Familia Granger

[Sophie Elizabeth Granger]

La Granger miro a su amiga que parecia dsfrutar la pequeña merienda preparada por los elfos a los que queria matar. Algunas cosas que decia la bruja frente a ella le causaban gracia sobre todo que de tanta gente precisamente la chica se acordase de ella. Ademas no sabia s aquello seria bueno o malo conociendo a su amiga

 

-Vaya, supongo que debería sentirme alagada de que pensaras en mi, aunque es normal siendo yo tan linda, hermosa y super genial -dijo tomando un poco mas de te.

 

-Y no, no conozco la historia, solo se que de repente ya no te vi por el pueblo-le dijo para enseguida estar a punto de aventar el te que tenia en la boca con su pregunta final- pero mujer, lo dices como si prefuntaras si tengo mas galletas o si tengo un poco de azucar para tu te

 

La rubia hizo memoria para recordar si habia difuntos conocidos pero nadie acudia a su mente. Si acaso un par que con gusto mataria pero que aun no tenia posibilidad de hacerlo por sus pocos conocimientos en hechizos.

 

-Salvo un par de muggles en mi sotano, no, nadie se ha muerto-dijo con descuido, como si matar gente fuera algo de todos los dias

[Sol Lestrange Black]

Amin

Elfo de la Familia Lestrange Lupin

 

Aquel pequeño ser apareció con un inconfundible "plop" estaba frente aquella mansión, tomo su lista y verifico que el nombre de la familia se encontrara en ella y así poder llevar a a cabo su labor aquella mañana, de su portafolios color negro saco una de las invitaciones y llamó un par de veces a la puerta esperando pronta respuesta.

 

Tras la puerta apareció un elfo de aspecto serio que miro al pequeño Amin con aire de superioridad. Amin respiro profundamente y se dispuso a hacer su trabajo.

 

- Buenos días- saludó correctamente- Seria tan amable de entregar esta invitación a sus amor e informar al resto de la familia del evento...- completó alargando la invitacion al elfo de la Granger.

 

 

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- Muchas gracias, con permiso- concluyo el pequeño y formal elfo, dio media vuelta y desaparecio del lugar en busca de un nuevo sitio para continuar con su encomienda.

[Annick McKinnon]

―Por Merlín, qué cara…

 

Durante un momento la pelirroja observó su reflejo en el espejo prestando particular atención a las ojeras que enmarcaban sus ojos, los cuales lucían ligeramente hinchados y manifestaban el cansancio de la chica. Pensó en que sería imposible cubrir las marcas de la mala noche que había pasado, víctima de insomnio. Incluso aún continuaba sin poder encontrar cuál era motivo de su imposibilidad para conciliar el sueño pues ya no tenía responsabilidad alguna que le arrebatara la tranquilidad.

 

Alcanzó a escuchar que llamaban a la puerta, o al menos eso creyó. Como supuso que alguno de los elfos domésticos atendería el llamado no se preocupó por darse prisa para vestirse. No tenía planes de salir; a lo sumo se asomaría un rato al jardín para jugar con Kiara, la Golden retriever que tenía como mascota, por lo que su atuendo era completamente casual. Una vez que cepilló su cabello decidió bajar a la cocina para comer algo.

 

Era tarde por lo que supuso que nadie se encontraría en casa. Pero no le sorprendió toparse en uno de los pasillos con uno de los elfos domésticos, quien le entregó la invitación a una boda. Le agradeció mientras fijaba la mirada en el papel y leyó con detenimiento mientras continuaba avanzando hacia la cocina. Una vez en el recinto, pegó la invitación en la puerta del refrigerador para que todos pudieran verla y se dispuso a buscar todo lo necesario para un sándwich.

 

Mientras preparaba el refrigerio meditó sobre las cosas que podía hacer para matar el tiempo. Ya había pensado en jugar con Kiara pero después de eso las posibilidades se reducían. «Quizás tengo que comprarme otra mascota o incluso enseñarme a tejer…», se dijo con una sonrisilla y sacudió la cabeza. Entonces reparó en una de las puertas más cercanas y pensó que podía bajar al sótano para asegurarse de que no los había invadido una nueva plaga. Con suerte podría encontrar algo más en qué matar el tiempo, (quizás evidencia de las travesuras de Sophie).

