alma a cada una de ellas fabricarlas para mí no era un arte era exponer mi alma en cada fabricación escuché ruidos en la parte de afuera no era común que los elfos hicieron tanto ruido así que dejé la varita en el torno para que terminara el proceso y salí al negocio.

Un efluvio vampírico llegó hasta mí era nada menos que padre de mi hija y mi novio quién lo diría después de haber sido novios adolescentes y tener una hija estar tantos años separados y ahora estábamos juntos salí para dejarme ver antes mirarme en el espejo y ver cómo Lucía con mi vestido negro con líneas plateadas mi cabello suelto y ligeramente ondulado sobre mis hombros me sentía bien de estar ahí al ver a Hassam y dejarme ver le regalé una gran sonrisa.

- Un gusto recibirlo en Ollivanders Milord, en que puedo ayudarle.

Me recoste en la pared más allá de los estantes sin dejar de mirarlo y sin acercarme a él @ Hades Ragnarok

 

 

 

Editado Miércoles a las 01:31 por Ada Camille Dumbledore

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

El Malfoy sonrío al observar la figura de Selene quien apoyada en la puerta se encontraba esperándole. Camino despacio como si fuera un cliente mas que venia a comprar una varita, pero sus ojos no podían quitar el brillo travieso que se habían apoderado de ellos. El vampiro simplemente se acerco como un cazador a su presa, lentamente, sin hacer movimientos bruscos sin quitarle de encima la mirada, esperando que ella no saliera corriendo, claro estaba, lo haría si sospechaba que el pudiera darle el anillo de compromiso y así definitivamente que se pudieran casar, sin embargo, el Malfoy tomo las previsiones necesarias para que eso no sucediera aun.

 

-Puedo decir que se ve provocativamente hermosa? -dijo el Malfoy acercándose a ella observando y esperando que cualquier posible cliente se descuidara o que los elfos encargados los atendieran para "secuestrar" a la dueña de la tienda- y sobre la razón  por la cual señorita Ollivanders es que vine a cobrar unos besos que me debe -rio ante la broma- tiene pagos vencidos y creo que le tendré que cobrar intereses

 

El tío del ragnarok simplemente se acerco a Selene y la tomo por la cintura.

 

-día difícil o ajetreado? -pregunto en tono tranquilo- no te habré interrumpido verdad?, se que amas tu paz y tranquilidad cuando estas haciendo varitas

 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

Selene Ariane Dumbledore

 

La tienda era un lugar muy cálido tener todo hecho en madera me hacía pensar que estaba en medio de un bosque y estar rodeada de las varitas me hace sentir todavía más así, me agradaban las visitas y más de la gente que me quería de verdad.

 

Hassam y yo nos habíamos enamorado muy jóvenes, nuestra historia había sido corta pero muy intensa por eso era que nuestra hija era un tesoro invaluable. Sabía que para ella que estuviéramos juntos le daba felicidad era como tener la familia que por mi incapacidad emocional jamás le había podido brindar. Ahora era diferente ella sabía lo difícil que era ser madre la pequeña Ixchel era una niña maravillosa pero ella misma sabía que era muy difícil cuidar a alguien a que nada amas tan profundamente protegerla y se quiere lo mejor para ella pero que camina con sus propios pies.

 

Los ojos de Hassam tenía un encanto bastante singular para mí eran como lagos profundos en donde si te sumerges puedes ahogarte sin poder salir de ahí, me hacían gracia todas sus palabras siempre era una persona que denotaba una alegría sutil era agradable poder estar con él y la verdad no me sentía tan a gusto con nadie más desde hacía mucho tiempo ya.

 

Sus palabras me hicieron sonreír y agradecía ser vampiro para no sonrojarme en este momento, lo mire sin inmutarme, ventajas que daba mi raza.

 

- No recuerdo deberle a nadie, pero si tengo alguna deuda haré honor a mi apellido y la pagaré.

 

Blanquee los ojos ante sus palabras, era demasiado amable para interrumpir mi creación de varitas, lo mejor es que había terminado y la varita ya estaba en el torno, sino no hubiera salido, sabía lo importante que era la fabricación de una varita como para dejarla.

 

- Soy libre señor Malfoy

 

Lo acerque a mi tomándolo de la solapa de su chaqueta y lo deje a centímetros de mi rostro.

 

-Le gustaría tomar un té en mi apartamento, es un día con vientos fríos, seguramente quiere algo de calor.

