Gala de Celebración

[Mikhail Rosier]

Por las callejas del otherin el Rosier tomaba un descanso de su vida tan pesada trabajando ahora para ministerio, caminando por aquellas calles iluminadas, mientras fumaba un cigarrillo casi por acabar mika mira su celular y ve la notificación que tal vez no había visto, vota el humo - al parecer tengo que ir a ver esto - pensó mientras miraba una tienda de  ropa viendo su reflejo sabiendo que su atuendo era el indicado, el Rosier  mira la ubicación al parecer si estaba lejos por lo que mira su reflejo a comando su camisa y tirantas sube un poco mas sus mangas dejando ver sus tatuajes un poco mas, limpio su boca. 

-Creo que si.. quedo bien - Mika sintió la leve necesidad, de poder estar mejor pero no puede hacer anda es lo hay puede hacer ya que no contaba con este evento adicional a eso ve en aquel reflejo una solitaria vida, una ojeras que ya se están notando un poco mas. 

Tomo un servicio de red flu  para poder llegar mas rápido, poder  llegar a la ocasión aunque no tendría un idea de como el estar ahí seria algo necesario .- Mmm que flojera .- murmura mika mientras entra en aquel transporte mágico.

 

Jardines Di Medici 

 

Al llegar se vio desde lejos la lujosa mansión mika suspiro y rio un poco al ver que de rusia a Inglaterra no había diferencia, aun así  la propietaria no tiene un mal gusto, al entrar los elfos  recibían los abrigos etc también servían y guiaban para poder llegar al enorme jardín en donde ya estaban casi que a la mitad del evento pues ya se veía la leve presentación de la viceministra así como la misma Ada, mika no quiso llamar pero por su aspecto varios de los que allí estaban ya notaban su presencia en si. 

Tomo una de las copas para poder relajarse un poco pues sentía tensión, mira de lado a lado pero su jefa no esta solo localiza a Lukyan a lo lejos con unas mujeres las cuales el no conocía y tampoco tenia el interés, aun así no decide   tomar la iniciativa de acercarse ya que no lo veía necesario. -Sera que mejor me voy .- Mika toma una copa mas, mira a todos los brujos que allí estaban escuchaba las voces, murmullos entre mas, cerro los ojos y siendo racional Lukyan  era la única persona cercana que tenia, para poder saber que debe hacer o si se requiere de algo. 

Sin mas remedio mika camina entre toda  la gente hacia lukyan pero al darse cuenta, vio a un mujer rubia con rasgos simulares a el, lo cual lo sorprendió se detuvo por un momento era extraño por que no era algo común, pero pensó que no era importante pues estadística mente era normal que algunas personas tuvieran rasgos similares. Mika  toca el hombro de Lukyan pero se detiene al pensar que no es necesario el hacerlo ya que al igual no va ser nada laboral por el momento, por lo que el ruso dice.- Pido permiso .- da la vuelta y  se retira. 

@ Eliah Selwyn R.  @ Lukyan A. Volkov

 

[Fokker]

El instinto le decía que algo no encajaba. Observó a la joven mientras se secaba las manos, como si dudara en sus palabras y evitara mirarlo directamente, su postura movimientos indicaban que le resultaba familiar. Sin embargo, su tono de voz era diferente. Tal vez, después de todo, se estaba confundiendo de nuevo. No sería la primera vez que sus instintos lo traicionaban, y recordaba perfectamente las veces que Helen se había burlado de él por eso, es más si ella estuviera allí, probablemente ya habría aclarado la situación en un instante.

Iba a insistir pero un mago los interrumpió. El pelinegro saludó al recién llegado con un gesto rápido, dando espacio a la conversación que ahora giraba en torno a un apellido que sonaba a "Avery".

<<Definitivamente me equivoqué>>, pensó, mientras la joven se veía envuelta en la charla con el mago.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que otra bruja se acercara al hombre con una efusividad evidente, lo que dejó nuevamente a Sherlyn sola. Parecía incómoda, como si deseara escapar de la situación, y Fokker lo notó. Mientras la fiesta llegaba lentamente a su punto álgido, él aprovechó el momento. Los magos que habían estado atentos al accidente del candelabro volvían a sus asuntos, así que decidió escapar del lugar, caminando tras la joven que parecía querer salir de ahí.