 

 

 

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Off: saben que soy un poco lenta (y más ahora que estoy en finales) pero me esforzaré por postear al menos una vez a la semana

[Sophie Elizabeth Granger]

off: yo no hago travezuras

 

on:

 

Los metros que la separaban del suelo desde su ventana se le antojaban demasiados. Aun así necesitaba aquel tipo de adrenalina para sacar el estres que le causaba el manejar el cuartel auror. Maldijo a Elvis por abandonarla por la tonta secretaria, si era tan bruta para dejarse atrapar no merecía la pena el esfuerzo, lamentablemente el auror no lo creía así y había partido en su búsqueda.

 

Finalmente se dejo caer al vació dando un par de vueltas en el aire antes de caer en una viga que sobresalía y que formaba parte de un pequeño techo. Sus reflejos vampiricos le permitían aquella clase de acrobacia aunque su elfina casi moría de un infarto al verla hacer aquellos desfigures. Sus hijos por el contrario gritaban porras desde la ventana visiblemente divertidos, mientras tanto la auror hacia equilibrio sobre la viga y los saludaba desde abajo.

 

Un salto mas y cayo elegantemente sobre ambas piernas haciendo una reverencia hacia su ventana desde donde la observaban los gemelos. Muy pronto seguirían sus pasos muy seguramente pero aun tenían el miedo suficiente para no arriesgarse. Pronto Ariana se alejo con ellos para que se pusieran a jugar en algo mas seguro y la rubia se encamino hacia su casa donde cierta prima suya parecia muy interesada en el sotano

 

-Annick, dichosos los ojos que te ven, espero que esta vez te quedes mas tiempo-dijo dándole una mordida a un pan tostado que un elfo depositaba frente a ella en la mesa-que me trajiste?

 

off: la sopa bien interesada xDDD

[Annick McKinnon]

El interés es de familia xD

 

 

On:

 

La pelirroja sólo le había dado un par de mordidas al sándwich que había preparado cuando Sophie se adentró a la cocina. Como estaba terminando de masticar el bocado, la rubia le arrancó las palabras que ella hubiera usado: “dichosos los ojos”.

 

―Todo depende, primita… –respondió al comentario sobre quedarse más tiempo, y luego de un segundo de silencio completó la frase–, todo depende de lo bien que me trates.

 

Bebió un poco de jugo de calabaza que había encontrado a la mano, sin preguntar si pertenecía a alguien y arriesgándose a soportar la furia de algún dueño sediento.

 

―¿Traerte algo? Más bien tú deberías recibirme con una fiesta o mínimo un regalo. Me lo merezco por honrarte con mi agradable presencia (?) –bromeó–. ¿Qué hacías? Pensé que estarías en el Ministerio.

 

Hacía tantos días que no ponía un pie en el Departamento Auror que había llegado a la conclusión de que lo mejor era dimitir, por respeto a sus compañeros y a su poco interés para permanecer con el empleo. Y es que desde que había abandonado la Orden del Fénix, su desgana se había traslapado también a su trabajo en el Ministerio.

 

―¿Recuerdas la asquerosa plaga que invadió el sótano hace tiempo? –comentó con aire soñoliento–, estaba pensando en bajar a verificar que no hayan regresado esas cosas mohosas –tan sólo recordar el aspecto de esos bichos le provocó escalofrío.

 

 

 

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Off: Veamos si Annick logra descubrir las cochinaditas que hace Sophie en el sótano xD

[Sophie Elizabeth Granger]

-Pero primita, si y siempre te trato bien.. -dijo fingiendo hacer drama por que se pensara lo contrario-si todos saben que soy un ángel, no es así elfo...-dijo deteniendo a uno de los elfos que se quedo paralizado sin saber que decir

 

Finalmente el elfo asintió esperando con eso salvarse de la furia de la vampira. Al parecer le funciono porque la Granger lo soltó y volvió a morder su tostada bastante satisfecha. En efecto debería estar en el Ministerio como bien decía su prima pero se había tomado el día libre. Aquello resulto ser una excelente idea pues Annick estaba en casa y podía recibirla como debía.