 

Sonreí soltándo a @ Hades Ragnarok   alejándome por el pasillo hacia la las escaleras que conducían al apartamento del tercer piso.

 

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

El vampiro rio ante el comentario de la Ollivanders y se acerco mas a ella. No podía negar que estaba enamorado de esa mujer. habían tenido una hermosa relación cuando jóvenes, de la cual, había nacido @ Ada Camille Dumbledore  quien era su orgullo. por razones que y6a no tenían sentido ni venían al caso ambos se habían alejado, prácticamente perdidos de la vida del otro, para Hasam Selene había sido el amor de su vida, pero el sabia que la Ollivanders guardaba en su corazón a alguien mas, a alguien que había sido extremadamente especial para ella. El Malfoy lo tenia en mente y lo había aceptado.

 

-Quiere que le muestre... el recibo de su deuda? -dijo acercándose a su oído para susurrarle aquello. Aunque sabia que Selene era vampira y no podía sonrojarse siempre le decía aquel tipo de cosas simplemente para ponerla nerviosa.

 

El tío del ragnarok sonrió aun mas divertido observando los ojos y el rostro de Selene quien lo había atraído hasta ella tomándolo por la solapa y colocando sus labios tan cerca de los de el como para tentarlo. El brillo de maldad, travesura y diversión en los ojos de Hasam apareció en un instante, al parecer la Ollivanders quería jugar, quizás en aquel momento en vez de ser la presa ella se había convertido en la cazadora

 

-Puede llevarme a donde usted quiera señorita ollivanders -rio- me encantaría un te, sabe que lo disfruto mucho, pero no se crea que no estoy viendo sus intenciones de cambiar la conversación para evitar que le cobre los besos que me debe -el Malfoy la tomo de la mano- vamos?, le aseguro ,que con el te y los besos la ayudare a sentir mucho mas calor

[Selene Ariane Dumbledore]

Era tan tierno el estar allí en ese juego dulce con Hassam, wl siempre habia sido una persona muy tierna y muy amable . Esa  picardía que tenía siempre me había sido muy agradable. Estando allí mirándole a los ojos no solo me sentía cómoda, me sentía segura, no era mala idea subir a mi apartamento y tomarnos un té seguramente hablaríamos y tendría tiempo para pagar la deuda que le tenía.

 

Después de su comentario caminamos tomados de las manos y subimos  las escaleras en forma de caracol, hasta llegar a mi apartamento. Al llegar allí me dirigí a la cocina para poner a calentar el té. Mi varita reposaba en mi bolsillo y la saqué para poder encender el fuego de la mejor manera, las tasas estaban hechizadas para servirse en cuanto el agua estuviera hervida y eso permitiría que pudiéramos sentarnos a hablar tranquilamente.

 

-Voy a tener que revisar ese recibo, no me convence mucho lo de su deuda,

 

Dije riendo mientras abría las ventanas del salón para que entrará algo más de luz. Voltee recargando en el alféizar de la ventana.

 

-   Puede que usted solo esta intentando eso para aprovecharse de mí 

 

Hice rostro de victima al estar en brazos de un depredador, pero apenas pude sostener el gesto porque la risa pudo más conmigo

@ Hades Ragnarok

 

 

 

 

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

El Malfoy tomo la mano de @ Selene Ariane Dumbledore  y caminaron con tranquilidad hasta el apartamento de la Ollivanders. No había apuro, era una tarde casi noche hermosa y fresca, por lo que podrían disfrutar del te y de una muy buena charla, claro esta, si les daba tiempo. Observo como se movía en la cocina mientras el se sentaba a esperar a Selene. El tío del ragnarok sonrió cuando su miradas se cruzaron después de que la Ollivanders abriera la ventana. Dejo que se acercara y sonrió  ante las palabras acusadoras. la verdad es que si, quería aprovecharse de ella de todas las maneras posibles, quería verla reír, sonrojarse, ponerse nerviosa.

 

-Ven y te muestro el recibo -dijo el Malfoy sacando una pequeña libreta esperando que Selene se acercara mas a el- me halaga que piense que puedo aprovecharme de usted  -dijo divertido mientras le decía de aquella forma tan formal siguiendo el juego

 

El siguiente movimiento la chica no se lo espero, la tomo de la mano y la trajo hacia si provocando que cayera sobre sus rodillas. la acuno y la beso suavemente.

 

-aun me debes muchos mas -dijo al fin dejando las formalidades- estoy seguro que nuestra hija Ada pensaría igual.