Ollivander's (MM)

[Ela Karoline]

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El hecho de encontrar a Seba a la entrada del local junto con aquella bruja que parecía ser empleada del negocio le hizo sentir más cómoda con la espera, la verdad deseaba ver llegar a su ahijada, pues su varita era cosa delicada, y nunca le había dejado en manos extraña, es más solo recordaba que la había tocado Sagitas en una ocasión cuando había caído presa.

—No tienes ni idea Seba las que me ha hecho pasar la varita, casi que prefiero no usarla— dijo frunciendo el ceño al tiempo que la dependienta les invitaba a entrar, cortesía que agradecía por aquellos días, las embarazadas no soportaban estar de pie mucho tiempo y aunque ella aún no lo sabía ese era el caso y primeriza para completar.

—Señorita cree que la dueña tarde mucho… ¿usted tiene practica arreglando varitas?— indago y luego pregunto sin quitarle la mirada de encima como escudriñándola, tenía que asegurarse que su varita con un núcleo tan especial e irrepetible no fuera a sufrir un mayor daño del que ya tenía encima. Lo que la Lockhart no alcanzaba a comprender es que la varita no era la causante, sino los cambios no solo físicos sino emocionales, de energía que sufria a causa de la gravidez, al ser primeriza no tenía ni idea de cómo canalizar la magia porque en principio no sabía que lo estaba, así que era más lógico achacárselo a la varita. Se giró hacía el Granger y preguntó.

—¿Y tú? Andas de paseo… curioso lugar, a menos que vengas a emplearte aquí— dijo bromeando porque no recordaba y no había alcanzado a escuchar que Ariane era la madre del mago.

[Seba Granger]

Me sorprendí al escuchar lo de la varita de Cye no sabía si indagar mas, si preguntar si estaba dañada o sospechaba era algo mas al ser auror no podía evitar pensar en esas cosas sabía lo que algunos magos podrían hacer para hacer dañar, pero a la vez sabía que las varitas no se dejaban manejar tan fácilmente por otra persona, y si mi compañera hubiera sido desarmada en algún momento lo mas seguro es que lo hubiera sabido.

Luego me retire un poquito de ellas mientras conversaban mirando los escaparates de la tienda de mamá, la última vez no había tenido el tiempo de mirar, de echar una ojeada mas que nada habíamos estado en la oficina que tenía tras el mostrador, tomando unas tazas de té y charlando.

La joven Lockhart llamo mi atención de nuevo, -Pues podíamos decir que es mezcla de muchas cosas. Visita, me gustaría hacerme de una varita extra, además de pasear un rato y distraerme- pronuncie un poco sonrojado.

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[Arabella Gryffindor]

El día se había desarrollado en perfecto orden, ahora que tenía empleo, era necesario tener una rutina, para que tanto las niñas como yo no tuviéramos sobresaltos, y el trabajar en el callejón era mucho mejor ya que me permitía hacer las compras al salir del trabajo. Ese día necesitaba llevar mi varita a Ollivander´s ya que había decidido grabarle, las iniciales de mis dos niñas en ella.

 

Llegue a la esquina de donde se encontraba el local, solo tenía que cruzar la calle y estará frente a la puerta, lo hice con paso ágil, dejando detrás el clap-clap de mis tacones negro. El sonido de una campanilla al abrir la puerta anunciaba mi llegaba, esperaba que me atendieran rápido.

 

- Hola Buenas Tar…- Me detuve al ver allí parados a Cye y Seba- ¡Que sorpresa! ¿Qué hacen por aquí niños?- Dije acercándome y saludándolos.

 

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[Sunar PBT]

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La rubia se apresuró a prender las luces para que al menos eso no pareciera muy oscuro allá dentro. Aunque no necesariamente lo estaba con la luminosidad del día fuera. Y cuando pensaba que no podía ser peor, llegó la pregunta que tanto temía.

 

– Mucho gusto señor Seba – lo saludó – Yo estoy comenzando a trabajar para la señora Dumbledore. – contestó lo más honestamente posible.

