Familia Granger

[Sophie Elizabeth Granger]

Escucho atenta lo que su prima le decia y miro a sus hijos jugar y cuidar a sus primas. Su mayor estatura y la apariencia de tener mas edad no parecia tener relevancia a la hora de compartir el tiempo con ellas. Si acaso, como perfectos caballeritos, las cuidaban y rebajaban su nivel de energia para no cansarlas o dañarlas sin querer.

 

-Preguntar como tal sobre su padre, no...Pero preguntan cosas como "¿papa podia hacer esto?" o "¿Crees que a papa le gustaria esto otro si estuviese aqui?"-le dijo mientras le apretaba una mano en señal de apoyo. Escucho las sugerencias de su primo con respecto a abordar el tema y aunque le parecia acertado no estaba segura si era momento de dejarles saber lo que realmente pasaba. Si bien el caso de la Granger era un poco diferente, puesto que en un tiempo Julian y ella se amaron, para el caso, poco importaba pues el ya no podia permanecer el en plano terrenal. Consecuencias de tener amorios con divinidades.

 

-No lo se Elvis, es decir, hasta que punto es saludable contarles la verdad, como medir cuanta historia contarles sin dañarles, un paso en falso a esta edad puede dañar su autoestima- les dijo a ambos con la preocupación reflejada en su palido rostro. Si bien los gemelos no eran especificos en sus preguntas, aquello era cuestion de tiempo. Sobre todo Oscurus, quien era el mas maduro de los dos y que parecia querer absorver cada gota de conocimiento que llegase a el.

[Mey Potter Black]

En cuanto sus fuentes le informaron de la presencia de Sophie Liz Granger en la Mansión de su familia, Mey no dudó dos veces en enviar su Patronus (un fantasmagórico y feroz nundu adulto) en búsqueda de sus compañeros de Bando informando sobre la nueva misión. La Directora dudas sobre la ayuda que prestaba la directora del departamento auror al Bando mortífago ya casí se habían despejado por completo; y sin bien nadie podría catalogar a Sophie como una bruja con importante ni mucho menos, al menos las trabas burocráticas que brindaba al esclarecimiento de los crímenes en Ottery ayudaba a los mortífagos en gran medida.

Durante su última visita a dicha Mansión, la bruja y su compañera de batallas la habían llegado demasiado tarde para poder encontrarla. Pero aquella vez... ¡Vaya que Mey se había apresurado! La muchacha había tardado menos de dos minutos en ponerse la capa de viaje encima del vestido y calzarse las botas, para luego aparecerse justo frente a la residencia Granger, en mitad de la calle. Mei, quien parecía casi tan apurada como ella en llegar a la misión no tardó en aparecerse junto ella.

 

-¿Qué dices? ¿Entramos ahora o esperamos al resto?

 

Inquirió la Delacour. Sendas Demon Hunter lanzaron una mirada al mismo tiempo, el perfil de la Mansión Granger las parecía llamar. Fue entonces cuando Mey se encogió de hombros y dio un paso adelante, acercándose al portón de entrada a los terrenos.

 

-Vamos, no quiero perder tiempo. Cuando lleguen que ingresen.

 

Mey no dudó en avanzar con cuidado atravesando la puerta de entrada; muchas personas le habían advertido sobre los supuestos peligros de dicha Mansión ante los intrusos, pero teniendo en cuenta que ninguna de las Matriarcas de dicha familia se caracterizaba por su poder mágico, Mey no se preocupó demasiado. Al llegar a la entrada de la Granger, la bruja giró sobre sus talones y le dijo a Mei:

 

-Sígueme, está por aquí.

 

Luego de un par de vueltas más, las mujeres encontraron a Sophie y se ubicaron detrás de ella, sorprenidéndola de la nada.