<<Los elfos se encargaran>>

—Así que perteneces a la familia Avery —comentó con curiosidad, observando cómo la joven parecía no entender de que hablaba, insistió pero no había escuchado su nombre —...ehh, perdona, no escuché tu nombre— agregó con una leve sonrisa que pretendía ser amigable —. Soy Fokker Cygnus, guitarrista como puedes ver, un gusto. Y ... disculpa por el bullicio de antes — añadió, refiriéndose al candelabro —Creo que es una mala forma de no llamar la atención ¿No lo crees?

Y eso le recordó el espíritu que vio antes, y noto que ella aun miraba con una mezcla de incredulidad, y lo confirmo con el comentario de que la anfitriona tuvo el cuidado debido para evitar los imprevistos. Y aunque el pelinegro intentaba no parecer fuera de lugar, sabia lo que ella estaba pensando, y no, no se estaba volviendo loco... al menos no del todo.

—Es sabido que en fiestas tan grandes la seguridad es mas permisiva— añadió con una pizca de intriga en la voz —Tal vez alguien esté intentando causar caos haciéndose pasar por un espíritu— Miró de reojo hacia las sombras — Ya sabes, estas reuniones siempre tienen algo... peculiar.

Sus ojos volvieron a los de ella, o al menos a la máscara que llevaba. Cygnus no podía evitar fijarse en los detalles: la capa, el vestido que seguramente le quedaba perfecto, y cómo su máscara reflejaba la luz de la mansión.

—Te ves bastante elegante esta noche, por cierto— dijo de manera casual, sin esperar una gran reacción.

Hubo un breve silencio, pero él, siempre dispuesto a moverse si las cosas se ponían extrañas, lanzó una idea.

—¿Te parece si salimos afuera? — propuso, señalando hacia el jardín —Un poco de aire fresco nunca viene mal.

Fokker ladeó la cabeza ligeramente hacia ella, con una sonrisa amistosa, más del estilo de un compañero de aventuras que de otra cosa.

—Vamos, podría ser interesante, ¿no? —añadió con tono divertido, intentando quitarle peso a la situación —Hay un misterio que desvelar.

@ Sherlyn Stark

[Juliette Macnair]

Observó detenidamente a su esposo con una expresión seria pero al mismo tiempo cargada de una dulzura que sólo emanaba en su presencia, él sabía perfectamente cómo bajarle la guardia, y adoraba ser halagada, en especial si se traba de él. Estiró el cuello, alzando el mentón para alcanzar a visualizar la fotografía, y antes de que pudiera responder algo coherente, su atención fue vilmente robada por la flamante curiosidad que compartía con el mago.

⸺ ¿Familia Avery? ⸺murmuró con el ceño fruncido, y con delicadeza se inclinó en la dirección correcta para ver quién había sido la joven que había logrado captar la atención de su esposo.

Era difícil ocultar la sensación de celos que este gesto despertaba en ella, aunque no permitía que se notara demasiado en su semblante perfectamente controlado. La mirada de la Rosier recorrió con disimulo a @ Sherlyn Stark de arriba a abajo, captando cada pequeño detalle de su apariencia: los gestos nerviosos, la transpiración que intentaba ocultar con un pañuelo, y la evidente incomodidad que parecía haber traído consigo.

Con un suave movimiento de su copa de vino, Juliette hizo que el líquido carmín girara en círculos, mientras inclinaba su rostro hacia Eobard, lo suficientemente cerca como para que solo él escuchara.

⸺ Una joven Avery, ¿dices? ⸺murmuró con un toque de curiosidad distante, como si la mera mención del apellido fuera suficiente para despertar un interés efímero, y entonces alzó un poco su melodiosa voz para presentarse con tan enigmática bruja.⸺ Qué oportuno. . . es todo un placer señorita Avery, ¿qué la trajo devuelta a Inglaterra? Exquisita elección de vestuario, por cierto, mejor que la de mi esposo, cabe mencionar.

Apenas curvó los labios en una sonrisa diplomática, sabia que ese apellido pertenecía a una renombrada familia, aunque según sus fuentes más fiables, habían permanecido demasiado ocultos en las sombras. La aparición de una nueva generación de ese linaje en la escena política le resultaba intrigante, pero no tanto como para desviar su atención de lo que verdaderamente importaba esa noche. 