 

Acomodó unas revistas que con anterioridad había visto en la pequeña salita donde se esperaba las entregas de varitas, allí los clientes usualmente aguardaban los arreglos cuando se podía tener en el mismo día. Le invitó a sentarse.

 

– No estoy segura, espero que no se mucho – se dirigió a la rubia Lockhart y cuando pensaba que no sería tan malo, otra pregunta. – Sinceramente, aún estoy en el proceso de aprendizaje del arte, señorita. – contestó con otra verdad.

 

Lizzy no podía echarse encima una responsabilidad tan grande como pretender arreglar varitas cuando aún no tenía la experiencia adecuada. Solo esperaba que pronto fuera una buena empleada y pudiera ayudarle mejor a la Ariane.

 

Y la campanilla sonó. Su día no iba bien y todavía no creía que pudiera empeorar más.

[Seba Granger]

Mientras mas pasaban los minutos mas me extrañaba la tardanza de mi madre ella no solía ser así se que la bruja que nos acompañaba podía atendernos pero aun así quería saber que le podía haber pasado a la bruja, acaso habría salido de viaje de nuevo aunque supongo que hubiera avisado a menos que lo haya echo con mi hermana Galedra pero a esta hace unos días no la veía.

La llegara de Arabella me saco de mis pensamientos en eso me daba cuenta que Cye se había quedado un poco callada aunque tal vez esperaba las respuestas de la bruja que nos atendía.

Saludé a la Gryffindor con un beso en la mejilla, -¿Como estás?, ¿Donde están las pequeñas?- dije mirando hacía la puerta por si estaban con su elfina.

-Aquí buscando una varita nueva, ¿Y tu?- pregunte a esta.

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[Sunar PBT]

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No quiso interrumpir a los posibles "clientes", decidió mirar por su cuenta algunas cajas y otros artículos en la tienda para ayudarles a tomar una mejor desición o al menos, darles otra alternativa a la escasa habilidad para reparar varitas, ella sentía que aún no se hallaba preparada para tal responsabilidad.

 

- Si destruyo algo, me matan - pensó la joven mirando que una segunda mujer hablaba con el joven.

 

Dejó por unos minutos a los tres, mientras indagaba en la parte de la trastienda. Que nuevo mundo para ella, ya que antes estuvo esperando justo como ellos. Nunca consideró entrar y apreciar lo maravilloso que era ese sitio. Encontró el tarro de galletas, y una jarrita para el té.

 

- Aquí les dejo esto - puso sobre la mesita, la charola con tres tazas, una pequeña fuente con galletas de frutas y el tetero con un aromatico té de jazmín.

 

Se apartó un poco para dejarlos hablar con más tranquilida mientras ella fue detrás del mostrador a ojear un poco de los artículos que se vendían, una pequea agenda a modo de catálogo de las varitas que se disponían a los lados del local.

[Seba Granger]

Era raro ver a Ara ahí no se había acordado la última vez que habíamos hablado que tuviera problemas con su varita a lo mejor estaba ahí como yo por una nueva, ya que a veces al ser parte de un bando podíamos tener la mala suerte de perder la varita en combate aunque por suerte eso aun no había ocurrido la verdad no había tenido aun la oportunidad de participar en uno aunque la verdad estaba muy oxidado para hacerlo.

Pude notar que la joven que trabajaba para mamá se había alejado por unos minutos pero no vi hacía donde se había dirigido aunque lo mas probable que a la parte trasera del local donde ya había estado hace un tiempo con mamá.

A los pocos minutos regreso hasta nosotros dejando unas tazas, el aroma del té inundo de inmediato mi nariz a una buena taza de ese brebaje jamás le podría decir que no.

-Muchas gracias- dije sonriendo a la chica, mientras le hacía una reverencia. Antes de poder decir algo mas esta desapareció de nuevo, tomé la tetera observando a las chicas para ver si querían una taza.

-¿Gustan?- mientras esperaba su respuesta se me vino mi madre a la cabeza de nuevo, me preocupaba su ausencia.

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[Sunar PBT]

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<< Respira Lizzy >> la chica repetía para sus adentros, pero más que todo para tranquilizar los nervios que sentía porque no tuvo la oportunidad conversar con la señorita Dumbledore.

