Familia Granger

[Sophie Elizabeth Granger]

Pronto las manos de Radamantys no solo investigaban el estado de sus piernas si no que tocaban bastante mas de su anatomía. La rubia sintió un escalofrió recorriendo su piel pero no de disgusto si no mas bien del despertar de su deseo por el mago. Los labios de este rozaron su oreja ocasionado que su cuerpo reaccionara acercándose mas al de el por lo que la auror se encontró cambiando de posición colocándose encima de este sobre sus piernas.

 

-De verdad lo crees?-le dijo susurrando a su oído acercando a si sus pechos al de el juntando mas sus cuerpos de lo que ya estaban

 

-Debo decir que tu no estas nada mal tampoco-dijo metiendo las manos bajo la camisa de este teniendo mayor acceso a sus pectorales. Saco las manos solo para tomar su camisa y sacarsela por la cabeza para admirar mas de cerca el cuerpo y acariciarlo sin estorbos

[Radamantys]

Antes de que Radamantys lo pensara Sophie se hallba sobre el, el cuepro de Mortifago reacciono a aquello, ya que con la diminuta falda que llevaba, sus bien torneada figuira se dibujo de menor manera.

 

Radamantys sonrio ante el comentario de la bruja mikentras sentia la suavidad de sus manso recorriendo su pecho, despues la camisa de Radamantys fue quitada por la bruja y los pechos de ella quedaron pegados al de Rada.

 

El mortifago todo un caballero decidio devolverle el favor y quito con cuidado la bulusa que Sophie llevaba, dejandola unicamente con el sosten, las manos de Radamantys se apoyaron su las pirnas de Sophie que se hallaban a sus costados.

 

Los labios de Rada se posaron en el cuello de la bruja mientras emepzaba a besarlo delicadamente, asi mismo sus manos masajeaban delicadamente las piernas por momentos estas subian un pocom mas arriba.

 

-Ahora tendras que cumplirme- recito el Slytherin mientars levantaba la cabeza y se encontraba de frente con el hermoso rostro de la rubia, sin poderse contener mas los labios de Rada buscaron los de sophie y al momen to recordo la dulsura de estos.

[Sophie Elizabeth Granger]

El tacto de sus labios en el cuello solo lograron que su cuerpo reaccionaria buscando la cercanía de Radamanthys. Dejo que este sacara la blusa de su cuerpo dejando ver el bien formado busto solo cubierto por aquella pequeña ropa interior. La rubia tomo su varita y con un movimiento preciso desaparecio el pantalon del mago que ahora le estorbaba para seguir el camino que sus manos recorrian. Pronto se encontro acariciando no solo su abdomen si no sus muslos a la vez que besaba con pasion al mortifago dando pequeñas mordidas a su labio inferior cuando tenia que separarse para tomar aire.

 

-No tengo intencion alguna de no hacerlo, me resulta especialmente placentero complacerte...-dijo con la voz entrecortada. La respiracion de la rubia comenzaba a tornarse mas rapida a la vez que sus movimientos comenzaban a hacerse mas sensuales sobre su ex marido. Dejo de besarlo para comenzar a besar lentamente su cara bajando por su cuello y dando pequeñas mordidas destinadas a hacerlo a empujarlo a dar el siguiente paso

 

-Quieres cambiar de habitacion o seguimos aqui...-dijo aunque le exitaba el hecho de ser descubiertos por alguien y tener que salir huyendo de ahi

[Radamantys]

Slytherin sintio como el resto de su ropa desaparecia, siendo mayor el tacto de las partes del cuerpo de Radamantys y Sophie el dmeonio sonrio su cuerpo estaba totalmente exitado, la bruja sabia como tratarle.

 

-Es mutuo- respondio el demonio a la vampiresa mientras la varita del demonio que yacia a un lado en el sofa fue tomada por este y agitada mientras por la mente del mago pasaba un evansco dejando asi a Sophie totalmente desnuda, el contacto de las pieles desnudas se hizo mayor, la respiracion de Radamantys tambien se agito.

 

-Por mi no hay ningun problema de star aqui, ademas no querra smoverme como estoy ahora- respondio el demonio con una sonrisa perversa en lso labios al mismo momento que sus manos emepzaban a recorrer la espalda de la Granger atrayendola en movimientos suaves a su cuerpo, Rada bajo del cuello a los pechos de la rubia, llenando de besos el lugar.

 

Las manos de Rada se acomodaron en la cintura de la bruja para dar ese pequeño movimiento que haria que la bruja y el mago se fundieran en un solo, el demonio solto su mano derecha dejando la izquiera en al cintura y tomo la de Sophi, le queria mucho y no haria nada que la bruja no deseara.

[Sophie Elizabeth Granger]

Sophie solo dio un pequeño respingo cuando sintió su ropa desaparecer pero siguió recorriendo el cuerpo del mago con suaves toques de su lengua a la vez que sentía como el mago hacia lo suyo con sus pechos que ahora estaba libres para recibir las caricias del demonio. Sintió como sus manos tocaron su cintura y la colocaron de manera que estarían tan unidos como podrían jamas estar sacandole un leve gemido de placer. La rubia abrió los ojos que hasta ahora había tenido cerrados para ver el placer en la cara del joven que era el suyo propio y que reflejaba en sus movimientos lentos y sensuales. Quería disfrutar cada parte del joven demonio que sabia muy bien como tratarla para hacerle ver las estrellas.