 

-Si, pero me tome un descanso, aquel lugar solo es una fuente de estrés infinita, sobre todo porque tememos que Boss vaya a ocupar el lugar de Elvis, eso me tiene los nervios de punta, no pienso obedecer sus ordenes...-dijo de repente molesta porque esa posibilidad se le hacia cada vez mas cercana

 

-Maldito traidor, sangre sucia...-susurro molesta mientras la tostada en su mano se volvía polvo. El interés de Annick por el sótano la saco de su ensimismamiento poniéndola nerviosa. No recordaba si se había limpiado el sótano desde la ultima vez, de hecho no recordaba si tenia algún prisionero en la mansión.

 

A su prima Valeskya no le molestaría si tenia algún muggle por ahí sufriendo pero a su prima Annick si y no quería mortificarla. Además seguro soltaría a su prisionero y tendria que cazar de nuevo. Como empujada por un resorte se levanto de su lugar y se coloco frente a la puerta para que su prima no entrara.

 

-De hecho...si hay una plaga...de...amm ratas, ratas gigantes prima, ni te imaginas el tamaño de esos monstruos...y los elfos están...esto... sacándolas con sus poderes, ya sabes que son muy poderosos y así...mejor ni te asomes, te pueden morder, las ratas desde luego, no los elfos, ellos no muerden...-comenzó a balbucear la rubia mientras intentaba detectar movimientos en el sótano con su oído mas desarrollado que el de la otra chica Granger.

 

Estaba ya tan acostumbrada a mantener alguna victima en las mazmorras de abajo que ahora no recordaba si el último muggle lo había despachado ya o aun lo tenia preso en espera a que su hambre despertara de nuevo.

 

off: hagamos drama Grangeriano xDDDD

[Annick McKinnon]

Mientras la rubia hablaba Annick comenzó a pelar una naranja, por eso no se percató de la reacción del elfo doméstico al que su prima interpeló para que dijera que era un ángel. Sólo volteó a ver a Sophie cuando ésta mencionó a uno de los candidatos para ocupar el director del Departamento de Aurores, y lanzó un resoplido e hizo un gesto que indicaban su poco agrado ante la perspectiva de que tal mago ocupara el puesto que había pertenecido a Elvis hasta hacía poco tiempo.

 

La pelirroja esperaba que fuera Sophie quien sustituyera al Gryffindor, pues consideraba que no había nadie mejor capacitado que ella o Seba. Mientras pensaba en ello arrancó un gajo de la naranja y se lo llevó a la boca, casi al mismo tiempo en que Sophie se abalanzaba en dirección al sótano, a una velocidad que pareció como si le hubieran clavado un alfiler en el c…odo (xD), y se colocó frente a la puerta mientras balbuceaba una compleja explicación.

 

―¿Ratas? –repitió enarcando la ceja derecha y mirando a la rubia con suspicacia–, ¿gigantes?.

 

De no haber sido por el sobresalto con que la rubia hablaba, a Annick le hubiera causado gracia la manera en que su prima estaba reaccionando; pero aquella escena estaba resultando demasiado sospechosa como para pasarla por alto.

 

―Si no te conociera diría que ocultas algo en el sótano... ¿acaso te adelantaste a hacer las compras navideñas y no encontraste un mejor lugar dónde guardar los obsequios? –comentó tratando de parecer que bromeaba, aunque sabía que ésa era una excusa muy absurda.

 

En el fondo se estaba preguntando si existía la posibilidad de que Sophie estuviera ocultando algo importante. No quería pensar en eso porque simplemente no podía concebir que alguien de su familia estuviera metido en asuntos truculentos, así que hizo un esfuerzo por relajarse y le dio una mordida a otro gajo de naranja.

