Familia Granger

[Catherine Moody]

La mansión era de imponente presencia, como tantas otras de aquella naturaleza en Ottery, aunque algo alejado de la concentración de grandes residencias. Catherine había tenido poco tiempo para alistarse para acudir al llamado de la vizcacha plateada que había asomado por su ventana con el mensaje del llamado, por lo que se había dirigido hacia la residencia de los Granger casi con pocas o nulas referencias. Llevaba sólo una túnica y unas botas de cuero negras, junto a su sombrero de bruja y su varita sobresaliendo del bolsillo izquierdo.

 

No le costó rebasar la entrada, a pesar de las plantas que cubrían el cerco. Lo hizo, quizá debido, gracias a la luz que refulgía cubriendo sus facciones, luz que se había cuidado de colocarse antes de salir del Castillo Evans McGonagall. Dicha luz parecía repeler a las plantas que en lugar de arremolinarse e intentar atraparla, rehuían y parecían abrir un camino a su paso. Aliviada por aquel detalle y más bien algo divertida, alcanzó al fin la figura de su prima, que se encontraba no muy lejos (Catherine calculaba pésimamente las distancias) de la bruja que al parecer, habían ido a buscar.

 

-Llego a tiempo ¿verdad? -preguntó simplemente, para luego volverse hacia la otra bruja, tomando su varita y sujetándola con firmeza.

 

No le habían brindado el detalle de su nombre, pero era evidente que Bel lo conocía y eso a Catherine, de momento, le bastaba.

[Darla G Dumbledore]

El grito de su nombre la alertó más que la esencia alterna en medio de la nada, maldición, ¿qué la gente no descansa en Ottery St. Catchpole? Miró a la lucecita que le chillaba cual si estuvieran en medio de un gentio y no la fuera a escuchar. Edelweiss había aparecido en su diestra y la pelirroja la movió sin dudar.

 

--Desmaius --apuntó hacia la primer luz [bel] y luego hacia la segunda sin dudarlo --morphos --el sombrero de bruja que llevaba la otra [Catherine] se convirtió en una araña negra que picó la cabeza de la mujer que varita en mano acababa de decir si llegaba a tiempo.

 

--Muy a tiempo, aunque ni sueñen que las vaya a acompañar a ningún lado... lárguense de aquí...

 

 

De verdad aquella situación le volaba los pelos y con molestia echó hacia atrás la capa dejando a la vista la camiseta sobre el corset. Vaya noche, tarde, día había elegido para ir a buscar a Sofia Granger a su mansión.

[Rory Despard]

No tenía intenciones de derramar sangre si podía evitarlo. Si podía hacer que aquella mujer cooperara con información me daba por satisfecha ¿pero para empezar tendría siquiera la valentía de admitir que como indicaban los informes de The Hunters podía estar en las filas de la marca tenebrosa? Lo dudaba.

 

Pero lo que si sabía era que muchos en sus bandos eran de los seres mas rastreros y traicioneros con lo que me había tocado lidiar así que sin demora alcé la varita y conjuré.

 

- Ardius corpus patronus- inmediatamante de mi varita emergió un Billywig adulto de un vívido color zafiro que enseguida, con la rapidez que lo caracterizaba comenzó a girar sobre si mismo rapidamente hasta hacerse imposible de detectar para el ojo de cualquier mago, excepto yo que lo controlaba y que lo había mandado con la orden directa de inyectar a través de su aguijón su veneno. La criatura llegó hasta la mujer (Darla) y rapidamente inyectó el veneno haciéndola flotar en el aire.

 

El hechizo salió al tiempo que la mujer me lanzaba un desmayus. el hechizo impactó desmayándome y dejándome en el suelo, pero había conseguido mi objetivo: que el billywig picara a Darla elevándola por los aires. Catherine también la había atacado.

 

Cuando reaccioné habiendo perdido medio turno lancé un - Confundus- de modo que la mujer momentáneamente quedó con la mente perdida de la batalla. el hechizo le restaría un turno.

 

 

 

[Catherine Moody]

Catherine reaccionó rápidamente debido a que ya tenía sujeta su varita con firmeza. La voz de la bruja tampoco le había sonado de nada pero era normal. Después de todo, la suya propia debía sonar diferente; era parte de las precauciones que se tomaban por el tema de la identidad. Sólo de último momento, recordó a la funcionaria ministerial que había tenido oportunidad de observar en el atrio. Su nombre era Darla.

