● Ars & Vita ● (MM)

[Ada Camille Dumbledore]

El callejon estaba dotado de variedad de locales para variedad de clientela y así mismo de servicios, lo que me parecía fantastico porque encontrabs todo en el mismo lugar.

 

En esta ocasion me dirigía hacia una nueva Academia de arte para inscribir a mis hijos en algunas clases de Arte, aun no me había decidido si pintura o algún instrumento o tal vez ambas cosas, o una u otra dependiendo de lo que decidieran ellos para su futuro. Ambos eran chicos muy independientes a deferencia de ser niños todavía.

 

Me ilusionaba la idea de que alguno de ellos escogiera el violín como instrumento pues yo interpretaba aquel instrumento maravilloso que expresaba los sentimientos de mi alma de manera exquisita.

 

En la recepción estaba una elfina a la que sonreí amablemente.

 

- Buenos días vengo a pedirle un informe de los cursos impartidos para niños, son dos niños uno de 7 años, y otro de 5 años... Así que quisiera saber que opciones tengo para mis hijos.

 

Espere la respuesta de la recepcionista, para tener la información.

[Adrian Wild]

OFF

¡Chicas! Muchísimas gracias por pasaros y... Perdonarme el retraso a contestar, pero ando de ausencia y no me paso casi.

 

ON

 

Wilmo, elfo personal de Adrian Wild

 

- ¡Buenos días! -sorprendí a la señorita que se encontraba perdida por completo, observando con cautela el lugar.

 

La reconocí nada más me miró. Se trataba de Reena, una amiga de mi amo. Le dediqué una sonrisa y rápidamente, le ofrecí mis servicios:

 

- ¿La puedo ayudar en algo? Cualquier cosa que necesite... -dejé las palabras en el aire, esperando una contestación.

 

 

---------------------

 

Bolinda, elfina recepcionista

 

Me encontraba sentada tras el mostrador en el que permanecía la mayor parte del tiempo, aunque no sabía muy bien por qué, pues por aquellas puertas que estaban frente a mí, no entraba nunca nadie. Me miraba en un pequeño espejito de bolsillo retocándome el rostro. Siempre me criticaban de ser excesiamente coqueta, pero no lo podía resistir. Además, nadie mejor que yo maquillaba a los actores y actrices que salían al escenario exhibiendo mis obras de arte.

 

- ¡Buenos días! -me sorprendió mucho ver a una persona acercase al mostrador.

 

Dejé el espejo al lado del jarrón que estaba a mi derecha con una rosa blanca en su interior y me predispuse para atender a la chica. Pedía información para incribir a sus hijos en la Academia. No em lo podía creer... ¡Las primeras inscripciones!

 

- Por supuesto, mire -saqué de un cajón dos hojas-, debe rellenar estos formularios y entregármelos. Cualquier preferencia o comentario, añádalo al final. La Academia se basa en el aprendizaje de tres artes: interpretación, danza y música. Sus hijos podrán cursar lo que deseen. Los horarios todavía no están establecidos, pero de eso ya iremos informandoles.

 

FICHA DE INCRIPCIÓN PARA LA ACADEMIA "Ars & Vita"

 

Nombre (Nick):

Edad (la del personaje):

¿Por qué quieres entrar en nuestra academia?:

Clases que quieras recibir (elegir entre: interpretación, música y danza. Todas las que se quiera):

 

Dejar la ficha en recepción.

 

Le entregué las hojas a la mujer y le ofrecí un bolígrafo que tenía en mis manos. La Academia necesitaría más inscripciones, pero pronto empezaría a funcionar. Aquello alegraría a los jefes.

[Catherine Moody]

Las celebraciones del cumpleaños de mi hermana me habían dejado completamente agotada. Necesitaba un lugar en donde desestresarme, además de que por necesidad, prefería que este fuera solitario o al menos quitado de bulla y gente. Ni siquiera podía ir a alguno de mis negocios, ni al Aqua porque la piscina siempre tenía gente, ni al cine, en donde de seguro encontraría al inepto del repartidor. Mas cuando vi ese local casi de salida del callejón me di cuenta de que era lo que buscaba.

