Jump to content

Darla G Dumbledore vs Azog Cantankerous - Tutoría de Duelo I


 Compartir

Publicaciones recomendadas

A sus alrededores, la lluvia y el viento aminoraba a cada segundo su intensidad como si se presagiara el final próximo de este encuentro. Aun así, la llovizna que prosiguió era mucho más fría que la tormenta; Azog lo presentía en los bordes de su rostro, en la punta de los dedos de sus manos que se aferraban a su varita. La superficie arenosa crujía cada vez más debajo de él, advirtiéndole que el encantamiento de la bruja, al igual que la tormenta, el viento y este encuentro, iban a terminar. Respiró hondo, sintiendo el peso del aire helado en su pecho. Sabía que la calma que se avecinaba era un engaño, un respiro antes del caos.

Nono. En realidad, algunas veces, soy un gran observador. Solo hace falta paciencia para apreciarlo—en qué momento no estaba seguro, pero a pesar de las circunstancias el aprendiz se encontraba cada vez menos insociable con la pelirroja. Después de todo, en el ocaso de su encuentro, Azog encontró lucrativo el duelo con la vampiresa. Agitó su varita en espiral una vez más y conjuró: —Morphos—apuntando a la cuerda que ataba las patas frontales de la criatura que Darla había invocado para recibir el ataque por ella. Esta se enrolla primero sobre sí misma para formar luego un avispón asiático de casi cincuenta milímetros de largo, incluso él se vio algo sorprendido por el tamaño de aquel bicho que, oculto en la oscuridad de la noche, voló sin dudarlo hacia la bruja para proporcionarle una picadura venenosa.

No era letal si no eras alérgico, pero su veneno se esparce rápidamente, provocando mareos y poca facilidad para respirar a su víctima. Esto afectaría significativamente la capacidad de la bruja para atinar un buen encantamiento que requiera de una puntería más certera—No deberías preocuparte por mi. Si me hundo completamente en la arena al menos no tendrás que preocuparte por ocultar evidencias.

Las otras dos cuerdas alrededor de la criatura se quedaron en el torso y caderas del animal. Eran de menor importancia, aunque dificultan poco su movilidad, sus patas estaban libres y Azog solo necesitaba de esas garras y colmillos a su completa disposición—Oppugno—masculló encantando al guepardo incitandolo con el pensamiento para atacar de vuelta a su invocadora inicial. Esta vez no buscaba una masacre, solo inmovilizar, o al menos hacer que la trascendente mirada de la bruja deje de observarle.

Finalmente, y aprovechando la distracción, cuando los crujidos aumentan y el suelo debajo de él se mueve con más rapidez el muchacho se sentó sobre la superficie de la arena (que ya le llega hasta las rodillas) para poder desatascar sus pies a la vez que la madera del suelo comenzaba nuevamente a tomar su forma, rígida, pero todavía húmeda por la lluvia.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La pelirroja escuchó las palabras del mago, pudiéndole observar más plenamente ahora que la lluvia casi ya no molestaba, se había vuelto una llovizna, persistente, pero casi inocua. Las palabras del mago le hicieron notar que el muchacho podía ser más peligroso, la paciencia una virtud que ella había dejado de cultivar hacía algún tiempo ya.

Pero lo que más llamó su atención y la hizo ponerse en mayor guardia al notar que tras que el mago pronunciara el hechizo el guepardo parecía haber recuperado su capacidad de moverse. Aquello le dio una idea, aunque aún no tenía claro que había hecho el jovencito, podía utilizar aquella jugada para su propio beneficio.

¡Oppugno! —segundos después el guepardo se lanzó contra su rival, quien en ese momento mascullaba un hechizo, el cual ella le había intercalado, la Dumbledore decidió que no iba a quedarse tranquila tras su ataque anterior con las aves y la serpiente, seguramente el morphos que había hecho antes tenía algún propósito que aún no notaba —avis —pronuncia la vampiresa, y una docena de palomas delante de ella empezaron a chillar y moverse en un vuelo que al principio creyó errático. Su orden era defenderla de cualquier cosa, la magia hacia que las aves descubrieran el peligro más rápido que ella, porque se lanzaron contra un insecto que la mujer no lograba distinguir con exactitud el tipo de criatura que era, pero en ese momento las palomas atacaban al insecto, que era el avispón asiático creado por Azog, defendiendo a su creadora e impidiendo que la picara, seguramente terminaría en el estómago de alguna de las palomas.

Darla levantó la mirada y alcanzó a distinguir dos cosas, el joven mago estaba en el suelo, sentado y el guepardo le atacaba, intentando dañar la mano en que él llevaba su varita, la orden había sido atacarlo y lastimarlo, no matarlo, no quería un cadáver en su historial, solo quería intentar ser más hábil que él en aquel duelo al que habían sido invitados en aquel templo abandonado.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sentado como está, sobre lo que queda de la superficie del suelo que ahora ya ha recuperado por completo su forma y él a ha podido finalmente sacar sus pies de la arena (aunque no la arena de sus pies), Azog se inclinó hacia atrás un poco para poder lanzar con fuerza su hechizo de defensa y ataque: —Mobilicorpus— ladró el encantamiento para azotar con el rayo al guepardo que se lanzaba contra él dispuesto a ir sobre su varita. En cambio, el muchacho lo lanzó hacia Darla, la bestia salió volando por los aires con tanta fuerza que sería capaz de derribarla, de tirarla al suelo al menos, si el cuerpo del guepardo y de la bruja se alcanzaban.