Eobard tenía su propia agenda, siempre midiendo cada palabra y cada gesto. Juliette estaba más que familiarizada con ese juego, así que cuando la conversación pareció desvanecerse un poco, oyó el sonido del hechizo Sonorus invocado por @ Ada Camille Dumbledore . La obra de teatro finalmente daba comienzo en toda esa jaula de opulencia y ostento. La bruja, como el resto de los presentes, levantó la vista hacia la Ministra de Magia.

Se mantuvo en silencio, aún sosteniendo la copa de vino tinto entre sus dedos mientras observaba a la hermosa y angelical bruja desde la distancia. Los murmullos se extendían por la sala como un veneno dulce, sutil y silencioso, invadiendo cada rincón. Su mirada esmeralda, sin embargo, se mantuvo fija en un punto lejano, apenas enfocando los detalles del atril y de la ministra, pero entonces las palabras sobre el gabinete se colaron en sus pensamientos como flechas, cada nombre mencionado desencadenaba un ligero pero inquietante cambio en la expresión de la bruja.

Y entonces llegó el golpe.

El nombre de @ Pik Slytherin Macnair resonó en su mente, como una nota disonante dentro de la melodía perfectamente calculada de la gala. Su padre. El hombre que llevaba su apellido pero no su sangre en el sentido que importaba. Sintió el amargor del vino mezclarse con una punzada de algo que no estaba segura de cómo definir: ¿decepción? ¿Sorpresa? ¿O, quizás, una sombra de resentimiento cultivada durante todos esos años de abandono de su parte?

⸺ Parece que mi querido padre ha decidido aparecerse. y aferrarse al poder de una manera... creativa. ⸺mencionó con amargura mientras presionaba ligeramente la copa entre de sus finos dedos paliduchos, y entonces intentó aplacar esa emoción con una sonrisa cargada de sarcasmo.⸺ Bueno, me alegra tanto que siga con vida, al menos ahora sabré dónde encontrarlo si alguna vez me interesa intercambiar más que palabras vacías...

La bruja inclinó levemente la cabeza, permitiéndose un suspiro casi imperceptible, el brillo en sus ojos traicionaba el desinterés que intentaba proyectar, no quería sentirlo, pero lo hacía, los recuerdos tormentosos y llenos de dolor sufrido en su ausencia, aún le rompían el corazón en un millón de pedazos. Él los había dejado, a todos, a ella y a su hermana, cuando más lo necesitaban⸺est****a sensación de debilidad, se maldijo a sí misma. Y en cuanto comenzó a sentir una presión demasiado incómoda en su pecho, desvió la mirada con una ligera desesperación para intentar encontrar la de su esposo.

⸺ @ Eobard A. Black Lestrange ... ⸺sus hermosos ojos esmeralda, intensos y llenos de sentimientos, finalmente volvieron a posarse en el mago, intentaba mantenerse firme, como si nada estuviera pasando, pero a pesar de eso, él tenía un efecto casi hipnótico con ella, había algo en él que siempre le había hecho sentir segura, como si su vulnerabilidad no fuese realmente un problema, no en su presencia.⸺ ¿En qué estábamos?

[Mael Blackfyre]

Los invitados iban entrando uno a uno, demasiado tranquilos para mi gusto. Había algo en aquellas celebraciones protocolares que no me gustaban nada. ¿Los modales? ¿Lo social? ¿Las falsedades? Estaba claro como el agua que solamente servían para demostrar el poder y el dinero que tenían, pero a la comunidad mágica de Londres parecían encantarles. Actué como buho durante un par de minutos, hasta que decidí bajar.

Los rumores habían recorrido las paredes de la Fortaleza Oscura, pero al parecer alguien se los había llevado.

Pensé que tal vez era buena idea interceptar a Ada Camille Dumbledore dentro del castillo, algo me decía que los preparativos la mantenían ahí durante unas horas atrás. ¿Por qué no me di cuenta de ello antes? A veces era muy imbé-cil. Levanté vuelo y di algunas vueltas por encima del tejado. Los Augurey me miraban, tal vez con temor que los volviera a atacar. ¿Habría alguna ventana abierta dónde escabullirme? A la segunda vuelta, noté una de las del costado. Y me zambullí.

