● Ars & Vita ● (MM)

[Anne Gaunt M.]

Poco a poco, el negocio se fue llenando de mortífagos, todos dispuestos a capturar al fenixiano que, sin saberlo, estaba a punto de experimentar uno de los peores días de su vida (?). Cuando todos estuvieron listos, las hechizos comenzaron a salir de las varitas mortífagas, por lo que la Haughton alzó la suya propia apuntando con emoción al enemigo.

 

— Incárcerus —exclamó en un susurro. Tres cuerdas salieron despedidas de la varita de roble de la licántropa, y fueron a parar a la boca, brazos y piernas del mago (Adrian), las cuales le dejaron inmovilizado y sin posibilidad de defenderse. La castaña sonrió con suficiencia, pero tenía claro que aquello no iba a quedar simplemente así—. Sectusempra.

 

Y un rayo verde salió de su varita, directa hacia el pecho del fenixiano que, si impactaba en su objetivo, provocaría varias heridas sangrantes que podrían acabar con su vida. En sus labios se dibujó una sonrisa torcida, aún sorprendida de lo mucho que disfrutaba de aquella situación.

[Pik Macnair]

La varita de espino negro se materializó en la diestra del Malfoy, Pik se aferró con fuerza a su arma y sonrió, sabiendo que aquel pobre ser inferior no tendría ventaja contra los mortífago. Alzó su arma contra el rival e hizo un rápido movimiento con esta.

 

-Silencius. -Vociferó con calma haciendo un movimiento circular con su arma. Para Adrian Wild hablar en ese momento seria tarea imposible, el hechizo del Malfoy hizo el efecto debido y silenció al fenixiano en aquel momento, él no podría hablar en ese instante. Sin perder el tiempo, alzó nuevamente su varita contra el hombre. -Petrificus totalus. -Un rayo grisáceo salió disparado de la punta de la varita del Mago Oscuro y cruzó los ocho metros que lo separaban de Adrian Wild. El rayo de impactar en el hombre haría que para él se le fuera imposible moverse, tendría que esperar unos largos minutos para poder moverse y en aquella situación, seria tarea que traería su muerte. Pik sonrió con astucia y observó los demás rayos que iban hacia él.

[Etoile Black]

Nadie había llegado y el tiempo no iba a ser desperdiciado, con un movimiento de la varita bastaba para que se pudiese crear algo; un susurro salió de sus labios pronunciando. –Avis…- Una docena de aves aparecieron de frente a ella como una defensa más. –Protéjanme y diviértanse matando.- Ordeno a sus criaturas con cierto encanto.

 

Seguido observo algo que pudiese morphear, pero no encontró nada más, ya tenía su tigre frente a ella pero no lo consideraba suficiente, así que volvió a mover la varita y esbozo una sonrisa, susurrando. –Avis - Susurró. Otra docena de avecillas aparecieron de frente a ella formando otra barrera de defensa frente a ella. –Protejánme- Volvió a ordenar. Su mirada se posó principalmente sobre Evarela, seguida de Aleera y por último Pik, por ser sus familiares no quería quitarles la vista de en sima, era normal que se preocupasen.

[Lyra Katara Selwyn]

Mire con atención el vestíbulo, que sin duda alguna estaba bien decorado. Sobre todo por los sillones donde uno podía esperar a que se abriera algunos sillones y que empezara la función. A pesar de tener conmigo al unicornio, era mejor tener una defensa mas, por lo que señale uno de los sillones.

 

-¡Morphos!- Uno de los sillones mas cercanos a mi, se convirtió en una pantera negra, la cual me defendería o al unicornio, en caso de ser atacado. Pronto la pantera se puso enfrente de los dos. No podía hacer mucho, por lo que realice otra defensa.

 

-¡Avis! - Exclame,

 

Una docena de pequeños pájaros se pusieron delante de mi, formando un escudo que me protegería de cualquier rayo que me mandaran. Ahora solamente teníamos que esperar a que entraran o que pasara el tiempo para poder llevarnos a nuestra victima. Movi la cabeza negativamente, al ver que no reaccionaba de ninguna forma. No podía culparlo.

[Pik Macnair]

Pik se quedó observando como una ola de hechizo cayó directamente hacia el hombre que tenía frente a él, el pobre estaría muerto en cuestión de segundos. Deslizó sus manos por la capa para alisarla y seguidamente, las metió dentro dentro de los bolsillos. Aquellos día no se podía saber a ciencia cierta si sus compañeros de bando irían a ayudar a Adrian, era una lastima tener amigos como los que él tenía. De todas manera, el Macnair no se quedaría desprotegido en medio de una batalla. La gélida mirada barría el lugar para detectar a sus enemigos y percatarse si notaba una señal de los seres de la luz. Con tan solo pensar Necrohand bastó para invocar un par de manos fantasmales que surgieron a su alrededor con el único motivo de defender al Mago Oscuro de cualquier ataque en su contra.