 

-Expelliarmus -dijo con claridad.

 

El hechizo salió despedido de su varita con prontitud y la bruja (Darla) tuvo como resultado que su varita voló cinco metros a su izquierda. Catherine sonrió, debido a que a causa de dicho intercambio de daños la bruja no había tenido oportunidad extra de atacarla. El arma simplemente voló deliberadamente el espacio y aterrizó en tierra, por lo que la bruja aprovechó dicha situación para concluir.

 

-Accio varita de Darla.

 

El hechizo hizo efecto al instante y la varita de la bruja salió despedida hacia la mano libre de Catherine. Había sido algo tan limpio como certero y la bruja no tendría oportunidad de reponerse, aunque quizá sí de responder preguntas.

[Spectum Crouchs]

El Inquisidor tenía una información importante para la futura directora del cuartel de inquisidores, se acercaba a la Mansión Granger cuando a lo lejos vio en los jardines un sin fin de luces de colores que solo quería decir una cosa. Estaban atacando la mansión, desde su escoba el ojilila usó la magia para cambiar su aspecto al de todo un mortífago túnica negra como la noche, máscara olivacea que le tapaba el rostro dejandola sin ningún tipo de reconocimientos.

 

El Crouchs llegó a la Mansión quedando detrás de Darla y lebvantando la varita para atacar a las chicas presentes, quedando a no minimo de 10 metros de ellas y siempre que se movieran tendrían esa distancias. El Crouchs debía defender a su jefa de departamneto aunque mas le servía en estos momentos como mortífago que como oficial del ministerio.

 

- Vaya vaya pero ustedes ahora nos estan robando de nuevo el trabajo pollitos...Aquí los malos somos nosotros y nosotros somos los que atacamos civiles, ¿ Ustedes no es que defienden el honor y la paz? Pero por lo que veo quieren sembrar el caos igual que nosotros pero a diferencia nosotros somo representamos la pureza de la sangre ustedes los refugiados de otros mundos y de escorias y por eso moriran ante mi -

 

El Mago oscuro hacía acto de presencia en el lugar listo para arremeter contra las fenixianas que no sabían ni siquiera los ideales de su bando.

[Darla G Dumbledore]

Menuda situación en la que se había involucrado, el pequeño dolor creciente en su nuca se lo estaba indicando, debería haberse ido a dormir con Seba en lugar de hacer visitas "sociales". Maldijo por dentro mientras observaba la fuente que había a unos ocho metros de las brujas, seguro que si las rompían Sofía ni se iba a dar cuenta.

 

--Morphos --volvió a decir mientras apuntaba a la misma y la fuente se transformó en un guepardo adulto joven, con garras y dientes afilados que saltó para defender a la Potter Black y se interponía ante un expelliarmus que la segunda bruja [CAterhine] le enviara.

 

Mientras ella sostenía con fuerza su varita pero no su persona y pensaba en un Seccionatus que hizo que una docena de mediaslunas surgiera raudas hacia el cuerpo de la bruja que la había interpelado en primer lugar [bel], iba a ser una noche algo complicada y Darla juraba que no lo sería solo para ella.

 

--Nada de accio cariño --gruñó hacia la bruja sosteniendo aún su varita con fuerzo o eso creía. Aunque una voz sonó en el lugar y la pelirroja se sintió algo mareada no pudiéndola reconocer en realidad.

[Spectum Crouchs]

- Detritus -

 

Las palabras claras del Ojilila fueron audibles para todos haciendo que una suave neblina se formara en el cuerpo del Crouchs para protegerlo de cualquier rayo malintensionado que podían hacerle y este estaba protegido de todo ese mal. el MAgo levantó la mano apuntando a (bel) y siseó como una serpiente sus egundo hechizo el cual lo haría para bloquear a la chica por un gran momento.

 

- Seneca -

 

 

Ahora ella comenzaria a sentir como la boca se le secaba y no poría hablar por un buen tiempo a menos que hixcieran algo para cambiar eso, el mago estaba en casi la excitacion y se apunto la varita a su marca tenebrosa haciendo el llamado de todos los mortífagos para que vinieran en su ayuda.

 

- Morsmodre -

 

El brazo ardió y la marca se alxo en el cielo haciendo que cada mortífago viviente y no vivo sintiera el llamado del Mago Oscuro.

