La Elección Del Nuevo Ministro

[Xell Vladimir Potter Black]

Había evitado aquella zona todos los días que trabajé en el departamento de Accidentes, supongo que las elecciones me parecían muy difíciles cuando apenas llevaba una semana en el pueblo. Londres había cambiado mucho desde la guerra. Tal vez era yo la que había cambiado. No veía nada igual, no solo por los edificios derruidos sino dentro, a nivel psicológico también habíamos cambiado.

No conocía ahora a casi nadie, así que me era difícil tomar una decisión. Sean era un primo divertido, pero no tanto como para ser primer ministro . Lucrecia me daba un poco de miedo, tras haber pasado por una guerra. La conocía de antes y siempre me producía un gran respeto. No quería que Italia pudiera decir que había puesto un compatriota en el puesto de magia inglés. De Ada podía decir lo mismo, aunque la adoraba. Sin embargo, de ella se decía que había apoyado a la banda mortífaga en la guerra. Yo sabía quién era y lo que era, pero preferí dudar de esos comentarios. Mi prima era buena, aunque a estas alturas no podía poner la mano en el fuego por nadie.

Al final, a minutos del cierre, me apresuré a dejar el voto en la urna por quién podía confiar. No la conocía personalmente. La había visto en el Cuartel de la Orden. Se momento, eso daba mucha fiabilidad a su postulación. Me pareció que era un momento difícil y esperaba no fallar en mi elección: "voto por Cissy macnair", dije en voz bajita a la caja de madera.

[Sagitas E. Potter Blue]

Entré en el atrio con paso fuerte, dando golpes con el sombrerito de Wizengamot en mi pierna al caminar. Ya me lo pondría al entrar en la Sala donde seguro que se estarían reuniendo todos los miembros para firmar el acta de las votaciones. En una hora, más o menos, algún miembro de nosotros (yo no, me negaba, no quería tener encima esa responsabilidad), recogería la urna y se la llevaría, custodiada, para la revisión de las votaciones. Pronto tendríamos el nombre del próximo Primer Ministro en nuestras manos y... ¿Quién sería?

-- Ama, que pasa de largo.

Me giré hacia la figura de mi elfo, quien llevaba una bandeja de galletas de chocolate y canela envueltas en un paño de seda, sobre una bandejita, y me detuve. Enarqué una ceja. ¿Desde cuándo me seguía?

-- ¿De largo de qué? ¿De dónde? ¿De lo cuálo? -- le espeté. Andaba nerviosa, se notaba. Lo notaba. Lo notaban a mi alrededor. -- ¿Son para mí?

Aunque cambié el tono de mi voz, el elfo negó con la cabeza. Harpo era tenaz, si decía que no, ya podría implorar o ponerme de rodillas que no me daría ni una. Y, lógicamente, no me iba a denigra a ese acto allá en medio del Ministerio de Magia.

-- Las dejaré en el Departamento de Accidentes. Ahora que no hay tienda de donuts en la Estación de King Cross, les encanta merendar unas cuantas. ¿No va a votar?

Dejé de mirarle para que no viera el deseo libidinoso por aquellas galletas que brillaba en mis ojos. Deseaba comerme una, ahora que las había visto. Pero tendría que pasarme por el departamento de mi hijo si quería saborearlas. Seguí caminando hacia los ascensores.

-- No, no pienso votar. No quiero que nadie piense que los elijo por encima de... -- ¿De qué? Ada... Sean... Lucrezia... Cissy... -- de la amistad que siento por todos. No, yo no voto.

Aceleré el paso y tomé un ascensor aún antes que Harpo acertara a seguirme. Cuando las puertas se cerraron, murmuré un "Te gané" glorioso, que me hizo sentir orgullosa de haberle dejado atrás. Sin embargo... Si hubiera viso lo que el elfo hacía, seguro que me hubiera enfadado.

Harpo me dejó avanzar y se dirigió hacia la urna de madera. De debajo de las galletas sacó un pergamino en el que yo había ido escribiendo nombres y tachando, indecisa de a quién votar. Lo dejó sobre la urna y el papel se integró hasta desaparecer en el interior.