[Lisa Weasley Delacour]

El negocio Ara and Vita no tuvo nunca una clientela tan selecta como la que tenía en estos momentos. La marca tenebrosa reinaban el lugar y ya iba siendo hora que la gente lo fuese comprendiendo. Mis camaradas ya habían lanzado sus hechizos y todos esperábamos con impaciencia que el joven miembro de la orden del fénix dijese o hiciese algo, si no nos moriríamos de aburrimiento. Con defensas, tranquilos y esperando, como siempre nos pasaba. La orden no tenía valor para enfrentarnos y mucho menos cuando una de las líderes estaba presente. El poder que amañaba de la Black era tal que seguramente por eso el chico era imposible de hablar. Dbajo de mi mascara una sonrisa, me encantaba estar alli y mucho mas estando escoltada por mi hermana, no de sangre, pero que yo la quería como tal. No taba sus ganas de batalla y eso hacia que las mias aumentasen.

[Adrian Wild]

Creía que el dolor de cabeza a causa de la herida que tenía vendada sería lo único malo de aquel día, pero no, algo peor acaeció. Casi sin darme cuenta, el antes tranquilo local, se llenó de indeseables. Eran mortífagos, todos con sus máscaras, ocultando su identidad. Tan valientes que eran para atacar y tan cobardes para identificarse.

 

No me dio tiempo a sacar mi varita para avisar a mis compañeros. Antes de que pudiera hacer cualquier cosa, varios rayos impactaron en mi cuerpo. Caí al suelo, quedando mi cuerpo completamente yerto en medio del vestíbulo. Sabía lo que tocaba... Por unos días, estaría encerrado en Nurmengard.

[Juliens]

De inmediato hizo lo que ya varios de sus camaradas estaban haciendo, agitó la varita en el aire, dibujando en este complicadas figuras que en menos de un segundo darían paso a un hechizo que Bastian pretendía invocar. Y así fue, un rayo escarlata se desprendió de la punta de su varita rompiendo el espacio físico (unos 11 metros) que separaba al vampiro de Adrian. Aquel hechizo no buscaba causar heridas, simplemente tenía como objetivo que Adrian perdiera la varita y de esa forma le fuere imposible desaparecer de aquel sitio. Bastian había dicho (antes de que el rayo saliera) unas palabras:

 

—Expelliarmus

 

Pero no quedarían ahí las cosas, uno de sus objetivos de aquella tarde era causar dolor en el mago que era el rival de la Marca Tenebrosa. Por lo que dibujó una figura diferente en el aire y dio:

 

—Sectusempra

 

El rayo tomó velocidad dirigiéndose al mismo mago (Adrian), solo que en esta ocasión su misión era mucho más maligna que la anterior: Desgarrar el pecho de presunto odf para que la sange comenzara a brotar de las heridas.

[Lyra Katara Selwyn]

El fenixiano se movió un poco, por fin daba señales de vida, pero se quedo inmovil, de todas formas no podía hacer mucho con todos los ataques que tenía. Suponía que había comprendido la realidad, ni siquiera pudo avisar a sus compañeros, por lo que era tiempo de salir.

 

-Vamonos- Le dije a mi compañera Lisa y la tome del hombro para que me siguiera, igual que el unicornio.- Tu también, pequeño, es hora de irnos y necesitas algo de comida.

 

Me dirigi a la puerta del local, a mi pantera y a mis avecillas les quedaría poco tiempo de vida, volviendo la pantera a su forma original y las avecillas desapareciendo apenas saliera del local. Pronto estuvimos en el callejón, no había una sola alma afuera, seguramente se habían dado cuenta que atacabamos y por eso huyeron.

 

Movi la cabeza negativamente y desapareci del lugar una vez que camine alejandome un poco mas del local, con Lisa y el unicornio. Pronto estariamos a salvo.

[Etoile Black]

Su vista se clavo sobre la del hombre quien se encontraba colgado del techo, ver a los odefos así se le hacía bastante divertido, se acercó lentamente a donde Aleera estaba y apuntando a Adrian susurró. –Liberacorpus- Tras de eso el hombre cayo al suelo quedando completamente herido y casi muerto por tantos hechizos que ya tenia encima. –Listo- Le dijo a su madre en lo que jugaba con su varita entre las manos.

 

Sin más se encamino a donde se encontraba Pik, le quería hacer una maldad por tantas cosas que su hermano le había hecho, pero ese no era el momento y mucho menos el lugar. Los mortifagos ya se iban yendo así que esperaba para irse ya con su hermano. –Tenemos que ver a Derek…- Se quejó con su hermano, comenzando a sujetarle de la mano, paseando su mirada en el resto de los mortifagos, todos listos para irse.