Jump to content

Ollivander's (MM)


Ada Camille Dumbledore
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Al parecer Sain tenía un compromiso más urgente y había tenido que retirarse, decidí esperar unos momentos, por si otro empleado del ministerio aparecía frente al local para completar la tarea, pero no fue así. Sentí curiosidad por saber que tanto podrían tardar en pedir relevamiento, y si lo hacían, o los casos se asignaban según sus peculiaridades, serían esas cosas que no sabría hasta que le preguntara a algún miembro del departamento de Criaturas y seres mágicos, bien podría pasar un buen rato antes de eso.

 

Ariane, o Selene, si había podido traerla a flote, comenzaban a preocuparme, esperaba que fuera algo rápido, y por eso me llamaban impaciente. Era hasta irónico que alguien que tuviera tiempo indeterminado y juventud para realizar lo que quisiera, se impacientara y se apurara por cosas que bien necesitaban su tiempo para que fueran bien logradas. Me sentí como un niño el día anterior a su cumpleaños, desvelado esperando los regalos, imaginando las grandes cajas con papel brillante y moños maravillosos ocultando las magnificas sorpresas. O eso concluía de ver a los niños que conocía.

 

Una sensación extraña comenzó a llenarme, algo no andaba bien, en el local había un espeluznante silencio. Corrí escaleras arriba y abrí bruscamente todas las puertas. No había nadie en su oficina, ni en la mía, la respuesta obvia sería que estuviera en la sala común que compartíamos pero allí no había nadie. Busqué frenéticamente, grité e hice volar todos los muebles como si ella fuera una chiquilla escondiéndose, pero así no lograría hacer más que bloquear mis sentidos; respirando profundamente sentí ese olor tan conocido, sangre, sangre única y especial, la sangre de un vampiro con esencia de demonio, había una gota que discurría largamente de la pared.

 

Me acerqué confundido, y pasé mis dedos por el rastro de sangre y con unas chsipas una puerta se deliñó en el lugar donde se suponía era una pared ordinaria. Pasé por el arco con cautela, amiga o no, Ariane era una demonio, no desconfiaba de ella sino de sus superiores, si es que los tenía, no hablábamos mucho de eso, ella controlaba tan bien sus poderes que algunas veces se me olvidaba. El olor a sangre quemándose me inundó, y ahí lo noté: Ariane, o Selene, ya tenía casi todo el cuerpo dentro de un espejo, que mostraba un sol exquisitamente tentador.

 

-¡Malditas hadas y su maldito sol! -Apreté los dientes y prácticamente volé hacia mi oficina.

Me detuve frente a mi retrato mis ojos pintados pidieron una sonrisa de colmillos y se la brindé, a la apurada, acto seguido, mi yo del lienzo abrió la boca y se reveló un hueco en la pared. Ahí guardaba mis reservas de sangre ultra especial. Allí estaba una ampolla hecha de cristal con soles de oro, la tomé y sin siquiera sonreír satisfecho ante una búsqueda exitosa, corrí otra vez hacia aquella habitación.

 

Ya solo quedaba un pie de Ariane o Selene, o quien fuera, en este plano de la realidad. Lo tomé y jalé hacia atrás. Dio batalla pero al final pude traerla otra vez, pero ya estaba casi carbonizada. Solté otra maldición y destapé aquel frasquito, el olor de por si llenaba el alma de uno, olía a todo lo que yo consideraba digno de vivir y disfrutar. Vertí unas gotas en la boca de Ariane o Selene, no había comprobado eso dado aquella situación, y su recuperación fue casi instantánea. Sonreí aliviado y tomé el resto de aquella delicia que me hacía sentir increíblemente bien, era como beber el paraíso.

