Emporio Violeta: mensajería urgente (MM)

[Kamra Ashryver D.]

- Fuego negro - Kamra conjuró el hechizo que creo a varios metros de altura flotando en el cielo una pequeña bola de fuego negro a las órdenes de la bruja. Kamra vió como un bruja iba llegando y se apresuró a colocarse en una nueva posición de ataque. Kamra rió bajo la cabeza gigante que ocultaba sus facciones.

- Bienvenida a la fiesta - dijo haciendo una reverencia antes de levantar la varita contra la recién llegada. Seccionatus dijo en su me enviando doce medias lunas hacia el pecho de la bruja (Darla). Si no se curaba, se desangrar allí mismo para eterno placer de Manon. 

Kamra miró a su alrededor, lista para obtener cualquier indicio de otro ataque por llegar. Lo que había comenzado como un simple juego, ahora era algo muy real. Todos irían hasta el final, llegase quién llegase. 

- Demuestrenles que el que se mete en nuestro camino, no sale ileso. 

[Idylla Macnair T.]

Sabía que iba tarde, la habían convocado hace varias horas y aún no podía estar suficientemente lista, se puso el traje que había encargado de color azul con negro. El vestido le llegaba por debajo de las rodillas y sus zapatillas a juego combinaban con sus mallas blancas. 

Se puso su máscara en la cara y salió rumbo al local de la llamada, ya era un caos cuando la Macnair arribo al lugar, por lo que solo pudo observar quien peleaba contra quién, saco su varita y mientras la agarraba con la mano derecha, estaba lista para cualquier ataque que pudieran lanzarle.

-Venimos listos para la diversion- comento la bruja mientras miraba a sus compañeros y daba una sonrisa maliciosa, era una buena noche para matar o dejar a alguien gravemente lesionado.

[Darla G Dumbledore]

Observó lo que allí ocurría y no dudo de que la cosa no era la mejor. Iban más de dos a uno y era algo de lo que sabía se iba a arrepentir pero muchas más opciones no le quedaban.

–Arena del hechicero –su hechizo iba dirigido hacia el mago de la máscara más extraña que había visto en mucho tiempo [Cillian Haughton] y no le dio pena dejar al hombre quedaría ciego luego de su ataque. Su siguiente hechizo fue dirigido hacia quién parecía ser la encargada del comando en ese momento. Se mordió el labio mientras pensaba en un Flechas de Fuego dirigido hacia la mujer, Eliah Selwyn, de impactarle serían dolorosas quemaduras de las que debería curarse en breve tiempo. Lo lamentamos pero debía defender a su compañero.

Aquella no sería una buena noche y quería pensar que valdría la pena el bendito desvelo.

El dolor fue inmenso pero se arranco las media lunas que le habían llegado desde dos direcciones mientras pensaba un curación, que le curó sus heridas. Todo corría demasiado rápi

do 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Si. Tenía la vara de cristal. Lo que ayudó pues al ser efecto las medialunas se clavaron en @ Eliah Selwyn R. . Más el veneno la dejarían ocupada por un tiempo. Y claro ahora el zafarrancho había sido mas grande. Porque parecían unirse ma personas. Claro yo era un Ministerial no era de matar a nadie. 

Así que iría a por la otra que me ataco Así apunte a @ Kamra Ashryver D. . 

-incarcerus - dije y tres sogas se.materializaron para amarrar a la bruja en el acto. Una a las piernas, otra al.torso.poniendo las manos pegadas al torso y la última en el cuello. Para sofocar la.

Ya con eso bastaba o no? Sin bajar.la varita le apunte de nuevo. Amarrada así mejor dejarla sin varita.

-Expelliarmus

conjure y un rayo rojo salió hacia la bruja para dejarla fuera de la ecuación. Sin varita poco podria hacer. Poco importaban las palabras de Helike, yo estaba disfrutando esto.

[Sophie Elizabeth Granger]

La rubia miro el desastre pero tambien se dio cuenta que estaba casi sola, tampoco era suicida, aun asi decidio hacer un ultimo intento, por lo que miro hacia en centro de la habitacion y  lanzo un - corpus patronus-  de su varita salio un enorme leon que la protegeria de los ataques que viniesen de los mortifagos que ya estaban muy adentro. 

 

- Invocar katana - dijo de nuevo para tener un arma que poder usar para defenderse - Ahora si, de uno en uno

 

La realidad era que aquello se estaba poniendo color de hormiga pero no se iba a ir sin por lo menos oponer un poco de resistencia aunque francamente estaba deseando no haberle hecho caso a Sean al que por cierto no veia por ningun lado, pequeño pedazo de cobarde, penso para sus adentros 

[Idylla Macnair T.]

Mientras que miraba como todos se lanzaban rayos de aquí por allá, simplemente trato de mirar la situación, había mucha gente con mascaras, y muchas gente de la orden al parecer. Siempre debían aparecer para hacer la fiesta más interesante. 

-Morphos- mando el hechizo a una de las sillas que estaba cerca de ella, invocando un tigre blanco que estaba a sus órdenes y si alguien quería hacerle algo, el hechizo impactaría directamente en aquel animal, sería su escudo contra cualquier hechizo que mandarán.