 

―Bueno, si son ratas gigantes deberíamos bajar para ver el progreso de los elfos, y de paso asegurarnos de que hayan encontrado la madriguera para exterminar la plaga por completo –comentó antes de tomarse el último resto de jugo de calabaza que había en su vaso y así poder encaminarse hacia el sótano.

 

 

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Off: Bien malpensada la Annick

Me dices si le seguimos o paramos para lo del secuestro *0* Tal vez podrías rolear un flash back con Elvis, o no sé… y después sigo, lo rescato y lo encierro en mi habitación +.+ ok no xD

[Sophie Elizabeth Granger]

Flash Back con Elvis

 

La matriarca apareció con su primo en la sala de la Granger quien aun estaba inconsciente y así se quedaría un rato mas. No se decidía si meterlo en el sótano como hacia con todas sus victimas o mantenerlo secuestrado en una de las habitaciones mas alejadas del segundo piso. Miro la entrada de su sótano y pensó que su primo no podía permanecer ahí donde tanta gente había desaparecido para siempre.

 

-Polo!!Preparame la ultima habitación, y que nadie entre ahí, tengo un huésped muy especial-le dijo al elfo que la miro asombrada-y cuidado le cuentas a alguien que Elvis esta aca

 

Para cuando la Granger subió con el cuerpo de su primo flotando en el aire junto a ella la habitación estaba lista para recibir a su nuevo habitante. Busco unas cuerdas y lo amarro al modo muggle mientras tomaba la varita del ex auror y la escondía en uno de los bolsillos de su pantalón. Le encargo a el elfo que lo mantuviese cómodo dentro de lo posible sin desamarrarlo y bajo a pensar como haría para convencerlo de regresar a su puesto en el ministerio

 

Fin de Flash Back con Elvis

 

De repente la rubia recordó que en efecto en el sótano no tenia nada, no en ese momento, pero si lo tenia en otro lugar de la mansión. Miro nerviosa hacia el piso de arriba esperando que no se le antojara a su prisionero hacer ruidos en ese momento. Tenia que pensar que hacer para distraer a Annick lo suficiente para hacerla perder el interés en buscar absolutamente nada en ningún lado de la casa.

 

-Esas ratas son realmente asquerosas prima, mejor vamos al lago artificial a resfrescarnos. Siempre he pensado que mejor idea no pudimos tener aquella vez. Anda deja a los elfos acabar con las ratas y tengamos una tarde de chicas...-dijo aun nerviosa por el hecho de poder ser descubierta por su prima.

 

Aunque si lo encontraba atado como lo había dejado tal vez su prima se decidiera a violarlo finalmente y así obligarlo a casarse para salvar su honor. Seguramente los Gryffindor exigirían un matrimonio inmediato para que la honra de la familia no se viera afectada ( )

[Mael Blackfyre]

El horizonte se extendía a lo largo de todo el pueblo. El cielo estaba tan claro que Ottery quedaba iluminada intensamente por los rayos del sol. La brisa se sentía como si fuera una caricia mientras sobrevolaba el lugar. Las plumas se sentían muy cómodas mientras que mis ojos recorrían cada árbol, mansión y objeto. Los sonidos llegaban a mis oídos como si me estuvieran susurrando. Podía sentir aquellas ganas de poder cenar algo para saciar el hambre que me retorcía el estómago. El tacto al agarrar alguna rata y el crujir de sus huesos al romperse, era como si me fueran reconfortantes. ¿Pero hacía cuanto que no comía?

 

El ulular que emitía daba indicaciones a los otros seres que me iba acercando por encima de ellos. Pero dejé de hacerlo cuando pude divisar algunas extrañas figuras, que de no haberlas visto antes, me hubieran sorprendido. ¿Qué hacían aquellos trabajadores del Ministerio, reunidos en medio de las calles de Ottery? Una hilera de chimeneas empezaban a arder mientras que más figuras seguían siendo expulsadas por la Red Flú. ¿Árboles y chimeneas? Había algo raro allí y pude entender que se trataba de un sueño cuando noté que había aparecido también una mesa, con magos y brujas cenando en ella.