[Mei Black Delacour]

Lanzó la envoltura del chocolate que se había comido, haciendo que rebotara en una de las paredes y cayera justo en el centro del cesto de basura que allí se hallaba. Estaba aburrida, hacía días que no hacía algo lo realmente interesante como para que no llegara a aquel estado. Miró de forma distraída el reloj de pie, esperaba que algo sucediera, algún llamado, que su esposo reapareciera al fin, pero nada…

 

De pronto, una luz traspasó la pared, colocándose frente a ella y tomando la forma de un nundu que reconoció de inmediato. Antes siquiera de que el patronus le diera el mensaje, la Delacour ya había sacado su varita y se colocaba la luz en su rostro para evitar ser reconocida; a su vez, su vestimenta cambió a un vestido sencillo y corto, zapatos a juego y una capa de viaje a la cual se colocó la capucha para ocultar su cabello allí.

 

Para cuando oyó el lugar donde debía dirigirse, observó a sus alrededores. La mansión estaba en silencio, por lo que giró sobre sus talones y desapareció del lugar, apareciendo en una calle totalmente desierta y muy mal iluminada, lugar en el cual la Potter Black ya se hallaba.

 

–Entonces, ¿alguien salió de la cueva? – comentó ante el hecho de que los mortífagos habían desaparecido, aún faltaban muchos otros por atrapar, bien lo sabía la Delacour, pero muchos se habían refugiado con la intensión de evitar ser atrapados –. Sí, mejor vamos, no ando de humor para esperar más.

 

Para cuando se ubicó, de inmediato se dirigió hacia los terrenos de la familia Granger. En cuanto estuvo frente a las verjas las abrió y entró, caminando por detrás de Mey, y al cabo de un momento de andar, llegaron a destino: el lugar donde Sophie se hallaba en ese instante.

[Mey Potter Black]

Bajando la capucha de su capa hasta ocultar prácticamente todo su rostro, Mey avanzó unos pasos hasta ubicarse a una distancia de seis metros de Sophie. La mujer no se percató de la presencia de las brujas hasta que Mey la llamó por su nombre de pila. El rostro de la Demon Hunter se encontraba impasible, como si fuera completamente consciente de su propia seguridad. Aquello para ella no era más que un simple trámite, y así lo resolvía.

 

-Sophie Granger -la saludó fríamente, alertándola sobre su presencia -. Tenemos pruebas de tu ayuda al Bando mortífago, temo que tendrás que acompañarnos -bastó una simple mirada a su compañera para que pudieran coordinas ataques -Ardius Expelliarmus!

 

Exclamó Mey desenvainado su varita mágica en un abrir y cerrar de ojos, apuntando así a Sophie y enviándole un rojizo rayo que impactó de lleno en el pecho de la mujer, lanzando su varita mágica a cinco metros a su derecha. Confundus, pensó a continuación Mey, sin dejar de apuntar a Sophie, la mortífaga cayó de esta manera en un profundo estado de ensoñación. Mey se sonrió, aún sin ayuda del confundus, Sophie no sería capaz de defenderse.

 

-Incárcerus!

 

Dijo a continuación, invocando tres gruesas cuerdas: la primera impactó en los tobillos de Sophie, impidiendo que esta pudiera así caminar con libertad. La segunda en torno a sus muñecas, sujetándolas alrededor de sus gruesas caderas para que no pudiera utilizar sus manos, mientras que la tercera y última amordazó su boca, de esta manera, ningún sonido podría surgir de sus labios.

[Mei Black Delacour]

Con cuidado se colocó a siete metros de distancia de Sophie, y a tres de Mey. Sacó a Aukan de entre sus ropas y lo agitó casi con desánimo. Siempre tan aburrido, resultaba ya tedioso hacer eso, pero no se irían sin acabar el trabajo al cual se habían comprometido.

 

Confundus pensó sin ganas en dirección a Sophie, haciendo que la muchacha cayera en un estado de confusión tal que le costaría caro, haciendo que el expelliarmus de Mey le impactara y quedara completamente desarmada.

 

El resto era historia, ya desarmada la mujer no podría hacer casi nada, y podría ser capturada con facilidad, además de que la Potter Black ya se había encargado de enviarle otro confundus para deshacerse de su última acción.

