Familia Granger

[Valky]

La castaña no pudo evitar notar que dos niños intentaron ocultarse cuando los mortifagos irrumpieran de aquella manera en la sala en donde estaban, por un momento pensó en darles un susto, pero recordó por quien estaban ahí así que los ignoró por un momento, su mirada se poso en su novio y en el fuego maldito con forma de oso panda que iba en dirección de la bruja para quemarla.

 

- Así no tiene gracia... no me dejas nada para mi - dijo haciendo un puchero y luego poso su mirada nuevamente en los indefensos niños - aunque puede que me equivoque... - murmuró mientras sonreía y apuntando hacia los pequeños dijo.

 

- Sectusempra- un rayo partió de la varita en dirección al pecho de uno de los pequeños, si le impactaba le causaría graves heridas que le causarían la muerte - Sectusempra - repitió la castaña esta vez posando su mirada en el otro pequeño que moriría a causa de las heridas sangrantes causadas por el rayo.

[Radamantys]

Radamantys sonrio al escuchar las palabras de au amada y mas aun al escuchar el ataque que lanzaba y en contra de quien era proyecatado Rada sonrio mientras apuntaba detras de la chica Selene que habia atacado y susrro:

 

-Defoido-

 

Al momento un hoyo de unos dos metrs de profunidad se formo Rada camino hasta el y apunto mientras susurraba:

 

-Aguamenti-

 

De inemediato el hoyo empezo a llenarse de agua una vez que estuvo lleno al borde Radamantys lo contemplo mientras regresaba hasta donde su amada, -Que divertido es esto- susurro Rada mientras veia a Val y esperaba que ella entendiera lo que el mago queria.

[Valky]

La castaña no pudo evitar reír mientras observaba a su novio hacer una especie de piscina en medio de la sala. Sin dudarlo se acercó a uno de los muebles que quedaron casi a la orilla, era de muy buen tamaño aunque para ella siendo vampiresa no le costaba mucho el hacerlo caer al agua. Lo empujó mientras le lanzaba una mirada cómplice a su prometido.

 

- No sabes como adoro que te pongas así de malo y creativo - le dijo para luego apuntar hacia el mueble que ahora flotaba en el agua y decir claramente - Morphos - al instante este se convirtió en una tiburón blanco de buen tamaño, tenía unos dientes muy afilados. A simple vista lucía enfadado y se podría decir con hambre.

 

- Wingardum Leviosa - dijo luego apuntando al cuerpo de la bruja Selene que estaba quemada y desangrada. Con la varita la hizo levitar hasta encima de la improvisada piscina y luego de sonreir la dejo caer en ella. - Así se refrescara un poco - murmuró y en su voz se notaba la malicia de la mortifaga.

[Radamantys]

El trabajo estaba hecho la joven Selene se hallaba muerta y apunto de ser devorada por el tiburon, uno de los pequeños moriria desangrado por los ataques de la Black Lestrange asi que era momento de irse.

 

-Vamonos que aqui apesta a pollo quemado- susurro Radamantys a Valkyria mientras la tomaba por la cintura y salia del lugar con ella, una vez fuera en los limires de la mansion y donde ningun hechizo interferia Radamantys giro en compañia de au amada irian a un mejor lugar.

[Valky]

- Vamos corazón... igual ya no hay mucho con que divertirse aquí- dijo la castaña apartando la mirada del lindo tiburón que estaba por darse un banquete.

 

Sin más dejó que su novio la tomara de la cintura para juntos salir de aquel lugar, dejando a tras la muerte de aquella joven y sus dos hijos. Juntos avanzaron hasta la salida y caminaron sin prisas hasta los limites en donde no hubiera nada que impidiera que los dos mortifagos desaparecieran.

 

Luego de dar una ultima mirada a aquella mansión la castaña dejó que su prometido guiara en la desaparición, sin duda irían a un lugar más agradable y sin ese feo olor a pollo. Sintió como era absorbida por la obscuridad y una finca capa de humo negro cubría el cuerpo de los dos mortifagos, para luego de eso desaparecer.

[Sophie Elizabeth Granger]

LA rubia habia escuchado la llegada de los mortifagos pero lo mas que hizo fue esconderse tras una de las cortinas y esperar a que se retiraran. No se iba a enfrentar a ellos ni mucho menos aunque le moloestaba un poco que atacasen precisamente su casa. Despues de todo ella ya no estaba en su contra si no todo lo contrario pero no podia hacer mucho mientras no lograse ingresar a sus filas.