Para no perder la costumbre, todo era hermosamente perfecto. Tenia que admitir que me había quedado pasmado por tanta perfección. Se sentía raro pensar de pasar la imagen de lo que había sido la Gryffindor a la Di Médici. Cuando aterricé en el suelo me volví a transformar en mi forma humana. Sacudí mi túnica de gala, que era bastante simple, negra, con un cuello cuadrado, que cerraban casi todos sus botones de un mismo lado. Conservaba algunos arabescos en plateado. Y mi máscara, simple de gala. Tenía más ganas de usar la de Goldor que una al estilo victoriana.

Acomodé un poco mi cabello pensando que iba a encontrarme allí a Ada. Pero no había nadie dentro de la mansión. Era tarde. Ya había salido Lucrezia, la podía escuchar con el ruido que provenía desde el exterior. Me acerqué a uno de los ventanales enormes que daban el jardín y pude notar aquel enorme pájaro azul y cómo la matriarca Di Médici daba la bienvenida. Apoyé la mano en el cristal. Allí iba también Ada. Hacía unos segundos que había salido al jardín.

Cuando seguí los pasos de Ada, ésta se encontraba dándole la bienvenida a todos, realizando una especie de discurso, explicando sus primeras acciones como la formación de su gabinete y que nos esperaba una época de unión. Me aferré a aquella especie de columna que había en los jardines. Aun no quería adentrarme entre la gente, a pesar de estar desparramada por el lugar. Era una etapa complicada, había algunas personas que nos habíamos dejado de ver durante mucho tiempo.

Y allí estaba, Ada hermosa y radiante, demostrando con actitud la nueva figura política que era y la cantidad de personas desgraciadas que ahora la rodeaban. ¿Diría algo que había desaparecido? Después de aquella guerra de los pactos rotos, muchas cosas habían cambiado. Pero todo parecía volver a la normalidad. Me quedé mirando fijamente un punto. Algunas personas se encontraban cerca de allí.

[Leah Slytherin]

La situación era francamente divertida, aunque no precisamente a costa del hombre que ahora se acercaba a ella. Sus ojos se posaron en los de Lukyan, a quien no conocía formalmente, pero con quien sabía que ahora compartiría oficina. Una leve pasada por su mente fue suficiente para saber qué era lo que pensaba. La intrusión fue fugaz, casi imperceptible, lo justo para que la mujer le dedicara una sonrisa casi recatada al mago en cuanto éste empezó a hablarle. Ella tampoco sabía muy bien qué sentía por el grupo en el cohabitaba y, la verdad, le parecía hermoso. 

—Señor... ¿Volkov? —preguntó con amabilidad—. Estoy segura de que entenderán su ausencia. Somos un grupo más bien... distraído. Espero que pronto podamos retomar la charla.

Observó cómo se marchaba y no lo culpó. Era curiosa la forma que tenían de tratarse.

Pero la reflexión duró poco, pues la Ministra de Magia hizo su aparición y comenzó a decir unas palabras. Como una ola, todos los presentes se giraron para escuchar las palabras de la mujer. Ella no había votado por la nueva Ministra, de hecho, la había conocido a través de los periódicos; Jank no la había revivido a tiempo, pero le daba igual. La bruja era claramente digna del puesto y, lo más importante, les había otorgado la confianza de volver a ocupar un lugar a la altura de sus viejas glorias. Y como si lo invocase, empezó las presentaciones de su nuevo gabinete. Alzó la copa hacia Pik, además de formular un "Gracias" con los labios solo para que su primo lo viera. Si no fuese por él, seguramente seguiría con el horrible disfraz en medio del Atrio.

Después vino su turno y tuvo que disimular lo mucho que le gustaban esos aplausos. Con falsa modestia, agradeció a los magos que tenía más cerca y al igual que había hecho con su primo, alzó la copa hacia la Ministra de Magia, solo que a esta le dedicó una pequeña reverencia con la cabeza a modo de respeto. La situación no podría haber sido más idílica, la verdad. Aplaudió al resto del gabinete con el dorso de la mano, al igual que a la Vice-Ministra Di Médici y, finalmente, se entregó a la celebración. Lo que Lucrezia había montado era impresionante, sin duda uno de los eventos del año. Se unió a Pik, a Zack y Alyssa en ese momento.