 

Los momentos de retiro que solía tener me ayudaban a encaminarme de nuevo por el sendero de mi propia realización, o mejor dicho, de encaminamiento para no perder el norte de mis ideales. Al inicio me sentí un poco desorientada por su diseño moderno, dado que la tecnología siempre tenía la propiedad de abrumarme. Pero una vez pude ubicarme de manera adecuada no tardé en subir a la segunda planta.

 

Ya allí tuve que decantarme por una puerta. Rogando por hacer una buena elección tomé la verde, a pesar de que mi color favorito era el azul. Si me decidía por la incorrecta sabía que en mi estado actual no tendría ni la energía ni el valor para retornar por donde había venido. Pero para mi suerte me encontré en un estudio de canto. Los equipos aguardaban listos, como si aquella habitación fuera mágica y esperase al visitante ya preparada de antemano. Y no había nadie allí más que yo.

 

Aliviada y contenta al ver que también había un karaoke simple y al alcance de mi manejo, me instalé detrás del micrófono, similar a una paleta de niños en su forma, y que usualmente usaban los artistas para sus canciones. Antes claro, me aseguré de que la puerta se cerrase, aunque me dio la impresión de que esta lo hacía automáticamente, así que no me preocupé.

 

Respiré varias veces antes de animarme a empezar aquella canción a capella. Me agradaba sobremanera y sentía que aquella manera de deshacerme de mis preocupaciones era como una sutil manera de gritar a los cuatro vientos todo lo que llevaba encima. Además, la sala era a ojos vista insonorizada. No era como estar en un sitio en donde habrían cientos de ojos sobre mí, o al menos más de una decena de ellos.

 

http://www.youtube.com/watch?v=AtB-YN03XDg

 

Las palabras salían de mi propio interior con verdadero sentimiento. A pesar de mi tristeza no perdí el tono en un quiebre innecesario. Lo que en verdad buscaba era sacarme aquel fantasma, el de mi amigo muerto, de la espalda. Pero ahora le invocaba porque en el fondo de mi alma sentía que él era mi complemento, para siempre perdido en el mundo de los muertos. Nunca volvería a verle, a escuchar su risa o su voz... y todos esos sentimientos encontrados hicieron que prestara poca atención a la puerta.

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad habia esperado muy poco la elfina me habia saludado muy amablemente por lo que le sonreí a la criatura con dulzura, era estupendo que hubiese venido yo y no Ariane o no entendería a la dulce criatura y quien sabe como la hubiese tratado.

 

Sonreí mientras miraba con atención las formas que me habia facilitado para la inscripción de mis dos pequeños hijos, la verdad queria que fueran instruidos en musica, yo misma había adquirido gran habilidad con el violín, el piano y el chelo, también algo de practica en la flauta traversa, aunque mi fuerte era el violín, pues amaba su sonido.

 

Tome la pluma que tan amblemente me ofrecia la criatura y empece a lér con atención lo que tenía que escribir, pero tuve algunas dudas así que le pregunte.

 

- Puedo especificar el instrumento que apredan cada uno de los niños es que ellos tienen ya decidido lo que desean.

 

Espere un momento a que la criatura me contestara con una sonrisa en los labios.

[Nate Weasley]

La puerta verde se abría frente a el. Avanzó lentamente por el largo pasillo que había allí, hasta llegar a una sala completamente equipada con artefactos muggles para realizar las actividades de canto. Tal cual como lo había reservado, aquella habitación estaba vacía, aunque había especificado que cualquiera podía entrar sin molestar o hacer ruido.

 

Tome mi guitarra de una de las paredes y me senté en la butaca de la sala de grabación. Mis dedos comenzaron a tocar un par de acordes para luego terminar en una dulce melodía. Poco a poco el momento de entonar una canción se acercaba, el no quería que pase.