 

-oh por los dioses...-dijo atrayendolo hacia ella acomodandose en el mueble de manera que su cuerpo quedo debajo del de el mientras recorria con sus manos su espalda encajandole las uñas lo suficientemente fuerte para que las sintiera pero no tanto para hacerle daño.

 

-Puedo?...-dijo mostrandole sus colmillos pidiendole permiso para probar su dulce sangre y sentir aun mas placer del que ya estaba sintiendo mientras con sus manos guiaba al demonio para que no detuviera su movimiento

[Radamantys]

El cuerpo de Radamantys se estremecio ante aquellos contactos, ante aquellos movimientos, el cuerpo de Sophie quedo debajo del de Radamantys que sintio como las uñas de la bruja se encajaban delicadamente en su piel, no le hacia daño, mas aumentaba el placer al saber lo que en ella provocaba.

 

Los colmillos de la rubia se mostraron acompañadops de sus palabras, Radamantys asintio, -como en los viejos tiempos- respondio al momento que se acomodaba en medio de la spiernas de la rubia y se unia a ella de lenta manera.

 

Al momento Radamantys se estremcio de placer, estaba dentro de la bruja, sus manos se aferraron a aus caderas mientras en movimientos lentos pero firmes la hacia suya, centimetro a centimetro el Slytherin la estab poseyendo.

 

El cuello de Rada esperaba los colmillos de la vampiresa, el liquido vital que desbordaria en su boca, no siendo este lo unicoq ue desbordaria, Radamantys poso las manos en las pierna de Sophie acaricandolas con cariño y acmodando asi sus cuerpos para sentir al maximo aquella union.

[Sophie Elizabeth Granger]

Solo esas palabras necesitaba la vampira para acceder a lo que ncesitaba mientras el se acomodaba para darle mas placer. Pronto sintio como el demonio se undia en su cuerpo haciendola estremecerse de placer lo que casi le hace olvidar lo que estaba haciendo. Cada movimiento de el lanzaba oleadas de placer a su cuerpo que respondia yendo a su encuentro en una sincronizacion tan placentera que la rubia ya no sabia donde terminaba ella y terminaba el.

 

El cuello de Radamantys se puso en la posicion correcta y justo en el momento de mas placer sus colmillos entraton en contacto con su cuello atravezando la piel de este causandole un leve dolor que enseguida desaparecio mientras la vampira tomaba de el. Su cuerpo comenzo a moverse de manera mas rapida y pequeños espasmos recorrian su cuerpo y sus brazos lo atraian hacia ella aferrandose mientras su mente volaba lejos de la habitacion.

 

La Granger ya no pensaba solo sentia aquel placer que el demonio le prodigaba con cada embate. La rubia cerro la herida con la lengua y se abandono entre los brazos del joven mortifago la poseia centimetro a centimetro mientras ella tocaba el cielo.

 

-Rada...

[Radamantys]

El placer en el cuerpo de Radamantys estaba llegando a su limite, Sophie movia las caderas de rapida menra, y de pronto un pequeño ardor recorrio el cuello de Radamantys y sintio como su sangre manaba a los labios de la rubia.

 

Radamantys entrecerro los ojos mientras sentia aquel contacto, asi mismo los movimientos de Sophie se hicieron mas rapidos, sus caderas subian y bajaban buscando al maxima union con Radamatys.

 

El demonio se acoplo a sus movimientos, mientras en tia como la vampiresa tiraba de el con fuerza uniendolo a su cuerpom la desnuda piel pegada a la de el, sus manos recorriendo centimetro a centimetro de ella.

 

La respiracion del Demonio se empzo a agitar, en ese momento todo dejo de tener sentido, en la mente de Radamantys solo estaba la imagen de sophie, en su boca su sabor, sus manos empapadas de su piel, en su nariz au aroma, en sus oidos sus ´pequeños gemidos, los moviientos desquiciantes de sus caderas.

 

Y el momento llego la voz de Sophie llego hasta sus oidos mientras el demonio explotaba en un mar de placer, fundiendose en ese momwento final con la rubia, su cuerpo se tenso al maximo y asi termino.

 

-Sophie-

 

Repitio el dmeonio mientras acriciaba su mejilla delicadamente con una mano y besaba suavemente los labios de la bruja.

[Sophie Elizabeth Granger]

La Granger se acomodo entre los brazos del demonio mientras su respiracion comenzaba a retornar a la normalidad y en su cara se reflejo lo comoda y satisfecha que sentia por lo que habia ocurrido. El mago siempre se las arreglaba para mantenerla feliz y sabia como hacerla sentir placer y no habia perdido el toque. Estaba tan comoda que casi se queda dormida acurrucada junto a el cuando recordo donde estaban y se sento en el mueble buscando por toda la sala algo que pudiese convertir en ropa.