 

-Que susto me has dado, gracias al cielo...-<<o a la sangre>>-...que estás bien -La ayudé a incorporarse y miré el espejo que irradiaba una luz tan intensamente atrapante como para freír a todos los vampiros que no supieran ese secreto-. Ari o Sele, quien quiera que seas, preciosa, vayamos de cacería, te prometo que si esas gotas que te acabo de dar te han hecho sentir más que hasta el humano más excitable, lo que probarás allí lo harán parecer como sangre de rata.

 

<<Nada mejor que la sangre de hada fresca>> Liberé mis colmillos, sonreí excitable por lo que pasaría, y miré a mi socia con aquella misma expresión. Sin esperar su respuesta me metí en el espejo y mis sentidos se llenaron de olores frescos y embriagadores, pero lo mejor... lo mejor era sentir el sol en mi piel sin comenzar a humear. Era mi primera vez desde hacía siglos, y se sentía tan bien como aquella ultima vez.

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba confundida quien fuese quien me había ofrecido su mano no era Selene, en cuanto cruce el umbral el sol me cegó y no tuve en donde ocultarme, era un bosque demasiado bajo y abierto, apenas si pude lanzarme de rodillas, el fuego me rodeaba y yo era una flama, era doloroso al extremo y no podía luchar contra eso.

 

De repente algo me atrajo a la sombra, unas manos fuertes que me lastimaron al tocarme, apenas si escuchaba lo que me decía, solo me dejaba caer entre sus brazos.

 

Una sustancia extraña y oleosa atravesó mi garganta, tras estar unos minutos quieta me sentí con un frenesí sin igual no sabia que era eso pero me había permitido estar plena y ya no tenia dolor.

 

Me ayudo a levantarme, me reincorpore y al escuchar lo que me dijo sonreí maliciosamente, disfrutaría de liberarme de este encierro y mas cazando

 

- Soy Ariane... Selene nunca salio a mi encuentro, solo ese ser que me hizo salir al sol... pero prometo encontrarlo y hacerle pagar lo que acaba de hacerme

 

La mirada rojiza se había intensificado, corrí tras el atravesando aquel umbral del espejo, pude descubrir mucho mejor el panorama, era un lugar pleno de sol y con bastantes arbustos bajos, no me sorprendía que no veía a ningún ser viviente por allí ya debían haber sentido el peligro de dos vampiros al acecho.

 

- Llévame hacia las hadas, vamos a deleitarnos...

 

No las conocía mucho así que para mí seguir su rastro era mas difícil, el las conocía mejor y estaba seguro que lo disfrutaría.

3BdLSkp.jpeg

 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No pude evitar una risa alegremente maliciosa al escucharla tan emocionada con la idea de cazar a esos seres que durante siglos habían sido los dueños de los cuentos favoritos de los humanos, y eran vistas como unas pequeñas bolitas de luz que otorgaban dones y regalos a princesas falsas, o que eran las responsables del florecimiento de las flores en primavera. Tonterías. Las hadas eran unas malditas bestias que adoptan la forma de la frecuencia en que se encuentran, pareciendo hermosas para quien las viera, y cayeran en sus redes para ser violados y no recordar nada, y luego nosotros éramos malvados.

 

-Cierra los ojos, intenta bloquear tu esencia vampírica y demoníaca, y deja que esa sangre de hada te invada. Cuando dejen de sentir nuestro aroma natural y sientan el sol en nosotros, aparecerán, nos creerán humanos que han bebido sangre de vampiro; y hay pocas cosas que atraigan más que intentar conquistar a la conquista del enemigo. -Caminé unos pasos, cerrando los ojos e inspirando fuertemente, para soltar un largo y exagerado suspiro, que se llevaría de mi mente y mi cuerpo mis impulsos naturales.