 

- Dame solo un momento y te diré, lo que siento.. ya perdí tanto tiempo de este amor. - o comencé a cantar, mientras mis manos no paraban de acariciar la guitarra entonando varias melodías. - Pasan mil días, pasan historias.. y pasan besos en tu memoria.

 

En ese momento frené ambas actividades. No sabía que estaba haciendo.. necesitaba un profesor.

[Catherine Moody]

La presión en mi voz empezó a ceder y entonces noté que la tonada había terminado. Un extraño alivio invadió cada partícula de mi ser. No entendía como era posible que aquello pasara con ese tipo de artefactos, es decir, yo ni siquiera estaba habituada del todo a ellos y aún así habían sido capaces de hacer que mi pesar se fuera a otra parte. En silencio, salí de la cabina y acto seguido empecé a manipular los manubrios que se encontraban sobre el tablero.

 

No entendía nada de aquello, pero en el momento en el que aplasté un botón verde y cuadrado la música volvió a resonar y para mi asombro empecé a escuchar mi voz en estéreo. Por unos momentos me desesperé intentando hallar la forma de apagar aquella cosa y por poco le doy una patada. Pero una vez hubo transcurrido buena cantidad de tiempo desde que la melodía iniciase noté que no lo había hecho tan mal. En realidadno había perdido el tono y mi registro era bueno.

 

Aliviada, me tumbé sobre la silla con ruedas. A pesar de todo lo que había hecho (y aprendido) allí en unos cuantos minutos, seguía confundida por todo a mi alrededor. A veces, el mundo parecía ir tan deprisa y yo tan lento que era como perderse en un mar de gente desconocida: saber que quieres ser parte de ellos, pero no hallarte en ninguno de los rostros...ningún amigo, ningún pariente.

 

Pero a medida que iba terminando la canción me di cuenta que estaba siendo injusta con mi no-vida. No era que yo viviera lentamente, era sólo que prefería apreciar aquella fluidez, la aceleración de la vida humana, en lugar de ser parte de ella. Era una observadora distante y callada, como casi todos los de mi especie. Lo llevaba en la sangre, aunque a veces mi carácter indómito se revelara a aquel designio de la naturaleza.

 

-Hora de partir- me dije a mí misma al tiempo que apretaba el botón al lado del de color rojo.

 

Con un sonoro ¡bip! la grabación de mi voz había quedado borrada. Me incorporé y me dirigí hacia la puerta. Nuevamente, volví a encontrarme en medio de la encrucijada de puertas ¿cuál tomaría ahora? era como jugar a las adivinanzas y eso me emocionaba.

 

-Naranja sea.

 

Avancé hacia aquella puerta de colores vivos y luego de pasar dentro la cerré. Con lo que no contaba era con encontrarme con alguien más allí dentro. Inconscientemente mi rostro mutó a una cara de perplejidad para seguidamente torcerse en una de fastidio. Amaba mi soledad, y aunque estar acompañada no estaba mal, no solía tratar fácilmente con desconocidos. Sin embargo, por una vez mi curiosidad pudo más que mis reticencias.

 

-¿Qué es eso?- dije en voz alta señalando con el índice la guitarra que sostenía- ahmmm... no tengo idea, me rindo- concluí

 

Estaba segura de que debía antojársele super extraño a aquel desconocido (Gastón Weasley) que yo no conociera de guitarras. Me quedé allí esperando su respuesta algo inquieta. Si decía algo desagradable... bueno siempre quedaba la opción de golpearlo y salir de allí a la carrera.

[Nate Weasley]

El profesor lo tendría, eso estaba claro.. pero por el momento tendría que seguir practicando para no perder nada de la práctica que tantos años me había tomado juntar. Seguí practicando un par de acordes y de tonos con su voz, pero luego una muchacha me interrumpió.

 

La chica solicitaba saber de que se trataba el elemento que yo estaba tocando.