 

Una vez que hubo revisado los daños a la casa y a las visitas se puso a atender a las ultimas para que pudiesen minimo llegar a Sam Mungo.

 

-episkey-dijo apuntando el pecho del pequeño a la vez que sacaba un bote de su tunica que no era otra cosa que pocion abastecedora de sangre. LA llevaba siempre consigo para casos especiales y con eso el bebe se recuperaria lo suficiente para no correr peligro.

 

levitacorpus-lanzo hacia el hoyo de agua donde estaba Selene y la coloco en el suelo mientras le lanzaba un par de espiskey para que no muriese.

 

Enseguida llamo a los elfos para que se llevasen a los heridos a San Mungo mientras ella se quedaba a reparar la casa y se encrgaba del pequeño que habia quedado sano y salvo

 

Polo, tu y otros dos elfos lleven a Selene y su hijo a San Mungo, Ariana, lleva al bebe con los gemelos por favor-ordeno mientras veia con interes al mueble convertido en tiburon-y si te fabrico una pecera gigante y te dejo de mascota? o te meto al lago artificial para que cuides que nadie intente meterse por ahi a la mansion?

[Joaquín Granger]

Caminaba emocionado por las calles de Ottery, con un paso presuroso, aunque no tenía una gran razón para hacerlo, más que las inmensas ganas de ver a mi familia nuevamente en especial al pequeño Seishiro, a quien había prometido cuidar y criar como mi propio hijo. Seguí caminando con una sonrisa en el rostro, y en estos 3 largos meses en mi ausencia esperaba encontrar nada más que paz y tranquilidad en la mansión, más en esta época del año, donde la Navidad estaba muy cerca.

 

A unos pocos pasos de llegar a mi hogar recordaba lo tormentoso que fue mi viaje al extranjero y que me hizo pensar, que mi vida era un drama peor de los de las novelas, y que si yo escribiera una me llenaría los bolsillos de galeones, y tal vez hasta necesitaría dos bóvedas extra grandes para guardarlos, pero eso no eran más que simples fantasías, no aptas para alguien que ya había cumplido 301 años, yo no era un buen escritor, ya que ni una simple carta me salía bien.

 

Los recuerdos de mi viaje aún rondaban por mi mente, nunca en todos mis años de vida había vivido algo como eso, si había presenciado múltiples ataques claro, pero no me habían pasado a mí, y menos aún que me tendieran una emboscada, parecía como si fuera algún empresario importante al que la competencia quería eliminar o llevaba algún paquete importante, pero nada de eso, simplemente era un simple vampiro que había hecho un nuevo viaje a Rusia, el país en donde había pasado su infancia.

 

Para mi suerte y sorpresa y el vampiro que me capturó, y quien resultó ser un antiguo compañero del orfanato que fue convertido en vampiro, y no era ni inteligente ni habilidoso, pero había que admitir que era bastante fuerte, aunque sin un poco de cerebro de muy poco le sirvió. Al parecer el joven estaba celoso de mis habilidades mágicas, que no eran tan extraordinarias como él las describía, por lo que decidió capturarme, y al principio su plan era solo quitarme mi varita, pero al agitarla, como un bebé a un sonajero y ver que no pasó nada, se le ocurrió una idea, convertirme, en su "mago esclavo".

 

La idea no era muy mala, puesto que no había aprendido el arte de la aparición aún, pero el muy tonto me encerró con la varita, en una mazmorra sin ningún tipo de protección mágica, así que solo fue cuestión de tomar la varita y romper la puerta para escapar, aunque tardé bastante puesto que se me había ocurrido la idea de encadenar al vampiro que me había raptado, fue bastante complicado llevarlo hacia el calabozo pero unas cuantas provocaciones bastaron. Lo encadené con unas cadenas mágicas irrompibles, porque seguro así moriría lentamente, torturado por la sed, y esperaba que sufriera.

 

Luego de salir del castillo del vampiro no estoy seguro que pasó luego que salí, un fuerte dolor de cabeza, y desperté en un sanatorio en Rusia, donde me armaron un lío por lo afilado de mis colmillos y lo pálido de mi piel, pero fue fácil convencerlos como pude de que ya estaba yendo al odontólogo, y que lo pálido era genético, y ya no molestaron más. Al parecer estuve en coma casi de 3 meses nadie sabe que pasó pero lo importante era que estaba bien, ya investigaría eso luego. Y pensando que mi vida era un drama muy grande pisé los terrenos de la mansión Granger.

