Familia Granger

[Arabella Gryffindor]

- Sophie – dije tristemente- si Julián no se puso en contacto, seguramente es porque cree que de esa manera los pondrá en peligro- dije acercándome a ella y apoyando mi mano sobre las suyas.

 

No sé por qué siempre había tenido la sensación de que Julián era el más expresivo de los dos hermanos. Siempre con una sonrisa presta a encantar a cualquiera que lo viera, amable y de labia encantadora. Nada que ver con el callado y algo brusco Mith, aunque aquello era solo con quienes apenas conocía, una vez lograbas sortear aquello Mith podría llegar a ser tan encantador como Julián, aunque un poco más sínico y acido. Suspire al pensar en ellos tan diferentes pero tan idénticos.

 

- La maldición de Zeus que pesa sobre todos los Oneroi está resquebrajándose, ellos están recuperando sus sentimientos, y eso implica que están comenzando a sentir ira, hacia aquel que le quito todo. Mith está seguro, que habrá un levantamiento, que trataran de derrocar al padre de los dioses.- mire a Sophie, quien cayó en cuenta de lo que aquello podía significar.

 

- Si prima, si eso pasa el equilibrio se perdería, el Olimpo entraría en la anarquía, y Apolo u otro dios podría tomar parte para poder llegar al trono- me levante y comencé a caminar por la habitación- Mith me dijo que sería muy peligroso que alguien de allá se enterara que él y Julián tuvieron hijos, en su escapada al mundo de los humanos, estos niños son semidioses y alguien podría querer usarlos.

 

Mire a Sophie, mis niñas eran mitad humanas y mitad semidiosas, pero sus hijos, tienen una mezcla de sangres que nadie sabía que podría llegar a ser de ellos. Sabía que ese era una preocupación que Sophie llevaba enterrada en su corazón desde el mismo día que los chicos nacieron.

 

- Sabes que la forma en que tanto mis hijas como tus hijos fueron concebidos, es más parecida a lo que los Erotikos Skotos Íncubos hacen que a lo que los Day Dreamers, pero tanto Mith como Julián son importantes dentro de los suyos, y si alguien se llega a enterar de los niños, podrían quererlos, para llegar hasta ellos- mi voz se quebró, cerré los ojos y respire profundamente tratando de calmarme.

 

- Mith me pidió, más bien ordeno- agregué con una mueca- que le pongamos un cepo a los cuatro, para que no puedan soñar y por ende nadie puede acercarse a ellos de esa manera.- termine, volviendo a sentarme junto a Sophie y tomado la taza de té que ella volvía a ofrecerme.

[Sophie Elizabeth Granger]

Gruño incrédula ante las suposiciones de Arabella con respecto a Julian, aunque lo quería creer, muy en el fondo calaba que Mith se arriesgara y el no. Escucho atenta a su prima que le decía algo que ella sospechaba o mas bien había escuchado en las calles. El maldito bastardo egoísta de Zeus se estaba descuidado e incluso debilitando y eso estaba liberando a muchas de sus victimas.

 

-Asi que eso es lo que esta pasando...-dijo en voz baja mientras pensaba en los picos de poder que estaba sintiendo.

 

Mientras su prima continuaba y le decia las ordenes de Mith la rubia no pudo evitar enfurecerse.

 

-Mith ordena...ordena como...quien es el para mi Arabella, ni siquiera somos del mismo panteón, como se atreve...-grito sin percatarse de que estaba muy probablemente asustando a su prima-un cepo dice, y minimo se le ocurrió pensar en lo que eso le hara a los niños, o solo busca su seguridad al igual que su maldito panteon!! ojala se mueran todos y sus cenizas se pierdan en los terrenos de la gran diosa atlante Apollimy...

 

La biblioteca estaba insonorizada por lo que a lo lejos los niños seguían jugando sin percatarse del drama que ocurría en la biblioteca. Mientras, dentro de la casa la auror podía sentir como sus ojos cambiaban de color intermitentemente.

 

-Malditos par de skotos, denme la cara ahora mismo, Julian, grandisimo cobarde...-grito lanzando una mesita que tenia cerca por los aires. Le estaba costando demasiado controlarse. Se alejo de su prima que la miraba con precaución y busco una poción que le habían dado una vez en san mungo, una que podría dejar dormido a un elefante pero que a ella le servia como calmante. Se tomo el contenido del frasco de un jalón antes de volver a donde su prima estaba.