-Seccionatus- lanzó con su varita hacia la bruja @ Darla G Dumbledore  que acababa de llegar justo cuando estaba dirigiendo sus hechizos hacia otros magos, si su hechizo impactaba, tendría varias heridas de gravedad que tendría que curar en aquel momento o se desangraria.

-Espero que la fiesta aún continúe- comento la bruja mientras veía como los hechizos volaban por todo el lugar, era difícil mirar hacia quien iban dirigidos. 

 

[Darla G Dumbledore]

Sus ojos dorados pasaron rápidamente por todo el lugar, los mortífagos se multiplicaban cuál si fueran conejos saliendo de una galera. Su lengua estaba pegada a su paladar y la bruja, devenida en hombre gracias a la Metamorfomagia estaba convencida de que su nombre no podría ser pronunciado ni imaginado en aquella ocasión .

Miró a sus compañeros y supo que tendría que hacer algo más para poder sobrevivir. Los ojos de Radamanthys lo decían todo y mucho más.

Las dos mujeres se conocían, no necesitaban nada más para reconocerse, en la forma que fuera por lo cual Sophie y ella se aproximaron una a otra listas para ayudarse, como desde antiguo lo hacían. 

–Haz de la Noche –gruñó tras que Sophie invocara una katana y la jaló hacia ella, nos vamos dijo, arrastrándola con ella fuera de aquel lugar.

Las dos, el adolescente y la bruja Líder Sophie Elizabeth Granger salieron del local alejándose hacía un lugar seguro con el portal cerrándose a sus espal

das.

[Hecate Engosvezhof]

Salida del callejón Diagón y entrada a las calles de Ottery

Notaba cierta ligereza en el peso pero esperaba que fuese porque Sean se había recuperado, pasamos (lo que pensaba yo que venía conmigo) la oscuridad para adentrarnos en las calles de Ottery, por aquellas estaban completamente vacías y no había un alma "mejor así" pensé para mí. Giré la cabza para ver si ese diablo había venido conmigo ¡y no! El muy bestia se había quedado, rodeado de mortífagos y fenixianos... ¿pero qué se pensaba que era Sean?

Ante de entrar al emporio con los ululatos de pavor de las lechuzas, me pareció escuchar a Sean que hablaba de alguien de seguridad... Pero lo que no entendía es, como hacía todo eso si era un traficante, sí, traficante, no pude evitar estallar a carcajadas. En ese instante, un cuervo por mis risas, salió volando... Notaba una de las manos, pegajosa por la sangre semiseca, tenía la varita de álamo temblón y susurré un "aguamenti". El agua fresca corría con suavidad desde la parte superior del brazo hasta la mano... era una cantidad importante, tenía la capa también humedecida... bufé... tampoco pretendía ser una salvadora o una mártir... había muchas cosas que hacer.

Con un giro de mi muñeca me aparecí, en ésta ocasión en los terrenos de la mansión Potter Black

[Derek Lúcien]

—Pero justo cuando uno viene en estas fachas se les ocurren llegar —hizo boca de pato y llevó sus manos a su cadera, a modo de señora juzgona—. Incarcérus —invocó, haciendo que tres sogas salgan disparas hacia Sophie, una para atalar de muñecas, otra al cuello (? y una más a los tobillos, para hacerla caer de bruces.

Estaba viendo que los fallidos intentos de sobrevivir, entrar, salir, caminar, hasta de respirar de los otros, no les funcionaba. Sacó una vez más su lapiz labial y se colocó una nueva capa, le mandó un beso a la Sophie y a Darla, que estaban guapísimas aquella noche, y luego apuntó su varita para seguir atacando.

—Petrificus Totalus —atacó a Darla una vez más, aunque estaba casi seguro que ya estaba (o al menos parecia) muerta—. Uy, casi. Estuviste cerca, pero besos también para vos.

Les aventó el pintalabios y sacó de su cartera un empaque de goma de mascar. Lo abrió, se lo comió, y siguiendo haciendo andar sus tacones por el negocio.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Al menos parecía que no estaba combatiendo solo. Si, tenía a Hecate que me había dado una mano, pero la llegada de la Orden puede que me ayudase a lidiar con la actual amenaza. O eso me parecía a mí. De la italiana solo diría que le dejaría las gracias en otra ocasión ahora había muchas cosas entre manos.

--Una buena oportunidad de llevarme un trofeo a casa.

Bueno más bien el trofeo era que Sagitas no estuviera. Que sino me podría entrar un poco de cargo de conciencia si le pasaba algo. Porque de mi parte ver a San Pedro era un gaje del oficio.

Esta vez creo que había estado cerca. Gracias a Melin por esa papelera y que todos pasasen de mi. Pero regresando al asunto que podría hacer a continuación.

Y viendo como los pollos ahora traidores se piraban pues no quedaba de otra. Yo no pondría el muerto. Por cierto en que instancia del infierno estaban las de seguridad mágica. Me había equivocado en el mensaje.

--Haz de la noche- dije y aparecí entrando en el portal.