—Estoy dispuesta a lo que haga falta, primo —alargó el "primo" con toda la intención del mundo y le guiñó un ojo a Zack—. Muchas gracias. Estoy francamente entusiasmada, ahora sólo queda ver qué tal lo hacemos. Supongo que nos saldrá relativamente natural, no es como que no lo hayamos hecho antes. 

Era verdad, pero siempre podrían llevarse alguna sorpresa, aunque dudaba que Pik lo permitiese. Era un hombre de muchos recursos y lo demostró llevando al grupo ante la Ministra que, como era de esperarse, estaba rodeada de medio Londres. Pero antes de que pudiera decir nada, la idealización que se había generado a sí misma del evento se vio opacada por un comentario de Pik que no había por dónde cogerlo. ¿De verdad acababa de decirle a la Ministra de Magia que aprobara la poligamia? ¡¿Delante de Alyssa?! Controló su expresión por la mínima, esbozando una sonrisa de inocente formalidad.

—Señora Ministra, está usted radiante —el comentario podría haber sido perfectamente adulador, pero quien la conocía sabía que no iba diciendo cosas por el estilo de gratis. Si lo decía, era porque lo pensaba de verdad—. Me alegro de volver a verla, me temo que nuestro último encuentro en el Atrio fue un poco... atropellado. 

Por no decir que le habían pedido trabajo a la desesperada.

—Mi primo y yo estamos muy honrados de formar parte de su gabinete, y estamos deseando empezar a trabajar en sus nuevas políticas —iba a decir que esperaba que aprobara de verdad lo de la poligamia, porque entonces se casaría con los dos. ¿Le gustaría eso a Alyssa? No le importaba mucho, la verdad.

@ Pik Slytherin Macnair  @ Alyssa Black Triviani  @ Zack Ivashkov  @ Lukyan A. Volkov  @ Ada Camille Dumbledore

 

[Valyria Ashryver Delacour]

La puntualidad nunca había sido parte de sus cualidades pero con su nuevo cargo como Embajadora de Escocia y Lady Canciller no tenía más opción que esforzarse por corregir aquella mala costumbre que durante tanto tiempo la había caracterizado. En ese momento no podía evitar pensar cuánto estaba madurando, pasando de ser una princesa mimada acostumbrada a desaparecer por sus múltiples viaje por el mundo, saltando de fiesta en fiesta, bebiendo hasta desfallecer, para convertirse en una responsable servidora de su país y digna miembro de la nobleza escocesa, bufaría con solo pensarlo si eso no fuera impropio para una dama de su posición. 

 

Con su nuevo estatus, su trabajo había incrementado, incluyendo fiestas políticas a las que se veía obligada a asistir. Por ello no se sorprendió cuando le entregaron la invitación para la gala realizada en honor a la nueva ministra de magia, debía admitir que tenía cierta curiosidad por la elegida, había escuchado rumores y realizado su propia investigación pero nada como interactuar personalmente para descifrar el carácter de una persona y en eso Valyria era una maestra.  

 

Ataviada de un exquisito vestido negro, la Ashryver se apareció en la entrada de los terrenos de Mansión Medici donde la fiesta se llevaría a cabo, asegurándose que su cabello rubio platino permaneciera perfectamente arreglado camino por la alfombra púrpura hasta el Elfo de la entrada entregándole la invitación sin mirarlo siguió de largo sin escuchar su respuesta deslizándose con la elegancia que la caracterizaba, la capa de encaje adherida a vestido ondeo tras ella con cada paso, mientras se colocaba la máscara de color negro y plata que apenas cubría la mitad de su rostro. 

 

No se detuvo a posar para una fotografía oyendo más que nada el sonido de la cámara al capturarla en movimiento. Se acercó al jardín donde el evento se desarrollaba dejando caer una máscara de tranquila amabilidad en su rasgos, para su buena suerte logro llegar apenas unos segundo antes que la protagonista deteniéndose para escuchar el discurso al igual que el resto de los invitados. 