 

- Mira a mis hijos Arabella, mira a Oscurus, ¿no lo notas prima? ¿no te das cuenta que no es ni la mitad de alegre y desenfadado que es Mith? Cualquiera pensaría que es la voz de la razón de los gemelos, que Mith es mas energético porque es el dominante...la verdad es que...mi hijo no sueña, mi hijo apenas logra tener algunos sentimientos propios, Oscurus tiene el don de Julian, viaja entre los sueños de su hermano y los mios y vive los sentimientos que no alcanza a sentir a travez nuestro.-le dijo a su prima para que se diese cuenta de lo que Mith le estaba pidiendo que hicieran.

 

-eso es lo que quieres para mis sobrinas? piénsalo bien Arabella, antes de que pierdas mas de lo que quieres ganar, Oscurus por lo menos tiene nuestros sueños para suplir lo que le hace falta, las niñas no tendran esa ventaja.-termino de decirle y en silencio se puso a reparar sus destrozos para darle tiempo a su prima de entender lo que le acababa de decir.

 

off: si lo se, mega dramatica

[Arabella Gryffindor]

Mire preocupada a mi prima ante la forma abrupta e tempestuosa, en la que reacciono, al escuchar lo que Mith había ordenado, trate de sonreír aunque por u momento temí que su ira desbordara y no lograra saber quién era yo, acerque la mano a la cartera donde sobresalía mi varita. La mesita donde se encontraba el servicio de té salió volando y se estrelló en la pared, salte de mi asiento, ante aquella reacción, mi mano derecha se cerró sobre la varita, a la expectativa de lo que Sophie hiciera a continuación.

 

- Prima- la llame suevamente, pero ella no me escuchaba continuaba hablando, maldiciendo a todo el panteón griego en general y a los Skrotos en particular.

 

Luego de unos segundos mi rubia prima parecía haber retomado algo de control sobre su persona, luego de tomarse un frasquito, de lo que supuse seria alguien tranquilizador, súper potente, ya que las pociones comunes no surtían efecto en ella-

 

- Sophie- dije con dolor y pena reflejados en mi voz- no lo sabía, siempre pensé que al tener tu sangre ese comportamiento tan frio se debía a eso o al hecho de que su padre apenas si podía sentir algo, nunca imagine… no sé qué decir- mi voz se fue apagando, no sabía que decir.

 

Volví a ponerme de pie, mientras mi prima seguía hablando, sacudí la cabeza, no quería sacarles los sueños a las niñas, pero sabía que era lo único que podríamos hacer para protegerlas. Aunque entendía el por qué Sophie se negaba, le quitaría a su hijo la única forma que tenia de poder sentir. Me encontraba dividida entre lo que sabía que tenía que hacer y lo que mi corazón me dictaba.

 

- Sophie, no puedo siquiera sentir o imaginar lo que debes estar pasando- me acerqué y apoye mi mano sobre su brazo- sinceramente no sé cómo reaccionaría si estuviera en tu lugar, pero tienes que pensar si los Oneroi comenzaron a sentir, puede ser que Oscurus logre lo mismo en alguien momento.

 

- Lo único que se es que no quiero que ningún panteón ponga sus manos en mis niñas, no podría soportar que me las arrebataran- las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas- ellas son un regalo, el mejor regalo que alguien me dio en esta vida, no puedo perderlas, no lo voy a permitir- dije alzando la voz para luego agregar en un susurro- no volveré a estar sola…..- Me limpie las lagrimas con el dorso de la mano- entiendo que no quieras hacerlo con los chicos, pero entiende que es necesaria que yo lo haga con mis hijas. Por favor, prima ayúdame a hacerlo, sola no lo lograré, no tengo suficiente poder, te necesito- dije bajando la cabeza.

[Sophie Elizabeth Granger]

Por un momento pensó en negarse, en alejarse de su prima y dejarla ir sin ayudarla. No quería que sus sobrinas dejaran de soñar, le desgarraba por dentro tener que mutilarlas así.Y todo por culpa de un incubo que no era capaz de arriesgarse lo suficiente para mantener a las gemelas a salvo.

 

-No sabes lo que me estas pidiendo...-dijo en tono triste-ademas, esto no puedo hacerlo sola, necesito el poder de tres...