-- Mi Ama Sagitas vota por Lucrezia Di Medici, casi se le olvida. Es un desastre -- le dijo el elfo a la urna. Espero que esa urna sepa guardar secretos o me veré obligada a quemarla, o deshacerme de ella o...

[Lucrezia Di Medici]

Pese a que el uso del polvo flú era algo cotidiano en aquel lugar aun así algunas miradas curiosas se giraron en el instante en que había llegado a sus oídos una seguidilla de chasquidos a cada segundo más audibles que anunciaba una nueva aparición; se trataba de una jornada electoral clásica en un contexto de lo más atípico, histórica cuna de innumerables chismes de diferente índole destinados a esparcirse, discutirse y mutar en cada taberna del Callejón Diagon en los meses siguientes. Sin embargo, desafiando las más que lógicas expectativas de los presentes en aquel pasillo que conducía al Atrio, no fue la silueta de un nuevo elector lo que tomó forma entre las danzantes llamas esmeralda. El sonido de los primeros pasos de visitantes al salir fuera de la chimenea, que se había repetido ya centenares de veces aquel día, fue reemplazado por un eco peculiar que fue in crescendo hasta captar la atención de los presentes: el furioso gorjeo de un ave.

Un magnífico fénix de hielo tomó impulso batiendo con sus alas con movimientos elegantes, ganando la suficiente altura para planear varios metros sobre la cabeza de quienes se dirigían a los puestos de votación, casi rozando el techo del pasillo. Su delicado vuelo dejaba a su paso una fresca brisa invernal que logró imperar unos instantes sobre el calor humano que abrazaba a los presentes. Incluso su azulado plumaje, brilloso al reflejar las luz que bañaba el Atrio, parecía desprender diminutos copos de nieve que se evaporaban antes de entrar en contacto. Con la suficiente elevación para atravesar toda la línea de expectantes votantes, el ave dejó caer sobre la urna un trozo de pergamino cuidadosamente cortado que en doradas letras cursiva rezaba "Lucrezia Di Médici". La autora de tan impune autovoto había priorizado su seguridad a la espera de la asunción del próximo Ministro o Ministra. Desde la mansión Di Médici dibujó una sonrisa de satisfacción en el instante en que su majestuosa mascota volvió a aparecer a su lado.

[Jank Dayne]

Caléfus fue visto aparecerse en el medio del Atrio a unos segundos del cese de votaciones. 

El elfo amargado y gruñón siguió el camino delimitado por la ya pisoteada alfombra que conducía a las urnas con el rostro aún más constipado que de costumbre. En su mano derecha llevaba apretado un pergamino que destilaba estelas brillantes, tan apretado como el ceño que cargaba. Iba vestido de un trajecito de gabardina tan pintoresco que, en contraste con su ácida personalidad, hacía que la criatura luciera como una caricatura andante. Sus amos, al parecer, no carecían de sentido del humor. 

Se desplazó entre la multitud hasta encontrar la urna que su amo principal, Jank Dayne, le había encomendado. Extendió la papeleta donde rezaba en letras torcidas un "Yo voto por Lucrezia Di Médici", sin más explicaciones. El elfo soltó un suspiro de resignación y depositó el pergamino en la urna correspondiente. No le podía importar menos tal decisión. Ni nada en general. 

[Ministerio de Magia]

 

-- ¡¡Buenas noches!! Bienvenidos todos al hermoso poblado de uno de los candidatos a Primer Ministro de Magia del Reino Unido: ¡¡Babila!! Aquì a nuestro alrededor, la familia de este afamado protagonista en un atardecer maravilloso, donde se han reunido para conocer los resultados de las votaciones. Es un gran número de personas. ¿Todos sois familia de Babila?

En tono a la choza de madera, decorada para la ocasión, los múltiples personajes engalanados con sus mejores ropajes, asintieron con chillidos guturales y con alas manos en alto. Fueron unos minutos de gran algarabía en aquel lugar tan tranquilo normalmente. Todos querían saber del miembro más famoso del poblado, el único que había salido de allá para ir a conquistar el mundo exterior.