 

Al escuchar el anuncio de nombramiento de la viceministra, levantó una ceja como única reacción notable, no conocía a la recién nombrada aunque como anfitriona de la fiesta podía deducir que poseía un gusto exquisito cuando se trataba de decoración, cada rincón gritaba lujo y dinero, la clase de lugares que disfrutaba. La familia Di Medici poseía una gran fortuna e importante influencia política, no pudo evitar preguntarse si aquel movimiento por parte de la nueva ministra era inteligente, solo el tiempo lo diría, por ahora la escocesa observaría y analizaría la situación para después entregar un detallado reporte a su reina. 

 

Mirando con aburrimiento a su alrededor, tomó una copa de vino dulce, disfrutando el sabor de la uva en su paladar y se deslizó entre las personas esperando encontrar algún rostro conocido. 

[Eliah Selwyn R.]

No iba a negar que entre saludo y saludo, coqueteaba con la pelirroja de su lado pero se sentía bien a gusto al lado de ella, por lo que no iba a perder la atención de aquella mujer. Además, todas aquellas mujeres que estaban saludando a la Selwyn estaban ya comprometidas o casadas, por lo que sabía que no había segundas intenciones en ninguna de ellas. Además se sentía algo mas tranquila teniendo a @ Kamra Ashryver D. cerca ya que al ser una de las lugartenientes de la marca, tendría protección extra en aquella velada si ocurría algo.

Sin saber en que momento volvió a aparecer la Di Medici, hizo gala de su discurso que salía casi solo otra vez siendo protagonista junto a su querida amiga Ada. Fue en un momento a otro cuando llegó @ Saori Ashryver Ragnarok , la mujer que había visto casarse en la Dumbledore hace tiempo atrás y que además era su compañera en el Departamento de criaturas mágicas. Era una chica muy extrovertida y natural, quizás demasiado para la rubia platino, pero la verdad la hacia gracia el entusiasmo de la bruja recién casada.

—¡Oh! Saori, que gusto verte por la gala...igualmente es un placer tenerte con nosotras—Saludó y antes de poder presentarla a @ Darla G Dumbledore , la bruja de su lado ya lo hizo ella sola lo que provocó que se mordiera levemente el labio disimuladamente al ver lo bien que se integraba a su lado. Aunque enseguida, la vampiresa susurró unas palabras tan cerca de ella que su piel se erizo por un momento ante su cercanía a lo que viró un poco su rostro para observar sus labios y luego su mirada marrón.

¿La acababa de llamar mi amor en francés? se quedo estática, observando a la Dumbledore que estaba a su vera sin saber muy bien que decir, ni que hacer, pocas personas la dejaban en ese estado de no saber que responder y aquella mujer lo estaba logrando en aquel momento exacto. Sabía Francés gracias a Goya que estudió en Beauxbatons, aunque no lo hablaba fluido sabía palabras básicas y esa palabra la conocía perfectamente.  Tomó un trago de su copa para humedecer sus labios y la garganta, mientras notaba como su pulso se había acelerado mas de lo normal e intentó relajarse para que la vampiresa no lo notara.

—Eso parece, mi querida Darla, tendremos que escaparnos a algún lado para poder hablar tranquilas—La susurró para que pudiera escucharlo la pelirroja para después guiñarla un ojo divertida en un gesto de cierta complicidad mientras escuchaba la música que sonaba en el recién empezado baile. La verdad que no la importaba perderse con la embajadora de argentina por los viñedos, además se estaba quedando una noche preciosa.

Fue entonces cuando su Daimon se removió ante una presencia, y los ojos azules de Eliah buscaron con la mirada hasta ver a su retoño, a su hijo @ Mikhail Rosier  que se la quedó  mirando por un momento, parecía no recordarla, lo que aquello entristeció a la bruja por un momento. Lo que no entendía era por que no estaba Aloia al lado de su hijo, su subordinaba súcubo tenía ordenes claras de estar cuidado a su descendiente a cualquier lugar que fuera.

Editado Viernes a las 16:14 por Eliah Selwyn R.

[Eterno Blackthorn]

Había pasado hace mucho que no se presentaba alguna gala y esta no era la excepción aprovechando la oportunidad al próximo sus referencias y alistándose lo más pronto posible ya que esto había pasado hace bastante tiempo quiso adelantarse un poco y con ello hacer los últimos arreglos para su desplazamiento sin problema.

Sabía bien que se sentía muy orgulloso por su cuñada a quién le estaban otorgando un buen puesto en este nuevo trabajo y con ello él venía a respaldar cómo va rendirle aquellos honores que ya se merecían, aún así dentro de esa alegría que él manifiesta normalmente espero el momento oportuno para hacerlo en un tiempo más privado.