 

Habia una poción que te ayudaba a dormir sin soñar pero en exceso podia causar daños irreparables, razon por la cual no quedaba otra que recurrir a un ritual que bloqueara la mente de las pequeñas y cerrara el portal de los sueños para ellas. Y necesitaba tiempo para buscar uno que funcionara eficientemente y tenia que estar sellado por tres brujos poderosos o cualquiera podria pasar las defensas

 

-Cuando este hecho dile a Mithdraug que le lleve un mensaje a Julian, dile que no solo no voy a bloquear a mis hijos si no que los vigilare, puesto que el no es capaz de proteger a sus hijos, tendre que buscar aliados que no le van a gustar, si tengo que escoger entre la seguridad de los gemelos y la de el...-le dijo a su prima quien la miro de manera extraña. Seguramente no estaba preparada para escuchar que la Granger estuviese dispuesta a entregar la vida de aquel hombre al que había amado tanto. En lo que a sus hijos se referia, no tenia compasión ni remordimientos a la hora de proteger su bien mas preciado, por ellos era capaz de negociar con el mismo Zeus si era preciso.

[Arabella Gryffindor]

- Créeme que lo sé, Sophie, se de los riesgos y se de las consecuencias- suspire abatida- pero es lo único que puedo hacer- agregue volviendo a sentarme- se a quiénes podemos traer, son poderosos y aman a las niñas como si fueran suyas- agregue pensando en Elvis y Annick

 

Tome el colgante que había pertenecido a mi madre, y lo sujete con fuerza junto a mi corazón, cerré los ojos y me concentre en mi primo y su esposa, los llamé con mi mente, inmediatamente el medallón con un ancestral símbolo celta comenzó a generar calor. Esperaba que ambos se dieran cuenta y que estuvieran juntos. Cuando el calor resulto insoportable, solté el medallón, el cual poco a poco retomo su temperatura normal. Mire a Sophie, ambas a la expectativa de si llegaban Elvis y Annick.

 

- No creo que vuelva a ver a Mith en un tiempo, sabes que yo no puedo comunicarme con él y por lo que me dijo no volvería buscarme por miedo a despertar sospechas- dije suavemente.

 

La amenaza subyacente, me dejo en un principio estupefacta ¿Seria capas de entregarlo? Sacudí la cabeza negándome a creerlo, aunque sabía que yo por mis hijas haría lo que fuera, aunque nunca me había plateado el traicionar al hombre que me había regalado la posibilidad de ser madre. Había querido mucho a Mith y lo seguía queriendo, pero mi alma gemela siempre sería Richard, y él lo había sabido. Pero no podía culparla, Sophie eran tan madre como yo y cada una protegía a sus polluelos, como creía mejor.

[Mael Blackfyre]

Me encontraba sentado en el alfeizar de la ventana de la mansión Gryffindor. Era algo que solía hacer siempre que tenía un momento libre para mí. Me gustaba demasiado disfrutar del aire, de la vista y de la energía que me rodeaba. Mi habitación estaba demasiado tranquila. Hacía un rato que había estado recostado con Annick acariciando su vientre, enviándole cariño al hijo que llevaba en él. Pero ahora ella se encontraba en la sala, con algunos conocidos. Estaba seguro que hacía su trabajo como madre, de los que había adoptado. Era tan agradable que siempre me producía ternura.

 

Pero cuando estaba totalmente sumergido en mis pensamientos, algo caliente me atravesó el pecho que hizo llevar la mano hacia allí. Saqué el collar de entre mis ropas y pude ver que me había dejado la marca de las dos alas que tenía el colgante. Éste emitía una luz tan cegadora como el sol, me hacía entrecerrar los ojos. Algo malo estaba sucediendo. No sabía qué pero la ventaja de los que portábamos aquel collar nos ayudaba a adelantarnos a los hechos. No necesitaba ir a buscar a Annick. Sabía que también la estaban llamando a ella. Y al ser matriarca podía desaparecer de donde estuviera.

 

Envolví el colgante entre mis dedos aunque me quemara. Cerré los ojos y desaparecí siendo llevado a la Granger. La pude reconocer ni bien pise el suelo. La verja se presentaba delante de mí y la abrí sin esperar un segundo. Caminé hacia la entrada por aquel sendero de graba. Había cuatro niños jugando alrededor. Los pude reconocer como mis sobrinos: Mith, Oscurus, Aranel y Zahil, los hijos de mis dos primas. Sonreí al verlos jugar, como ambos varones cargaban en sus espaldas a las niñas. Habían crecido tan rápido que parecía que hubieran pasado años.