 

Pronto, antes de que comenzáramos a freírnos, detalle que preferí evitarle a Ariane. La sangre que le había dado era de hada pura y cedida voluntariosamente a cambio de unas hierbas, hace tiempo ya, pero la sangre estaba bien conservada, y era lo suficientemente poderosa para mantenernos a salvo hasta que pudiéramos saborear el paraíso en versión líquida otra vez. Miré discretamente a la joven a mi lado, e hice una mueca, tenía curiosidad por saber por qué no había aparecido Sele, hubiera sido bueno verla otra vez, aunque pudiera ponerme nervioso, aunque no la veía como una gran cazadora de hadas, Ariane era más... Salvaje.

 

Risas y voces cantarinas se sentían a lo lejos, y no pude estar más expectante. Sentía el latido de muchos corazones, un aroma incluso más exquisito que la fragancia francesa más costosa y más recomendada, y aún así dicha fragancia no se acercaba ni a los talones ante semejante aroma. Una música demasiado alegre empezó a sonar como si saliera de entre los árboles, y no hubiera sabido decir si había sido eso, o el simple deseo de sentir la hierba, que terminé por quitarme los zapatos, y los calcetines.

 

Las hadas se acercaban más y más, bailaban alegres despreocupadas, gráciles. Ninguno de ellos iban calzados y a medida que se acercaban más, se veía cuan suelta era su ropa, tal como las recordaba. Las mujeres llevaban largas túnicas de Georgette, y vestidos strapless y estilo griego de Batista y Organdí, todos en vivos colores, mientras que los hombres usaban unas camisas que les quedaban demasiado holgadas, y no se prendían los botones ni porque su vida dependiera de ello, o bien chalecos de seda o cuero teñido todo en colores tan fuertes como sus contrapartes femeninas. Mientras que de la cintura para abajo usaban una mallas tan ajustadas que dejaba muy poco a la imaginación y que me impulsaban a desear comerlos primero para no tener que ver eso.

 

-A bailar -le susurré a mi socia, cuando las hadas ya estaban casi a nuestro encuentro- y muérdelas justo cuando ya te hayas ganado su confianza, no tardará mucho, pero bebé o te freirás.

 

Imitando sus movimientos gráciles lo mejor que pude, moví mis brazos como si fueran papel y una brisa los meciera, mientras girando lentamente me unía al círculo de hadas, que reían sin ocultar su picardía, y comenzaban a meter sus manos, un montón de manos, dentro de mi camisa. Ignorándolas tararé su pegajosa cancioncilla, esperaba por todos los cielos que si les ofrecía mi cuerpo para divertirse con él unos minutos ellas no encontraran sospechosa mi frialdad corporal.

 

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La verdad estaba encantada por poder disfrutar del lugar, del Sol, del aire libre en una tarde de verano... era algo tan maravilloso , no sabia cuanto atesoraba en mi vida algo que no había disfrutado hace mucho.

 

El lado salvaje me poseía, me sentía invadida por un frenesí indescriptible y mas cuando las palabras de mi guía llegaron a mis oídos y asentí como una mirada llena de picardía.

 

Lo que vi a continuación fue algo que ni en mis mas descarados y lujuriosos sueños hubiera imaginado, un grupo de jóvenes hermosos, tocando música incitadora, parecían haber salido de una visión. Sus movimientos eran hipnotizantes, Joaquín me había dicho que bailara y así lo hice.

 

Deje que mis instintos se dejaran llevar por las caricias insinuantes que me hacían, uno de ellos interpretaba una especie de flauta, me sumergí en aquella profunda mirada, cuando lo ví cercano a mi, fue cuando note que solo estaban ellos tres a mi lado, tres caballeros absolutamente guapos y de mi acompañante, a quien se lo habían llevado las damas.

 

El caballero aparto a los otros dos y entrego aquella extraña flauta, me tomo el rostro y me beso con pasión, deje mis manos acariciaran su pecho y que volaran por medio de su camisa. Lo disfrutaría antes de embelesarme con su sangre.