-- Él'é Babila er Grande.

-- Babila er Luxadó.

-- Babila er Xamán curató de l'aldea. Lexamo de meno. Si no é el primé ministro, ke guelva akí, ke nesesitamo de su sabiduria.

Todos participan, agolpando sus palabras unas encima de las de su vecino, para dar calor y apoyo a Babila, a quien echaban de menos en aquel lugar perdido de Uganda. Babila, Primer Ministro, era un logro jamás conseguido por nadie de aquel poblado.

-- Llo m'acuerdo kuando casó ar león tó solo.

-- ¡Póke olía tan má que se desaió a sus pieses! -- comentaron a gritos los compañeros de quien habìa iniciado la frase.

Estallaron todos en risas y el locutor apenas conseguí expresar el asombro que sentí por aquel magnífico lugar donde la guerra parecía no haber dejado mella y donde todos querían a aquel papanatas de hombretón que solía pasear por el Atrio del Ministerio con sus pies descalzos.

-- Ya ven todos. Aquí tenemos a la orgullosa familia de nuestro posible Primer Ministro. Devuelvo la conexión a la BBMagic TV para que nos den noticias sobre cómo va el conteo de votos de...

 

 

OFF.-

Se cierran las votaciones a Primer Ministro, transcurridas ya las 22.00h Londres. Se puede seguir roleando en el topic con total libertad, hasta que traigamos al ganador de las mismas.

Gracias a todos por participar en estas elecciones y por confiar de nuevo en este vuestro Foro.

[Hecate Engosvezhof]

No había podido evitar reírme a carcajadas con el resto del público de lo que decía el bondadoso de Babila. Después de tantos años aún seguía como siempre, campechano y agradable, siempre dispuesto a ayudar, parecía que la guerra no había pasado por él. Quizás estuviese en su tribu resguardado de todo, o hasta quizás Sagitas se lo llevó consigo para un lugar seguro, es lo que todos hubiésemos hecho en esas circunstancias tan turbias. 

Se llevaron la urna para contabilizar los votos. No parecía que hubiesen muchas papeletas en su interior, a pesar de los cuatro candidatos a presidir el Ministerio de Magia. Me había sentado en las filas de atrás para poder balancearme sin escuchar ninguna recriminación mientras observaba con atención a todos los presentes. Lo que me chocó fue cuando Harpo que había ido con Sagitas al Ministerio, anunció que Sagitas votara por Cissy y yo levanté una ceja. Dejé de balancearme y saqué un cigarrillo de dentro del morral y lo encendí con la varita invocando una pequeña llama. 

El humo del tabaco empezó a salir con varias bolutas de humo que se iban acumulando en el techo superior... A pesar del desastre de nuestro ataque cuando se abrieron las puertas ministeriales para todos los nuevos funcionarios tras el fin de la guerra, parecía que todo estaba intacto... Me sorprendió la elección de Sagitas ¿sería para votar lo menos malo? Lo que me había echado para atrás era el tema de prohibiciones, "tan libertaria para unas cosas y tan prohibitivas para otras" pensé mientras daba una calada con parsimonia, disfrutando y descansando del momento a pesar de lo aburrido de tener que ir a votar y para los planes que había propuesto... mejor era que fuese alguien de los nuestros.

off: dispuesta a hacer algo de rol mientras no cierren el tópic para el anuncio del ministro, quien quiera!

[Cillian Haughton]

Las elecciones habían terminado, ¿habrían logrado su objetivo? Dejó escapar un largo suspiro, no estaba del todo seguro. Mientras observa como retiraban las urnas, observó un segundo a su alredor, aún cuando el tiempo para votar se había agotado los magos y brujas que se habían dado lugar en el atrio parecían no tener intenciones de retirarse, por lo menos no hasta que anunciaran el nombre del nuevo ministro de magia. 