 

Me hubiese gustado ir a saludarlos y estar un rato con ellos pero sabía muy bien que podría hacerlo luego, después de saber que todo estaba bien. Si me había llamado tras ése método era porque algo estaba pasando. No esperé a ser atendido, hice un movimiento con mi varita y la puerta se abrió. Me encontré con un Elfo que estaba algo sorprendido pero que después de preguntarle dónde se encontraban mis primas me respondía que se hallaban en la biblioteca. Sin dudarlo me dirigí hacia allí dando tres golpecitos a la puerta pero nuevamente entrando sin esperar. Las dos estaban allí, demasiado afectadas.

 

—Ya estoy aquí. ¿Qué sucede? —Mi prima Arabella claramente había llorado. Sus ojos me lo demostraban. Parecía que habían estado hablando hace rato. Mi otra prima, Sophie, estaba demasiada furiosa. Me acerqué a ellas mientras observaba lo que era una mesita. Estaba totalmente destrozada contra la pared. En ése momento deseaba que no hubiera pasado nada malo. Los niños estaban sanos y salvo afuera, así que debía ser algo que ellas se habían enterado. Llegué ante ellas y les di un beso en la mejilla a cada una. Si tenia que ver con el mundo que estaba relacionado con mis sobrinos, estaba seguro que tenían que ponerme al día. Nunca había terminado de entenderlo.

[Sophie Elizabeth Granger]

De repente escucho movimiento al frente de su casa y unos pasos que se acercaban a la biblioteca. Por la reacción nula de sus elfos supo que era un amigo. Pronto pudo comprobarlo al ver entrar a Elvis, su otro primo. Dejo que su primo le prodigara un beso en la mejilla como siempre lo hacia, aun a pesar de lo furiosa que se sentia, mas por ella misma que por temer ofenderlo si se negaba. Necesitaba un poco de paz y cariño antes de ayudar a su prima a hacer algo que ella consideraba erroneo.

 

-Hola Elvis, perdon por el desorden, toma asiento-dijo mientras llamaba a Polo para que recogiera los restos de la mesita.-Quien mas viene?...quede claro que no estoy de acuerdo con esto prima, si lo hago es solo por ti, pero no me gusta lo que estamos haciendo.-le dijo a Arabella.

 

off: drma, drama, drama xDDD

[Mael Blackfyre]

Tomé asiento sin dudarlo. Sabía muy bien como eran ambas. De hecho siempre me había preguntando porque tenían esa relación “de hermanas” siendo tan diferentes. Una era tan explosiva, se mantenía alejada y siempre con un gesto altanero. La otra, tan cariñosa, con ésa necesidad de mantenerse pegada a las personas y sensible. Pero se complementaban y me alegraba que les sucediera a ellas. ¿Qué hubiera pasado si a una de ellas solo le sucedía lo del embarazo con ésos demonios que no conocía? Estaba seguro que se hubieran perdido en una niebla interna.

 

―Annick viene en camino. Estaba haciendo unas cosas en la Gryffiindor y venía, por eso me adelanté yo solo ―estaba cerca de la cama. Un Elfo apareció entre nosotros algo sorprendido pero con un chasquido de los dedos, reparó la mesa que había estado destrozada. E inclusive, hizo aparecer una bandeja con algunos sanguches para que comiéramos. Estaba seguro que ninguno de los tres lo haríamos―. ¿Quieren contarme que sucedió? ¿O mejor esperamos a Annick?

 

No sabía que más hacer. Se las notaba que habían entrecruzado algunas palabras. Si tan solo supiera un poco más de aquel mundo, tal vez podría sacar algunas conclusiones como lo hacía con mi vida cotidiana, pero no me gustaría poder analizar las mentes de ambas. Aunque éstas no se dieran cuenta, tal vez descubría algún recóndito recuerdo que se querían dejar para ellas. ¿Había alguna manera de quedar “pegado” en ése mundo? Sabía que había criaturas que se manejaban en los sueños u otros que deambulaban por las sombras, pero hasta ahí llegaba mi conocimiento.