3BdLSkp.jpeg

 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Así como unas cuantas hadas me llevaban hacia un lugar al que no conocía, tres hombres hadas se llevaban a Ariane por otro lado. Las hadas y algún otro pervertido no perdían tiempo y ya habían tirado mi camisa al suelo. Llegamos a un claro, dónde la música casi no se sentía. Parecía los bosques de los cuentos de hadas de verdad, hongos rojos con lunares blancos, tan simpáticos como venenosos, flores de todos los colores imaginables, y el césped de un verde tan vivo e intenso que parecía artificial.

 

Me empujaron hacia un tronco, que yo habría asegurado que ellas usaban como asiento. Con una habilidad casi innata, un hada pelirroja con los ojos azules tan intensos como el océano más puro, me quitó los pantalones y me trepó como si yo hubiera sido una pared, y comenzó a besarme apasionadamente, como si fuera su novio de toda la vida, me acariciaba como si supiera lo que me gustaba, seguido de algunas mordidas ocasionales.

 

Las otras hadas, igual de hermosas, una con un largo cabello como si hubiera sido de las mismas hebras de oros, peinada en una trenza que le llegaba hasta la espalda baja, y unos ojos verdes tan intensos como unas esmeraldas. La otra hada tenía un cabello negro como el azabache, lacio, y su cabello llegaba hasta las rodillas, era incomodo solo de verla. El otro hada pervertido, tenía el cabello bastante corto y no era muy lacio, eran de los que crecían hacia arriba , castaño, ojos grises indescifrables. Este último masajeaba mis pies, y con su sonrisa cargada de picardía hasta se me hacía apuesto y excitante. Era lo que más me incomodaba.

 

Mis colmillos estaban a punto de soltarse y no estaba en una buena posición como para matar a los cuatro, y si no actuaba rápido, sería un vampiro rostizado, ya fuera por el sol de verdad, o por el "sol" que tenían aquellas criaturas en su cuerpo, y que si no lo succionaba podía ser mortal. Quizás si dejaba que me quitaran mi última prenda de ropa... Pero no quería eso, al menos no que cuatro me disputaran como si fueran perros y lo mio un hueso.

 

-Yo sé lo que eres, yo quiero tu sangre, te ayudaré... -El hada rubia era la que me había susurrado eso con una voz tan seductora, que hasta a mi se me hacía difícil resistirme.

 

Reí, divertido y me puse de pie, y extendí mi mano hacia el apuesto joven que tenía su cara en un área demasiado peligrosa. El chico aceptó y lo guié hacia los árboles, me dí la vuelta y guiñé el ojo hacia las tres damas. El chico dejó caer su chaleco dejando al descubierto su torso que no era tan blanco como el mío; sus manos acariciaban mi piel, y era molesto, excitante y molesto. Acercó su cara a mi cuello, y antes de que sus labios lo rozaran, le tomé la cara, con una barba de 2 días, le sonreí y suavemente acerqué mi cara a su cuello, puse mi mano en su boca, y colmillos afuera.

 

Beber su sangre era más placentero que el sexo mismo, era llenador, era tener el sol por dentro, era sentir la hierba, las mariposas los pajaritos, era beber el paraíso. Y antes de que pudiera seguir pensando en lo deliciosa que era el hada se hizo polvo. Las fueron incluso más fácil, corrí tan rápido con un vampiro lo hacía, y tomé por el cuello a la de pelo negro, y clavé mis colmillos, y drenarla, fue cuestión de momentos, y fue una sangre aún más exquisita que la del otro hada, era una brisa en verano, eran las comidas más exquisitas que había probado en vida, era la vida misma.

 

-¿Qué pasa amor? Te asusta un poquito de sangre -Le sonreí a la chica pelirroja, a conciencia de que tendría la sangre de sus hermanos en mis dientes.

 

La chica abrió los ojos como plato, y estiró sus brazos para dispararme con sus rayos de luz, aunque demoraría un rato en quemarme. Una risa exquisitamente malvada salió del hada dorada, estiró sus dedos apuntando hacia su hermana pelirroja y soltó sus rayos de luz que carecía de nombre, y con un grito la ojiazul salió volando. Corrí tras ella, y la mordí en la arteria femoral, mientras acariciaba su elegante pierna. Tenía el sabor de la lujuria, el excitante secreto, y el licor más fino, cubierto con una inocencia de sabor a sol.