 

- Ah.. esto?. - dije mirando a la guitarra. - Es una guitarra, un elemento de cuerdas. ¿Quieres probar?

 

Me levanté y dejé la guitarra apoyada en la butaca en donde estaba sentado. Luego de eso, me dirigí hacia la parte de las guitarras del negocio y tomé una prestada para que la joven pudiera practicar con ella.

 

- Aquí tienes. - dije entregándole el elemento.

 

Acerqué otra silla a la mía y la invité a sentarse, una vez que se sentó le dije:

 

- Con una mano, trata de agarrar el fin de la guitarra. - dije indicándole que tenía que poner su mano en la parte mas fina de la guitarra. - Y la otra, pásala por arriba de la guitarra y pon la mano encima de las cuerdas. - le indiqué.

[Ada Camille Dumbledore]

la Dumbledore no espero mas tiempo a la respesta de la elfina, en realidad debia ir a ver por sus hijos, ir al negocio luego al Ministerio a dejar unos documentos, demasiadas cosas que hacer. Tomo los formatos de inscripcion a la academia y los leyo detenidamente para poner alli los datos de sus hijos.

 

FICHA DE INCRIPCIÓN PARA LA ACADEMIA "Ars & Vita"

 

Nombre:Reiven Jhon Grindelwald Dumbledore

Edad :7

¿Por qué quieres entrar en nuestra academia?:aprender a interpretar un instrumento

Clases que quieras recibir:Clases de violin, violonchelo y piano

 

FICHA DE INCRIPCIÓN PARA LA ACADEMIA "Ars & Vita"

 

Nombre:Luka Damian Gryffindor Dumbledore

Edad :7

¿Por qué quieres entrar en nuestra academia?:aprender a interpretar un instrumento

Clases que quieras recibir:Clases de violin, violonchelo y piano

 

le entregue los formatos a la elfina con una sonrisa.

 

- Cuando conocere cuando empiezan las clases?

 

Esperaba fueraan pronto

[Nate Weasley]

La muchacha junto a mí parecía no tener demasiada idea respecto a tocar instrumentos muggles, lo cual era entendible, yo solo había aprendido a tocarla gracias a mis clases en Argentina, las cuales extrañaba demasiado pero no era lo suficiente como para volver.

 

Poco a poco, la joven fue entendiendo como tocar los distintos acordes con la guitarra, y luego me sorprendió mucho que haya sacado dos o tres partes de una melodía que era en verdad, bastante complicada para una señorita que acababa de empezar a tocarla.

 

- Segura que no sabías como tocar la guitarra? - le dije sonriendo.

 

Comencé a tocar la guitarra, era la continuación de la canción que antes había estado cantando.

 

- Una vez más para llorar lo que perdimos, una vez más para entender porque lo hicimos.. una vez más para los besos que no dimos, una vez máaaas... vuelve conmigo.

 

La guitarra parecía estar tocándose sola, pero no.. eran mis manos las que ejecutaban esas notas, lo cual en cierta forma me sorprendió.

[Ada Camille Dumbledore]

La Dumbledore eseraba la respuesta de la elfina, ella le no demoro en contestarla que le estarian informando la fecha de ingreso de sus hijos, lo que a ella le parecio fantastico, pues deseaba darle todo lo que tuviera a su alcance a sus hijos amados.

 

- Y puedo darle una vuelta a las instalaciones?

 

la criatura la miro con atencion y sonrio

 

- Claro que si, siga por alli justamente estan interpretando la Guitarra y alli esta el salon donde hay varios instrumentos.

 

Sonrei ampliamente y me dirigi por el pasillo a donde dos chicos hacian lo suyo con una guitarra. pero me llamo la atencion la puerta siguiente, alli estaba un stradivarius, un violin tan hermoso como el suyo. No pudo resistirse y yendo hasta alli lo tomo y empezo a tocar el solo de cuerda del concierto en G mayor de Vivaldi.

 

La alegria resono en el salon, la verdad amaba el sonido del violin.