 

Aún con mi sonrisa y mis maletas levitando detrás llegué frente a la puerta di un suspiro de alivio y entré feliz, dejé las maletas a un lado de la puerta Kraven las subiría luego a la habitación. Había un silencio poco confiable en el lugar, como si todos estuvieran en un lío en otra habitación, por lo que decidí investigar si era cierto aquello que yo pensaba, por lo que recorrí las habitaciones más cercanas del Hall

 

En efecto en el living una escena horrible estaba pasando, puesto que Selene quien recientemente fue mi novia, yacía casi muerta en el suelo, junto a su hijo Reiven a quien conocí una vez, y que ahora estaba herido. Con los ojos enormes tragué amargamente con tristeza, y miré a Sophie que estaba alterada atendiendo a los heridos mientras los elfos andaban alrededor de ella como moscas, quien sabe haciendo que.

 

-Sophie... ¿Qué ha pasado aquí?- dije con una voz casi inaudible, y quedé mirando la escena esperando una respuesta de mi prima.

 

En ese momento en que miraba al niño recordé al otro, Luka, y esperaba que se encontrara bien, y lamentaba más aún que el pequeño hubiera tenido que ver aquello, pero tal vez me precipitaba, tal vez el niño no quiso venir y no sufrió daños ni tuvo que ver eso que ahora yo veía, y que no podía creer. En un momento pasó por mi mente el recuerdo de cuando salí de urgencia un fin de semana, y no encontré a Lunita para dejarle al pequeño Seishiro, así que ella lo cuidó un fin de semana, por lo que sentí que yo debía hacer lo mismo por ella y cuidar de su pequeño hasta que saliera de San Mungo, y así lo haría si el pequeño se encontraba ahí.

 

-Sophie, ¿El otro niño de Selene está aquí también?- Pregunté con el mismo tono casi inaudible.

[Valeskya Granger]

Era un sorpresivo y agradable atardecer para la ojivioleta, la cual se encontraba en el salón principal de la mansión, observando fijamente hacia el jardín, como si estuviera esperando a que alguien apareciera. ”¿Pero quién?” Se preguntó amargamente, recordando que la última visita que habían tenido, no había sido de lo más agradable; formó una mueca en su rostro, tratando de olvidar todo lo ocurrido. Se encontraba sola, contribuyendo al silencio que día con día parecía hacerse más habitual en aquella familia; ¿qué era lo que había sucedido para que todo terminara así? La Granger no tenía ni la más remota idea, pero confiaba en que todo cambiaría muy pronto.

 

Las cosas habían cambiado, tanto para la familia como para ella y su prima principalmente: la forma de pensar de ambas era distinta, ahora veían las cosas diferentes. La pelinegra solo podía pensar en todo lo que el destino le tenía preparado; una sonrisa maliciosa apareció en su pálido rostro, la cual quedó oculta entre las sombras. Observó de reojo a su elfina, Breena, quien parecía estar disfrutando de aquellos instantes con el pequeño Seishiro, quien balbuceaba al ver una pequeña snitch de juguete que volaba sobre él. ”Pronto terminará todo”, pensó amargamente, al recordar que Joacoo estaba a punto de llegar a su hogar; solo ansiaba el momento en que pudiera quitarse de esa responsabilidad. Se encontraba pensando en todo eso, cuando escuchó un estruendo en la planta baja de la casa, seguido de un chillido.

 

- Mortífagos.- Exclamó la joven sin demostrar emoción alguna. El bebé comenzó a llorar y la elfina la observó asustada. - ¡Brena! ¿Qué esperas? Carga a Seishiro y trata de mantenerlo callado, mientras pienso qué hacer.- Comenzaba a sentir dolor de cabeza, provocado por el llanto del niño; para su fortuna o desgracia, unos minutos después, bastaron para que´todo volviera a quedarse en silencio. - Parece que se han marchado ya.- Murmuró más para sí misma. - Quédate aquí con el niño, bajaré a investigar.- Dijo con tono autoritario, haciendo caso omiso ante los desesperados intentos de su elfina para que no saliera de la habitación.