 

-Ahora eres todo mío -dijo el hada rubia, que se acercó moviendo pronunciadamente su cadera. Rodeó con sus brazos mi cuello y me besó, estrechándose contra mi cuerpo-. Ahora lindo, más te vale que cumplas, o te aso vivo. -Finalizó con una risita.

 

Reí, no sabía si excitado por la situación o demasiado drogado con aquella sangre como para matarla por amenazarme. Mordí mi muñeca y le tendí el brazo a la rubia, que bebió mi sangre como si fuera el agua más pura de las montañas. Bebió un largo rato, y cuando terminó volvió a besarme con pasión, al tiempo que mis manos rasgaban su hermoso vestido, revelando un cuerpo propio de las estatuas de mármol más exquisitas, y que ¡Oh sorpresa! No llevaba ropa interior.

 

Lo más fácil que había hecho aquel día, había sido dejarme llevar luego de que ella se deshiciera de mi ropa interior y nos fundiéramos en un solo ser, gimiendo, suspirando y gruñendo de placer entre besos y beso y con cada movimiento de mis caderas

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los rayos de sol se filtraban por medio de las ramas de los árboles, la piel de ambos brillaba lustrosamente ante estos. Los labios de aquel varon avasallaban los mios, su lengua jugueteaba con la mía causandome un placer indescriptible.

 

La actitud sumisa que habia tomado no me duraría tanto pues mis impulsos me llevaban a tomar parte activa en nuestros deseos y mis uñas se clavaron en su espalda mientras que besaba mi cuello y con su mano me despojaba del vestido rojo y yo le ayudaba a desprenderse de su camisa.

 

Mi pierna rodeo su cintura y lo atraje hacia mi para sentir su calor,su piel y aquel olor a sangre joven tan excelso que se sentía.

 

Abrí los ojos al cielo y trate de controlarme para no morderlo hasta terminar de llenarme de placer, al fin y al cabo era una demonio creada para la lujuria y justo ahora estaba saciando aquellas necesidades. Tal vez necesitaba solamente volver a sentir aquellas sensaciones con las que había sido creada.

 

Al sentir mi cuerpo desnudo ante el suyo sonreí con tal malicia que si se hubiese fijado hubiera notado la expresión de mi rostro: la lujuria personificada

3BdLSkp.jpeg

 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Desde los veinte que no sentía el sol en la piel y otra piel cálida sobre la mía, tan fría como el hielo, como el cuerpo muerto que era. Que curioso era tener una hermosa mujer encima, dándose y dándome placer, y gimiendo, comprobandome lo que ya sabía, y tener un rostro borroso en la mente. Un rostro sonrojado, de alguien que fuera tan inexperta como yo, el de una chica dulce, que no había recordado desde aquel entonces hasta ahora.

 

Un gemido largo y agudo, cantarino y hasta dulce, me volvió a la joven hada, que estaba sonrojada por la excitación, expedía una luz tan llenadora como la sangre de sus hermanos que había bebido. Su cabello dorado subía y bajaba al compás de su cuerpo cuando hacía que mi cuerpo entrara más profundo en el suyo e hiciera el intento de salir y volviera a entrar aún más profundo. Sonreí con una malicia llena de placer y acaricié todo su cuerpo curvilíneo, para rápidamente darme la vuelta y tomar el control de la situación.

 

Con la velocidad natural que poseía, logré dejar a la chica sin capacidad de habla, con los ojos abiertos como platos, lo que me causó una carcajada. La carcajada más real, más sincera que había tenido jamás, una llena de una alegría humana, cargada de sentimientos que estaba nublada por mi tono de superioridad. Volví a darme la vuelta y quedé debajo de ella, sin dejar el movimiento repetitivo de mis caderas. Besé sus labios rosados, su mentón y di pequeños mordidas a su cuello, incorporándome poco a poco, hasta que volví a sentir la sangre en mi boca.