Ya estando listo con sus Atuendo y Máscara respectiva a ti no ingresar al local donde esperaba encontrar a su esposa y a sus amistades, quería una buena diversión ya que pronto se acercaba otra y eso le iba a tomar más tiempo para poder completar con lo que tenía planeado realizar en breve.

Muchas celebridades se encontraban en el lugar y eso era Bueno ya que sentía el respaldo que esta iba a tener en un futuro lo cual iba a ser beneficioso para todos.

Ahora lo que le faltaba era participar en los eventos que de a poco a poco iban apareciendo y van presentándose los cuales debería aprovechar a partir de ahora. Se aproximó raudamente donde se encontraban los invitados y con ello mezclarse entre la muchedumbre mientras tomaba la primera copa llena de champán y este probaba el cual le agradó bastante para variar, y así a su vez dirigirse donde observaba una bella dama con ello completar su primer paso.

@ Malum Luxure

@ Ada Camille Dumbledore

Quería ponerse al tope con todo lo que estaba sucediendo Así que con ello se puso a escuchar lo que pasaba a su alrededor. Ya luego iba a encontrar lo que iba a realizar. 

Editado Viernes a las 16:21 por Eterno Blackthorn

[Saori Ashryver Ragnarok]

La asiática disfrutada de aquel espectáculo, tomando ya su tercera copa saori casi que no distinguía la realidad dentro e ti pesaba que su esposa estaría regañándola por estar pasándose de copas, pero como no estaba saori omitió su  propio pensamiento la multitud que seguía llegando a tal celebración era inmensa. Al parecer la mujer  que se asoma en la tarima  dando el discurso  de inicio un leve introducción a su cargo y al de Ada, saori mira con atención. 

En ese momento otro compañero sea somo cosa que saori no tomo mucho en cuenta pero la expresión de la Selwyn la hizo  pensar en otra  cosa, saori mira de re ojo y aquel joven paso  rápida mente que no detallo muy bien de quien se trataba, con la poca pena que saori  no tenia le pregunto a la @ Eliah Selwyn R.  .- Que paso, jajaaj  viste aquel joven y  casi te mueres .- saori termina  su copa  y adiciona a tan incomoda situación .- No e digas, que te gustan los jovencitos oyeee.- saori  empuja el hombro de la rubia y la mira con una expresión de burla picándole un ojo .- o es tu enemigo .- saori concluía por si sola lo que se sucedía, ya que no eran muy cernadas. 

-Uuu dame otro - llamando al elfo. 

 

 

[Eliah Selwyn R.]

Aloia (Goya) Domenech

Goya no quería acudir a la fiesta por lo que había dejado el poder de control de su cuerpo a Aloia para asistir a aquella fiesta. Goya era mas de eventos mas clásicos, ir a una cafetería, una reunión cualquier cosas que no fueran fiestas. Para las fiestas dejaba totalmente control a su súcubo, a Aloia así que allí estaba Aloia, en aquella fiesta con aquel vestido de color verde sexy y una mascara clásica, no quería opacar a su querida reina súcubo y además pasaría desapercibida para controlar a @ Mikhail Rosier .

Paso por la alfombra purpura hasta llegar al lugar donde estaba la fiesta, entre las cosas que pudo ver fue un cadaver de un elfo que no entendía que hacia allí. Pero no estaba allí por eso, pudo ver a la matriarca Selwyn hablando a varias mujeres que parecían todas de alta alcurnia pero era normal siendo la Black tan importante

Observó que la rubia platina miraba su hijo, así que la pelirroja avanzó hasta Mikhail que parecía no decidirse con quien hablar. Así que la chica de ojos verdes avanzó caminando de forma tranquila, notando como la mirada de la Selwyn la estaba riñendo por haber dejado a su descendiente totalmente solo hasta  ahora mismo que había llegado ella allí.

—Mikhail....ya estoy por aquí—Le avisó Aloia al mago ruso al que había cuidado mucho tiempo atrás—¿has saludado a tu madre ya?—le preguntó mientras dudaba si estaba metiendo mucho la gala o si era el momento adecuado para que madre e hijo se encontraran allí.