O más bien, lo correcto sería decir ministra de magia ya que al ser tres las postuladas lo más seguro era que la próxima cara del Ministerio fuera una mujer y, por lo menos él, esperaba que esa mujer fuera su hermana: Ada Camille Dumbledore. Al esta rodeado de tantas personas, no lograba distinguir si algún conocido estaba cerca pero seguro que si caminaba un poco terminaría encontrándose con alguien. 

Y así fue, solo le llevo un par de segundos encontrarse con Hecate. 

— ¿Acaso no te han informado que esta prohibido fumar dentro del Ministerio? —las palabras salieron sin más, no aprobaba aquel hábito—. Aparte, eso puede matarte... No sirves de nada si estas muerta. 

Aunque nunca la hubiera visto sin máscara (no me acuerdo si la vio o no xD), sabía perfectamente quien era la bruja frente a él y le servía mucho más viva qué muerta. Belona era inteligente. @ Hecate Engosvezhof

[Shena Cindy de Ryvak M.]

De buenas a primeras nos quedamos en el atrio, el debate ministerial fue una fuente de datos interesantes sobre los candidatos a Ministro de Magia, por lo que nos pasábamos a la espera del anuncio del nuevo Ministro de magia electo.

Es curioso cuánto ocurre en el lugar, con varios conocidos a la vista, hubo saludos a los lejos y por suerte nada perturbador aconteció en está ocasión, el diario El Profeta público el incidente justo al final de la guerra y el revuelo que se creó al enfrentamiento de los dos grupos que se disputan el poder sobre la población mágica.

El nombramiento de un nuevo Ministro de Magia no iba a terminar con mortífagos y fenicianos pero tal vez los controlarían un tanto más, interiormente así lo esperaba, pero hay que estar conciente que lidiar con gente tan extremista, es el pan de todos los días. 

Mi postura como neutral, no me exime de peligro, esté siempre es latente y hay que ir con ojos atentos como a la defensiva, el presente el cual nos toca vivir, es así de fácil a tornar se caótico.

[Hecate Engosvezhof]

off: Sí Cillian, en la mansión Riddle jajajaja yo describí a Hecate sin careta

On:

Mientras fumaba esperaba que algún camarero o alguien se dignara a regalarnos un poco de alcohol aunque fuera del malo (🤣), pero nada, ni un triste sirviente. Suponía que se repartiría en cuánto acabasen las elecciones para escoger nuevo ministro...

- Lo dicho para la próxima, me presento yo - comenté en un susurro mientras daba una calada más al cigarrillo y en esos momentos alguien me interrumpió, y no sólo eso, tosí el humo por el atragantamiento, había escuchado la recriminación del mago y mientras me tranquilizaba lo observé atentamente y vi que era Cillian, ¡qué ironía!

- ¿Desde cuándo está prohibido? -levanté una ceja y negué con la cabeza para seguir con lo mío - es cosa mía si fumo o no... para eso ya hay ventilación propia del edificio... - me levanté y me acerqué a su oído para decirle y con cierta delicadeza pero con discrección, puse el Anillo de Salvaguarda contra oídos indiscretos que se activó al momento para charlar con él sin temor a que ninguna oreja escuchase lo que no debía, salí de la silla y lo arrastré hasta cerca de las chimeneas (espero que no te moleste el mover a tu personaje) 

- Aquí me llaman Hecate Engosvezhof en la mansión Riddle y en nuestros lugares de encuentro soy Belona -le dije en un tono normal, porque sabía que ese tipo de magia funcionaba sin problema incluso dentro del Ministerio- sigo estando muerta para usted y para el resto, nada cambia con eso -negué con la cabeza- aún resucitando por la magia de la nigromancia y la misma energía que me dio la vida vida artificial al fin y al cabo, nunca podré avanzar hacia adelante -le bufé, oculté a Elentari (mi hija) por su propia protección- ¿ha considerado lo que hablamos en la mansión Riddle? ¿Considera que Ada pueda cumplir nuestros objetivos? - y mientras, miraba al mago @ Cillian Haughton esperando su respuesta- hay que mover y conseguir información debajo de las piedras si es necesario para dar nuestro golpe final -seguía fumando con parsimonia a pesar de la recriminación del hombre que tenía delante.