 

Aquel acto se mantuvo por un buen tiempo más, gemidos, placer, sonrisas lujuriosas y más sangre. Hasta que sentí una música que provenía de los bosques, y cada vez se hacía más intenso y rápidamente. Miré alarmado a la rubia que entendió y se quitó. Pinché mi dedo con mi colmillo derecho, y lo froté en su cuello, que aún goteaba sangre, y a los dos segundos ya se había regenerado la piel de la chica y no quedaban marcas. Tomé mi camisa y mi ropa interior, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba con ambas prendas encima, mi pantalón estaba perdido y el tiempo se acababa. Con la misma velocidad con que me vestí tomé el vestido de la chica y la vestí.

 

-Acompáñame, guíame hacia los hados que se llevaron a mi socia -Le tomé la mano, y comencé a correr justo en el momento en que ella tomaba mi pantalón de un arbusto.

 

No nos costó mucho encontrarlos, por sus pensamientos lujuriosos; estaban en un claro cercano. Eran tres, aunque solo uno tenía la atención de la demonio, mientras los otros babeaban por probar solo un poco de mi querida amiga Dumbledore. Aguanté una risa pícara, al ver lo bien atendida que estaba; y cuando ya no pude más, solté al hada y corrí. Me volví en una sombra borrosa que rompió aquellos cuellos, como si fueran el cuello de una gallina. Sentí la risa de la de ojos verdes y miré a Ari, divertido.

 

-Disculpa que me presente en paños menores, pero se acercan las hadas, termina rápido con ese, ya vienen sus hermanos y nos matarán si seguimos aquí -le patee los cuerpos inertes- bebe, fresca es mejor, y no he dañado el empaque, no puedes decir que nunca te regalo golosinas.

 

-Tú... -dije suavemente hacia la otra rubia que me tendió los pantalones y el saco, que no sabía en que momento lo había tomado.- Vete de aquí, vete de este plano, yo te encontraré, te debo mi sangre y no he vivido trecientos años evadiendo deudas, ésta no será la primera. -Besé rápidamente sus labios, y luego dirigí mi vista a mi socia, sin dejar de prestar atención a la masa de hadas que se acercaba, aunque seguro saldríamos antes de que nos alcanzaran.

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba plena, hasta me habia imaginado volviendo a los brazos de Nosferatus, quien era un amante excepcional. Ya en el clímax, no pide evitar lanzar un grito de satisfacción y enterrar mis uñas en su hombro, hasta hacerle sangrar, esa lustrosa sangre que lami con satisfacción.

 

En un momento sentí la presencia de joaquin, mi guia en toda esta afrodisíaca aventura. Era ya decir que nuestro momento de partir había llegado. Mire aquel varon de hadas y dejando ver mis colmillos, los clave lenta y suavemente en el cuello blanco del hombre. Succione suave y sentí el frenesí de su sangre recorrerme. Tras unos momentos deje caer su cuerpo inerte a un lado y consumi presurosa la sangre que me ofrecía Joaquin, fresca, tibia.

 

Sentí algo de celos al verlo despedirse de la rubia,contrario a mi yo habia asesinado a quien me habia servido de amante, el en cambio, le habia perdonado la existencia y ahora la tenía a su merced.

 

- te apenas por tus paños menores y yo ni siquiera tengo ropa, no te incómoda, verdad?

 

Solte irónica y mostrando mi perfecta figura, tome aquella camisa del varón que me habia servido y la coloque encima, aunque su transparencia no ocultaba mucho la voluptuosidad de mi cuerpo.

 

- vamos a casa, ya es hora y no quiero que nos arruinen el momento ..