[Arabella Gryffindor]

Demasiadas emociones pasaban por mi cabeza y mi cuerpo, todavía podía sentir los temblores de la angustia y el llanto que me habían invadido, hacia unos minutos. Sophie estaba ofuscada y a pesar de que estaba en control, podía percibir el enojo que emanaba de su cuerpo. Esperaba que no me juzgara severamente por lo que iba a hacer, su opinión era muy importante para mi, por eso detestaba tener que disentir.

 

En ese momento se abrió la puerta de la biblioteca y apareció en el umbral Elvis, suspire aliviada mientras trataba de quitar de mi rostro el rastro de las lágrimas, aunque si tener éxito. Se acercó a donde nos encontrábamos. Sophie fue la primera en saludarlo, yo apenas si podía hablar, y no quería hacerlo por miedo a que el llanto me ganara otra vez. Espere hasta estar segura de que mi voz no fallara.

 

- Primo, necesitamos de tus dotes mágicas al igual que las de Annick- dije tomando su mano y apretándosela, cuando se sentó a mi lado- Es una historia muy larga, pero te diré que el Padre de mis hijas, se puso en contacto conmigo anoche y me dijo que algo se está gestando en el Olimpo, donde el reside y que las niñas están en peligro.

 

“Nadie allí sabe de ellas y de enterarse podrían querer usarlas para forzar a Mith a alzarse en contra de los suyos. Él quiere que le pongamos un cepo a ambas, así no pueden soñar, de esta manera nadie podrá infiltrarse en sus sueños y hacerles daño a raptarlas” deje de hablar para tomar aire “Pero necesitamos tres magos poderosos, para llevar a cabo el encantamiento. Sophie a pesar de que está en desacuerdo, lo hará, por eso los he llamado a ti y a Annick, no puedo confiar en nadie más” suspire angustiada “¿Lo harás?” le pregunté.

 

Off: @Desireé Granger Malfoy y @

[Sophie Elizabeth Granger]

Mientras Ara le explicaba lo que pensaba hacer a las gemelas a Elvis la rubia se quedo pensativa un momento. Se preguntaba como es que la comunicación entre su prima y el padre de sus hijas aun estaba activa. Hacia algún tiempo había llegado a sus manos un libro que contenía información sobre lo que los humanos conocían las puertas del infierno. Si las cosas estaban mal con el Olimpo tal vez estaba pasando lo mismo con el inframundo. Después de todo muchos de los exiliados de la mayoría de los panteones estaban ahí. Si la maldición de Zeus sobre los Dream Hunter y los Skotos estaba cediendo...entonces también las puertas que mantenía a la oscuridad controlada estaban cediendo igual. Por eso eran aquellas ráfagas de poder que había estado sintiendo los últimos meses.

 

-Por supuesto que no estoy de acuerdo, de hecho creo que les estamos quitando una parte de ellas mismas por proteger a ese idi***. Lo siento prima pero no creo ni por un momento en las razones desinteresadas de Mith- dijo a sus primos dejando muy en claro lo que pensaba.

 

Se acerco a uno de los anaqueles de su basta biblioteca y saco un libro de hechizos, un libro que en su mayoria contenia magia muy avanzada y en algunos casos, muy oscura. Eran viejos hechizos de su familia no "buena" de su natal Francia. Como en casi todas las familias de brujos con muchas generaciones mágicas, tenia algunos magos oscuros en su linea de sangre. También tenia algunos licantropos y vampiros, dicho sea de paso.

 

- Hace algunas generaciones, uno de mis antepasados contrajo la licantropia, también estaba un poco loco, dicho sea de paso, este tío en particular solía tener terribles pesadillas, lo que activaba su licantropia al sentir el peligro, aunque este en su mayoría era producto de su mente enferma. Su padre, tras muchos intentos, logro realizar un hechizo para sellar las puertas del mundo de los sueños y con esto solo preocuparse por la luna llena-les dijo mostrandoles la pagina en particular donde se encontraba el hechizo.

 

-La cuestion es..que para realizar este hechizo necesitas derramar la sangre de un ser que no sueñe y yo solo conozco un ser en esta tierra que no puede soñar, no hasta que obtenga el suficiente poder para poder obtener esta cualidad de nuevo- continuo explicando la rubia a el par de magos- la cosa es que a los vampiros no nos gusta que nos corten, es un acto reflejo, alguien va a tener que retenerme mientras otro hace el corte.

 

off: xDDD