Para entonces las aves conjuradas por la bruja ya habían desaparecido, quizá lograron localizar a la avispa poco antes de que esta pudiera inyectar su veneno en la hechicera, pero al tragar al avispón japonés habían terminado por ingerir el veneno que provocó asfixia y acabó con la vida de todas ellas. Nada podría interponerse ahora en la trayectoria entre Darla y su guepardo.

Ya no hay más charla, eh. ¿Qué pasa? ¿te ha comido la lengua el gatito? ¿o es que ya te aburriste de mí?— se ha vuelto a poner de pie casi de un salto, en realidad lo pone de mejor humor no estar atrapado más tiempo en esa horrible trampa lodosa que le ha llenado de arena hasta por dentro de sus calcetines. Por otra parte, el engreído muchacho podría estarse confiando demás; si deja pasar el tiempo Darla tomará el control nuevamente —Embrujo Punzante—esta vez el hechizo se pronunció en sus pensamientos, pero se manifestó ante ellos en un rayo que siguió fielmente la distancia que los separaba para impactar de cara de a la pelirroja, desconfigurando el cuidado rostro de la hechicera y dejando sobre este una herida punzante.

Tal vez su avispón no logró llegar nunca a la vampiro, pero esto no era más diferente a una reacción alérgica. La inflamación por la herida le impediría a la bruja fijar los blancos para los hechizos que advierten de una mejor punteria, y tampoco podría observar mejor el ya de por sí complicado terreno de batalla que les queda a estas alturas del duelo.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tras notar que el guepardo había realizado algunos cuantos rasguños, vaya Merlín a saber qué tan profundos, en el cuerpo del joven mago Azog, que la lluvia parecía haberse al fin detenido, que las nubes empezaban a irse con una brisa fresca, bueno, más bien fría y que el guepardo rebotaba como en una cama elástica debemos imaginar la siguiente escena.

Sí, imaginemos, una Darla que vió desaparecer un insecto en la boca de una paloma y un montón de palomas volando ahora hacia un guepardo buscando cumplir su orden de defenderla y sí, ya la vampiresa sentía que había perdido toda seriedad. ¿Se acuerdan de esas imágenes que comparten los muggles llamadas memes? Bueno, la expresión de la vampiresa era exactamente la de la rubia con todas las fórmulas matemáticas y figuras geométricas. Para más claridad, un pensamiento fugaz. Odiaba repetir pero en cuanto el muchacho lanzó su mobilicorpus y las aves fueron a intentar seguir defendiéndola, la pelirroja apunto al guepardo y se preguntó si aquello funcionaría.

Mobilicorpus —rayo contra rayo, cuerpo contra cuerpo, locura contra locura, la cuestión es que la docena de palomas iban volando bajo, y sí, va a volver a llover (ver minutos 30:18 a 30:26) pensó la pelirroja, el rayo impactó al guepardo y este comenzó a retroceder en un envión ahora hacia Azog, pero para su mala suerte, Darla lo había lanzado justo antes de que el mago lanzara un nuevo ataque hacia ella, por lo que dado los chillidos de aves y gruñidos del animal no quedaba muy claro si el rayo plateado, de lo que imaginó fue un rayo punzante, dado que no escuchó Azog pronunciara nada, decíamos, el embrujo punzante pegó contra una de las criaturas que empezó a chillar de dolor. Ahora sí le quedó claro que era al grupo de palomas que en su defensa habían interceptado el doloroso rayo y la Dumbledore se cansó.

Silencius —el efecto sobre el joven duraría poco, sabía que la próxima acción de él podía ser tan silenciosa como el embrujo punzante que había lanzado antes, sabía que un solo efecto podría afectarla pero sabía que eso le daría al menos una mínima ventaja en su intento de ganar con alguna extra acción.

Pero ¿qué estaba pasando en ese momento además de que a Darla le estaba molestando que se le hiciera tan larga e infructuosa la batalla contra el jovencito? Pues que unas aves chillaban en el piso de madera producto del hechizo que les provocaba gran dolor y un efecto semejante a una alergia ¿ese hechizo debería matar a las aves del avis o solo las afectaba como si fueran ella?, buena pregunta. Mientras tanto el guepardo gruñía molesto, un primer hechizo lo había obligado a atacar a Azog, un segundo hechizo lo había mandado de rebote hacia Darla, un tercer hechizo lo mandaba de regreso hacia impactar con Azog, como si de la pelota de un partido de ping pong se tratara, pero su orden original continuaba, defender a Darla.

No podía negar que se sentía cansada, frustrada y se preguntaba hasta dónde llegarían sin hacerse un verdadero daño uno al otro.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.