 

Abrí los ojos. La espalda la tenía dura como si me hubieran dado un golpe fuerte. Me costó cierto tiempo darme cuenta que había sido un sueño estando en mi forma Animaga, pero mi inconsciente me había jugado una mala pasada al mezclar el Ministerio con la Mansión Gryffindor. Me quise mover y pensando que aún mi cuerpo estaba relajado, dejé de intentarlo. Pero sentía presión en las muñecas y en los tobillos con una nula posibilidad de mover mi boca. Estaba encima de una cama, pero ¿Dónde demonios estaba? Aquel no se trataba de mi cuarto por las paredes, el decorado y todo lo demás. ¿Qué hacía atado y por que me encontraba allí? Lo último que recordaba era que me encontraba en la puerta del Invernadero, disfrutando del jardín de la Gryffindor.

 

Me moví un poco tratando de despertar más y de zafar de las cuerdas, pero las habían atado bien. Lo que me dejaba en cierta parte tranquilo, era que aquel acto no había sido causado por Mortífagos. Ya que además de haber estado encerrado en una celda, sentiría el montón de heridas y los golpes que podrían haber causado. Aquello me sonaba a que me habían desmayado y atado para sacarme de la Gryffindor, aunque no entendiera la razón. Era inútil pero el intento por desaparecer había quedado fuera de mis opciones. Si me encontraba en una mansión con hechizos que la protegía no podría hacer nada. A pesar de eso lo intenté pero fue en vano. Solo logré ponerme boca arriba y contemplar el techo.

[Annick McKinnon]

Annick mantenía la impresión de que la rubia quería evitar que bajara al sótano, y de no ser por el recuerdo de su actitud nerviosa la ojiverde hubiera aceptado la invitación al lago sin ningún reparo. Pero lejos de lo que posiblemente deseaba Sophie, su interés por averiguar qué ocurría se acrecentaba más. Aún conservaba algunas de sus habilidades adquiridas entre los paladines, por lo que agudizó el oído en espera de captar algo que la ayuda a descubrir qué ocultaba la Granger.

 

―Insisto en que deberíamos asegurarnos… después podremos ir a donde quieras... –comentó, y aprovechó que su prima había bajado la guardia y logró escabullirse hacia la puerta que conducía al sótano. Al comenzar a bajar las escaleras sacó su varita para hacer que la luz iluminara el lugar.

 

A primera vista todo parecía en orden, lo cual extrañamente hizo que la pelirroja sintiera una incomprensible mezcla de alivio y desilusión. La reacción que Sophie había tenido al principio aún la hacía mantener la ligera sospecha de que algo pasaba, pero en el sótano no había nada… o al menos eso parecía. No obstante, sin ser demasiado evidente con sus intenciones, apenas movió los labios susurrando «Homenum Revelio» y otro hechizo que descubriría algún objeto peligroso en la habitación. Pero nada sucedió.

 

La pelirroja se mordió el labio inferior ligeramente, y pensó que tal vez estaba actuando demasiado paranoica; o quizás sólo se trataba de que inconsciente estaba buscando algo que le hicieran recordar las vivencias en la Orden del Fénix o en al Cuartel de Aurores. Sin embargo supuso que si era verdad lo de las ratas sí tenían que asegurarse de que la plaga hubiera sido exterminada, pues no quería ni imaginarse a ningún animalejo de esos corriendo por la cocino u otra parte de la casa.

 

Murmuró el nombre de uno de los elfos domésticos de la mansión, y casi de inmediato un suave crack resonó cerca de las chicas. El elfo hizo una pequeña reverencia y preguntó qué deseaban.

 

―Freddy, –dijo la Poulain mirando fijamente al pequeño ser y mostrándole un rostro amable, como generalmente solía hacerlo– ¿han terminado con la plaga...? –No dijo nada más, pues de repente se le había ocurrido que si la rubia la estaba engañando con lo de las ratas seguro el elfo la delataría...