 

Su mente era un remolino de emociones: el imperioso deseo de Luna por querer defender su hogar y aquella extraña necesidad por parte de Valeskya, por querer acercarse más a aquellos atacantes que durante tanto tiempo había repudiado. Bajó con rapidez las escaleras, más dominada por la curiosidad que por otra cosa, y al llegar a la sala se topó con una escena que podría haber resultado escalofriante para ella en el pasado. Selene yacía casi [?] muerta en el suelo, justo al lado del que parecía ser su hijo; la mirada violácea de la joven se desvió hacia el desastre que yacía en la sala y, finalmente, se topó con la mirada de su hermano.

 

- Solo Merlín sabe cuánto costará el remodelar todo esto.- Dijo fríamente, sin hacer alusión alguna hacia los heridos. - Vaya, vaya... – Dio un par de aplausos mientras se dirigía hacia Joacoo. - Finalmente te has acordado de que tienes una responsabilidad aquí. En lugar de preguntar por otros niños que apenas conoces, deberías preocuparte por el que me dejaste hace unos meses.- Exclamó, mientras observaba a su prima y a un tiburón que se retorcía [?].- Lo que sea que vayas a hacer, que sea rápido... No creo que "eso" aguante mucho tiempo.- Finalizó.

[Sophie Elizabeth Granger]

Mientras daba instrucciones y tomaba las medidas necesarias para que los de reversiones no pasaran alguien entro sin siquiera tocar por lo que supuso que o eran los mortifagos de nuevo o era un Granger. Cuando escucho la voz masculina supo enseguida que se trataba de Joaco que pregunto preocupado por lo que pasaba. Por un momento penso en decirle que Selene haia sido atacada por estar con el bando equivocado pero se lo guardo para si.

 

-hubo un ataque y me temo que la mala suerte la tuvo Selene y uno de los pequeños. El otro esta en buenas manos con mi elfina y mis hijos por si quieres verle-dijo sin alzar la mirada mientras seguia pensando que hacer con el mueble tiburon. Podia conservarlo asi pero tarde o temprano regresaria a su estado inanimado y la sala se veria desnuda.

 

Mientras estaba en aquel pequeño dilema su prima bajo con una desacostumbrada indeferencia a lo que habia pasado en la sala. La rubia miro a Valeskya con sospecha pero no diria nada frente a Joaco o la moribunda Selene. La joven solia ser un poco mas caritativa con los odefos pero ahora parecia importarle un rabano y eso la hacia sospechar que la chica por fin se habia decidido por otra linea de ideas.

 

-Remodelar...podemos pedir que la pelivioleta nos venga a hacer los arreglos pero dudo que quiera servirme en algo-dijo mientras apuraba a los elfos para que se llevasen a los heridos mientras su prima le reclamaba al joven su abandono sobre el pequeño que ella cuidaba.-Polo, vete ya con los heridos y regresa enseguida nada mas los entregues. Ya ire mas tarde a ver como se encuentran.

 

-Lo se, lo se no me preciones. Finite...dijo lanzando el hechizo sobre el tiburon y lo regreso enseguida a su estado de mueble que acomodo con un pequeño empujon y cerro el hoyo en el suelo no sin antes sacarle toda el agua. Supuso que Valeskya y Joaco tendrian cosas que arreglar por lo que se encamino a la cocina y busco algo para comer aunque francamente preferiria pescar otro muggle desprevenido como aquel del que se habia alimentado hacia algunas semanas.

[Ada Camille Dumbledore]

NANA, ELFINA DOMESTICA

 

Los magos malvados y crueles habían herido a mi ama y a mi amito Reiven, mi ama yacia en el suelo desangrada, la verdad parecía muerta. Ella había dado instrucciones precisas de que hacer en un caso como este, así que lo pondría en practica.

 

- Killian toma a la Ama y llevala a San Mungo, yo llevare al amito Reiven.

 

Le dijo a su compañero elfo que tomo la mano de su ama y desaparecio tras un sonoro crack

 

- Señora Sophie le encargo mucho al niño Luka, vendre por ellos en cuanto mi ama este recuperada... Gracias, los regalos que ella traía al bebe Seishiro y demás miembros de la familia estan bajo el árbol.

 

Hizo una profuda venia ante ella, era muy amable al haber dado los primeros auxilios a ambos. Vio al amo Joacoo y le dirigío una mirada displicente por una razón bastante logica: había visto sufrir a su ama por esos meses al haberla abandonado. Le lanzo una mirada asesina a Kraven.

 

Tomo delicadamente al niño que aunque ya no sangraba se le veía debíl y desaparecio de allí.