 

Desde su ubicación no lograba observar bien a las dos mujeres (Cye y Arabella), y mucho menos al chico Seba) pero no quería tampoco dejarlos tanto tiempo solos. Si pensaban que no era una trabajadora, después se lo dirían a la dueña del local. Ella no era así, nunca tuvo miedo para acercarse o entablar conversaciones, sin embargo, con un trabajo era diferente, casi normal.

 

Así que revisó lo que pudo y tomando una bocada de aire, salió al encuentro de ellos.

 

- Disculpe, mis modales. No hay de que joven - respondió al chico que le agradeció por la bandeja y al cual no le dirigiió la palabra al darse la vuelta. - A las damas ¿le puedo ayudar en algo? o ¿al joven? - miró a Cye y Arabella con una sonrisa amable, luego a Seba.

 

Haría su mayor esfuerzo con la tarea que se le aseignara, y eso que no entendía mucho del tema.

 

[Ela Karoline]

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—¡Tía! Estas son las casualidades que me encantan— dijo la chica recibiendo y devolviendo el saludo que la mujer recién ingresada al local les daba y es que se trataba de Arabella Gryffindor, la ojiazul sonrió antes de colgar de la mejilla de su tía un sonoro beso y dándole un abrazo luego se hizo a un lado para que pudiera saludar a Seba, entonces recordó que días atrás le había prometido visitarla a ella y a las niñas y aún no cumplía con aquello.

—Eh ¿también tu varita anda mal?— quiso saber enseguida, sin darse cuenta que la chica que los atendía se había alejado y al cabo de lo que a ella le pareció apenas unos segundos regresaba con una charola provista de bebidas y tentempié, deslizo su mirada por las delicadas tazas, Ariane siempre tenía buen gusto y si mal no recordaba las galletas solía hornearlas la elfina que dicho sea de paso tenía unas manos para los masapanes maravillosas.

—Si, Seba, gracias— acepto cuando el mago le ofreció llenar una taza para ella de la infusión que por el aroma era de jazmín. Cuando el mago le entrego la taza llena del humeante liquido la rubia la tomo con ambas manos y aspiro el vapor, acto seguido tomo una galletita de fruta y le dio una mordidita. —Están deliciosas—

—Señorita— le busco con la Mirada y la hayo detrás del mostrador —Dice que no tiene mucha experiencia, umm tal vez sea capaz de comprobar con algún método si mi varita está muy dañada, tal vez una limpieza, son cosas que no tienen mayor riesgo ¿cierto?— sugirió, pues pensándolo bien no le pedía que se metiera con el núcleo o que interviniera la madera, solo que comprobara y quizás una lustrada o lo que fuera que hacían para limpiarlas podría funcionar. La verdad es que si le decían que tenía que dejarla moriría, jamás se había separado de ella desde que su abuelo Gilderoy le acompañara a comprarla para su primer curso en la academia de magia. La miró esperando una respuesta por encima del borde de la taza de la que bebía sorbitos de té.

[Sunar PBT]

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- Aquí estoy - le dijo haciendo señas para que la viera que se hallaba más cerca - ¡Dígame! - aguardó las palabras de la rubia que empezaba a hablarle.

 

Las indagaciones que la bruja le sugería eran bastantes válidas para una persona como ella. Lizzy también era bruja, solo que muchas veces se le olvidaba en su empeño de parecer muggle que casi siempre así actuaba. Además, ya sería bueno ir probando para qué era buena.

 

- Por supuesto señorita - expresó hacia Cye para que diera tiempo a que llegara la persona idónea - Cuando usted guste, reviso su varita. Casualmente observé que hay una pequeña agenda con explicaciones de procedimientos básicos y fáciles. - explicó porque estaba segura de poder seguir los pasos.

 

La joven Housepiek hablaba de una carpetita que se hallaba en la trastienda donde la dueña realizaba su labor, lo había leído por breves instantes cuando les dejó las bebidas a los clientes. Así que esperaba que no fuera nada del otro mundo y al menos ayudarlos en algo.

 

- ¿Alguien más quiere que se le limpie su varita? - preguntó la chica a los demás (Seba y Arabella).