[Rory Despard]

Un mortífago aparecía en escena (Spectum Crouchs). Era evidente que su presencia solo buscaba defender a esa mujer que sin terciar media palabra y rechazando el diálogo que le había propuesto, había atacado a matar, envenenando en el camino a Catherine.

 

En vano la mujer había intentado protegerse con un morphos de guepardo, pues para cuando esté se materializó en el campo de batalla, ya ella volaba por la picadura del billywig sin control alguno, y el guepardo la miraba desde abajo quizá intentando protegerla sin conseguirlo, como una mariposa que va de un lado a otro sin tenerla en sus garras.

 

Aprovechándome de ello, inmediatamente a esta situación tan cómica, pronuncié fuerte y claro expelliarmus- de modo tal que el hechizo salió directo hacia la mujer, que en lugar de protegerse del ataque eligió atacarme con unas medialunas. Su varita inmediatamente salió disparada a cinco metros de ella, y apenas un escaso metro de mí.

 

Las medialunas impactaron en mí al tiempo que el mortífago (Spectum) me atacaba con un séneca. Sacando aquellas medialunas de mi cuerpo enviadas por Darla procedí a pensar en un episkey que rápidamente curó mis heridas y enseguida lancé un strellatus hacia Darla y Spectum, con el cual un enorme haz de luz les impediría ver con claridad y además , de no curarse podía dejarlos sin vista por el resto de la batalla.

[Catherine Moody]

-¿Oh, un nuevo visitante? Déjate la cháchara barata para el ministerio. Con nosotros no necesitas fingir -respondió mecánicamente.

 

Catherine observó al mago sin inmutarse. La avispa marina que la bruja había convocado había caído ya muerta al suelo, convirtiéndose nuevamente en su sombrero. El mago, por otro lado, se había posicionado de tal forma que cuando Catherine hizo el ademán de moverse, el otro hizo otro tanto, lo que no dejaba de resultar cómico ¿es que acaso iba a saltar como muñeco de resorte por cada que ella diera un paso? Simplemente ridículo.

 

Adicionalmente a ello, ya Darla flotaba sin control por el aire. Había invocado un guepardo para defenderla aunque inútil. El expelliarmus de Catherine no había impactado en su blanco debido más bien a que ella flotaba sin control por el aire más que a dicha protección. Catherine la observó entre divertida y extrañada. Sin preocuparse por ello y alzando su varita en ristre, sin dejar de sostener la de Darla con su mano derecha, dijo:

 

-Morphos

 

Su propio sombrero, que había vuelto a ser uno debido a la muerte de la avispa, se convirtió pronto en una piedra que tragó sin mayor dilación, de forma que se sintió reconfortada, sabiendo que el veneno ya no circulaba por su sangre.

 

-Accio varita de Darla.

 

En aquell oportunidad la varita de Darla si voló efectivamente a sus manos, debido al expelliarmus enviado por Bel. Catherine la sujetó con firmeza en su mano libre y se volvió hacia el mortífago que acababa de llegar.

[Leah Snegovik]

El llamado de Spectum llegó tan pronto puso un pie en casa. La Marca Tenebrosa ardió con fuerza contra su piel, creando una oleada de dolor conocido que hizo que mirara automáticamente el tatuaje en su antebrazo izquierdo. La serpiente se movía entorno a la calavera y, de alguna forma, le hacía saber el lugar específico en el que estaba ocurriendo todo y lo más importante: debía acudir. Dejó todo a un lado de inmediato, sin siquiera detenerse a pensar y pasó la varita frente a su rostro para hacer que la máscara de plata apareciera sobre sus facciones, cubriendo sus rasgos para que los odefos no pudieran identificarla.

 

Además de su varita, no llevaba nada más encima a excepción de esa protección facial. Fue por ello que, sin retrasarse, giró sobre sus talones y desapareció del castillo Atkins en una estela de humo incluso más oscura que la penumbra londinense. Como un remolino veloz y letal, la figura de la Nigromante atravesó el cielo en un abrir y cerrar de ojos. Y con un teatral acto preciso, atravesó la Marca Tenebrosa y descendió por su boca como un basilisco brumoso. La voluta oscura siguió dispersándose mientras andaba hacia la mansión Granger, que estaba a más de cien metros de distancia, de modo que nadie podría decir dónde estaba excatamente. Pero en el momento en el que su varita sintió sus intenciones, empezó a vibrar en su mano.