Había visto a Sagitas de refilón, su pelo era inconfundible acompañada aún de Harpo que había dicho el nombre de a quién votaba... a ese viejo elfo gruñón había que darle una lección, estaba revelando un secreto y eso no se podía consentir, tendría que avisarla de eso.

[Ministerio de Magia]

Archibald Blackthorne
Miembro distinguido del Wizengamot

 

Archibald se levantó de su asiento en la cámara del Wizengamot, su mirada recorriendo a cada uno de los miembros del tribunal. La elección había terminado, y era su deber, como miembro senior, presentar a la nueva Ministra de Magia. Había sido elegido por sus compañeros para ser quien anunciara el conteo de los votos, así que se encaminó hacia el Atrio del Ministerio, donde todos los magos y brujas habían sido convocados.

Sus manos, ligeramente arrugadas por los años de servicio en la institución, se posaron sobre el podio, en la tarima central, que se alzaba en medio del Atrio. Sus ojos se posaron brevemente en el grupo de reportes que se encontraba delante de todos los convocados.  El silencio caía sobre la sala.

—Miembros distinguidos del Wizengamot, representantes del Ministerio y ciudadanos del Mundo Mágico —comenzó con su voz grave y pausada, aumentada por la magia de un Sonorus—, hoy es un día de suma importancia para nuestra comunidad. Después de una elección disputada y un proceso democrático ejemplar, tenemos el honor de anunciar el nombre de nuestra nueva Ministra de Magia.

Hizo una breve pausa, dejando que la expectación llenara el aire antes de continuar.

—Con un fuerte apoyo y la visión de un futuro en el que la unión y la justicia prevalezcan, la ganadora es... Ada Camille Dumbledore.

El eco de su nombre resonó en la sala, mientras Archibald observaba las reacciones de los presentes. Algunos asintieron con aprobación, otros intercambiaron miradas de cautela, pero todos sabían que el nombre de Dumbledore llevaba un peso histórico en la sociedad mágica.

—Señora Dumbledore —continuó, girando su atención hacia la nueva Ministra—, recibe hoy no solo el honor de ocupar este prestigioso puesto, sino también la responsabilidad de guiar al Ministerio en tiempos de gran desafío. Los cambios que se avecinan requieren tanto sabiduría como valor, y confiamos en que su liderazgo será faro y escudo para todos nosotros.

Archibald inclinó levemente la cabeza en un gesto de respeto.

—Estamos seguros de que, con su experiencia, la herencia de su apellido y su visión clara, sabrá fortalecer los lazos dentro de nuestra comunidad y proteger el delicado equilibrio entre nuestro mundo y el de los muggles. El Wizengamot estará a su disposición para asegurar que los valores fundamentales de nuestra sociedad mágica sean preservados y que avancemos con firmeza hacia un futuro más brillante.

Con un gesto solemne, Archibald terminó su intervención.

—Bienvenida, Ministra Dumbledore, y que la magia siempre guíe su camino.

Luego, con una inclinación final, cedió el lugar a Ada Camille para que pudiera dar su primer discurso como Ministra de Magia.

 

***

 

Es con todo nuestro agrado, que damos la bienvenida a nuestra Ministra de Magia, @ Ada Camille Dumbledore . Sabemos que tiene mucho que aportar al rol y que contará con el apoyo de todos para poder llevar adelante las mejores tramas, exquisitas y llenas de aventura.

Les agradecemos a todos el haber participado de las votaciones. A aquellos postulados que enviaron sus propuestas, a la gente de prensa que armó y participó del Debate Ministerial, y, por supuesto, a cada uno de los miembros roleros de este foro.

Ahora, les dejamos rol libre para que den la bienvenida a esta nueva etapa rolera foril.

Pd: Se le recuerda a la señora Ministra de Magia que puede elegir a su gabinete

Editado 2 Octubre por Ministerio de Magia