 

-Definitivamente, tus visitas siempre son un placer, Radamantys-dijo con una sonrisa travieza. Si el mago no se vestia seguramente la rubia no resistiria volver a hacerle el amor asi que desvio su mirada de sus atributos.

 

Como si adivinara su pensamiento su elfina Ariana aparecio con su ropa y algo de ropa que habia dejado olvidada el demonio de cuando vivia con ella y enseguida desaparecio de regreso con los niños al segundo piso.

 

-Por algo solo trato bien a mis elfos, siempre saben cuando aparecer-dijo poniendose la ropa que su elfina le habia escogido. Pronto su escultural cuerpo se vio cubierto con un vestido negro corto que cubria hasta la mitad de sus muslos y de tirantes delgados. Le paso la ropa a Radamantys que aun seguia como los dioses lo habian traido al mundo y se fue a la barra a traer un par de bebidas para ambos

[Valeskya Granger]

Profecías, todo eran más que simples profecías, pero ¿era cierto que podían volverse una realidad? Justamente hace poco, Sophie y Valeskya habían confiado una al tan mencionado departamento de Misterios; todo involucraba a las matriarcas y obviamente a todos los que habitaban en aquella inusual mansión. Un tiempo de silencio y otro de un intenso jaleo, como era en esa ocasión; todo parecía ser un sueño, como si no existiera nada allá afuera: más allá de la guerra de fenixianos y mortífagos, solo existía aquella pequeña reunión familiar, que probablemente tenía un valioso significado para todos los que estaban presentes.

 

Últimamente, el pasatiempo favorito de la Granger, era fastidiar a su hermano de todas las formas posibles; quizás era la forma en la que podía expresar todo aquel cariño que demostraba cuando Luna estaba presente o simplemente le gustaba ser cruel con él. Solo de recordar en cómo habían terminado la última vez que habían estado juntos en el negocio, hizo que la pelinegra cerrara un puño en señal de la rabia que se apoderó de ella en un instante. Lanzó una mirada asesina a Joacoo, esperando que la interpretara como una señal de que tenían una discusión pendiente.

 

La voz de Sophie, trajo a la ojivioleta de vuelta a la realidad: todos se encontraban reunidos en aquel oscuro sótano, que alguna vez había sido una mazmorra, viendo aquella escena en la que la rubia se alimentaba frente a todos los presentes. No supo describir la emoción que la invadió en ese momento: era extraño, como si se tratara de un ritual en el que todos los presentes solo se dedicaban a observar mientras una se dejaba llevar por sus instintos; no la culpaba en lo absoluto, solo era un poco extraño ver a todos involucrados en esa situación. La pelinegra observaba cómo la mirada de aquel rehén iba perdiendo poco a poco la vida.

 

- Lo siento primita, yo no como sobras.- Bromeó la joven, sin perder la expresión seria de su rostro. - Aunque no puedo decir lo mismo de Joacoo, ¿Qué opinas, hermanito? – Una vez más, se aprovechaba de la situación para molestar al ojiazul y salir aparentemente ilesa de todo eso, pues una escena de pelea no sería bien apreciada. Quizás cuando estuvieran solos, él tendría una oportunidad de vengarse; de igual forma se inclinó de hombros, pues ya había hecho ese comentario y no había marcha atrás. Se sentó en uno de los escalones, mientras veía que su prima se marchaba, bastante sastisfecha de sí misma y veía que su hermano le lanzaba una mirada de odio.

 

Se quedó inmóvil, mientras veía que el sótano poco a poco se quedaba vacío; probablemente cada quien iba a descansar un poco después de un largo viaje o un intenso coma diabético [?]. Finalmente se quedó sola con su hermano, aunque no le decía nada, solo estaba esperando el momento idóneo para comenzar a hablar… o mejor dicho, a discutir como empezaba a hacerse costumbre. Se levantó, acomodó su túnica, dio media vuelta y comenzó a subir lentamente las escaleras; prefería esperar en la cocina a seguir presenciando el espectácu.lo. - Vamos Joacoo, que todavía tenemos algo urgente que discutir y no tengo tu tiempo.- Exclamó secamente la joven, a manera de presión.

 

Transcurrieron unos cuantos minutos en los que su hermano salió a la luz y con una señal, le indicó que la siguiera. - En la sala estará todo bien… supongo. – Mientras caminaba, notó que el pasillo lucía completamente silencioso: ”¿Dónde se han metido todos?” Dijo para sus adentros. Como era su costumbre, empujó con violencia la puerta de la casa, topándose con una escena que no hubiera esperado antes: se trataba de su prima Sophie en una situación bastante comprometedora. Quizá en el pasado se hubiera apenado y marchado inmediatamente, pero en ese instante, la curiosidad y la diversión pudo más; arqueó una ceja, acompañada de una risa tonta y volteó a ver a su hermano.

 

- No sabía que estuvieras tan bien acompañada, prima.- Dijo la Granger con la voz más fuerte que tenía, con toda la intención de ver el rostro del fulano [?] con el que estaba. - Y pensar que nosotros daríamos de qué hablar ¿no es así hermanito? – Finalizó burlonamente.