[Mey Potter Black]

Al bajar la capucha negra de su capa, los ojos de Mey de un azul glacial, barrienron como una lámpara de luz la figura desarmada de Sophie y el lugar a su alrededor. Era una estancia bonita sin lugar a dudas, un lugar donde una familia podría ser feliz; lamentablement, la maldad de su matriarca echaba a perder todo aquello. Dando un profundo suspiro, Mey se acercó a Sophie, quien siquiera había atinado a defenderse y la tomó por el brazo, arrastrándola con ella hacia el final del jardín. Mei la seguía de cerca, en silencio.

 

-Rápido ¿eh? -un asomo de sonrisa apareció por una fracción de segundos en su rostro pálido de rasgos suaves -. Menos mal que nadie más llegó, hubiese sido una pérdida de tiempo -reconoció mientras seguía avanzado por los terrenos de la Granger -. Aunque eso no quita que deba realizarles un llamado de atención. Tienen un deber después de todo.

 

Habían llegado hasta el final de la Mansión, allí donde el enorme portó dividía los jardines de la acera de Ottery. Mey la traspasó y en el mismo instante tomó a su compañera, la otra Mei del brazo, y junto a Sophie desaparecieron de allí rumbo a Abaddon. Probablemente su compañera no esperaba que esta la condujera con ella, pero esto a Mey no le importaba en absoluto, no sufriría sola el martirio de tener que pasar por Abaddon nuevamente.

 

 

 

OFF

 

Sophie Liz Granger es desarmada y capturada tras haber pasado la hora desde el envío de los ataques sin recibir respuesta alguna de su parte, razón por la cual se dan los mismos como impactados. Por otro lado, los miembros de la ODF salen completamente ilesos.

 

Saludos!

[Juliene Black Lestrange]

Corz― Elfo personal de May

 

Miró la primera mansión con la que iniciaría su recorrido, era extraño que su ama le enviara a tal empresa, sobre todo al ser obvio que no sería ella una de las contrayentes, negó, quién sabe qué cosa le habría prometido el Ravenclaw, pero debía ser algo muy jugoso. Lo cierto era que allí estaba frente a la enorme puerta principal y chocando sus nudillos contra la misma.

 

― ¿Buenas?―inquirió cuando la chirriante puerta le daba vista al interior del patrimonio familiar― Sólo he venido a entregar esta invitación y mencionar que están cordialmente invitados a la boda de Kurt Ayrton Ravenclaw y Diego Ryddleturn.

 

Le entregó el papel dónde decía el lugar y la fecha exacta al sólo darle un toque con la varita, para volver sobre sus pasos, tenía mucho trabajo esa noche en particular, así que lo mejor era realizarlo de la mejor manera posible y con la rapidez que lo caracterizaba. ¿Podría bailar luego de terminar? Si, seguro que sí.

 

http://i.imgur.com/CiYkx3P.png

(Se abre al darle click)

[Lestat Rambaldi]

Ziro elfo de Lestat.

"Llevando invitación para la cena de compromiso del patriarca."

El elfo ziro apareció en los jardines de aquella familia, aunque era la primera vez que pasaba por ahí sabia que en aquel recinto muchos de los amigos de su amo, pasaban.

El viento pasaba frió,pues por la fecha el clima había cambiado y aunque se acercaban las fiestas decembrinas muchas de las familias comenzaban a pasarsela en familia

el elfo domestico, con aquel trapo de cuerina un poco descolorida caminó hasta la puerta de entrada y justo en el primer escalón dejó la invitación de aquel acontecimiento.

El saber que su amo y la señorita Laimi tomarían las riendas de su vida era un gran momento donde todos sus amigos y familiares tenia que estar presente.con su mano huesuda dejó la invitación y luego en un crack desapareció a unos metros fuera de los limites de aquel lugar.

http://i.imgur.com/68PKUPG.png

[Annick McKinnon]

―Eneas puede cargar las cajas de golosinas ―insistía el elfo doméstico tratando de seguir el paso de la pelirroja.