 

Corrí camino al sitio donde habíamos entrado y allí logre ver el Portal, pues ya conocía aquella habitación.

 

Entre de un salto al espejo y vi lejos aquel calido sol, al que mire con expresión satisfecha. Habia sido un retorno a mi escencia y eso me había encantado.

Editado por Ariane Dumbledore

3BdLSkp.jpeg

 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/DelacourBarra_zpsd7c39639.jpg

 

Delacour y Nicolle habian llegado a la puerta del local, sus caras eran cubiertas con antifaces, que momentos antes el joven habia sacado, sus caras eran cubiertas por estos antifaces y no podrian ser descubiertos, tan facilmente

 

-Los aurores son peores que la policia muggle,,Nic...-Se habia callado, no podian usar los nombres verdaderos, si no serian descubiertos, tambien se acordo del anillo de la joven muchacha...

 

-Desde este momento yo me llamo Halcon y tu te llamas Elfo Uno...¿esta claro?- dije..- Tambien te tengo que quitar esto...- dijo tomando la mano de la joven y tomando su anillo- No es buena idea que lo lleves puesto...

 

-¿Lista?- los chicos entraron y no vieron a nadie cerca...

 

-Tu busca una varita...los hechizos elementales yo los hare...Hasta que tu encuentres una varita...¿Esta claro elfo Uno?- dijo mientras apuntaba a la puerta

 

-Fermaportus- la puerta se habia sellado rapidamente evitando entrada de clientes o los mismos dueños...

 

 

 

http://i1158.photobucket.com/albums/p615/RhyanneCrowley/Foro/Semper_zps83efb902.png
http://i.imgur.com/YfWnTrw.gifhttp://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/NicolleBarraDefinitive_zpsf052c995.jpg

 

Bueno, en eso tenía razón el mago, porque no entendía por qué les hacían tanta fama si al fin y al cabo no eran capaces de detener a una simple delincuente que ni si quiera iba a armada. Habían entrado al local de frente, cosa que la chica hubiera recriminado porque era un poco arriesgado entrar tan de golpe, pero no dijo nada. Al menos, el antifaz que él le había dado y la capa que la cubría impedían que fuera reconocida fácilmente. Aunque poco daba, casi se podía decir que varios podían distinguirla ya como una ladrona.

 

Arqueó una ceja al escuchar los nombres clave. ¿Por qué halcón y por qué elfo? Encogiéndose de hombros asintió con la cabeza ante sus explicaciones, no sabía cuánto podía llevarle encontrar alguna de aquellas varitas mágicas a su medida. Cuando fue el momento salió a toda prisa con cuidado, fijándose de que no hubiera nadie custodiando. Por extraño que pareciera, el vestíbulo estaba vacío, nunca le había pasado una situación tan fácil. Se extrañó aún más por lo del anillo pero seguramente lo diría por algo.

 

Con velocidad, comenzó a revolver todas las cajas. Luego de tres varitas que no funcionaban directamente, al coger la cuarta, los cristales del local se rompieron en miles de fragmentos. Se llevó una mano a la boca y dejó la caja lejos de sí como dando a entender que había sido por accidente. Siguió probando y al final, consiguió que una se ajustara a su mano proporcionándole una sensación cálida y al mismo tiempo tres cuerdas salían disparadas de la varita. Miró el papel que venía en la caja.

 

―Madera de Acacia, 23 cm. Núcleo de Pelo de Unicornio. Flexible. Excelente para Encantamientos.

 

Luego de leer la volvió a guardar en su caja y se la llevó pero no sin antes, por costumbre, agacharse hasta tras el mostrador donde estaba la caja y coger los galeones que habías más a mano. Rellenó el resto de la caja de la varita con los galeones para luego posicionarse al lado del mago.

 

http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/smudgedefinitivo_zps66c2f698.jpg

http://i.imgur.com/0iVE8fB.gif http://i.imgur.com/pxs5f.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.