 

―Eneas, estoy embarazada, no enferma ―explicó la fenixiana rodando los ojos. ―Además ni siquiera se me nota el vientre todavía. Cuando sea enorme y apenas pueda con él entonces ten la seguridad de que te daré todos los paquetes que intente llevar.

 

Pronto comenzó a divisar los terrenos de la mansión Granger, y se sorprendió de ver que el pasto del jardín estaba sumamente crecido. Las Granger no eran particularmente cuidadosas con los terrenos, por eso era común ver duendecillos correteando de un lado a otro; pero aquello estaba llegando al punto de parecer un lugar abandonado.

 

―No puedo creerlo, esto está hecho un desastre. ¿Dónde estará Sophie? ―le parecía extraño que Hipólito y Freddy, los elfos de la mansión, hubieran permitido que aquello sucediera. Siempre se habían destacado por su dedicación para mantener todo en orden, pero por el aspecto de la casa parecía como si hubiesen desaparecido. ¿Estaría todo bien?

 

Llegó al rellano de la entrada, introdujo una vieja llave y giró el pomo de la puerta, pero ésta no cedió. Frunció el entrecejo y volvió a repetir la maniobra. ¡La puerta no se abría con la llave que llevaba! ¿Acaso Sophie había cambiado la cerradura?

 

―¡Sophie, abre, soy Annick!, ¿acaso cambiaste la chapa y no tuviste la decencia de avisarme? ―dijo tocando con los nudillos de la mano. ―¡Polito, Freddy! ―pero nadie respondía. ¿Qué había sucedido ahí?

[Sophie Elizabeth Granger]

Polo, elfo de la Granger

 

El elfo estaba sentado en la cocina viendo a los gemelos jugar con Ariana afuera en el patio. Se preguntaba donde estarían las señoritas Granger, aquello estaba muy solo, si no fuera por los gemelos y la señorita Sophie, aquello seria una casa en ruinas. Y aun la señorita Granger se la pasaba escondida en sus habitaciones o el sótano para burlas los ataques fenixianos. Mientras pensaba en ello escucho unos toques fuertes en la puerta. Era increíble que alguien visitase la mansión por lo que corrió a abrir las puertas de inmediato.

 

-Ama Annick, que gusto verla, Polo esta feliz de poder atenderla, pase usted...que descuido de mi parte...no le avise a la señorita que tuvimos que cambiar la puerta, pase pase.-dijo haciendo mil reverencias y casi arrastrando a la Granger hasta la sala y apareciendo frente a ella un juego de te.

 

-Espere aqui, le avisare a los señoritos y a la señorita Sophie que ha llegado usted-dijo y salio corriendo a avisar a todos los miembros de la casa presentes.

 

Sophie:

 

Se sentó pensativa en una de las camas de los gemelos mientras se preguntaba si debía volver a hacerse presente ahora que las cosas estaban mas tranquilas. Tenia tan abandonada su casa por temor a ser capturada que a veces esta parecía abandonada. Suspiro con tristeza y se disponía a irse cuando su elfo entro como loco. La cara que traía le decía que no eran malas noticias si no todo lo contrario.

 

-¿Se puede saber a ti que te pasa Polo?-pregunto con curiosidad

 

-La ama Annick esta alla abajo, Polo esta feliz de ver a alguien mas por aqui, Polo supone que usted bajara a recibirla, ¿Ama Sophie?-pregunto ilusionado el pequeño elfo

 

-bueno...si, bajare y que sea lo que los dioses quieran, estoy harta de esconderme, dile a Annick que bajare enseguida-le dijo y acto seguido se acicalo un poco antes de bajar.

 

-Vaya, vaya, pero si es mi querida prima...¿como estas?-dijo a media escalera para llamar la atención de la Granger, con los brazos cruzados y esperando a que esta la viera.

Editado 14 de Febrero del 2014 por Sophie Liz Granger